Ovnis - Un Desafio A La Ciencia - No 10

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UN DESAFIO A LA CIENCIA"!
Nuestra ¡:tublic;ación le proporcionará mensualmente una información cier.!ilics �e: fenómeno Ovni, reprodu­
ciendo múltiples colaboraciones de las mis conspicu6t autoridades mundi3les en la materia. La reservación del
cupo pertinente de eíemplares le permitir6 ser beneficiario de las Siguientes v•mtajas:
a) Seguridad en la recepción de cada número d.:! la rev ista.
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'lO
1

.s insertas

CAMBIO). Si ae
cuestión sea PAGA·

...::riorar la revista) y remitirlo


JADIU, Catilla de Correo 218,

r----
-,
1
Señor Directo. 1
OVNIS • Un o,
c. c. 218
COROOBA, ARGl.

Estimado tel\or D•r••

Adjunte s, ..neque n9 ..... . c/Bco/Corr.o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . por valor de

S . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . a los tofoetM de cubrir ............ . auacrlpciónfs) semestral(es) a vuestra

revlcta, la que deber6 hacerse efectiYa a rarUr del N9 Inclusive. '1


AHe.

Nombre completo del(los) bonoflclarlo(s) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · .

Dirección(es) • • • • • • o • • • • • • o • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Provincia o Est.ado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Pals o o o o o o o o o o o • • • • • • • • • • • • o • • • • O o o

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• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

------ -------- __

o

Franqueo Pagado
NUESTRA POR TADA: o e � Conc. N'? 3 7 /Dto. 6
u-� f.O o
1:: e 'O
.

o u S ,...
"LA L UZ SE MOVIA COMO UN R EFLECT OR. ERA MUY
B R I L LANTE Y ATRAVESABA LA CABINA DE NUEST R O u bllo -o Tarifa Reducida
HEL/COPTERO". {In cidente Mañsfield, Ohio -US.A.-,
..'¿ ::¿_ Conc. N'? 115/Dto. 6

/lustró Carlos Suárez).


� PUBLICACION MENSUA�
Director
IU
10
EDITORIAL

Dr. Osear A. Galíndez OBJETIVOS PARA 1976

Sub Director
Benjamín Galíndez Desde la perspectiva de 1976 advertimos que los frutos recogidos en más de
un año de labor periodistica son altamente positivos. Hemos ensayado pautas
Secretario
Marcelo B. Aballay
de organización cientifica de los grupos ufológicos, que han sido acogidas sin
mayo res variantes por los nuevos nucleamientos investigativos. Hemos censado
Relaciones Públicas
numerosos grupos de encuesta nacionales; hemos uniformado para esos centros
Dr. Roberto L. Pedicone
los cuestionarios técnicos que están permitiendo la recolección de cuantiosos
Coordinación General
datos de base, y -por fin- estamos difundiendo novedosas técnicas de trata­
Prof. Alberto M. Astorga
miento cientmco de la información Ovni, que habrán de posibilitar estudios
Consultores Ufológicos más rigurosos sobre el tema, abriendo paralelamente importantes derroteros
Prof. Osear A. Uriondo (CEFAI) hacia la evaluación de aspectos fenoménicos hasta el p resente virgenes de
Roberto E. Banchs (CEFAI)
análisis.
Prof. Osear F. Sardella (CEFAI)
lng. Casimiro A. Schang Las bases están sentadas para que en 19761a tarea oportunamente señalada
se consolide convenientemente. A los logros precedentemente indicados deben
Traducciones sumarse otros objetivos a cumplir, y que resultan de no menor importancia
Hilda Tornadú de Bagú
que los anteriores: constitución y funcionamiento de una red nacional de
Dra. Gilda Pedicone de Montenegro
Jane Thomas
distribución de datos (ya esbozada por algunos analistas argentinos) que intro­
Prof. Marcos F. Gutiérrez duzca una división del trabajo entre los grupos argentinos, a la par que concre­
Ruth Gerstel te una recepción expeditiva y sin "ruido" de la información Ovini. El censo de
Prof. Luis Eduardo Fracassi agrupaciones ufo lógicas efectuado lo ha sido con miras a conocer la cantidad,
calidad y ubicación de las mismas. Pero también nos ha servido para tomar
Servicio de PubliCaciones
conciencia de la necesidad de constitución de varios nucleamientos en otras
Argentinas
"CEFAI Revista" regiones del pa(s en donde aún no los hay. Una vez superado este problema, y
Casilla de Correo No. 9 Suc. 26 sentada la estructura de la ansiada red nacional, se le asignará a cada organismo
Buenos Aires, Argentina un rol investigativo zonal, lográndose de este modo una cobertura total del
pais.
Publicaciones Extranjeras
Consultadas Al margen de este último propósito, alimentamos la idea de divulgar las
-
"Fiying Saucer Review" P.O. actuales técnicas europeas de archivo de la información Ovni, lo que permitirá
Box 25, Barnet, H erts EN5 2NR, una pronta localización de los datos requeridos en cada emergencia.
England.
Nuestra publicación nació en 1974 respondiendo a la necesidad de metodi­
-
"Stendek, (Apartado 282, Barce-
lona. España).
zar cientificamente la investigación Ovni. Hoy, en 1976, renovamos ese com­
-
"Phénomenes Spatiaux", (69, promiso. No somos ni seremos receptáculo de barbaridades que no comulguen
rue de la Tombe 1 ssoire, París con aquel p ostulado . Si algún dia nos vemos precisados a interrumpir nuestras
14e., Francia).
ediciones, debe quedar en claro que tal imponderable no significará el abando­
) "Lumieres Dans la Nuit", ("Les
no de· nuestra lucha. La investigación habrá de proseguir con el concurso de la
Pins" -43400 Le Chambon-
Sur - Lignon, Francia. red nacional de informaciones. Con el rigor y entusiasmo de siempre.
-
"1 nforespace", (Boulevard Aris- Quienes tendenciosamente critican nuestros estudios, negando de plano la
tide Briand, 26, 1070 Bruxelles, posibilidad de una investigación cientifica del problema, no son sino los em·
Bélgica).
baucadores de siempre, que ven peligrar sus concepciones y/o pingües benefi­
-
"Australian UFO Review" (UF
OIC, Box E 170, S t. James P. 0., cios ante la paulatina aceptación de la metodologia que propiciamos. A esa
Sydney, 2000, Australia. actitud interesada, debe añadirse una supina ignorancia de todo cuanto signifi·
que ciencia. Les resulta más sencillo negar ésta, que interiorizarse de sus méto­
Diagramación
dos, de sus p osibilidades de adaptación al tema y de las implicaciones pragmá­
Eduardo César Gatti
ticas que ello acarrear/a al terreno ufológico.
Distribuidores No creemos en estos profetas de la improvisación . No llegarán jamás a
-
Córdoba: J. Lerchundi, Paran á conclusiones valederas, no sólo porque nunca se las propusieron, sino porque
26.
-aún fijándose obj?tivos- optaron por acceder a ellos m erced a la exclusión
-
Interior Prov. de Cba.: Ag. Bri-
del método cientifico. (Léase oscurantismo, "revelaciones", intuiciones, etc.,
tes, 1 ndependencia 508 - Córdo-
ba; H. Calderón, Fragueiro 1575, etc.). Y·al no hacerlo, han convertido al fenómeno Ovni en un colosal concier­
Córdoba. to de lo absurdo, en donde han entremezclado la casuistica Ovni con la bruje­
-
Cap. Federal Malerba-Brieht, Ar-
ria, la religión, la astrologia, las supersticiones populares y el ocultismo en
cos 1226. 3er. P. Cap. Fed.
general.
-
1 nter ior del país: Ryela S.A.
I .C. I .i-. A., B me. Mitre 853. Reafirmamos en 19761os propósitos enunciados en nuestro primer núme­
5o. P. Cap. Federal. ro. Y no cejaremos de bregar por una concreción plena de los mismos. El
adversario ha perdido bastante terreno. Y ello es promisorio.
Impresor
E s t a b l e c i miento Gráfico LA
D OCT A , S i 1 vestre Remonda EL DIRECTOR
530, Córdoba.

OVNIS-:- 1
UN OVNI EN SAN
MIGUEL DE TUCUMAN Por J UAN MONGELLI

En una noche de verano de 1960, entre las 0,30 cha y me detuve para facilitar su paso. Era
y 1 de la madrugada, circulaba en mi bicicleta por altura del estadio del Club Atlético Tucumán
la celle Rivadavia al 1300. Lo hacía de norte a sur, lugar entonces despoblado y sin pavimento.
es decir, desde las afueras del perímetro urbano M iré instintivamente hacia atrás y grande fue mi
al centro de la ciudad de San Miguel de Tucumán. asombro al comprobar que el origen de la luz no
Mi estado era normal, tanto mental como física­ eran los faros de un 2utomóvil u otro vehículo que
mente. circulara por tierra, sino que se trataba de un haz
Pedaleaba tranquilo, sin que a esa hora circu­ de luz verdosa, difusa pero muy brillante, que pro­
lara ningún vehículo cerca de mí. Súbitamente co­ venía de un objeto que volaba uniformemente a
mencé a experimentar la sensación de que se me unos 100 ó 150 metros de altura. Lo hacía de este
aproximaba algún vehículo, ya que observé que la a oeste, o sea, desde la dirección del Cementerio
calle y el cempo circundante comenzaban a ilumi­ N orte a la de los Cerros del Aconquija, distantes
narse con una luz verdosa que provenía del norte, 14 ó 15 km de mi punto de observación. A mi crite­
,) sea, de algún punto situado a mis espaldas. Su­ rio, su velocidad no superaba los 50 km horarios.
puse que se trataba de la luz de un automóvil Cruzó la calle Rivadavie a unos 200 metros del
(pese a no escuchar ruido de motor alguno), por lo lugar en que me encontraba.
que -al notar que aumentaba su intensidad­ No ouedo orecisar su forma va que no había
aminoré la marcha, me amme a la oanquma dere- luna. Pero alcance a advertir que en su parte supe-

Reconstrucción gráfica del


incideme proragonizado por el
señor} uan \longelli. (Ilustró BOG).

2 ·OVNIS
REVISTA

' ' P HE N O M E .N E S
Phénomenes
SPATIAUX"
.,.._ .._.. Spatiaux
(Fenómenos Espaciales)
DOOODDDDDDDOODDDDDDDDDODDD

GROUPEMENT D'ETUDE DE PHÉNOMENES AÉRIENS


Una notable publicación ufoló­

gi ca francesa de aparición tri­ G E. P. A.


.. o

mestral, editada por el Groupe­

ment d'Etude de Phénomenes

Spatiaux y dirigi da por el emi­

nente René Fouéré.

Cada entrega consta de 32 pá­

ginas impresas en papel ilus­

tración y excelente tipografía.

Un serio y meticuloso estudio de

la casuística internacional, lle­

vado a cabo por las más cons­

picuas autoridades mundiales en

la materia.

UFOs AU-DESSUS· DE LAKENHEATH EN 1956


Suscripción ordinaria anual: \'OLr <'n pagP 3 t·antclt> portant n: tltrt•1

40 francos franceses.
PUBLICATION PÉRIODIOUE TRIMESTRIELLE
R(IJ,1CTION · IIOAIINISTRMIUN
C. E. P. A.
Pedidos a: G.E.P.A., 69, rue (lC), ruede la Tomhe-lssoire, 75014 PARIS

1" Trimestre 1974

39
de la Tombe-Issoire, 75015 París,
- MARS 1974 -
7,50 F
Francia.

rior he b ía l uces roj as y vi oletas, m i entras que de relación al suelo y hacia atrás, esto es, hacia el
su parte i nferior sal ía el haz de lu z en d i rección este- sal ían unos fogon azos que me h i c ieron pen­
· sud, es deci r, orientado hac i a la ciudad. E r a una luz sar en l a - uti l ización de u n combusti ble sólido, y a
m uy c l a ra, q ue a l umbraba mejor q ue la l uz l unar, que dejaban u n reg uero de corpúscu los que caían
pero sin llegar a encandilar. lentamente a tierra. Estos elementos eran ori g i n a­
No obstante alejarse hacia los cerros, el haz ri amente rojos; l uego vi raban al a n aranj ado y des­
pués se ext i nguían en un fogonazo b lanco magne­
seg u ía orientado hacia la c i u d ad. Esto me llamó
sio. Algo pare0 ido a l as luces de bengala.
mucho l a atención, y a que lo ord i nario h ubiese
sido q ue alum bre ra hac i a adel ante del tren de mar­ E( objeto ascend ió en 459 a u n a veloc idad 4 ó 5
cha del objeto, es dec i r , h a c i a el oeste. Pensé que veces superio r a l a anterio r, perd i éndose despué s
tras los cerros, que tienen a l l í u n a altura de 1000
en tales cond iciones podrí a chocar con los cerros, a 1200 metros.
ya que además su altitud era muy baj a. Decid! Recuerd o q ue " L a G aceta" del d ía siguiente d io
ag.uardar hasta que el objeto l legara a l as proxi mi- cuenta de l a observa c ión, ya que otras persona s
dades de ! a montaña. Transcu rrieron entonces habí a n visto el m ismo fenóme no, pero sin entrar
u nos 7 a 10 m i n utos. Cuando q u i zá se e ncontraba en m ayores detal les sobre el particula r.
sobre V i l l a M arcos Paz o Yerba Buena (u nos 2 a 4
J UAN MON G ELLI
k m a ntes del cerro) , esc uché u n ruido como de
(Herrero de obra. Edad: 66 años. Dom i c i lio: Marcos Paz
motores acelerados, notando que de l a parte i nfe­ n<? 327; 4000 San Miguel de Tucumán, Argentina).
-

rior del objeto -y con u n a i n c l i n ación de 459 en


OVNIS-·3
EL EXTRAÑO CASO
DE FALCON LAKE
Por G I SELE NACHTERGAEL

l. ATERRIZAJ E D E UNA MAQ U I NA VOLANTE

E l sábado 20 de mayo de 1967, Stephen M i cha­


lak, 52 años, obrero i nd ust rial en Wi n n i peg, nativo
de Polon i a y e m igrado al Canadá, casado y padre
de tres ni ños, decidió ir a pasar el fi n de sema n a
a Falcon Lake, a u n os 120 k m al este de W i n n i peg.
Como geólogo a m ate ur q uería ir en búsqueda de
m i nerales d iversos, y esta reg i ó n le i nteresab a so­
bremanera, puesto q ue decía q ue el suelo conte­
n ía al l í mi nerales de oro y q u izá u ra n i o . M uni do
de sus i nstrumentos de explorador, de u n mapa y
de u n refrigerio para la j o r n ada , avanzaba lenta­
me nte a través de l os bosq ues y se aproxi maba a

El guante de Michalak, afectado por la superficie candente del obje­


to. (Documents Del/ Publishing, New York. Arch ivo CADIU}.

mente de color: pasaba del rojo b r i l lante al roj o­


g ris y final mente al g ris-pl ateado, como si se h u­
biese tratado de u n metal calentado al rojo, y en
tre n de enfriarse rápidame nte.
Hasta ese mediodía del 20 de m ayo, el testigo
no se había interesado j amás en los " p l at i l los vo­
l antes" , de modo q ue tomó l a. máq u i n a por u n
aparato de ensayo de los Estados U n idos p a r a
eve ntuales vuelos espac i ales. Exami nó atentamen­
te todos los detal les. El objeto era perfectamente
c i rcular y ten ía unos 1O metros de d i ámetro. La
corona periférica ten ía la forma de un cono trun­
cado i nvertido y aplastado, con u n domo central .
Croquis del objeto realizado por el propio testigo.
La base de este domo estaba surcada por her.d i­
d u r� s de 25 c m . de longitud. Debajo de este con-
u n promontorio rocoso e n el que había reparado , j u nto, y frente a M ichalak, se encontraban 9 pane­
n o lejos de u n g ran pantano. les rectangul ares de 15 x 25 cm que prese ntaban
Era a l reded o r de mediod ía. Había comenzado a -c ada u no- u nos 30 pequeños o r if i c i os que de­
exa m i n a r a l g u n as pied ras cuando, súbitamente, b ían servi r, seg ún el testigo, de bocas de ai reac ión
esc uchó el g raz: n ido de una bandada de ocas sal­ o de escape de vapor. P ronto iba a desc ubrir la
vajes espantadas. Al m ismo tiempo, visualizó en el función espec ífica de esos orif i c i os .. .
cielo claro dos lu ces rojas que se aproximaban . A med i d a q ue el objeto parecía enfriarse, M i ­
Dist i n g u i ó rápidamente dos objetos con fo rma de c h a l a k sentía bocanadas d e c a l o r que venían h a­
c i garro, m u n id os de u n a p rotu beran c i a en su par­ c i a é l , al tiempo que el aire se cargaba de u n de­
te superior. Estas máq u i n as descen dieron y u n a sagradable olor a " azufre" o de m otor eléctrico
d e e l l as vino a posarse a un os 50 metros d e q uemado. Pod ía esc uchar un l igero zumbido, pa­
M i chalak, mientras q ue la otra -después d e haber recido el producido por u n peq ueño rotor que g i ra
planeado u n _ i nstante sobre l a cc i m a de los árboles m uy rápidamente o a u n silbido de a i re com primi­
- cobró altura y desapa rec i ó en una de l as pocas do. Notó i g ual mente, cerca de los " paneles de
'
l'lU�es q ue había e n el cielo. M ichala k concentró a i reac i ó n " , u n a suerte de puerta de l a cual sal ía
entonces toda su atención en la máq u i n a que aca­ u n a viva l u z vio leta que deslumbraba e i l u m i na b a
baba de descender y q· ue cambiaba permanente- el sue l o, pese al sol de l mediodía.
4- OVNJS
11. VOCES EXTRAÑAS

