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20 marzo de 2024

DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS - PUJ


INVESTIGACIONES CLÁSICAS EN CIENCIAS SOCIALES.

Estudiante: Luis Emilio Carmona Ceballos

 Preguntas problematizadoras:

¿Es posible que los niños y jóvenes de los pueblos Inga y Misak conserven su identidad cultural en
la ciudad de Bogotá? ¿Es la ciudad de Bogotá un espacio que permite la pervivencia de la
identidad cultural de estos pueblos?

Esta investigación apunta a la posibilidad que los niños y jóvenes de los pueblos originarios
presentes en las instituciones educativas se puedan sentir reconocidos y mostrar su cultura, sin
temor a la discriminación, pero también buscando la oportunidad para que el resto de la comunidad
educativa se sienta parte del proceso de estos pueblos, de sus aportes y la posibilidad de crecer en la
diversidad. El problema de investigación gira en torno a la necesidad de trabajar en la escuela la
visibilización de los pueblos indígenas allí presentes, de conocer y comprender los procesos de
fortalecimiento de su cultura en el espacio urbano y la valoración de sus tradiciones, de formar
estudiantes que reconocen y valoran la diversidad étnica presente en la escuela.

En la institución educativa Externado Nacional Camilo Torres IED donde laboro, se imparten los
procesos de enseñanza – aprendizaje desde el modelo pedagógico del “Aprendizaje Significativo”,
corriente pedagógica que surge desde el Constructivismo. Uno de los pilares del aprendizaje
significativo plantea que el niño aprende mejor cuando el maestro tiene en cuenta sus saberes
previos y su contexto (Díaz, F. 1999, p. 4), esta investigación pretende aportar a estos
planteamientos, pues lo que busca es comprender y conocer los saberes previos de nuestros niños y
niñas de pueblos originarios, su contexto urbano y rural, para generar espacios de enseñanza –
aprendizaje, que permitirá en nuestros colegios una cultura de paz, respeto, tolerancia y aceptación
de la cultura del otro, contribuyendo con ello a una sociedad que no discrimina ni invisibiliza a
quien es diferente.

Desde el aprendizaje significativo se comprende que el maestro también aprende de sus estudiantes
(Rivera, 2014, p.47), claro ejemplo, son nuestros niños y niñas indígenas que poseen un cúmulo de
conocimientos ancestrales valiosos para nuestra sociedad, por ejemplo, el cuidado y protección del
medio ambiente, de la Madre Tierra.

La Constitución de 1991, es una de las herramientas jurídicas más importantes para el


reconocimiento de los derechos de los grupos indígenas en Colombia, sin embargo, cabe mencionar
que esto se dio como consecuencia de años de lucha por parte de organizaciones indígenas
nacionales e internacionales y la presión de organismos como la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), que a través de su convenio 169 de 1989, convertido en ley 21 de 1991 en Colombia
que trata “Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en los países Independientes”, hace referencia al
compromiso que tienen los Estados de reconocer a los pueblos indígenas como entidades históricas
con derecho a decidir por sí mismos su destino y a autogobernarse internamente. El Convenio de la
OIT no busca más que superar el trato discriminatorio al que los pueblos indígenas estuvieron
sometidos en el pasado, así que son las mismas comunidades originarias las llamadas a asumir la
decisión y la ejecución de los programas y proyectos para su desarrollo propio o alternativo
(Trujillo, 2003, p. 14).

Pueblos indígenas como los Misak e Inga han luchado desde la Colonia por mantener sus propios
sistemas de seguridad alimenticia, a través de prácticas como las huertas, las mingas en época de
cosecha, la piscicultura y la cría de aves. Lo cual permite a sus comunidades una vida digna y no
terminar en condiciones de mendicidad o pobreza extrema, llegando a niveles como el
lumpemproletariado (Marx, 1852, p. 85).

En la concepción neoliberal, todo debe entrar en la lógica del mercado, todo es visto en términos
comerciales, la tierra bajo esta concepción, pierde su fundamento cultural e histórico, conduciendo a
pobladores rurales como campesinos e indígenas a una lógica mercantilista, utilitaria y de imponer
un tejido social con base en el intercambio individual (González, 2008, p. 81). En el resguardo de
Guambía la economía tradicional basada en el trabajo comunitario ha permitido que no se fracture
el tejido social a escala comunitaria y familiar. El desarrollo alternativo Misak e Inga se diferencia
del neoliberalismo cuando en su lógica no todo entra en el mercado, cuando la tierra guarda su
sentido de existencia, de espacio vital, de historia y cultura, es decir, de un territorio sagrado, que
responde a otro ser y no a un bien de consumo y explotación.

Las políticas agrícolas del Estado apuntan a una industrialización del campo, este tipo de estrategias
económicas llevan al campesino e indígena a tener que competir con la agroindustria,
presionándolos, como lo afirmaba Marx en el Capital, a tener que vender sus mercancías a un valor
que sólo les dejará pérdidas (Marx, 1867, p. 51). Por ello, estas comunidades buscan generar
estrategias de desarrollo alternativo, que les permita mantener su seguridad alimentaria y formas
dignas de vida en sus territorios, para no convertirse en parte de la masa de desempleados que el
capitalismo alimenta.

Dentro de esas lógicas agroindustriales, se generan presiones para que la población rural tradicional:
campesinos, indígenas y afros, se vean avocados a vender sus tierras, una agricultura dominada por
el capitalismo, despojando de sus tierras al trabajador (Cadet, 2022p. 53), una alienación del
capitalismo que produce sujetos desfigurados y desnaturalizados, que pierden su esencia a través de
la explotación económica: zombis, sin tiempo, esclavitud laboral, sin condiciones dignas, sin
prestaciones o garantías laborales (Cadet, 2022, p. 62).

