Res 2019005300202907000018972
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I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:
La parte demandada apela la Sentencia (Resolución número DOS), de fecha 23 de
enero de 2020, obrante de fojas 99-107, que declara FUNDADA la demanda
interpuesta por ROGER ALFONSO RUIZ GIL contra la MUNICIPALIDAD
DISTRITAL DE EL PORVENIR sobre reposición por despido incausado;
DECLARA la desnaturalización de los contratos de locación de servicios a los que
estuvo sujeto el demandante y se RECONOCE que desde su fecha de ingreso,
ocurrido el 01 de marzo del 2016, estuvo sometido a un contrato de trabajo a plazo
indefinido con la demandada MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE EL PORVENIR;
ORDENA la reposición del accionante a su centro de labores en el mismo cargo que
venía desempeñando (Conductor o Chofer – Obrero) u otro de igual jerarquía, con
igual o equivalente nivel y categoría remunerativa a la fecha del cese laboral;
ORDENA que la referida demandada pague al actor la suma de S/3,000.00 por
concepto de honorarios profesionales, más el 5% de dicha suma destinada para el
Colegio de Abogados de La Libertad; sin costas del proceso. Fundamenta su recurso
de apelación mediante escrito de fojas 110-113, solicitando la revocatoria de la
recurrida, argumentando lo siguiente:
a) Desnaturalización de los contratos de locación de servicios: La Juzgadora
incurre en error al señalar que desde el 01 de marzo de 2016 hasta el 31 de
diciembre de 2018 existió una relación laboral entre su representada y el actor
porque este último fue contratado bajo la modalidad de locación de servicios y su
actividad se desarrolló de forma independiente, autónoma y sin subordinación;
además, no se acreditó hecho alguno que haya desnaturalizado dicha
contratación porque como locador solo prestaba labores de apoyo y podía
disponer libremente de su tiempo y delegar el cumplimiento de su labor a
terceros.
b) La A quo no tiene en cuenta que los informes mensuales presentados por el actor
son una manifestación de la facultad de su representada de imponer límites,
lineamientos y verificación de las labores encomendadas en virtud a lo regulado
en los artículos 1760 y siguiente del Código Civil, más aún si dicha prestación
debe ser sustentada en las auditorías realizadas por la Contraloría General de la
República.
c) Reposición por despido incausado: Al no existir vínculo laboral es impertinente
pronunciarse respecto a la configuración del despido postulado, y por ello
deviene en improcedente la reposición solicitada.
d) Honorarios profesionales: La Juzgadora determina este concepto en una suma
excesiva y desproporcionada, sin tener en cuenta los factores y parámetros
fácticos que rodean al proceso.
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II. CONSIDERANDOS:
3. En ese sentido, este Colegiado procederá a efectuar el análisis sobre la validez de los
contratos de locación de servicios a fin de determinar si el demandante tiene derecho
al pago de los beneficios sociales pretendidos por haber mantenido una relación
laboral con la entidad demandada, pues el análisis de la desnaturalización se hace no
por ser pretensión autónoma como asumió la A quo, sino por constituir un hecho
jurídicamente relevante que integra la causa de pedir como ya ha sido precisado por
la Corte Suprema con claridad en la Casación Laboral número 7358-2013-Cusco,
cuando señaló que “… la “existencia de un contrato de trabajo de duración
indeterminada”, cuya verificación es establecida por el Juez, ya sea por la desnaturalización de
un contrato sujeto a modalidad, como ocurre en el presente caso, o por aplicación del principio
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de primacía de la realidad, en otros supuestos, como presupuesto previo al pronunciamiento
respecto a la pretensión de reposición, no constituye una pretensión autónoma e
independiente de la pretensión de reposición, sino que forma parte de la causa petendi de esta
última…” (punto 2 del fundamento noveno); es decir que, la desnaturalización de
una contratación “formal” perjudicial al trabajador es un hecho que debe
demostrarse. Constituiría parte de la teoría del caso de la demandada alegar la
validez de dicha “formalidad” como al demandante la denominada
desnaturalización o invalidez por la primacía de la realidad. En todo caso, es un
hecho de cuya probanza se alcanzará o no el amparo de los derechos pretendidos.
Siendo así, y considerándose que es labor del Juez la declaración del derecho a quien
le corresponda, lo que se ha traducido en las pretensiones de hacer o de pago que se
han formulado conjuntamente (a la desnaturalización) en este proceso, no debe ser
parte del fallo la declaración de un contrato de trabajo a plazo indeterminado porque
no ha sido demandado y porque si hubiera sido así, resulta técnicamente incorrecto
formular como pretensión la declaración de un hecho que constituye fundamento
fáctico de las demás pretensiones, por lo cual, habiéndose analizado la
desnaturalización la contratación civil, resulta innecesario el pronunciamiento en el fallo
sobre este hecho.
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en la acreditación de los elementos del contrato de trabajo, partiendo de una realidad
consistente en que la situación de inferioridad en la relación sustantiva se mantiene y
prolonga en la relación procesal, debido, principalmente, a que el trabajador no tiene
acceso al material probatorio, sino que éste se encuentra en poder de la demandada
en su calidad de empleadora. Si bien, bajo la vigencia de la Ley Procesal nro. 26636,
ya existía el principio de facilitación probatoria para tratar de equiparar a las partes
en condiciones de una igualdad más real en el proceso, la actual NLPT brinda
mejores condiciones para esta igualdad, al establecer que el demandante trabajador,
sólo tendría que acreditar la prestación personal de servicios. En efecto, el artículo
23.2 de la citada norma, exige únicamente la acreditación de la prestación personal
del servicio para que de tal hecho se derive una presunción relativa de verdad
respecto de la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado y así, se
deriven los otros elementos del contrato de trabajo, como la remuneración y la
subordinación.
