Posibles Temas Parea Semana Santa

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Tema:1 Mandamiento de amor, encuentro con el señor

OBJETIVO: Sensibilizar en los adolescentes y jóvenes la importancia de compartir en


nuestras actividades de la vida diaria, por medio del reconocimiento de los hábitos
dañinos que nos alejan del encuentro con Cristo y el hermano.
Dinámica rompe hielo:
Se forman equipos de 5 personas
EXPERIENCIA O MOTIVACIÓN
1. Se realizarán de manera aleatoria las siguientes preguntas
o ¿Qué entendemos por compartir?
o ¿Qué entendemos por hábitos?
Menciona ejemplos de hábitos tóxicos:
DINÁMICA: Avioncito tóxico
OBJETIVO: Animar a los participantes en el anonimato, a compartir sus rasgos que
consideren que deben de cambiar.
MATERIAL:
• 1 hoja de papel para cada participante.
• 1 pluma por participante
INDICACIONES:
1. Se le otorga a cada integrante una hoja en blanco.
2. Se les invita a escribir en ella los hábitos tóxicos que nos separan del encuentro de
nuestro hermano. Pueden ser: criticar, burlas, demasiado tiempo en redes sociales, así
como aspectos personales que sean un impedimento, entre otros, es importante que sea
de manera anónima.
3. Posteriormente se les pedirá a los integrantes que doblen su hoja en forma de
“avioncito” (es importante que la persona que esté brindando el tema gestione el tiempo y
realice un pequeño tutorial de cómo realizar un avioncito)
4. Los participantes deberán de lanzar su avioncito y tomar uno distinto al suyo.
5. Lo harán las veces que sean necesarias hasta desconocer de quién es el avioncito.

PROFUNDIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA O MOTIVACIÓN.


Comentar con todos los participantes si el avioncito que les ha tocado es también un
hábito que ellos tienen o si pudieron observar cómo se repiten los hábitos. En un rotafolio
o en el pizarrón, se escribirán los 10 hábitos que más se hayan repetido, y se reflexionará
sobre ellos:
o ¿Lo tengo yo?
o ¿Lo hago de manera consciente o inconsciente?
o ¿Soy consciente de cómo hago sentir a mi prójimo con ese hábito?
Realizar equipos y otorgar la siguiente cita bíblica:
MEDITAMOS
CITA BÍBLICA: MT 4,1.
Pedir a un integrante de cada equipo leer en voz alta la cita bíblica para su equipo.
PROFUNDIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS O ILUMINACIÓN
Preguntar:
¿Qué llama nuestra atención de la cita que acabamos de leer?
Escuchar atentamente y reflexionar en lo siguiente:
Todos hemos experimentado hambre espiritual, es una reacción que tiene lugar en lo más
profundo de nuestro ser, y que nos lleva a buscarle, así nuestro organismo se encuentra
intranquilo hasta que consumimos alimento pues entonces el compartir no solo es privarte
de algún alimento. Te invito a ir más allá de resguardarse de aquella acción de la que te
has propuesto evitar, es momento de dar un giro y traer a nuestros tiempos el verdadero
compartir y no quiere decir que lo antes mencionado no sea importante, ¡claro que lo es!,
sin embargo, nuestra época nos exige un poco más. Quizás también lo estás pensando,
estamos necesitados de ese compartir espiritual como se mencionó en la cita bíblica, no
solo de pan vive el hombre.
En nuestras actividades diarias nos surgen necesidades como alimentarnos, poseer bienes
materiales y cubrir aspiraciones espirituales que vienen cargadas de emociones,
sentimientos y dudas, a veces vivimos tan acelerados que no hemos puesto atención en
ellas, o sabemos que existen y decidimos evadirlas con tantas distracciones que hoy en día
se nos ofrecen y es que me refiero a todos aquellos hábitos que están lejos de contribuir
en algo sano pero permanecen porque nos ofrecen comodidad y hasta pertenencia a un
grupo de personas. Si aún no sabes a qué me refiero son también llamadas “costumbres”,
es importante primero identificar tus hábitos tóxicos o peores costumbres como las
quieras llamar, pero si aún no eres capaz de recordarlas no te preocupes ahí te van unos
ejemplos:
• Ver contenido de odio en redes sociales y compartirlo con más amistades.
• Prestar más atención a lo que no tengo y dejar de lado a las personas que me rodean
(familia, amigos, etc.)
• Resaltar las carencias del prójimo.
• Propagar información falsa y levantar falsos testimonios hacia los demás (criticar).
