Politica de Turismo Cultural
Politica de Turismo Cultural
Politica de Turismo Cultural
I. PRESENTACIÓN
II. JUSTIFICACIÓN
IV. ANTECEDENTES
V. OBJETIVOS DE LA POLÍTICA
• Objetivo principal
• Objetivos específicos
VI. PRINCIPIOS
• Participación.
• Identidad
• Sostenibilidad
• Equidad.
• Coordinación.
• Descentralización.
• Sostenibilidad
• Gestión del turismo cultural
• Sinergia
• Investigación
VII. FINANCIACION
BIBLIOGRAFÍA
Este documento presenta la política “Turismo cultural: identidad y desarrollo competitivo del patrimonio
colombiano para el mundo”, que resalta la potencialidad del turismo para articular procesos de
identificación, valoración, competitividad, sostenibilidad y difusión del patrimonio cultural.
En este sentido, esta política busca fomentar el turismo cultural por Colombia e incentivar a nacionales
y a extranjeros a conocer y apropiar las costumbres y el patrimonio material e inmaterial del país. De
esta manera, se busca generar beneficios a la comunidad, así como los medios y motivaciones para
cuidar y mantener el patrimonio cultural, garantizando la sostenibilidad de los sectores cultural y
turístico.
II. JUSTIFICACION
Según la Organización Mundial del Turismo, OMT, se proyecta que el turismo internacional continuará
creciendo a una tasa anual entre 4 y 4,5%, llegando a unos mil millones de llegadas de turistas en 2010
y aproximadamente 1.600 millones en el 2020. Los ingresos turísticos (gastos totales de los turistas
internacionales) ascenderán a 2 billones de dólares para ese año, donde una de cada cuatro llegadas
será de larga distancia, es decir de un turista que viaja entre diferentes regiones y continentes del
mundo. Todas las regiones del mundo registrarán un crecimiento importante del turismo internacional y
el turismo interno seguirá creciendo a buen ritmo en todas las regiones.1
Por tales razones, el turismo es una actividad de gran relevancia para la sociedad actual, especialmente
por ser un factor que permite el aprovechamiento del tiempo libre y su ejercicio como derecho para la
humanidad, así como mecanismo de conocimiento e intercambio intercultural entre los pueblos del
mundo.
En el contexto de la globalización, la cultura e identidad de cada país está llamada a tener una profunda
relación con su desarrollo económico y plantea un nuevo diálogo para la interacción mutua de la cultura
propia con la de las demás civilizaciones del planeta.
Se habla, entonces, de la nueva utilidad social de la cultura, que tiene desde su uso la capacidad de
crear nuevos emprendimientos, la posibilidad de generar empleo y con esto la potencialidad para
consolidar verdaderamente una cadena productiva en torno a las industrias culturales, de de acuerdo
1
Organización Mundial del Turismo – OMT. Guía para Administraciones Locales: Desarrollo turístico sostenible. OMT. Madrid, 1999.
Dentro de estas tendencias del desarrollo sostenible de los territorios, así como el establecimiento de
industrias culturales en ellos, el turismo está llamado entonces a ser un proceso social, que crea
espacios de interacción entre los visitantes y las comunidades receptoras, en los aspectos ambientales,
económicos y culturales de las sociedades.
Así mismo, de esta interacción permanente y dinámica entre el turismo y la cultura, dadas las
implicaciones como hecho social que tiene la actividad turística para la humanidad, se concluye que
todo desplazamiento turístico tiene una implicación cultural: sin la cultura no se explica el
turismo.
Así mismo, esta relación se evidencia desde lo territorial, ya que los atractivos turísticos forman parte de
el patrimonio natural y cultural de una nación. Por tal razón, resulta necesario pensar en el uso y
aprovechamiento de todos aquellos espacios, lugares y paisajes que cuentan con condiciones
patrimoniales, como medio para el desarrollo de la industria turística; es decir, de la cultura como un
motor de crecimiento económico y componente fundamental a la hora de dar valor a los destinos y
competitividad a la industria.
Por esta razón, y con el ánimo de velar por el desarrollo de una actividad económica responsable y
garante de la protección del patrimonio cultural, el sector turismo y sector cultural se vinculan a través
de las acciones propuestas en esta política de turismo cultural, como estrategia para el fortalecimiento
de sus mutuas relaciones, de manera que propendan por el desarrollo sostenible del patrimonio cultural
de la Nación colombiana.
El desarrollo del turismo cultural en Colombia tiene por objeto la sostenibilidad social y económica, la
apropiación social del patrimonio cultural, y participación activa de las poblaciones locales en la
construcción de lineamientos de planes, programas y proyectos de este tipo de turismo; además del
conocimiento, comprensión y disfrute responsable en preservación y mantenimiento de las expresiones
culturales y naturales y propende la puesta en valor del patrimonio nacional.
Este tipo de turismo ofrece numerosas ventajas2:
1. Transversalidad con otros tipos de turismo: esta práctica no sólo se reduce a aquellos viajes
cuya razón principal es la puramente cultural. Las motivaciones que llevan a realizar viajes no
son únicas, si no que dentro de un mismo viaje se realizan, directa o indirectamente, varias
actividades, entre ellas las de tipo cultural por excelencia, tales como el disfrute de la
gastronomía local, el conocimiento general de la cultura receptora, las visitas a monumentos y
museos, asistencia a actos culturales y folclóricos de trascendencia (eventos, ferias, fiestas,
exposiciones, representaciones teatrales) y la adquisición de productos tradicionales
artesanales.