Súb itamente, del i n terior del objeto lleg aron a


oídos de M i c h a l a k u n as voces " h u manas" q ue p a­
recían co nversar. Tranq u i l izado, pues l a extrañe­
z a de la máq u i n a le habí a inqu ietado un poco, se
puso a llamar a los ocupantes pidiéndo les q ue sa­
l i eran. Pero nadie respond ió. I nsistió nu evamente
en varios id iomas ( i nglés , ruso, alemán, italiano y
polaco, todas lenguas q ue él domi naba) , pero s i n
n i n g ú n res u ltado positivo. Tras haberse puesto s u s
anteojos p a r a sol, para protegerse l o s ojos, M ic h a­
lak se aproximó al Ovni . Cerca de r a entrada, y s i n
necesidad d e i n c l i n a rse h a c i a el i nterior, vio nume­
rosas l ucesitas m u l ticolores ( roj o, bl anco y azul)
q ue estaban disem i n ad as sobre el m u ro c i rcular
i nterno y que proyectaban rayos l u m i nosos hori­
Camisa interior de Micha/ak, exhibiendo huellas de quemaduras.
zontales y en d i agonal, en fo rma i nterm itente y s i n (Documents Del/ Pub lishing, New York- Archivo CAD/U).
una frec uencia bien defin i d a . E n el i nterior, las
paredes tenían al menos. 20 c m . de espesor. do; l uego fue reenviado a su domicilio. E ntre el 20
M i c h a l ak esperaba encontrar a los ocu pantes, y el 28 de m ayo perdió a l rededor de 10 kg. El 23
pero fue defraudado: el objeto estaba aparente­ de mayo se lo envía al Centro Atómico de Pi nawa,
mente vac ío. No tuvo tiempo de seg u i r observando, para someterlo a d iversos exámenes con mi ras a
p ues l a puerta se cerró. Esta última estaba formada determi nar si había sido afectado por a l g ú n t i po
por tres paneles corred izos, de l os cuales dos se de radiactividad. Estos análisis, pese a que fueron
cerraban horizontal mente, y el tercero de abajo repetidos poco tiempo después, resu ltaron negati­
hacia arri ba. B astante aturdido, M ic h a l a k pasó su vos. Du rante todo este período fue ac u c i ado por
mano enguantada sobre la pared exterior del objeto, la prensa, la radio, la televisión y aún por las
que pa recía de acero cromado. Esta superficie es­ autoridades.
taba candente y derritió el caucho de protecc ión, Lentamente su salud comenzó a mejorar y en
q uemando el tej i do del g uante. Al mismo tiempo, la poco tiempo recu peró s u peso normal. Pero brus­
máq u i n a se el evó l i geramente y M i c h a l ak sintió u n a camente, el 3 de j u n i o , aparec ieron a la altura del
v i v a q uemadura en el pecho. I n med i atame nte sus pecho comezones acompañadas de vesícu l as. Es­
vesti mentas se i nflamaro n , por lo que se quitó tos trastornos se acrecentaron y el 28 de j u n i o
prestamente su camisa y una cam iseta. Uno de los tenía vesícu las h asta en las orejas. Este fenómeno
supuestos " paneles de a i reación" proyectó u n a desapareció tras un tratam iento médico. Sin em­
bocanada de aire cal iente c u y a violen c i a h i zo g i ra r bargo, estos s íntom as reaparecieron con posterio­
al testi go sobre s í mismo. Aunq ue M ichalak pudo ridad, en setiembre de 1967, as í como en enero,
m i rar el objeto, éste se encontraba ya sobre los m ayo y agosto de 1968. E n oportu n i d ad de u n a de
árboles y desapareció en una fracción de segundo. estas " recaídas", m ientras se encontraba en su tra­
bajo, M ichalak sintió u n a q uemadura en el cuello
y en el pec h o ; su garganta le ardí a. Se p rec i pitó
111. TRASTORN OS ORGANICOS
al dispensario donde, levantándose l a camisa, vio
que su cuerpo estaba hinchado y q ue estaban apa-
I nsti ntivamente, M ichalak apagó la h ierba que
Jeciendo en el l u g ar de sus viej as q uemadu ras
ard ía b aj o sus pies. U n fue rte olor a azufre i nu n­
daba el a i re y el hombre comenzó a sent i r náuseas. g randes manchas rojas. Se lo condujo i n mediata­
J u ntó sus efectos y se encami n ó hacia la ruta, a mente al médico. En 15 m i n utos el cuerpo de M i­
través de los m atorrales, vomitando casi constan­ chalak se tornó violáceo y se h i nchó a u n pu nto
tal q ue fue i m posible levantarle la camisa. Sus
temente en el curso de dos horas de una marcha
penosa que debí a condu c i rle h asta el motel donde m anos pa recfan · globos ! M ichalak perd ió el cono­
había pasado l a noche previ a . cimiento y fue transportado al hospital . Por l a tar­
Cuando reto mó l a ruta, enco ntró un veh íc u l o d e de, los trastornos se ate n u aron y pudo reg resar a
patrulla d e l a Real Pol i c ía Montada Canadi ense su casa al d í a s i g uie nte.
que le l levó h asta el motel . A l l í procuró hacerse
atender, pero el más próximo centro de as:ste n c i a I V. ALGUNAS HIPOTl:SIS M E DICAS
s e encontraba e n Kenora (Ontario), a más de 70
km de a l l í. Dec i d i ó entonces telefonear a su casa Los médicos q ue se ocuparon de M ichalak (fue­
y le antic i pó a su esposa que le habí a ocurrido ron 27 d u rante algunos meses) propusieron d iver­
u n accidente. Su h ijo M ark estuvo en Falcon Lake sas teorías para explicar estos curiosos trastornos.
hacia las 22,15 hs. y cuando vio el estado en el que Uno de el l os pretendía que M ichalak hab. í a s i d o
se encontraba su padre, lo conduj o s i n demora al q u emado po r ondas ultrasónicas. Otro pensaba
Hospital de la M isericord i a, en W i n n i peg. que se trataba de una reacción térmica c ausada
A l l l comenzó un largo tratamiento por u n a m i s­ por una bocanada de a i re comprim ido. Un tercero
teriosa "enfermedad " que iba a envenenar l a vida encontró que era bastante probable que u n? radia­
de M i c halak du rante 18 meses. Pri mero fue trata­ ción del tipo g a m m a h u b iere c ausado l as q uema­
do por sus q uemad u ras, la mayoría de primer gra- du ras, así como l a descompasi ción i n m ediata (en
.
OVN/S 5
Foto de Michalak tomada en el hospital mostrando las curiosas quemaduras en su abdomen. (Canadian UFO Report- Archivo CADIU}.

el estómago de M ichalak) de la comida que había Las pri meras i nvestigaciones te ndie ntes a loca li­
i n gerido j usto antes de la observación. Esta des­ zar el lugar del aterri zaje fueron i nfructuosas, per
composición podría haber sido el origen del olor a medi ados de j u n i o de 1967 el sitio fue determ·­
pesti lente q ue el test igo había percibido después nado con precisión y reconoc ido por el propic
de los hec hos (y que parec ía estar en él, seg ú n Mi chalak. E n el suel o se encontró una zona c i rcL­
s u s p ropias pal ab ras) . Otro i ndicio proporc ionado Iar en donde había desaparec ido toda vegetac ió
por l os anál isis : en los d ías que siguieron a la Se recogiero11 d iversas muestras por parte de los
observación, el porcentaje de l i nfocitos en la san­ expe rtos e nviados, tanto por el National Resea rc­
g re de M ichalak pasó del 25 al 16% Luego -cu a­ Cou nci l del gobierno canadiense, como por =
tro semanas después de los hechos- volvió a su Fuerza Aérea del Canadá.
índice normal.
En agosto de 1968 M i c h alak se i nternó por pro­ Se descubrió radiactividad que seg ún los exper­
p i a vol untad en el M ayo Cl i n ic de Rochester ( M i n­ tos gubernamentales, provenía de " p i ntura fosfo­
nessota) p a ra someterse a un nuevo tratamiento. rescente de tipo i nd ustrial " . El radio 226, un ele­
Parece q ue a l l í dio sus frutos, porque se repuso mento frecuentemente asoc i ado a los minerales de
rápidamente de sus d i versos t rastornos. El d i ag­ u ranio y de torio, fue identificado como l a fuente
nóstico de los médicos fue lacónico: u n envene­ de l a rad iación y permitió a estos enc uesta d o res
na m iento de la sangre . . . sugeri r l a idea de que "cualqu iera h abría pod ido
contam i nar artificial mente el sitio para probar l a
autenti ci dad d e l a presencia d e un Ovn i " .
V. EVID E N CIAS FISICAS E N EL SITIO
DE DESCENSO E l 19 d e mayo d e 1968 se efect uaron nuevos
estud ios sobre el l u g a r y los aná l isis confirmara"
M i entras M ichalak se encontraba bajo t ratam ien­ la p rese ncia de rad io 226. Se desc ubrió al m i sm::
�o. d iversas encuestas trataron de descubri r la c au­ tiempo la presen c i a de peq ueñas partíc u l as metá­
sa del fenómeno y. particularmente, las huellas l i cas. Como éstas habían escapado a los primeros
q ue aquél pudiera haber dejado en el suelo. En análisis, y este retorno al sitio se llevó a cabo é.
l os d ías que s iguieron al i n cidente , J ames Barand ped ido de M i chalak, muchos pensaron q ue este
( Barry) Thompson, representante de la APRO e n último había colocado las. partículas para autenf­
W i n n i peg, p udo entrevistar al testigo. Este le con­ f icar su rel ato . Roy Craig d ij o espec i almente : "Es
fió sus vestimentas quemadas, l as que fueron en­ m uy i m probable que l as partfc u l as desc ubiertas ur
viadas a l seno de la APRO, en Tucson (Arizona, año después de los primeros estudios i n situ h ayar
U . S.A.) para ser analizadas·. La Comisión Condon pasado desapercibidas e n oportunidad de los pri­
envió a l l ugar a uno de sus expertos en la mate ria, meros aná l isis". Si n embargo, la APRO acometió
el físico Roy Cr' a i g , de la U n iversidad de Colorado. l a tarea de repeti r los análisis con l as primeras
"' o !'\'!S
NUMERO ESPECIAL EN FRANCES
JAOER U . . PER � A
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"LE S E XTRA-TE RRE STRE S" du r;...,._ Gaad>o .S. '"'•st'pc.loo O. Ob)tto� 116reot Nao ldontlflcado•
IGOIOANI.)
�o Alegro

(Los Extraterrestres) 11 "

DDDDDDODDDDODODDDODDDDDDDDDDDOOODDDOODODDDOODDDDDO
LES EXTRA - TERRESTRES

"Les Extra-Terrestres" (Los Extraterrestres) constituye un


encomiable esfuerzo investigativo del analista brasileño Jader U.
Pereira, quien ha desbrozado 230 casos mundiales de huma­
noides en busca de tipologías definidas y pautas de compor­
tamiento significativas.

Es un número especial publicado por la revista "Phénomenes


Spatiaux". Tiene 72 páginas, numerosas ilustraciones, listados y
gráficos explicativos.
2' NUMÉRO SP�CIAL DE lA REVUE
P H�N O MEN E S SPATIAUX
Precio: 24 francos franceses.
PUBLICATION PÉRIOOIQUE TRlMESTRIELLE
EDITE:E PAR LE
Pedidos a: G.E.P.A., 69, rue de la Tombe-Issoire, 75015 GIOUPEMENT D'ETUDE DE PHtNOMlNES Af:RIENS
G.E.P.A.
París, Francia. · uoire, 75014 PAIIIS
69, ruede lo Tombel

muestras (recogidas en julio de 1967) y descubrió logias con los sucesos argentinos de Trancas, acae­
la presencia de tales partículas. ¿Un -descuido de cidos el 21 de octubre de 1963. (Ver "Ovnis - Un
los investigadores gubernamentales o un análisis Desafío a la Ciencia", N9 4, Nov-Dic. 1974, pp. 2-�2).
mal hecho? En especial en lo concerniente a los siguientes
Los ensayos efectuados por la APRO revelaron �etalles:
que estas partfculas estaban compuestas esen­ a) Aproximación mínima de los 1 testigos en rela­
cialmente de plata: de 92 & 96�0 ptata y de 1 a 2% ción al objeto;
cobre. La plata nativa contiene mucho menos, así b) Impresión personal de su origen terrestre;
como 18 piC�tn que punde encontrnrse en ciertas e) Percepción de un pequeño zumbido, compara­
piezas de moneda (éstas contienen de 7,5 a 10% ble al de un motor que funciona a baja revo­
de,cobre). Subrayemos -de todos modos- que lución;
sobre este último punto los 'expertos del Comité d) Olor a azufre;
Candan no se pusieron de acuerdo. Las partículas e) Náuseas provocadas por el olor sulfúrico;
fueron descubiertas en el interior de un área de f) Emisión -desde el objeto- de una bocanada
unos 50 cm, situada a 1,2 m del centro de la huella. de calor;
Ciertos fragmentos de sílice y de rocas incrusta­ g) Violencia de la bocanada;
das en las partfculas indican que el metal se fundió h) Quemaduras de primer y segundo grado;
en el lugar. i) Aparición ulterior de una huella circular en el
Como es habitual, los expertos de la Comisión sitio.
Candan se inclinaron por poner en evidencia ciertas Nos remitimos al artículo publicado en esta mis­
inconsistencias del relato de M ichalak. Así, el ma revist2 -y citado precedentemente- a los
fuego -que había sido capaz de quemar al testigo fines de la ampliación informativa de los rubros
- habría podido inflamar normalmente la vegeta­ recién consignados.
c·ión y provocar un principio de incendio en el
bosque, etc.
Pero en lo que concierne a ·los trastornos pade­
cidos por M ichalak, y citados al comienzo del In­
forme Candan, no figuraban para nada en las con­ REFERENCIAS
clusiones. De modo que para Candan (y Craig, que -Canadian UFO Report, Vol. 1, n° 2, marzo-abril 1969, pp. 1 c-
llevó a cabo la encuesta), Michalak puede ser con­ 12; n° 3, mayo-junio 1969, pp. 11-12 n° 4, jul.-ag. 1969,
siderado un simulador. pp. 24-26.
Aqul nos detenemos. Simplemente leamos lo -Fiying Saucer UFO Reports, Dell Publ., New York,n° 4,1967,
que declara este "simulador" que, durante 18 me­ pp. 22-24.
ses tuvo que soportar terribles pruebas: "Yo no -Informe de la Comisión Condon, Scientific Study of Uni­
pido a persona alguna/ que me crea; pero yo sé dentified Flying Objects, Ban. t am Books, New York, 1968,
lo que he visto" pp. 316-324 (caso 22).

VI. COMENTARIOS DEL DIRECTOR DE (Traducido del francés por el Dr. Osear A. Galindez.
"OVNIS - UN DESAFIO A LA CIENCIA" según art. aparecido en lnforespace, n° 21, junio 1975,
pp. 11-15. Dirección: Boulevard Aristide Briand, 26; 1070
- Brixelles, Bélgica).
El ebisodio de Falcon Lake acusa notables ana-

OVNJS - 7 .
El Tratamiento de la
lnformacion Sobre Ovnis
L--- Por ROBERTO E. BANCHS.

l. D EPURACI O N PRELIMINAR cordancia" para computar las probabi l id ades de


los l l amados " aco nteci m ientos componentes" (ca­
La caudalosa corriente de noticias acerca de sos particulares, específicos) , a par ti r de las pro­
OVN I S , q ue constituyen los d atos de base sobre babil idades de sus ',' aconteci m ientos comp lejos"
los cuales h abr á de aplicarse l a labor de p rocesa­ (genera lidades estad ísticas) , total idad de la cu al
miento, posee un contenido m uy hete rogéneo, al­ son partes sus acontecimientos componentes.
ternándose por igual e n él, j u nto a incidentes ver­
A este respecto, y no disponiendo de recu rsos
d aderamente enigmáticos, otros de rivados de la
pa ra convertir esta tarea selectiva en un proce­
s i m p l e i nterpretación e rrónea de fenómenos na­
d i m iento automatizado, he adoptado a modo de
tu rales conoci dos o de artefactos construidos por
·
ensayo, susceptible de afi namientos futuros, l as
el hombre. sigu ientes pautas de acc i ó n :
I nf ructuoso sería entonces someter ese conj unto
1.- S e tom an e n consid e ración, a los efectos del
de d atos al análisis, pues estaríamos examinando '
examen comparativo, sólo 5 categorías, que l a
poblaciones de calidad d ispar, y difíc il mente po­
experiencia ha demostrado contri buyen con u n
d rían detectarse l as características específicas 90% d e las identificaciones erróneas. Son e l l as :
del fenómeno OVN I , en sentido estricto, en el caso
·

de que éste existiera real mente. l. Satélites artificiales.


Por consiguiente, l a pri mera etapa, de i ne l udible 11. G lobos meteorológ icos.
consideración, será la depuraci ó n previa de todo
111. M eteoros y bólid os.
ese material origi nal en b ruto, a fi n de rescatar
IV. Planetas y estrel l as.
l a "señal" del " ruido de fondo", esto es : de elimi­ V. Aviones y helicópteros.
nar Jos i nformes sobre fenómenos con aspecto y
comportamiento s i m i lares a los de otros fenóme­
2 . Para cad a u n a de estas c ategorías se d iscri­
nos físicos n aturales y objetos convencionales, en
m i nan 8 aspectos princi pales, subdivididos e n 4
su apariencia habitual. ·
ó 5 pu ntos secundarios. No todos los items po­
Por obvia,sería oc ioso resaltar l a i m portancia
seen idéntica i mportancia, existiendo algu nos q ue
de orden pr áctico que tiene este proceso de de pu� por su carácter casi defi nitorio acred itan u n peso
ración p re l i m i n ar, si se tiene en c uenta q ue por J o
m ayor. Es evi dente, por ejemplo, que el color
gene ral l a cantidad d e noticias q ue entran es m uy
blanco no es tan sigl') ificat ivo para u n meteoro
grande y que resulta i m posible i nvestigarlas a
como lo sería la fugacidad de su observación; y
todas. es obvio q ue e llo debe pesar en l a valoración. Pre­
Las denuncias q ue su peran esta fase selectiva cisamente, en las planillas que se acom pañan, l a
i nicial, pasan a l as subsiguientes etapas de proce­
. p resencia de u n aste risco i nd ica q ue s e otorga
samiento y confi g u ran el objeto de estudio cientí­
"doble puntaje" o "sobrepuntaje". Por consiguien­
fico p ropiamente d ic h o. Por su parte, los casos te, el máxi mo valor q ue puede l legar a obtenerse
exc l u idos no son margi nados de modo defi nitivo, es de 10 puntos : 8 por cad a item, más 2 pu ntos
s i n o q ue componen un registro especi al: el catá­
adicionales.
logo de casos " negativos" , q ue habr á de servi r­
entre otras cosas- como grupo de . control en el 3 . El p rocedi miento preselectivo consiste esen­
eventual t ratamiento estad ístico. cialmente en comparar sistemáti came nte los d a­
P ara alcanzar un aceptable n ivel d e obj etividad, tos del i nforme con las tablas de selección (véanse
l a p reselección debe fund arse en l a aplicación de las p l an i l l as 1 y 11, antes mencionad as). Como re­
c riterios cuantitativos que permitan l a casi auto­ sultante de este cotejo, el c aso en cuestión se
mática s upresió n de los casos no sign ificativos . ubica dentro de la ca tegoría con la cual tenga u n a
·

Ell o es factible merced a u n sistema de codi- fica­ correlación positiva.


ción en el cual se p royectan las notas esenciales Las ide ntificaciones admiten tres g rados de
d e l as categ o r ías fenoménicas convencionales certidumbre : p robable, posible e i m p robable (por
q ue con mayor frecu encia son causa de eq u ívocos. ej . p robable avi ón, posible meteoro,. etc. ) . Todos
Cuando encontramos qu e la s características los a vistajes c on identificación probable o posible
esenciales observables son comunes a u n fenó­ son rem itidos al catálogo de casos negativos; en
meno determ i n ado, consideramos q ue hemos des­ cambio, los calificados como i m p robables (por
c ubiert.o su causa. Pero, com o ocu rre con todo tener escasa o n i n g u n a s i m i l itud con los fenó­
' menos convencio nales que si rven como puntos de
razonam ient o i n d uct ivo,_ l as premisas no p rueban
·

l a conclusión, pero l a hacen p robable. referencia comparativa) pasan al registro de casos


