TP Institucional - Grupo Luna CC
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PSICOLOGÍA INSTITUCIONAL
“Humor y Crítica social”
Comisión: 12
Estudiantes:
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índice
Introducción…………………………………………………………………….…..pág 3
Presentación de la organización/grupo……….………………………….…………pág 3
Supuestos sobre humor………………………………………………….………….pág 4
Supuestos sobre la organización o grupo…………………………………………...pág 5
Objetivo general y específicos……………………………………………….……..pág 5
Observaciones……………………………………………………………………... pág 5
Entrevista……………………………………………………………………….…..pág 11
Análisis institucional…………………………………………………….…………pág 31
Apartados
1. ¿Qué es el humor? ………………………………………………………………pág 31
1.1 Humor y lenguaje………………………………………………………………. pág 31
1.2 El humor y en contexto socio-histórico ...………………………………...…... pág 32
1.3 Humor como mecanismo psíquico de defensa………………………………….pág 33
1.4 El humor en el teatro independiente ……………………………………………pág 33
1.5 Humor como crítica social …………………………………………………….. pág 35
1.6 Obra como analizador ……………………………………………………..….....pág 36
2. La dinámica de poder en la obra "También vimos al hombre llegar a la luna"..... pág 37
2.2 Dinámicas de poder en las relaciones interpersonales ……..………………….. pág 37
2.3 Dinámicas de poder en las relaciones nacionales……………………………… pág 38
2.4 Dinámicas de poder en las relaciones internacionales…………………………. pág 39
Análisis de la implicación …………………………………………………………..pág 41
Ensayo de devolución …………………………………………………………….. pág 51
Conclusiones y reflexiones finales ……………………………………………….…pág 52
Referencias bibliográficas …………………………………………………………. pág 54
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Introducción
En el presente trabajo se realizó el análisis de la obra teatral humorística “También vimos al
hombre llegar a la luna” creada por Rocio Carrillo y dirigida por Leo Bartolotta. Este mismo
se basó en una entrevista al director y a la escritora de la obra y una observación, donde se
fue a ver la puesta en escena teatral. Nos propusimos como objetivo general conocer y
analizar las prácticas institucionales en “También vimos al hombre llegar a la luna” a partir
de los textos presentados por la cátedra.
De acuerdo con lo observado en estas instancias se propuso analizar 2 líneas de sentido, las
cuales se creyeron pertinentes, el humor en la obra y las posiciones de poder que se
encontraban en ella, por lo cual dentro de este trabajo se desarrolló el humor de acuerdo a la
forma en la que fue utilizado en la obra teatral, las distintas posiciones de los personajes,
atravesadas por lo individual, lo grupal y el poder.
Para complementar nuestro análisis utilizaremos textos de autores como Bourdieu,
Castoriadis, Lourau, Enrìquez, entre otros.
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El primer contacto con la institución:
Mediante una compañera de curso conocimos la obra de teatro y nos facilitó el contacto del
director. Lo contactamos a través de mensaje de Whatsapp y nos respondió que no tenía
ningún problema en brindarnos su colaboración. Se mostró bien predispuesto ante nuestra
propuesta: el sábado 23 de abril presenciar en grupo una de sus funciones y coordinar
posteriormente una entrevista.
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Supuestos sobre la institución:
Dentro de todas las instituciones que abordan situaciones socio políticas a través del humor,
se encuentra el Teatro en posición privilegiada; ya sean comedias, monólogos o variedades.
Es así que el Teatro, en cualquiera de sus formas, puede representar temáticas sensibles
usando el humor como medio para transmitir ciertos mensajes a un público variado dando
lugar a la reflexión.
Esperamos encontrarnos con una obra que trabaje con la reflexión, más específicamente que
analice temas como la sociedad argentina, su economía y sistema político, pero que también
desarrolle historias personales y de cuenta de cómo ellas están marcadas y atravesadas por el
contexto que las rodea.
Objetivo general:
Conocer y analizar las prácticas institucionales de “También vimos al hombre llegar a la
luna”.
Objetivos específicos:
-Analizar el uso del humor en la obra "También vimos al hombre llegar a la luna".
-Caracterizar las dinámicas de poder en la obra.
Fuentes de información:
Para el trabajo realizamos una observación que consistió en asistir a una de las funciones de
la obra de teatro, y una entrevista al director y la escritora mediante la plataforma virtual de
zoom.