Este carácter múltiple de las motivaciones es lo que confiere una gran ventaja al turismo cultural
ya que éste aparece como producto complementario para muchas de las tipologías turísticas
que existen actualmente en el país.
Esto implica que la cultura es un bien de consumo de primer orden, ya sea como motivo
principal o secundario del viaje. Por lo tanto se debe hacer una oferta de calidad.
2
Francisco León Raposeiras, en Turismo cultural: una estrategia para el futuro. http://www.naya.org.ar/turismo/congreso2003/ponencias/
La Ley General de Cultura, Ley 397 de 1997, define el patrimonio cultural como el conjunto de
todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales
como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes inmateriales y
materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético,
plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, sonoro, musical,
audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico,
antropológico y las manifestaciones, los productos y las representaciones de la cultura popular.
Por otra parte, para poder estructurar la oferta turística con base en dichos elementos del
patrimonio, éstos deben ir articulados en una cadena de bienes y servicios que garanticen la
estancia y la comodidad de los visitantes.
De esta forma, aquellas localidades carentes de recursos clásicos de atracción turística ven
ahora en la revalorización y el aprovechamiento de su patrimonio un elemento de atracción
turística y desarrollo económico.
Se produce así una “democratización del turismo” que puede llegar a zonas antiguamente
deprimidas aportando los efectos positivos que implica: reactivación y diversificación de la
economía, generación de empleo, incremento de la renta de la población local, mantenimiento
de la población rural, equilibrio territorial, entre otros.
En este sentido, el turismo cultural es una herramienta de transformación social, ya que consolida los
lazos que le son comunes a un pueblo en pro del progreso y el desarrollo del mismo, garantizando la
permanencia de los valores, la identidad y las tradiciones, que proporcionarán no sólo un beneficio
económico para la comunidad, sino también la sostenibilidad del patrimonio.
En todo el mundo, los sitios considerados como parte del patrimonio cultural y las ciudades de gran
riqueza arquitectónica, histórica y cultural están convirtiéndose en destinos de elección para un número
creciente de turistas. Si bien este tipo de turismo no es nuevo, su masificación progresiva se ha
producido a finales del siglo XX, y es probable que siga incrementándose a un ritmo aun mayor en el
nuevo siglo.
Cada vez más ciudades y sitios culturales pueden obtener beneficios económicos del turismo y
destinarlos a mejorar la conservación de su patrimonio, ofreciendo al mismo tiempo a sus habitantes
nuevas oportunidades de empleo y obtención de ingresos.
Sin embargo, muchos sitios y ciudades culturales se enfrentan también a crecientes problemas de
congestión creados por la afluencia masiva de visitantes lo cual menoscaba la calidad de la experiencia
del turista, y a veces ocasiona daños irreparables a la estructura física del sitio y en otras
infraestructuras públicas utilizadas tanto por los residentes como por los turistas.
La Organización Mundial del Turismo, OMT, ha recomendado en múltiples foros internacionales que los
gestores del turismo, tanto públicos como privados, tengan conciencia de estos riesgos y se esfuercen
por desarrollar y gestionar el turismo de un modo sostenible en los sitios del patrimonio cultural. Esto
significa facilitar a los visitantes una experiencia de calidad, haciendo frente al mismo tiempo a todos los
efectos del turismo, desde las perspectivas ambiental, sociocultural y económica.
En concordancia con este desafío, el Plan Nacional de Desarrollo 2006 - 2010 “Estado comunitario:
Desarrollo para todos” determina como uno de sus ejes principales el desarrollo de una política pública
que estará encaminada a consolidar los procesos regionales de turismo para disponer de una oferta de
productos altamente competitivos para los mercados nacionales e internacionales. Esto con el objeto de
afianzar la industria turística como motor de desarrollo de las regiones, y fuente generadora de empleo
y de divisas; estrategia que incluye el fortalecimiento de los bienes y servicios culturales como
componente de alta importancia para el enriquecimiento de las ofertas turísticas.
La Constitución política de 1991, consagra en sus principios, como fines esenciales del Estado: facilitar
la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política,
administrativa y cultural de la nación, reconociendo y protegiendo la diversidad étnica y cultural de la
nación colombiana.
Es obligación constitucional del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de
la nación, principio recogido en la Ley General de Cultura, Ley 397 de 1997 que en su artículo primero
luego de la definición de cultura, enuncia los principios que sirven de base para definir cuál es el papel
del Estado en relación con la misma.
De igual forma, la cultura se reconoce como fuerza articuladora de los modelos de propiedad colectiva
de territorio que puede convertirse -a mediano plazo- en una estrategia de conservación de la
biodiversidad y uso sostenible de los recursos en el marco del respeto de los principios de igualdad,
identidad y autonomía cultural de las comunidades afrocolombianas e indígenas. En este sentido, las
políticas culturales deben relacionar explícitamente la propiedad colectiva de los territorios (Leyes 70 y
89), con el reconocimiento de los valores prácticos, información y conocimiento que estas comunidades
tienen respeto a los procesos y recursos.