Por tal , h em os de e m plear el "método de con- sign ificativos.
Si, al cabo, subsisten dudas, puede ag regarse l a proposiciones de la ciencia que son d i rectamente
consideración de otros aspectos a m ás de los verificables. De hecho, no lo es n i n g u n a de las
que figuran en las plan i l l as de preselección: por más i m portantes. Como ha escrito u n i nvestigador
ej . sonido, b r i l l o , efectos electromag néticos, etc. científico contemporáneo : "Un físico de este s i g l o,
La lectura de efe mérides astronómicas -donde i nteresado en l a estructura básica de l a mat eria,
se p recisan las posiciones de los cuerpos celes­ trata con radiaciones que no puede ver, fuerzas
tes-; la consulta a las é staciones rastreadoras de q ue no p uede senti r y partrc u l as q ue no puede
satélites artificiales , a l os centros meteorológi� os toc ar".
y a los aeropuertos permiten i ncorporar otros i m- Resu lta obvio que las vías experi mentales de
validez son i napl icables al fenómeno OVN I , además
de lo i mprevisible de. sus apariciones y su fugaci­
dad, t ropieza con serios obstáculos para detec­
tarlo. El fundamento emp írico de ineludible obje­
tividad, son l os informes gene rados por los testi­
g os. Pod remos dudar de lo que esos i nformes ex­
presan, pero n o pod emos dudar de su existencia
misma, p uesto que ellos son p e rfectamente v eri­
ficables.
Dichos testimonios pueden ser estudiados como
simples datos fácticos y, por consiguiente, some­
tidos a u n a adec uad a elaboración espec ifica y
estadística, siguiendo los proced imientos emplea­
dos en l a i nformación afectada p or el ruido y l a
d istorsión observacional.
Las dificultades de i nvestigar y evaluar en deta­
lle l a crecida documentación y, p or otra parte, la
habitual aplicación de u n sistema ap reci ativo to­
talmente subj etivo, de acuerdo a las i m p resiones
p e rsonales del analista, l levan a formular un rigu­
roso método c ritico de examen.
Otros investigadores, como Joseph Allen Hynek,
Claude Poher, Albert Adell y Thomas Olsen, han
real izado una ap roximación p ráctica de l a valora­
ción de un caso en cuanto a su fiabi l i d ad. Coincido
con el p roced i miento básico de clasificar los i nfor­
mes segú n l os criterios de "confiabi l idad" y "ex­
trañeza" , aunque he querido aq uí aplicar un mé­
todo resol utivo q ue le i nfiera mayor practicidad y
precisión al sistema.
A cada avistamiento se le adj udican valores nu­
méricos q ue procuran med i r:
a) la p robabilidad de que el i nforme describa
A partir de/4 de octubre de 7957, los satélites artificiales se consti­ con exactitud una e xperienci a verdadera ( índice
tuyen en nuevos factores de identificación errónea del fenómeno de confiabi l idad C); y b) el g rado de semejanza
O VN /- (Ilustración Revista Aeroespacio- Archivo CAD/U). q ue el fenómeno descripto en el contenido del
portantes elementos de juicio para l a tarea de i nforme g uarda con relación a otros fenómenos
identificación. físicos ordinarios (índice de extrañeza E).
Una vez suprimido el " ruido" q ue d istorsiona
los datos origi nales, l os i nformes su bsistentes 111. INDICE DE EXTRAIAEZA
(entre los cuales es factible que hayan pod ido
deslizarse algunos errores de i nterpretación) son Cuanto más numerosos sean l os ' bits' de info r­
sometidos a u n a n ueva fase selectiva: l a eval ua­ mación contenidos en el testimonio, que desatran
ción, mediante l a cual será posible cuanti fi car la las explicacio1:1 es en términos f ísicos ordinarios,
i mpo rtancia de cada caso, con l a apl icació n de tanto más elevado será su coeficiente de extra ñe­
coeficie ntes numéricos de cred i b i l idad y ex trañeza. za. E ste se interpreta di rectamente y está com­
p rendido entre O y 9, tal como se señala a conti­
11. EVALUACION n u ación:
O Datos i nsuficie ntes/Fenómenos con aspecto
El método científico no está l i m itado a los cien­ y comportamiento convencionales.
tíficos p rofesionales, ya que puede deci rse que 1 Fenómenos resplandecientes.
procede de esta manera, todo aquel que sigue u n 2 Objetos puntuales suspendidos en el cielo o
esq uema de razonamiento que trata a part i r d e con trayectoria continua.
hechos d e ex periencia observables para llegar a 3 Objetos puntuales con comportamiento anor­
ex pl icaci ones at ingentes y susceptibles de ser mal.
sometidas a prueba ex perimental. 4 Objetos con tamaño angular observados a
Cl aro está que no es necesar i o ser " d i rectamen­ cierta altura l ímite (+1 0m.), sus pendi dos o
te" sometible por el i nvestigador, pues hay pocas con trayectoria conti nua.
O VI\'/S - 9
Bajo especiales condicione:;
de visibilidad, algunos
a viones -particularmente los
de diseño de avanzada­
pueden originar falsas
denuncias de O vnis. (En la
ilustración, ei Lifting Body de
la USA F). (Atención R ev.
Aeroespacio - Archivo
CAD/U),

5 Id., con comportamiento anormal. pjProfesión u ocupación (p.20)


6 Objetos con tamaño angular o forma. discer­
n i ble posados o a corta altura de la superficie. O n i n gún dato
7 Id., con tr¡izas. 1 escolares
8 Aterrizajes o semiaterrizajes con observación 2 obreros, cam pesinos, comerciantes
de entidades tripulantes. 3 estudiantes, técnicos, policfas
9 Id., c uyas entidades parecieran manifestar in­ 4 profesionales en general, m ilitares
. terés hacia el testigo. 5 astrónomos prof., aviadores, astronautas, i nves­
tigadores cientfficos.
IV. INDICE DE CONFIABILIDAD
ejEdad de los testigos (p.S)
Todo informe supone la existencia de dos nive­ O n i n g ú n dato
les de transmisión: el testigo y la fuente de i nforma­ 1 menor de 9 años
ción ; sobre los c uales vamos a depositar n uestra 2 de 9 a 1 4 años
confianza, que estará enunciada en un cierto gra� 3 de 1 5 a 20 años
do de probabilidad, considerada ésta como una 4 m ayor de 60 años
medida relativa al conocimiento de que se dispone. 5 entre 21 y 59 años
Ese conocimiento es, precisamente, el i nd icado
e n tos d isti ntos aspectos considerados e n ·la prue­ fjFuente de información (p.S)
ba, y a los cuales se les ha asignádo de manerª­
O rumor (no se puede evaluar)
convendonal u- n valor ponderado, es decir, u n pe­
so equivalente a la participació n q ue hace al grado 1 i nformación no confiable, cualquiera fuere la
de confianza probable. ' fuente.
De . esta manefa se configura u n a ecuació n e n 2 i nf. tendencia sensacionalista, poco confiable -
la que el segunde nivel eleméntat de transmisión, 3 i nf. tendencia moderada.
afecta a cada uno de los miembros, que se suman. 4 i n f tendencia objetiva descriptiva
•.

.. - . ' .
5 i nf. tendencia objetiva, sobre i nvestig ación .
Los miembros en cuestión son los aspecto5 refe­
ridos al testiQo: n úmero (n = peso 20) , profesión n . 20 p.20 e. 5 f
u ocupación (p = peso 20) , y edad (e = peso 5). C=( - + - + - )
Cua' n do se trate de testigos de reconocida anor­ 45 45 45 5
malidad, la confiabilida.d es i g u al a cero.

• Resultados de las operaciones posibles indica­


njNúmero de testigos (p.20) das en cada surPando y factor:

O n i n g � dato o: 0,0 o: 0,00 . o: 0,00


1 testigO' único 1 : 0,44 1 : 0,1 1 1 :0,20
2 dos tetigos 2 : 0,88 2:0,22 2:0,40
3 de 3 a 9 testigos n,p 3 : 1 ,33 e 3 : 0,33 f 3 : 0,60
4 de 1 O a 1 00 testigos 4 : 1 , 77 4:0,44 4 : 0,80
5 más de 1 00 testigos 5 : 2,22 5 : 0,55 5 : 1 ,00
JO- OVNIS
U n a vez determi nados los índi ces E y C de u n Para explicar o defin i r al fenómeno, se debe
caso, s e proyectan sobre un diagrama d e d istri­ delinear con mayor precisión sus parámetros, ca­
bución l l amado Ex trañeza-Confiabi l i dad (EC), E pa­ racterizando los factores de ex trañeza, tanto como
ra las absci sas (componente horizontal) y e para sea posible. En defi n itiva, esos factores que halle­
las ordenadas (componente vertical ) . Ambas coor­ mos comu nes en la clasificación es lo q ue, p reci-
·

denadas ortogonales determi nan un vector bidi­ samente, hay que ex pl icar.
mensional, llamado "coeficiente de i m portancia", Propongo entonces una clasificación q ue coi n­
que permite cuantificar l a i m portanci a de u n avis­ cida plenamente con las categorías fenoménicas
tamiento. descriptas en el índice de extrañeza. Esta descrip ­
ción sistemática q u e n o i nvolucra ideas preconce­
V. CLASIFICACION bidas aceréa de la naturaleza del fenómeno, ha
sido formulada a parti r de los informes existentes.
Lo q ue el analista tiene para su tarea, son reg is­ con categorías generales y sobre los aspectos más
tros y ·rastros actuales de eventos ocurri dos en el firmes y estables del testi monio. G ozando además,
pasado. Estos son los ú n i cos hechos de que dis­ de la posibi lidad de i ntroducir sub clases, de
pone y, a part i r de el los, debe i nfer i r la natu raleza acuerdo a los propósitos particulares fijados en la
del fenómeno. Ciertas ciencias, como la biología tarea analítica (vg. disc r i m i n ando ti pos de super­
se encuentran en una posición más favorable, pues ficie terrestre, ubicación de las entidades tri pu­
los hechos q ue i nvestiga están p resentes y d ispone lantes, etc . ) , sin modificar en absol uto la estruc­
de e l l os para su i nspección. t u ra aqu í presentada:
N uestro p roblema presenta, además, falsas cons­ TIPO 1 : ATERRIZAJ ES O SEM IATERRIZAJ ES
tancias que pretenden describir un auténtico acon­ CON ENTI DADES T R I P U LANTES.
teci miento, sean " i ntencionales" o " i n advertidas". Clase A: Aterrizajes o semiaterrizajes,
Pero l a clasifi cación y l a desc ripción constituyen, · con simple observación de en­
en real idad, u n m ismo proceso. Desc r i b i r u n obje­ tidades tripulantes.
to por su aspecto y comportam iento, es clasificarlo Clase B: Aterrizajes o semiaterrizajes;
como m iembro de la clase de objetos que tienen c uyas entidades parecieran
esas p ropiedades. manifestar i nterés hacia el tes­
t igo.
La clasificación no supone establecer una divi­
sión ú nica de objetos en g r u pos separados, sino TIPO 2: OBJ ETOS CON TAMAÑO ANG U LAR, PO­
también otras subd ivisiones de cad a g rupo, y así SADOS A CORTA ALT U RA DE LA SU­
sucesivamente. Como es obvio, tales apreciaciones PERFICIE.
pueden ser cor.regidas a la l uz de ulteriores i nves­
tigac iones.
Clase A: . Objetos con tamaño angular
Los motivos q ue conducen a trazar tales distin­
o forma d iscernible, posados
c iones, se deben a razones p rácticas con el fin de o a corta altura de la superficie.
fac i l i tar el acceso a los arch ivos , recordando q ue
Clase B: Id., con trazas.
cuanto mayo r es el número de reg istros, mayor es
la necesidad de cl asificarlos debidamente. No TIPO 3: OBJETOS CON TAMAÑO ANG U LAR,
obstante, el mejor esquema será el que se sustenta O BSERVADOS A C I E RTA A LT U RA LI­
en las ca racterísticas más i mportantes que es me- M ITE.
neste r clasificar, depend iendo del propósito o el Clase A: Id., suspendidos o con trayec­
i nterés del q ue hace la clasificación. tor i a conti nua.
E l objetivo del anal ista en esta tarea, es una com­ Cl,a se B: Id., con comportamiento anor­
prensión más profunda del problema OVN I , no de mal.
hechos particulares, s i no de las leyes generales TIPO 4: FENOMENOS RESPLANDECI ENTES U
q ue las rigen y de las relaci ones causales existen- O BJ ETOS P U NTUALES.
tes entre el las. Sin embargo, para u n ordenamien- Clase A: Fenómenos resplandecientes.
to correcto es necesario tener suficientes conoci- Clase B: Objetos puntuales suspendi­
m ientos acerca de estas manifestaciones. Un co- dos en el cielo o con trayec­
noci_m iento l i m i tado de sus propiedades más ele­ t r i a conti nua.
. mentales, conduciría al fracaso todo i ntento de ·
Clase C : Objetos p untuales con com­
obtener u n resultado fecundo. p ortam iento anormal.

Es evidente que no se puede describir u n acon­ Interpretación de los términos empleados


tecim iento de cierta magnitud. Aún cuando se co­ en la clasificación
nocieran los pormenores, no es conveniente con­
siderarlos a todos, ya q ue en general se trata de -Comportamiento anorm al : Toda variación i rre­
i mpresiones de " baja estab i l i dad" , es dec i r, aspec- g ular del fenómeno, referida a su movimiento,
. tos fác i l mente susceptibles de ser afectados por apariencia o efectos prod ucidos.
deformaciones u omisiones, por parte de los testi­ -Efectos : El ectromagnético, radiactivo, etc.
gos y las fuentes period ísticas. Se deben descri b i r -Manifestac ión de in terés : Referida a l as ent i da-
los hec hos selectivamente, basándose en una des tripulantes, el leng uaje hablado o escrito,
apreciación objetiva y científica, considerando i m­ señas, gestos, telepatía, actitudes hostiles o
portantes aquel los aspectos que entran dentro de amistosas , etc.
la formulación de leyes causales. -Altura l ím ite · Se entiende por enc i m a de la copa
O JIN /S - 11
de l os árboles -1 0 m.- en l a est imación del probabilidades de confusión son siempre mayores durante
testigo. la noche.
-Fenómenos resplandecientes : Fenómenos l um i­ (3) Progresivo enrojecimiento a medida que e l astro se apro­
nosos sin percepción de objeto alg u no. Suelen xima a l horizonte.
producirse efectos f ísicos presuntamente aso­ (4) Pautas de i l uminación características: l uces de posición
ciados. y de aterrizaje. . .
(5) Son frecuentes las i l usiones de trayectorias ascendentes
PLANILLA N9 1. y aun de descensos en l a lfnea del horizonte.
" (6) Existe un movimiento sumamente lento, hacía el oeste,
( ) Como es notorio, e l "ruido" introducido por la aparición
consecuencia del movimiento d i urno de los astros, .por e l
dé los satélites artificiales sólo debe tomarse en considera­
·Ción a partir del mes de octubre de 1 957. c u a l estos describen una trayectoria circular (un arco de
meridiano celeste).
(7) El reingreso e n la atmósfera produce frecuentemente fe­
NOTAS DE LA PLANI LLA N9 1.
nómenos luminosos espectaculares; así como dísgregaclón
eh fragmentos.
(1) Venus es también perceptible a plena luz del d ía, en
épocas de máximo acercamiento a la Tierra. Se presenta (8) Si la disgregación de los aerolitos a l roce con l a atmós- ·

como un pequeño d isco circ ular, p lateado o blanco, y fera, aparecen en bandadas o grupos de trayectorias para­
muy bril lante. lelas y con largas y brillantes estelas. Pero n o siempre
(2) Aunque, por supuesto, hay observaciones d i urnas, las dejan estelas.

PLA N I LLA 1
-- -�,..
-

CUADRO D E SATE LITES AA- G LO BOS ME- MET E O ROS V PLAN ETAS V AVI O N ES V HE-
RE LACI O N ES TI FICIALES TEAEO LO G I COS AE RO L ITOS ESTRE L LAS LICO PTEAOS
1 (o) 11 111 IV V

A noche de 8 a 1 0 . noche noche n o che


HO RAS DE crepúscu Jo· de 20 a 22 crepúscu lo (2)
OBSERVA- *' (1 )
CION

B 30 segs. a 30 mins. 1 5 mins. a 2 hs. 1 a 30 segs. más de 1 h. 3 a 1 5 mins.


* *
D UAACION *

e p untual puntual puntual circular p untual


F O RMA circular circu lar alon!plda alongada
triangular imprecisa

o blani:o . blanco blanco bla n co blan ca


CO L O R amarillo rojo rojo, amarillo, celeste verde, rojo
(crepúsculo) . verde (aerolito) rojizo
(3) (4) *

E rectil ínea rectilínea rectil ínea casi i mperceptible variable


TRAYECTO- orbital parabó lica (6)
AlA (5)

F sacudidas a/v cambios d e ningu na ninguna detenció n


MAN I O BRAS aparentes dirección balanceo aparente cambios de direc-
*
(no bruscos) ( baile) ción (no bruscos)

G reducida reducida elevada casi impercepti ble moderad a


* *
VE L O CI O'A O variable

H a/v aureola a/v destellos a/v estela destellos a/v haces de luz
DESPA EN OI- (7) a/v detonaci ó n
MI ENTO S (8) *

' " ' " i\ ' i ('"


P LA N I L L A 1 1

(CO D I G O D E E VA L U A C I O N )

H O RA O BS E RVAC I O N 1-1 1 1 - I V-V A 1 noche continua


11 * 1 2 noche e ntre 20 y 22
11 J ma ñana entre 8 y 1 O
1-V 4 crepúsculo ( mat. y vesp_}

D U R A C I O N O BSE RVA C I O N 111 * B 1 1 a JO segu ndos


1 2 JO segundos a JO minutos
V 3 3 a 1 5 minutos
11 * 4 1 5 minutos a 2 h oras
IV * 5 más de 1 hora

F O RMA O BJETO 1-1 1 - 1 1 1-IV e 1 puntual


1 1-1 1 1-1 V 2 circular
11 3 tringular
IV-V 4 alo ngada
V 5 imprecisa

C O L O R O BJETO 1 - 1 1 - 1 1 1-IV o 1 bla nco


1 2 a mar illo
1 1 1-V * 3 rojo, a marillo o blanco y verde
11-IV 4 rojizo
IV 5 celeste

TR A Y E CTO R I A 1-1 1-1 1 1 E 1 rectilínea


111 2 para bólica
1 3 orbital
IV 4 casi imperceptible
V 5 variable

MAN I O B R AS 1* F 1 a parentes sa cu d idas


IV 2 apa rentes ba lancees ("ba ile")
V 3 detencio nes
11-V 4 ca mbios de d irección ( no br uscos)
1 1 1-IV 5 ning u na

V E L O C I DA D IV * G 1 casi imperceptible
1 * - 11 2 red ucida
V 3 moderada
111 4 elevada
V 5 variable

D ESPR E N D I M I E NTOS 1 H 1 a ureola


1 1-IV 2 destellos
111 * 3 estela
111 * 4 detona ción
V 5 ha ces de luz

B I BLIOGRAFIA CONSULTADA Hynek, J. A l l e n . The UFO Experienc e - A scientific l n q u i ry


Copi, l rving. I ntroducción a la lógica. E UDEBA. Buenos Aires . H e n ry Regnery Co. C h i cago, 1 . 1 1 . 1 972 .
· .
1 969 . SOBEPS. G u ide de l'enq ueteur. Ed. autores. Bruxel les. s/f.

O VNIS - 1 3
&UIA DEL EDEUESIADDR
NO TA VI Por el GR UPO SOBEPS

111. A N EXOS De donde tenemos entonces q u'e :


OA AB _ y h OA _ _

A. La triangulación OC - CD H - oc

Este senc i l l o método perm ite evaluar con bas­ a) Determinación de la. altitud
tante precisión un cierto nú mero de magnitudes
i m portantes : No debe olvidarse qu e aq u í se frata simple­
· -si se co noce la distancia aproximada que sepa­ mente de una eval uación q ue está a men udo vicia­
raba al objeto del testigo, se puede e ncontrar l a . da de ciertos errores debidos -en la mayoría de
altitud del objeto. los casos- a los recue rdos erróneos del testigo.
-i nversame nte, si se conoce la altitud, se pu ede P or tal motivo, se puede aceptar u n a pequeña
evai u a r la d i stancia a la que se encontraba el aproxi mación que perm ite s i m pl ificar notablemen­
te el cálculo sin crear e rrores apreci ables en el
valor de l a altitud. Así, se d i rá que :

OA = 1 (d istancia entre el testigo y la escala


D OC = L (d istanci a entre el testigo y el pu nto C)

Puede entonces escr i b i rse:

h_ 1
-
H- L

Y por u n a peq ueña modificaci ón, l a fórmu l a para


determi nar la altitud es ahora: H - h x L _

1
con : H : altitud del objeto (en metros) .
h : m i ra medida sobre l a escala (en metros)
1 L : distancia entre el testigo y la vertical del
FIGURA 1: Estimación de altura o distancia. objeto e n el suelo (en metros) .
: distancia entre el testi go y ·la escara (en
-por ú ltimo, conociendo esta d istancia, es posible metros)
esti mar las d i mensiones del objeto y viceversa.