Varias comunidades indígenas en Colombia se encuentran, según datos de la Organización


Nacional Indígena de Colombia – ONIC (2010) al borde de su extinción material y cultural, en
palabras de Marx, citado por Borda, varios pueblos indígenas en el territorio colombiano
experimentan la crueldad de la acumulación del capital, como si manara sangre por todos sus poros,
como efecto de esa expansión inmisericorde del capitalismo (Borda, 1983, p. 15). El crecimiento de
la población indígena Misak e Inga en sus resguardos, la falta de tierras, los efectos del conflicto
armado, entre otros factores, han presionado a estas comunidades a buscar otros espacios para vivir,
como la ciudad de Bogotá. Surgiendo aquí la inquietud sobre la posibilidad de la pervivencia
cultural en el espacio urbano.

Una estrategia para la pervivencia de la identidad cultural en la ciudad implementada por las
comunidades indígenas ha consistido en adquirir los conocimientos y aportes construidos por la
sociedad occidental, para autores como Laurent (2005) esto es muy positivo, sostiene que no sólo
en Colombia, sino en América Latina, los movimientos indígenas han sido exitosos, al utilizar
formas propias de organización social, política y económica, y combinarlas con elementos tomados
de la sociedad occidental y apropiarlos para jugar con ellos a favor de sus metas culturales (Citado
por Caviedes, 2008, p. 75), de esta manera, el pueblo Misak se ha venido formando y capacitando
con los conocimiento propios de su cultura y con los conocimientos desarrollados por Occidente, lo
cual ha permitido que muchos indígenas se formen después en diferentes universidades del país en
disciplinas del conocimiento como agronomía, derecho o salud, para después utilizar el discurso y
conocimiento adquirido en favor de su pueblo. Evitando caer en lo que Cadet (2022, p. 62) llama
los complejos de inferioridad, una pérdida de la identidad, uno de los males que sufren los pueblos
del Tercer Mundo como consecuencia de la colonización, una alienación: olvidarse de uno mismo,
de sus raíces, una despersonalización del ser.

Es decir, el adquirir conocimientos de la sociedad Occidental como leer, escribir o saber


matemáticas, no ha sido negativo para las comunidades indígenas, esto no fue una amenaza a su
cultura e historia, por el contrario como lo explica Acosta (2003, Cap. VII), estos mismos
conocimientos permitieron a las comunidades indígenas incentivar una lucha propia, gracias a estos
conocimientos descubrieron falsificaciones de títulos que los expropiaron de sus territorios
ancestrales y dejaron de ser fácilmente manipulados por intereses ajenos a su cultura.

Por lo anterior, se podría afirmar que comunidades indígenas como los Misak e Inga han logrado
dejar espacio para la acción consciente y autónoma de aquello que los presiona, entre el desarrollo
de las fuerzas productivas y las relaciones de producción que se hace a costa de ellos (Castoriadis,
citado por Chaui, 2006, p. 154).

BIBLIOGRAFÍA:

 BORDA, Fals. Marx y el tercer mundo. El marxismo en Colombia. Facultad de ciencias


humanas. Departamento de Historia. Editorial Universidad Nacional. 1983, pp. 11 - 23

 CADET, Jean-Jacques. Marxismo no occidental y alienación. En: El ejercicio de pensar.


Marxismos caribeños y afrodiaspóricos. CLASCO, 2022, pp. 46 – 64.

 CAVIEDES, Mauricio. El Pensamiento Salvaje del Indio Moderno: los Planes de Vida como
proyecto político y económico. En Etnias y Política 9: Minga, pueblos indígenas y Planes de
Vida. Bogotá- Colombia. 2008.

 CHAUI, Marilena, (2006) “La historia en el pensamiento de Marx”. En: Boron, Atilio (Comp).
La teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales –CLACSO. pp. 149 – 174.

 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA DE 1991.

 DÍAZ, Frida. HERNÁNDEZ ROJAS, Gerardo. Estrategias docentes para un aprendizaje


significativo. Una interpretación constructivista. McGRAW-HILL. México. 1999.

 GONZÁLEZ LUNA, Fabián. Reflexiones sobre el territorio rural bajo la acumulación flexible:
el caso de la región cafetalera de Coatepec, Veracruz, México. Cuadernos de geografía, Vol. 17,
2008.
 LEY 21 de 1991. Por medio de la cual se aprueba el Convenio número 169 sobre pueblos
indígenas y tribales en países independientes, adoptado por la 76a. reunión de la Conferencia
General de la O.I.T., Ginebra 1989.

 MARX, Karl (1852). El 18 de brumario de Luis Bonaparte. Akal, pp. 70-230.

 MARX, Karl (1867). El Capital: “La mercancía”. FCE, pp. 41-82.

 ONIC. Organización Nacional Indígena de Colombia. “Palabra dulce, aire de vida”. Forjando
caminos para la pervivencia de los pueblos indígenas en riesgo de extinción en Colombia.
Bogotá D.C., Colombia. 2010.

 PLAN DE SALVAGUARDA DEL PUEBLO MISAK. Ministerio del Interior. Colombia. 2014.

 RIVERA MUÑOZ, Jorge L. El Aprendizaje significativo y la evaluación de los aprendizajes.


Universidad Nacional de San Marcos. Perú. 2014.

 TRUJILLO, Julio César. Derechos colectivos de los pueblos indígenas. En: De la exclusión a la
participación: Pueblos indígenas y sus derechos colectivos en el Ecuador. Quito – Ecuador.
Ediciones Abya – Yala. 2003.

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