La Ley General de Cultura, de acuerdo con el mandato constitucional, estableció los roles de actuación
del Estado frente a la cultura, a partir de la función social del patrimonio, su reconocimiento,
aprovechamiento y protección, en coordinación con las entidades territoriales. De esta forma, establece
como uno de sus principios, el estimulo a los proyectos y actividades culturales, la valoración,
protección y difusión del patrimonio cultural de la Nación, la infraestructura artística y cultural, la
interacción con la cultura universal y la democratización en el acceso a los bienes y servicios de la
cultura.
El Plan Nacional de Cultura 2001-2010, “Hacia una ciudadanía democrática cultural -Un plan colectivo
desde y para un país plural”, “formula políticas que, desde un marco general, convocan a la
participación de diferentes propuestas culturales con miras a la construcción colectiva de un proyecto de
futuro plural y democrático”. Igualmente para garantizar la implementación de este Plan en el tiempo, el
La Ley General de Turismo, Ley 300 de 1996, reconoció al turismo, como actividad prioritaria para el
desarrollo económico del país y estableció los objetivos de política hacia su competitividad y
sostenibilidad, dada la potencialidad que este sector tiene para el país. Para tal fin se crearon los
instrumentos de ordenación, disciplina del mercado y promoción para que Colombia se posicione en los
mercados turísticos internacionales. Así mismo, la ley reconoce la importancia de los valores culturales
para el turismo y propone herramientas para su gestión tales como la declaratoria por parte de los
Concejos Municipales de recursos turísticos según su interés cultural y la asociación a través de
círculos metropolitanos turísticos de municipios de interés cultural y turístico.
De igual manera, la Ley 300 de 1996 identificó modalidades de turismo relacionadas con el
aprovechamiento del patrimonio cultural tales como el etnoturismo, el turismo metropolitano y el
ecoturismo, las cuales son prioritarias para su fomento debiendo ser promovidas mediante programas y
herramientas de coordinación institucional y transectorial.
En este contexto, la Ley estableció que a través del Plan Sectorial de Turismo, se debe definir los
elementos para que el turismo encuentre condiciones favorables para su desarrollo en el ámbito
cultural, por tal motivo el Plan Sectorial de Turismo se define como el elemento fundamental para
orientar la competitividad del sector desde el ámbito gubernamental nacional.
De acuerdo con lo estipulado por el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010, “Estado Comunitario:
Desarrollo para todos”, las políticas dirigidas al turismo estarán centradas en los lineamientos del plan
sectorial, se buscará consolidar una oferta competitiva de la industria turística y convertirla en motor de
desarrollo regional.
“Se implementarán siete estrategias que se desarrollarán en el Plan Sectorial de Turismo 2007-2010,
estas son: el mejoramiento y consolidación de la competitividad, incluyendo la calidad de los destinos y
productos turísticos; propender por el mejoramiento de la infraestructura turística; el fortalecimiento del
mercadeo, la promoción y la comercialización; la creación de un sistema de información turística; la
búsqueda de una mejor y mayor conexión de nuestros destinos turísticos por vía aérea; la
implementación de estímulos a la demanda y a la oferta turística, incluyendo la hotelería de alto nivel; y
la educación para cimentar una cultura turística. Se priorizarán y viabilizarán proyectos que coordinen la
ejecución de la política del sector entre los niveles nacional y regional. De igual forma, se formulará y
ejecutará un programa de control de erosión de playas.”3
Conforme a estas orientaciones, el Plan Sectorial de Turismo 2006 -2010 “Colombia: Destino del clase
mundial”, como parte integral del Plan Nacional de Desarrollo, contempla como parte de sus estrategias
la definición de políticas para los productos especializados como es el caso del turismo cultural.
En este sentido, la reciente reforma de la Ley General de Turismo, establecida por la Ley 1101 de 2006,
que estableció nuevos recursos para la promoción y desarrollo contempló en su artículo 17, una
destinación especial de recursos del Banco de Proyectos Turísticos, para proyectos de promoción y
mercadeo turístico relacionados con los sitios declarados por la UNESCO como “Patrimonio Mundial de
la Humanidad”. Así mismo, la ley establece que la Política de Turismo del Ministerio de Comercio,
Industria y Turismo debe incluir y dar prioridad a dichos proyectos.
3 Ley 1151 de 2007, Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010, “Estado Comunitario: Desarrollo para todos”.
De otra parte, el Plan Decenal de Cultura consagra la estrecha relación entre el turismo natural y
cultural, la diversidad y las culturas vivas y los principios generales para el manejo adecuado de este
turismo cultural en el país. Para tal efecto señala la importancia de fomentar el turismo cultural bajo un
marco de respeto por las identidades y las memorias.
Con el propósito de dar aplicación a las leyes y directivas anteriores, y por considerar al turismo cultural
como una estrategia para promover la identidad y el desarrollo competitivo del patrimonio cultural
colombiano ante el mundo; el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y el Ministerio de Cultura, han
elaborado las orientaciones de política para el turismo cultural en Colombia, encaminada a asegurar el
desarrollo competitivo de este segmento, fortaleciendo mecanismos e instrumentos para lograr el
aprovechamiento sostenible a largo plazo de los recursos del patrimonio material e inmaterial,
garantizando la rentabilidad económica y social de los proyectos.