Crónica
El sábado 23 de abril, presenciamos la obra “También vimos al hombre llegar a la luna” en
el teatro Anfitrión, ubicado en el barrio de Once, a pocas cuadras de la Facultad de Psicología
(UBA) sede Independencia, se encuentra bastante escondido por lo que puede pasar
desapercibido. Por ser estudiantes nos hicieron un descuento en la entrada para la obra.
Fuimos cuatro de nosotros y nos encontramos en la entrada del teatro. Dos de nosotros
llegamos un poco más tarde, por lo tanto no tuvimos mucho tiempo de conversar todos juntos
antes de entrar a la función. Al entrar reconocimos que “También vimos al hombre llegar a la
luna” es, como ya sabíamos, una obra independiente en la cual podemos observar que su
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escenografía y el teatro en donde se presenta la función tiene un ambiente acogedor, que te
hacen sentir “como en casa”, con cierta comodidad y calidez. La entrada era una suerte de
barcito con mesitas y sillones, donde se podía comer o tomar algo mientras esperabas a que
comience la función. Todos los que estábamos por ver la obra esperamos ahí hasta su inicio.
En el horario estipulado para la función nos llamaron y entramos por una puerta a lo que
pareciera ser una “sala” pero con tribunas. La chica que nos hizo pasar nos saludó
diciéndonos “bienvenidos, hoy hay obra privada” con sentido del humor porque éramos un
público muy reducido. Además de nosotros había dos o tres grupos más de poquitas personas,
en total éramos 9 espectadores.
En cuanto a la escenografía nos llamó la atención lo bien organizado que estaba el espacio y
por otra parte, también el hecho de que los asientos asciendan y que la obra transcurra en el
piso mismo de la sala, no como en otras obras que hay una estructura que deja más arriba a
los actores por sobre los espectadores sentados en sus butacas. En la obra misma se observan
pocos elementos en escena, aquellos que iban a ser utilizados durante toda la obra y creaban
el ambiente estético para el desarrollo de cada escena. Podíamos observar muchas cajas que
daban el indicio de que el ambiente estaba desordenado, deshabitado, mostraban restos de un
evento ocurrido anteriormente (lo que luego en la obra nos vamos a enterar que fue una
explosión), en ellas nos podíamos encontrar con el cofre que contenía el botón que marcaba
la decisión sobre quedarse en el orden Capitalista o cambiarse al Inversionismo. Además se
encontraban cosas que los integrantes de esa oficina se habían olvidado al momento de la
explosión, como el maquillaje de una de las protagonistas. Los espacios estaban divididos por
una estructura de luces, lo que separaría las distintas “habitaciones” que se encontraban en el
piso del edificio en la cual transcurría la historia. También se podía ver que los reflectores
enfocan la luz donde sucedía la escena a la que más importancia había que prestarle, en caso
que estuviera sucediendo más de una situación a la vez en escena.
Al apagarse las luces notamos la profesionalidad de los actores para ignorar al público y la
excelente capacidad de transportarnos inmediatamente al ambiente de la obra a pesar de la
simpleza escénica. Los actores no interactúan con el público, ni siquiera con miradas, lo cual
de entrada nos llamó mucho la atención.
No todos habíamos ido a ver obras independientes alguna vez y nos encontramos con otro
tipo de puesta en escena y también con similitudes en cuanto al profesionalismo de los
actores.
La obra comienza con Pablo, uno de los personajes, quien aparece ordenando el ambiente
haciéndonos intuir que algún suceso habría destrozado el orden del lugar. Ya esto nos pone en
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situación interrogante, cuando el televisor puesto en lo alto de la presunta sala, nos informa
sobre la situación del mundo de 2069: en este año se debate el cambio de sistema
económico/político, pasando del Capitalismo al Inversionismo. Este último se basa en la
circulación libre de dinero y Argentina es uno de los pocos países que se resiste, por lo que
surgen amenazas por parte de los “rebeldes”, quienes están a favor del cambio y por lo tanto,
en contra del actual Presidente que quiere mantener el sistema Capitalista.