Datos teóricos

Los cálculos elem entales están basados en las


propiedades de los triángulos semeja ntes. U n tes­
tigo m i r a a part i r de "O" una escala g rad uada de
altura tij a (arbit rariamente 3 m) ; apunta visual men­
te hacia el punto del suelo que correspondería a
la vertical presumida del objeto observado ("C")
y hac i a el punto del cielo donde se encontraba este
obj eto ("D"). Estas m i ras determfnan sobre l a
escala, respectivamente, los puntos "A" y " B" (ve r
fig s . 1 y 2) . G eométricamente , se construyen así dos
triángulos OAB y OCD, .que son semejantes. Si
l l amamos : 2
-segmento AB = h (exp resado en metros; es la
m i ra sobre la escala) .
-seg mento CD = H (expresado en metros; es la FIGURA 2: Medida de "h " en escala yraduada.
altitud del o b i eto)
Advertencias:

1 ) Sugerencias para la fabricación de _l a escala:


Es relativamente senci l l o fabricar una escala g ra­
d uada, poco costosa y de buena p recisión. Ba�t a
tomar u nos tubos metálicos que puedan enca¡ar
los u nos en los otros (material de cam ping) hasta
formar una vara de unos 3 met ros de longitud.
Sobre esta vara se ata entonces u n doble metro
plegable que perm itirá medidas de +/- 1 m m . Si
no se d ispone de tubos metál icos, empléese lo que
se enc uentre en el l ugar: rama rectil ínea, tabl a,
etc. I ncl uso puede ser sufic iente un simple doble
3 metro desplegado, sosten ido con_ la mano en su
extremo superior.

FIG URA 3: Estimación de diámetro.


2) Sugerencias para l a evaluación de dista� cias:
He aq u í algu nos consejos para eval uar las d istan­
Esta fórm u l a se empleará cómodamente a con­ cias. Las vías del ferrocarril están bal izadas de
dición de conocer " L", ya que "h" y "1" son medi­ 1 00 en 1 00 metros ; calcule e l n ú mero de pasos
das sobre el terreno. necesarios para cubrir, a marcha normal, l a d i s­
tancia q ue separa a dos bal izas ( repet i r vari as ve­
ces la experiencia para obte ner un valor medio).
b) Determinación de la distancia
Por el contrario, si se i g nora el valor de " L" ,
pero s e conoce la altitud del objeto ( " H " ) , se utili­
zará l a fór m u l a siguiente que permitirá evaluar la
d itancia qu e separaba al fenómeno del testigo:
L - !:f___.U
h

e) Determinación
.
del diámetro
.

Por u n razo n amiento análogo, se pueden esti­


mar l as d i mensiones de un objeto (Ver Figs. 3 y 4) .
La fórmu l a q u e h abría q ue util izar es la sigu iente:
.0" _ d x L
--¡
con : d : m i ra med id a é n l a escala (en metros)
.el: diámet ro del objeto (en metros)
1 y L han sido p recisados m ás arriba.

Ejemplo práctico

Un testigo ha visto ascender un Ovni de u n


prado q u e s e e ncuentra a 800 metros d e a l l í. La f- IGURA 4: M edida d e "d" en.escala graduada.
máq u i n a se ha detenido a una ci erta altitud algu­
n os i n stantes y l uego h a desaparecido a tod a
Téngase i g ual mente presente q ue el ancho de
velocidad.
l a fach ad a de una casa media es de 6 metros y
Habiendo colocado la escala g raduada a 2 me­
q ue la altura de un piso es de + 1- 3 metros. Tam­
tros del testigo, éste mira sucesivamente el punto
poco debe olvidarse q ue el sonido se p ropaga a
de donde ascendió el Ovn i y l a vertical del cielo
donde se mantuvo suspendido. Se determina as í: la velocidad de 340 mjseg. y que con . un buen
h == 0 , 1 85 metros 1 8,5 cm). (Ver figs. 1 y 2) . De la c ronómetro se pueden est i mar d istanc ias bastante
misma m anera, s e verá en la escala c a d a una d e largas. Al l í también es esencial p roceder a n u me.­
. rosos ensayos para que e l error cometido sea
las extremidades de l a porción del cielo que deli­
mita -a lo ancho- la zona donde el Ovni se en­ pequeño.
contraba, y se dete rmina así : d = 0,062 m (6,2 c m ) .
(Ver figs. 3 y 4) . S e t rata aq uí de datos reales de (Traducido del francés por el Dr. Osear A . G a l indez. Titu­
u n caso al c u al el lector puede enfrentarse. Para lo orig ina l : "Guide de _ I ' En q uete ur").
la determ i n ación de la altilud a la que el Ovn i se
e ncontraba, tenemos: L = 800 m, 1 = 2 m ; h ( P róxi mo n úmero : P lano de la tra­
= 0 , 1 85 m ; l uego: H - (6 1-ª?� -ª.99 == 74 m .
_
yecto ria. Medición de ángulos)
2
' '
Desde la Olead a de 1 965, en que los OVNis se
dejaron ver con g ran frec uencia sobre la Repúbl ica

ENCUENTRC
Mexicana, sólo se h an dado noticias de sitios en
que l a aparición de los m ismos h a sido más o
menos reg ular. Tal es el caso del "Cerro de la
Estrel la", " E l Aj usco", l ugares ci rcundantes de

EL CIELO DE
l a ciudad de México� y el " Lago de Patzcuaro"
(Michoacan) , "Zona de Silencio" cerca de Ceba­
l los en el Estado de D u rango, etc.
En lo que va del año, sólo la T.V. M exicana dio
NO TA 1
a conocer avistamientos de OVNis anfibios en el
Lago de Patzcuaro (21 -2-75) , y l a prensa mencio­
n ó u n a observación en M atamoros Tamau l i pas Tequesquitengo", bajo i n d icación del ADF, de­
(23.4.75) , todo ello, como es de suponer, con l a bido a q ue el VOR no le trabajaba a g randes
i ndiferencia de l as autoridades locales y el Go­ d istancias. E l plan de vuelo i ndi caba ascender
bierno. hasta 1 3.500 pies (4.050 m.), pero como canse-
El sábado 3 de Mayo de 1 975, la T.V. Mexicana
i nformó sobre una einérgencia q ue causó el cierre
del Aeropuerto I nternacional " Benito J uárez" de
la ciudad de Mexico, por el lapso de una hora,
como consec uencia del mal funcionamiento del
tren de ate rrizaje de una avjoneta. Dos d ías des­
pués (5 de Mayo) y con· g randes titulares, en
varios periódicos ( 1 ) apareció la noticia de q ue
esta emergencia había sido p rovocada por el en:
c uentro del piloto de esa avioneta con 3 objetos vo­
l antes no identificados, que l o escoltaron desde la
vertical qel Lago Teq uesqu itengo (�stado de MQre­
los) hasta M éxico Dist rito Federal, siendo éste el
i ncidente que pasamos a relatar.
El d ía 6 de mayo, la Comandancia del Aero­
puerto había citado al pi loto D. Carlos Antonio
de los Santos M ontiel para rend i r su declaración
oficial de los hechos ante el Comandante de dicho
Aeropuerto, D. Luis Angel Jara Monroy.

1. Los hechos
El protagonista, Carlos A ntonio de los Santos Montiel. (A tención
Stendek - A rchivo CA D/U).
El viernes 2 de mayo de 1 975, el piloto
Carlos Antonio despegó rumbo a Z i huatanejo, en cuencia del m al tiempo se le permitió ascender
el Estado de G uerrero, dej ando en el complejo a 1 4.500 pies (4.350 m) con el fin de evitar las
i ndustria( " Lázaro Cárdenas", c iudad siderúrgica nubes, hallando a esa a)tura cielo completamente
situada en el Estado de M ichoacán, a dos i nge­ despejado con algunas nubes blancas.
nieros que al l í se d i r i g ían. Desde ese punto conti­ Llegó sobre la vertical de Teq uesq uitengo a
nuó hasta su desti no, la c i udad de Zihuatanejo, u n a altitud de 1 5.000 pies (4.500 m . ) , sus i nstru­
realizando el vuelo a una altitud de 1 4.000 pies mentos así lo indicaban, pero desce ndió con el
(4.200 m) (2) : fin de localizar visual mente la laguna, a la vez
Una vez hecho el viaje y ya d isponiéndose a que iniciaba un nuevo descenso, no muy pronun­
emprender el de vuelta a c i udad de México, se ciado, para l legar al D istrito Federal con una alti ­
apercibió d e que le sería i m posi ble l legar antes tud correcta y pasar con el suficiente margen
de anochecer no estando su avioneta p repara­ sobre el monte Aj usco, q ue se hal laba en la ruta.
da para el vuelo nocturno, por lo que decidió pér­ Cambió su rumbo al Distrito Federal (VOR Te­
noctar en la ciudad y reg resar a primera hora a quisq uetengo 004 a VOR México D istrito Federal
la capital. Cenó a las 20 hs., reti rándose a dorm i r 1 84) , descendió y, ai no localizar visual mente la
segu idamente. . laguna, volvió la vista al frente y sintió que alg,.
Al día siguiente, 3 de mayo, rei naba mal estaba j u nto a él sobre el ala derecha. G i ró el rostro
tiempo con bancos de nubes y bruma en Z i h u a­ ' y vio un objeto con la forma de dos pl atos uni dos
tanejo y parte de la zona a sobrevolar, c i rcu nstan­ por su parte cóncava, con una peqüeña cúpula
c i a que le i m pedi ría real izar e� vuelo en cond icio­ en la que se apreciaba una ventan i l l a y sobre la
nes visuales. (V.F.R. = Vissual Flight Rule), vi én­ q ue había una pequeña antena. Se volvió hac i a la
dose obligado a realizar un vuelo medi ante i nstru­ izquierda y pudo observar u n objeto de las mis­
mentos (V.O.R. = Very High Frecuency O m n i Di­ mas característi cas que se hall aba en la misma
rectional Range, y A.D.F. =· Automatic Di rectional posición sobre el ala i zquierda (como a u nos · 20
Fi nder) y pasar por la vertical de la R adio-Baliza c m sobre ella y a una distancia de 1 metro y .
de Teq uesquitengo para seg u i r hasta México D . F. medio d e l a cabi n a del piloto) .
Despegó solo, a las 1 0,30 hs., (sin haber pod i­ " Estaba petrificado -declaró Carlos Antonio-.
do desayunar) y tomó la Aerovía G-3 "Zihutanejo- después vi que un tercer objeto se prec i p i taba
¡r, - O VNIS
en la maniobrabilidad de la avioneta.
La l l amada fue reci b i d a en Centro México a l as

) OVNI EN
1 2, 1 5 hora local. Los objetos al llegar a la vertical
del Mo nte Aj usco habían elevado a la avio neta, de
1 5. 000 pi es, l a altitud a la q ue l legó a Teq ues­
, q u itengo, a . 1 5.500 pies, habiendo red ucido l a

MEXICO
veloc idad de 1 40 m i l las (5) náuticasjhora (260
,
km /h) a 1 20 m i l las náuti cas/hora (222 km/h .) .
La torre de control de Centro México se puso
en com u n i c aci ón con D. I g nacio Si lva de l a Mora
Por FERNANDO TELLEZ PAREJA
( I nspector y autoridad aeronáutica), tío de Carlos
Antonio, poniéndolo asi m ismo en com u n i c aci ón
hacia el avió n y me pareci ó que se iba a estrel l ar co n el pi loto, co n el cua l em pezó. a anal izar los
sobre el parabrisas, pero se d i r i gi ó a l a "panza" desperfectos, estud�ar la situación y planear u n
del fuselaje, dándome la sensac ión de que se aterrizaje de emergencia.
pegaba al l í, pues oí u n ruido extraño, algo me Al sob revol ar el Monte Aj usco y estar más o
había gol peado . . . " "Me percaté de que me em­ menos sobre l a vertical del pueblecito de Tlalpan,
pezaban a elevar, yo ya no ten ía control del el objeto situado sobre el ala izquierda se el evó
avión; traté de balancear el aparato para gol pear y sobrepasó l a cabina hacia l a de recha, si gui é n­
on el ala al objeto q ue ten ía a m i izqUierda, dolo el objeto del ala derecha y perd iéndose l os
ero l os controles no respondieron", (sus i nstru­ dos hacia l a zona de los volcanes Popocate pelt e
entos no osc i laron y no rec uerda si su brúj u l a l ztaccihualt, situados al S.E . de la c i udad de M é­
e a bordo sufrió alguna d istorsión o desorienta- xico, man iobra que Carlos Antonio notificó i n me�
c ión). " Q u ise sacar el tren de ate rrizaje pero no d i atamente a Centro México, al i g ual que i nstan­
respondió. ¡ No pod ía hablar, em pecé a llorar, no táneamente recuperaba el control de la nave.
sab ía qué h acer!". El pi loto no pudo ver la man iobra que real izó
Carlos Antonio se puso momentos después en e l objeto q ue se h al laba baj o e l fuselaje, e n el caso
com u n i cación con el Control de Centro México y, de que éste hubiera perm anecido allí hasta el
de acuerdo co n el contenido de la c inta magne­ momento en q ue los otros dos se despegaron de
tofó n i ca en q ue se g raban todas las conversaci o­ la avi oneta.
nes entre la torre de control y los aviones en
vuelo, el d i álogo se desarrol ló de la sigu iente 11. Maniobra de acercamiento al Aeropuerto.
form a :
- Centro M éxico, del Extra B ravo Ext r a Alfa U n a vez recu perado el control sobre los m an­
U n i ó n (3) , ¡ M ayday ! ! M ayday ! , i M ayday ! (4) . dos, comenzó la operación de d estrabar el t ren
- Aquí Centro M éxico, adelante Extra Alfa U n i ó n de aterrizaj e, pasando ocho veces sobre l a torre
(mientras l a torre d e control responde a su de control, l u gar desde donde med iante prismá­
l l am ada, el p i loto repetía la suya por dos veces ti cos observaban cualquier prog reso en e s t a
m ás, ya que aparentemente no reci bía la res­ Plano realizado por el radarista j ulio lnterian, (Atención Stendek ·

p uesta del Centro México, q uedando todo ello Archivo CAD/U).


g rabado).
- Adelante Extra Alfa U n i ó n , aqul Centro M éxi­
co. SI, d i g a . . .
Mil as
12

. j-�rl'�. .
-scn�
·:�
"<1G�r- \:t._�
� lZona
- E xtra Alfa U n ió n a Centro México, el avi ó n va
s i n control , yo n o estoy controlando el avi ón . . .
tengo t res objetos visuales no identificados
volando alrededor de mí . . . uno se p rec i pi tó
AjMontusceo � � � -uFOS
2• -----
os Voldecanes
a l avión y me pegó en l a parte inferior del
avi ón . . . está trabado el tren de aterri zaje y
Zona c1delegaRADAR
ondas para-las
.
·-·
t
1
aparentemente no sale, m i posición estoy esta­ 1
1
blecido en el radial 004 del VOR Tequesqui­ "'

1

tengo, el avión va sin contro l , yo no lo estoy � :


controlando . . . Centro México, ¿ me escu­ � 1

cha? . . .
E nterado, enterado Extra Alfa U n i ó n . . . dé me
1
1• Tequesquitengo
*
1
su posición y la situac i ó n e n q ue se encuen­ 1
1
tra, vamos a local izar a las autorid ades com­ 1
petentes . . . /
N -
N
(en ese momento · el p i l oto Carlos Anton io i n­
1
/ NE
/
terrumpe al controlador del Centro M éxico W E
d iciendo:r
/
- . . . el avi ón va s i n control . . . 1 SW SE
E l aeropuerto de M éxico fue cerrado i nmed i a­ / S
/
. tamente, desviando los vuelos q ue ten ían prevista /
su l l egada, a aeropuertos cercanos ante esta /
emergencia, m ientras los tres objetos segu ían
al lado del "XBXAU ", ejerciendo un domi n i o total .
1
e
/
Zihuatanejo e Acapulco
1
maniobra. Después de a i rededor de 40 m í n utos de vuelo. Ha cursado estud ios en varias escuelas
de sobrevolar el aeropuerto · y habiendo por f i n de aeronavegación y ostenta el t ftulo de Piloio
logrado destrabar e! tren de aterrizaje medi ante Comercial y Privado, con n úmero de l icencia
el sistem a de emergencia, ayudado con un destor­ 3704, contando, además, con u n total de 85 horas
n i l lador que usó a modo de palanca, pudo tomar de simulador de vuelo.
tie rra a las 1 3,34 hs. en una franja de hierba La avioneta que pilotaba es propiedad de la
situada entre las pistas "5 derecha" y "5 izqu ier­ compañía " Pelletier, S.A.", dedicada al estud i o
da", donde lo esperaban los bom beros y una y análisis de aguas. Carlos Anton i o presta sus
ambulancia que, afortunadamente, no tuvieron servicios cor:no piloto de esta comparíla.
ocasión de interve n i r. . Su padre es Jefe de Mecánicos de la Compañ ía
De ahí fue · conducido a l a cl ínica de " Comu ni­ Aérea " Mexicana de Aviación". Su tlo, como ya
cac iones" sita en las dependencias del m ismo q uedó establecido, es Inspector Aeronáutico.
Aeropuerto " Benito Juárez", donde le fue prac­ Carlos Antonio ni fuma ni bebe y preguntado
ticado un completo examen médico, debido a por si tenfa costumbre de leer l i bros de ciencia
que creyeron que venia ebrio o drogado. E l exa­ ficción o relacionados con el tema OVN I , contes­
men fue !levado · a cabo por el D r. E rnesto Gómez tó negativamente.
Literas, del cual salió satisfactoriamente.