IV. ANTECEDENTES
Colombia posee amplias ventajas comparativas en los atributos y características relacionadas con los
atractivos culturales, especialmente en cuanto a las expresiones del patrimonio intangible, los valores
artísticos e históricos de algunas civilizaciones prehispánicas, del siglo XV al XIX, del estilo de vida
contemporáneo y las culturas vivas tradicionales. Sin embargo, la creciente afluencia de turismo
internacional a nuestro país ha empezado a demostrar que la imagen de Colombia para el turismo
cultural no tiene aún suficiente fuerza en sí misma, a pesar de su singular oferta de patrimonio cultural,
por lo que puede confundirse con otros destinos más posicionados en este segmento en el ámbito
latinoamericano como Perú, México, Cuba y Guatemala, líderes en este tema.
En este contexto, aunque los turistas que viajan por Colombia no lo hacen por motivos estrictamente
culturales, ellos reconocen estar interesados en conocer más sobre el patrimonio del país aunque
realizan pocas actividades relacionadas con las industrias culturales.
Así lo demuestran las cifras de la Encuesta de turismo a hogares realizada por el Registro Nacional de
Turismo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y el DANE en el 2003, donde demostró que el
10% de los colombianos realizan actividades culturales durante sus vacaciones y el 20% de ellos viajan
por motivos religiosos, como una de las preferencias de las expresiones más auténticas de la cultura
colombiana. Su impacto económico sobre las industrias culturales es especialmente en el sector
artesanal que representa el 7% de su gasto turístico y un 1% en servicios culturales.
Esto representa una oportunidad para que a través el turismo cultural, los visitantes realicen mayores
actividades relacionadas con el conocimiento de las culturas locales y el disfrute de su patrimonio.
Dentro de las preferencias de viaje de los colombianos, el contacto con las manifestaciones culturales
es el tercer motivo de sus viajes, con claras referencias hacia las ferias y fiestas que son parte integral
del patrimonio intangible colombiano (38,4%), los destinos de historia y cultura (33,2%), la oferta cultural
y comercial de grandes ciudades (33%) que se manifiestan en la atracción hacia el estilo de vida urbana
de un país de ciudades. Así mismo, según datos del estudio de preferencias de los colombianos en sus
desplazamientos turísticos adelantado por CINDAMER para el Fondo de Promoción Turística de
Colombia en el 2002, en promedio el 33% de los colombianos quisieran realizar actividades de turismo
cultural en los lugares preferidos donde viajan en sus vacaciones, lo cual denota las posibilidades que
este segmento tiene para su desarrollo.
Igualmente la oferta turística incluye el sector de los museos. Desde la Red Nacional de Museos,
coordinada por el Museo Nacional de Colombia, se ha hecho un levantamiento de la base de datos de
los museos del país que actualmente referencia 380 museos abiertos distribuidos en el territorio
nacional. Igualmente, la Red está desarrollando actualmente el proyecto de creación de Redes
departamentales del Museos, que se articulará con esta política.
Así mismo, se articula a la oferta cultural el patrimonio natural protegido en 52 Parques Nacionales
Naturales y las cinco Reservas de la Biósfera declaradas por la UNESCO: El cinturón andino
conformado por el Macizo Colombiano en el Cauca, los Nevados del Huila y del Tolima y la cueva de
los Guácharos; el Parque Nacional Natural El Tuparro en el Vichada; la Sierra Nevada de Santa Marta
en Magdalena, Cesar y Guajira; la Ciénaga Grande de Santa Marta en Magdalena y Seaflower
conformada por el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
La gestión de conservación liderada por el Ministerio de Cultura se ha articulado con acciones en los
diferentes frentes según sus funciones misionales:
La Dirección de Patrimonio, como dependencia del Ministerio de Cultura encargada de en asocio con
los entes territoriales, promueve el rescate de los centros históricos municipales dentro del marco del
Plan Nacional de Recuperación de Centros Históricos – PNRCH. Este plan es el instrumento de
planeación diseñado por el Ministerio de Cultura para la recuperación y revitalización de los centros
históricos, con el objeto de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Se lleva a cabo mediante la
formulación e implementación de los Planes Especiales de Protección - PEP, instrumentos de
planeación definidos con la participación de actores públicos y privados de los niveles nacional,
departamental y local, lo cual garantiza la sostenibilidad de dichos centros y se convierte en un
elemento fundamental en el turismo cultural de los centros recuperados y sus zonas de influencia.
Dentro de este plan se articulan proyectos de otros ministerios, como por ejemplo el de inventarios
turísticos, campañas de promoción turística y programas de señalización adelantados por el
Viceministerio de Turismo.
Otra de las prioridades del Ministerio de Cultura es la vinculación civil en los procesos de conservación
y salvaguarda del patrimonio. Por ello, se ha desarrollado el programa de Vigías del Patrimonio Cultural,
que promueve la participación ciudadana para la protección, gestión y difusión del patrimonio cultural.
A través de un esquema de voluntariado se invita a la conformación de grupos de vigías para que se
De otra parte, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo también realiza actividades en materia de
competitividad y sostenibilidad del sector turístico, a través de la ejecución del Plan Sectorial de
Turismo,
En estos lineamientos del Plan Sectorial de Turismo, se contempla al sector cultural como soporte
competitivo del turismo, lo cual implica la generación de espacios de articulación transversales desde el
ámbito de la gestión nacional, regional y local del turismo, con el fin de hacer sinergia entre los dos
sectores y fortalecer su competitividad.