• Falso amor propio. Es decir, no necesito de nadie ni nada creando muros que me
prohíben sentir
empatía por los demás.
• No alimentarte bien o no tener un merecido descanso.
Y es que en este punto es completamente válido que te hagas la siguiente pregunta: y todo
esto, ¿qué tiene que ver con el compartir? pues más de lo que podemos imaginar tú y yo.
El compartir es también abstenerse de aquello que nos cuesta trabajo. Esta abstinencia
nos concede fortalecer nuestra voluntad, que es como una nueva herramienta
fundamental para lograr combatir aquellos hábitos tóxicos que nos hacen daño a nosotros
y van acompañados del dolor ajeno. Es aquí donde esperamos que te des cuenta de que la
importancia de trasladar el compartir a nuestros días radica en el hecho de que la
abstinencia de uno de estos hábitos tóxicos, aunque sea muy atractivo, sostenidos en la
oración con Cristo, provocarán una mejor relación contigo mismo y con tus hermanos.
Sociodrama: cita bíblica (LC. 22 14. 20) última cena y lavatorio
ORACIÓN
Después de haber escuchado el trabajo de
los equipos se buscará crear un ambiente
de oración. Se les pedirá que por equipo se
coloquen en círculo, que cierren los ojos,
inhalen profundamente y exhalen; que
sientan los pulmones llenándose de aire,
que coloquen una mano en su corazón y lo
sientan latir. Se buscará que traigan a su
mente a las personas que han herido con
alguna mala actitud, y que se imaginen
dándoles un abrazo de disculpa.
Martes: viernes santo
OBJETIVO: Fomentar en los adolescentes la hermandad y solidaridad, a través de la
reflexión de la pasión del
Señor; para que, a ejemplo de Él, sean consuelo de hermanos y amigos que sufren.
EXPERIENCIA O MOTIVACIÓN
DINÁMICA: “Él soportó nuestros sufrimientos”
MATERIAL:
• Un corazón grande de doble vista; donde se puedan pegar los corazones de los
asistentes.
• En un lado, solo estará de rojo, el otro lado puede tener la corona de espinas y la herida
de la lanza.
• Un corazón chico para cada asistente, donde se pueda escribir.
• Pegamento o cinta.
INDICACIONES:
1. El animador presentará el corazón grande (la parte roja) cuidando que no se vea la parte
donde está el dibujo de la herida de lanza y la corona de espinas.
Reflexionar lo siguiente: Imaginemos que es el corazón de Jesús, grande, que amó mucho
cuando estuvo entre los hombres y que, en el cielo, nos sigue amando ardientemente. Este
corazón ayudó mucho a sus hermanos, siempre que tuvo la oportunidad, resucitó
muertos, curó enfermos, consoló a los que sufrían y motivaba con palabras de aliento a los
que se encontraban sin rumbo. El corazón que ha amado tanto, que late por cada uno de
nosotros. Tu corazón igual motiva actitudes positivas, sin embargo, a veces, tu corazón
sufre, a veces necesita ser consolado. Piensa en tus sufrimientos, en lo que te acongoja, en
lo que te hace daño, en lo que le hace daño a tu corazón.
2. El animador, invita a los adolescentes a escribir en el corazón pequeño (que se le
entregará), alguna dolencia, algún problema que tengan. Al momento en que los
adolescentes terminen, se les pedirá que observen el corazón, y continúa la reflexión.
Nosotros sufrimos, nuestro corazón carga con nuestras dolencias, a veces emocionales, a
veces físicas, no importa el tamaño de estas, mucho menos la magnitud; sin embargo,
Jesús, te invita a depositar tus dolencias y sufrimientos en su corazón amoroso, porque Él
está dispuesto a cargar, no solo con tus pecados, sino que también con tus dolores y
sufrimientos.
3. Se invita a los adolescentes a poner sus corazones de papel, en el corazón grande. Jesús
carga con lo que te hace daño, ve que sufres y quiere consolarte, ahora su corazón
amoroso, tiene escrito tu dolor, pena o sufrimiento, aquello que te acongoja, pero, igual es
un corazón que sufre (se voltea
el corazón y se muestra la parte dañada) como sucedió en aquel viernes santo, donde
Jesús derramó hasta la última gota por cargar con todo y más, de lo que tú pusiste en ese
corazón de papel, fue atravesado por una lanza, latió más de lo que puede una persona
normal latir, fue obligado a soportar; sin embargo, nunca se cerró, nunca dejó de ser un
corazón amante, siguió consolando hasta el cansancio, a pesar del dolor y sufrimiento al
que estaba sometido.
PROFUNDIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA O MOTIVACIÓN
Tú, adolescente, desde el sufrimiento:
¿Consuelas a los que sufren?
Cuando tu hermano, tu amigo o compañero, tiene una necesidad de cualquier tipo y tu
sientes que te va peor ¿Abres tu corazón para ayudarlo o te encierras en tu egoísmo y lo
ignoras?
¿A pesar de que tus hermanos no te pidan ayuda en sus sufrimientos, te acercas a ellos
para
consolarlos?, ¿De qué manera los ayudas? Cuando tú estás pasando por alguna dificultad
¿Te acercas a tus hermanos y les pides ayuda?
¿Por qué?
PROFUNDIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS O ILUMINACIÓN
MEDITAMOS
CITAS BIBLICAS: IS 53, 3 – 12. RM 5, 8. 2 COR 1, 3 – 6.

El viernes santo, podemos ver de manera especial, a Jesús crucificado, a Jesús que sufrió la
vergüenza de la cruz, por amor al género humano, sus sufrimientos ya estaban
profetizados, tal como podemos observar con el profeta Isaías, que lo llama “varón de
dolores”, sin embargo, fueron nuestras culpas, nuestras desgracias las que Jesús padeció,
porque como dice el profeta “eran nuestras dolencias las que Él llevaba, eran nuestros
dolores los que le pesaban”. Como dice San Pablo, por medio de la muerte de Cristo, Dios
nos demuestra su gran amor.
Una de las citas bíblicas más citadas por las personas, dice “tanto amó Dios al mundo, que
entregó a su único hijo, para que todo el que creyera en Él, no se pierda, sino tenga vida
eterna”, en el evangelio de San Juan (Jn 3,16). En verdad, no estamos solos ni
abandonados a nuestra suerte, Dios nos ama y mucho.
Tratemos de visualizar el camino de la cruz, observemos a Jesús desfigurado, cansado y
con mucho dolor, sin embargo, a pesar de su condición doliente, Jesús no dejaba de
consolar a los que acudían a Él, en ese momento de su pasión, Jesús seguía siendo esa
agua viva, la que si la tomas jamás volverás a tener sed, seguía siendo ese Dios de
consuelo, que consolaba a los que lo buscaban, tal como consoló a las mujeres de
Jerusalén, que salieron a su encuentro, en medio de sus sufrimientos, su pasión y su
muerte Jesús, nos sigue enseñando, nos invita a imitarlo.
A veces, nosotros pasamos por momentos de dolor, claro, no podemos comparar la
magnitud de lo que sufrió, con nuestros problemas y sufrimientos, sin embargo, no por
eso, minimizamos lo que nos sucede; cuando nosotros tenemos momentos difíciles, nos
encerramos en nuestro egoísmo, nos olvidamos de los demás, nos olvidamos de nuestros
hermanos, nos negamos a imitar a Jesús, quien seguía consolando y ayudando a la gente,
aún en su dolorosa pasión y es pues, una actitud totalmente contraria a las enseñanzas de
Jesús.
Las sociedades actuales están sumidas en el egoísmo y en la apatía, vemos como deshecho
a los que, según las ideologías del consumismo y la economía, no aportan, no sirven para
nada, los llaman inservibles, Jesús los llama bienaventurados, en una de sus
bienaventuranzas, Jesús dice “dichosos los que sufren, porque serán consolados” (Mt 5,4).
Como discípulos de Cristo, adolescentes católicos, estamos llamados a ser consuelo de los
que sufren, tal como lo dice san Pablo en la segunda carta a los corintios “Él nos conforta
en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están
en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios.” (2 Cor 1,4),
solo tenemos que dejarnos impulsar por Dios mismo, para ser ese conducto de consuelo y
misericordia.
Es momento de que miremos al Señor, suspendido en la cruz, sufriendo por nuestras
aflicciones, incluso en su agonía sigue consolando y ayudando a los demás, no olvidemos
las palabras que dirige a su madre y al discípulo amado “Madre, ahí tienes a tu hijo; hijo,
ahí tienes a tu madre” (Jn 19, 26-27), nosotros podemos ser como Él, amar desde nuestro
sufrimiento, no ser egoístas, sino que, por lo contrario, amar más y ser consuelo para
nuestros hermanos, que, como nosotros, están pasando por un momento difícil. Seamos
buenos samaritanos, ofrezcamos ayuda en el sufrimiento, sumémonos al sufrimiento de
Cristo en la cruz, irradiemos el amor de Dios a nuestros hermanos mediante el consuelo en
el sufrimiento, incluso sufriendo nosotros mismos. El papa san Juan Pablo II, en su carta
apostólica Salvifici doloris, nos habla de la actitud que debemos adoptar, la del buen
samaritano, que no se para y observa con curiosidad, solamente, sino que, por lo
contrario, se dispone, se para junto al sufrimiento del hermano, sin importar de qué raza o
condición sea este, no seamos egoístas, dejemos fluir la solidaridad, dándonos a los
demás, encontraremos plenitud, seamos buenos samaritanos, sensibles ante el
sufrimiento ajeno, así, ayudamos a Cristo a hacer Iglesia, desde su sufrimiento en la cruz.