1 1 l . Se establece contacto entre al piloto y el CE l. VI. Exame:1 médico

El d ía 6 de Mayo, después de prestar declara­ Al día siguiente, 7 de M ayo, el Capitán At,Jgusto


ción ante l a Comandancia del Aeropuerto, Carlos Ramírez Altam ! rano, Jefe de la Pri mera Región
Anton io, su tfo D. Ignacio Si lva de la Mora y el e I nspección Aérea de la Dirección de Aeronáu­
realizador de esta enc uesta, nos dirigirnos al tica, me comunicó que le serian practicados a
hangar donde se hallaba la avioneta " P i per". En · Carlos Antonio una serie de exámenes de medi­
el trayecto q ue efectuamos en automóvil por el c i n a general, , psiquiatrla, neurologla, etc., para
i nterior del aeropuerto, el S r. Si lva de l a Mora tratar de determinar si en verdad el testigo vio
mf: c ontestó que Carlos Antonio bajó de l a avio­ los tres OVN I q ue evolucionaron a su alrededor.
neta por sus propios med ios comportándose nor­ Agregó, además, q ue e! piloto habla volado a
malmente mientras h ablaba clara y cordiahnente. m ás de 1 0.000 pies y q ue debido a que a partir
Una vez l legados al mencionado hangar, pudi mos de esta altura empieza a dism i n u i r el porcentaje
comprobar que l a avioneta era una " Pi per-Azteca" de oxigeno, el piloto podrfa h aber sufrido u n a
{PA-24) , matriculada con las siglas XB XAU , equi­ " h ipoxia" (falta de oxigeno en l a sang re) y q u e
pada con un solo motor y prevista para tres pla­ esto le produjo esas alucinaciones, y a que la avio­
zas, más el piloto. neta no ten ia un equipo de oxigeno.
Llevaba conmigo u n a brújula q ue acerqué a las "No hay manera de corroborar la presencia de
alas y tren de ate rrizaje, pero no hubo ninguna estos . . . OVN I -declaró el Capitán Ram lrez-,
distorsión o desoriéntación q ue evidenciase ya que n i los radares captaron los objetos" .
estar magnetizada, aunque si lo hubo pudo--- desa­ Esa misma tarde se le practicaron l a serie de
parecer durante los cuatro d fas transcu rridos en­ "test" que me anunciaron y q ue reflejarlan fiel­
tre el suceso y el momento del examen. m ente s u estado pslq uico-fisiológico.
En la parte baja del fuselaje, justo bajo el La "hipoxia" es, en términos gene rales, la pér­
asiento del piloto, observé una pequeña abolla­ dida o escasez de oxigeno como consecuencia
d u ra, señalándosela a Carlos Antonio, quien me de l a altura. Conoc ida también por "mal de las
dijo no haberl a visto antes del vuelo, pero q ue montañas" , tiene u n as manifestaciones totalmen­
habiendo mencionado este detal le a s u padre, te conocidas y estud iad as, siendo i mperceptibles
éste le d ijo que la abo l l ad u ra era vieJa (?). para el individuo, ya que comienza a senti rse fel iz,
En el aeropuerto, el tema del d ía era el suceso contento, tranquilo, y luego va perdiendo la no­
"Carlos Antonio", ya que l as autoridades aero� ción del tiempo en forma g rad ual. Sufre dolores
náuticas hab ían asentado este hecho como autén­ de cabeza, sudor, mareos, sueño y puede hasta
tico, ante el cúmulo de evidencias aportadas. provocar vómitos y, en el peor de l os casos,
el desmayo, siendo posible q ue se prod uzcan en
IV. Los objetos u n estado critico hasta alucinac iones.
' Conclu ido el examen real izado por el Dr. Luis
Su forma era l a de dos p l atos unidos por su Amezcúa ·González (Jefe del Departamento de
·

parte cóncava. Como ya h a quedado establecido , Medicina de Aviación del Aeropuerto), declaró :
en l a parte superior sobresal ía una peq ueña cú­ "Debido a que el piloto Carlos Antonio de . los
pula y sobre ella algo que . le recordaba una pe­ Santos M ontiel no i ng i rió alimentos en u n lapso
q ueña antena. Su color era gris opaco, un "grís de 1 6 horas (desde l as 20 hs. del d fa 2 de Mayo,
rata". No tenían· n i n g u n a l uz de posición, tobera, a l as 1 2, 1 5 hs. del d la 3, momento del suceso) y
ni n i n g ú n detalle apreciable. a que voló a más de 1 0.000 pies, eso provocó u n a
" h i poglicemia" (falta de . azúcar e n l a sangre"
V. El testigo. q ue, combinada con la í'hi poxia", produjo l os es­
pej ismos."
Carlos Antonio de los Santos M o ntiel es u n Momento a momento se h acfa más factible q ue

l.
joven de 2 3 años d e edad y q u e l leva dos como el piloto h ubiera i magi n ado s u experiencia. No
- n - ... ..... '"" "' h : n n ,.. " .., ,.. , , f'W" ' • ' .._·� I"'\ • • n
tota l ño. 'l7n h n r � c r-orlíl'l rl 8 i M de nreountarme: ;,esas 16 horas sin

l
Reconstrucción artística del episodio
protagonizado por el piloto mex icono
Carlos Antonio de lo� Santos Montiel, el
3-5- 75 sobre el lago Tequesquitengo
(México). (Ilustró BOG).

comer podrfan haber afectado en tal g rado l a VI l . Declaración del técnico radarista.
mente de u n hombre?
N o m uy convencido por esta h i pótesis p roced í El d ía 8 de Mayo se ru moreó en el aeropuerto
a consultar a l a Srta. Ma ría Consuelo Contre ras que los OVNI si fueron detectados por el radar.
Esquiva! , Enfermera Jefe del hospital " la Raza", las declaraci ones las h i zo e l i n ge niero D. Enrique
dependi ente del I nstituto M exicano del Seguro Méndez, D i rector de la R.A. M . S.A. (Rad i o Aero­
Social (I M SS) , la cual me expli c ó : "láutica Mexicana, S.A.), q u ien dijo que se había
" P a r a que una ' h i pogl icemia' llegue a tal g rado detectado un "eco" en la misma di rección y al
como para p rod ucir alucinaci ones, j u nto con la mismo tiempo que el pi loto denunciaba l a presen­
falta de oxígeno, la h i poglicemia, ante todo, debe­ cia de los objetos.
ría tener más horas, incl uso 1 ó 2 d ías. Por otra En u n a entrevista que m antuve con é l , me d ijo :
parte, ten i endo en cuenta q ue el examen a que · 'Además de lo que el pi loto i nformó, en el mo-
fue sometido el piloto por e l D r. Gómez literas,
a l os pocos m i n utos del ate rrizaje, arroj ó un resul­
tado positivo en todos los aspectos , es difíc i l que
hayan sido estas las - c ausas de una aluci nación
tan exacta en lo que respecta a la descri pción y
movi m i ento de los objetos en el cielo." (Carlos
Antonio fue por sus p rop ios medios al examen mé­
d ico y l levó a l a avioneta hasta su lugar de aparca­
mie nto s in mostrar reacciones anormales) .
Agregó la S rta. Contreras : " Seg ún leí e n . l a
p rensa, é l ya había vo lado a esas altu ras y su
organismo pudo i rse adaptando . después de dos
años de volar."
Esta declaración daba más i nterés al caso, ya
que los exámenes de los dos méd icos se contra­
decían, siendo la opinión de esta enfermera total­
mente i m parci al y s i n i nterés alguno en el caso.
Ante la declaración del Dr. Amezcúa, Carlos
Antonio declaró : " Es falso qu e haya sido afectado
por la " h i poxia", ya que de haber sufrido al g u n a
alte rac ión mental o física m e hubiera estrellado".
Ag regó : " Estoy acostum brado a vol ar a esa altu­
ra y nunca me ha afectado, por ot ra parte, no j ulio ln terian, controlador de radar de l aeropul'fto de 11<' \ it u.
1 a al'iOneta Pipcr-A i' tl'ca, �
matr icula XB-XA U, L/111'
¡Ji/oteaba Carlos A n tonio.
(A tención Stendek -
Archil•o CA D /U).

11ento prec iso en que dijo que se alejaban los 1 5 m i l las (28 Km.) del aeropuerto, o sea, en l a
objet6s-se detecl6 u n "eco" en e l radar a 14 m i l las zona d e l M onte Aj usco, s e nos perd i ó l a avioneta,
(26 km) al S . E . del Aeropuer to, q ue l l evaba rumbo debido a que esta zona es ciega para el radar. Ya
E. Dio u n gran g i ro de 2709 on un rad i o de 4 m i l l as en contacto con el pi lóto, Carlos Antonio, nos
náuticas (7,5 k m . ) , a u n a velocidad aproximada i n formó al S r. Estaño! y a m f q ue los objetos lo
de 450 m i l l as náuticas (833 -km / h ) , alejándose habían subido hasta 1 5.800 pies (4.700 m), ya q ue
h ac i a la zon a de los volcanes Popocatepelt e l o tuvieron bajo su dominio desde l a Lag u n a de
!ztac c i hu alt, recorrido idéntico al reportado por e l Teq uesq u itengo (de 10 a 15 m i n utos) . Perd i mos
p i l oto Carlos Antonio. " . A m 1 vez le preg u nté: " S i contacto vía radar, pero no rad i al ; en ese momen­
no h u biera s i d o u n OVN I , q u é hu biera podido to nos i nformó que ya te nía el control del avión
ser . . . ?", "No pudo haber sido u n avión, ya q ue y q ue lo habían baj ado en la vertical del Monte
l a P i per de Carlos Antoni o era el ú n i co en e l Aj usco, a 1 5 .400 pies, y q ue los objetos se d i ri g ían
área. Se notificó el inc idente a u n avión q ue rumbo a los volcanes, pero que e n ese momento
ve n f a de Acapulco, pero n o alcanzó a ver n i l a los perd i ó de vista. En ese m ismo i nstante se
avi oneta n i a l o s objetos". " E ntonces, ¿ fue pro­ detectó l a avi oneta a 1 2 m i l las (22 Km ) al S. y en
ducido el "eco" po r algo sól ido donde rebotó l a el momento q ue nos decía que les perdía de v ista
señ a l ? " . " S f, asr es". " Entonces, ¿ h ubo a h f u n se vio e l "eco" a 10 m i l l as ( 1 8,5 Km) de l a avio­
ap arato extraño?" (el téc nico sonríe un i nstante neta y a 1 4 m i l l as a l S.E. de nosotros, efectuando
y d ice :) " Bueno . . . lo que nosotros sabemos es en ese pu nto e l g i ro h ac i a la izq uierd a de 2709
eso, cuando el p i l oto d i ce q ue se están alej ando, en un rad io de 3 a 4 m i l l as a u n a velocidad de
se · detectó u n "eco", nada más." 450 a 500 m i l l as náuticas por hora, ¡ algo i n c re í­
b l e ! , yo no conozco nave a l g u na que haga eso
VI I I . Corroboración de otro!> técnicos radaristas. con esa · fac i l idad."
Después de esta deta l l ada exp l icación l e p re­
La l l amada " M ayday" de la pi per XB XAU Jue g unté : " ¿ Q u é rad io necesita u n a " nave terrestre"
rea l i zada a l as 1 2, 1 5 horas del sábado 3 de para dar un g i ro de esta naturaleza? y ¿esa m isma
M ayo. E n ese momento se encontraba de turno " nave", q u é rad i o necesitaría para efectuar ese •
en Centro México D. J u l i o César l nte rian D faz g i ro a 450 m i l l as náuticas por hora?".
(Controlador del R adar Te r m i nal } y D . E m i l i o Es­ " La primera necesitaría, forzando e l avión, u n a
taño! López (Controlador de Ap roxi mación) . ve locidad d e 200 m i l las y l a segu nda, también
Conversé con el S r. l nte r i an D íaz, que fue tes­ forzando e l avión, un mínimo de 8 m i l l as de radio".
tigo del "eco" del OVN I . " De Tequesqu itengo a
México D.F. h ay 48 m i l l as náuticas (89 Km) ; l a N O T A S
avioneta fue detect ada a 43 m i l l as (80 K m ) a l sur
( 1 ) Sol de México 6-5-75; Heraldo de México 6-5-75; Ultimas
del Aeropu erto, como un solo eco. No se había Noticias 6-5-75; Ovaciones 7-5-75. (N. de la R.).
establecido contacto rad i a l . Era l a ú n i c a nave en (2) 1 pie = 30 centímetros. (N. de la R.).
esa zona a 20 m i l l as al S.E. del área de los vol ca­ 1 3 ) " Ex t'a Bravo Extra Alfa Unión" las iniciales de estas cinco
nes (ver p l ano del radarista) y el Monte Aj usco pn !abras corresponden al código de la matricula de l a
avioneta. A l tratarse de u n código un iversal, la E de
está l i geramente a la i zq u ierda del vector de vuelo extra equ ivale a la X d e la matricula. ( N . de la f� . ) .
de l a av ioneta. Era i m posible saber si había más ( 4 ) Mayday, voz que repetida tres veces s ig n ifica "si tuación
objetos ahí, ya que estaban m uy j u ntos y debido de p e l i g ro". ( N . de la R.).
a esa prox i m idad sólo se detectaba un "eco " . A ( 5 ) 1 Milla Náutica """' 1 .852 metros. (N. d e la· R . ) .
(Continüa e n el p róx imo n ümero)
2 0 - 0 VNlS
(J��IJí�ii(J�: r.r�flrtiirJr.
ATE.RRIZA.JE CDI N
HUELLAS EN TC_L CSA
- P o r ROBE RTO E. BANCHS.

l . TESTIMONIOS B.
- El sonido: Serian l as 23,30 horas cuando
de i mprevisto, Jos primeros escucharon u n fuerte
A.- Circunstancias: Tolosa es u n barrio s u b­ sonido proven iente del exterior q ue, sin l l egar a
u rbano situado a u nos 4 km del centro de l a ci udad sacud i r l as ventanas, ,s emejaba al sobrevuelo de
de la Plata, e n l a p rovincia de Buenos Ai res. Posee 'muchos aviones a reacción' ( 1 1 0 decibeles) , re­
un aspecto urbano ligeramente compactado, cons­ duciéndose hasta hacerse i naudible en escasos
tituido por viviendas construidas en u n a sola plan­ m i n utos , habiendo sido escuchado también por
t a y con espaci os l ibres aislados. otros vecinos. Atentos a su actividad recreativa,
la n oche del m artes 26 de noviembre de 1 974, Jos testigos restaron i m portancia al hecho atribu­
en una de esas viviendas ubicada en la calle 51 8, yéndolo a una man i obra m i l itar.
entre 5 y 6, se hallaban reu n idos viendo televi­ C.
- La luminosidad : I nstantes después el i nte­
sión en la sala del livi n g , la señora Rosario Segura rior de la finca, que estaba en penumbras, se i l u­
viuda de Perique (57, ama de casa) , su hija lidia m i n ó plenamente a través de una ventana ubicada
G raciela Peri que de Nicolini (25, empleada de co­ a espaldas de la fami l ia. Se trataba de una luz
mercio) , y el esposo de ésta, Rubén Horaci o Nico­ color ceniza, plateada, comparada en i ntensidad
l i n i (28, mecánico de l a policla). por l a Sra. Lidia, con l a emitida en directo por
En tanto, en la finca l i ndera, los cuatro compo­ Jos faros de un automóvi l : ag regando su madre
nentes de la fam i l i a Deluchi, i ntegrada por el m a­ que el ambiente parecla estar cubierto por una
trimonio y sus dos pequeños h ijos, h ab ían dispues­ íina neblina, no observada por los restantes.
to i rse a dorm i r a eso de l as 22,30 horas, más tem­ Presurosos se alzaron de sus respectivos asien­
prano de Jo h abitual, pues en la velada anterior - tos y se d i ri g ieron al patio, en los fondos de la vi­
hablan asistido a una reu n ión festiva de carácter vienda, para ver lo q ue supusieron pod ía ser una
fami l iar. tormenta, comprobando entonces una formidable

-elllll!---- 1 4 m --�•

R EFERENCIAS :
A - Vivienda de la
familia Deluchi.
8 - Vivienda de la
familia Perique.
7 Ubicación de los
-

testigos en el

B
momento de escuchar el

1 2
ruido y notar la
luminosidad.
2 - Ubicación de los
testigos en el
momento de
observación del objeto.
3 - Huella circular de
3.40 m. de diáme tro.
4 - Huellas triangulares
de 7 O cm. de lado.
5 Tendederos de ropa.
-

(Ilustró BOG).

O VNIS - 2 1
"A lcanzaron a observar un
objeto de regulares
dimensiones q ue se elevaba
desde el terreno vecino ".
(Ilustró BOG).