Por tal motivo, el desarrollo del Turismo Cultural debe contemplar la articulación con las orientaciones
de política y recomendaciones establecidas para el sector por el Documento CONPES 3397 de 2005,
Política Sectorial de Turismo.
De igual forma, la Política de turismo cultural para Colombia, debe responder de manera transversal a
los objetivos y retos de competitividad del sector; generar estrategias para fomentar su calidad, mejorar
la formación especializada y fortalecer la infraestructura; y especialmente desarrollar el componente
social que tiene la cultura como factor imprescindible del turismo para las comunidades vinculadas y
como opción de desarrollo personal y de aprovechamiento del tiempo libre para la población colombiana
juvenil, de tercera edad, a grupos étnicos y con discapacidad.
Así mismo, debe contribuir al logro de la visión 2019 del turismo colombiano que contempla que para
ese año el turismo será una de las mayores actividades económicas del país. La cultura será un
elemento diferenciador del turismo tanto en sus destinos y productos, como de las comunidades y
gentes vinculadas a la actividad: Colombia será un destino turístico posicionado en turismo cultural en el
ámbito regional y local, especializado en los productos de ferias y fiestas; historia y cultura y de grandes
ciudades. Así mismo “habrá conseguido consolidar una cultura turística en la sociedad; el turismo habrá
contribuido a preservar los valores sociales y patrimoniales y será un elemento fundamental para
generar orgullo nacional.”
En este sentido, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en concertación con las entidades
territoriales, a través de los convenios de competitividad turística, identificó las regiones que cuentan
con mayor potencialidad para el turismo cultural 13 regiones de las 35 turísticas existentes en el país:
Barranquilla – Atlántico; Boyacá; Cartagena y Mompox, Bolívar; Popayán y Tierradentro, Cauca; Cesar;
Cundinamarca zonas sabana centro, oriente, occidente y Tequendama; Guajira; Nariño; Norte de
Santander; San Agustín – Huila; Tolima; Santander, provincia comunera y Valle del Cauca, zona centro.
Como parte de este trabajo, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo identificó las principales
problemáticas del desarrollo del turismo cultural en esos destinos, tales como la escasez de recursos
para la protección del patrimonio, la articulación de éste al turismo, las deficiencias en mercadeo del
producto turístico -cultural, las deficiencias en ordenamiento, infraestructura y seguridad, así como falta
La campaña de promoción turística “Vive Colombia: viaja por ella”, impulsa los productos de historia y
cultura; ferias y fiestas, y ciudades capitales, resaltando los valores culturales del país y su posibilidad
de disfrute turístico. Así mismo, la estrategia de Seguridad Democrática vinculada al turismo a través de
las caravanas y rutas “Vive Colombia”, ha generado la confianza para que los colombianos vuelvan a
viajar por Colombia y ha vinculado a los principales destinos, ferias festivales y eventos culturales con el
ánimo de fomentar el turismo a partir del reconocimiento de los valores patrimoniales de todas las
regiones a través del turismo.
Las caravanas y rutas turísticas han promocionado destinos donde se llevan a cabo las principales
ferias y fiestas de importante tradición en el país como la Feria de Cali, Feria de Manizales, Carnaval de
Negros y Blancos, Carnaval de Barranquilla, Semana Santa y Festival de Música Religiosa, Festival del
Mono Núñez, Festival Folclórico Nacional, Festival Internacional del Joropo, Festival Nacional Reinado
del Bambuco, Festival Nacional Café, Reinado Nacional de la Ganadería, Independencia de Mompox,
Fiestas del Mar, Feria de las Flores, Feria de la Cosecha, Feria de la Familia Sonsoneña,
Independencia de Cartagena, Reinado Nacional de Belleza, Festival Nacional del Pasillo, Festival de las
Velas y los Faroles, Festival Nacional de la Música Carranguera, entre otros.
Como complemento de las acciones de promoción para el turismo doméstico, el Ministerio de Comercio,
Industria y Turismo, adelantó en el 2005, la campaña de Planes “Vive Colombia”, vinculando entre los
paquetes que las agencias de viajes comercializaban ofertas para posicionar estos eventos culturales
como ocasiones especiales y destinos de viaje. En el 2006, se promovió la limpieza, conservación y
mantenimiento de los lugares de interés turístico y cultural, como parte de la conciencia de sosteniblidad
que debe contemplar la actividad turística, a través de la campaña de promoción “Vive Colombia
Limpia”.
En el tema de descentralización del turismo, que orienta las funciones y competencias de las Entidades
Territoriales para la coordinación y funcionamiento del sector, según las etapas del desarrollo turístico
de cada región, es de destacar que en la gran mayoría de los casos, los sectores cultural y turístico
cuentan con los mismos interlocutores locales desde el punto de vista gubernamental. Para tal fin se
establece una relación funcional de los actores del Sistema Nacional de Cultura con el esquema de
descentralización del turismo, lo cual constituye una fortaleza para promover conjuntamente estrategias
de desarrollo comunes. La participación del Viceministerio de Turismo del Ministerio de Comercio,
Industria y Turismo en el Consejo de Monumentos Nacionales, es una muestra del valor que puede
aportar el turismo para la cultura y establece un marco de participación y concertación para fortalecer
estas relaciones intersectoriales.
