Fallo Tolaba

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Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional

Poder Judicial de la Nación


CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO - SALA VII
Causa N°: 62998/2012

SENTENCIA DEFINITIVA Nº 48981


CAUSA Nº: 62.998/2012 - SALA VII – JUZGADO Nº:7
En la ciudad de Buenos Aires, a los 26 días del mes de mayo de 2.016, para dictar
sentencia en los autos: “TOLABA HECTOR WALTER c/ O.S.PE.CON s/ DESPIDO” se
procede a votar en el siguiente orden:
EL DOCTOR NESTOR MIGUEL RODRÍGUEZ BRUNENGO DIJO:
I-Contra la sentencia de primera instancia, que hizo lugar a la demanda entablada,
recurren la demandada a tenor del memorial de fs163/167, recibiendo réplica de la contraria
a fs. 173/175.
Por último, la accionada recurre la totalidad de los honorarios regulados, por altos (fs.
163).
II- Para comenzar, la demandada afirma que la sentencia le causa agravio por haber
definido a la relación habida entre las partes como de naturaleza laboral. Sostiene, que la
prueba rendida en autos y la sana crítica demuestran que la calificación efectuada por el
Sentenciante resulta incorrecta, en tanto solo puede concluirse que el trabajo del actor lejos
estuvo de ser personal e insustituible, y las prestaciones brindadas por el actor no se ajustan
a lo preceptuado por la LCT.
En mi opinión el recurso no puede prosperar en tanto dista de constituir una crítica
concreta y razonada de los fundamentos de la sentencia cuya revocatoria persigue (conf. art.
116 L.O.).
En ese sentido, destaco que la recurrente no se hace cargo ni controvierte
concretamente la prueba en que se basó el Judicante para concluir que efectivamente entre
las partes medió una relación laboral.
Los argumentos vertidos por la recurrente no exceden de meras apreciaciones
dogmáticas sin anclaje en prueba objetiva de autos, que resultan claramente ineficaces para
motivar la revisión de lo actuado, en tanto en ningún tramo de su recurso la apelante señala
cual es la prueba que resulta concluyente para arribar a la solución que pretende.
Atendiendo a la forma en que se trabó la litis, cabe destacar que la demandada
reconoció expresamente la prestación de servicios del Sr. Tolaba en su carácter de
profesional médico. En consecuencia, la aplicación efectuada por el Sr. Juez A quo del art.
23 LCT ha resultado ajustada a derecho, en tanto dicha norma, sin distinguir título, profesión
u oficio alguno, se limita a señalar que “El hecho de la prestación de servicios hace presumir
la existencia de un contrato de trabajo, salvo que por las circunstancias, las relaciones o
causas que lo motiven se demostrase lo contrario. Esa presunción operará igualmente aun
cuando se utilicen figuras no laborales para caracterizar al contrato, y en tanto que por las
circunstancias no sea dado calificar de empresario a quien presta el servicio”.
Es decir que, como consecuencia del principio protectorio receptado por el art. 14 bis
Const. Nacional, el art. 23 LCT produce
Fecha de firma: 26/05/2016 una modificación de las reglas que rigen la carga de
Firmado por: ESTELA MILAGROS FERREIROS, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ROSALIA ROMERO, SECRETARIA
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la prueba, poniendo en cabeza de quien se benefició con la prestación de servicios la prueba