A su vez, se entrelazan también los asuntos personales de los personajes y los vínculos entre
ellos. Por un lado, se encuentra Pablo, funcionario de la casa de gobierno y su compañera
Isabel, quienes parecen llevarse muy bien y ser amigos, aunque a medida que avanza la
historia nos damos cuenta que hay por detrás una intención amorosa. Por otra parte, nos
encontramos con los personajes de Carmen, Valentino y Elena que viven cierta especie de
triángulo amoroso y conflictivo, por ser Elena la ex pareja de Valentino y Carmen su actual
novia.
Como se mencionó anteriormente, Pablo se encuentra ordenando materiales y cajas y en
medio atendiendo a las videollamadas de su madre (cuando esto sucedía, una voz en off
anunciaba la llamada y se prendía la pantalla visualizando la videollamada). Luego aparece
su compañera Isabel, que al parecer estuvo desaparecida desde lo acontecido. En este
momento es donde salen a la luz sus asuntos personales, la tentativa de Isabel a renunciar al
trabajo y “la caída de ficha” que tuvo después de sufrir estrés post traumático por presenciar
el atentado a la casa rosada, así es que menciona que ahora está haciendo cursos de coaching
y en varias ocasiones expresa frases “cliché”, a nuestro parecer, que son muy vistas en
nuestra actualidad. Por ejemplo, en una conversación que mantiene con Pablo le dice: “todo
está en tu mente, el cambio empieza por ahí”, señalando con su dedo índice a la cabeza de
Pablo, a lo que él se queda mirándola sin entender lo que le dijo. Isabel lo hace con mucha
gracia ya que hace saber como que ella copia todo lo que lee en sus libros pero no entiende
qué quieren decir dichas frases (esto nos causa gracia y risas, por la ingenuidad que presenta
el personaje como hablando de algo profundo y que le otorga más categoría intelectual con
solo repetir cosas sin entender lo que se repite). A su vez, también menciona que ya esta
cansada como la “mandonean” en ese trabajo, principalmente por parte de la jefa de gabinete,
Carmen, que la trata mal y siente que no es valorada como se merece, que solo la usan para
servirle café al presidente, es por eso que ahora decide valerse por sí misma y tomar ciertas
decisiones priorizando ese amor propio.
Por otro lado, la felicidad de Pablo por la responsabilidad que le otorgaron: cuidar un cofre
que contenía los botones decisivos que podrían llevar al país hacia un nuevo sistema o
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quedarse en el actual… Es decir, con tan solo apretar un botón podía cambiar el destino del
país. En cuanto a la situación del país, Pablo nunca puede responder a la pregunta que le
hacen todos “¿pero vos de qué lado estás?”, por lo que podemos inferir su inseguridad y poca
precisión a la hora de “decidir”, asunto que en el transcurrir de la obra se expresa. Casi al
final, Pablo termina “estallando” diciendo que él nunca sabe lo que quiere, que pareciera que
todos lo saben muy bien y que están bien seguros, pero en cambio él nunca sabe qué es lo que
desea.
También nos permite entrever su enamoramiento con Isabel, ya que en varias ocasiones
quiere decirle algo más pero se calla, de una forma muy “adolescente” y novelera.
Carmen aparece y da a conocer que el presidente tenía una reunión muy importante con la
representante de los protestantes, entre ellos Elena, por lo que manda a Isabel a buscar al
presidente. Isabel va al despacho y lo encuentra muerto (sucede tras bambalinas) y Carmen
ordena encubrirlo para que todavía nadie se entere. Al mismo tiempo, en la pantalla se iban
anunciando los países que se iban pasando al Inversionismo. Tras este desafortunado evento
deciden llamar al vicepresidente, Valentino, quien llega en rollers, con un conjunto deportivo
y las uñas pintadas, demostrando un carácter jovial y divertido (lo cual nos causo gracia); él
es quien deberá, inesperadamente, asumir el cargo de Presidente.
Carmen le ordena todo lo que tiene que hacer y le tira las cartas de tarot para ayudarlo a
tomar decisiones mientras esperan la llegada de la representante de los rebeldes que esperaba
tener la reunión ya pactada con el señor presidente. En una de las tiradas de Tarot, Valentino
pregunta qué hacer, si seguir manteniendo el sistema Capitalista o no, a lo que las cartas
responden con la carta del Diablo. Valentino se alerta y le pregunta a Carmen que quiere decir
eso y esta intenta evitar responder; pero por sus expresiones nos damos cuenta que es algo
negativo, pero a causa de su fuerte convicción del sistema Capitalista, no quiere decirle a
Valentino lo que esto significa.