De otra parte, los incentivos fiscales otorgados al sector en la reforma del estatuto tributario, artículo
207-2, mediante el decreto 2755 de 2003, para el tema de los servicios de ecoturismo, considera
susceptible de exención de impuestos los servicios de ecoturismo y particularmente la interpretación del
patrimonio natural y de las manifestaciones culturales asociadas a este, denotando la importancia de la
cultura para este tipo de turismo. Así mismo, se incentiva la construcción y remodelación de hoteles,
mediante la renta exenta de los servicios prestados por estos establecimientos, por un término de 30
años a partir del año gravable de 2003, los cuales pueden aplicarse en inmuebles declarados como
bienes de interés cultural, de acuerdo con los usos del suelo y las compatibilidades con la conservación
del bien, iniciativas previstas para el fortalecimiento de los usos urbanos de los centros históricos, a
través del turismo, vinculadas en los Planes especiales de protección específicos, derivados del Plan
Nacional de Recuperación de Centros Históricos, que lidera el Ministerio de Cultura.
En este contexto, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo orienta la gestión del sector turístico,
dándole herramientas para que los diferentes actores participen en el desarrollo de la actividad. La
política de turismo cultural será un insumo adicional para buscar integrar y complementar las iniciativas
propuestas para el sector cultural y turístico, desde el ámbito gubernamental.
De igual forma, con el fin de articular estas iniciativas y orientar sus actuaciones, el Gobierno Nacional,
a través de los Ministerios de Comercio, Industria y Turismo, de Cultura y PROEXPORT, suscribió con
la Organización Mundial del Turismo - OMT, un acuerdo de cooperación especial para fortalecer la
investigación, promoción y ejecución de la presente política de turismo cultural.
V. OBJETIVOS
V.I. GENERAL:
Posicionar a Colombia como un destino de turismo cultural nacional e internacional que, a través del
aprovechamiento de su diversidad y riqueza cultural, genere dinámicas de desarrollo local y cadenas
productivas sostenibles que promuevan la competitividad del patrimonio y la identidad de las regiones.
V.I. ESPECIFICOS:
- Posicionar y promocionar a Colombia como uno de los principales destinos de turismo cultural
en el mercado internacional.
- Posicionar rutas y regiones, como productos turístico - culturales, a través de las cuales se
permita el intercambio y reconocimiento cultural de los colombianos, con su identidad y
patrimonio. (turismo cultural doméstico).
VI. PRINCIPIOS
• Identidad: En virtud del cual el turismo y la cultura aportan de manera constructiva a la visión
que las comunidades locales colombianas tienen de sí mismas, a sus convicciones internas y
su contexto de desarrollo humano, económico y social.
• Equidad: Orientado a crear, a partir de las relaciones entre el turismo y la cultura, un círculo
virtuoso entre la riqueza de la región y el desarrollo humano de sus habitantes, como
contribución a la reducción de la desigualdad.
• Coordinación: En virtud del cual las entidades públicas que integran los sectores de turismo y
cultura, actuarán en forma coordinada en el ejercicio de sus funciones.
• Concertación: En virtud del cual las decisiones y actividades de los sectores turístico y cultural,
se fundamentarán en acuerdos para asumir responsabilidades, esfuerzos y recursos entre los
diferentes agentes comprometidos, del Gobierno, como del sector privado nacional e
internacional, para el logro de los objetivos comunes que beneficien el turismo cultural.
Los lineamientos estratégicos hacen referencia a los énfasis que ponen los Ministerios, para lograr los
objetivos, enfrentar las debilidades, fortalecer los entes territoriales encargados de la gestión y de la
promoción turística cultural e implementar la política propuesta.
El turismo cultural es una prioridad para el Estado y una alternativa económica para las regiones del
país, motivo por el cual su desarrollo debe ser sostenible. La sostenibilidad es entonces, la principal
meta a lograr para este tipo de turismo.
Dado que los objetivos de desarrollo del turismo cultural buscan la apropiación del patrimonio, el
fortalecimiento de su competitividad y productividad y el incremento de los beneficios que genera la
actividad turística, la sostenibilidad es el eje de acción de esta Política.
La protección de la integridad cultural y del ambiente son las premisas para que el turismo, la cultura y
la ecología se correspondan para garantizar la conservación de los recursos de tal manera que sean
disfrutados por las generaciones futuras.
Según la Organización Mundial del Turismo, “las directrices para el desarrollo sostenible del turismo y
las prácticas de gestión sostenible son aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de
destinos, incluidos el turismo de masas y los diversos segmentos turísticos. Los principios de
sostenibilidad se refieren a los aspectos ambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico,
habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones para garantizar su
sostenibilidad a largo plazo”. (OMT, 2005)
• Dar un uso óptimo a los recursos culturales que son un elemento fundamental del desarrollo
turístico, manteniendo los procesos culturales esenciales de cada sociedad y ayudando a
conservar el patrimonio cultural.
• Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar su patrimonio
material e inmaterial, contribuyendo al entendimiento y a la tolerancia intercultural.
• Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes
unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de
empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades
anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.
• El desarrollo sostenible del turismo exige la participación informada de todos los agentes
relevantes, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y
establecer un consenso. El logro de un turismo sostenible es un proceso continuo y requiere un
seguimiento constante de los impactos, para introducir las medidas preventivas o correctivas
que resulten necesarias.