del carácter no laboral de los mismos, para lo cual debe acreditar las circunstancias,
relaciones o causas que así lo demuestren, o bien el carácter de empresario de quien brindó
la prestación y lo cierto es que la demandada no produjo prueba alguna en tal sentido.
Por otra parte la recurrente insiste con su defensa intentada al inicio en torno a la
conducta del actor, sin hacerse cargo, ni refutar eficazmente lo expresamente destacado por
el Sr. Juez de Grado en cuanto a que no obsta la solución arribada, el silencio que el
trabajador guardó durante los años en que la relación de empleo se desenvolvió de este
modo irregular, pues no corresponde aplicar la doctrina de los actos propios, que la
accionada pretende, a quien resulta ser titular de derechos que revisten la categoría de
irrenunciables y de indisponibilidad relativa. En tal sentido señaló también, que una
interpretación contraria conduciría a admitir la presunción de abandono de derechos
derivados del contrato de trabajo, en abierta contradicción con el principio de
irrenunciabilidad que emana de los arts. 12, 58 y concordantes de la LCT y que, conforme el
criterio sentado por la CSJN en autos “Padin Capella c/ Litho Formas S.A.” Fallos: 310:558,
no obsta que el empleado haya esperado a la finalización de la relación laboral para efectuar
su reclamo, puesto que dado lo dispuesto por los arts. 256, 259 y 260 del mismo cuerpo
legal, no estaba obligado a hacerlo hasta el agotamiento del plazo establecido en esa
normativa.
Debo señalar también que la accionada no ha fundado en norma alguna la supuesta
incompatibilidad entre la profesión del actor y la subordinación, en especial cuando conforme
unánime, reiterada y ya clásica doctrina en la materia admite que la subordinación técnica
puede no existir en casos como el de autos, sin que ello obste a la configuración de un
contrato de trabajo.
En relación al régimen en que se encuentra comprendida la demandada, conforme
surge de la leyes que enmarcan el mismo, y fuera expresamente señalado por la apelante,
no se encuentra obligada a prestar los servicios de salud en forma personal, lo cual no
implica que dicha circunstancia se encuentre vedada, por lo que el argumento defensivo
intentando en tal sentido, carece de eficacia.
En consecuencia, por todo lo expuesto, en mi opinión, corresponde confirmar la
sentencia en tanto consideró que entre las partes existió un contrato de trabajo, lo que
implica convalidar que el despido resultó justificado y por lo tanto también corresponde
confirmar la condena impuesta abonar las indemnizaciones de ley, en tanto el agravio
intentado al respecto incurre claramente en deserción (en igual sentido en esta Sala SD nº
46998 autos “Mandarano Guillermo Raúl C/ Obra Social del Personal de la Construcción S/
Despido”) .
III-En lo que atañe a las multas de la Ley 24.013, en mi opinión estando acreditado
que la intimación efectuada por el
Fecha de firma: 26/05/2016 actor a los fines de regularizar el vínculo, se impuso
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cuando el contrato de trabajo estaba vigente corresponde hacer lugar a las multas allí
previstas, por lo que también propongo confirmar lo actuado en primera instancia.
IV-No resiste el menor análisis su agravio por la procedencia del incremento previsto
en el art. 245 LCT y art. 45 de ley 25.345, como así también la entrega de los certificados del
art. 80 LCT habida cuenta que el mero disentir acerca de su procedencia tan solo
transcribiendo un artículo o remitiendo a las “razones expresadas precedentemente” las
cuales no figuran en el escrito de apelación de autos no constituye crítica eficaz como para
vulnerar los fundamentos del fallo en este aspecto, por lo que su recurso aquí cae en la
deserción (arts. 116 L.O. y 386 C.P.C.C.N., v. fs. 166/166 vta.).
V-Finalmente, abordaré los agravios de la demandada mediante los cuales cuestiona
lo resuelto en origen en materia de intereses.
Adelanto que no le asiste razón al apelante.
En efecto, entiendo que el concepto de mora está referido a la dilación o tardanza en
cumplir la obligación, por parte del deudor, es decir es la indemnización que debe pagar el
deudor ante el cumplimiento tardío de su obligación de dar una suma de dinero.
Entonces, considero que el acreedor (en este caso el trabajador) es una víctima del
incumplimiento de éste último; ha sido privado por éste de la capacidad de elegir el destino
de los fondos que no ha recibido en tiempo oportuno, y el mecanismo de aplicación de
intereses no debe generarle perjuicio ni menoscabo patrimonial sino justamente evitar el
deterioro del crédito reconocido cumpliendo de esa forma con la manda Constitucional que
garantiza la integridad del crédito laboral.
En el contexto descripto, he tenido la oportunidad de expresar mi voto afirmativo en el
Acta 2601 de la CNAT de fecha 21/05/2014, en la que se resolvió establecer que la tasa de
interés aplicable sea la Tasa nominal anual para préstamos personales libre destino del
Banco Nación; y que dicha tasa fuera aplicable desde que cada suma fuera debida respecto
de las causas que se encontraran -a la fecha del dictado de la resolución- sin sentencia.
Memoro que desde las Primeras Jornadas de Derecho, celebradas en San Nicolás en
el año 1964, organizadas por el Instituto de Estudios legislativos de la Federación Argentina
de Colegios de Abogados (FACA) donde fue anfitrión el Colegio de Abogados de San
Nicolás, se declaró que: “Cuando hubiere mora, la deuda de valor no excluye el accesorio de
los intereses moratorios, ya que éstos no están destinados a cubrir la depreciación
monetaria, sino el daño sufrido por el acreedor por la privación del uso del capital durante el
lapso de la mora y hasta el momento del cumplimiento”.
Es por ello que, entiendo que la justa indemnización al trabajador ante el cumplimiento
tardío de la obligación por parte del deudor se encuentra resarcido con la aplicación de la
tasa nominal anual para préstamos personales libre destino del Banco Nación, por lo que
propongo confirmar lo resuelto en origen, con los alcances del Acta CNAT 2630.
Fecha de firma: 26/05/2016 Por todo lo expuesto, propongo rechazar el recurso intentado.
Firmado por: ESTELA MILAGROS FERREIROS, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ROSALIA ROMERO, SECRETARIA
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VI- Los honorarios regulados en la primera instancia, con base en el mérito y


extensión de la labor desplegada por los profesionales actuantes, a mi juicio, lucen
equitativos, por lo que sugiero su confirmación (art. 38 L.O. y demás normas del arancel
vigentes).
VII-De tener adhesión este voto, las costas de alzada se imponen a la demandada
vencida (art. 68 del Cód. Procesal) y sugiero regular los honorarios por la actuación en
segunda instancia para la representación y patrocinio letrado de la parte actora y los de la
demandada en el 25% y 25%, respectivamente, de lo que en definitiva les corresponde por la
intervención que les cupo en la primera instancia (art. 14 Ley del arancel).
LA DOCTORA ESTELA MILAGROS FERREIRÓS DIJO: Por compartir sus
fundamentos, adhiero al voto que antecede.
EL DOCTOR GUISADO HECTOR CESAR: no vota (art. 125 de la ley 18.345).
A mérito de lo que resulta del precedente acuerdo, el Tribunal RESUELVE: 1)
Confirmar la sentencia apelada. 2) Costas de alzada a la demandada. 3) Regular los
honorarios por la actuación en segunda instancia para la representación y patrocinio letrado
de la parte actora en el 25% (VEINTICINCO POR CIENTO) y los de la demandada en el 25%
(VEINTICINCO POR CIENTO) respectivamente, de lo que les corresponde por la actuación
que les cupo en la primera instancia. 4) Oportunamente, cúmplase con lo dispuesto en el art.
1º de la Ley 26.856 y con la Acordada de la CSJN Nro. 15/2013.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.

Fecha de firma: 26/05/2016


Firmado por: ESTELA MILAGROS FERREIROS, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ROSALIA ROMERO, SECRETARIA
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