Tríduo A San Jerónimo
Tríduo A San Jerónimo
Tríduo A San Jerónimo
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Señor que enseñas a usar cada acontecimiento para bien
Señor que suples donde faltamos
Señor que das la gracia de obrar
Señor que nos mandas buscar primero el Reino de Dios
SYMBOLUM ‘99
Guiados por el poder de Dios Padre,
por la sabiduría del Hijo,
“El Señor manifiesta en nosotros su gloria y por la fuerza del Espíritu Santo,
Por medio de nuestro amado Padre, San Jerónimo. acogemos el don de gracia
Alimentando una filial devoción hacia él concedido a San Jerónimo
Celebramos el poder de Dios, y lo recibimos como experiencia del espíritu.
Que realiza cosas grandes en sus siervos, Nuestro Fundador,
Y participamos de aquel espíritu de santidad convertido a Dios, se hizo pobre
Que convirtió a nuestro Fundador y se dedicó en cuerpo y alma a servir a los pobres.
En padre de huérfanos y refugio de pobres”.
(Constituciones y Reglas n. 52) Creemos en el amor de Dios,
que es Padre de misericordia y de inmensa ternura,
y nos quiere contar en el número de sus hijos queridos
y hacernos santos.
En él solo confiamos, fuente de todo bien,
porque todos los que creen y esperan en él
rebosarán de caridad.
Proclamamos a todos su paternidad,
que conforta al pobre y consuela al huérfano.
Creemos en al amor del Hijo,
imagen perfecta del rostro del Padre.
Servimos a los pobres
porque ellos son quienes mejor nos representan a Cristo
y de él, nuestro maestro,
aprendemos a amarlos con perfecta y activa caridad,
con profunda humildad y paciencia.
Seguimos desnudos al desnudo Crucificado,
llevando junto a él carga ligera de la cruz.
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Dios, das proyectos misteriosos
Dios, que intervienes
Dios, que no abandonas nunca a quien cumple tus obras
Dios, que conoces el cómo y el dónde
Dios, en quien sólo debemos confiar
Dios, que obras en quien pone en ti su fe y esperanza
Dios, que realizas grandes obras exaltando a los humildes
Dios, que confortas y das el céntuplo
Dios, que mandas ocasiones
Dios, que solo eres bueno I
Dios, por cuyo amor resistimos en las tentaciones
Dios, que procuras el trabajo JERÓNIMO EXPERIMENTA
Dios, que das la gracia de servir de ejemplo EL AMOR DIVINO
Dios, que das la gracia de entender tu voluntad y seguirla
Dios, que muestras los remedios Ritos iniciales
Oh Dios, Padre nuestro, que nos has enviado a tu Hijo Jesús para El que preside enciende una lámpara ante la imagen de S. Jerónimo o
que cargase con nuestras infidelidades y nuestros pecados, y el Es- siete velas colocadas sobre el altar. Mientras tanto se canta el himno.
píritu Santo Paráclito a aliviar todo sufrimiento terreno, te lo pedi-
mos: haz que, por intercesión de S. Jerónimo que has dado a los en- Escucha de la Palabra
fermos como viva y fuerte imagen de tu misericordia en el auxilio
de sus debilidades humanas, podamos también nosotros superar la 1L Lectura de la Carta del Apóstol S. Pablo a los Efesios
enfermedad y volver a obtener serenidad y salud para alabarte en tu (Ef. 2,4-7; 3,14-19)
Iglesia con corazón reconocido y agradecido.
Amén. Queridos hermanos: Dios, que es rico en misericordia y nos
tiene un inmenso amor, aunque estábamos muertos por nuestros
PARA OBTENER EL DON DE LA CARIDAD pecados, nos volvió a la vida junto con Cristo -¡por pura gra-
cia habéis sido salvados!-, nos resucitó y nos sentó con él en el
Señor, Padre nuestro, tú nos examinarás en el amor que hayamos cielo. De este modo quiso mostrar a los siglos venideros la ex-
demostrado a nuestros hermanos. celsa riqueza de su gracia, hecha bondad para con nosotros en
San Jerónimo, por don tuyo, ha sabido reconocerte en los pobres y Cristo Jesús.
