Pronap 2019-3 Completa
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Módulo 3
Concepto DOHaD
Módulo 3
Concepto DOHaD
Concepto DOHaD
Dra. Stella Maris Gil / Dr. Jorge Cabana 17
Información importante
Llegamos al último Módulo y en este envío Ud. está recibiendo:
••Cuadernillo de preguntas del Examen Final.
••Cuadernillo de preguntas del Trabajo en Terreno.
••Dos volantes sobre antibióticos.
••Folleto: Fiebre.
••Tablas de presión arterial.
EXAMEN FINAL
• Consta de 100 preguntas, cada una con una sola respuesta correcta.
• El nivel de exigencia para su aprobación es de 60% de respuestas correctas.
• Se responde en nuestro Campus Virtual de forma segura, sencilla y rápida.
Es la única forma de entrega.
• El resultado y su certificación estarán publicados en la página web de la SAP en
el mes de Julio/Agosto de 2020. Desde allí podrá descargarlos e imprimirlos.
TRABAJO EN TERRENO
• Se responde en el Campus Virtual.
• Su respuesta es obligatoria.
ENCUESTA DE OPINIÓN
• Se responde directamente en el Campus Virtual. Por favor, conteste con
la mayor espontaneidad posible. Su experiencia personal y sus consideracio-
nes son muy importantes para el mejoramiento del programa. Su respuesta es
obligatoria.
Muy importante:
••Corrobore con anticipación su acceso al Campus Virtual y que pue-
da acceder al Examen, Encuesta de Opinión y Trabajo en Terreno.
En caso de inconvenientes, solucionarlos puede llevar al menos
48 horas hábiles.
••Si solicita restablecer su clave tenga en cuenta que la misma se
soluciona en un plazo mínimo de 48 horas hábiles. Debe solicitarlo
en [email protected]
••No deje para último momento los envíos. NO HAY PRÓRROGA.
Fecha de entrega
Desde la recepción del Módulo 3 hasta el 30 de abril de 2020
- Trabajo en Terreno
30 de abril de 2020
- Encuesta de Opinión respuestas obligatorias
hasta las 23:30 hs
- Examen Final
Recuerde:
PRONAP 2020
INSCRIPCIÓN
• Desde el 1° de diciembre 2019 al 7 de Junio 2020.
• Aranceles preferenciales y 6 cuotas sin interés (beneficio para socios con cuo-
ta al día y abonando con tarjeta de crédito) inscribiéndose hasta el 31 de enero.
• Inscripción abierta en modalidad web hasta el 30 de noviembre de 2020 (arancel
ajustable).
Realice la inscripción en:
www.sap.org.ar, TRAMITES ON LINE, Área PRONAP, TIPS, Adolescencia,
haga clic en PRONAP 2020
TEMARIO
Como es habitual, los temas han sido seleccionados según las sugerencias de los
inscriptos, la consulta a los presidentes de Filiales y directores de Región. La deci-
sión final ha estado a cargo de la Dirección PRONAP y la Comisión Directiva de la
SAP.
Los temas podrán ser desarrollados con diferentes modalidades.
Deseamos un 2020
Establecer un vínculo efectivo con los pacientes y sus familias implica el desarrollo de
una disposición abierta a la escucha atenta y a una comunicación fluida durante la con-
sulta, en pos de la generación de un intercambio que permita expresar necesidades,
que ameriten la atención de la/el pediatra.
A veces como pediatras nos vemos sobrepasados cuando en la consulta surgen temas
vinculados al área de la salud mental, pudiendo surgirnos emociones relacionadas con
la incomodidad, con la percepción de no estar capacitados para manejar dichas situa-
ciones o, incluso, con pensar que ese aspecto no nos involucra a nosotros/as en tanto
pediatras.
Más allá de aquellas situaciones en las que corresponda con claridad la interconsulta
con el servicio de salud mental, tales como intento de suicidio, cortes auto-infligidos,
trastornos de la conducta alimentaria y/o dificultades con la identidad de género, de
manera cotidiana pueden surgir (si les otorgamos un lugar en la consulta) aspectos me-
nos rotundos, pero que requieren de nuestra atención: falta de adhesión a tratamientos
de enfermedades crónicas, consumo de sustancias o crisis de angustia, por nombrar
algunos casos.
Muchas veces actuamos en el marco de un viejo paradigma, a partir de una falsa dico-
tomía entre clínica (u organicidad) y salud mental, como si la enfermedad orgánica no
impactara –o no se incluyera– en la esfera emocional (y viceversa).
2. “Él desearía que (su madre) se comportase con él como lo hace con su hermano.
Pero lo desea como una señal, una prueba, nada más. Sabe que se pondría furioso
si ella comenzara a protegerlo constantemente (…). Las rabietas contra su madre son
unas de esas cosas que tiene que guardar celosamente en secreto y no confiar al
mundo exterior. Solo él, su hermano y sus padres saben de los torrentes de despre-
cio que vierte sobre ella, de que la trata como a un inferior. "Si tus profesores y tus
amigos supieran cómo le hablas a tu madre…", le dice su padre, moviendo signifi-
cativamente un dedo. Él odia a su padre por ver con tanta claridad la fisura de su
coraza.” (David, 9 años). Modificado de Infancia, J. M. Coetzee.
4. “La abuela nos pega (a mi hermano y a mí) a menudo con sus manos huesudas, con
una escoba o con un trapo mojado. Otras personas también nos dan bofetadas y pa-
tadas, no sabemos muy bien por qué. Los golpes hacen daño, nos hacen llorar. Las
caídas, los arañazos, los cortes, el frío y el calor también son causa de sufrimiento.
Decidimos endurecer nuestro cuerpo para poder soportar el dolor sin llorar. Empe-
zamos por darnos bofetadas el uno al otro, después puñetazos. (…) También vamos
desnudos, nos golpeamos el uno al otro con un cinturón. Nos vamos diciendo, a
cada golpe: "no ha dolido". Nos golpeamos fuerte, cada vez más y más fuerte.
6.“Me siento horrible: los granos son un espanto. Me parece que todo el mundo me
mira, ya no se que look inventar para estar mejor o si esconderme. No sé, espero que
esto pase y rápido (…). Mis padres dicen que pasará… Pero ¡qué angustia esa espe-
ra!” (Antonia, 15 años). Modificado de Palabras para adolescentes o complejo de la
langosta, F. Dolto y C.Dolto -Tolitch.
Este texto me hace sentir:
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Concepto DOHaD
Glosario
ADN Ácido desoxirribonucleico
ARN Ácido ribonucleico
BPA Bisfenol A
CV Curso de la vida
DBT Diabetes
DDT Dicloro difenil tricloroetano
DES Dietilestilbestrol
Siglas en inglés de Developmental Origins of Health and Disease.
DOHaD (Origen de la Salud y de la Enfermedad en el Desarrollo)
ECV Enfermedad cardiovascular
ECNT Enfermedades crónicas no transmisibles
EIA Experiencias infantiles adversas
DOHaD
Vulnerabilidad en las
Epigenética
etapas de desarrollo
Factores nutricionales,
Herencia
tóxicos ambientales y
intergeneracional
estrés crónico
Introducción
Recientemente, mediante estudios epidemiológicos realizados en distintas poblaciones
se ha llegado a la conclusión de que la situación nutricional durante las etapas prenatal
y posnatal puede influir en la susceptibilidad del adulto a padecer ciertas enfermedades
crónicas del adulto.
David Barker (1938-2013) médico epidemiólogo inglés estableció que: “Una vida saluda-
ble comienza en el útero. Las mujeres embarazadas que se alimentan bien, controlan su
peso y se mantienen activas, pueden mejorar las posibilidades de que sus bebés, aún
no nacidos, tengan una vida saludable al nacer y se conviertan en adultos sanos.”
Este nuevo paradigma explica el origen de las principales enfermedades crónicas del
adulto, que causan la mayor mortalidad en el mundo, y está revolucionando la salud
pública.
Con este enfoque la OMS y UNICEF instan a los gobiernos a invertir en el desarrollo
infantil temprano para garantizar el cuidado de la salud, los aspectos nutricionales, el
cuidado afectivo, la seguridad y el aprendizaje temprano.
La plasticidad celular es variable en cada etapa del desarrollo, siendo más prominente
durante la vida prenatal y postnatal temprana, durante el tiempo de diferenciación celu-
lar y formación específica de tejidos.
Los efectos pueden no ser visibles al nacer, dado que no ocasionan defectos de naci-
miento o malformaciones evidentes sino que se trata de cambios funcionales sutiles. Se
altera la síntesis proteica, el número de células o el metabolismo, aumentando el riesgo
de enfermedad o disfunción, que llega a manifestarse luego de un período de latencia
de meses, años o décadas.
Epigenética
La epigenética, término acuñado en 1942 por el biólogo Conrad Waddington, (del griego
epi, en o sobre la genética) es un sistema de regulación que controla la expresión de los
genes sin afectar la secuencia del ADN.
Epigenoma
El epigenoma muestra el programa de expresión genética único para cada tipo de célu-
la y define su identidad funcional, o sea, le indica hacia qué progenie celular diferenciar-
se y qué función debe cumplir.
Una célula determinada genéticamente para una función específica puede cambiar su
funcionalidad por influencia del ambiente y producir enfermedad.
Fuente: Adaptado de: Contaminación y epigenética: ¿nuestras experiencias afectan la salud de nuestros hijos?
Chin-Chan, M, Maldonado-Velázquez MG Vol. 19, Núm. 1, en-feb 2018 Rev Digital Universitaria.
Otros impactan en forma positiva, como una alimentación saludable, la actividad física,
la contención social y la preservación del microbioma intestinal.
DOHaD y
factores nutricionales
El estado nutricional de la madre durante el embarazo y la alimentación hasta los 2 años
(1000 días de vida) son algunos de los factores ambientales más influyentes en el desa-
rrollo fetal y en el estado de salud de la descendencia. Durante este período, según el
estado nutricional pueden programarse el perfil metabólico, el desarrollo neurológico y
la salud mental. Los cambios en la metilación del ADN serían algunos de los principales
mecanismos epigenéticos responsables de esta programación.
Por otro lado, recién nacidos de bajo peso tienen mayor riesgo de padecer enfermedad
cardiovascular e hipertensión arterial. Si bien inicialmente los estudios se enfocaron en
la desnutrición fetal como causa de hipertensión, obesidad y resistencia a la insulina
en adultos, investigaciones más recientes identificaron otras enfermedades que pue-
den ser resultado de la malnutrición, por déficit o exceso, como algunas enfermedades
inmunológicas (asma, rinitis y dermatitis atópica), mentales (déficit de atención e hipe-
ractividad, esquizofrenia) y reproductivas (trastornos de la fertilidad).
El aporte calórico se recibe a través de proteínas, grasas e hidratos de carbono; si bien
es esencial para el crecimiento tanto del feto como del niño, no es suficiente para el de-
sarrollo cerebral normal. En las etapas sensibles para un neurodesarrollo normal, el feto
debe recibir nutrientes indispensables tales como hierro, zinc, cobre, selenio y yodo,
vitaminas como A, D, B 6 y B 12 y los cofactores colina y folato. Su carencia puede pro-
ducir déficits de por vida en la función cerebral, aunque haya una reposición posterior.
La carencia temprana de estos nutrientes se asocia con puntuaciones más bajas en el
cociente intelectual, menor éxito escolar y trastornos del comportamiento.
