Temperatura Corporal
Temperatura Corporal
Temperatura Corporal
Sistema Termorregulatorio
El organismo humano es homeotermo, lo cual significa que para mantener una
forma constante la temperatura corporal dentro de unos límites tan estrechos (de
36 a 37º C), necesita, ante elevaciones importantes de la temperatura exterior,
poner en marcha una serie de mecanismos de termorregulación.
2. Regulación central:
De acuerdo a la información recibida, en el centro de control térmico y energético
del hipotálamo se analizan los datos, incluso información cerebral para la ideal
respuesta del programa termorregulador para mantener el punto set (37ºC
temperatura corporal) con un límite ínter umbral que está alrededor de 0.5ºC en
condiciones normales, llegando a variar hasta 3.5ºC bajo influencia de fármacos
como anestésicos, función tiroidea, ingestión de alimentos, ritmo circadiano,
incluso adaptación al calor y frío.
3. Respuesta eferente:
El centro de control en el hipotálamo envía órdenes hacia los diferentes puntos del
organismo con el fin de favorecer o luchar contra las condiciones fuera del punto
set. Para mantener constante la temperatura del cuerpo, el organismo utiliza
fundamentalmente dos sistemas:
—Vasodilatación: Regulado por el hipotálamo, consiste en aumentar el riego
sanguíneo en determinadas zonas, principalmente desde los órganos internos
hacia la periferia. En condiciones de ejercicio intenso lo que ocurre es que se
transmite el calor desde los órganos hacia los tejidos periféricos a través de la
sangre, por medio de conducción y convección; y desde la sangre al exterior,
mediante conducción y radiación.
De allí, los impulsos eferentes son llevados a las glándulas sudoríparas a través del
sistema nervioso autónomo principalmente por vías parasimpáticas y un mediador
colinérgico. Sin embargo, las glándulas pueden también aumentar su secreción por
acción de la adrenalina, que es un agonista simpático.
—La conducción del calor ocurre entre dos cuerpos en contacto directo y, para el
caso del hombre, la mayor parte del calor se conduce por el aire que rodea su
cuerpo. Sin embargo, si éste no se mueve, rápidamente adquiere la temperatura
del cuerpo y no se pierde más calor por esta vía. Si hay una corriente de aire, esta
renovación del aire, que se llama convección, aporta aire "nuevo", con capacidad
de conducir y el mecanismo de conducción vuelve a ser eficiente.
En primer lugar, la tasa de sudoración puede alcanzar hasta los 2 l/h, lo cual, se
relaciona con una pérdida importante de agua y la consecuente deshidratación, la
cual conllevará un aumento de la viscosidad de la sangre provocando un descenso
del volumen sistólico. Otra consecuencia de una elevada tasa de sudoración
durante periodos de tiempo prolongados, puede ser el descenso de la producción
de orina.