en los últimos, y en ellos servirte y amarte: por su intercesión danos Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, de quien procede toda
ojos para ver las necesidades y los sufrimientos de los hermanos. familia en los cielos y en la tierra, para que, conforme a la ri-
Haz que nos comprometamos lealmente al servicio de nuestro próji- queza de su gloria, os robustezca con la fuerza de su Espíritu,
mo para ser un día dignos de ser llamados un día junto a ti en tu re- de modo que crezcáis interiormente. Que Cristo habite por la fe
ino. en vuestros corazones; que viváis arraigados y fundamentados
Danos siempre, con el pan cotidiano, también el pan que viene de en el amor. Así podréis comprender, con todos los creyentes,
allá arriba. cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, tu Hijo y nuestro Señor. amor de Cristo; un amor que supera todo conocimiento y que
Amén. os llena de la plenitud misma de Dios.
Palabra de Dios.
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Salmo responsorial (Sal 103) Ruega, oh S. Jerónimo,
para que repitamos ante el Crucificado
R/. El Señor es compasivo y misericordioso tu invocación sencilla y luminosa:
“¡Ayúdame, Señor, y seré tuyo!”.
Bendice, alma mía, al Señor, El ejemplo elocuente de tu oración,
y todo mi ser a su santo nombre. el sabio valor de tu penitencia,
Bendice, alma mía, al Señor, el grito de tu infatigable caridad
y no olvides sus beneficios. R/. tengan un fiel eco en nuestra vida
para ser los brazos y el corazón de Dios,
Él perdona todas tus culpas, que se inclinan sobre las heridas
y cura todas tus enfermedades; de las pobrezas modernas
él rescata tu vida de la fosa para curarlas con la Verdad y la Caridad.
y te colma de gracia y ternura. R/. Amén.
(mons. Ángelo Comastri)
El Señor es compasivo y misericordioso
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados PARA OBTENER UNA GRACIA PARTICULAR
ni nos paga según nuestras culpas. R/.
Oh glorioso S. Jerónimo, tú que fuiste todo caridad para los infeli-
Como un padre siente ternura por sus hijos, ces y los oprimidos, tú que ofreciste toda tu vida para aliviar las
siente el Señor ternura por sus fieles; miserias y las tribulaciones del prójimo, escucha mi oración; yo
porque él conoce nuestra masa, estoy tan oprimido y atribulado, que no puedo encontrar paz y tran-
se acuerda de que somos barro. R/. quilidad en mi espíritu. Por tanto yo me presento a ti y a ti me dirijo
para obtener la gracia de…
Pero la misericordia del Señor dura por siempre, Oh glorioso S. Jerónimo, ven en mi ayuda en esta angustia que me
su justicia pasa de hijos a nietos: oprime; socórreme en esta penosa situación. Tengo necesidad de
para los que guardan la alianza. R/. ti, S. Jerónimo, yo confío en ti, espero en ti por la gracia que te pi-
do. San Jerónimo no me la niegues, no me digas que no.
Los textos propuestos pueden ser proclamados por diversas personas. Consuélame en mis angustias, alíviame en mis dificultades y
siempre te recordaré, siempre seré un devoto tuyo. San Jeróni-
2L De la vida de S. Jerónimo del P. Tórtora mo, he venido a este tu santuario, que de todos lados resuenan
“Jerónimo, cada día más iluminado por la luz del Espíritu San- tus prodigios, tus gracias; concédeme también a mí esta gracia
to, comenzó a meditar profundamente en su vida pasada con- de la que tengo gran necesidad; no mires San Jerónimo, mis mi-
frontando las ingratitudes vividas y la grandeza de los bienes serias, mi pobreza de obras buenas.
celestiales… Con frecuencia y aún angustiado por sus cargos La gracia que te pido servirá, oh S. Jerónimo, a unirme más a Jesús,
de conciencia, postrándose ante la imagen del Crucificado, de- a María y a ti; será el motivo para alejarme cada vez más de las
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Despedida rramaba lágrimas abundantes… e imitando la humildad del
publicano evangélico, no osaba levantar los ojos. Cuando expe-
1L Que no termine aquí nuestra celebración, sino que continúe en rimentaba el fervor de caridad y el fuego del divino amor, se
nuestra vida. Sepamos con nuestro testimonio anunciar a los her- abrazaba a los pies del Crucificado y lo desafiaba con todo el
manos la bondad misericordiosa de nuestro Dios. afecto para que como se había sacrificado a sí mismo al eterno
P El Dios de toda gracia y consolación, Padre como hostia inmaculada sobre el altar de la cruz y de-
premio y corona de sus santos, rramada la sangre por la salvación del mundo, así quisiera que
nos haga perseverantes en su servicio también a él, miserable pecador, fuese saludable el sacrificio de
y nos colme de su amor y de su paz. una sangre tan preciosa y repetía a menudo estas palabras:
T Amén. “Dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi salvador”. Esta era
ORACIÓN A SAN JERÓNIMO la invocación que en casi todos los momentos, haciendo cual-
quier tarea, solía susurrar al oído de su Divina Majestad”.