Hierro. La deficiencia de hierro prenatal e infantil se asocia a largo plazo con trastor-
nos en la conducta que pueden no ser reversibles, incluso con el tratamiento posterior
con hierro. La deficiencia materna severa de hierro, el transporte limitado de hierro
materno-fetal (asociado con el tabaquismo o la hipertensión materna) o las afecciones
que aumentan la demanda fetal de hierro (como la diabetes materna), pueden provocar
deficiencia de hierro en el recién nacido y asociarse a largo plazo a déficit cognitivo.
La deficiencia de hierro en la adolescencia también se asocia con deterioro neurocog-
nitivo, pero que es reversible con el tratamiento con hierro, lo que confirma el concepto
de etapas críticas del desarrollo cerebral.
Yodo. Es esencial para la síntesis de la hormona tiroidea, indispensable para el neuro-
desarrollo. La deficiencia de yodo en las mujeres embarazadas conduce a cretinismo
en el niño, con déficit intelectual irreversible. La deficiencia crónica o moderada de yodo
en la vida postnatal se asocia con un rendimiento reducido en las pruebas de cociente
intelectual. Las mujeres que viven en áreas con deficiencia de yodo requieren suple-
mentos durante el embarazo.
Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (omega 3 y omega 6). No son pro-
ducidos en el organismo y deben incorporarse con los alimentos (atún, salmón, aceites
vegetales y algunas nueces y semillas). Son esenciales para el crecimiento celular y el
desarrollo neurocognitivo.
Se ha demostrado que los patrones de metilación del ADN están influenciados por la
dieta y pueden determinar la susceptibilidad a enfermedades.
Las dietas ricas en nutrientes como el ácido fólico son dadoras de metilo y pueden
modificar significativamente la expresión génica ofreciendo beneficios protectores para la
salud. Otros elementos como antioxidantes y fitoquímicos contenidos en los alimen-
tos contribuyen a eliminar los efectos dañinos del estrés oxidativo en el ADN que pueden
disparar los mecanismos que perturban el metabolismo normal. La descripción de sus
mecanismos excede este capítulo. En la tabla 1 se mencionan algunos alimentos que
pueden modificar la expresión genética y ofrecer beneficios protectores para la salud.
Una dieta rica en vegetales (hortalizas, legumbres, cereales, frutos, tubérculos y semi-
llas), variada en colores y armónica aporta las sustancias necesarias para beneficiar la
salud, junto a los productos de origen animal.
Del mismo modo que ocurre con la malnutrición y el estrés en el embarazo, la exposi-
ción a ciertos químicos altera el patrón epigenético en los órganos en desarrollo (prin-
cipalmente sistema nervioso, endocrino y respiratorio). Estos cambios epigenéticos
perduran y pueden ocasionar una mayor susceptibilidad para determinadas patologías.
Los metales pesados como el arsénico, níquel y cadmio tienen la capacidad de inte-
rrumpir la metilación del ADN o de afectar la acetilación de histonas y como resultado
causan el silenciamiento de algunos genes provocando la transformación celular. Estos
mecanismos epigenéticos se han asociado con una serie de enfermedades incluyendo
el cáncer, trastornos neurológicos y enfermedades autoinmunes.
La plasticidad del cerebro fetal, del lactante y durante la primera infancia es particular-
mente sensible a las influencias químicas.
La exposición pre y postnatal a eventos adversos que generan estrés ejerce conse-
cuencias a corto y largo plazo, produciendo efectos duraderos en la estructura y el
comportamiento neuronal. Esto implica un papel crítico en la etiología y la evolución de
varias enfermedades, incluidos los síndromes metabólicos, deterioro cognitivo y trastor-
nos psiquiátricos.
Los estudios experimentales muestran que ratones separados de sus madres en los
primeros días de vida (abandono) se mostraron menos capacitados para enfrentar
situaciones de estrés a lo largo de su vida y su memoria fue más pobre que los que no
fueron separados.
También se hace referencia a que los niños que enfrentaron estrés tóxico crónico mostra-
ron cambios en todo el genoma, no sólo en genes que controlan la respuesta al estrés,
sino en genes implicados en una amplia gama de enfermedades metabólicas en adultos.
Fuente: adaptado de Judith G Hall, Epigenetics: What does it mean for paediatric practice?
Paediatr Child Health. 2014 Jan; 19(1): 27–30.
Estas evidencias nos muestran que recibimos una herencia parental y somos el resultado
modelado por las experiencias y estímulos ambientales positivos o negativos de nuestros
padres y abuelos, al cual sumamos las experiencias propias en el curso de la vida.
Una conciencia acabada de ello nos obliga a realizar una investigación profunda de los
antecedentes de la historia familiar, social y ambiental del RN. La información apropiada
nos ayudará al diagnóstico; una integración interdisciplinaria es necesaria para brindar
una atención adecuada y orientación anticipada.
Recordemos que el genoma tiene memoria. Es posible que los genes que se acti-
varon o desactivaron temprano en la vida para adaptarse al estímulo del momento, no
funcionen correctamente más adelante en la vida cuando se necesiten.
Tiene especial importancia lo sucedido en la denominada Hora de Oro, que abarca los
primeros sesenta a noventa minutos después del nacimiento, por su rol en la instaura-
ción de la lactancia y el afianzamiento del vínculo parental.
Debemos estar alertas frente a niños con obesidad, asma, atopía, retraso en el desa-
rrollo, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, DBT, problemas de salud mental
y del comportamiento, buscando las raíces de estas enfermedades en los padres y
abuelos.
ANTECEDENTES RIESGO
Estado nutricional materno Síndrome metabólico, ECV, obesidad, DBT, HTA,
Sobrepeso/desnutrición. alteración del neurodesarrollo.
Cáncer, ECV, obesidad, esteatosis hepática,
Consumo de tabaco, alcohol, drogas.
trastornos neurodesarrollo.
Respuestas inadaptadas al estrés, trastornos del
Estrés sostenido durante el embarazo.
ánimo o conducta. Suicidio.
Exposición a tóxicos (Domisanitarios, solventes, Trastornos del neurodesarrollo, DBT, síndrome
pinturas, plaguicidas, cosméticos, tinturas, metabólico, obesidad, cáncer, pubertad
bisfenol A, Dietilbestrol y otros disruptores precoz, trastornos en la reproducción y
endócrinos). neurodegenerativos.
Preeclampsia/eclampsia. HTA, DBT.
DBT gestacional. DBT, ECV, esquizofrenia.
Disbiosis intestinal: enterocolitis necrotizante,
asma y enfermedad atópica, enfermedad
Administración de antibióticos.
inflamatoria intestinal, obesidad y trastornos del
neurodesarrollo.
Forma y tamaño de la placenta. HTA, DBT.
Antecedentes perinatológicos Obesidad, ECV, HTA, DBT, síndrome metabólico,
(hipoxia, prematurez, RCIU, APEG). trastornos neurodesarrollo, esquizofrenia.
Examen físico y anamnesis. En todas las edades debe realizarse el registro antropo-
métrico (peso, talla y perímetro cefálico) y explorar alimentación, sueño, vínculo mater-
no; planificación de nuevos embarazos; entorno familiar (apoyo sostén y contención a
la diada madre-hijo, estrés crónico, conflictos), social (participación, integración, aisla-
miento) y ambiental (calidad de vivienda y exposición a químicos); pautas madurativas,
intercurrencias, lesiones por causas externas, administración de ATB. Detección de
experiencias infantiles adversas.
RN-6 meses. Condiciones del embarazo, parto, puerperio, depresión materna, lactancia.
DOHaD está considerada como una ciencia aun relativamente reciente, pero los avan-
ces de estudios moleculares revelan que las exposiciones ambientales afectan el fun-
cionamiento de nuestros genes.
La buena noticia es que los entornos saludables en etapas tempranas ayudan a que
nuestros genes funcionen de manera más efectiva y que durante el embarazo estos cui-
dados, además de disminuir la morbimortalidad neonatal, contribuyen a prevenir enfer-
medades en la descendencia y las generaciones futuras.
El enfoque de Curso de vida se diferencia del enfoque de etapas de la vida. La vida del
individuo y de las comunidades no es una suma de etapas (recién nacido – primera
infancia, etc.) sino una trayectoria, un proceso continuo donde las influencias se enca-
denan y se suman para manifestarse como salud/enfermedad a lo largo de la vida.
“El enfoque de Curso de vida es una aproximación a la realidad que integra una mirada
longitudinal sobre la vida y sus etapas, configura un salto de un enfoque evolutivo a un
enfoque interrelacional, vinculando una etapa con la otra y definiendo factores protecto-
res y de riesgo en el acontecer futuro, en el marco de los determinantes sociales”1
El concepto DOHaD señala que las experiencias en la vida intrauterina y los primeros
años de vida, a través de una serie de interacciones dinámicas de condiciones am-
bientales y experiencias personales, tienen un impacto significativo en el programa de
expresión genética para modelar la salud o enfermedad en el curso de la vida.
Curso de vida y Concepto DOHaD se complementan en un enfoque que urge para que
las políticas de salud garanticen programas en la primera infancia para acceder a una
alimentación saludable, a desarrollar las habilidades cognitivas y a lograr el bienestar
necesario para convertirse en adultos saludables y productivos, cumpliendo con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Conceptos importantes
Periodo de latencia. Existe un tiempo entre la exposición a una influencia y las ma-
nifestaciones en el individuo o la población. Ese periodo de latencia es muy variable y
puede incluso trascender a otra generación.
Plasticidad – Períodos críticos. Las exposiciones tienen diferente influencia según el
momento. Hay periodos particularmente sensibles –críticos–, como los primeros 1000 días
de vida y la adolescencia donde la plasticidad del individuo ante una noxa es mayor.
Las intervenciones tempranas y en las etapas de mayor plasticidad suelen tener un gran
efecto sobre la salud y enfermedad en etapas posteriores, mientras que las intervencio-
nes posteriores –tardías– pueden tener menor impacto.
Riesgo acumulado. A lo largo del curso de vida de un individuo pueden sumarse ele-
mentos de protección o de riesgo para una enfermedad crónica.
El período de latencia y el riesgo acumulado hacen que la mayoría de las ECNT no
sean visibles en forma inmediata, lo que dificulta la percepción de riesgo por parte de la
población e incluso por el equipo de salud.
Prevención primaria y prevención primordial. El concepto DOHaD y el de Curso de
vida ofrecen una perspectiva diferente desde la prevención y la promoción de la salud,
jerarquizando las intervenciones de prevención primaria y de prevención primordial; am-
bas centran su accionar en el período pre patogénico, buscando evitar la enfermedad
con acciones hacia la población, hacia individuos o hacia grupos de riesgo.
La prevención primaria está orientada a prevenir una enfermedad específica o a
disminuir los factores de riesgo conocidos, antes de que se vean afectadas personas
susceptibles. Brinda una protección específica para el control de las causas y de los
factores de riesgo detectados. Su eficacia es medible en el mediano plazo. El ejemplo
más conocido de prevención primaria son las inmunizaciones, para la prevención de
enfermedades transmisibles.
Para asegurar los mejores resultados en prevención primaria y primordial los objetivos
en salud deberían ser compartidos por otros actores sociales, lo que aseguraría la opti-
mización de esfuerzos con un trabajo mancomunado, intersectorial e interdisciplinario.
