UGALDE, Martin. La Obligatoriedad de Los Precedentes

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 26

LA OBLIGATORIEDAD DE LOS PRECEDENTES

DE LA CORTE SUPREMA: DEUDA PENDIENTE


EN EL SISTEMA PROCESAL ARGENTINO1
por Martín Ariel Ugalde

Sumario: I. Introducción. II. El valor del precedente en la jurisprudencia de la Corte


Suprema. III. Fundamentos para avanzar hacia la obligatoriedad del precedente.
a) Principio de isonomía o igualdad jurídica. b) Seguridad jurídica. c) Appearance
of justice. d) Colegialidad de los magistrados. e) El sistema de economía procesal.
f) El límite a la discrecionalidad judicial. IV. La experiencia en materia previsional
y de la Seguridad Social. Análisis estadístico. V. El apartamiento desleal del pre-
cedente como sentencia arbitraria. El criterio actual de la Corte Suprema. VI. Con-
clusión.

I. Introducción
Este año se cumplen 160 años de la instalación de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación y del dictado de su primera sentencia, marcando
un hito significativo en la historia judicial argentina. Durante más de
un siglo y medio se ha destacado a nivel global como el segundo tri-
bunal supremo más antiguo en realizar el control de constitucionalidad
–ahora también de convencionalidad– en sus sentencias, siendo sólo
superado por la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de
América.
No obstante, a diferencia de esta última, que se rige por la regla

1 El artículo fue reconocido con el premio “Augusto M. Morello” al mejor trabajo

presentado por jóvenes procesalistas en las VIII Jornadas de Profesoras y Profesores


de Derecho Procesal, La Plata, agosto de 2023.

647
Congresos, noticias y documentos

stare decisis, propia de los países de tradición del common law, la


Corte Suprema argentina no cuenta con reglas claras establecidas en
el orden constitucional o infraconstitucional respecto a la obligatoriedad
de sus precedentes. Esta situación ha llevado, por un lado, a que la
Corte no acate sus propios fallos en casos análogos (seguimiento ho-
rizontal) y, por otro lado, a la ausencia de una jurisprudencia lineal
con respecto a la obligatoriedad de dichos precedentes para los tribu-
nales inferiores (seguimiento vertical).
Esta falta de directrices claras ha dado lugar a discrepancias inter-
pretativas, sentencias contradictorias y una falta de previsibilidad en
la resolución de los casos. Como resultado, se ha dificultado la bús-
queda de un proceso más eficaz en la resolución de los litigios, se ha
afectado la garantía de la igualdad de las personas, la seguridad jurídica,
el plazo razonable y el ordenamiento de los fueros en la solución
previsible de los casos sometidos a su conocimiento.
En estas líneas, se explorarán las ventajas y beneficios que surgirían
de la adopción de un paradigma basado en el buen uso de la obliga-
toriedad de los precedentes de la Corte Suprema en el sistema procesal
argentino. Para ello, se destacará la experiencia estadística del fuero
federal de la Seguridad Social, donde puede verse el notable acata-
miento de los precedentes de la Corte Suprema para la resolución de
los casos análogos que llegan a sus estrados, brindando un respaldo
concreto a los beneficios teóricos del seguimiento de esa regla. Por
último, se hará una reseña sobre la inclusión de los decisorios que se
apartan de los precedentes de la Corte dentro de la doctrina de la
arbitrariedad de sentencia.

II. El valor del precedente en la


jurisprudencia de la Corte Suprema
La noción de precedente jurisprudencial entraña que la decisión
adoptada por el juzgador en una sentencia respecto de un litigio debe
ser reiterada en un supuesto judicializado posterior, en tanto su sustrato
fáctico relevante sea sustancialmente análogo a los del primero, siendo
decisivo lo resuelto por el tribunal superior para los casos análogos
siguientes que debe resolver ese mismo tribunal –seguimiento hori-

648
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

zontal– y los inferiores a él –seguimiento vertical2–. Se trata de una


vinculación o relación de mando y obediencia entre el precedente y
los casos análogos posteriores.
A diferencia de lo que ocurre a nivel de varios Poderes Judiciales
locales3, como por ejemplo el artículo 209 de la Constitución de la Pro-
vincia de San Juan4, a nivel federal no existe disposición de orden cons-
titucional o legal que establezca la obligatoriedad del precedente ju-
risprudencial de la Corte para los tribunales inferiores5, como sí lo hubo
durante el lapso de vigencia de la reforma constitucional de 1949,
cuyo artículo 95 establecía que “La interpretación que la Corte Suprema
de Justicia haga de los Artículos de la Constitución por recurso extraor-
dinario, y de los códigos y leyes por recurso de casación, será aplicada
obligatoriamente por los jueces y tribunales nacionales y provinciales”.
Como se adelantó anteriormente, cabe referenciar sucintamente que
la jurisprudencia de la Corte en cuanto al seguimiento obligatorio de
sus precedentes no ha sido lineal. Esto es así toda vez que frente a
su tradicional jurisprudencia de que la decisión adoptada en el litigio
limita sus efectos al proceso en el cual se dictó (efecto no vinculante
de las sentencias del máximo tribunal), pronunciamientos ulteriores
de la propia Corte y otros tribunales apuntan a la tesitura opuesta6.

2 GARAY, Alberto F., El caso “Artear” y la doctrina del precedente, en Micro-

juris.com, cita: MJ-DOC-6723-AR/MJD6723.


3 En este sentido puede verse: en la Provincia del Chaco, artículos 21 y 224 de

la Ley Orgánica 1-B; en la Provincia de Santiago del Estero, artículo 29 de la Ley


Orgánica 3752; en la Provincia de La Rioja, artículo 46 de la ley 2425; en la Provincia
del Neuquén, artículo 35 del decreto-ley 1436 (texto conforme ley 2239); en la Pro-
vincia de Salta, artículo 40 de la ley 5642; en la Provincia de Tierra del Fuego,
Antártida e Islas del Atlántico Sur, artículo 37 de la ley 110, y en la Provincia de
Río Negro, artículo 42 de la Ley Orgánica 5190.
4 Bajo el título Jurisprudencia vinculante, el art. 209 establece: “La interpretación

que haga la Corte de Justicia en sus pronunciamientos plenarios sobre el texto de


esta Constitución, leyes, decretos, ordenanzas, reglamentos y resoluciones, es de apli-
cación obligatoria para todos los tribunales inferiores. La ley establece la forma y el
procedimiento para obtener la revisión de la jurisprudencia”.
5 A punto tal que la referencia a la “jurisprudencia” fue eliminada como fuente

del Derecho del artículo 1º del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la


Nación.
6 SAGÜÉS, Néstor P., La eficacia vinculante de la jurisprudencia de la Corte

649
Congresos, noticias y documentos

Con el retorno de la democracia en 1983, la Corte Suprema siguió


la tesis de la no obligatoriedad de sus fallos en “Quiroga c/YPF”7 y
“Giorgi”8.
Sin embargo, poco tiempo después, en el fallo “Cerámica San Lo-
renzo” el tribunal perfiló la que luego se convertiría en la doctrina
oficial. En este caso, una persona había afirmado en su recurso ex-
traordinario que la Cámara se estaba apartando de la interpretación
asignada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a una ley
aplicada en un caso anterior sustancialmente análogo. La Corte, al
considerar probada esta circunstancia, dejó sin efecto aquella sentencia,
pues el solo apartamiento bastaba para descalificarla. Esto pues si bien
“las sentencias de la Corte sólo deciden en los procesos concretos que
le son sometidos, y su fallo no resulta obligatorio para casos análogos
[...] los jueces inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones
a aquéllas” y para apartarse de esta jurisprudencia deben “...aportar
nuevos argumentos que justifiquen modificar la posición sentada por
el tribunal en su carácter de intérprete supremo de la Constitución y
de las leyes dictadas en su consecuencia”9.
La doctrina de “Cerámica San Lorenzo” permite extraer dos datos
de relevancia. Por un lado, que la Corte instauró una presunción iuris
tantum de obligatoriedad de sus precedentes10. Por el otro, nada dijo
sobre qué ocurría en materia de Derecho común, ni aclaró si se trataba
de cuestión federal el apartamiento por parte de los tribunales de los
precedentes en casos análogos.