Estos deciden no dar a conocer que el Presidente murió. Al entrar el Vicepresidente, en
pánico, Carmen lo calma y le asegura que es sumamente necesario mantener el secreto. Aquí
por su manera de relacionarse se infiere fácilmente que éstos tienen un vínculo más íntimo
que el laboral, donde observamos que el Vicepresidente es una persona con poca
autodeterminación y su “dependencia” a la mujer, en este caso Carmen, para tomar
decisiones.
Cuando llega Elena, la líder de los “rebeldes”, con un aire de “guerrera” y gran carácter,
surgen los enfrentamientos y la revelación de secretos que llevan al clímax de la obra: Elena
es una ex amante del Vicepresidente y trata de imponerse, descubre la muerte del Presidente y
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revela a Carmen que ya tenía un pacto con el fallecido presidente para adherir al
Inversionismo de la ONU dividiendo el país en dos partes. En cierto momento, hay una fuerte
discusión entre Carmen y Elena donde Carmen, inesperadamente, saca un arma y le apunta a
Elena de forma violenta, cosa que nos sorprendió por lo “espontáneo”.
En este momento notamos que hay como dos relatos paralelos en la obra: Pablo e Isabel, por
un lado, con sus problemas personales pero casi faltos de una ideología concreta y
convencida, y de otra parte el Vicepresidente y su Jefa de Gabinete, quien ejerce su poder
sobre él, en una relación unidireccional, quienes tratan de resolver una situación de crisis con
la representante de la oposición y sospechada del atentado.
Al aparecer estos dos últimos personajes se revelan secretos extremos: los interpersonales de
pareja y expareja (mujeres dominadoras y un Vice súcubo de ellas) y la relación de una trama
secreta de acuerdos entre la Jefa de los inversionistas y el fallecido Presidente para acceder a
la proposición de la ONU y dividir el país. Aquí vemos el vano tentativo del Vicepresidente
de imponerse pero revela su poca voluntad ante las dos mujeres opuestas inicialmente y que
finalizan acordando un pacto.
Al mismo tiempo Pablo, inicialmente un pobre factotum a la merced de su madre, quien lo
utilizaba para obtener información sobre lo que pasaba dentro de la casa de gobierno,
mediante sus llamadas a lo largo del día, y la Jefa de gabinete, se siente más importante al
haber recibido el encargo de custodiar el cofre de los botones conectados con la ONU para
decidir si pertenecer o no al Inversionismo mundial, de jugar un papel de tal importancia, el
cual va adquiriendo más fuerza y confianza para revelar su amor por la compañera de trabajo
Isabel de quien está enamorado.
En momento cúlmine cuando ante las avasalladoras imposiciones de los personajes
femeninos, los personajes masculinos descubren su fuerza y el Vicepresidente, por una parte,
decide oponerse al pacto para entrar en la ONU inversionista, y Pablo decide besar a Isabel,
sosteniendo su cuota de poder legítimo, es decir el cofre fatídico y sin querer apreta el botón
decisivo para entrar en la ONU. Así finaliza la obra: Argentina forma parte del Inversionismo
por el accidente que cometió Pablo de tocar sin querer el botón del cofre.
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¿Qué quisiste transmitir con la obra?
¿Cómo fue el proceso de creación y selección de los actores? ¿Cómo te inspiraste para crear
a los personajes?
¿Qué querés mostrar con la postura que adopta cada personaje? (pensado por la manipulación
de Carmen, la inseguridad del vice, la rebeldía de Helena…)
¿Qué significa para vos tu personaje? (para Rocío que interpreta a Isabel)
¿Cuál es la relación que creés que hay entre el humor y el teatro? Para los dos
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de dirigir una obra humorística?
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Entrevista
P: Bueno, primero, tenemos unas preguntitas un poquito más generales, así como para que
contesten ambos. La primera ¿cómo surgió la idea de la obra?