Es el momento de invitar a los adolescentes y jóvenes a tener un compromiso personal,
poner en acción todo lo reflexionado. Toda propuesta exige una respuesta. Dios espera
una respuesta a la propuesta de felicidad que nos hace. El momento culmen de cada
encuentro es ese momento en que el interlocutor decide qué respuesta dará a la
propuesta de salvación.

• Hacer una invitación a los adolescentes, a pensar en aquellas veces que han sido egoístas
y se han encerrado en sus tribulaciones, en sus sufrimientos.
1. Los adolescentes han visto, como el corazón de Jesús, carga con sus penas y aflicciones,
aún en su dolor, pasión y muerte, hoy, Él te invita a disponer tu corazón a ser consuelo de
aquellos hermanos que sufren.
2. Si están dispuestos, en señal de humildad, le pedirán a un compañero, cercano a ellos,
que escriban en su mano derecha, la frase “sí quiero consolar” y la pongan en el corazón,
disponiéndolo a sus hermanos, siendo consuelo en el sufrimiento.
3. Es importante señalar que, con pequeñas acciones de escucha, empatía y solidaridad,
poco a poco se irán construyendo caminos de consuelo entre los adolescentes.
Con la mano en el corazón, pueden decir la siguiente oración.

ORACIÓN
Señor Jesús, amigo y hermano nuestro, te veo sufriendo en la cruz, por mis pecados, por
mis sufrimientos, aun así, sigues siendo fuente de todo consuelo, tus palabras y acciones
en la cruz, irradian misericordia, amor y perdón, no te cierras ante las dificultades en el
egoísmo que destruye.
Quiero ser como tú, pero en mi adolescencia, muchas veces impera el egoísmo y la apatía,
ayúdame, Señor, a ser consuelo para mis hermanos que sufren, a encontrarme con ellos
en nuestros sufrimientos, a tener sentimientos y acciones de escucha, quiero irradiar tu
amor misericordioso a mis hermanos, solo con tu amor y ayuda, podré lograrlo
Amén.
CARTA DE MARÍA DE NAZARETH
QUERIDO HIJO(A):
Te escribo estas líneas con pulso tembloroso...
Con el corazón traspasado por el dolor, acompañada de María y Magdalena, fui hasta el
Gólgota. Juan habló con uno de los guardias y nos permitieron pasar hasta el pie de la
Cruz, donde agonizaba mi hijo. Jesús me miró con cariño, pidió a Juan que me recibiera en
su casa y me dijo que yo lo cuidara como a un hijo.
Todos mis recuerdos están emborronados por lágrimas. Los soldados sortearon la túnica
que mis manos habían tejido; el pidió de beber y le acercaron una esponja empapada en
vinagre. Con voz fuerte suplicó a Dios que le recibiera en su seno y murió. Aunque ya
estaba muerto, lo hirieron con una lanza.
No se por qué te cuento todo esto. Quizá tenga poco interés para ti. Yo lo he vivido,
entremezclado con los múltiples recuerdos agradables que conservo de toda su vida. Mi
hijo fue bueno y yo, imagino que, como cualquier madre, no alcanzo a entender qué
turbios intereses políticos y religiosos lo han llevado a la Cruz. Te agradezco que te unas a
mi dolor.
María, madre de Jesús.
ORACIÓN FINAL: "Oración sobre la muerte de Jesús".
Señor Jesús, al contemplar tu muerte se nos encoge el corazón; se nos agolpan los
recuerdos de todas nuestras cobardías. Tú has dicho "si" al ser humano, al humillado, al
pobre, al marginado, al triste, al solo, al oprimido...al profeta torturado, y a los pueblos
heridos y explotados. Señor Jesús... nos duele las personas ejecutadas sin juicio previo, los
que mueren en las guerras, los asesinados en plena calle, los hacinados en las cárceles, los
desaparecidos sin dejar rastro.