c l aridad 'como si fuera de d fa', bastante d iferen­ E m itra una l u m i n iscenci a anaranjada, con algunas
te a la registrada dentro de la casa, q ue fue cons­ tonalidades celestes, q ue provenían de su i nterior,
tatada por otros veci nos cercanos. aunque con m ayor i ntensi d ad en sus contornos. Me
q uedé muy i mpresionada al verlo".
D. - El objeto: El prime ro e n sal i r fue el señor
N icol i n i , q uien alcanzó a observar cómo u n objeto
de reg u l ares d i mensiones, se elevaba desde u nos E . - L a s h u ellas : Tras lo ocurrido, los testi gos
4 met ros de altura del terreno vec ino, con una
optaron mantener en reserva el suceso, trascen­
veloci d ad vertig i nosa y constante, pasando detrás d iéndolo ú n icamente e nt re sus fam i l i ares y amista­
de l a copa de u n sauce a u nos 6 metros de donde des cercanas. Fue así como cuatro d ías más tarde,
se hal laba, hasta desaparecer en u n cielo d i áfano la sra. Rosari o manteniendo una i nformal charla
y despej ado. con s u vec i na la s ra. Concepci ón Deluchi , dec i d i ó
La sra. L i d i a n os describe asr al fenómeno: "Era comentarle su experiencia d e l martes anterior y ,
como una esfe ra o c úpula de color amar i l l o pálido, s i n sal i r de su asombro, l a s ra. Concepción hal l ó
con una base plana saliente de vio color rojo, . entonces explicación a u nas extrañas marcas apa­
este último de u n m ate rial i m i l ar al acrílico. Ten­ reci das e n s u jardín.
drfa 1 ,80 m. de d i ámetro por 2 ,00 m. de alto. Se .
alejaba raudamente en d i recc i ó n al N N E s i n mo­ Se trataba de u n perfecto anillo ci rc u l ar de 0,05
dificar su trayectoria, perdiendo la forma hasta m. de ancho y de u n d i ámetro de 3,40 m . , adem ás
converti rse en una l uz , l uego, no se lo vio más . . . "de una considerable canti dad de marcas triangu­
lares eq u i l áteras de 1 0 cm . de lado, d istrib u idas a
Por su parte, l a sra. Rosario d i siente con l a 25-30 cm . una de la otra y exten d idas a part i r d e
versión de s u h ij a : "Cuando sal l después q u e m i l a huella c i rcular' en d i rección a Jos fondos de l a
h ij a l o h i ciera, s e encontraba alto (459 sobre e! fi nca, exactamente donde s e encuentra u n árbol
hori zonte), a u nos 1 50 m. de distancia, pues se de laurel i mplantado a u nos 1 2 metros. Hal l óse
alejó como una bala h asta desaparecer e n apenas total mente calci nada, cubiertas de un polvil l o p l a­
u nos segu ndos. Ten ia l a forma de u n h uevo, como teado que alcanzaba l os pastos verdes. A s u vez,
s i fuera un g l o bo alargado de las d i mensi ones de el sector de la copa de un sauce que se vuelca
un automóvil peq ueño, s i n n i ng ú n t i po de detalles hac i a esa propiedad, ubicado a un par de metros
en s u estructura. Era transparente como s i fuera del ani llo , está aún visible, con l as hoj as achapa­
de vidrio, porque se ve ra. clarito, vaclo adentro . . rradas.
22 · O VNIS
1 1 . EVALUACI O N Resulta mlly i m p robable q ue e n ese b reve pe­
ríodo de observaci ón, dos personas perc iban y
A.- Calificación de los testigos: Sometido el descri ban exactamente lo m ismo. E l acto de l a
c aso al examen c rítico de valoración e n c u anto visión choca siempre con observacio nes contra­
a su fiabi l idad, teniendo en consideración el n ú­ d ictorias, debido además a u n a s i m p l ic i d ad rel a­
mero y l a calidad de los testigos, el m étodo por tiva q ue , según lo expuso Wertheimer en su teoría
ecuación apl i c ado, arroj a e l significativo valor de gestaltista, se tiende a i ntegrar o u n ificar en l a
2,76/5. conc iencia las escenas más percibidas como u n
E n lo que respecta al g rado de extrañeza que el todo s i g n i ficat ivo, a l que denomi nó 'fenómeno f i ' .
fenómeno descri pto por el los guarda e n rel aci ón A s f ocurre c o n m ayor énfasis e n la sra. Rosari o ,
a otros fenóme nos f ísicos ordi narios, i n d i c a tam­ q uien visualiza al O VN' e n u n a lto g rado de sínte­
bién un elevado coefic iente de 7/9. sis, pasando de la ' esfera o cúp ula amari lla, con
B.
- Condiciones de observacíón : U n a de las una base plana saliente d e color rojo", descri pta
dificultades a q ue suele enfrentarse el i nvestigador por su h ij a Lidia, al "huevo o globo alargado ana­
ante las observac iones de OVN I S en altitud, e i n­ ranj ado, sin detal les estruct ura les", visto por e l l a .
c l uso en c iertos aterrizajes, se refiere a aq uel los Adverti mos as i m ismo l a falta de u n a d iscrimi na­
eventos de red ucida d urac i ó n, i nfe rior a los 30 se­ ción c romática, en la que el rojo y · el amari l l o
gundos, pues subsiste u n a gran variedad de posi­ observados po r la sra. Lidia., no fueron d iferenci ados
b les i nterpretaciones erróneas por parte de los de­ por su m ad re, viendo los mencionados col ores
nunciantes. Pero los ate rri zajes o semiaterriza­ i ntegrados en u n a rad iación monocromática. apa­
jes n o poseen un valor determi nado por sí m ismos, rente anaranjada. Esto puede i nterpretarse de m a­
y a que es preciso verificar en qué condiciones fue nera tal q ue , al ser la sra. Rosario l a últi ma perso­
efectuado el avistaje, para retene rlos como hechos . na en sal i r de la casa y ver el fenómeno un poco
testi moniales sóli dos. más d istante, con un d i ámetro visual menor, por
Si bien la d u ración de la observac i ó n es muy obvio, e l u m b ra' de disc r i m inación aume ntó y el
i m portante, es uno de los elementos más d ifíc i les n ú me ro de colores y matices disti n g u idos se redu­
de p recisar. E n este evento en q ue ios test igos no jo a la mfníma expresión cromática.
han pod ido comprobar la d u ración mediante sus En c u anto a !a carencia d e detalles en la es­
relojes, han ten ido que reduci r sus est i m ac iones tructura del fenómeno, es plausible que al sal i r de
de valor relativo, a u na apreciac i ó n que l lamarfa­ l a habitación poco i l u m inada, l os test igos no los
mos casi subjet iva. hayan perc i b ido, pues en esas c i rcunstancias, el
El problema consiste e ntonces, en conocer el ojo deslumbrado no d isti ngue los detalles con su
valor de este t i po de manifestaciones que, aun fi neza habitua l , amén a que efectivamente, e l OVN I
breves, se hal l an favoreci d as por una visualiza­ estaba desprovisto de ellos.
c i ó n a corta distanci a y en excelentes condic iones La asi gnación del diámetro del objeto es motivo
de visib i l i d ad. de otra fRita de correspondencia narrativa, ya que
E n primer l u g ar, los testigos h an corroborado m ientras la sra. Rosario lo semeja con u n automó­
la existe n c i a de una fuente de l u z roj a, lo c u al v i l pequeño, su hija estima q ue tendría un metro
h ace pensar q ue h u bo u n objeto q ue fue n ít i d a­ ochenta. Se verifica aq u í e l efecto óptico conocido
me �te visto, al menos, por tratarse de u n color d e como ' i l usión lunar'; tendencia en lá asi gnación
del d iámetro que varfa e n proporción d irecta a l a
alto n ivel de sensac i ó n visual. E n segundo l u g ar, d istancia e n que s e e ncuentra. E n otras palabras,
han presenci ado cómo el objeto emprendía vuelo, los testi gos m uy p róxi m os dan u n a cifra ligera­
l o q ue constituye un d ato relevante, pues al aspec­ mente i nferior q ue l os testi gos distantes.
to se agrega el de su desplazamiento aéreo. Y
Pese a l as l imitac i onesseñal adas, tenemos u n a
por rápido q ue haya sido efectuado, nos seña l a u n a
val i osa base de cálculo, porque el fenómeno f u e vis­
dete rm i n ad a prolongac i ó n tempora l , e n l a q u e los to cerca del suelo y sobre u n fondo fam i l iar de cons­
tres observadores cubrieron un trecho de varios
trucc io nes y árboles, lo que ha faci l itado el cálculo
pasos para aprox:marse al objeto; tiempo en el
d e sus d i m ensiones. .
que com p robaron su red ucción visual a med i d a
q ue s e alejaba. En tercer l ugar, l a aparición d e S i se ádmi te el principio de 'contrad icción' como
criterio de validez, desde u n punto de vista lógico,
h u e l l as atribu íbles a l fenómeno aporta datos fun­
d amentales en s u evidencia. dos proposiciones no pueden ser s i m ultáneamente
C.- El objeto observado: Lo q ue d isponemos
verd aderas, pero sólo q ue ese hecho resulta i m po­
para la tarea de análisis, son los registros basados s ible a l n ivel vivido por la conciencia. De donde
se concluye que no hay en última i nstanci a u n a
en la experiencia aj ena, e n los test imon ios sobre
l os cuales debémos i nfer i r l a n aturaleza del fenó­ verdad i ndependi ente de los p rocesos psi col ógi­
meno o bservado. P o r este motivo, l as dife renc i as cos, p ues l a relación q ue se establece entre l a
testi mo n iales referidas a l as c aracter fsticas del conciencia y el objeto denuncia sus ' i l usiones'.
o bj eto, particularmente, e ntre la sra. Rosario y E n defini tiva, no se ha procurad o sobresaber s i lo
su h ij a Lid i a, son motivo de una reflexión detenida. perc i bido es real tal como se lo h a descri pto, s i no ,
saber s i lo percibido es p recisamente real.
Debemos considerar e n princi pio, que l os 57
años de edad de l a sra. Rosario y los 2 5 de l a Sra. La verificación de estos efectos supone l a exis­
Lidia, participan en esas d i ferencias. D e hecho, el tenc i a de un estim ulo ffsico, real , q ue firma l a
rend i m iento o ag udeza visual del i n d ividuo jove n, honesti dad de los testigos, reconocida también a
normal mente constituído, e s su perior e n condicio­ l o largo de las entrevistas m antenidas con los
nes adecuadas. i nteg ra ntes de la fami lia.
O VNIS - 23
D.- Las huellas : Las marcas p roduci das en la
tierra se definen con toda nitidez en contraste con
e l resto del terreno, por l a carencia de vegetación
y e l aspecto de resecaníie nto e n el anillo y en
l os triángu los, donde se advierten i nc luso algunas
g rietas . En cambio, fuera d e las marcas, la. tierra
tiene u n· aspecto normal, esto es, h úmedo y rico
e n detritus vegetales, lo q ue ha favo rec ido el cre­
c i m iento de las gramíneas.
No obstante, a poco de oc urrir e l inci dente, las
huel l as tenían sig nos d e una p rofunda calci nación.
Con posterioridad , se realizó una serie de análisis
tendientes a conocer la n aturaleza de l as m arcas,
determi nando un excedente destacable de calcio,
n o constatable e n el resto del terreno. A pesar de
que este mi neral se encuentre en l a actualidad en
forma de carbonato d e calcio (C03Ca) , por causa
de su n atural descomposición, las pri meras expe­
riencias demostraron la existencia de un elevado
· índice de óxido de calcio (CaO ) .
Para l a obtención del óxido, es necesario h aber Izquierda: Interpretación del objeto según la señora Rosario. Dere­
pasado por la acción del calor carbonato de calcio, cha: Versión del fenómeno según la señora L idia. (Ilustró BOG) .
elevándolo a la temperatura c ríti c a de 8259C, en
q ue se efectúa la disoc iación del m i neral en gas El razonamiento seg uido para i nterp retar l as
carbó nico y óxido de calcio. Cuando se le su mi- · causantes de l a hue l l a c i rcular por combustión,
n istra agua en cantidad (vg. l l uvia, regueo) se hid ra­ no alcanzan a apl icarse de manera m uy satisfac­
ta, transformándose en h i d róxido de Ca., el q ue toria a las marcas triangulares, aunque h ayan
tiende a combi n arse · con el a nh ídrico carbónico arrojado resultados q u ím icos semejantes. Dicho
que extrae del aire, reconstituyéndose e n e l carbo­ de otra forma, es posible que este t i po de marcas
n ato origi nal . puedan haber sido p rod ucidas por u n molde ca­
Como el óxido de calcio es i nestable desde el l iente, siendo curiosamente las que han perdurado
punto de vista q u ímico y trata. d e apoderarse d e la más tiempo a la intemperie. Y si fuera así, no dej a
h u medad del medio ambie nte, es una sustancia e mi-. d e i ntrigamos cuá l fue el elemento i m p resor.
nentemente cáustica, q ue aumenta de volumen U n a hipótesis audaz, aunque escasamente argu­
provocando ag rietamientos su perficiales, como mentada por falta. de una verificación visual, se
fueron verificados en el terreno e n cuestión, a la desprende s i n m ás remed i o de lo q ue nos induce
vez que ocasiona una sue rte de q uemazón epi­ a primera vista los rastros, y de u no de los pocos
dérmica al perder sus p ropiedades, como señala­ y escuetos antecedentes q ue nos p roporcionan
ron haber sufrido varias personas q ue tocaron l as los a rch ivos.
huellas. Por estas mismas razones, se extinguie­ El escenario del caso fue Coldwater, en Kansas,
ron l as sustancias orgánicas e n esos l u gares, te- U SA, habiendo tenido fecha e n setiemb re de 1 954.
El joven John Swain reg resaba de los campos en
n iendo un aspecto térreo b l anquecino y care ntes d i rección a su casa, al rededor de . l as 20 hs. e n e l
de la h u medad normal para ese suelo, ateniéndose tractor de su padre, cuando de p ronto vio a u n a
a su avidez para e l agua. entidad h u m anoide de pequeña tal la q ue se d i ri g ía
Es muy p robable q ue la m arca ci rc u lar dejada a u n a rtefacto discoidal que se hal laba suspendido
por el OVN I , haya sido p rod ucida por efecto de a 1 ,50 m . del suelo. Al d ía sig uiente se d i ri gió con
su com bustión y no por u n molde de elevada sus pad res a exami na r e l l ugar, e ncontrando e n l a
temperatura. Argu menta la expl icación, el notar tierra blanda unas huellas de formas similares al
q ue los tendederos de alambre destinados para el caso en estudio, hechas por el calzado del hom­
secado de ropa, pasan precisamente a 1 ,50 m. de b rec i l lo antes visto.
altura por sobre l a h uella ci rcular, los cuales no
Fuera de la asombrosa semejanza q ue tiene el
han pod ido ser corridos ni dañados como para evento, es i nteresante constatar en el episod i o
permitir el asentamiento total del OVN I . Además, ocurrido en Tolosa, q ue l as huellas triangul ares
l a significativa d isi metría d ada e ntre el d i ámetro distribuidas a u nos 25-30 centfmetros u n a de la
de la huella y el del objeto descripto, sugieren que otra, coinciden con la d istancia aproxi mada del
ha sido a consecuencia de la combustión. paso humano, aunque l as marcas corresponderían
"
La aparición del calcio propone qu e éste puede­ asf a un pie pequeño de ext raña conformac i ó n ,
debe rse al desprendim iento de la fuente de energía más qui zás , por u n calzado.
uti l i zada por el objeto, o bien, a l a presencia de De todas formas, bien se conocen las d i ficu lta­
rocas calcáreas o conch i l l as q ue pudiere habe r en des de i nterpretar todas las huel las dej adas por
el suelo, lo q ue s upond ría en este último caso, q ue u n fenómeno al q ue no conocemos en profundidad
l a tem peratura: i rradiada por el fenómeno tendría y que, además, no posee constantes "tan constan­
q ue haber sido del orden de los 900-95QC?C para tes" como para d i lucidarlas con facilidad . U n a
convertirlas en óxido, debido al g rado de i mpure­ reg l a cartesiana nos advierte la necesidad de
zas en qu� se encuentran. d isti n g u i r todas estas relaciones y tener presente
(Cont. en pág. 33}
24 - O VNIS
[Jr.5[): r'lill

SO RPRE NDEN TE
COMPROBACION
ASTRONOMICA
Por JACQUES SCORNAUX

l. BREVE RECORDACION D EL I N C I D ENTE

Descontamos que nuestros lectores conocen


ampli ame nte este "clásico" de la casu ística ufo­
l ógica ( 1 ) , en donde se vieron i nvol uc rados los
esposos Betty y Barney H i l l . Recordemos b reve­
mente que en la noche del 1 9 a 20 de setiembre de
1 961 , esta pareja americana tuvo un e ncue ntro
muy cercano con u n OVNI en una ruta de New
Hampshire, U . S.A. Ambos perdieron e l conoci­
miento y se encontraron 6 0 km más lejos, dos
horas más tarde y sin recordar l o que les pod rfa
haber suced ido en ese l apso.
No es sino dos años después, en o portunidad
de un tratamiento con u n neurólogo, el Dr. Ben­
jamín S i mo n , q ue Barney H i l l re lató bajo hi pn osis El Dr. Benjamfn
l o q ue habría sucedido d u rante este corto periodo Simon. (Fo to
A rmand Studio ­
de am nesi a : El Qvni había aterrizado; el los hab ían Archivo CA D/U).
sido conducidos a bordo -por la. fuerza- por
" hu m anoides", sometidos a u n examen de t i po
médico y luego reinteg rados a su veh ículo. I ntri­
gado, el Dr. Simon i nterrogó igual mente a Betty, le pregunté de dónde era é l , porque -le
también bajo h i p nosis, y ella h i zo un rel ato pare­ dije- sabia que no era de la Tierra.. Me preguntó
c ido al d e su marido. El médico, un si qu i atra. re­ si yq conocía algo del u niverso. Le d ij e que no.
nombrado, se convenció de la si nceridad de los No sab ía p rácticamente nad a ( . . . ). Dijo q ue de­
H i l l , pero no se pronunció sobre la real idad obje­ seaba que supiera algo más y le respondí que
t iva de los detal les de su aventura. Recordemos yo también l o anhel aba. Atravesó entonces l a
ahora l as confi rmaciones ffsicas del fenómeno: sal a hasta l a esq u i n a de l a mesa y abrió u n a cosa.
L a carrocería del automóvil de l os Hill estaba No era como un cajón, ya que había. una abertura
magnetizada en determinados puntos y el Ovni e n la pared de metal . Sacó u n mapa y me pre­
fue captado esa misma. noche, por el radar de una guntó si ' yo habla visto alguna vez una carta simi­
base m i l itar próxima. lar. Atravesé la sala y me apoyé sobre la mesa.
Obs�rvé : la carta era oblonga, un poco más ancha
1 1 . LA CARTA ESTELAR que larga, y habla e n ella m uchos pu ntos distri­
buidos sobre toda su extensión. Algunos e ran pe-
Un detalle del rel ato de Betty H i l l va a retener queños, como la cabeza de u n alfi ler. Otros eran
en es t a o portunidad n uestra atención. El "jefe" tan g randes como una m oneda. Y h�bfa l íneas
de los "human oides" le h abrla mostrado, a bordo sobre ciertos puntos, l ineas cu rvas que iban de
del Ovn i , u n a carta del cielo q ue e l l a posterior- u n p u nto a otro. De u n g ran c írculo partían nume­
mente di buj ó en p resencia del D r. Si mon b aj o ·
rosas l ineas. M u c h as sal lan de otro círculo más
sugestión post-hi pnótica. Se entiende por tal u n p róxi rtJO, pero no tan g rande. Eran l íneas gruesas.
acto q ue el médico pide al paciente en estado de Le p reguntará q ué sig nificaban. Respondió que
h i pnosis, para que l o realice u na vez que se en- las l íneas g ruesas representaban rutas comercia­
cuentre en estado de v i g i l i a. Este mapa (Ver figu- les. Las otras l ineas plena.s e ran lugares donde
ra) h a sido reprod ucido en la excelente obra que e l los iban ocasional mente, y las l íneas con trazos
el period ista americano John Fuller ha consa-
·
i nterrumpidos e ran exped iciones. Le p regunté
g rado enteramente al sunto H i l l , y q ue ha sido entonces dónde estaba ubicado su punto de pro-
. c itada al comienzo de este artíc u lo. Transcri bí- cedencia, y me respondió: " Dónde están ustedes
mos el siguiente relato que h ic iera Betty H i l l so- en esta carta?". Le contesté sonriend o : "No lo
b re el incidente de la carta estelar (pp. 208-209) : sé". Dijo entonces : "Si no conoce dónde están
O VNIS - 25
ustedes, no hay razón para q ue yo pueda exp l i ­
carle de dónde ve ngo". Tomó la carta, l a enrolló,
l a depositó en el espacio que había en la pared y
l o cerró. Me sentía enteramente est ú p i d a al no
saber dónde estaba la Tierra en la carta . . . ".

1 1 1 . .INTENTOS INTERPRETATIVOS D E LA
CARTA ESTELAR

Ha habido d i versas tentativas encaminadas a


local izar en esta carta una parte conocida del
cielo. Una de ellas es la mencionada en la obra
de Fuller: por comparación con una carta clásica
del cielo, Betty H i l l había creído poder colocar
un nombre sobre cada una de las estrel las de su
carta. Pero es bueno subrayar, como l o h izo l a
propia señora H i l l , que este res ultado no fue del
todo convincente.
Más recientemente, el "Canad ian U FO Report"
(2) ha c reído desc ubrir s i m i litudes con la conste­
lación del Boyero, de donde procedería -según
el joven filósofo escocés (y no astrónomo, como
se ha p retend ido) Duncan Lu nan (3)- u n a sonda
que g i raría desde h ace m i len ios a l rededor del
sol. Esperamos poder detenernos en esta cuestión
en otra oport u n idad, pero esta comparación no
nos parece m uy convincente.
Pero sí esti mamos de m ucha i m portancia el
estudio que q ueremos reproduci r en esta ocasión.

IV. EL POSTULA D O D E MARJ ORIE FISH

/Jetty y Barney Hi/1, con su p errita Delsey, que les acompañaba en


U n a profesora de astronomía de Ohio, Marjo­ oportunidad de producirse el episodio (Foto jeeves S ludio - A rchivo
rie Fish (4) , tras la lectura de la obra de John CA D /U).
Fuller tuvo la idea de i ntentar también ella una
verificac ión de la carta, pero partiendo de un pos­ te a los astróno mos, q ue aquí no encuentran cam­
tulado total mente d i ferente y en verdad bastante po de mayor i nterés. Además, los d iversos catá­
lógico: una carta confeccionada por supuestos logos de estrellas dan frec uentemente valores
"extraterrestres" debería mostrar el cielo TAL CO­ bastante d iferentes.
MO SE LO VE DESDE SU ESTRELLA DE ORI­ Pese a eleg i r un radio de u nos 50 años-luz
G E N , Y NO DESDE N U ESTRO SOL, y permitir alrededor del sol, como l ím ite exterior de su mo­
identificar -por l a m isma razón- ese origen. delo, la profesora Fish se encontró ante unas 250
Para la p rofesora Fish las tentativas del género estrel las a colocar una por u n a : la tarea era so­
ind icado precede ntemente debían fatal mente brehumana. Optó entonces, además de la d i stan­
fracasar, porque eran falsas en sus mismas bases. cia, por un c riterio de selección de las estrellas,
Con esta convicción fundamental , la j oven estu­ a sabe r : e l i m inar aquel las q ue no fueran suscep­
d iosa abordó un trabajo formi dable. Ante todo, ti bles de al bergar vida, y que constituían el ma­
para i nvestigar sistemáticamente una confi g u ra­ yor n · -:-tero. Las razones de exc l usión fueron de
ción estelar particular, es necesario poder m i rar tres órdenes :
el grupo de estrel las seleccionadas desde todos
los ángu los, y desde cada u n a de el las: resulta 1 ) Rad i ac ión demasiado débil o demasiado i nten­
entonces i nd ispensable un modelo de 3 d i men­ s a ; tamaño demasiado peq ueño o demasiado
siones. Ello significa l a construcc ión de u n arma­ g rande ;
zón en el cual estén suspend i das con h i los l as 2) Vari abi l i dad de bri l l o : los eventuales planetas
esferas que simbolicen a l as estrel las, respetando esta r ían someti dos a grandes fluctuaciones de
l as d istancias rel ativas entre el las. Y es por eso temperatura;
q ue a la d ificultad del montaje, se añ ade un se­ 3) Carácter doble o m ú lt i p l e : al l í tam b i é n los pla­
gundo obstác u l o : las d istancias i nterestel ares son, netas, q u e descr i ben en tales sistemas órbitas
en la mayoría de · los casos, conocidas con una m uy complej as. están sometidos a u n a grave
g ran i m precisión, lo cual se torna particularmente i n estab i l i d ad de tem peratura que excl uye la for­
g rave cuando se trata no solamente de calcular mación de seres vivos.
-como de costumbre-, 1? d istancia al sol, sino Insisti mos sobre este punto: estos criterios de
las posiCiones de las estrel las, l as u n as en rela­ excl usión son c ientífic amente leg ítimos e i nde­
ción a las otras. No es q ue estos d atos sean -en pen d ientes en sí del f i n perseg u i d o por Marj orie
principio- difíciles de obtener (es u n problema Fish. Esto es de capital i m portan c i a pues, t ras
de s i m ple trigonometría) sino q ue las med i das esta seve ra selecci ó n , solamente s u bsistieron 1 2
precisas, muy del icadas, no atraen especial men- estrellas : M I R A D A S D E S D E U N A DE E L L A S . Y
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La carta estelar de la astrónoma
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59 - - - -- -
Marjorie Fish. Obsérvese la

86
extraordinaria similitud que
guarda con el mapa celeste de - - -
O- - - - - - - --
Betty Hi/1.