Suprema en los Estados Unidos y la Argentina, en SAGÜÉS, Néstor P., Derecho Pro-
cesal Constitucional. Logros y obstáculos, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2006, ps. 277-278.
7 1985, “Quiroga, Leandro José c/Yacimientos Petrolíferos Fiscales”, Fallos: 307:

207: “el hecho de haber desoído el tribunal a quo la doctrina sostenida por la Corte,
como aduce la apelante, no constituye de por sí una cuestión federal...” (consid. 8º).
8 1985, “Giorgi, Alfredo Antonio”, Fallos: 307:671: “...aun cuando las decisiones

de la Corte no vinculan a los tribunales inferiores a los criterios por ella sentados, la
circunstancia de que los segundos dicten resoluciones que se ajustan a la jurisprudencia
de este tribunal no puede constituir un motivo descalificante de lo decidido” (consid. n).
9 CSJN, 1985, “Cerámica San Lorenzo”, Fallos: 307:1094.
10 LEGARRE, Santiago y RIVERA (h), Julio César, La obligatoriedad atenuada

de los fallos de la Corte Suprema y el “stare decisis” vertical, en L. L. del 20-8-2009;


AR/DOC/2838/2009, p. 5.

650
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

De esta manera, en el proceso evolutivo de esta última línea ju-


risprudencial se sancionó administrativamente a magistrados bajo el
argumento de que la interpretación de la Constitución Nacional por
parte de la Corte Suprema tiene autoridad definitiva para la justicia
en todo el país11. Asimismo, en otros casos, enfatizó el deber de acatar
la jurisprudencia de la Corte; sin embargo, se reconoció que los fallos
no son obligatorios en casos idénticos si violan las convicciones propias
de los jueces inferiores12.
Pero a partir del dictado de los fallos “Viñas”13 y “Farina”14 la
Corte Suprema vuelve a traer la doctrina del precedente. Resolvió que,
si bien las decisiones del tribunal se limitan a hacer mérito de las
pretensiones contenidas en los litigios concretos que decide, la auto-
ridad institucional de sus precedentes, fundada en el carácter de in-
térprete supremo de la Constitución, provoca que en oportunidad de
sentenciar en casos que guardan sustancial analogía sus conclusiones
sean debidamente consideradas y consecuentemente seguidas. Aplica-
ble tanto para la misma Corte como para los tribunales inferiores; y
salvo que resulte de manera clara el error y la inconveniencia de aque-
llas decisiones recaídas sobre la cuestión legal objeto del proceso, la
solución al mismo debe buscarse en la doctrina de los referidos pre-
cedentes aplicables al caso.
Con el dictado de “Farina” sostuvo la fuerza vinculante de sus
precedentes con dos importantes aditamentos. En primer lugar, los
precedentes de la Corte son obligatorios aunque versen sobre normas
de Derecho común15. Y, en segundo lugar, el seguimiento de los mismos

11 CSJN, 6-10-48, “Santín, Jacinto s/Impuestos internos”, Fallos: 212:51. Votaron

Tomás D. Casares, Felipe S. Pérez, Luis H. Longhi, Justo I. Álvarez Rodríguez y


Rodolfo Valenzuela; CSJN, 3-11-48, “García Rams, Horacio y Herrera, Carlos”, Fallos:
212:251.
12 CSJN, 9-3-1920, “Ferrocarril del Sud c/Pedro V. Draque y Compañía”, Fallos:

131:105; 1965, “Antonio, Jorge”, Fallos: 263:252.


13 CSJN, “Viñas, Pablo c/EN. M. Justicia y DD. HH. s/Indemnizaciones. Ley

24.043, art. 3º, CAF 47871/2016/CS1-CA1 y otro”, 22.705/2018, Fallos: 341:570.


14 CSJN, 26-12-2019, “Farina, Haydée Susana s/Homicidio culposo”, Fallos:

342:2344.
15 Una disposición del Código Penal cuya interpretación por parte de la Corte

Suprema había sido desatendida “deliberadamente” por la Corte bonaerense, lo que

651
Congresos, noticias y documentos

es para todos los tribunales del país, sean los mismos federales, pro-
vinciales o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el tema abordado en el presente artículo esta última decisión de
la Corte es sin duda una de las más trascendentes medidas en el área
procesal constitucional que ha generado a lo largo de su historia. A
punto tal que el voto de la mayoría expresamente establece que constituye
un claro alzamiento por parte del tribunal sentenciante que se apartó del
precedente y de los tribunales que de él dependen, contra la autoridad
de la Corte, en su carácter de “último intérprete de la ley” –no ya de
la Constitución Nacional únicamente– en la República Argentina16.
En este punto, la Corte señala que resulta tachable por arbitrariedad
la sentencia de grado que no se compadezca con la doctrina emergente
de los precedentes del máximo tribunal, fundado en el principio de
autoridad –último intérprete– y en la necesidad de afianzar la economía
procesal y el sistema procesal de celeridad en la sustanciación y re-
solución de los litigios.

III. Fundamentos para avanzar hacia


la obligatoriedad del precedente
Adoptar para nuestro sistema procesal un paradigma de resolución
de los litigios fundado en el leal acatamiento de los precedentes de la
Corte encuentra fundamento en distintos aspectos que van desde ga-
rantizar la vigencia de los principios y garantías constitucionales hasta
necesidades de correcta gestión y organización de la administración
de justicia en los casos contenciosos en los que interviene.

a) Principio de isonomía o igualdad jurídica


En primer término, se funda esta doctrina en la obligación de que
el tribunal trate de igual modo a los litigantes que se encuentran en
igualdad de circunstancias. Si estamos frente a un paradigma de re-
solución de los litigios en el que casos similares arrojan diferentes
resultados, hay una violación a la propia noción del proceso como

“conlleva a la alteración de la jerarquía normativa dispuesta en el artículo 31 de la


misma Carta Magna”.
16 Consid. 19.