Quienes elaboren las políticas de salud deben considerar que el enfoque de Curso de
vida y el Concepto DOHaD apuntan a lograr los Objetivos del Desarrollo sustentable
2030, desde una visión que permitiría mejorar la salud de la población, particularmente
en prevención de ECNT.
Ejercicio de Autoevaluación N º 1 39
Autoevaluación 1
Antecedentes familiares. Madre 34 años. Empleada. Secundario completo. Obesa. Nunca rea-
lizó actividad física regular. No refiere consumo de alcohol ni otras sustancias. Padres, hermanos
y abuela materna obesos. Padre 35 años. Empleado. Universitario incompleto. Fuma 20 cigarrillos
diarios. Realizó actividad física regular hasta los 25 años. Padre hipertenso. Abuelo muerte súbita a
los 50 años.
Un hermano de 5 años, varón, caminó a los 16 meses. Concurre a Jardín de infantes donde lo defi-
nen como tranquilo. Pasa el resto del día en casa de sus abuelos maternos hasta el regreso de los
padres del trabajo. Allí hay algunos juguetes, a veces pinta, mira TV varias horas por día. No realiza
actividades fuera del Jardín. No hay organización de sus comidas y la abuela prepara lo que él quie-
re. Peso: 24.800 kg.
40 Ejercicio de Autoevaluación N º 1
1 Autoevaluación
d) ¿Cuál puede ser la evolución en el curso de la vida de este paciente, si no hay modificaciones?
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• Aldana, 10 años de edad. Usted atiende por primera vez a Aldana, cuya madre la trae al consultorio
porque según refiere tiene muchos problemas con la alimentación. Le cuenta que desde hace un año
Aldana dice que no quiere ser gorda como ella y que ahora decidió ser vegana. Es eutrófica: pesa 35
kg (PC 75), mide 142 cm (PC 90), IMC 17,6 PC 50, recién comienza la pubertad, es buena alumna,
tiene muchas amigas, juega al voley, se lleva bien con su mamá.
Ahora la madre está en pareja desde hace 7 años con Horacio, convivencia desde hace 3 años.
Horacio quiere mucho a Aldana.
Horacio fabrica baterías, tiene un taller donde era su casa anterior, pero están pensando en trasla-
darlo al fondo de la casa donde viven porque trabaja muchas horas. Los dos son gordos y fuman. No
tuvieron otros chicos por miedo a que Aldana sufriera, pero lo están pensando.
Identifique 3 medidas preventivas que, en esta familia, puedan impactar en más de una generación.
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Ejercicio de Autoevaluación N º 1 41
Autoevaluación 1
• Rodrigo, 4 años de edad. Acude a la consulta de 1ª vez en consultorios externos del hospital por
trastornos en el aprendizaje y conductuales. Lo trae la madre. Impresiona buen medio, aunque refiere
haber cancelado sistema privado de salud por situación económica.
Sostén cefálico 4° mes; sedentación 7° mes; bipedestación 12° mes; deambulación 15 meses; bisí-
labo 13 meses. Presenta actualmente dificultades en el lenguaje expresivo. Jardín desde los 3 años.
La maestra refiere trastornos en la conducta con sus compañeros y con los docentes (agresividad e
hiperactividad). Sueño muy inquieto. Por el trabajo de los padres a veces lo acuestan a las 2 h de la
madrugada. Colecho. Alimentación: Comida rápida. Pocas verduras. No tiene horarios regulares.
Peso 15 kilos, Talla 103 cm. Fascies adenoides, paladar ojival. Resto s/p. Hiperactivo en la entrevis-
ta, con déficit de atención. Contacto visual por momentos, juega con un objeto sin prestar atención a
las preguntas que se le formulan. Habla en tono alto y rápido, acortando o uniendo vocablos. Dislalia
y verborrea. La madre refiere que a veces no escucha bien y le pidieron una consulta con ORL para
descartar hipoacusia.
42 Ejercicio de Autoevaluación N º 1
CONCLUSIÓN
El concepto DOHaD ofrece un enfoque que redefine el rol del pediatra y de todo el
equipo de salud, al brindar evidencia científica de que la prevención de enfermedades
crónicas no transmisibles comienza en etapas precoces, donde el accionar pediátrico
es ineludible.
Lecturas recomendadas
• Uauy R, Kain J, Corvalan C. How can the Developmental Origins of Health and Disease (DOHaD)
hypothesis contribute to improving health in developing countries? Am J Clin Nutr. 2011; 94:1759S–
1764S.
• Heindel J, Balbus J, Birnbaum L, et al. Developmental origins of health and disease: integrating envi-
ronmental influences. Endocrinology. 2015; 156:3416–3421.
• Gluckman PD, Buklijas T, Hanson MA. Chapter 1. The Developmental Origins of Health and Disease
(DOHaD) Concept: Past, Present, and Future. The Epigenome and Developmental Origins of Health and
Disease – ELSEVIER 2016.
• Barnes M, Heaton T, Goates M, Packer J. Intersystem Implications of the Developmental Origins of
Health and Disease: Advancing Health Promotion in the 21st Century - Healthcare (Basel). 2016 Sep;
4(3): 45.
2. Verdadero.
3. Falso. Los 1000 días incluyen los 9 meses de gestación y los 2 primeros años de vida.
4. Falso. Los efectos pueden no ser visibles al nacer, dado que no ocasionan defectos de nacimiento o
malformaciones evidentes sino que se trata de cambios funcionales sutiles. Se altera la síntesis pro-
teica, el número de células o el metabolismo, aumentando el riesgo de enfermedad o disfunción, que
llega a manifestarse luego de un período de latencia de meses, años o décadas.
5. Verdadero.
6. Verdadero.
7. Verdadero.
8. Falso. Las intervenciones tempranas tienen mayor impacto en la salud que intervenciones tardías.
9. Verdadero.
10. Falso. La prevención primordial está orientada a modificar y/o establecer nuevos patrones sociales,
económicos y culturales que mejoren la calidad de vida.
a) Madre obesa, con antecedentes familiares de obesidad. Padre fumador, con antecedentes familiares
de hipertensión. Lactante con sobrepeso y retraso motor. Hermano con sobrepeso y sedentarismo.
Hábitos familiares sedentarios.
b) Cesárea. Bajo peso al nacer. Lactancia corta. Alimentación complementaria inadecuada. Concurre a
jardín maternal. Padre fumador. Aumento rápido y excesivo de peso.
c) Reunión con ambos padres para jerarquizar la importancia de modificar hábitos de la familia.
Alimentación saludable. Estimulación del lactante. Recreación y actividades con pares para el herma-
no mayor. Actividades recreativas comunes para la familia. Asesoramiento al padre para dejar consu-
mo de tabaco y retomar actividad física, etc.
44 Clave de Respuestas N º 1
1 Clave de respuestas
• Aldana, 10 años de edad. Identifique 3 medidas preventivas que puedan impactar en más de una
generación.
Se puede conversar con Aldana sobre qué es un estilo de vida saludable y explicarle:
b) Que para mantener un peso saludable hay que ingerir la cantidad de calorías necesarias; que no
está relacionado con el consumo de alimentos de origen animal; una dieta vegana también puede
ser hipercalórica; depende de la composición de los alimentos (grasas, hidratos de carbono y
proteínas) y de la cantidad que se ingiera, no de su origen. Que una forma de mantener un peso
saludable es aumentar las calorías que se gastan a través de la actividad física. Otros beneficios
de la práctica deportiva.
c) Que, si aun así decide adoptar una dieta vegana, por su edad, necesita una supervisión nutricional
profesional para asegurar que el aporte de micro y macronutrientes sea adecuado.
d) Que, si adopta una dieta vegana y en algún momento de la edad adulta decide tener un bebé, es
importante que consulte a un médico nutricionista por el altísimo riesgo para el bebé de déficit de
B12, ácido fólico y hierro.
Con la mamá se puede conversar que si está pensando tener otro hijo:
a) Que está en una edad ideal, por lo que sería un momento oportuno.
b) Que es mejor para ellos tener un peso saludable y no fumar, pero que es determinante para la
salud del bebé que la mamá tenga un peso saludable durante la gestación y que no fume ni esté
expuesta al humo de cigarrillo.
c) Importancia de la lactancia.
Para toda la familia es importante evitar la exposición al plomo, pero es especialmente riesgosa la
exposición de las embarazadas. La contaminación de los lugares de trabajo es un problema y la con-
taminación en pequeñas industrias informales pasa desapercibida. La más importante es el reciclaje
de baterías con liberación de vapores de plomo, que constituye un problema oculto. Sería mejor no
mudar el taller al hogar. Horacio debería consultar a un clínico para descartar intoxicación crónica
y adoptar medidas de protección (ventilación del lugar, protección respiratoria, guantes y ropa, no
comer ni beber en el trabajo, bañarse y cambiarse antes de volver a la casa, etc).
Clave de Respuestas N º 1 45
Clave de respuestas 1
c) Alteración de la salud mental. Trastorno y/o déficit del desarrollo intelectual, fracaso escolar, trastor-
nos de conducta y problemas de orden legal, conductas sexuales inapropiadas y consumos de alcohol
y drogas. Investigaciones recientes asocian tabaquismo pasivo con trastornos metabólicos/obesidad.
d) Dejar el consumo de sustancias (alcohol, tabaco, drogas) recurriendo a ayuda profesional. Derivación
atención de adultos. Consejería para evitar concepción hasta resolver problemática de salud mental.
Encaminar al niño con evaluación neurológica, psicológica, recreación dirigida. Apoyo escolar. Organi-
zar horarios y alimentación.
46 Clave de Respuestas N º 1
2 Capítulo
Hipertensión arterial
en el niño y el adolescente
Esquema de contenidos
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Causas de
hipertensión secundaria
Normal
Normal alta o elevada
Hipertensión estadio 1
Hipertensión estadio 2
Hipertensión de guardapolvo blanco
Hipertensión oculta
Hipertensión severa:
emergencia/urgencia hipertensiva
Definiciones
Dadas las diferencias de criterio entre el consenso europeo y las guías americanas
(unos sub-diagnosticados y otro sobrediagnosticados) con respecto a la definición pre-
via basada en percentilos, creemos prudente seguir utilizando las definiciones de HTA
basadas en percentilos hasta los 16 años (Anexo I). A partir de esa edad, mas del 95%
de los pacientes alcanzan la talla prácticamente definitiva por lo que sugerimos que se
tomen los valores de adulto de acuerdo con lo consensuado con médicos de adultos.
PRESIÓN ARTERIAL NORMAL. Promedio de PA sistólica (PAS) y/o PA diastólica (PAD)
por debajo del Pc 90 para sexo, talla y edad medida en 3 o más determinaciones.
PRESIÓN ARTERIAL NORMAL ALTA O ELEVADA. Promedio de PAS y/o PAD mayor al
Pc 90 pero menor al Pc 95 para sexo, talla y edad medida en 3 o más determinaciones.
Adolescentes mayores de 16 años con valores entre 130-139/ 85-89.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESTADIO 1. Promedio de PAS y/o PAD mayor al Pc 95 para
sexo, talla y edad medida en 3 o más determinaciones, en niños menores de 16 años y
en mayores de 16 años entre 140-159 mmHg de PAS y 90-99 de PAD.