6. En el presente caso, tenemos que ninguno de los argumentos esbozados por la parte
demandada en su escrito de apelación, desvirtúan objetivamente los hechos
determinados por la A quo en la sentencia apelada, los mismos que le han servido
como sustento para declarar la desnaturalización de los contratos civiles, en tanto ha
sido acreditada la prestación personal de servicios del demandante para la
demandada desde el 01 de marzo de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2018, con los
contratos de locación de servicios (fojas 48-60) y los recibos por honorarios (fojas 61-
88); activándose por ende la presunción de laboralidad prevista en el artículo 23.2 de
la NLPT, según el cual: “Acreditada la prestación personal de servicios, se presume la
existencia de vínculo laboral a plazo indeterminado, salvo prueba en contrario”;
trasladándose de esta manera a la demandada la carga de la prueba respecto a la
naturaleza autónoma (no laboral) de los servicios prestados por el actor1.
1Dicha reversión de la carga de la prueba se produce como consecuencia de la naturaleza juris tantum de la
presunción contenida en el referido artículo 23.2 de la NLPT, en tanto admite prueba en contrario, de modo
que no obstante presumirse legalmente el carácter laboral de los servicios, una vez acreditada la prestación
personal de los mismos, aún el empleador puede revertirla demostrando –probando- el carácter no laboral
de los servicios.
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única, cuando refiere que: “(…) era conductor y mi función era de movilizar tanto al
Alcalde a los secretarios y secretarias del municipio para hacer notificaciones (…) [¿Señor
usted tenía horario de trabajo?2] sí, entraba de ocho a cuatro [¿Usted firmaba la entrada y
salida?] en cuadernos [¿Quién tenía los cuadernos] los vigilantes (…)” (minuto 12:27-
13:15), lo cual implica una evidente subordinación del actor, porque fue asignado a
un despacho de la demandada y por ello estaba a disposición de los requerimiento
de traslado del mismo. Todo lo cual nos permite colegir que la demandada
direccionaba, fiscalizaba y controlaba la prestación personal del demandante como
chofer asignado al despacho de alcaldía, lo que importa reconocer expresamente
indicios de sujeción y subordinación que prueban la existencia de la laboralidad en la
prestación de servicios, y que refuerza la existencia de un contrato de trabajo.
8. Por último, la remuneración como elemento del contrato de trabajo también ha sido
acreditada con la retribución pactada en los propios contratos de locación de
servicios y los recibos por honorarios antes citados que no es más que una
contraprestación por los servicios prestados por el demandante en su calidad de
trabajador, sin que pueda señalarse que denote la existencia de una retribución y no
de una remuneración, pues, dichos documentos forman parte de una contratación
formal que se encuentra desnaturalizada, las mismas que encubrían una verdadera
relación de trabajo, y por ende, esta “retribución” no puede entenderse sino como la
remuneración cancelada al actor por sus servicios.
10. Siendo ello así, en el presente caso, al no haber logrado la demandada desvirtuar la
presunción de laboralidad, se concluye que la prestación de servicios del accionante
desde el 01 de marzo de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2018, en la realidad se ha
tratado de un contrato de trabajo a plazo indeterminado, pues evidentemente la
llamada “desnaturalización” de la locación de servicios por la utilización de fraude a
la ley laboral, al procurar el empleo de una figura contractual de naturaleza civil con
el propósito de eludir las normas de protección laboral, debe entenderse hacia un
contrato laboral “típico”, esto es a plazo indeterminado, en aplicación del principio
de primacía de la realidad que inspira al derecho laboral y en mérito a lo dispuesto
por el artículo 23.2 de la NLPT, siendo de aplicación asimismo, el artículo 4 de la
LPCL que establece: “En toda prestación personal de servicios remunerados y
subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado”;
máxime cuando en el presente caso, el demandante no sólo probó la prestación
personal de servicios, sino además los otros elementos esenciales del contrato de
trabajo, como son la subordinación y remuneración; todo lo cual, permite a este
Colegiado formar convicción positiva respecto a la existencia de una relación laboral
sujeta al régimen laboral privado desnaturalizada mediante el empleo de una
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13. NOTIFICACIÓN ELECTRÓNICA: La notificación de la presente sentencia se
efectúa únicamente a través de casilla electrónica en atención a la actual coyuntura
social de pandemia de la COVID 19; a la política jurisdiccional del Poder Judicial de
adoptar medidas para salvaguardar la salud y el bienestar del personal
jurisdiccional, abogados y público en general; a facilitar el acceso a la información
pública y virtual de los procesos judiciales a través del uso obligatorio del Sistema de
Notificaciones Electrónicas –SINOE-; y por tratarse de un mecanismo de notificación
reconocido en la NLPT de uso extensivo en el proceso laboral que, en las actuales
circunstancias, ofrece a los abogados y a las partes garantías procesales suficientes
del conocimiento de lo resuelto en el presente proceso.
S.S.
RODRÍGUEZ CHÁVEZ.
CASTILLO LEÓN.
PERALTA GARCÍA.
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