652
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

método de debate dialogal y argumentativo en el que los sujetos na-


turalmente desiguales en el campo de la realidad social buscan igualarse
jurídicamente ante el tribunal que debe resolver heterocompositiva-
mente sobre sus pretensiones, defensas y excepciones.
Lo afirmado encuentra andamiaje jurídico en que la garantía de
igualdad prevista en la Constitución Nacional y en los instrumentos
internacionales de derechos humanos no comprende únicamente a la
igualdad proyectada frente al texto inerte de la ley, sino que también
comprende el llamado principio de isonomía, que supone la igualdad
frente a los tribunales, prohibiendo la realización de discriminaciones
arbitrarias en la aplicación e interpretación de las normas.
Esto fue señalado en su momento por Germán Bidart Campos en
su comentario al plenario “Kosuta” de la Cámara Nacional de Casación
Penal, toda vez que avanzar en la interpretación del Derecho aplicable
al litigio conduce en forma razonable a que en los procesos judiciales
sobre casos sustancialmente análogos los resuelvan realizando una igual
fundamentación sobre aquel Derecho, tiene valor de test aprobatorio
de constitucionalidad. Y, a contrario sensu, sería inconstitucional in-
terpretar y aplicar la misma ley en casos análogos en forma diversa,
pues constituye lisa y llanamente eclipsar la igualdad ante la ley por
no derivar a la efectivización de la igualdad ante la jurisdicción17.
b) Seguridad jurídica
También se sostiene la fuerza del precedente en la seguridad jurídica
que otorga saber que lo dicho respecto de una determinada cuestión
jurídica obligará en el futuro a la Corte y demás tribunales inferiores.
Esta seguridad implica conocer a qué atenerse en el comportamiento
social que pueda tener efectos jurídicos, que se proyecta sobre la certeza
jurídica, la eficacia jurídica y la ausencia de arbitrariedad18.
17 BIDART CAMPOS, Germán, en AR/DOC/13474/2001. En el mismo sentido,

la Corte Suprema argentina en el citado precedente “Farina” (consid. 18) ha dicho


sobre este tema que “en virtud de los altos fundamentos constitucionales involucrados,
si las sentencias de los tribunales se apartan de los precedentes de la Corte sin aportar
nuevos argumentos que justifiquen modificar la posición sentada por el tribunal, ca-
recen de fundamento (Fallos: 307:1094).
18 GARRIDO GÓMEZ, María I., La predecibilidad de las decisiones judiciales,

en Revista Ius et Praxis, Año 15, Nº 1, p. 60.

653
Congresos, noticias y documentos

En este punto el profesor Oteiza ha señalado acertadamente que


“la seguridad proviene de considerar que ante hechos similares la so-
lución será idéntica [...] hay una especie de atracción hacia lo abstracto,
un deseo de superar el marco de los hechos del caso, utilizándolos
como trampolín para saltar a construcciones de vasto alcance”19.
La obligatoriedad del precedente como previsibilidad en la resolu-
ción de los litigios no solamente es garantía de un proceso eficaz, sino
que también se vincula con salvaguardar la vigencia de la igualdad
de los ciudadanos ante la ley en la resolución del mismo. La seguridad
y confianza en el debido proceso se hallan especialmente ligadas en
este punto a la función de control político que tiene encomendada el
Poder Judicial en nuestros días, que representa un contrapoder frente
a la función gubernamental20, pues todo cuestionamiento de la cons-
titucionalidad de un acto estatal supone si ha sido o no legítimo el
ejercicio del poder por parte de la autoridad pública.

c) “Appearance of justice”
El tercer fundamento es la appearance of justice21, es decir, la
legitimidad exigible a los miembros del Poder Judicial. En primer
lugar, porque garantiza que sea la Corte Suprema la que está juzgando
independientemente de la opinión de quienes ocasionalmente la inte-
gran, preservando la idea del tribunal por sobre la de los jueces indi-
vidualmente considerados. Y, en segundo lugar, porque se relaciona
con la integridad y confianza en la jurisdicción estatal por parte de la
ciudadanía, la cual se encontraría ausente en un escenario de arbitra-
riedad e inestabilidad cuando no hay reglas de juego claras.

19 OTEIZA, Eduardo, Reflexiones sobre la eficacia de la jurisprudencia del pre-

cedente en la República Argentina. Perspectivas desde la CSJN, disponible en http://


www.aadproc.org.ar/pdfs/Panel%20V%20Oteiza.pdf, p. 6, último acceso: 19-7-2023.
20 SANTIAGO (h), Alfonso, Los modelos institucionales de Cortes Supremas, en

VIGO, Rodolfo L. y GATTINONI DE MUJÍA, María (dir.), Tratado de Derecho


judicial, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, vol. I, ps. 1123-1160 y 1130.
21 Suprema Corte de Estados Unidos, “Vasquez vs. Hillery”, 474 U. S. 254, 265-

66 (1986): “la doctrina del stare decisis permite a la sociedad presumir que los prin-
cipios fundamentales se sustentan en el Derecho mismo, y no en las inclinaciones de
los individuos que integran los tribunales. Ello contribuye a la integridad del sistema
constitucional de gobierno, tanto en apariencia como en la realidad”.

654
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

d) Colegialidad de los magistrados


El cuarto fundamento es el concepto de “colegialidad”, es decir,
el interés concordante de todos los magistrados en su rol de integrantes
del Poder Judicial en encontrar una solución justa. En el caso de la
obligatoriedad horizontal, viéndose los ministros obligados a decidir
como lo han hecho sus colegas anteriormente, es necesario que los
juzgadores consideren los argumentos brindados por sus antecesores
y se esfuercen por encontrar puntos de convergencia con los suyos22.

e) El sistema de economía procesal


La doctrina del seguimiento obligatorio de los precedentes beneficia
el ordenamiento del fuero, el funcionamiento interno de los tribunales
y la administración de justicia en un plazo razonable.
Y así lo ha dicho la propia Corte, toda vez que debe evitarse todo
dispendio de actividad jurisdiccional, pensamiento que tiene un ino-
cultable metamensaje para los operadores judiciales: que las partes no
litiguen innecesariamente –ni el juez obligue injustificadamente a ha-
cerlo discrecionalmente– a sabiendas de la solución última que el tri-
bunal nacional que tiene la última palabra ha adoptado en un caso
anterior que guarda la suficiente analogía sustancial con el que tiene
en sus protocolos para decidir23.
Precisamente la tendencia actual, tanto en Estados Unidos como
en la Argentina, es reducir el número de causas que llegan a la Corte
a fin de centrar su actividad y limitados recursos humanos y económicos
en la resolución de pocos casos (llamados “fallos institucionales”24)
que hacen al ejercicio de su jurisdicción más eminente.
Teniendo los integrantes del tribunal y los demás tribunales infe-

22 RATTI MENDAÑA, Florencia Soledad, La necesidad de adoptar una doctrina

del precedente horizontal vinculante en las Cámaras de Apelaciones, en L. L. Online,


AR/DOC/2798/2021, p. 12.
23 BAROTTO, Sergio Mario, La doctrina judicial obligatoria en la jurisprudencia

de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en MIZAWACK, Claudia (dir.) y


otros, Perfeccionamiento de jueces: perfil y formación jurídica, 1ª ed., La Ley, Buenos
Aires, 2023, ps. 18-70, y 40.
24 SANTIAGO (h), ob. cit., p. 1126.