Rocío: Bueno, desde la escritura, les cuento en general, cuando se escribe no, no se parte
tanto de una idea, sino de una imagen. No sé si alguno de ustedes escribió alguna vez con
cualquier taller de escritura, no solamente teatro, sino también de narrativa, lo que se trata es
de salirse, una idea que, en general es más para más paralizante, endurece un poco los textos,
se trabaja a partir de una imagen de una imagen disparadora, que después uno si ahí después
tiene que meter la cabeza, ir organizando un poco y ahí aparecen las ideas de cómo continúa
la historia, pero esta esta obra empezó, se gestó con una imagen que me generó (interrupción
de sonido) esperen que voy a cerrar el Whatsapp porque no se escucha. Yo estaba haciendo
una obra, estábamos haciendo una obra que se llamaba “Duerme en sus manos”, yo estaba
haciendo un papel chiquito, estaba bastante tiempo atrás hasta entrar y estaba esperando, a
entrar con uno de mis compañeros que hacia otro papel también bastante chico y estaba
bastante tiempo atrás y él estaba con con un traje y unos lentes de sol y mientras esperábamos
se sentaba en parte de la escenografía que se descubría después, no? había una parte de atrás
de una escenografía que estaba cerrada y que era un escritorio con una máquina de escribir,
entonces él se sentaba a esperar y estábamos bastante tiempo así, en un momento él estaba
bueno, se ve, me quedé con la imagen de parecía como un empleado, un tipo que estaba como
de traje ahí durmiendo atrás del escritorio. Era la imagen como de un empleado estatal que
estaba dormido, como así sin tener nada que hacer y a parte nada lo que hacemos a partir de
la escritura es describir imágenes, cosas que vemos. Después, a veces nos sirven para
continuar la obra. Bueno, así se gestó esta obra a partir de la imagen de un empleado estatal y
después se derivó digamos, incluso ya no, no aparece más, ustedes habrán visto el comienzo?
No está durmiendo. En la primera versión de mi escritura estaba el empleado durmiendo y de
repente lo llamaba por teléfono a la madre y esto, bueno todo se fue después, derivando en lo
que es ahora esta historia. Si es así, es más o menos como se trabaja en escritura. Por eso no,
no hay una idea. Después, si me si ha parecido la idea de que sea futurista y dijimos, bueno,
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pero para no caer en esto trillado del empleado estatal, y viste entonces bueno que puede ser
puede ser futurista, juguemos a que sea futurista, entonces te propone juegos en la escritura, a
veces funcionan, a veces no, vas probando, a veces haciendo, deshaciendo, tiene muchas idas
y vueltas. La escritura, así que se prueban cosas. En este caso, bueno opte por esto de
probarse que fuera futurista, que podía pasar en el futuro, un cambio de sistema económico,
así fui probando cosas y algunas cosas quedaron, otras no y nada uno empieza a hacer jugar
personajes y cosas a partir de lo que se le ocurre para enriquecer la historia, pero así es más o
menos como como partió. A mí me gustan las cuestiones políticas, no sé si vieron alguna otra
obra, pero hago humor con cuestiones políticas, entonces nada se prestaba mucho a esto, a
hacer un poco humor político y jugar en el futuro, nada me parecía divertido y simplemente
me propuse eso, me propuse jugar con algo nuevo, diferente, que podría ser imaginar un
futuro, no? en Argentina. Y así, y así surgió.
P: Bien.
Rocío: Y el nombre si van a ver teatro en general pasa mucho, no soy la única que ponemos
títulos que no tienen tanto que ver con la obra, ¿no? Uno va pensando, bueno, ¿de qué
hablará? ¿de la llegada del hombre a la Luna? Después uno se encuentra con cualquier otra
cosa. Yo la verdad, lo que hago en general para buscar los nombres a veces uno los tiene
enseguida y otras veces terminas la obra y decis bueno ¿que nombre le pongo? yo busco
mucho los nombres en los textos y también se lo propongo a mis alumnos no saben que
poner, lo hablamos juntos, yo a veces incluso les leo las obras, le voy marcando en amarillo
los posibles nombres y ahí van eligiendo porque ya puede ser, puede ser literal, como en este
caso o a veces cosas que se dicen en el texto que sugiera un nombre, pero bueno, igualmente,
más allá de que uno elige no es tan aleatorio, no “También vimos al hombre llegar a la luna”,
habla, digamos, como que enfrenta el pasado y el futuro, algo algo que se hizo trucho, ¿no?
como que se esa fantasía de que fue un montaje yanqui en competencia con otro país, todo
eso, digamos, a mí me cerró. Una, uno elige el nombre y después piensa si tiene que ver con
lo que cuenta la historia y si tiene que ser raro un poco, no? En una obra anterior, que no sé si
la vieron, que es de Dostoyevsky también está el nombre, es ese título, está dicho en la obra,
pero tiene que ver con lo que sucede en la obra, que es que un personaje tiene las
características de las de los personajes, de los libros, de Dostoievski, de las novelas.