Nos sentimos orgullosos de las personas que han recogido tu reto y han seguido tus pasos
y tu suerte... Señor Jesús,
el crucificado de la historia, que no haya más muertos inocentes que manchen nuestra
tierra. Que sólo existan
personas que amen desinteresadamente a otras personas, que empleen su vida en
destruir todos los calvarios en
que se crucifica a la persona, y que amen de todo corazón a los crucificados de la historia.
AMEN
Miércoles: sábado santo
JESÚS VIVE
OBJETIVO: Descubrir el sentido de la resurrección de Jesús y las luces nuevas que aporta al
creyente para
que este acontecimiento pascual sea para todos, un signo de esperanza.
DESTINATARIOS: Adultos y jóvenes.
MATERIAL:
- Preparar con anticipación el monólogo de Cristo (escribirlo en una
lámina)
- Sábana o sotana para el intérprete del monólogo (debe ir vestido de
blanco)
- Cirio Pascual
- Velas para todos los participantes
- Grabadora y música instrumental
- Letreros sobre la resurrección
- Biblia VER:
Dinámica: “MONÓLOGO DE CRISTO”
Escribir en un papel bond o paleógrafo oculto (donde no se den cuenta las personas)
el monólogo para que quien lo interprete no se le olvide. El monólogo debe ser expresivo
(como una poesía).
Durante el monólogo se pone la canción de soleado en instrumental con poco volumen.
JESUCRISTO: Esta tarde (noche) quiero platicarles sobre mi resurrección, que fue un
acontecimiento central
en mi vida y en la de ustedes. Yo estaba seguro que después de aquel viernes en el
Gólgota, mi vida no estaba
destinada al fracaso sino al triunfo, por qué. el amor es vida y la plenitud del amor es la
vida de Dios. Por eso, a
los tres días de la crucifixión, mi Padre Dios no me abandonó a la muerte, Sino que me
resucitó de entre los
muertos llenándome de su vida y dándome una plenitud humana inimaginable.
Mi Resurrección es un hecho real, histórico. Y ¿qué quiere decir que resucité? Pues quiere
decir que estoy vivo
para siempre. Mi cuerpo pasó de la muerte a una vida más allá del tiempo y del espacio.
Que estoy Resucitado
quiere decir que soy un hombre "glorificado", que veo ya a Dios cara a cara, como El es,
que no volví a la vida de este mundo ni con el cuerpo mortal de antes, porque mi cuerpo
no es corruptible, ya no puede morir. Que
estoy resucitado quiere decir que, por ser Hijo de Dios, estoy de una forma nueva en la
gloria del
Padre, la que tenía junto a Él; ahora estoy en la plenitud de mi naturaleza divina y humana.
Yo ofrecí a mis discípulos varios signos de mi resurrección. El primer signo fue mi "sepulcro
vacío". Este signo no obligó a nadie a creer, y por eso los que no creían en Mí dijeron que
mis discípulos se habían robado mi
cuerpo. El signo más importante fueron los encuentros personales y colectivos con mis
discípulos donde les di
pruebas de que era el mismo de antes, el crucificado. Por eso algunos de ellos pudieron
escribir que tocaron mis
llagas, que cuando partí el pan hice los mismos gestos que hacía antes, que sintieron que
yo era de carne y hueso.
También les di otros signos en donde les hice ver que soy el mismo pero no igual, porque
estoy glorificado. Por
eso también escribieron que no me reconocieron a pesar de haber estado platicando con
ellos; que estaban las
puertas cerradas y que me hacían presente; que me dejaba ver cuando Yo quería y de los
que quería.
Algunos, a pesar de los signos, seguían dudando. Los signos de mi Resurrección son signos
que podían fortificar
la fe del creyente, pero no violentaban al incrédulo. Son signos que transformaron de una
forma maravillosa e
innegable a Pedro y a Pablo en su conducta, y que hicieron que todos mis discípulos
estuvieran dispuestos a
testimoniar mi resurrección con su vida. Pero debe quedarles claro que no es la fe de ellos
la que inventó mi
Resurrección, sino mi resurrección la que hizo crecer la fe de ellos.
Mis apariciones no son prueba de mi resurrección, sino signos porque mi resurrección está
más allá de lo que el
ser humano puede experimentar. Pero, como dije a Tomás, feliz el que cree en Mí sin
haberme visto; feliz el
que cree en Mí sin necesidad de signos...
(Jesucristo sale del escenario. Se sube el volumen de la música)
El animador pregunta
• ¿Qué fue lo que más les llamó la atención?
• ¿Cómo entiendes la Resurrección de Jesús?
• ¿Qué dudas tienes sobre la Resurrección?