655
Congresos, noticias y documentos

riores reglas certeras de remisión a los precedentes –ante la inexistencia


de elementos diferenciadores del caso concreto– los magistrados se
encuentran eximidos del estudio minucioso de una misma cuestión en
forma repetitiva, el dictado de resoluciones con extensos fundamentos
para cada uno de los casos, o el copy and paste a partir de modelos
prefijados25. No sólo se reduce el tiempo de dictado de las sentencias,
sino que los jueces de instancias ordinarias –a efectos del precedente
vertical– sabrán a qué atenerse en lo referido a la postura del máximo
tribunal a efectos de no contradecirla.
Cuestión que no es baladí pues la relación entre la cantidad de
expedientes que se resuelven en la Corte –325 en promedio semanal-
mente– y el número de decisores –4– está en punto de ebullición,
llevando al límite funcional los factores humanos, materiales y orga-
nizacionales del tribunal26.
Lo expuesto repercute especialmente en tres aspectos: eficacia en el
manejo de los recursos humanos y económicos del tribunal; disminu-
ción del litigio y fomento de la autocomposición entre los protagonistas
del proceso, y desincentiva la interposición de recursos de instancia
extraordinaria frente a jurisprudencia estable del tribunal superior.

f) El límite a la discrecionalidad judicial


Todo leading case tiende a la expansión, si los precedentes no son
obligatorios respecto de los tribunales inferiores, probablemente su es-
tablecimiento no haga sino aumentar el caudal de recursos extraordi-
narios ante la Corte Suprema, ante sentencias que se rebelan a sus
precedentes27.
Desde los albores del stare decisis se reconoce a la obligatoriedad
del precedente como un antídoto a la arbitrariedad del juzgador evitar
que el juez tome sus decisiones de acuerdo a sus propios sentimientos.
Con relación a este punto, y como se desarrollará más adelante, la

25
CARDOZO, Benjamin N., The Nature of Judicial Process, 1921, p. 149.
26
ROSATTI, Horacio D., La Corte Suprema. Entre Escila y Caribdis, en L. L.
Online, AR/D0C/735/2018, p. 2.
27 GARAY, Alberto F., El recurso extraordinario por sentencia arbitraria. Pro-

puesta para un manejo más ágil, en L. L. Supl. Const. del 5-8-2010, p. 8.

656
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

Corte ha tachado de arbitrarias las sentencias que deliberadamente se


apartan de los precedentes. Tal rechazo se fundamenta en la concep-
tualización de la sentencia arbitraria como aquella que no constituye
una derivación razonada del Derecho vigente aplicable al caso28. Toda
vez que el precedente es Derecho vigente –norma individual de con-
ducta– la sentencia que lo desconoce es impugnable por arbitraria29.
De esta forma, la doctrina del precedente funciona como dique de
contención de la discrecionalidad del juez, en cuanto sujeta a los juz-
gadores a las decisiones pasadas y los aleja de la ideología personal
como fuente primaria para resolver el caso.

IV. La experiencia en materia previsional


y de la Seguridad Social. Análisis estadístico
Se señaló al principio de este trabajo que en el Derecho federal
argentino –Constitucional e infraconstitucional– no hay regla que es-
tablezca la obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema,
sino que dicha regla ha surgido de la propia jurisprudencia del tribunal
al reafirmar su jurisdicción más eminente en su carácter de intérprete
supremo de la Constitución Nacional y de las leyes dictadas en su
consecuencia.
Una excepción a esta regla fue lo que aconteció durante diez años
en los litigios que versan sobre Derecho de la Seguridad Social, donde
la ley 24.463 de reforma al proceso judicial en materia previsional
establecía en sus artículos 19 y 20 la obligatoriedad de los precedentes
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la posibilidad de un
certiorari de tipo negativo para casos análogos.
Si bien aquellos artículos fueron derogados diez años después por

28 Fallos: 291:382; 292:254; 293:176; 303:120 y 434; 306:717, entre otros.


29 Fallos: 342:584. En contra: CSJN, “Fiscal c/Zingaretti, Trubiano y otros s/De-
fraudación”, sent. del 1-11-2005, disidencia de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y
Carmen M. Argibay: “...pese a la indudable importancia de la doctrina de la arbitra-
riedad de sentencias, se ha sostenido en el tribunal que no reviste carácter de cuestión
federal el invocado apartamiento de precedentes de la Corte Suprema dictados sobre
la base de aquella doctrina, la cual se relaciona con la irracionalidad de los fundamentos
del pronunciamiento dictado en esas causas, por lo que no constituyen un precedente
jurisprudencial en materia federal cuya regla pueda extenderse a casos similares”.

657
Congresos, noticias y documentos

la ley 26.06530, para quienes litigan en esa materia, es común ver en


la actualidad que las sentencias definitivas en los procesos de cono-
cimiento de reajuste de haberes –el accionista mayoritario de los ca-
silleros del fuero–, para fijar las pautas de liquidación de los distintos
rubros de condena, remiten a lo dicho por la Corte Suprema en sus
distintos precedentes. Esto último ha repercutido tanto en el ámbito
judicial como en la administración demandada en la construcción de
una gestión eficaz de los litigios que generan esta categoría de pre-
tensiones.
En lo que refiere al ámbito de la judicatura, la Secretaría Judicial
Nº 2 de la Corte Suprema, abocada a los litigios previsionales, es una
de las que históricamente ha tenido por amplia diferencia mayor can-
tidad de expedientes en sus protocolos, la resolución por remisión a
precedentes y la inadmisibilidad de los recursos extraordinarios por
tratarse de cuestiones ya resueltas en casos análogos como puede verse
en el siguiente cuadro ilustrativo31.
Secretaría
Porcentaje
Total de Nº 2:
Total de Secretaría inadmisibles/
expedientes Porcentaje improce-
expedientes Nº 2: remisiones
resueltos sobre dentes por
Año resueltos procedentes, sobre total
por la total de la aplicación
por la remisión a de la
Secretaría CSJN del
CSJN32 precedentes Secretaría
Nº 2 artículo
Nº 2
280, CPN
2012 16.510 7.583 45,93% 1.823 487 30,46%
2013 15.792 6.734 42,64% 1.977 353 34,60%
2014 25.150 13.257 52,71% 1.104 421 11,50%
2015 18.918 10.411 55,03% 735 443 11,32%

30 Con anterioridad al dictado de dicha ley derogatoria, en el caso “Itzcovich”

(Fallos: 328:566) la Corte declaró inconstitucional el recurso ordinario previsto en el


art. 19 referido, de modo que la obligatoriedad prescripta en su segunda parte se
tornó irrelevante.
31 Información disponible en el sitio web de la Corte Suprema de Justicia de la

Nación. Enlace: https://www.csjn.gov.ar/transparencia/datos-estadisticos (último ingre-


so: 22-7-2023).
32 Incluye tanto sentencias individuales como también litisconsorcios y procesos

colectivos.