Oh S. Jerónimo, ¡como los hombres de hoy
tú has sentido la fascinación del poder 3L De las exhortaciones para la vida interior
y la ebriedad de la fuerza de las armas! Consideremos que el Señor nos ha llamado de la tierra de Egip-
Pero la humillación de la prisión, to, que es el mundo, a la tierra que destila leche y miel, que es
iluminada por la ternura de María, la Congregación, para que seamos nación santa, pueblo elegi-
te ha abierto los ojos y el corazón do y predilecto, en medio del cual Él se complace en habitar.
y tú has entendido que la Roca de la vida es Dios, Eliminemos, pues, sin demora, cuanto pueda desagradarle; pa-
y Dios es Caridad, sólo Caridad. guémosle con amor y, amando a Dios, estimemos en nada todo
Ruega por nosotros, oh S. Jerónimo, lo demás. (n.354)
ruega por la humanidad de este siglo Así como no hay ni un solo momento en que no gocemos de la
llamada urgentemente a elegir bondad y de la misericordia de Dios, que así no haya tampoco
entre la libertad verdadera de la fe en Dios ni un solo instante en que, con los ojos del espíritu, dejemos de
y la esclavitud de los ídolos de siempre: verlo presente como testigo y juez de nuestros pensamientos,
dinero, poder, violencia, egoísmo. palabras y obras.
Oh S. Jerónimo, Pues, efectivamente, nada hay más eficaz para evitar cualquier
tú has dejado con firmeza los ídolos mal y conseguir la perfección que el encomiable hábito de po-
para amar con ternura a los huérfanos y a los enfermos, nernos constantemente en la presencia divina. (356)
convencido que la riqueza
es el don y no la posesión. Meditación sobre la Palabra
Hoy tantas personas están solas Después de las lecturas se guarda un momento de silencio, o bien,
en medio de la multitud, abandonadas quien preside comenta los textos proclamados poniendo resaltando el
en medio de atenciones burocráticas y frías: carisma peculiar de S. Jerónimo. La reflexión sobre la Palabra, dada
su naturaleza, podrá, si las circunstancias lo permiten, tomar la for-
¡Cristo cada día espera en ellos ma de diálogo fraterno.
nuestra respuesta de amor!
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Señor ten piedad
Súplica Cristo ten piedad
Señor ten piedad
P Hermanos (y hermanas) Cristo óyenos
imploremos la misericordia de Dios Cristo escúchanos
e invoquemos con confianza la intercesión de María, Madre de Padre de inmensa bondad, ten piedad de nosotros
las gracias, Hijo Salvador del mundo, ten piedad de nosotros
de S. Jerónimo, nuestro Padre, Espíritu Santo consolador, ten piedad de nosotros
y de todos los Santos. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
Virgen, Madre de las gracias, ruega por nosotros
Señor ten piedad Madre de misericordia, ruega por nosotros
Cristo ten piedad Madre de los huérfanos, ruega por nosotros
Señor ten piedad San José, ruega por nosotros
Cristo óyenos San Juan Bautista, ruega por nosotros
Cristo escúchanos Santos Pedro y Pablo, rogad por nosotros
Padre de inmensa bondad, ten piedad de nosotros San Agustín, ruega por nosotros
Hijo Salvador del mundo, ten piedad de nosotros San Jerónimo Emiliani, ruega por nosotros
Espíritu Santo consolador, ten piedad de nosotros Siervo bueno de Dios, ruega por nosotros
Siervo dócil al Espíritu Santo, ruega por nosotros
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros Siervo en el que ha obrado Cristo, ruega por nosotros
Virgen, Madre de las gracias, ruega por nosotros Siervo en el que se ha glorificado el Padre, ruega por nosotros
Madre de misericordia, ruega por nosotros Siervo de mucha oración, ruega por nosotros
Madre de los huérfanos, ruega por nosotros Siervo lleno de fe y caridad, ruega por nosotros