SOLO DESDE U N A D E E LLAS, FORMAN EXAC­ G l iese, aparec ido en 1969 después de los pri me­
TAM ENTE LA CARTA DE B ETTY H I LL. Las l íneas ros trabajos de M arjorie Fish, aportó i mportantes
unen TODAS las estrel las habitables, y NADA correcc iones a los datos concernientes tanto a
M AS que ellas. Además, el camino i n di cado por las distancias entre las estrellas como a su varia­
estas l íneas es lógico, e n el sentido de q ue unen b i l i dad o a su carácter m ú ltiple. E n co nsecuencia,
dos est rellas distantes pasando de estre l l a más todas las modificaciones de posición y las elimi-
p róxima en estrella más próx i m a.
Todo esto parece "demasiado l indo para ser naciones de estrellas desde ahora . reconoc idas
cierto " , como se d ice frecuentemente. Y si sólo como i n habitables CONCU ERDAN E N APROXI­
el azar fuese la causa ? Sin embargo, porque hay MARSE AUN MAS AL M OD E LO D E LA CARTA
otros elementos que j uegan a favor de la real i­ O R I � I NA L ! Esto excl uye categ óricame nte la posi-
d ad del descubri m ie nto, es q ue hemos consig na­ b i l i dad de fraude ; en efecto, al momento en que
do anteriormente la expresión " forman exactamen­ Betty Hill d i buj ó la carta fre nte al Dr. S i mon, en
te"; estas palabras no eran verdaderas en su ori­ 1964, ERA COMP LETAM ENTE I M POS I B LE PARA
gen, ya q ue un n uevo catál ogo de estrellas, el UN TERRESTRE , CON LOS DATOS CON Q U E
O l .. \'IS - 1 7
CONTABA NU ESTRA ASTRONOM IA, CON FEC­
C I ONARLA CORR ECTAM ENTE.
Ahora es bueno echar una ojeada a la versión
. más rec iente de este modelo, visto el mismo bajo
el ángulo de una mejor coincidencia con la carta
original (Ver fig ura) .

V. EVENTUAL PROCEDENCIA

¿De dónde proceder ían entonces los curiosos


(en l os d os sentido del término) visitantes? La
respuesta dada por la profesora Fish escl arece el
m ister io q ue representan las dos g randes esferas
u n idas por n umerosos trazos gruesos ; son iden­
tificadas como Tseta 1 y Tseta 2 de El Retículo,
dos estrellas. situadas a 37 años-luz del sol y a 0,05
años-luz u n a de la otra. Recordemos que, seg ún
los p ropios raptores, el espesor de l os úazos i nd i­
c aba viajes numerosos. Ahora, 0,05 años-luz es
una d istancia demasiado lejana como para que
los planetas de una puedan ver su curso fuerte­
mente perturbado por la otra (Pl utón está a 5,55
horas-l uz del sol), pero bastante p róxima. como
para que una civili zación avanzada pueda real izar
frecuentes i ntercambios (la veci n a más cercana
al sol , próximé!_ del Centauro, está a 4,2 años-luz).
Precisemos que El Retícu l o es una pequeña
constelación considerada h asta ahora -oh i ro­ Interpretación de una de las extrañas entidades involucradas en el
n ía.!- como sin in terés, pues no cuenta con es­ caso Hill, según el descubrimien to de Marjorie Fish, estos seres pro.
vendrfan de Tseta 7 Y Tseta 2 de El Retículo, dos estrellas situadas a
trellas muy brillantes y sólo es visible en el hem is­ 37 años luz del sol. {Ilustró BOG).
ferio sud, no lejos de Achernar (Alfa Eridan i ) . Re­
márquese la p resencia, entre las estrel las un idas tamento de Seguridad Social de New H am pshi re ,
con trazo pleno con l a " base" , a Tau Cet i , situada lo q ue m uestra cl aramente l a confianza de que
a 1 0,2 a.ños-luz de nosotros, una de las estrellas es depositaria. D u rante · d ie z años siempre h a
hac i a las cuales se orientó el Proyecto Ozma. · respondido amablemente a las · múlti ples req u i­
Vemos tamb ién en la carta que el sol está uni d o sitorias de l os ufólogos, y ha. reci bido en n umero­
d irectamente al sistema-mad re por un t razo pie· sas ocasi ones a Marjorie Fish para ayudarla en sus
no. ¿ Esto sig n ifi c a que los 37 años l u z son salva.· trabaj os. Recordemos, por f i n , q ue Barney H i l l fal le­
dos e n un solo salto ? No necesariamente. No olvi· ció e n 1 969 por causas n aturales. ·

demos que aparentemente es una carta muy es·


q uemática la que Betty H i l l parece haber tenido Para conc l u i r : ¿ Se cuenta. con u n a verdadera
ante sus ojos, tal como lo i ndica el tamaño des· prueba del origen extraterrestre de los Ovn is?
p roporcionado y fuera de escal a de las dos estre­ ¿ Reci b i m os real mente la visita de h uman oides
l l as-fuentes con relac ión a las otras, como si habitantes de u n pl aneta de Tseta de El Retículo :
para remarcar su i mportancia. se las h ubiera colo­ estre lla h asta ahora l iteral mente i g norada por los
cado en el pri mer plano de una carta en perspec­ hombres ? Pensamos q ue -en el estado actual del
tiva. Es ppr tanto posible que no hayan sido rep re­ asunto- la pos i b i l idad de una expl icac ión por el
sentadas n u merosas postas i n h abitadas. I nc l uso azar no puede sin embargo exc l u i rse. Los resul­
habría que exami nar -no sabemos si ello ha sido tados de Ma.rj orie Fish, obtenidos con enorme
perseveranc i a más recu rsos económicos, han si­
h ec ho- qu é astros mue rtos se encuentran even­
do controlados por astrónomos que están i nte­
tualmente en Hnea casi recta entre aque l l os mun­ resados -i ndependientemente del aspecto ufo­
d os potencial mente portadores de vida que figu­
lóg ico de la cuestión- en esta tentativa de repre­
ran en la carta.
sentar en 3 d i mensiones el "suburbio" de nues­
Los lectores probablemente pensarán q ue ex­ t ra galaxia. Se ha con c l u ido en tales casos que
trapolamos bastante, pero lo q ue nos alienta a el modelo es i n contestablemente tan exacto como
extendernos sobre esta cuestión es la garantía los datos actuales l o permiten. Pero sólo u n estu­
s i n reserva q ue h a aportado a los trabajos de d i o profundo, con el concurso de un o rdenador,
M a rjorie Fish el profesor Stanton T. Friedman, pod rá decirnos s i existe una probabi l id ad no des­
físico n uclear, particularmente en o portun idad de cartable de que esta estructura exacta haya pod i­
su prolongada intervención en el S i m posio 1 973 do ser encontrada por azar. El Dr. Davi d Saun­
del M U FON (5) . Part i c i pó a los cong resi stas su ders, otro hombre de ciencia bien conocido por
total confianza en el relato de la señora H i l l , a los ufólogos, h a empre ndi do tal estudio, cuyos
q u ien elogió largamente. Hi zo i g ual mente notar pri meros resultados parecen exc l u i r una coinci­
que, aunque ella ha referido una aventura t a n denci a(6) . El caso no está cerrado.
desconcertante para el sentido común, se le h a C I TAS B I BLIOGRAFICAS
confiado las funciones d e i nspectora del Depar- ( 1 ) F u l l.er., J .A., The l nter.rupted J ourney", ed. Dell 1 966.
(Cont. en pág. 33)
28 - O VNIS
(J r. SIJÍSiilJrii : IJ.�.r..

ASOMBROSA PERSECUCION
A UN HELICOPTERO
El i n cide nte descripto a continuación h a sido 1 1 . DESCRIPCION D E L O BJ ETO
ampl i amente d ifundido por la prensa y por las
revistas de el ectrónic a. Sin embargo, para q u ie­ Pero no hubo i m pacto y, levantando la vist a,
nes no hayan pod ido tomar conoc i m iento de todos los m i e m b ros de la tri pulación perc ib ieron que el
los detal les o q ue no h ayan podi d o leer u n a ver­ objeto se detuvo arriba del helicóptero. Reporta­
sión p recisa, presentamos a conti nu ación la rela­ ron que ten ían un a ran casco g ri s : era de apari en­
ción de los hechos : C i a metál ica, de: unos - 60 pies ( 1 8 mt:trós) de l argo,
con forma de cigarro grueso y carenado, y con
l. U N A LUZ EN EL H ORIZONTE una luz roja adel ante. El borde de ataque del
objeto era roj izo,· e n una pequeña distancia, a
El capitán Lawrence Coyne, p i l oto m i l i tar de partir de l a nariz, d ij o Coyne, y ten ía u n domo
helicópteros, tuvo un i nteresante - encuentro con central. Atrás se reflejaba sobre el casco una luz
u n g ran objeto metál ico (de 60 pies, o sea, 1 8 verde. Coyne precisó al respecto: " Esta l u z se
metros d e l argo) , de color gris y con "forma de movía como u n reflector. Era muy brillante y atra­
i.J n c i garro · v o l uminoso" . El hecho ocurrió en la vesaba la cabi na · de nuestro helicóptero, eclip­
noche d e l 1 8 de octub re de 1 973, a l as 2 3,1 O hs., · sando por su i ntensi d ad las luces rojas de n uestro
cerca de Mansfield, O hi o , U .S.A. . tablero de comando y volviendo verdes todas .las
Coyne, que tiene 1 0 años de vuelo en sÚ activi­ cosas en su i nterior".
d ad de pil oto m i l i tar · y c i vi l , comanda actual­ Cuando pri mero la luz se estaba ap roxi m ando
mente una u n idad de helicópteros d e l a reserva ; el a su heli cóptero, Coy ne había pensado que se
31 69 Destacamento M éd i co (heli cópteros-ambulan­ trataba de un caza a reacc i ón de l a base de M ans­
c i as) con base en el Aeropuerto Hopkins de Cle­ field, u n a base del ej ército del ai re q ue estaba
veland ( Oh io) . próxima. Decidió entonces d i r i g i rse por rad i o a
esa base para que se le i m partiera al caza l a
Esa noche estaban a su lado tres hombres de orden de mantenerse fuerá de la zona d e vuel o
la tripulac i ó n . E l vuelo se desarro l l aba a 2500 del helicóptero. J usto acababa de establecer con­
p ies de altura (750 metros), cuando el sargento tacto con M ansfield cuando -en el momento en
Robert J anacsek, jefe de la tripulac i ó n , reparó a que la luz se aproximó rápidamente- su trans­
la derecha y en el horizonte este , u n a luz roja. misor se i nterrum p i ó por completo de manera
Coyne dice que p idió a J anacseck q ue verificara súbita e i nexpl icable.
esta observació n , p recisándole que la l uz parecía E n ese preciso i nstante, cuando el objeto ya
escoltar al hel icóptero, desplazándose sobré u n a estaba pel i g rosamente cerca, Coyne efectuó una
trayector i a paral e l a a l a de aquél. maniobra de esq u i ve, colocando el helicóptero
" Esta 'torre' se viene a todo vapor", expresó el en posición de descenso rápido. El Ovni llegó
sargento, para i n d i car que l a luz se d i r i g ía d i rec­ entonces a menos de 500 pies ( 1 50 m) del apa­
tamente al aparato. El capitán Coyne i n ic i ó u n rato de Coyne, y red ujo su velocidad aproxi mada
movimiento d e descenso a f i n de esq u ivarla. " Pero de 600 m.p.h. (960 km/h) a 1 00 m . p . h . ( 1 60 kni/h) ,
e l objeto volaba a más de 600 m . p . h . (960 k.p.h.) al tiempo q ue se colocaba sobre el helicóptero.
d ijo, y "vino desde el h o ri zonte hasta nuestro apa­ El artefacto no l levaba marcas visibles, ni nada
rato en apenas 1 0 segu ndos. Ten i endo en cuenta que pudiera semejar a venta n i l l as, troneras u otros
l as rutas seg u idas, la colisión parec ía i nevitable". orificios de este género. Tras sobrevolar el heli­
Coyne dec l a ró haber mantenido el helicóptero cóptero d u rante algunos segundos, se alejó rápi­
en p osición de descenso h asta l os 2000 pies (600 damente hac i a el norte.
metros) -m ientras l as ind i caciones del altímetro
se suced ían- y que "a los 1 700 pies (500 me- · 1 1 1 . UNA A S O M B ROSA SUCCION
tros aproximadamente) , concentré todas m i s fuer­
'zas en p revisión del choque con la otra m áq u i na. Habiendo pasado el pel i g ro de una colisión,
Arribó por n uestra derecha. Yo estaba aterrado : Coyne desvió su atención del objeto y la d i ri g i ó
d isponíamos de muy poco tiempo para reaccionar. · h a c i a sus comandos, a fin de detener el descenso
La "cos a" era terrib lemente rápida", dijo. del h e l icóptero ; y es entonces cuando la tripula-
O VNJS - 29
t"l capitán L arry Coyne, uno de los pro tagonistas del insólito episodio de Mansfie!d, Ohio (EE. UU.) - (Foto "National Enriquer" - A rchivo
CA D /U).
ción descu b re con estupor u n o de los aspectos tante trabajo, a pesar de que aparentemente con­
más desconcertantes del i nc i dente. Cuando el tamos a la fecha con todos los detal l es. De todos
Ovni se col ocó sobre el aparato , este ú l t i m o se modos, ha br ía sido material mente i mposi ble qu e
encontraba a 1 500 pies (450 m ) de altura y con­ este helicóptero pud i e ra efectuar -si n sufrir da­
t in u aba descendiendo, pero cuando el objeto de­ ño a l g u n o- una asce nsión tan rápida. En conse­
sapareció h a e i a el norte, el altímetro, i nd icaba cuencia, se h� formulad o la h i pótesis de que la
una altitud d e 3800 pies ( 1 1 50 m), una performance MASA DE A I R E QUE RODEABA AL HE LI COPTE­
q ue con la poten cia q ue le es propia, e n este t i po RO SE HABRIA DESPLAZADO AL M I SMO TI EM­
de aparato n o p uede c u m p l i r e n u n tiempo tan c o rto.
PO QUE EL.
El problema mayor, a p ro pósito de todo este
Coyne d i ri g i ó entonces su h e l i có ptero hacia el
i nci dente, es el s i g u iente: ¿ Po r qué el objeto se
n o rte, haciéndolo sal i r de la zona del i n c idente,
ap roxi m ó d e l i be radamente? ¿ Po r q u é elevó al
por temor a q u e el objeto pud iera reg resar. D i ez
h e l i cóptero unos 2300 pies, es decir 700 metros,
m i n utos más tarde, el transmisor de rad i o f u n­
c i onaba de n u evo con normalidad. para i n me d i atamente después alejarse tan rápida
como m isteriosamente había l legado ?
Los c uatro miembros de lá tri pulación h i ciero n
e l m i smo relato a l o s period istas e i nvesti gado­
res. Coyne declaró que, si h u biera estado solo a I V . D ETALLES C OM PLEMENTARI O S
bordo del hel icó ptero, no habría denu nciado j a­
más el i nci dente, pero como t en ía testi gos para Por R e n é Fouéré
confi rmar la autenticidad de su ave ntura, r i n d i ó
completa c u e n t a d e l h e c h o a sus su periores, as í Sobre la base de un recorte del " National En­
como a l a prensa. q u i rer" del 1 6-1 2-73, damos a conti n u ación algunos
detal les complementarios del h e c h o :
El capitán Coyne ha participado de la emisión E l periódico a l udi do precisa que el hel icóptero
televisiva de Dick Cavett del 22 de noviembre, de Coyne era un " Bel l H uey" j et y que al m o mento
e n e l c u rso de la cual relató ínteg ramente ,e l i nci­ del i ncidente se encont raba a u nas 50 m i l las (80
dente . El est u dio de este caso exi g i rá a ú n bas- km) al sud de su base (el aeropuerto de Hopki ns) .
(Cont. en pág. 33)
30 - O VNJS
(] IJ � � E [] []EL L E(]TIJrrl
DETECTORES DE OVNIS bases extraterrestres en la zona cordi l lerána del Valle de
Uspallata (Mendoza ) ;
Sr. D irector: e) S i saben que h a y personas que d i c e n mantener contactos
visua les y telepáticos con seres d e Gan ímedes y Andró­
M e permito fel icitarle por la ser iedad y precis ión de su meda, así como con descendientes de Atlantes q u e habi­
revista la cual h a venido a darle a l tema Ovni la objetividad tarían en s u p uestas bases instaladas a lo largo de la zona
que el mismo merece, s i n sensacional ismos ni fantasías de cord i l lerana.
n ingún tipo. Mis felic itaciones por s u excelente revista.
Soy u n aficionado a l fenómeno Ovni y h e leido bastante J uan Carlos Corrales
al respecto. Entre los tópicos que atraen m i atención fig ura Guido n9 1 6 1 2·

e l de los detectores de a lteraciones magnéticas, general­ .capital Federal, Argentina.


mente util izados por los ufólog cs para captar la presencia
d e estos m isteriosos objetos. M e g ustaría saber s i tienen pro­ Respondemos a su cuestionario observando el mismo or­
yectado publ icar l os planos de a lg unos modelos. den de las preguntas:
Osvaldo Angel Garra a) A nuestro criterio, el episodio de San José de Valde­
B uenos Aires - Argentina ras ofrece muchos puntos contradictorios que lo descalifican
como "caso perfecto". En nuestro país el estudioso Eduardo
Nuestro sincero agradecimiento por sus conceptuosas aprer A. Azcuy elaboró en su oportunidad una medulosa crítica
ciaciones sobre nuestra modesta labor periodística. en donde puso en relieve algunas importantes inconsisten­
Una vez que concluya la publicación de "La Guía del En­ cias del caso. A ella nos remitimos. (Ver "2001 ", N'? 1 3, 1969,
cuestador", reproduciremos en la sección "Práctica Jnves­ pp. 18·23).
tigativa" algunos planos de detectores con las respectivas Con relación a las fotografías del incidente, el español
instituciones técnicas para su armado y puesta en funcio­ Osear Rey Brea ha practicado también un interesante estudio
namiento. de las mismas, que le ha permitido arribar a la conclusión
de que la alegada independencia de los fotógrafos anón imos
no es tal, y que aparentemente se trata de placas fraudulen­
tas. (Ver "Stendek", n'? 9, Agosto 1 972, pp. 5-11).
LEXICO UFOLOGICO El español Antonio Ribera -como investigador- ha rea­
lizado una minuciosa encuesta del caso, que ha plasmado
Sr. D irector : en la obra recién mencionada. Pero en modo alguno compar­
timos la idea de que con ello se haya pretendido comercia­
N os perm itimos d istraer su atención para felic itarle por lizar el asunto. Se puede aceptar o rechazar el caso de
la calidad c ientífica de s u revista, y solicitarle a l mismo San José de Valderas; se pueden compartir o no los crite·
tiempo nos aclare e l s i gn ificado de las palabras " hu manoide" rios metodológicos observados por Ribera; pero . en este
y "teleportación". último caso, nada justifica una actitud de recelo hacia los
Dam ián Rode fines perseguidos por éste.
Grupo G ISO Sabemos de la honestidad investigativa de Ribera y cono­
Buenos Aires, Argentina cemos su pensamiento actual sobre la materia, que dista
mucho de una aceptación ingenua o interesada del episodio,
Vuestro amable pedido trae a cuenta -una vez más- la así como de sus posibles derivaciones ("Affaire" Ummo) • . .
necesidad de divulgar u n completo léxico ufológico que te­ N uestros lectores habrán leido en esta misma sección (N'?
nemos preparado desde hace algún tiempo (ya en la contra­ 7) una carta suya sobre los presuntos contactos alegados
tapa de nuestro N '? 2 anunciábamos su publicación seriada). por el JPRI peruano, y denunciados valientemente por Ribera
Lamentablemente, por razones d e espacio hemos venido como fraudulentos. Próximamen.te reproduciremos varios re-
postergando su aparición; pero tomando en consideración . cientes artículos del pionero español, que traducen -una
la cantidad de inconvenientes que suscitan algunas expresio­ vez más- su honestidad investigativa y su rigor científico.
nes que integran la nomenclatura ufológica, su publicación b) Con relación a Jos puntos 'b' y 'e', reiteramos criterios
se ha tornado ineludible. A partir del próximo número co­ vertidos en editoriales anteriores y en respuestas a preguntas
menzaremos a reproducir su contenido.• formuladas para esta misma sección: no aceptaremos jamás
relatos que no cuenten con la garantía de una encuesta
A manera d e anticipo, respondemos a s u amable reque­ previa llevada a cabo con método científico. Y no es que
rimiento: autocensuremos esos relatos por considerarlos absurdos.
Entendemos por "humanoide" a todo fenómeno antropo­ En ufología toda posibilidad puede resultar cierta. Pero
morfo de notoria anormalidad, ligado o no a una manifesta­ no podemos digerir cualquier disparate en aras de aquel
ción Ovni, que por su aspecto y 1 o comportamiento resiste postulado. · cuando quienes afirman la autenticidad de esos
toda identificación con algún ser conocido d e la escala zoo­ contactos son personas de poca probidad; cuando el conte­
lógica. nido de Jos supuestos "mensajes" resulta a todas luces
Definimos ufológicamente a la "teleportación" como la infantil; cuando no se ofrece la menor prueba de la produc­
transmisión casi instantánea de la materia, de u n punto a ción de tales contactos; y cuando -por fin- se coarta la
otro del .espacio, sin la aparente intervención de medios posibilidad de su estudio científico, entonces no vale la pena
físicos conocidos. malgastar el tiempo en devaneos inútiles.