658
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

Secretaría
Porcentaje
Total de Nº 2:
Total de Secretaría inadmisibles/
expedientes improce-
expedientes Porcentaje Nº 2: remisiones
resueltos dentes por
Año resueltos sobre total procedentes, sobre total
por la aplicación
por la de la CSJN remisión a de la
Secretaría del
CSJN precedentes Secretaría
Nº 2 artículo
Nº 2
280, CPN
2016 14.076 6.789 48,23% 820 147 14,24%
2017 10.442 3.587 34,35% 716 1.080*33 19,96%34
2018 7.834 1.824 23,28% 1.391 1.111* 76,26%
2019 28.614 16.414 57,36% 14.593 6.812* 88,90%
2020 11.725 4.745 40,47% 3.758 2.222* 79,20%
2021 21.033 6.290 29,90% 4.908 7.902* 78,02%
2022 21.358 11.732 54,93% 7.205 6.263* 61,41%

(Fuente: elaboración propia)

Como puede verse, un importante porcentaje de las causas previ-


sionales –especialmente a partir del año 2018– se resuelven tanto por
remisión a precedentes anteriores de la Corte Suprema como por inad-
misibilidad de los recursos extraordinarios federales por aplicación del
artículo 280 del CPCCN. Dato que no es menor considerando que se
trata de una de las materias que mayor cantidad de expedientes hace
ingresar a estudio del máximo tribunal.
A finales de la década de los noventa, la Corte ya se hacía eco
del gran número de casos en materia previsional en los cuales tenía
que dictar un pronunciamiento de fondo, los cuales presentaban una
sustancial analogía entre sí. En el conocido fallo “Chocobar, Sixto

33 A partir del año 2017 los informes estadísticos de la Corte Suprema de Justicia

de la Nación dejaron de discriminar los fallos con remisión a precedentes por materia,
por lo que no se toman los datos desde esa fecha para establecer los porcentajes en
forma precisa. Se acompaña el total de remisión a precedentes publicado en el informe
estadístico con la cifra señalada con el signo “*” a los fines ilustrativos en la relación
total de expedientes resueltos por el tribunal y cantidad de fallos resueltos por remisión
a precedentes anteriores de la Corte.
34 A partir de este período los porcentuales se calculan tomando como referencia

únicamente los rechazos por improcedencia en materia previsional.

659
Congresos, noticias y documentos

Celestino”35 en los fundamentos del voto mayoritario se hace mérito


de que “más de 70.000 causas análogas aguardan que se pronuncie
una decisión definitiva sobre la aguda tensión mantenida entre una
cantidad significativa de beneficiarios y el Estado nacional”.
En este punto, Leandro Giannini ha señalado que el crecimiento
de la cantidad de causas resueltas por cada fallo es consecuencia directa
de la analogía sustancial que presentan las pretensiones recursivas in-
troducidas. Cuando en un período la Corte Suprema dedica su atención
a temas de la Seguridad Social, en los que es frecuente encontrar
“carteras” de cientos o miles de asuntos con discusiones idénticas –téc-
nica de resolución “colectiva” de asuntos–, la cantidad de casos deci-
didos por un único fallo aumenta. Ello explica la ostensible multipli-
cación de causas decididas durante el año judicial 2019 pese a la au-
sencia de variación sustancial de la cantidad de fallos dictados en ese
período36.
En dicha investigación se ha destacado que con 4.726 asuntos en
2020 y 6.943 en 2021, los asuntos previsionales volvieron a ser los
accionistas mayoritarios de los protocolos de la Corte con su caracte-
rística multiplicación de recursos repetitivos, principalmente interpues-
tos por la Administración Nacional de la Seguridad Social. Para de-
mostrar una vez más esta nota típica de la litigiosidad previsional
basta con apreciar la ostensible diferencia entre la incidencia propor-
cional que esta materia tiene en la cantidad de fallos dictados (11,5%
en 2020, 11,7% en 2021) y de causas resueltas (42% en 2020, 34%
en 2021). El hecho de que con un 12% de sus decisiones la Corte
haya resuelto entre el 34% y el 42% de las causas dictadas cada año
muestra que la materia previsional sigue siendo mostrando la mayor
tasa de resolución “colectiva” de asuntos (promedio de 6,6 causas por
fallo en 2020 y de 7,3 en 2021)37.
Como se mencionó anteriormente, aquí aparece también la aplica-

35
Fallos: 319:3241.
36
GIANINNI, Leandro J., La producción jurisdiccional de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación (2020-2021), en Revista de Derecho Procesal, Nº 2022-2, El
impacto del Código Civil y Comercial en el proceso – II, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, ps. 489-576 y 520, cuya lectura recomiendo calurosamente.
37 Íd., p. 524.

660
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

ción del “certiorari criollo”38 previsto en el artículo 280 del CPCCN,


donde la Corte puede rechazar el recurso si contiene un agravio federal
insuficiente, insustancial o carente de trascendencia.
Sin embargo, como señala Garay, este mecanismo-instituto ideado
por el legislador no agilizó la tramitación de expedientes en la Corte
ni suprimió la actividad buscada, lo cual se explica por tres razones:
la reforma actuó solamente sobre la redacción de la sentencia, pero
no sobre la serie procedimental; el legislador no operó sobre la cir-
culación del proyecto de sentencia a fin de obtener el concurso de
voluntades necesarias para que sea dictado, y la inexistencia de plazos
para resolver39.
Más celeridad se logra con menos expedientes para resolver, de-
jando la mayoría de las presentaciones fuera de la jurisdicción del
máximo tribunal40. ¿Cómo se concilia esto con el litigante que percibe
a la Corte como última instancia? La respuesta entiendo que se en-
cuentra en el rol que nuestro sistema de administración de justicia
quiera darle a la Corte.
Similar discusión se dio en el año 1925 en Estados Unidos cuando
el Justice William Howard Taft –expresidente de la Scotus– impulsó
una reforma ante el Congreso estadounidense con la cual transformó
en discrecional gran parte de la jurisdicción de la Corte. Con esta
reforma, concluyó un proceso de transferencia de su poder revisor de
los casos federales a los tribunales de circuito y se transformaba en
árbitro de casos de trascendencia nacional.
En el caso estadounidense triunfó la visión que consideraba que la
única manera de resolver el problema de la marea de expedientes que
llegaban a la Scotus era transformar casi toda su jurisdicción en dis-
crecional, a conciencia de que esto implicaba una importante pérdida
de funciones que eran obligatorias para la Corte.
Taft defendía que pasar a la discrecionalidad en la jurisdicción de
la Corte, debido al exponencial crecimiento de casos a procesar y
resolver, era la única forma de lograr asegurar lo que él consideraba

38 Denominación que no me pertenece sino al profesor Dr. Alberto B. Bianchi.


39 GARAY, ob. cit., p. 6.
40 ROSATTI, ob. cit., p. 2.

661
Congresos, noticias y documentos

la principal función de ese tribunal: “no preservar los derechos de los


litigantes”, sino “exponer y estabilizar los principios jurídicos” y pre-
servar la “uniformidad de las decisiones entre los tribunales intermedios
de apelación”41.
Es el precio a pagar por el sistema.
En materia previsional esto se ve en los acuerdos que resuelven
grandes cantidades de expedientes mediante fórmulas que concilian la
autoridad del precedente con la aplicación del artículo 280 del CPCCN.
De esta manera, al acceder a los “acuerdos” en temas previsionales,
los recursos extraordinarios y presentaciones directas ante la Corte
que son rechazados por aplicación del artículo 280 contienen una gran
cantidad de expedientes en una misma resolución, que si bien las pre-
sentaciones cumplían con los recaudos formales del Acuerdo 4/2007
a efectos de la interposición de recurso, la cuestión guardaba sustancial
analogía con lo dicho por la Corte en casos anteriores.
Por ejemplo, en una resolución dictada en el Acuerdo de fecha 1º
de julio del 2021 se resolvieron 21 recursos extraordinarios en los
cuales la Administración Nacional de la Seguridad Social se agraviaba
sobre el índice aplicado para el recálculo del haber inicial del actor42.
Se trataba de una cuestión federal que ya había sido tratada por el
máximo tribunal; la Cámara Federal de la Seguridad Social entendió
que los recursos eran admisibles, pero la Corte aplicó el artículo 280
y el ministro Rosenkrantz expresamente remitió a su voto en disidencia
en la causa “Blanco, Lucio Orlando”, precedente de aplicación en la
materia.
Pero la doctrina del precedente obligatorio en los fallos de la Corte
no sólo se ha limitado a la máxima instancia, sino que también ha
impactado en una mayor celeridad en la sustanciación y resolución de
este tipo de procesos en las instancias ordinarias en el fuero de la
Seguridad Social de la Capital Federal.