San José, ruega por nosotros Siervo lleno de humildad y fervor, ruega por nosotros
San Juan Bautista, ruega por nosotros Siervo sereno y benigno, ruega por nosotros
Santos Pedro y Pablo, rogad por nosotros Siervo lleno de esperanza, ruega por nosotros
San Agustín, ruega por nosotros Refugio de los pobres, ruega por nosotros
San Jerónimo Emiliani, ruega por nosotros Padre de los huérfanos, ruega por nosotros
Siervo bueno de Dios, ruega por nosotros
Siervo dócil al Espíritu Santo, ruega por nosotros P Dios, Padre bueno, que provees con amor
Siervo en el que ha obrado Cristo, ruega por nosotros a las necesidades de tus hijos,
Siervo en el que se ha glorificado el Padre, ruega por nosotros escucha la súplica que hoy te dirigimos
Siervo de mucha oración, ruega por nosotros confiados en la intercesión de San Jerónimo Emiliani,
Siervo lleno de fe y caridad, ruega por nosotros para que resplandezca la luz de tu misericordia
Siervo lleno de humildad y fervor, ruega por nosotros y experimentemos su consuelo.
Siervo sereno y benigno, ruega por nosotros Por Cristo nuestro Señor. T Amén.
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de, habiendo recogido algunos huérfanos desamparados y mi- Siervo lleno de esperanza, ruega por nosotros
serables, llenos de tiña y de roña y de otras miserias, le cedie- Refugio de los pobres, ruega por nosotros
ron un sitio en el hospital de la Magdalena; y allí, con grandísi- Padre de los huérfanos, ruega por nosotros
ma caridad, se ocupaba de limpiarlos y curarlos de la miseria
corporal y, con santas instrucciones, de la miseria espiritual.
Por eso, como si fuera una antorcha puesta sobre el candelero, P Dios, Padre bueno, que provees con amor
desprendió tanta luz de buen ejemplo que invitó a muchos a co- a las necesidades de tus hijos,
rrer tras el perfume de sus virtudes y a unírsele. escucha la súplica que hoy te dirigimos
Habiendo reunido en Somasca a todos estos siervos del Señor, confiados en la intercesión de San Jerónimo Emiliani,
el santo varón señor Jerónimo les manifestó su propósito, que para que resplandezca la luz de tu misericordia
era el de dar fruto en el mundo no sólo instituyendo estas con- y experimentemos su consuelo.
gregaciones de huérfanos y ocupándose de sacarlos de las mi- Por Cristo nuestro Señor.
serias corporales y espirituales, sino creando, además, congre- T Amén.
gaciones de ciudadanos y nobles, a quienes, con el ministerio y
el ejercicio de las cosas temporales de estas obras, les fuesen Despedida
ofrecidas también, por los sacerdotes de la Compañía, las cosas
espirituales, y todos juntos alcanzasen la gracia y la gloria de 1L Que no termine aquí nuestra celebración, sino que continúe en
Dios. nuestra vida. Sepamos con nuestro testimonio anunciar a los her-
Después que este santo varón hubo reunido a todas estas com- manos la bondad misericordiosa de nuestro Dios.
pañías y fundado algunas congregaciones de huérfanos en Bér- P El Dios de toda gracia y consolación,
gamo, Somasca, Como, Milán, Brescia, Pavía, vivió en suma premio y corona de sus santos,
abstinencia y gran pobreza con viva fe, hasta el punto de que, nos haga perseverantes en su servicio
gracias a ella, hacía cosas milagrosas. y nos colme de su amor y de su paz.
T Amén.
Meditación sobre la Palabra
Súplica
P Hermanos (y hermanas) imploremos la misericordia de Dios
e invoquemos con confianza la intercesión de María, Madre de las
gracias, de S. Jerónimo, nuestro Padre, y de todos los Santos.
20 9
Cantad a Dios, celebrad su nombre,
allanad el camino al que cabalga sobre las nubes,
su nombre es el Señor,
gozaos en su presencia. R/.