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Entonces bueno, cuando tiene esa consonancia uno dice bueno esto pega con la obra, esto que
se dice por algo se dice ¿no?, siempre hay textos que surgen en la escritura, que no son
porque sí, yo veces digo a mi alumno si te apareció esto, si este personaje dice esto es por
algo, entonces no lo dejes ahí, eso es muy importante. La escritura es empezar a ver por que
en una escritura catártica, quizás un personaje dice algo que uno no lo piensa al momento de
escribirlo, tiene que ver con que uno ya empieza a hablar a través de sus personajes, a través
de esa historia, y no es casualidad, entonces hay que saber escuchar porque se escribió eso y a
mí me apareció, porque si esto de también vemos a hombres llegar a la luna, que lo dice la
madre y después lo tomó y busco repetirlo, no? es que después cuando uno ya sabe que ese
va a ser el nombre, busca quizás reforzarlo en alguna otra parte de la obra, por eso en el
diálogo final con la madre vuelve a decirse esto y tiene que ver con este montaje esta cosa,
trucha también de los argentinos, ¿no? Y de nuestros gobiernos, que nada tiene que ver con
esto el Vicepresidente que está jugando mientras se está incendiando el país y de repente
tiene que salir a salvar las papas como no tiene la menor idea de qué hacer. Con todo esto se
juega un poco con esta imagen del hombre llegando a la luna, filmada por Kubrick era ¿no?
El que decía que lo había filmado y todo este montaje también que hacen ahí de querer
ocultar la muerte del Presidente. Bueno, eso. Eso es el título, digamos, no es un poco
aleatorio y un poco no, un poco de tiene que resonar con lo que pasa en la historia.
P: Y esto que vos decías de que estaba ambientada en el futuro, ¿cómo y porqué llegaste a
eso?
Rocío: No, por esto que decía uno empieza a proponerse cosas a veces. Bueno un empleado
público que está durmiendo y ¿porque está durmiendo? ¿porque se quedó dormido?, más allá
de que uno trata de pensar cosas extraordinarias siempre de escribir. Uno, como dice un autor
francés, uno no escribe lo que pasó, lo que pasa, sino lo que podría haber pasado y siempre
ese podría está un escalón más arriba de la realidad y más allá de que a veces la realidad
supera la ficción, ¿no? Pero en general uno en la ficción apuesta un poco más a ver quién
podría haber pasado. ¿Qué pasaría si…? Y empezas a jugar con eso, con posibles no tan
palpables, con posibles un poco más corridos de la realidad y en ese juego es que me propuse
a ver qué pasaría si cuento una historia de un empleado, ¿a dónde lo pongo? en la Casa de
Gobierno, uno apuesta a todo, más con el humor y con la comedia uno tiene que apostar
grande. Bueno, esto va a suceder en la Casa de Gobierno. ¿qué pasó? acaban de tirar una
bomba y están dentro de 50 años y estalla el mundo, no solamente en Argentina, se cambia el
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sistema conmigo, que aposté a todo al extremo, para contarle la historia de amor, porque no
es más que eso también no? Yo siempre me esfuerzo, en que esto es una historia de amor
entre dos empleados estatales y en ese contexto. Entonces uno puede contar una historia de
amor, digamos, ya está todo contado, no tenemos que tratar de contar cosas nuevas porque ya
no hay nada nuevo, ya lo contó todo Shakespeare, como dije.
Entonces, bueno, ¿cómo contar una historia de amor que no sea Romeo y Julieta, que no sea
la de las novelas de todo lo que vimos? ¿Bueno, cómo contarlo? La forma es lo que
buscamos, una forma diferente, un contexto diferente, un juegos distinto, es con lo que
podemos atraer al público, no con nada súper nuevo, sí, sino con una forma de contarlo que
sea distinta de alguna forma o por lo menos, que la historia sea esté dentro de otro lugar. Pero
si eso es un juegos, escribir es un juegos.