Fuente: adaptado de Clinical Practice Guideline for Screening and Management of High Blood Pressure in Children
and Adolescents. Pediatrics Aug 2017 Flynn JT et al. Consenso de Factores de Riesgo SAP-SAC 2018.
Fuente. Adaptado del Consenso Europeo 2016– Lurbe et al. Guía de práctica clínica de la ESH/ESC 2013 para el
manejo de la hipertensión arterial. Grupo de Trabajo para el manejo de la hipertensión arterial de la Sociedad Europea
de Hipertensión (ESH) y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). RevEspCardiol. 2013;66(10):880.
Guideline for the Prevention, Detection, Evaluation, and Management of High Blood Pressure in Adults:
A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association
Task Force on Clinical Practice Guidelines. JACC 2017.Whelton PK et al.
Ancho de la Largo de la
Largo de la funda
cámara inflable cámara inflable
(cm)
(cm) (cm)
Recién nacido 4 8 23
Lactante 8 13 30
Niño 10 18 40
Adulto 13 22 52
Brazo grande (obesos) 16 34 65
Muslo 20 40 76
En caso de no contar con manguitos adecuados es lícito realizar las mediciones con
uno de mango de mayor tamaño, debido a que si el mango no cubre como mínimo el
80% de la circunferencia estaría arrojando valores elevados de PA que no son reales
(pseudohipertensión).
En la primera consulta es aconsejable tomar la PA en ambos brazos para luego quedar-
se con el brazo dominante; si ésta es elevada se deberá medir también en miembros
inferiores (con mango de tamaño para muslo). Realizar por lo menos 3 tomas separadas
por 1 minuto cada una del mismo brazo. Se considerará el promedio de las dos últimas
lecturas realizadas sobre todo en preadolescentes y adolescentes.
El paciente debe estar en un ambiente confortable, sentado y relajado con la espalda
apoyada sobre el respaldo de la silla, con vejiga vacía. El brazo debe estar apoyado con
el mango correctamente colocado en la misma línea del corazón dejando la fosa ante
cubital al descubierto para apoyar el estetoscopio; en caso de que el paciente se en-
cuentre en decúbito dorsal el manguito también deberá estar en la línea del corazón, ya
que, en aquellos pacientes que presenten un diámetro antero posterior torácico aumen-
tado, el brazo queda fuera de esta línea y tendría que elevarse para realizar una correc-
ta medición. Es de buena técnica realizar la primera medición palpatoria de la PA sobre
todo en los niños pequeños para evitar comprimir excesivamente el brazo y provocar
dolor (que aumenta la PA).
En las sucesivas consultas se deberá tomar del brazo que haya arrojado valores más
elevados en la primera consulta. Los niños pequeños pueden estar sentados en la falda
del acompañante, no deben estar llorando ni irritables. Las tablas fueron realizadas utili-
zando esfigmomanómetro de mercurio (método auscultatorio).
Presión Porcentaje
Clasificación MAPA
consultorio de carga
Presión normal < Pc 90 < Pc 95 < 25%
HTAGB ≥ Pc 95 < Pc 95 < 25%
≥ Pc 90 y ≤ Pc 95
Prehipertensión,
o < Pc 95 ≥ 25%
PA limítrofe o elevada
> 120/80
HTAO < Pc 95 > Pc 95 ≥ 25%
HTA por MAPA > Pc 95 > Pc 95 25-50%
HTA severa por MAPA > Pc 95 > Pc 95 > 50%
Fuente. Con autorización de Ambulatory Blood Pressure Monitoring in Children and Adolescents:
Recommendations for Standard Assessment. Hypertension, 2008. Elaine Urbina, et al.
Requisitos a tener en cuenta para una adecuada interpretación del MAPA en niños y
adolescentes:
••Se utilizan las Tablas de la American Heart Association. En el
Anexo II se presentan los valores de referencia MAPA según edad y
sexo.
•• Sólo puede ser utilizado en niños mayores de 5 años o con
talla ≥ 120 cm.
••Los equipos deberán ser validados en pediatría (la misma puede ser
consultada en www.dableducational.org).
••El equipo deberá programarse cada 15 o 30 minutos durante el día y
cada 30 minutos a la noche.
••Para que el estudio sea válido, se deberán obtener entre 40 y 50 lec-
turas efectivas (65-75%) y por lo menos 1 medición por hora durante
la noche.
Manejo inicial de
un paciente hipertenso
Detectar o confirmar la presencia de HTA: medición de la PA en el consultorio y
MAPA (Monitoreo Ambulatorio de la PA) a fin de confirmar o descartar HTA.
Establecer el riesgo cardiovascular global. Factores de riesgo: antecedentes
familiares de HTA, dislipemias, insulino-resistencia, historia familiar de enfermedad car-
diovascular prematura, obesidad abdominal, SAOS y factores psicosociales.
Interrogatorio: existen factores de riesgo para el desarrollo de HTA, entre ellos: histo-
ria familiar de HTA, enfermedades cardiovasculares, bajo peso de nacimiento, obesidad,
dislipidemia, diabetes 1 o 2 (DBT), insulino - resistencia, tabaquismo, nivel socioeco-
nómico y enfermedades con mayor riesgo de HTA a largo plazo (coartación de aorta co-
rregida, síndrome urémico hemolítico, nefropatía por reflujo, historia familiar de feocro-
mocitoma).
La posibilidad de que algún trastorno subyacente sea la causa de la HTA debe ser
considerada especialmente en niños pequeños y /o sintomáticos con HTA severa. Así
como también el médico deberá hacer un interrogatorio dirigido (en caso de poliuria y
polidipsia con nicturia se sospechará la presencia de renina aumentada o el comienzo
de una DBT, o historia de infección urinaria a repetición (procesos febriles no aclarados
como es el caso de las uropatías). Se deberá indagar sobre sustancias ilícitas, fármacos
y otros tóxicos como plomo, mercurio, arsénico.
Examen físico: debe incluir la medición del peso y talla, con la determinación de los
percentilos correspondientes.
También debe calcularse el Índice de Masa Corporal (IMC) de acuerdo a los percentilos
de tablas de la Organización Mundial de la Salud(OMS) (http://www.who.int/childgrowth/
standards/chts_wfa_ninas_p/en/) y la circunferencia de la cintura (CC) como fuertes
predictores de HTA dada la asociación de esta entidad con la obesidad e
insulino-resistencia.
La PA debe medirse en los cuatro miembros con el fin de descartar coartación de aorta
y/u otras arteriopatías. Este examen deberá ser completo y exhaustivo tratando de
pesquisar pulsos en los cuatro miembros para descartar coartación de aorta, enferme-
dad de Takayasu; soplo abdominal holosistólico que estaría induciendo a la sospecha
1. Renales
Pielonefritis
Uropatía por reflujo con o sin hidronefrosis
Glomerulonefritis
Riñón displásico congénito
Riñón poliquístico tipo infantil
Hipoplasia renal segmentaria
Tumores renales (Wilm)
Parenquimatosas Síndrome nefrótico resistente
Síndrome urémico-hemolítico
Síndrome de Schonlëin Henoch
Lupus con compromiso renal
Traumatismo renal
Rechazo agudo y crónico post-trasplante renal
Infiltración leucémica renal
Enfermedad de Alport
Hipertensión arterial
con renina baja
También denominadas formas monogénicas de hipertensión arterial, que están presen-
tes desde el nacimiento y que de no ser detectadas ponen en riesgo la vida del pacien-
te. Se caracteriza por valores de actividad renina plasmática baja con o sin hipopotase-
mia e historia familiar de hipertensión arterial severa, de aparición temprana y asociada
a accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca o hipertensión refractaria. Estas
entidades son:
a) Hipertensión suprimible por dexametasona.
b) Hiperplasia adrenal congénita.
c) Síndrome de Liddle.
d) Exceso aparente de mineralocorticoides.
e) Pseudohiperaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon.
Hipertensión Arterial
limítrofe
Tratamiento farmacológico
A diferencia de los adultos que recomiendan bajar la PA por debajo de 140/90; en los ni-
ños, en ausencia de estudios prospectivos a largo plazo, se utiliza el Pc 95 como punto
de corte para diferenciar hipertensión de normotensión, pero probablemente sea más
seguro alcanzar el Pc 90 como objetivo.
La terapia farmacológica está indicada en los siguientes casos.
••Hipertensión arterial secundaria.
••Hipertensión arterial sintomática.
••Hipertensión arterial con daño de órgano blanco.
••Diabetes tipo 1 o 2.
••Enfermedad renal crónica.
••Persistencia de hipertensión arterial a pesar del tratamiento no
farmacológico.
IECA
ARA II BB
CA DIU
Dosis de Dosis
Droga Intervalo
inicio máxima
0,3-0,5 mg/kg/ 6 mg/kg/día hasta
Captopril Cada 24 h
dosis 150 mg/día
0,08 mg/kg/día 0,6 mg/kg/día
Enalapril Cada 24 h
IECA hasta 5-10 mg/día hasta 40 mg/día
0,07 mg/kg/día 0,6 mg/kg/día
Lisinopril Cada 24 h
hasta 5-10 mg/día hasta 40 mg/día
Ramipril 2,5 mg/día Cada 24 h 20 mg/día
Candersartan 4 mg/día Cada 24 h 32 mg/día
Irbersartan 75-150 mg/día Cada 24 h 300 mg/día
ARA II 0,75 mg/kg/día 1,4 mg/kg/día
Losartan Cada 24 h
hasta 50 mg/día hasta 100 mg/día
Valsartan 2 mg/kg/día Cada 24 h 160 mg/día
0,04 mg/kg/día
Bisoprolol/HCT hasta 2.5/6.25 Cada 24 h 10/6,25 mg/día
BB mg/d
6 mg/kg/día
Metoprolol 1-2 mg/kg/día Cada 8-12 h
hasta 200 mg/día
10-12 mg/kg/día
Labetalol 2-3 mg/kg/día Cada 12 h
hasta 1,2 g/día
BB con
acción alfa
0,1 mg/kg/dosis 0,5 mg/kg/dosis
Carvedilol Cada 12 h
hasta 25 mg/día hasta 25 mg/día
3,3 mg/kg/día
Espironolactona 1 mg/kg/día Cada 12-24 h
hasta 100 mg/día
3 mg/kg/día
Hidroclorotiazida 0,5-1 mg/kg/día Cada 24 h
Diuréticos hasta 50 mg/día
3-4 mg/kg/día
Triamtirene* 1-2 mg/kg/día Cada 12 h
hasta 300 mg/día
0,5-2 mg/kg/
Furosemida** Cada 12 h 6 mg/kg dosis
dosis
< Pc 90 recomendado
HTA: hipertensión arterial, DOB: daño de órgano blanco, TA: tensión arterial,
AH: antihipertensivas, VO: via oral, EV: endovenoso, UTIP: terapia intensiva pediátrica.
Fuente: Guía para el manejo de las Crisis Hipertensivas. Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan 2018.
1. Emergencia hipertensiva
............................
Ejercicio de Autoevaluación N º 2 71
Autoevaluación 2
72 Ejercicio de Autoevaluación N º 2
2 Autoevaluación
4. Con todos los datos obtenidos, cuál es, a su criterio, el/los diagnóstico/s de Santiago?
...............................................................................................................
...............................................................................................................