II
Padre de los huérfanos y defensor de las viudas
JERÓNIMO LLENO DE CONFIANZA ese es Dios en su morada santa.
EN EL SEÑOR Dios procura un hogar a los desvalidos,
libera a los cautivos con fortaleza. R/.
Ritos iniciales
¡Bendito sea el Señor día tras día!
P La misericordia y la fidelidad del Padre, Él nos alivia, Dios es nuestra salvación.
la gracia y la paz de Cristo, Nuestro Dios es un Dios que nos salva,
y el amor del Espíritu Santo al Señor se debe que escapemos de la muerte. R/.
estén con todos vosotros.
T Y con tu espíritu. Cantad a Dios, reinos de la tierra,
tocad para el Señor.
1L Un elemento que caracteriza la experiencia espiritual de S. Je- El Dios de Israel da a su pueblo fuerza y poder.
rónimo es su esperanza y su confianza en el Señor. En esta cele- ¡Que Dios sea bendito! R/.
bración, a través de la Palabra de Dios y el testimonio de S.
Jerónimo, alabemos al Señor para que con sus obras, y sobre 2L De las Constituciones que se observan en la Congregación
todo con el don de su Hijo, haga posible en nuestros corazones de Somasca
el gozo de tener una esperanza imperecedera.
Esta Congregación dedicada al ministerio de los huérfanos,
Acto penitencial tuvo su origen en el año del Señor 1531 en Bérgamo, gracias a
la feliz iniciativa del señor Jerónimo Emiliani, gentilhombre
P Hermanos, habiendo Jesús amado a los suyos que estaban en el veneciano. Este, de joven, se dio al mundo y a sus placeres, pe-
mundo, los amó hasta el extremo total del don y de la comunión. ro, una vez convertido a Dios, teniendo por padre espiritual al
Este amor pascual es la fuente inagotable de la esperanza cristia- reverendísimo señor obispo de Chieti, se dejó prender de tal
na. Invoquemos el perdón de Dios por todas las veces que no hemos manera por el amor de Dios que, abandonando el mundo y vis-
creído en su amor y ha decaído nuestra confianza en Él. tiendo míseramente, se puso al servicio de los pobres desdicha-
dos. Y durante algún tiempo realizó este humilde ejercicio en su
Breve instante de recogimiento ciudad de Venecia.
P "Quien confía en el Señor, es como el monte Sión: no vacila, es Luego, puesto que el fervor de su espíritu iba en aumento, por
estable para siempre". obediencia de su padre espiritual dejó su ciudad. Urgido por el
2L Nuestra confianza en Ti ha decaído: Señor, ten piedad de noso- Espíritu del Señor, deseando agradarle, llegó a Bérgamo, don-
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Escucha de la Palabra tros.
T Señor, ten piedad de nosotros.
1L Lectura de la Carta del Apóstol Santiago (St 1,21-25.27;
2,5-6a; 14-17) P Quien espera en el Señor no queda defraudado: él funda su casa
sobre la roca del amor de Dios.
Queridos hermanos: Abandonad toda inmundicia, todo exceso 2L Por todas las veces en que hemos construido la vida sobre
vicioso, y acoged con mansedumbre la palabra que, injertada nuestro egoísmo y no hemos puesto nuestra esperanza en Ti. Señor,
en vosotros, tiene poder para salvaros. Poned, pues, en práctica ten piedad de nosotros.
la palabra y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros T Señor, ten piedad de nosotros.
mismos. Pues el que la oye y no la cumple se parece al hombre
que contempla su rostro en un espejo, y después de mirarse, se P Jesús dice: "No se turbe vuestro corazón. Tened fe en Dios y
marcha, olvidándose al punto de cómo era. En cambio, dichoso también en mí".
el hombre que se dedica a meditar la ley perfecta de la libertad; 2L Porque no nos hemos dejado transformar por tu resurrección y
y no se contenta con oírla, para luego olvidarla, sino que la po- nuestra fe ha decaído: Señor, ten piedad de nosotros.
ne en práctica. T Señor, ten piedad de nosotros.