JUZGAR:
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Qué es lo que más te llama la atención de la Semana Santa? ¿Por qué?
2. ¿Qué es lo que más te impacta del vía crucis diario de nuestro pueblo (los problemas,
sufrimientos, penas)?
3. ¿Crees que existirá para nuestro pueblo un Domingo de Resurrección o siempre
viviremos un Viernes
Santo? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
LECTURA BÍBLICA: Lucas 24, 13-35
1. ¿Por qué los caminantes de Emaús no reconocieron a Jesús cuando iban en el camino?
2. ¿Qué crees que les daba más tristeza a los discípulos: el que muriera Jesús como
hombre y amigo o que
las esperanzas de liberación se terminaran? ¿Por qué?
3. ¿En qué momento reconocen al resucitado? Y esto, ¿qué nos
enseña?
EXPLICACIÓN
El crucificado es el resucitado. Es un misterio que les cuesta comprender,
ya que antes de Jesús, nadie había sido capaz de vencer al último
enemigo que era la muerte.
Ya que antes de Jesús nadie se había atrevido a desafiar el orden religioso–
sagrado y el orden civil–político de su tiempo.
Antes, nadie se atrevía a cambiar un punto o coma de la ley y Jesús
transforma y reduce la ley y los profetas en Amor a Dios y al prójimo
como a uno mismo.
Es con este grupito dispuestos al Amor, al servicio, a la caridad y a la
fraternidad con quienes Jesús inicia la Iglesia y siembra la esperanza de
un cielo nuevo y una tierra nueva.
El animador realiza estas preguntas:
1.- ¿Cómo describes a un ser humano resucitado, a un Pueblo, una familia, una
comunidad, a tu grupo?
2.- ¿Qué haremos para resucitar y hacer resucitar a los demás? (cosas concretas)
La Resurrección de Jesús es el hecho más importante de toda la historia de la salvación y el
acontecimiento
central y decisivo en la existencia de Jesús y en la vida y en la fe de nosotros como
cristianos. SI CRISTO NO
RESUCITÓ NUESTRA FE NO TIENE SENTIDO 1Cor 15,14
A. EL HECHO DE LA RESURRECCIÓN.
Después de la muerte de Jesús los apóstoles, presos del miedo y de un profundo
sentimiento de fracaso, se
dispersan y vuelven a sus actividades que tenían antes de conocer a Jesús, poco tiempo
después éstos hombres
se reagrupan y salen a las calles de Jerusalén, proclamando una noticia asombrosa: Dios
ha resucitado al que fue
Crucificado.
Ellos afirmaron que el mismo Jesús que conocieron y que había sido crucificado en la cruz
esta vivo, porque se
les ha aparecido y lo han visto (Mc 16, 1-8; Mt 28, l-10; Lc 24,1-12; Jn 20,11-18)
¿Por qué estaban convencidos de que Jesús que había muerto volvía a estar vivo? Los
evangelistas nos ofrecen
dos razones:
1. Encontraron vacía la tumba de Jesús
2. Lo han visto después de su muerte
El argumento definitivo para afirmar la resurrección de Jesús se basa en las apariciones del
mismo Jesús a su
comunidad de discípulos. Los evangelistas narran estas apariciones cómo una presencia
real y hasta carnal de
Jesús: come con ellos, platica con ellos, les muestra las llagas los discípulos que lo vieron
tenían la seguridad de
que no era un espíritu o un ángel.
El que murió y fue sepultado era el mismo que resucitó. Las apariciones por tanto, no son
una invención. Jesús
efectivamente fue visto por los suyos, los que le conocieron y convivieron con él. Y son
éstos los que aseguran
con fe y valentía el hecho de la resurrección. Un hecho incuestionable.
¿Se puede decir que la resurrección fue hecho real e histórico?
Depende si por hecho histórico se entiende lo que sucede realmente sin duda alguna la
resurrección fue un hecho
histórico; pero si por hecho histórico se entiende lo que se puede comprobar con pruebas
científicas como ocurre
hoy para probar algo, en el espacio y tiempo (con fecha y hora), entonces no fue un hecho
histórico. Porque Jesús
resucitado no estaba ya en el espacio y en el tiempo, es decir, no estaba en este mundo,
sino que había rebasado
definitivamente las condiciones de la historia.
Podemos concluir este punto, afirmando que la resurrección de Jesús es un
acontecimiento histórico, real y
trascendente. Histórico porque esta testimoniado por sus discípulos que se encontraron
realmente con Cristo
resucitado. Trascendente, porque este hecho sobrepasa a historia, ya que se refiere a la
entrada de la humanidad
de Cristo en la Gloria de Dios.