Ejercicio de Autoevaluación N º 2 73
Autoevaluación 2
• Lucas, 14 años de edad. Ingresa por guardia con cefalea importante, inyección conjuntival y un
registro de TA 170/110.Choque de punta hiperdinámico, pulso saltón y regular, presente en los
4 miembros. Abdomen blando depresible RHA + no se palpa visceromegalias ni soplo. Según refiere
su madre presentó vómitos alimentarios, hiporexia y cefalea de 3 años de evolución. Se lo nota adel-
gazado, adinámico, sin mucho interés por las cosas.
1. ¿Frente a qué situación nos encontramos?
...............................................................................................................
...............................................................................................................
5. ¿Cuál es el tratamiento?
...............................................................................................................
...............................................................................................................
74 Ejercicio de Autoevaluación N º 2
2 Autoevaluación
• Nicolás, 13 años de edad. Ingresa al servicio de Emergencias por presentar cefalea intensa de una
semana de evolución acompañada de vómitos ocasionales y dolor abdominal. La cefalea era pulsátil
que le impedía dormirse y no mejoraba con analgésicos. En las últimas 48 horas se agregan visión
borrosa y pérdida transitoria de la visión. Previamente san
Datos (+) al examen físico: Regular estado general. Desorientado, dolorido y mareado. Afebril.
FC. 110 x min. FR. 20T. A. 204/ 125 y 197/ 120. Choque de punta: Hiperdinámico. Resto del examen físi-
co normal.Durante la consulta presenta una convulsión tónico-clónica generalizada y se interna en UCI.
1. ¿Es una urgencia o una emergencia hipertensiva?
...............................................................................................................
...............................................................................................................
Ejercicio de Autoevaluación N º 2 75
Conclusiones
Rotular a un niño y/o adolescente de hipertenso no es una tarea fácil para el pediatra.
El pediatra debe tomar la presión arterial en su consulta desde los 3 años de vida. Para
ello debe reconocer los manguitos de presión indicados y contar con un tensiómetro,
siendo recomendado el tipo aneroide. Es recomendable contar con manguitos con cá-
maras de 10, 13 y 16 cm de ancho, que cubre la población de niños a partir de los 8-9
años, adolescentes y obesos.
Recordar que los manguitos deben ser adecuados para el tamaño del brazo del niño,
que debe cubrir el 80% de la circunferencia del mismo y 2/3 del largo entre olecranon y
acromion.
Es de buena práctica hacer un correcto diagnóstico de la misma en la población pediá-
trica, ya que existen situaciones diversas que pueden llevar al pediatra a una falsa inter-
pretación. Tanto el MAPA como el MDPA son dos herramientas útiles para confirmar el
diagnóstico de HTA que se inicia con la PAC, ambos con sus diferencias y limitaciones;
en el caso del MAPA la escasa accesibilidad (pocos aparatos en manos de pediatras
preparados para su interpretación), su costo, mientras que el MDPA es una técnica muy
difundida en adultos y personalmente creo que a pesar de la escasa información exis-
tente en pediatría va ser una técnica muy útil y difundida en un futuro.
Lecturas recomendadas
• Guía para el manejo de las Crisis Hipertensivas. Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” 2018.
• Iturzaeta A, Pompozzi L, Casas Rey C, Passarellia I, Torres F. Prevalencia de hipertensión enmas-
carada en niños con factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión arterial. Arch Argent Pediatr
2018;116(5):328-332.
• Lurbe E, Agabiti-RoseicE, Cruickshankd JK, Dominiczak A, Erdine S, Hirth A, Invitti C, Litwin M,
Mancia M, Pall D, Rascher W, Redon J, Schaefer F, Seeman T, Sinha M, Stabouli S, Webb NJ, Wuhl E,
and Zanchetti A. 2016 European Society of Hypertension guidelines for the management of high blood
pressure in children and adolescents. J Hypertens 2016; 34 (1):1-34.
• Consenso de FR SAC/SAP. Arch. Arg. Pediatria 2019; 117 Supl 6: 5205-5242.
1. Emergencia hipertensiva
c
Clave de Respuestas N º 2 77
Clave de respuestas 2
4. Con todos los datos obtenidos, cuál es, a su criterio, el/los diagnóstico/s de Santiago?
HTA leve sistólica, obesidad con Insulino-resistencia e hipercolesterolemia y HDL baja.
• Lucas
1. ¿Frente a qué situación nos encontramos?
Nos encontramos frente a un paciente sintomático, Hiperdinámico sin fiebre e HTA severo.
78 Clave de Respuestas N º 2
2 Clave de respuestas
Imágenes: Eco renal ambos riñones de ecogenicidad conservada, estructura y tamaño normal. Masa
sólida retroperitoneal vascularizada, para aórtica cercana al polo inferior renal con áreas hipoecoicas
de 3,65 x 3 x 4 cm. TAC abdominal informó masa para aórtica Izq. Eco cardio: HVI.
Laboratorio: HG: 9.900 blancos/mm3 62% N Hb. 14,5 g/dl plaq. 248000/mm3.Na 140 mE/l/ K
3,5 mE/l. Bi d 0,4 mg/dl total 1,8 mg/dl GOAT 62 UI/l GPT 50UI/l FAL 325 UI/L, Creat 0,48 mg/dl
Urea 46 mg/dl. Urico 5,9. Glucemia 102 mg/dl. EAB discreta alcalosis metabólica. Proteinuria de
24 h 270 mg/día.
4. Sospecha diagnóstica:
• Hipertensión maligna acelerada; Secundario a probable Feocromocitoma.
• Se solicitan catecolaminas urinarias. Resultado de catecolaminas: adrenalina 0 adrenalina,
noradrenalina 774 (elevada) AVM 9,9.
Clave de Respuestas N º 2 79
Clave de respuestas 2
5. Tratamiento
Diagnóstico: Feocromocitoma extra adrenal. Se programa cirugía para exéresis del mismo.
Dieta hiposódica.
Medicación: Alfa Bloqueante Doxazocina 1 mg c/12 horas. Atenolol 25 mg/día.
• Nicolás
1. ¿Es una urgencia o una emergencia hipertensiva?
Por la clínica del paciente nos encontramos frente a una emergencia hipertensiva.
80 Clave de Respuestas N º 2
ANEXO I
Tablas de presión arterial argentinas
adaptadas de AAP 2017
Para determinar la presión arterial (PA) se utiliza la talla en cm. Cuando
la talla se encuentra entre dos valores de la tabla, se debe utilizar el va-
lor en cm más alto para buscar el percentilo de la PA. Ejemplo: varones
de 11 años en la tabla figura talla 146,4 y 151,3, el paciente mide 149.
Busco los valores en talla 151,3.
Mujeres de 11 años en la tabla figura talla 147,8 y 152,8, la paciente
mide 149. Busco los valores en talla 152,8.
Dadas la diferencia de tallas entre la población Argentina y las de
EE.UU. con las que se construyeron las tablas, es posible que las tallas
más bajos y algunas de las más altas no estén representadas en las
tablas a esa edad. En estos casos, para interpretar el percentilo de PA
debemos compararlos con los extremos que figuren para la esa edad.
Ejemplo: varón de 11 años con talla 132, usamos para los percentilos
de PA la talla de 134,7 de la tabla que es la más baja que figura.
Mujeres de 11 años con talla 132, usamos para los perecentilos de PA
la talla 135,6 que es el menor valor de talla que figura.
Se recomienda utilizar estas tablas para las definiciones de HTA basa-
das en percentilos hasta los 16 años y a partir de esa edad la clasifica-
ción de adultos.
Reproducido con permiso de Journal Pediatrics, Vol. 140(3), Pág.(s) e20171904, Copyright © 2017 by the AAP.
Reproducido con permiso de Journal Pediatrics, Vol. 140(3), Pág.(s) e20171904, Copyright © 2017 by the AAP.
Mujeres
Fuente: reproducción autorizada. Home Blood Pressure normalcy in children and adolescents:
the Arsekeion School Study. J Hypertens. 2007. Stergius et al.
MESES 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
PA SISTÓLICA
76 98 101 104 105 106 106 106 106 106 106 105 105
(Pc 90)
PA DIASTÓLICA
68 65 64 64 65 65 66 66 66 67 67 67 67
(Pc 90)
PA sistólica
PA diastólica (K4)
MESES 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
PA SISTÓLICA
87 101 106 106 106 105 105 105 105 105 105 105 105
(Pc 90)
PA DIASTÓLICA
68 65 63 63 63 65 66 67 68 68 69 69 69
(Pc 90)
Traducido de: Starr MC, Flynn J. Neonatal hypertension: cases, causes, and clinical approach. Pediatric Nephrology.
Publicación online: mayo 2018. PAS presión arterial sistólica, PAD presión arterial diastólica, PAM presión arterial media.
Esquema de contenidos
Temperatura rectal
Métodos de medición de la Temperatura oral
temperatura corporal Temperatura axilar
Temperatura de la membrana timpánica
Intervenciones no medicamentosas y
fármacos antipiréticos
Tratamiento de la fiebre Mecanismos de acción
Indicaciones y contraindicaciones
Efectos adversos
Introducción
Carla es traída a la consulta por sus padres. Tiene 8 meses, no ha tenido ninguna enfer-
medad previa, está adecuadamente vacunada. Desde la madrugada, hace aproximada-
mente 12 horas, comenzó con fiebre. Tuvo un primer registro de 38,3°C, que cedió con
16 gotas de paracetamol (pesa 7,8 kg). Aunque le costó dormir bien (creen que por la
fiebre y porque además está con mocos y tos con catarro), la temperatura algo le bajó,
tomó bien el pecho y por la mañana jugaba y se reía como siempre. Pero 5 horas des-
pués le volvió a subir a 38,6°C. Intentaron bañarla para disminuirle la temperatura, pero
notaron que ésto la puso más molesta, incluso con escalofríos y reticulado en la piel, no
paraba de llorar.
Los padres están muy preocupados porque es la primera vez que Carla tiene fiebre y
encima volvió a subirle a pesar del tratamiento. Tienen varias dudas, que le transmiten a
su pediatra:
1) ¿Cuál es la mejor forma de tomarle la temperatura? ¿Es necesario despertarla para
hacerlo? ¿A partir de qué valor se considera fiebre y cuándo habría que tratarla?
2) ¿Por qué el baño no fue efectivo? ¿Cuál es el mejor antitérmico para darle? ¿Cuánto
debe bajarle la fiebre luego de su administración? ¿Y si no le baja lo suficiente?
3) Si no nos damos cuenta de que tiene fiebre, ¿le puede hacer mal? ¿Qué valor de
temperatura puede hacerle daño si no frenamos el ascenso de la fiebre? ¿Con qué
valor puede convulsivar?
4) Al tener más de 6 meses, ¿deberíamos haberle dado ibuprofeno?
5) Si no le baja, ¿qué otra medicación se le puede dar? ¿Se pueden combinar o dar en
simultáneo dos antitérmicos?
La fiebre, un aumento regulado de la temperatura corporal, es una conducta - respues-
ta de los seres vivientes (mamíferos, aves, reptiles, peces y también ciertos invertebra-
dos) ante una acción o una agresión que desequilibre su interior y/o sus interacciones
con el medio ambiente.
Existe una larga tradición, al menos en las culturas occidentales, de considerar a la
fiebre como una respuesta a las enfermedades, pero también, erróneamente, como
una enfermedad en sí misma.