41 ETCHEVERRY, Juan B., ¿Cómo ha resuelto el desafío de la sobrecarga de

trabajo la Corte Suprema de los Estados Unidos?, en Revista Chilena de Derecho,


vol. 43, Nº 3, 2016, ps. 987-1004 y 990.
42 CSJN, “Recurso de queja Nº 1. Mendoza, Mercedes Beatriz c/Anses s/Pensio-

nes”, CSS 059451/2016/1/RH001, https://sjconsulta.csjn.gov.ar/sjconsulta/documentos/


verDocumentoByIdLinksJSP.html?idDocumento=7673771.

662
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

Se cita a modo de ejemplo la causa “Colarusso, Lidia c/Anses


s/Reajustes varios” (expediente 000390/2022), donde una demanda ini-
ciada en fecha 2 de febrero de 2022, luego de atravesar ambas instancias
del proceso de conocimiento ordinario, para junio del año 2023 ya se
encuentra con sentencia firme y con plazo de cumplimiento en curso.
En el mismo sentido la causa “Mucci, Leopoldo c/Anses s/Reajustes
varios” (expediente 001521/2021), en la cual la demanda de conoci-
miento fue iniciada en fecha 26 de febrero de 2021 y para el 2 de
noviembre de 2022 ya tenía sentencia de venta del proceso de ejecución
de sentencia.
Lógicamente esto no es mérito exclusivo de la remisión a prece-
dentes; la digitalización de los expedientes, el correcto funcionamiento
y administración de los recursos del tribunal43, la celeridad que prima
en este tipo de procesos y el cumplimiento cabal por parte del Estado
con la sentencia condenatoria confluyen en hacer efectiva la garantía
de obtener la resolución del litigio en un plazo razonable.
Esto también se fundamenta en la existencia de sistemas procesales
de tipo operativo del Derecho de la Seguridad Social, como lo son la
inmediatez, la descentralización, la unidad de gestión y la unidad pro-
cesal44 –aunque son trasladables a cualquier categoría de pretensión–
que ve con buenos ojos el ordenamiento del fuero con el seguimiento
obligatorio de los precedentes de la Corte.
Pero, a su vez, la fuerza vinculante de la jurisprudencia del máximo
tribunal también ha impactado en el comportamiento del Poder Eje-
cutivo nacional en lo referido a su intervención en los litigios en materia
previsional y a la deuda histórica con los pensionados argentinos.
En este sentido, el 4 de noviembre de 2009 Argentina suscribe un
acuerdo amistoso ante la Comisión Interamericana de Derechos Hu-
manos en el caso “Amilcar Menéndez y otros vs. República Argenti-

43 En este sentido puede verse el informe de gestión publicado por el Juzgado


Federal de la Seguridad Social Nº 7 en su usuario oficial de la plataforma Instagram
(@jfsegsoc7), donde se detalla que entre el 1-2-2023 y el 25-2-2023 la dependencia
recibió 11.357 presentaciones electrónicas y dictó 11.535 resoluciones judiciales (úl-
timo acceso: 14-6-2023).
44 SOSA, Víctor Marcelo, Seguridad Social. Perspectivas actuales, 1ª ed., Ru-

binzal-Culzoni, Santa Fe, 2014, p. 33.

663
Congresos, noticias y documentos

na”45 –incluido en el Informe Anual de la Asamblea de la OEA– con


motivo de la demora en las peticiones y solución en sede administrativa
y/o judicial de pretensiones previsionales ante la Administración Na-
cional de la Seguridad Social.
Allí el Estado argentino –a través de la Administración Nacional
de la Seguridad Social– se comprometió a adoptar las medidas nece-
sarias para garantizar el cumplimiento de las resoluciones y normativas
dictadas con motivo de esa solución amistosa. En lo que interesa a
este trabajo, se comprometió a no apelar las sentencias judiciales en
las cuales se haya seguido un precedente de la Corte Suprema y desistir
de los recursos judiciales que ya hubieran sido presentados ante ella
o ante la Cámara Federal de Apelaciones de la Seguridad Social, contra
sentencias favorables a los beneficiarios, en los supuestos de hecho
en los que el máximo tribunal ya se ha expedido en casos similares.
Asimismo, propició la búsqueda de métodos de autocomposición
y anticipados de resolución a efectos de cumplimentar sentencias con
efectos expansivos indirectos de la cosa juzgada en materia previsional.
Fue lo que ocurrió en el año 2006 con el precedente “Badaro,
Adolfo Valentín”46; la Corte Suprema entendió que se veía afectado
el derecho constitucional a la movilidad previsional garantizado por
el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, ordenando que se ajustase
la jubilación del reclamante. En 2007, ante el incumplimiento de lo es-
tablecido en el precedente por parte de las agencias del Estado, la Corte
volvió a expedirse exhortando a los otros poderes del Estado a que so-
lucionaran el problema del congelamiento de los haberes previsionales.
Los otros poderes del Estado nada hicieron en sede legislativa sino que
fueron pagando las condenas en los juicios según lo presupuestado para
cada ejercicio con ese fin, lo cual implicó muchos años de espera para
litigios que tenían como objeto un crédito de carácter alimentario47.

45
Caso 11.670, aprobado el 3 de noviembre de 2011 en la ciudad de Washington,
EE. UU.
46 La sentencia definitiva publicada en Fallos: 329:3089 y la ejecución de sentencia

en Fallos: 330:4866.
47 CALISE, Santiago, La reparación histórica: entre el compromiso y la denuncia,

en Astrolabio, Nº 29, 2022, ps. 207-237 y 215; disponible en https://doi.org/10.55441/


1668.7515.n29.32410.

664
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

Reiterados fallos en el mismo sentido que el precedente anterior-


mente citado llevaron a que el Estado reconociera esta deuda en materia
previsional desarrollada en la sentencia mediante el dictado de la ley
27.260, que instauró el Programa Nacional de Reparación Histórica
para Jubilados y Pensionados en el año 2017. El mismo consistía en
una serie de acuerdos transaccionales entre la Administración Nacional
de la Seguridad Social y los pensionados cuyos haberes encuadraban
en lo resuelto por la Corte, donde el Estado otorgaba un reajuste en
el haber previsional de idéntico tenor al otorgado en el precedente
judicial, el cual –una vez homologado judicialmente– tendría fuerza
de cosa juzgada material por los puntos comprendidos en dicha tran-
sacción.
Para el mes de julio de 2018 el Programa alcanzó a 1,3 millones
de jubilados y pensionados, esto es, poco más de la mitad de lo que
se preveía originalmente48. Surge a toda luz el descenso en la potencial
litigiosidad en materia previsional que generó el cumplimiento con el
precedente de la Corte por parte de la Administración Nacional de la
Seguridad Social, con el consiguiente aumento correspondiente en los
haberes jubilatorios de los adultos mayores en virtud de la suscripción
de esta transacción.
En resumen, la experiencia empírica de una de las materias con
mayor nivel de litigiosidad del país demuestra la hipótesis de los efectos
beneficiosos de la obligatoriedad de los precedentes de la Corte Su-
prema de Justicia de la Nación en la Administración de Justicia de
nivel nacional.