B. LO QUE SUCEDIÓ EN LOS DISCÍPULOS
Los discípulos nunca hablado del acontecimiento mismo de la resurrección sino de su
encuentro con el resucitado
¿qué fue lo que sucedió en ellos?
✓ Vieron a Jesús vivo. Jesús, el mismo que había sido crucificado, se deja ver lleno de vida
y se vuelve a encontrar con ellos.
✓ El encuentro con Jesús transforma sus vidas, afectando la totalidad de sus personas.
Dejan atrás el miedo y se llenan de valor en vez de huir se reagrupan y le hacen frente a lo
que estaban en contra de Jesús y de ellos. Ahora predican la resurrección sin importarles la
persecución, la cárcel o el martirio.
✓ Comprenden plenamente el misterio de Jesús. La luz de la pascua ilumina la vida
terrena de Jesús y ayuda a los discípulos a tener un conocimiento más completo y más
profundo de su Maestro, ya que descubren que él es el Mesías esperado, el Hijo de Dios, el
Señor de la vida y de la muerte.
✓ Son llamados a ser testigos del Resucitado. Los encuentros de los discípulos con Jesús
resucitado terminan en una llamada a la evangelización. Los discípulos son conscientes de
que se les ha encomendado una misión: anunciar la Buena Nueva de Cristo, es decir, ser
testigos del Resucitado.

C. LO QUE SUCEDIÓ EN JESÚS.
El hecho de la resurrección se refiere, ante todo, al mismo Jesús de Nazaret. Fue algo que
le sucedió a El. Expliquemos ahora este punto.
1. En primer lugar, la resurrección de Jesús no es un retorno a su vida anterior. No es lo
mismo resucitar y revivir:
• Revivir es volver a la vida que se tenía antes de la muerte para volver a ser otra vez un
hombre mortal.
Esto es lo que ocurrió en el caso de Lázaro que revivió.
• Resucitar, en cambio, es vencer definitivamente a la muerte y escapar ya para siempre
de ella. Este es el caso de Jesús.
2. La resurrección de Jesús, en segundo lugar, no es una supervivencia de su alma inmortal
sino la entrada a la vida eterna de su cuerpo y, por tanto, de toda su humanidad.
Consecuentemente, Jesús resucitado no
es un alma inmortal o un fantasma. Es un hombre completo - con su cuerpo - que está vivo
y que ha sido liberado de la muerte.
3. En tercer lugar, la resurrección de Jesús no es una reencarnación, como se cree en el
hinduismo o en el budismo. Jesús no reencarnó: EL RESUCITÓ. La reencarnación es lo
contrario a la resurrección.
4. Por último, la resurrección no es una creación psicológica o una invención de los
discípulos y, por lo tanto, no es un simple recuerdo de Jesús. La resurrección es algo que le
pasó a Jesús y no a los discípulos. No hay que pensar que Jesús ahora permanece vivo
únicamente en el recuerdo de los suyos. Jesús no es sólo un recuerdo. El realmente
resucitó y ha alcanzado la vida definitiva de Dios. ¿Y qué fue, entonces, lo que sucedió en
Jesús? Jesús pasó de una situación existencial a otra. Su cuerpo pasó del estado de muerte
a otra vida más allá del tiempo y del espacio. Por la resurrección, la humanidad de Jesús se
introduce gloriosa en la comunión de la Trinidad de Dios.
UNA FE NUEVA EN LA VIDA DEL SER HUMANO
• El mal no tiene la última palabra. La resurrección de Jesús nos descubre que el
sufrimiento, el dolor, la injusticia, la opresión y la muerte, no tienen la última palabra.
• La historia del ser humano tiene una meta: la Resurrección. En el Resucitado se nos
descubre el sentido último de la historia humana.
• Una nueva fuerza liberadora. La fe en el Resucitado es fuente de liberación individual y
colectiva.
• La fuerza resucitadora del amor. En la resurrección de Jesús descubrimos la fuerza
resucitadora del
Espíritu y del amor.
CREER HOY EN JESÚS RESUCITADO.
El mensaje de la resurrección no se refiere sólo a Jesús sino también a nosotros los
cristianos. Si Jesús ha triunfado
sobre la muerte, nosotros tenemos resuelto el problema de la muerte, porque el destino
de él es también nuestro
destino. Si Cristo resucitó también nosotros hemos de resucitar.
Creer hoy en la resurrección es creer en una nueva manera de entender la vida: la de Jesús
de Nazaret. Creer en
el Resucitado es dar testimonio de que la vida tiene que ser vista como la vio Jesús y hacer
nuestra su causa de
anunciar e instaurar el Reinado de Dios en nuestro ambiente socio-cultural.