A través de la historia siempre existió la controversia acerca de si resultaba beneficiosa
o perjudicial. Para Hipócrates era favorable: la describió como una defensa montada
por el cuerpo en contra de un trastorno subyacente. “El humor afectado excedía a los
Las dudas que plantearon los papás de Carla en el caso clínico descripto al comienzo
de esta introducción, se repiten a diario en los consultorios y guardias. Alrededor de un
30% de todos los pacientes que atendemos los pediatras presentan fiebre como prin-
cipal motivo de consulta, lo que la convierte en una de las razones más comunes por la
que los padres llevan a sus hijos al médico.
En cualquier actividad profesional, médica o no, tal casuística tendría que haber acuña-
do una doctrina sólida e indiscutible. Pero no ocurrió de este modo con la fiebre:
Los pediatras, en gran parte, adherimos a esos planteos más emocionales que cien-
tíficos y frecuentemente fomentamos dicha fobia con nuestras conductas, consejos y
prescripciones. La valoración y el tratamiento apropiados de este signo son habilidades
básicas y necesarias que debemos tener los pediatras.
Los padres frecuentemente se preocupan por la necesidad de mantener una tempera-
tura normal en su hijo. Aproximadamente la mitad considera temperaturas menores a
38°C como fiebre y un 25% utilizaría medicación con valores menores a 37,8°C. Es más,
85% de los padres despertaría a su hijo con fiebre, para darle un antitérmico; conducta
avalada por un 20% de los pediatras.
Haríamos bien en aclarar nuestro enfoque para darle a la fiebre un abordaje y tratamien-
to distinto al de las enfermedades que la causan.
Para obtener la temperatura rectal, se coloca al niño con su vientre hacia abajo o
acostado con las piernas flexionadas, se lubrica la extremidad del termómetro y la
abertura anal con vaselina y se inserta sin forzar a una profundidad aproximada de 2,5-
3 cm; se debe contener al niño y sostener sus nalgas hasta completar el procedimiento.
La presencia de heces en el recto o una mala perfusión intestinal, así como una técnica
inadecuada, pueden afectar la precisión de la medida. Este procedimiento no es reco-
mendable que lo realicen los padres. Si bien avalado por varios autores, genera moles-
tias físicas, psicológicas y no está exento de riesgos; está contraindicado en pacientes
inmunocomprometidos y lactantes pequeños.
La temperatura oral no debería determinarse sino hasta que el niño tenga más de
5 o 6 años de edad y pueda cooperar. Una vez que el termómetro se coloca debajo o
al costado de la lengua, su medición (utilizando un termómetro digital) demora menos
de 1 minuto y la lectura obtenida será de alrededor de 0,5°C menor que la temperatura
rectal. El niño deberá sostener el termómetro con los labios o con los dedos, nunca con
los dientes. Esta medición puede afectarse por la presencia de taquipnea, si el paciente
tiene la nariz obstruida y no puede mantener la boca cerrada y por la ingesta de alimen-
tos fríos o calientes, por lo que será necesario evitarlos como mínimo una hora antes.
La medición de la temperatura axilar es la más utilizada en nuestro medio. Se efec-
túa colocando la extremidad del termómetro en la axila, corroborando que esté seca,
cerrando luego la misma y manteniéndola así sosteniendo el codo contra el pecho. La
mayoría de los termómetros digitales producen un sonido cuando lograron medir la
temperatura y pueden ser retirados, lo que en general no demora más de 1 minuto. Re-
comendamos leer el manual de uso para conocer el tiempo requerido de permanencia
en la axila en aquellos que no tienen la alarma sonora.
Algunos autores proponen que agregando 1°C a la temperatura medida en la axila
podría estimarse la temperatura rectal. Sin embargo, no es posible conocer la diferen-
Mecanismos de regulación
de la temperatura corporal
La fiebre es una respuesta adaptativa ampliamente presente en el reino animal.
Los animales se clasifican, según el tipo de regulación térmica, en endotérmicos (aves
y mamíferos) y exotérmicos (peces, anfibios y reptiles). Los primeros autorregulan su
temperatura corporal produciendo suficiente calor interno, mientras que los exotérmi-
cos, como son incapaces de generarlo, lo toman del medio seleccionando el microclima
adecuado.
Fuente: Straface RT, Bermejo P, Borrás M, Celestino J, Ferolla F, Ferolla FM, Pelaya E, Robbio G.
Grupo de Trabajo “El Niño Febril”, Región Metropolitana, Sociedad Argentina de Pediatría. Fiebre en Pediatría.
Ediciones Fundación Sociedad Argentina de Pediatría. 1ª Edición. Buenos Aires, 2006.
La fiebre:
••Retrasa el crecimiento y la reproducción de microorganismos, tanto
bacterianos como virales e interfiere con la virulencia de ciertos
patógenos.
••Disminuye la disponibilidad de oligoelementos como el hierro y el zinc,
indispensables para el metabolismo de las bacterias, muchas de las
cuales requieren mayores cantidades a temperaturas más altas.
••Estimula la quimiotaxis leucocitaria, la proliferación de linfocitos T y
su actividad colaboradora y citotóxica, mejora la migración de neu-
trófilos y la producción de superóxidos.
••Favorece la síntesis de anticuerpos y la disponibilidad de éstos e
incrementa la liberación y actividad de los interferones.
••Induce respuestas de estrés en los microorganimos, lo que aumen-
ta la presencia de patrones moleculares asociados a patógenos
(PAMPs), que mejoran aún más la respuesta inmune.
En la mayoría de los casos, la fiebre es de corta duración, benigna e incluso protectora
del huésped. Algunos estudios mostraron que, si bien causa malestar, puede ayudar a
una recuperación más rápida de las infecciones.
La fiebre es uno de los signos de la respuesta de fase aguda que comprende también
acciones en varios sistemas: hematológico, endocrinológico, neurológico e inmunológico.
(A) El ingreso de un virus o bacteria provoca la formación de interleukina 1. A partir de ella se generan dos
cadenas metabólicas: la de las prostaglandinas (B) y la del Zinc y los neurotransmisores (C).
(B) Las prostaglandinas elevan el Punto de Ajuste en el hipotálamo anterior (B1) y provocan vasoconstric-
ción a partir del hipotálamo posterior (B2).También aumentan el catabolismo proteico (B3) y aceleran el
metabolismo y registros vitales (B4).
(C) Baja de Zinc, se afectan las enzimas dependientes y esto afecta a los neurotransmisores propendiendo a
la convulsión febril. Existiría una interacción entre la vía inhibitoria mediada por el ácido gama-aminobuti-
tico (GABA) y la vía excitatoria en la que intervienen el ácido glutámico y el aspártico, cuyo receptor es el
N-Metil-d-aspartato (NMDA). La alteración del equilibrio normal produciría las descargas.
Los fármacos antipiréticos actúan inhibiendo la síntesis de prostaglandinas, modificando el punto de
ajuste hipotalámico. No influyen en la vía de los neurotransmisores.
Fuente: Straface RT, Bermejo P, Borrás M, Celestino J, Ferolla F, Ferolla FM, Pelaya E, Robbio G.
Grupo de Trabajo “El Niño Febril”, Región Metropolitana, Sociedad Argentina de Pediatría. Fiebre en Pediatría.
Ediciones Fundación Sociedad Argentina de Pediatría. 1ª Edición. Buenos Aires, 2006.
como podemos apreciar en las siguientes relaciones entre temperatura corporal y punto
de ajuste:
••En la normotermia el punto de ajuste y la temperatura corporal
coinciden.
••En la fiebre, en primer lugar, sube el punto de ajuste y luego la tem-
peratura.
••En la hipertermia, aunque la temperatura corporal está elevada, el
punto de ajuste es normal, no se encuentra modificado. Figura 1 y
Tabla 2.
Parámetro en
En la FIEBRE En la HIPERTERMIA
consideración
Causas Principalmente infecciosa Sobrecalentamiento
Fuente de calor Interna Externa o droga
Punto de ajuste Elevado Normal
Objetivo Guardar calor Ceder calor
El individuo siente Frío (inicialmente) Calor
El individuo procura Abrigo (inicialmente) Desabrigo
Conducta Quietud Movimiento
La piel está Caliente y seca Caliente y sudorosa
Fuente: Straface RT, Bermejo P, Borrás M, Celestino J, Ferolla F, Ferolla FM, Pelaya E, Robbio G.
Grupo de Trabajo “El Niño Febril”, Región Metropolitana, Sociedad Argentina de Pediatría.
Fiebre en Pediatría. Ediciones Fundación Sociedad Argentina de Pediatría. 1° Edición. Buenos Aires, 2006.
De hecho, es probable que un niño que alcance una temperatura tan alta tenga un ele-
mento de hipertermia, como deshidratación, además de fiebre.
En lo expuesto hasta acá, hemos descripto un mecanismo que llamamos efervescen-
te, que eleva la temperatura corporal para mejorar las defensas. Superada la agresión,
ocurre su desactivación.
La evidencia cada vez mayor nos demuestra que, como característica intrínseca de la
respuesta febril, el cuerpo libera criógenos endógenos, que contrarrestan los pirógenos
y modulan qué tan alto el hipotálamo regula su termostato, constituyendo el mecanismo
defervescente de la fiebre. Hay diferentes sustancias que participan en este meca-
nismo: los glucocorticoides inhiben la síntesis de prostaglandina E2; el factor liberador
de la corticotropina realimenta negativamente al hipotálamo; las terminaciones nerviosas
de la región septal producen arginina-vasopresina que ejerce acción antipirogénica en
receptores cerebrales específicos, donde el bloqueo activo de los mismos produce el ya
mencionado “techo autorregulable” de la fiebre; dentro del grupo de las citoquinas anti-
inflamatorias, la IL-10 es considerada como la de mayor acción antipirética, inhibiendo la
producción de TNF, IL-1, IL-6, IL-8 y aumentando la expresión de receptores de antago-
nistas de la IL-1; la hormona estimulante de los melanocitos, sintetizada en las neuronas
del núcleo arcuato, antagoniza a las citoquinas como la IL- 1; el factor de necrosis tumoral
puede limitar la fiebre en animales de laboratorio inoculados con lipopolisacáridos bacte-
rianos (este factor participaría en los dos sistemas: efervescente y defervescente).
Como mencionamos previamente, existen algunos cuadros graves y muy poco frecuen-
tes en donde se supera el “techo autorregulable” estos son:
••El golpe de calor (hay gran absorción sin eliminación adecuada).
••La hipertermia maligna (encontramos alta generación que no se
puede disipar).
••El síndrome neuroléptico maligno (no se logra la vasodilatación
periférica por un impedimento dopaminérgico central).
Tratamiento de la fiebre
Como describimos anteriormente, hay una serie de estudios que adjudican a la fiebre
una elevación de los sistemas defensivos del organismo que conducen a la aparición
precoz de una respuesta inflamatoria y a una disminución del número de microorganis-
mos infectantes.
El tratamiento correcto de la fiebre comienza mucho antes de que el niño esté febril.
Como primer paso, los pediatras debemos reconocer que contribuimos con muchos
de nuestros actos a crear la fobia a la fiebre. Es habitual que se prescriban o incluso
administren antitérmicos antes siquiera de conocer la historia de la enfermedad, los an-
tecedentes del paciente y, muchas veces, incluso antes de un examen físico exhaustivo.