V. El apartamiento desleal del precedente como sentencia


arbitraria. El criterio actual de la Corte Suprema
La Corte siempre ha sostenido que la interpretación de sus senten-
cias en las mismas causas en que ellas han sido dictadas constituye
cuestión federal suficiente para ser examinada en la instancia extraor-
dinaria cuando la decisión impugnada consagra un inequívoco aparta-
miento de lo dispuesto por el tribunal y desconoce en lo esencial aquella

48 Íd., p. 215.

665
Congresos, noticias y documentos

decisión49. ¿Qué ocurre cuando no se trata de la misma causa, sino


de una donde se invoca el precedente por sustancial analogía entre las
cuestiones planteadas?
Actualmente la Corte Suprema ha abierto el recurso extraordinario
federal con fundamento en la doctrina de la arbitrariedad a planteos
que invocan apartamientos infundados de los precedentes del máximo
tribunal50.
Esto implica entender –en la fórmula clásica que la Corte aplica
para revisar este tipo de recursos– que “la decisión impugnada no
constituye un acto jurisdiccional válido de acuerdo a la doctrina de la
arbitrariedad de sentencias que exige que sean fundadas y constituyan
una derivación razonada del Derecho vigente con aplicación a las cir-
cunstancias comprobadas de la causa”51.
Como se señaló al principio de este trabajo, corresponde hacer una
breve referencia al precedente como Derecho vigente para encuadrar
su apartamiento desleal dentro de la doctrina de la arbitrariedad de
sentencia.
Si abordamos este punto desde la teoría general del proceso, la
sentencia, además de ser caracterizada por buena parte de la doctrina
como el acto procesal de conclusión del proceso y el objetivo del
mismo, se trata de una norma jurídica.
La clásica definición procedimentalista del proceso como conjunto
de actos procedimentales recíprocamente concatenados, conforme a
pautas preestablecidas, que tienen como fin inmediato el dictado de
“una norma individual de conducta” –la sentencia– implica que el apar-
tamiento de un precedente pasado a autoridad de cosa juzgada implique
que aquella solución no constituya una derivación razonada del Derecho
vigente, en tanto al carácter normativo de la sentencia.

49
Fallos: 344:3595; 344:1010; 343:38; 342:681; 341:1846; 340:1973, 1969 y 236.
50
Ver CSJN, 4-7-2023, “Recurso de queja Nº 1. Legajo Nº 1. Marascalchi Muñiz,
Marcos Leandro y otros s/Legajo de casación”, CCC 500000816/2004/TO01/1/1/1/
RH002: “Es arbitraria la sentencia si al resolver como lo hizo el a quo desatendió el
principio que indica que las sentencias de la Corte Suprema deben ser lealmente
acatadas tanto por las partes como por los organismos jurisdiccionales que intervienen
en la causa”.
51 Fallos: 311:2547; 312:2507; 314:346 y 833; 315:495; 321:3423.

666
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

La sentencia, si bien no es Derecho nuevo porque el juzgador no


legisla, es Derecho vigente para quienes se encuentran alcanzados por
sus efectos.
Ahora bien, como lo ha señalado la Corte recientemente en autos
“Evolución Liberal y otro c/San Juan”, cualquiera sea la generalidad
de los conceptos empleados por las Corte en sus fallos, ellos no pueden
entenderse sino “con relación a las circunstancias del caso que los
motivó”, siendo, como es, una máxima de Derecho que las expresiones
generales empleadas en las decisiones judiciales deben tomarse siempre
en conexión con el caso en el cual se usan52.
Es decir, la aplicación del precedente y la arbitrariedad de la sentencia
que se aparta del mismo deben analizarse en función de las circunstancias
comprobadas de la causa. Al parecer este tamiz de la “sustancial analogía”
para la aplicación de los precedentes se trata de una comparación entre
los elementos pretensionales: sujeto, objeto, causa.
Se dijo anteriormente que el paradigma del precedente obligatorio
limita la discrecionalidad judicial. Los jueces no tienen una discreción
fuerte, ya que aun en los casos difíciles deben dar razones que con-
venzan que su solución es ajustada a Derecho. La arbitrariedad es una
pretensión de corrección pues se descalifica porque la sentencia con-
tiene una fundamentación sólo aparente53.
Ahora bien, en el caso “Basilotta, Darío”, con remisión al dictamen
de la procuración, dispuso que los jueces tienen el deber de conformar
sus decisiones a las del tribunal, es por ello que “carecen de fundamento
las sentencias de los tribunales inferiores que se apartan de los pre-
cedentes de la Corte Suprema sin aportar nuevos argumentos” que
justifiquen modificar las posiciones sustentadas en ellos, ya que aquélla
reviste el carácter de intérprete supremo de la Constitución Nacional
y de las leyes dictadas en su consecuencia54.
Pareciera que se abre una válvula de escape para la sentencia que
se aparta del precedente el hecho de que aporte nuevos argumentos
en virtud de los cuales se funde.
52 Fallos: 346:543, consid. 8º, del voto de los Dres. Rosatti y Maqueda.
53 LORENZETTI, Ricardo Luis, La sentencia: teoría de la decisión judicial, 1ª
ed. rev., Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2022, p. 269.
54 Fallos: 345:1387.

667
Congresos, noticias y documentos

En este punto puede traerse a colación lo resuelto en el 2006 por


la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Asociación
Lucha por la Identidad Travesti Transexual (ALITT)”55, que constituyó
un caso de apartamiento horizontal de un precedente anterior dictado
por el mismo tribunal en 1991 en la causa “Comunidad Homosexual
Argentina (CHA)”, donde se le había denegado la personería jurídica
donde la Corte de ese entonces confirmó la sentencia de Cámara, en-
tendiendo que la CHA no cumplía con los objetivos de “bien común”
que exigía la norma vigente para el otorgamiento de la personería56.
Si los elementos de la pretensión eran idénticos, ¿por qué dejó
de lado la Corte su sentencia de la década anterior? Por un cambio
en un elemento “extraprocesal”, el cultural, pues –como se dijera en
“ALITT”– “resulta prácticamente imposible negar propósitos de bien
común a una asociación que procura rescatar de la marginalidad social
a un grupo de personas y fomentar la elevación de su calidad de vida,
pues, en tanto el bien colectivo tiene una esencia pluralista, ideales
como el acceso a la salud, educación, trabajo, vivienda y beneficios
sociales de determinados grupos, así como propender a la no discri-
minación, hacen al interés del conjunto social como objetivo esencial
y razón de ser del Estado de cimentar una sociedad democrática, al
amparo de los artículos 14 y 16 de la Constitución Nacional y de los
tratados internacionales incorporados en su artículo 75, inciso 22”.
Aquel cambio de precedente por un cambio de paradigma de igual-
dad formal a un ideario estructural entiendo que se enlaza con lo si-
guiente: la Corte Suprema como cabeza del Poder Judicial de la Nación
e interlocutora entre el Estado argentino y el sistema interamericano
de protección de los derechos humanos, si bien opera como tribunal
de justicia, su rol no se agota en el dictado de sentencias, pues por
su carácter supremo la Corte participa en la política gubernamental.
Sus precedentes no sólo son mensajes para los tribunales inferiores
sino también para la sociedad57.
El valor de la estabilidad temporal del precedente fue reseñado por

55
Fallos: 329:5266.
56
Fallos: 314:1531.
57 POSNER, Richard A., Foreword: A Political Court, en 119 Harvard Law Review

32, 2005, p. 37.