Predicar la resurrección hoy es afirmar que Dios está a favor de quienes siguen el camino
del Evangelio: un
camino de generosidad y de servicio especialmente a los pobres y oprimidos. Dios está de
parte de todos aquellos
que viven y mueren por las razones por las que vivió y murió Jesús. Esta es la hermosa
Buena Noticia de la
resurrección de Jesús.
ACTUAR:
Para promover el compromiso personal y/o grupal, el animador se puede ayudar de las
siguientes preguntas;
• ¿De qué manera sigue Jesús vivo entre nosotros?
• ¿A qué nos compromete el tema que hemos reflexionado hoy?
• La resurrección de Jesús ¿qué consecuencias trae para nuestra vida y que actitudes y
comportamientos
nos pide?
• ¿Cómo podemos hacer crecer nuestra fe en Cristo Resucitado?
CELEBRAR:
Para concluir el tema se prepara un pequeño momento de meditación siguiendo el
siguiente esquema:
ANIMADOR: Cristo ha muerto para destruir nuestra muerte. Pero no se quedó en el
sepulcro: "Ha Resucitado"
para darnos vida nueva. Con su resurrección Jesús ha dado al mundo la prueba definitiva
de su divinidad y ha abierto para la humanidad horizontes nuevos en su caminar por el
mundo. Adoremos y alabemos a Cristo vivo
entre nosotros, entre nuestros hermanos (as), en nuestra historia de cada día.
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMEN.
CANTO: “Resucitó” o cualquier otro sobre la resurrección
ANIMADOR: Desde los primeros siglos el cirio Pascual es u signo de Jesús resucitado. La
llama del cirio rompe
las tinieblas de la noche, de la misma manera Cristo resucitado vence las tinieblas de la
muerte. La luz alumbra
nuestros pasos; Cristo resucitado se hace luz y camino para nosotros.
(El animador invita a los participantes a que enciendan sus velas de una vela que signifique
el cirio pascual,
explicando brevemente que tomamos la luz de Cristo para dejarnos iluminar por él y para
iluminar a los demás.
Cuando todos tengan sus velas encendidas, el animador los invita a decir primeros las
peticiones ya formuladas
y luego espontáneamente las que ellos quieran respondiendo todos: CRISTO RESUCITADO,
SALVANOS)
➢ Señor, luz esplendorosa que brillas en las tinieblas, rey de la vida y salvador de los que
han muerto,
concédenos vivir siempre en tu alabanza. OREMOS
➢ Señor Jesús que anduviste los caminos de la pasión y de la cruz, concédenos que unidos
a ti en el dolor y
en la muerte, resucitemos también contigo a la vida nueva. OREMOS
➢ Hijo del Padre, maestro y hermano nuestro, tú que has hecho de nosotros un pueblo de
reyes y sacerdotes
enséñanos a ofrecer con alegría nuestro sacrificio de alabanza y los sufrimientos que nos
depara la vida.
OREMOS
➢ Rey de la gloria, esperamos anhelantes el día de tu manifestación gloriosa, para poder
contemplar tu rostro
y ser semejantes a ti, y gozar contigo para siempre. OREMOS
(Se pueden añadir otras peticiones)
Nos unimos como hermanos (as) diciendo juntos las palabras del Resucitado: PADRE
NUESTRO.
Finalizamos nuestra celebración con la siguiente oración: Señor Jesús, todos los testigos
nos lo dicen:
RESUCITÓ. VIVE. Sigue con su Espíritu en medio de nosotros. Nos has dado la mayor
alegría de la historia.
Por un instante habíamos pensado que los asesinos del justo, los torturadores del
inocente, los fabricantes de
mentiras, los enemigos del hombre, se habían salido con la suya. Pero, desde la mañana
que recibimos la mejor
Noticia de la historia, de que estas vivo y has roto el imperio de la muerte, sabemos que
Dios está con el justo
ajusticiado, con el que da la cara por los pobres, lisiados, maltrechos y marginados, con el
que se juega la vida
por el hermano. ¡ALELUYA, Por ti, Jesús, el Señor Resucitado! ¡Aleluya por los pobres, por
los pecadores, por
los maltratados de la historia! Porque Dios ha tomado su causa entre sus manos. ¡Aleluya,
por nosotros que
creemos que has resucitado y queremos prolongar tu presencia entre la humanidad, y ser
los mejores testigos de
que los amas y estás vivo! AMÉN.

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