En este contexto, los programas y proyectos de iniciativa nacional, regional y local, que mejoren y
diversifiquen la oferta para el turismo cultural, en los principales sitios y regiones turísticas, deben
propender por:
La sostenibilidad del turismo cultural buscará que el patrimonio cultural se convierta en el motor para el
desarrollo sostenible mediante la validación, rescate y rehabilitación de los sitios culturales y de las
poblaciones locales, de manera que se mantenga el arraigo de las costumbres y tradiciones de las
comunidades receptoras, preservando su identidad y garantizando la verdadera apropiación social de
estos patrimonios por parte de sus contextos poblacionales reales.
Este criterio de conservación, será fundamental para hacer de la cultura colombiana uno de los mayores
incentivos de la visita del turista en el país, y será la clave para la diferenciación y el éxito en la
comercialización de los destinos.
Para tal fin, la valoración de la cultura, como requisito de sostenibilidad, será un elemento fundamental
de la calidad del destino turístico. En este sentido, la política de calidad turística dará prioridad a los
destinos turísticos culturales para obtener estas certificaciones de sostenibilidad, contando con el apoyo
de los Ministerios de Comercio, Industria y Turismo, de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y de
Cultura, así como de las entidades regionales respectivas, en los procesos de normalización y
certificación. Los destinos turísticos culturales y las empresas turísticas ubicadas en ellos podrán
obtener certificaciones de sostenibilidad turística que los diferencien de sus competidores y les permita
obtener un reconocimiento a la gestión sostenible del patrimonio cultural.
Se fortalecerá prioritariamente la oferta para el turismo cultural en las ciudades de interés histórico-
culturales, centros históricos declarados, zonas arqueológicas, santuarios religiosos, ciudades y sitios
declarados Patrimonio de la Humanidad, en los destinos que organicen ferias y fiestas populares
folclóricas, eventos tradicionales o de proyección cultural destacada en el ámbito nacional y en todas las
comunidades integradas en una ruta o circuito turístico cultural para los turistas, a través de las
siguientes acciones:
Esta expresión del patrimonio inmaterial debe ser protegida preservando las diferencias
regionales, mediante la investigación de sus características particulares, en el estudio los
recursos materiales biológicos e ideológicos que son el sustento de las cocinas, así como la
recopilación y análisis del acervo de recetas regionales.
B. INVESTIGACIÓN DE MERCADOS
a. Los turistas con interés especial en la cultura, corresponden al segmento del “turismo
cultural”, es decir, su tamaño y valor son directamente imputables a los valores culturales del
país que motivan a los turistas a realizar un viaje.
b. Los turistas con interés ocasional en la cultura pertenecen a otros segmentos turísticos
con diversas motivaciones, en ellos la cultura es un valor agregado al que sólo se imputa
directamente el gasto adicional que realizan en el país cuando consumen actividades y servicios
relacionados con la cultura.
No obstante, el factor cultural como elemento de diferenciación, se puede convertir en un motivo para
decidir entre Colombia y otros destinos competidores que ofrecen productos similares que satisfacen la
motivación principal de estos turistas.
Con el fin de conocer con precisión la demanda del turismo cultural, tanto doméstica como
internacional, los destinos turísticos deben investigar este mercado para orientar sus estrategias de
gestión territorial y acciones promocionales.
La concentración de los recursos turísticos y patrimonio de mayor valor, de los servicios, infraestructura,
inversión y comunicaciones, que posean las regiones turísticas, según sus vocaciones, implica
adelantar acciones de planeación local y el futuro desarrollo de “clusters turístico – culturales”. Así
mismo, con el fin de que las articulaciones del producto de turismo cultural se concreten en ofertas
comerciales, es necesario el compromiso y responsabilidad de todos los actores de los sectores cultural
y turístico.
Los Ministerios de Cultura y de Comercio, Industria y Turismo acompañarán mediante asistencia técnica
a las autoridades regionales de cultura y de turismo de los destinos turístico-culturales en el diseño de
su producto turístico. Para este efecto se tendrá en cuenta las fases establecidas en la metodología de
diseño de producto turístico definida por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Se dará prioridad al diseño del producto de turismo cultural, mediante una estrategia de regionalización
turística que marcará la estructuración de la oferta en corredores, rutas y circuitos, articulando sitios y
destinos para dar valor agregado a cada uno de ellos y generar sinergias de aprovechamiento espacial
de los recursos.
Con el fin de contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible que debe tener el Turismo Cultural en el
país y su manifestación en la gestión del turismo cultural como estrategia para la apropiación social y
comunitaria del patrimonio, se requiere la participación activa e informada de todas las partes
interesadas.
Para tal fin los Ministerios de Cultura y de Comercio, Industria y Turismo, establecerán un Plan Nacional
de Sensibilización para el Turismo Cultural, que establezca la unión de esfuerzos institucionales para
sensibilizar a los gestores de los recursos culturales y de la opinión pública acerca de la importancia y
beneficios del turismo cultural, como prioridad de gobierno y estrategia de desarrollo regional, así como
de los mecanismos institucionales de gestión existentes para el desarrollo cultural y turístico, en la
consolidación del turismo cultural.