668
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

el ministro Rosenkrantz en su disidencia (su primer voto en minoría


publicado en la colección Fallos) en el caso “Schiffrin, Leopoldo Héc-
tor c/Ejecutivo nacional”. Así se refirió al caso “Fayt” –leading case
en la materia–, destacando que este último fallo del año 1999 había
tenido un pacífico cumplimiento por parte de todos los poderes cons-
tituidos argentinos, independientemente de su signo político, durante
más de 20 años. En casos como el del juez Schiffrin, donde se juzgaba
no la razonabilidad de la limitación del mandato de los jueces, sino
la validez constitucional procesal de la reforma al artículo 99 por la
Convención Constituyente de 1994, es importante la coherencia y la
consistencia a lo largo del tiempo y ello demanda un riguroso respeto
a los precedentes de la Corte Suprema –stare decisis58–.
Si bien se ha señalado que uno de los factores que inciden en gran
medida en la sobrecarga de trabajo que enfrenta la Corte es la amplitud
de la doctrina de la arbitrariedad59, ello no implica que el habilitar
esta causal para que la Corte salvaguarde el seguimiento de sus pre-
cedentes genere que el remedio sea peor que la enfermedad. Depositar
la mirada solamente en recortar los recursos por arbitrariedad y actuar
únicamente sobre ellos, a decir de Garay, es como matar al enfermo
para acabar con la peste. Hay que ir a las causas de la contaminación
y no sólo sacrificar a la víctima que pide el remedio60.
Amén de ser reiterativo, la cultura del respeto al precedente dis-
minuye la interposición de recursos de instancia extraordinaria, por lo
que no resulta un salto inferencial al vacío concluir que avanzar en
este punto disminuirá la cantidad de recursos por arbitrariedad que
llegan a la Corte.
Si realmente preocupa el tratamiento de agravios de este tenor,
aunque se suscriba que no está previsto dentro de lo normado en el
artículo 14 de la ley 4861, la atención de los operadores debe volcarse

58 Fallos: 340:257, consid. 28, disidencia del juez Rosenkrantz.


59 URTEAGA, Alfredo A., La doctrina de la arbitrariedad de sentencia: una
crítica, en L. L. Online, AR/DOC/34008/2011, p. 13.
60 GARAY, ob. cit., p. 6.
61 En este sentido ver CARRIÓ, Genaro, El recurso extraordinario por sentencia

arbitraria, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1967; SAGÜÉS, Néstor, Derecho Procesal


Constitucional. Recurso extraordinario, 4ª ed., Astrea, Buenos Aires, 2002, t. 2; GA-

669
Congresos, noticias y documentos

en la búsqueda de mecanismos que permitan el rápido procesar y re-


solución de los litigios y, por otro lado, la disminución del ingreso de
casos a tratar. Acudir al paradigma del precedente obligatorio satisface
acabadamente ambos requisitos.

VI. Conclusión
Se ha reseñado que la falta de directrices certeras en lo que refiere
al buen uso de la doctrina de la obligatoriedad de los precedentes de
la Corte ha dificultado la búsqueda de un proceso eficaz en la resolución
de litigios, afectando la garantía de igualdad de las personas, la segu-
ridad jurídica y el ordenamiento de los fueros en la solución previsible
de los casos sometidos a su conocimiento.
Adoptar un paradigma de resolución de litigios basado en la obli-
gatoriedad del precedente promovería una mayor coherencia en la in-
terpretación y aplicación de la ley, evitando así la disparidad y la
inseguridad jurídica que actualmente prevalecen. Asimismo, se refor-
zaría la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial, al garantizar
un trato igualitario y una mayor previsibilidad en la resolución de los
casos.
Lo que se ha afirmado en estas líneas tiene basamento empírico
en la estadística expuesta en materia de procesos previsionales, donde
–aunque con ausencia de previsiones constitucionales y legislativas–
puede afirmarse que está arraigada la cultura de la resolución de litigios

RAY, ob. cit.; VANOSSI, Jorge R., Teoría constitucional, 3ª ed., Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 2013, t. III. Asimismo, en distintas ocasiones, a fin de obviar el recaudo
de la introducción oportuna del caso federal, la propia Corte ha entendido que la
arbitrariedad no forma parte del elenco de cuestiones federales previsto en el artículo
14 de la ley 48. Así es como se suele expresar que el requisito de la introducción
oportuna sólo rige respecto de las cuestiones federales previstas expresamente en aquel
artículo, pues deben ser resueltas previamente por los jueces de la causa; sin embargo,
la sentencia arbitraria no es un caso federal de los que se encuentran aludidos dentro
de la reglamentación legislativa del recurso extraordinario federal, sino, en rigor de
verdad, una pretensión de corrección anulatoria del fallo por no constituir, a raíz de
sus defectos de fundamentación o de formas esenciales, “la sentencia fundada en ley”
a que se refiere el artículo 18 de la Constitución Nacional. CSJN, Fallos: 324:547,
1334 y 1884; 326: 1741 y 4698; 18-12-2007, S.1135.XLII, “Sánchez de Elyeche,
Sara Marta c/Domínguez, Daniel Oscar y otro”.

670
La obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema

mediante una correcta remisión a los precedentes del tribunal supremo.


Tal funcionamiento ha repercutido en forma positiva en los tiempos
de resolución de los conflictos y la búsqueda por parte del Estado en
soluciones amistosas y de índole legislativa, tendiendo a formas de
autocomposición con los beneficiarios.
En oportunidad de abrir el año judicial 2019, el entonces presidente
de la Corte Suprema doctor Carlos F. Rosenkrantz, en relación con
la legitimidad del Poder Judicial, dijo lo siguiente: “Debemos vernos
a nosotros mismos como integrando, para usar una frase conocida, un
‘foro de razones’. Ello significa que nuestras decisiones no pueden
ser ad hoc, sino que deben estar estructuradas por principios. Significa
también que estamos comprometidos, en casos futuros, a aplicar esos
mismos principios, aunque el resultado sea impopular o antipático.
Significa que, como Ulises, somos capaces de atarnos al mástil de la
legalidad. Como yo lo veo, éste es el punto central para recuperar
confianza y legitimidad”62.
Saldar la deuda pendiente y avanzar hacia la obligatoriedad de los
precedentes de la Corte Suprema en todos los fueros se presenta como
una herramienta fundamental para la eficacia en la administración de
justicia a través del proceso.

62 ROSENKRANTZ, Carlos F., Acto de apertura del año judicial 2019, Corte

Suprema de Justicia de la Nación, disponible en https://www.cij.gov.ar/nota-33769-


Acto-de-apertura-del-a-o-judicial-2019.html, último acceso: 22-7-2023.

671

También podría gustarte