CASO VALDERAS, BASE� CONTACTOS

Sr. D irector : EL ALIENTO D E INVESTIGADORES ESPA�OLES

M e dirijo a U d . a fin de solicitarle q u iera tener a bien Sr. D irector:


aclararme los s i g u ientes p u ntos :
a) Si e l famoso evento de San J osé de Valderas (España) Leo s u revista con mucho interés y veo que posee una
fue un e pisod i o real o u n fraude comercial izado por gran cal idad técn ica, comparable a las mejores p u b l i cacio­
Anton io R ibera con su l ibro " U n Caso Perfecto " ; nes que tratan hoy el tema d e los Ovnis. La idea de reprodu­
b) Si tienen conocim iento sobre la presunta existenc i a de cir artículos y trabajos de i nvestigación, seleccionados de

O VNJS - 31
otras revistas, me parece excelente, y se le debe felicitar a vación de u n Ovn i en Bs. As.?", responden a la i n q u ietud
U d . por esta tarea de d ivulgación. de una lectora y dan como pos i b le explicación de los casos
Supongo que la revista podrá contar .r.on u n espacio a l arriba mencionados, la de un fenómeno meteórico.
estilo de "Research in Progress" de la desaparecida "DATA Nosotros hemos considerado estos hechos y hemos llega­
NET". De ser así, esto colocaría a· s u publicación en una do a l a con c l usión de que si bien a l g u nas narraciones de
posición envidiable. esa fecha se ajustan a comportamientos meteóricos, otras no.
S i n más por e l momento, sólo me resta felicitarle de Nos explicamos: "La Reforma" de Gral. P i co (8-1 2-74) d ice
n uevo por tan mag n ífica inic iativa. que vecinos de Santiago del Estero afirman haber visto un
'Miguel Guasp objeto similar a los descriptos " . . . volando a BAJA ALTURA
Dr. Vila Barberá, 8 en las cercan ías de R ío D u lce". Este mismo periódico, y otros
Valencia 7, España
- del resto del país, narran lo q u e les aconteció en Posadas al
maquin ista Osear Méndez y ál fogu ista Horacio Casino, cuya
observación A CORTA D I STANCIA suponemos q ue conoce­
rán y que pensamos que tampoco pued e corresponder a u n
Sr. D i re c to r
. · meteorito.
Nue'!;tro corresponsal en Gualeguaychú nos narra su visión :
La recepción de su revista nos sorprendió m uy gratamente. " . . . lo q ue más me l lamó la atención fue la FORMAC ION
Su publ icación viene a l lenar un gran vacío y q u iero felici­ E N "V" que llevaban . . . ". Otro amigo de Rosario Santa Fe
tarlo e n nombre prop io y en e l de m is compañeros del CEI nos refiere que algunos observadores d i cen que Í os objeto �
y STENDEK, dado q ue el n ivel alcanzado es m u y alto. La llevaban u n a d i rección N . O.-S.E. y que l uego G I RARON
empresa, suponemos, está l lena de dific.u l.tades y escol los perdiéndose tras los edificios.
-podemos decirlo por experiencia propia..i.... pero no duda­ Para final izar, damos c uenta que e l diarfo "La Mañana",
mos de que Ud. con s u competencia y experiencia en e l de Montevideo, señala q ue los objetos se desplazaban de
tema sabrá sortearlos. Mucha suerte en la empresa. SUR A NORTE. (Si nos atenemos a la mayoría de los rela­
tos, en donde se concuerda en establecer una orientación
Pedro Redón general Norte a S u r, aquí encontramos algo completamen­
Secretario General del CEI y te d istinto e inexpli cable desde e l p unto de vista meteórico).
Subdirector de STENDEK Pensamos q u e estos casos se referían a VEDs q ue, por
Apartado 282 una circunstancia fortuita, se visual izaron j u ntamente con
Barcelona, España algunos meteoritos. Nos g ustaría conocer su pu nto de vista.
R i cardo Amé
Grupo de I n vestigación de Fenómenos Extraterrestres (GIFE)
Coronel Díaz 2053, 4<? p. Dep. B.
Capital Federal - Argentina
Sr. D i rector :
En la respuesta a la que Uds. hacen referencia, hablamos
Realmente los países de Sudamérica estaban necesitando
de que los fenómenos del 4/5 de d iciembre de 1 974 posible­
una revista de verdadera cal idad científica en torno a l a
mente fueron de tipo meteórico.
problemática Ovn i , y la p u bticación del CAD I U es esa revista.
Uds. citan varios casos que -aparentemente- son inde·
Le deseo m u cho éxito en esta n ueva tarea q ue se ha asig­
pendientes de la "formación luminosa" vista en la mediano··
nado. C uente siempre con m i completa colaboración.
che del 4/5 de diciembre desd e varias provincias argentinas.
Vicente-Juan Bal lester Olmos
Pero ello no autoriza a pensar que se tratara de Ovnis ya
Erudito Orellana, 1 4
que, aunque independientes, el carácter fugaz de las obser­
Valencia, 8 - España.
vaciones, la ausencia de extrañeza en las mismas, asl como
su captación simultánea desde lugares muy distantes, su­
En nombre del CADI U y en el mío propio, agradezco a los
gieren nomás su naturaleza meteórica.
colegas españoles estas sinceras muestras de s i mpatía y
A nuestro juiqio, el orden de producción de los fenóme·
aliento por nuestra labor. Máxime cuando tales expresiones
nos habría sido el siguiente:
-aunque inmerecidas- provienen de tres conspicuos ana­
listas de la Madre Patria.
Nuestra única ambición es concientizar en torno a la nece­ A) 4·1 2-74. Entre las 20,30 y 22,30 hs. Observación en
Salto, Paysandú (Uruguay) y Concordia (Entre Ríos - Argen
cidad del estudio científico del fenómeno. Los charlatanes
lamentablemente monopolizaron durante mucho tiempo el tina), de do¡ o njetos luminosos que s1ucan vel ozmente el
tratamiento de la cuestión. Los loables intentos de los gru­ cielo en dirección sur-norte. (Hemos adjudicado las horas
pos serios, tendientes a contrarrestar esta política perniciosa, anteriormente consignadas por vía de aproximación, ya que
no hicieron mayor mengua en los cimientos de este colosal la crónica periodística da cuenta de que en Concordia se
edificio de la mentira comercializada. La carencia de un llevaba a cabo --en tal oportunidad- un partido de fútbol
órgano de difusión de la VERDADERA UFOLOG IA, que tuvie­ nocturno. Por consiguiente, los/f�n_ómenos en cuestión pro­
re un alcance mayor que los boletines informativos de los bablemente no pudieron verificarsj!·· más allá de esos már­
grupos de probidad, facilitó las cosas a los embaucadores genes horarios y, por tanto, no pueden ser identificados con
de siempre. los que se producirán después de medianoche y con una
Nuestra única arma es la verdad. La empresa no es senci­ orientación general :contraria). - ("Crónica Matutina", Bs. As.,
lla. El enemigo es poderoso. Hay muchos intereses en juego 7·1 2·74.
que no van a ceder tan fácilmente, v.gr.: industria del libro Se trata, en lljle caso, del primer grupo de manifestacio·
sensacionalista; cursillos ufológicos no gratuitos; cursos por nes meteóricás de la noche. Abonan nuestra i nterpretación
correspondencia; discos o registros fonomagnéticos; audio­ los siguientes detalles: 1 ) Fugacidad de la observación; 2)
visuales seriados y onerosos, etc., etc. Desplazamiento a gran altura (captación simultánea desde
Aspiramos a contrarrestar el terreno perdido. A ganar adep· tres localidades diferentes) ; 3) Carencia de extrañeza del
tos. A metodizar la investigación. A desterrar charlatanería . . . fenómeno (ausencia de maniobras) de detenciones o de
El tiempo dirá. efectos lumínicos indiciarios de un fenómeno no natural).

B ) 5-1 2-74. Entre la O hora y las 0,1 5 hs., Formación de


objetos luminosos vista con orientación general Norte-Sur,
desde :Misiones, Corrientes, Tucumán, Santiago del Estero,
Santa Fe y Córdoba.
¿ METEORITOS U OVNIS? Avalan la explicación meteórica los sigu ientes hechos: 1 )
Fugacidad d e las observaciones; 2 ) Desplazamiento a gran
Sr. D i rector: altura (captación casi simultánea desd e varias provincias
argentinas). A este respecto cabe acotar que el técnico del
Nos es su mamente grato ponernos en comunicación con aeropuerto Benjamín Matienzo, de San Miguel de Tucumán,
Ud. a fin de tratar de aclarar y encontrar una explicación a estimó s u altitud entde los 20 y 25.000 metros. Esta apre· ·
los hechos ocurridos entre el 4 y 5 de d i c iem bre de 1 974. ciación -por provenir de un testigo técnicamente calificado­
En la pág . 32 del n<? 6 de su revista, bajo el título "Obser- es quizá la más aproximada a la realidad (aunque pensamos

3 2 - O VNIS
(aterrizaje cor - -= ::s. . . )

s u m utua co'lexión y su orden natural, de modo B a u m g a rdt, E. Los mecanismos de la visión. E d . M i rasol.
q ue a pan ' r d e l a última podamos l l egar a l o que Buenos Aires. 1 962.
es más absol uto. Lo fundamental, entonces, es q u e Carrouges, M. Aparecen los marcian·os. Ed. P o m a i re . Bar­
celona. 1 96 7 .
e l l as han pu esto en p rueba u n i ncidente de carac­
Foerster, M . Mater ia l es para la construcción. E d . Labor.
terísticas f ísic as excepcionales, dej ando tras s í Barcelona. 1 935 .
u n a enseñ anza y m ás de u n i nterrogante. Lyotard, J. La fenomenología. Eudeba. B uenos A i res. 1 970 .
Vallée, J . , Lorenzen, C . . . Los h u manoides. Ed. Pomaire.
B I BLIOG RAFIA CONSULTADA: Barcelona. 1 96 7 .
·

Banchs, R. El tratam iento d e la información sobre OVN I S (a Varios autores. I ntroducción a la construcción. FAU . B uenos
publ icarse). A i res. s/f.

(sorprend ente co m probación)


(2) Canadian UFO Report, vo,. 2 n° 6. 9-3, p. 2 y Vol . 2,
·
pp. 46-48 (MUFON, 40 Christopher Cou rt, Qu incy, l l l inois
n<? 8, 1 974, pp. 1 7-22 (Box -58. Duncan, B.C. Canadá). 6230 1 , U .S.A.).
(3) Lunan D .A.. "Space P rooe from Eps1 lon Bootis", Space· (6) U F O lnvestigator, mayo 1 973, pp. 3-4 (N ICAP, 3535 U n i­
flig ht, Vol. 1 5. r 0 .:. · g-3 pp. 1 2 1 -1 3 1 . versity B lvd West, Suite 23, Kensington, Maryland 20795,
U .S.A.)
(4) F ' sh . '.' . A . a ::J a : of'l of tne Betty H i l l map", Purs u i t, Vol . (Traducido del francés por e l D r. Osear A. G a l índez, según
7. 11 � • . E n e • o • 97<!, pp. 4-8. artíc u l o aparecido e n l nforespace, n<? 1 7, 1 974, pp. 37-41 ;
5 F · • e d !"' a r s.-. ufoiogy and the search for ET inte l l igent D irección : Bou levard Aristide Briand, 2 6 ; 1 070 - Bruxe l les,
'e - O � :s:a.,d ng Ufology, 1 973 Conference Proceed i ngs, (Bélgica).

(aso m b rosa persecu ción . . . )


El j efe de operaciones de la FAA (Asoci ac ion E l cuarto m ie m bro de l a tripulación del hel icóp­
Fede ral de Aviación) en el aeropuerto de H o p k i ns, tero, el sargento-jefe John Healey, d ijo refi riéndose
P.J. Vol l mer, h a declarado al " National E n q u i rer" : al objeto : "Se parecía exactamente a esos i ncre f�
" Esta observac ión de Ovn i no se parece a n i n g ú n b ies d ib uj os de Ovnis q ue he visto".
hecho d e l q u e hayamos ten id o q u e ocuparnos con Seg ú n el " National Enqu i rer", la luz roj a del
anterioridad. Nos preg u ntamos qué suerte de má­ objeto fue en u n pri n c i p i o la ú n ica visualizada,
q u i n a vol ante y q u é suerte de tripu lación pod rían aparec iendo después el rayo l u m i noso y verde de
pasar de 600 m i l las a 1 00 m i l las por hora (de 960 la parte trasera.
a 1 60 k m / h ) sin sufrir daño aparente. Y, seg ú n l os Se debe s u brayar -por fin- que el tiempo de
i nstrumentos de a bordo, el helicóptero se elevó tratar de evitar la colisión, Coyne hi zo "caer" el
a través de las capas de ai re a una velocidad que helicóptero a u n a velocidad que, sin una contra­
es u n a i m posi b i l i dad técn i ca". maniobra, le habría conducido a estre l larse.
Coyne declaró a l a prensa : "Siempre he si do
escéptico en cuanto a l o s O vn i s , a ú n espero q ue
haya alguna expl icación lógica para lo que suced i ó
( . . . ) . Pero, para la segu ridad de los . vuelos futu­
ros en esta reg i ó n , espero que alguien aportará (Traducido del francés por e l D r . Osear A. G a l índez,
según art. aparecido en " Phénomenes Spatiaux", Nos.
u n a expl icac i ó n " . 40-41 -42, j un-set-dic. 1 974, pp. 1 3- 1 6. D irección : 69, rue
Tam bién s e precisa que después de haber so­ de l a Tombe-lssoire, 750 1 4 París, Francia.
p revolado d u rante algu nos segundos el heli cóptero, La crónica en c u estión fue originariamente p u b l icada e n
" T h e A P R O B u l letin", set-oct. 1 973. D irección : 3 9 1 9
el Ovni g i ró sobre s i m ismo antes de aleja rse en E a s t Kleindale Road, Tucson, Arizona - 857 1 6, U.S.A.).
d i rección norte.

• qu e peca por defecto). De todos modos, le asignamos mayor nal reprodujo erróneamente sus declaraciones. La revista
valor qu e las estimaciones de los o t r o s testigos. "La "Gente" (12-12-74) clarifica el asunto entrevistándolos y
Gaceta", 6 - 12 - 74); 3) Los informes de Misiones, Co­ dando cuenta que el paso fugaz del objeto se produjo entre
rrientes, ·rucumán y Santiago del Estero hablan sólo de u n los 2.000 y 3.000 metros de altura; bb) Observación de un
g r a n objeto luminoso. Esto implica q u e el cuerpo meteórico objeto a baja altura cerca de Río Dulce (Santiago del Estero).
recién ingresaba a nuestra atmósfera. E n cambio, las denun­ Científicamente no podemos clasificar este episodio como
cias de Santa Fe y Córdoba dan cuenta de la visualización · Ovni ya que la noticia periodística es pobrísima en datos; sólo

d e toda una formación de objetos luminosos. Esta circuns­ se limita a consignar que el objeto en cuestión fue visua­
tancia es indicativa de u n proceso de desintegración del lizado "a baja altura", sin precisar hora, velocidad, dirección
cuerpo original. Es más: a l a altura de Deán Funes (Córdo­ de vuelo, características del fenómeno, etc. etc. La expre­
ba), los objetos fueron vistos desde un avión qu e volaba a sión "baja altura" es demasiado vaga como para inferir
7.010 metros de altura y, según el piloto de la aeronave, pasa­ seriamente una altitud estimativa. Es más probable que se
ron POR DEBAJO de ésta ("La Voz del Interior", Córdoba, haya tratado del mismo cuerpo meteórico visto en otras pro­
6-12-74). Este detalle corrobora la impresión de que el me­ vincias, perdiendo aquí rápidamente altura. ce) El carácter
teorito original se fragmentaba y caía rápidamente, al punto de formación en "V" es bastante frecuente en los procesos
que ya no hubo otras observaciones más allá de aquel de fragmentación de meteoritos, de modo que ello no pue­
lugar. 4) Carencia de extrañeza del fenómeno (ausencia de de hablar en favor de una formación "inteligente"; dd) El
maniobras, detenciones o efectos lumínicos que indiquen la supuesto cambio de curso de algunos objetos --que algunos
producción de un fenómeno no natural). A este respecto, dicen haber advertido en Santa Fe- es también u n detalle
debemos descartar algunas extrañezas citadas por Uds. y bastante común en estas "lluvias" meteóricas, en que algu­
que no son tales, v.gr.: aa) El maquinista y el fogonero d e nos bólidos chocan con otros y producen insólitas d isper­
Posadas n o vieron el objeto a baja altura. La prensa nacio- siones.
A R R IBA :
FOTOGRA FIA DE UN EXTRA IVO CUERPO VOLA DOR VISTO A BA JO:
SOB RE EL LA GO TIORA TI, CERCA DE PEA RL R I VER, EN EL A MPL/A CION DE LA IMAGEN A N TERIOR. L OS EXPER TOS
ESTA DO DE NE W. YOR K, A LAS 1 6,30 HORA S DEL 78 DICIEM­ DEL NICA P DECLA RA RON QUE EL DOCUMENTO ERA A U-
BRE DE 1966. LA PL A CA F.UE TOMA DA POR EL SEIVOR V/N- TENTICO. (A tención NICA P - A rchivo CA D/U).
CENT PERNA .

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