La religiosidad auténtica y sin tacha a los ojos de Dios Padre
consiste en socorrer a huérfanos y viudas en su tribulación y P El Espíritu de Cristo nos libre del pecado
mantenerse incontaminado del mundo. y nos conceda el caminar confiados
Escuchad, mis queridos hermanos, ¿no eligió Dios a los pobres y sin miedo al encuentro con Él.
según el mundo para hacerlos ricos en fe y herederos del reino El Señor vuelva su mirada sobre nosotros,
que prometió a los que lo aman? ¡Pero vosotros menospreciáis perdone nuestras culpas y reavive en nuestros
al pobre! corazones la confianza en su amor.
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no T Amén.
tiene obras? ¿Podrá acaso salvarle la fe?
Si un hermano o una hermana están desnudos y faltos de ali- Himno
mento cotidiano, y uno de vosotros les dice: "Id en paz, calen-
taos y saciaos", pero no les da lo necesario para su cuerpo, ¿de Un lieto canto eleviamo in coro (pag. 162)
qué sirve? Así también la fe: si no tiene obras, está muerta en sí Escucha de la Palabra
misma.
Palabra de Dios. 1L Lectura de la Carta del Apóstol S. Pablo a los Romanos
(Rom 8,31-39)
T Te alabamos Señor.
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El
Salmo responsorial (Sal 68, 5-7a; 20-21; 33; 36) que no perdonó a su propio Hijo, antes bien lo entregó a la
muerte por todos nosotros, ¿cómo no va a darnos gratuitamente
R/. Tú, Señor, eres el apoyo del huérfano. todas las demás cosas juntamente con él? ¿Quién acusará a los
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elegidos de Dios, si Dios es el que salva? ¿Quién será el que apóstoles y la palabra del Apóstol: "Sed unos los esclavos de los
condene, si Cristo Jesús ha muerto, más aún, ha resucitado y otros", exigen hoy de nuestra parte un sincero examen sobre
está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros? nuestro compromiso de caridad y de servicio hacia los pobres y ne-
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, la cesitados.
angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la (Breve instante de recogimiento)
espada?...
Pero Dios, que nos ama, hará que salgamos victoriosos de to- 2L Nos ha pedido ayuda el necesitado y hemos sido reacios a com-
das estas pruebas. Y estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni partir con él nuestros bienes, nuestro tiempo, nuestro saber.
ángeles, ni otras fuerzas sobrenaturales, ni lo presente, ni lo
futuro, ni poderes de cualquier clase, ni lo de arriba, ni lo de P Perdona, Señor, a tu pueblo.
abajo, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de T Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios. 2L Hemos pasado junto al hermano caído y no nos hemos parado a
T Te alabamos Señor. socorrerlo.
Si un ejército acampa contra mí, P Humillémonos todos en presencia de nuestro Padre celestial co-
mi corazón no tiembla; mo hijos pródigos que hemos disipado todos nuestros bienes espiri-
si me declaran la guerra, tuales y temporales, viviendo disolutamente, y por ello implorémos-
me siento tranqüilo. R/. le misericordia, diciendo: Misericordia, concédenos tu misericor-
dia, Hijo del Dios vivo. ¡Oh Dios, séme propicio, que soy un peca-
No me escondas tu rostro, dor! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
no rechaces con ira a tu siervo, T Amén.
que tú eres mi auxilio, no me deseches
no me abandones, Dios de mi salvación. R/. Himno
JERÓNIMO SE ENTREGÓ A CRISTO Nuestro fin es Dios, fuente de todo bien, en quien sólo -como
PARA SERVIR A LOS POBRES decimos en nuestra oración- debemos confiar y no en otro, así
lo ha querido nuestro benignísimo Señor, para aumentar la fe
Ritos iniciales en vosotros...
Dios no realiza sus obras en aquellos que no han depositado
P La misericordia y la fidelidad del Padre, toda su fe y esperanza en él sólo; en cambio, a aquellos que tie-
la gracia y la paz de Cristo, nen gran fe y esperanza los ha colmado de caridad y ha gran-
y el amor del Espíritu Santo des obras en ellos. Así pues, no desfalleciendo vosotros de fe y
estén con todos vosotros. esperanza, él hará con vosotros grandes cosas, exaltando a los
T Y con tu espíritu. humildes.