Para tal fin, el Gobierno Nacional promoverá que las entidades educativas con programas de formación
en turismo y el SENA ajusten sus currículos a las necesidades y visiones del sector cultural. De igual
forma, se promoverá la investigación en materia de turismo cultural, a través de redes y grupos
especializados del sector académico público y privado nacional.
Con el fin de fortalecer la divulgación cultural y turística del país, como parte de las acciones de
promoción y facilitación turística, los Ministerios gestionarán la creación de un Sistema nacional de
información para el turista.
En este sistema se relacionará la información cultural y turística que requiera un visitante en su viaje a
un destino. Para tal fin, se adelantará el levantamiento de mapas o sistemas de información geográfica
de los hitos urbanos que se vinculan al turismo en una entidad territorial. Los hitos se entienden como
llas obras arquitectónicas, monumentos u obras de arte fácilmente identificables dentro de una ciudad o
un territorio, los cuales tienen una importancia sobre las demás obras por su valor, impacto, belleza y
calidad arquitectónica. El hito generará la ruta cultural a través de su integración en recorridos. Estos
hitos deben corresponder a los procesos de diseño de producto, una vez sean reconocidos por la
entidad territorial como tal, divulgando su importancia y su ubicación, así como su articulación a la oferta
de servicios turísticos, artesanales y complementarios que requiere el turista.
En este sentido, el turismo cultural colombiano contará con un plan de mercadeo especializado para
posicionar a Colombia como destino cultural en el ámbito latinoamericano. Así mismo se identificarán
las acciones para que el turismo cultural doméstico, se especialice y se diversifique hacia nuevos
destinos.
La promoción del turismo cultural se realizará según los criterios de las investigaciones de mercados
nacionales e internacionales, pudiendo utilizar las herramientas previstas para la promoción y
comercialización de la Política de Competitividad, Mercadeo y Promoción Turística definida por el
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, tales como viajes de familiarización, material promocional
impreso y electrónico, misiones comerciales, participación en ferias nacionales e internacionales,
desarrollo de campañas publicitarias, promoción y rescate de fiestas tradicionales.
Las campañas de publicidad turística que realice el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo deben
vincular los aspectos de identidad cultural del país y reorientarse según los avances que el producto del
turismo cultural obtenga en el contexto nacional e internacional.
En este sentido, los Ministerios de Comercio, Industria y Turismo, de Cultura, PROEXPORT y el Fondo
de Promoción Turística de Colombia, realizarán material promocional especializado para el turismo
cultural, tales como guías especializadas de destinos, rutas, regiones sitios, museos y eventos del país
que cuenten con importante preferencia turística o desarrollos competitivos en esta temática.
Así mismo, las regiones POTENCIARÁN el desarrollo de marcas culturales temáticas, asociadas a
productos turísticos culturales, especialmente en el caso de rutas, corredores y circuitos turísticos,
conforme a los lineamientos de diseño de productos turístico –culturales establecidos.
VII.III SINERGIA:
La política propone las siguientes actuaciones de sinergia• que optimicen los recursos, programas,
planes, procedimientos, reglamentaciones y actividades existentes para el fomento de los sectores
turístico y cultural, con el fin de fortalecer, desarrollar y articular el turismo cultural en el país:
VIII.IV INFORMACIÓN:
Para que el sector pueda contar con una información veraz, oportuna y actualizada orientada a la
competitividad del turismo cultural en los mercados interno y externo, se requiere implementar
mecanismos de captación, registro, organización, suministro de datos, establecimiento de indicadores
de seguimiento y ejecución de la Política.
•
Sinergia (del griego: synergos), significa “trabajar juntos”. Es la capacidad de generar un mayor valor al trabajar conjuntamente
VIII.V INVESTIGACIÓN:
En este aparte se establecen las principales líneas de financiación directas o indirectas que permitan
cualificar y sostener el sector del turismo cultural en el país, así como poner en marcha la Política
propuesta en el presente documento:
Nacional:
Territorial:
Asociaciones – Agremiaciones:
• ANATO, para promover entre sus asociados las acciones competentes al subsector de
agencias de viajes y establecer una posición activa gremial frente al desarrollo del turismo
cultural en el país.
• COTELCO, para promover entre sus asociados las acciones competentes al subsector de
establecimientos de alojamiento y hospedaje y establecer una posición activa gremial frente al
desarrollo del turismo cultural en el país.
• ACODRES, para promover entre sus asociados las acciones competentes al subsector de la
industria gastronómica y establecer una posición activa gremial frente al desarrollo del turismo
cultural en el país.
• ALAICO, para promover entre sus asociados las acciones competentes a las líneas aéreas y
establecer una posición activa gremial frente al desarrollo del turismo cultural en el país.
• ATAC, para promover entre sus asociados las acciones competentes al transporte aéreo y
establecer una posición activa gremial frente al desarrollo del turismo cultural en el país.
• Cámaras de Comercio, para promover entre sus asociados las acciones competentes al
comercio y establecer una posición activa gremial frente al desarrollo del turismo cultural en el
país.
• Federación Nacional de Cafeteros, para promover entre el sector cafetero, como producto
insignia nacional, acciones de apoyo al desarrollo del turismo cultural en las áreas productoras
cafeteras y su imagen en el exterior.
• Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, para promover las locaciones y lugares de los
destinos turísticos culturales y los valores culturales del país a través de la industria fílmica
nacional.
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