Respondemos por inercia a la demanda de los padres o cuidadores: ¡mi hijo tiene fie-
bre!, ¡vuela de fiebre!, ¡no le baja!, invirtiendo las prioridades, intentando bajar la fiebre,
cuando lo primero es identificar la enfermedad subyacente que la causa y, en caso de
que ésta lo requiera, tratarla precozmente.
Debemos enseñar a los padres y cuidadores que la fiebre es una de las respuestas
naturales del cuerpo y no una amenaza en sí misma y que la falta de un tratamiento es-
pecífico, fuera de un cuidado sensato (mantener la hidratación, alivianar ropas), no hará
que la temperatura se eleve incontroladamente hasta niveles peligrosos.
Más allá del alivio sintomático, el tratar la fiebre no mejora la evolución de la enfermedad
infecciosa que la causa, no previene secuelas ni el desarrollo de convulsiones febriles.
Asimismo, la convulsión febril simple no producirá epilepsia ni dejará daño cerebral,
aunque es un episodio muy angustiante para los padres. Es importante explicarles en qué
consisten, remarcarles que son benignas, no ocasionan daño neurológico y pueden pre-
sentarse independientemente del nivel de temperatura que se alcance. Se dan en aproxi-
madamente 4 de cada 100 pacientes con fiebre previamente sanos, sin trastorno neuro-
lógico ni infección concomitante del sistema nervioso central, entre los 6 meses a 6 años,
pueden ser tónicas, atónicas o tónico-clónicas, generalizadas, de menos de 15 minutos
de duración, no generan secuelas, con recuperación sin inconvenientes. El conocimiento
ayuda a bajar la ansiedad y angustia permitiendo una mejor toma de decisiones.
Nuestras conductas deben llevarnos a que se sienta mejor y no a incomodarlo aún más. Si
está durmiendo con fiebre, que siga durmiendo, si está jugando o no impresiona molesto o
dolorido, que lo siga haciendo, no necesita de la intervención de los padres ni menos aún,
del pediatra. Existe consenso a nivel internacional en que sólo habría que considerar
el uso de agentes antipiréticos en aquellos niños con fiebre que se encuentren molestos
o doloridos. Los antitérmicos no deberían ser indicados con el sólo objetivo de reducir la
temperatura corporal en niños con fiebre a los que se ve cómodos y se sienten bien.
Un recaudo especial merece el tratamiento sintomático de la fiebre en los lactantes
pequeños, en especial los menores de 3 meses. En ellos, el riesgo de infección
bacteriana grave o potencialmente grave es mayor y no debe demorarse la consulta al
pediatra ante la presencia de fiebre. Además, la vida media de todos los antitérmicos
Estas medidas son efímeras, porque no actúan sobre el punto de ajuste y van en contra
de lo que el organismo quiere, que es guardar y generar calor y suelen provocan dis-
confort, acentuando el malestar del niño (llanto, escalofríos).
Siguiendo un ejemplo dado más arriba, mientras que los fármacos antipiréticos hacen
descender el termostato, con lo que amortiguan el impulso para generar calor, los me-
dios físicos ejercen el efecto contrario: se abren las ventanas dejando la estufa prendi-
da, sin modificar el termostato.
A medida que comienza el enfriamiento físico externo, el hipotálamo detecta una diver-
gencia mayor entre su nivel establecido y la temperatura real del cuerpo; para cerrar
Paracetamol Ibuprofeno
analgésico
Efecto analgésico - antipirético
antipirético - antiinflamatorio
Nivel de disminución de la
1 - 2°C 1 - 2°C
temperatura
Tiempo de inicio de acción < 1 hora < 1 hora
Tiempo para el efecto máximo 3 - 4 horas 3 - 4 horas
Tiempo de duración del efecto 4 - 6 horas 6 - 8 horas
Dosis 10 - 15 mg/kg/dosis 5 - 10 mg/kg/dosis
Intervalo mínimo de
4 a 6 horas 6 a 8 horas
administración
Dosis diaria máxima 60 - 90 mg/kg/día (*) 30 - 40 mg/kg/día
Menor edad para su
3 meses (**) 6 meses
administración
(*) La dosis diaria máxima de 90 mg/kg/día debería limitarse a menos de 3 días consecutivos.
(**) Su uso antes de los 3 meses de edad tiene que ser decidido por el médico,
luego de que el paciente haya sido examinado.
Fuente: Sullivan JE, Farrar HC, Sección de Farmacología Clínica y Terapéutica y
Comité de Drogas de la Academia Americana de Pediatría. Pediatrics 2011; 127:180-187.
2. Josefina tiene 6 meses, nació a término con buen peso. Es traída por primera vez a la consulta con
usted para un control en salud. Su examen físico es normal, tiene adecuado desarrollo neuromadu-
rativo y crecimiento pondoestatural. Luego que Ud. les informa a los padres acerca de las vacunas
que le corresponden a esta edad según el Calendario Nacional, le preguntan si es necesario darle
paracetamol en simultáneo con la aplicación de las mismas.
¿Ante qué situación es necesario suministrarle a la bebé paracetamol?
a. Es correcto administrar paracetamol como profilaxis al momento de aplicar las vacunas, pero a
la mitad de la dosis habitual para la fiebre: 5 mg/kg.
b. Por su edad, correspondería administrarle ibuprofeno.
c. Es correcto administrar paracetamol como profilaxis dentro de los 30 minutos de aplicar las
vacunas, a la dosis habitual para la fiebre: 10 mg/kg.
d. No es necesario administrar ningún antitérmico junto con las vacunas. En el caso de que horas
después de su aplicación Josefina no se sienta bien, esté molesta o dolorida (tenga o no fiebre),
pueden darle paracetamol a 10 mg/kg/dosis.
e. Va a ser necesario administrarle paracetamol como profilaxis cuando se le apliquen las vacunas
correspondientes al año de vida.
Lecturas recomendadas
• Chiappini E, Venturini E, Remaschi G, et al. 2016 Update of the Italian Pediatric Society Guidelines for
Management of Fever in Children. J Pediatr 2017; 180:177-183.
• National Institute for Health and Care Excelence. Fever in under 5s: assessment and initial
management. Clinical Guideline. Updated 2017. Consultada el 26-12-2018 en: https://www.nice.org.
uk/guidance/cg160.
• Sullivan JE, Farrar HC, Sección de Farmacología Clínica y Terapéutica y Comité de Drogas de la
Academia Americana de Pediatría. Pediatrics 2011; 127:180-187.
• Schulert GS, Grom AA. Fever and the inflammatory response. En: Long SS, Prober GC, Fischer M.
Principles and Practice of Pediatric Infectious Diseases. Elsevier, 5° Edición. Estados Unidos, 2018,
pág. 93-97.
• Asociación Española de Pediatría. Fiebre: ¿Qué hacer cuando el niño tiene fiebre? 2014. Consultada
el 26-12-2018 en: https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/que-hacer-cuando-nino-tiene-fiebre.
2. D. No es necesario administrar ningún antitérmico junto con las vacunas. En el caso de que horas
después de su aplicación Josefina no se sienta bien, esté molesta o dolorida (tenga o no fiebre), pue-
den darle paracetamol a 10 mg/kg/dosis.
No es aconsejable la administración rutinaria de antitérmicos como profilaxis previa o en simultáneo
a la vacunación para prevenir la aparición de fiebre. Por un lado, esta práctica favorece la “fobia a la
fiebre”: la mayoría de las veces los niños no presentan fiebre y malestar luego de ser vacunados y no
necesitan medicación alguna. Además, algunos estudios muestran una menor respuesta de anticuer-
pos frente a antígenos vacunales al administrarse un antitérmico como profilaxis (Prymula R et al.,
Lancet 2009; Wysocki J et al., Vaccine 2017).
Salud mental.
Signos de alarma
Esquema de contenidos
SALUD MENTAL (SM)
SIGNOS DE ALARMA
Trastornos de ansiedad
Trastornos de conducta
Depresión
Conducta autolesiva e intento de suicidio
Trastornos psicóticos
Es comprendida cada vez más como un estado completo del ser, que no consiste
simplemente en la ausencia de enfermedad mental o trastorno específico, sino, contem-
pla también la noción subjetiva de bienestar, así como el grado de inserción y
contribución social.
Junto con la salud física y la salud social, constituye uno de los elementos de la salud
integral.
Desde la época asilar hasta hoy, la locura y la concepción de los problemas mentales
ha estado determinada por los diferentes paradigmas en los que las ciencias de la salud
se han ido desarrollando.
Los síntomas más frecuentes relacionados con salud mental en niños, niñas y adoles-
centes (NNyA), actualmente son:
••Los trastornos de conducta.
••La ansiedad.
••La depresión y las conductas autolesivas.
Estas manifestaciones, en sus diferentes grados, pueden corresponder a una amplia
gama de problemas que abarcan desde conductas reactivas esperables a estresores
del entorno, hasta ser el signo visible de patología psíquica específica grave y crónica
(patología del desarrollo, trastornos de ansiedad, desregulación grave del humor, depre-
sión mayor, esquizofrenia de inicio temprano y otros cuadros psicóticos).
En los últimos años se han realizado diversos estudios que incluyen las autoevaluacio-
nes, es decir las manifestaciones tanto de adolescentes como de niños en edad escolar
acerca de sus propias vivencias de bien o malestar. La prevalencia de la sintomatología
Las razones que pueden obstaculizar la detección de problemas de salud mental son
múltiples, por razones didácticas se las agrupa en cuatro niveles:
Prejuicios y paradigmas
relacionados con la salud mental
Existe un consenso general en relación a la especificidad del niño, como un ser en con-
tinuo desarrollo, y en la multideterminación de la salud y enfermedad.
Sin embargo, por razones cuyo debate excedería el objetivo de este capítulo, existen
controversias y falsas dicotomías en relación a la pertinencia y objetivos de los diag-
nósticos, terapéutica y pronóstico, relativos a los problemas de SM en los que quedan
confundidos conceptos prioritarios que es fundamental destacar.
La realización de una aproximación diagnóstica, o de un diagnóstico presuntivo desde
la perspectiva que a cada disciplina competa, es una herramienta válida y necesaria
para el abordaje de las problemáticas de SM. No se puede diseñar una estrategia de
abordaje sin tener una hipótesis diagnóstica acerca de los síntomas.
El problema no radica en establecer un diagnóstico, teniendo siempre en
cuenta las características de movilidad y desarrollo continuo que la infancia
implica, sino lo que luego se hace con él. Que este acto se convierta en una “eti-
queta” para el paciente y/o su familia dependerá de la competencia y ética del profesio-
nal y no del mero hecho de diagnosticar.
En el campo de la salud mental “diagnóstico” no es sinónimo de patología mental, ni de
inclusión en una nomenclatura dada, sino que es el resultado de la evaluación profunda
de ese signo o síntoma contextualizándolo en todos los ejes y aspectos del desarrollo
y del medio en el que el niño, niña y adolescente se desempeña y que incluye su propia
vivencia y percepción de bien o malestar.
• Alteraciones perinatales.
• Déficit cognitivo.
• Presencia de enfermedad física grave y crónica.
• Deprivación afectiva en la primera infancia.
Niño o
adolescente • Eventos traumáticos graves o crónicos. Maltrato/abuso.
• Pérdidas de adultos significativos.
• Recursos psíquicos pobres: falta de tolerancia a la frustración, dependencia
afectiva, fracaso escolar, edad temprana de comienzo de alteraciones de la
conducta.
• Patología psíquica.