1L "Cualquier cosa que hagáis al más pequeño de mis hermanos, a 2L De las “Exhortaciones para la vida interior”
mí me la hicisteis": esta profunda conexión entre el hombre y Cuando nos asalten graves dificultades que pretenden distraer-
Jesús, entre el pobre, el débil, el que sufre y el Mesías salvador nos del servicio de Dios y de nuestro empeño por la perfección,
y liberador constituye un aspecto que caracteriza profundamen- cuando el temor por los pecados y la severidad del justo juez
te la espiritualidad de Jerónimo. Su misma oración, su acentua- nos empujen a la desconfianza, refugiémonos con suma con-
ción del amor misericordioso y tierno de Dios, la imagen de la fianza en Dios y pensemos en Él, que es Padre grande en amor.
Familia por él suscitada llevan la huella de una entrega a Cris- Nos sostenga la certeza de que jamás quedará defraudado
to que se expresa y se realiza en el servicio a los pobres y a los quien espera en el Señor; es más: según afirma, para nuestro
que sufren. consuelo, san Bernardo, nada hace más refulgente la omnipo-
En esta celebración alabemos al Señor que en su inmenso amor tencia del Verbo que el hecho de que Él vuelve omnipotentes a
se ha rebajado hasta el hombre para levantarlo hacia él, para cuantos esperan en Él, de tal manera que consiguen todo lo que
hacerlo partícipe de su amor, de su vida, de sí mismo. Sobre desean y piden en la oración. (n. 359)
todo el misterio de Cristo acogido en la fe de la Iglesia pone en
evidencia que cuanto es hecho por el hombre está dirigido de Meditación sobre la Palabra
modo alguno a Dios mismo. Después de la aclamación se guarda un momento de silencio, o bien,
quien preside comenta los textos proclamados poniendo resaltando el
Acto penitencial carisma peculiar de S. Jerónimo. La reflexión sobre la Palabra, dada
su naturaleza, podrá, si las circunstancias lo permiten, tomar la for-
ma de diálogo fraterno.
P Hermanos, el ejemplo de Cristo Maestro que lava los pies a los
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la Iglesia. Nos acompañe, Padre, tu ejemplo de servicio a Dios
Súplica y a los pobres y nos fortalezca tu intercesión ahora y en todo
momento de nuestra vida.
P Hermanos (y hermanas) T Amén.
imploremos la misericordia de Dios
e invoquemos con confianza Despedida
la intercesión de María, Madre de las gracias,
de S. Jerónimo, nuestro Padre, 1L Que no termine aquí nuestra celebración, sino que continúe en
y de todos los Santos. nuestra vida. Sepamos con nuestro testimonio anunciar a los her-
manos la bondad misericordiosa de nuestro Dios.
1L Beato Padre nuestro Jerónimo Emiliani, que desde el cielo con- P El Dios de toda gracia y consolación,
tinúas tu inefable misión de caridad hacia todos aquellos que premio y corona de sus santos,
piadosamente te invocan, nosotros te dirigimos suplicantes nos haga perseverantes en su servicio
nuestras miradas, e invocamos con la más ardiente fe tu firme y y nos colme de su amor y de su paz.
diligente patrocinio. T Amén.
Obtennos del Señor el crecimiento en la fe y en la caridad, para
que, dóciles al Espíritu, seamos humildes instrumentos en los
cuales obra Cristo y Dios manifiesta su gloria.
Bendice a todos nuestros Religiosos para que protegidos por tu
espíritu obren con celo y fruto en la viña del Señor.
Conserva, ilumina y conforta a nuestros probandos, novicios y
a todos los religiosos en el período de su formación para que
crezcan en el amor a Cristo y a su Evangelio, en espíritu de
obediencia, de humildad y del desapego de todo.
Bendice a aquellos que tienen la responsabilidad de nuestra
Familia Religiosa, hazles ligero el peso de la misión a ellos en-
comendada y ayúdales a procurar el bien de la Congregación
entera y de todos sus hijos.
Tú que tanto te afanaste en formar en el santo temor de Dios a
la juventud y tuviste el más tierno cuidado hacia los hijos sin
padre y madre, por lo que la Iglesia te honró con el dulce nom-
bre de "Padre de los Huérfanos", obtén del Padre de las miseri-
cordias para todos los padres de familia y para todos los edu-
cadores de la juventud tu espíritu de sabiduría y caridad para
que puedan formarla e instruirla en la escuela del Evangelio
preparándola a promover el bien de la comunidad humana y de
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