• Consumo problemático de sustancias o adicción.
• Enfermedad física grave y/o crónica.
• Antecedente de eventos traumáticos graves o crónicos, delincuenciales o
Adulto referente
conflicto con la ley penal.
(núcleo familiar)
• Padres adolescentes tempranos.
• Analfabetismo, nivel educación bajo.
• Alteración del vínculo madre-padre/hijo o cualquier otro factor que obstaculice
sostén afectivo del niño.
• Familias uniparentales.
• Ausencia de familia ampliada.
Ambiente
• Contexto socioeconómico desfavorecido.
• Violencia, migraciones, guerras y desastres.
La misma tiene en cuenta las especificidades de la infancia y se inicia con los trastor-
nos invasivos del desarrollo, junto con las psicosis, para pasar después a las neurosis,
las patologías límite y los trastornos reactivos entre otros.
1. Trastornos de ansiedad.
3. Depresión.
5. Trastornos psicóticos.
Se mencionarán otras menos frecuentes, como las psicosis esquizofrénicas, pero con
cuya detección, por su modalidad de presentación, características, controversias diag-
nósticas, no está tan familiarizado el médico pediatra, y cuya gravedad lo amerita.
Otras patologías como: trastornos del desarrollo, trastornos específicos del aprendizaje,
trastornos cognitivos, trastornos de la conducta alimentaria, uso y abuso de sustancias,
maltrato físico y psíquico, violencia, ameritan un capítulo aparte.
1. Trastornos de ansiedad
La ansiedad es una emoción normal, que puede ser solo la
respuesta a diferentes eventos estresantes de la vida,
y/o ser la expresión de patología psíquica.
2. Trastornos de la conducta
Los niños, niñas y adolescentes pueden presentar diferentes comportamientos que
pueden representar su modalidad de ser en el mundo, ser conductas reactivas a estre-
sores familiares y/o sociales, o ser la expresión de patologías graves. Por lo tanto, es
fundamental recordar que las así llamadas conductas adaptativas o desadaptativas,
por sí solas no explican mucho, algunas son muestra de salud y otras de enfermedad,
algunas son la expresión de recursos psíquicos saludables y exitosos para hacer frente
a la adversidad y otros por el contrario a pobreza o ineficacia de los mismos.
Niños Adolescente
• Cambios marcados de humor, de niveles de • Irritabilidad.
energía y de comportamiento.
• Euforia.
• Persistente irritabilidad, beligerancia, más • Ánimo expansivo.
que euforia.
• Agresión y violencia.
• Comportamiento muy perturbador.
• Insomnio.
• Berrinches frecuentes de difícil contención.
• Ideas de grandiosidad y delirantes.
• Episodios mixtos (irritabilidad, explosiones)
• Alteraciones sensoperceptivas.
de rápido ciclado, poca recuperación ínter
episódica y deterioro crónico. • Consumo de alcohol y otras drogas depresoras.
3. Depresión
Patología muy frecuente tanto de niños como adolescentes. El trastorno depresivo ma-
yor en pre-púberes tiene una prevalencia aproximada del 2%, sin diferencias de género.
El riesgo de depresión se multiplica por 2 a 4 después de la pubertad, sobre todo en
mujeres; en adolescentes, la prevalencia es mayor, del 4 al 8%, y la incidencia acumula-
da al alcanzar los 18 años puede alcanzar el 20%.
La conducta autolesiva abarca una serie de fenómenos diferentes entre sí, ideación o
pensamiento de muerte, ideación autolesiva, amenaza autolesiva, autolesión producida,
conductas de riesgo, intento de suicidio hasta el suicido consumado.
Los suicidios consumados son más frecuentes en los varones (2/1) y los intentos de
suicidio más frecuentes en las mujeres.
Entre las conductas autolesivas más frecuentes se encuentran los cortes en el cuerpo e
ingesta de fármacos y tóxicos.
Existen mitos y prejuicios frecuentes en relación al suicidio que atentan contra su pre-
vención, como:
••La persona que quiere suicidarse lo hace.
••Si se pregunta acerca del tema, se le brinda al paciente la idea de
suicidarse.
••La evaluación del mismo sólo puede ser realizada por especialista
en salud mental.
Son absolutamente falsos. La mayoría de las personas tienen sentimientos ambivalen-
tes en relación a la idea del suicidio.
Para ello es útil como modo de encausar la entrevista y propiciar un vínculo de confian-
za realizar preguntas dirigidas que permitan ubicar el nivel de riesgo. Se sugiere a modo
de ejemplo:
••¿Alguna vez pensaste en lastimarte? ¿Qué pensaste mientras te
lastimabas?
••¿Alguna vez tomaste algún medicamento o droga por tu cuenta para
aliviarte?
••¿Habías pensado alguna vez en que te querías morir? Cuando te
diste cuenta de que no habías muerto, ¿qué pensaste? ¿Qué pensás
ahora de eso?
••¿Conoces a alguien al que le haya pasado? ¿Hablaste esto con al-
guien?
••¿Pensás que alguien te puede ayudar con esto que te pasa?
La evaluación de riesgo frente a un niño, niña o adolescente que presentan conducta
autolesiva constituye en sí misma un acto terapéutico y disminuye el riesgo de suicidio,
posibilitando la expresión de sentimientos y brindando un espacio de escucha y como
tal de contención.
5. Trastornos psicóticos
Constituyen un espectro de patologías graves, agudas y crónicas que, aunque de
menor frecuencia que las otras patologías, debutan en la infancia y adolescencia, con
pronóstico en general severo causando alta disfunción social.
Incluye una serie de alteraciones entre las que encontramos la esquizofrenia, trastornos
cíclicos del estado de ánimo con síntomas psicóticos y otros trastornos psicóticos agudos.
A través de los años se las ha intentado agrupar y a la vez diferenciar de otras pato-
logías graves de la infancia y adolescencia. El autismo y los trastornos invasivos del
desarrollo, por ejemplo, anteriormente incluidos dentro de las psicosis precoces, desde
hace un tiempo se ha decidido clasificarlos aparte.
Formas de presentación
Áreas
de síntomas negativos
Interacción social. Retraimiento, inhibición.
Rendimiento escolar. Fallas en la atención y concentración.
Adaptación al medio. Aislamiento social.
Intereses. Restricción de intereses.
Conducta. Comportamientos extraños.
Pensamiento. Pensamiento rígido.
Se encuentra en tratamiento psicológico desde hace un año, sin mejoría aparente. En la escuela le sugie-
ren a la familia consulta con neurólogo o psiquiatra y le han pedido que lo cambien de escuela.
En la consulta el niño está inquieto, no respeta las consignas y la madre se muestra desbordada ante la
conducta explosiva del niño, no puede contenerlo, dice que su hijo ni ella están locos para ir a un psiquia-
tra. Está en proceso de separación con el padre del niño.
Solicita su orientación.
2. Concurre una adolescente de 16 años, traída por su madre, para un control de salud. Anteceden-
tes y desarrollo sin particularidad, la madre dice que nunca le ha traído problemas, aunque hace
un tiempo busca excusas para faltar al colegio, la madre lo considera normal para la edad, pero se
muestra preocupada por el exceso de peso que la joven presenta, e insiste sobre el tema. Usted le
pregunta sobre sus actividades y la joven responde; “todo bien”. La madre manifiesta que el único
problema es que está siempre tirada en la cama y conectada a Internet y cuando está por terminar la
consulta agrega que en el último mes tiene dificultades para dormir.
Al examen físico encuentra un par de cicatrices leves en la pierna. La joven le dice que no sabe cómo se
lastimó.
3. Un paciente de 14 años, concurre con sus padres a su consulta, por sugerencia de la escuela. En la
reunión previa les han sugerido consulta psicológica para que “socialice más” porque es muy tímido,
le tiene miedo a la exposición, razón por la cual en las evaluaciones orales tiene aplazo, ya que se
queda callado, y además le cuesta estar con los otros chicos. Ellos coinciden con esa apreciación.
Agregan que en los últimos meses se muestra mucho más retraído y se enoja cuando los otros
miembros de la familia gritan o hacen ruido.
El joven, hace dos años que no concurre a controles. No tiene registrado en la historia clínica ningún
dato significativo, antecedentes evolutivos normales, controles de salud periódicos hasta la puber-
tad. Tiene solo un registro de que en sala de 5 le sugirieron consulta porque jugaba solo, razón por la
cual realizó un tratamiento psicológico a los 5 años, y les dijeron que el niño era “tímido” y que se le
iba a pasar.
En la entrevista el joven se muestra muy inhibido, responde con monosílabos, y de manera reticente,
se lo ve incómodo. No sostiene la mirada. Los padres refieren que siempre fue así, pero sus actitu-
des se exacerbaron en los últimos dos años.
b) ¿Qué otros datos necesitaría para poder tener una idea aproximada de lo que podría estar
pasándole al joven?
La salud mental de los niños, niñas y adolescentes pone en evidencia el modo de fun-
cionamiento familiar, sus conflictos y sus acuerdos. Genera ambivalencia, impotencia, y
muchas veces sentimientos hostiles y vivencias contradictorias relacionados con proce-
sos psíquicos inconscientes y como tal, ajenos a la voluntad del individuo.
Los problemas de salud mental no siempre responden a la lógica médica que une la
etiología, el tratamiento y el resultado y los mismos muchas veces son menores y más
lentos a lo deseado. Generan confusión y frustración en el equipo de salud.
2. Realizar entrevista a solas con la joven para pesquisar síntomas de depresión como aislamiento, inte-
racción social, rendimiento escolar, vivencia de malestar, consumo de sustancias, otras conductas de
riesgo, presencia de conducta o ideación auto lesiva, síntomas de ansiedad (miedos, fobias).
Pesquisar específicamente situación de riesgo agudo. Y si lo hay actuar en consecuencia.
Factores de riesgo: Rechazo a ir a la escuela, cierto aislamiento, aumento de peso, desgano, tristeza,
lesiones viejas autoprovocadas, antecedentes de intento de suicido en grupo de pares.
Probable depresión.
3. Depresión grave y patología psicótica de inicio en la infancia con predominancia de síntomas negativos.
El paciente tiene altas chances de presentar patología psíquica grave, presenta antecedentes de alte-
ración de la conducta con inhibición extrema desde la primera infancia, aislamiento social, conductas y
actitudes bizarras con los otros.
Necesitaría intentar conocer el contenido del pensamiento del joven para indagar ideas depresivas, idea-
ción de muerte o ideas suicidas, y/o la existencia de: intereses restringidos pensamiento desorganizado,
fijeza y rigidez del pensamiento, ideas o conductas bizarras, sin crítica de las mismas y alteraciones
sensoperceptivas.
Generar vínculo de confianza, generar conciencia de existencia de patología y de necesidad de consulta,
con el joven y con los padres. Implementar la derivación a psiquiatra infanto juvenil para diagnóstico y
tratamiento, ya que el mismo se demoró, a pesar que el paciente presenta síntomas desde pequeño que
fueron desestimados y el pronóstico depende entre otos factores del inicio de intervención temprana.
• Alimentación y cultura.
• Cambios en la composición de la
Leche Humana.
• Deficiencias nutricionales.
• Diagnóstico nutricional.
• Intoxicación alimentaria.
• Lactancia en Prematuros.
• Preguntas frecuentes en la
consulta ambulatoria.
PRONAP2019
*Fuente: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/