P: Bueno, con el proceso de producción de lo que es una obra independiente, ¿qué es lo que
se pone en juego en ese proceso tanto lo externo como lo interno, la incertidumbre, los
miedos, los obstáculos?
Con “También vimos” nosotros somos una cooperativa, en realidad, de trabajo con
producción nuestra en la que, bueno, obviamente ponemos todo lo nuestro que es el trabajo
mío de director, la autora, actores. Si tenemos que pagar una sala de ensayo la plata es nuestra
y… armado de escenografía etcétera, todo al principio es parte nuestra con la posibilidad de
solicitar subsidios; hay varias líneas de subsidios tanto en capital federal como en nación en
los que vos aplicas y tenes la posibilidad de que te financien, nunca todo lo que uno gasta,
pero siempre te dan un porcentaje de lo que vos solicitas.
Rocio: Si, nosotros en esta tuvimos la de Pro Teatro que es la de Ciudad de Buenos Aires
Leo: La de Capital, si si. Y bueno a nosotros nos pasa que hacemos teatro hace mucho, tanto
Rocío como yo, y hace mucho que estamos trabajando en equipo. Los miedos ya los vamos
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dejando un poco de lado porque la única manera de hacer teatro es accionando y nosotros
sabemos que esto lo hacemos porque nos gusta y porque amamos el teatro y sabemos que
tenemos gente que viene a ver las obras por lo cual digo; los miedos son los mínimos creo ya
a esta altura. Te pasa que uno quiere hacerlo, el único miedo que te puede surgir es el de la
gente si va a venir a verla, ¿van a venir? ¿le va a gustar? más que esos miedos creo que ya no
nos pasan, si nos paso en la pandemia.
Rocio: Tampoco nos pasa porque bueno sabemos que puede pasar (risas)
Leo: Sí, tal cual. Pero bueno si la pandemia hizo que se frenará todo el proceso durante
muchísimo tiempo y eso afectó a todo el teatro no solamente al independiente sino también al
comercial, pasa que bueno el comercial tiene otra espalda que nosotros no tenemos, para
bancar.
Rocio: Si igual lo que pasó con esta obra fue muy loco porque. La mayoría de las obras
arrancaron a ensayar antes de la pandemia y se cortaron porque no pudieron estrenar. La
verdad que lo que yo veo es que quedaron en el olvido, como que nadie retomo sino que
arrancaban nuevos proyectos. Esta obra siguió como el grupo ahí a la expectativa volvimos
bueno, cuando volvimos tomó la dirección en realidad Leo y se pudo hacer, cosa increíble
no? para mi.. así que
Leo: Fuimos uno de los primeros espectáculos independientes porque nosotros arrancamos en
¿agosto o septiembre, Ro, del año pasado? septiembre.
Leo: En agosto todavía no salía mucho. Nosotros arrancamos con un protocolo muy chico de
20 localidades en la sala por la distancia con barbijo y todo. De a poco se fue ampliando y en
diciembre levantamos para volver ahora en marzo. Obviamente estuvo bueno haber vuelto,
nosotros ya teníamos la obra ensayada. Ensayamos durante la pandemia al aire libre; todas
esas cosas raras que uno hacía en la pandemia de decir “bueno nos moriamos de frio pero
estábamos en la terraza ensayando el lugar”, para no contagiarnos la obra que tenía el beso
no se daba, los actores no estaban cerca y así, digo, todas esas cosas que ahora cuando lo
pensas para atrás decis que ¿raro no? haber pasado por esa situacion pero bueno en ese
momento era como tenía que ser pero bueno llegamos a este punto no de poder estrenar y
poder hacer una segunda temporada que en el teatro independiente no es fácil hacer una
segunda temporada y bueno nada y seguir pensando y seguir haciendo, es que te pasa eso,
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cuando ya largas una obra estás pensando que vas hacer y qué vas a generar para más
adelante.
Rocío: Hay un deseo motorizado básico creo, que en cualquier rama del arte, pero el teatro lo
que tiene la particularidad también es que depende de un grupo, no como el pintor que con el
deseo individual arranca. En el teatro es un trabajo grupal y que necesitas de la coincidencia
del deseo de un grupo que no se va a sostener por un pago a fin de mes entonces tiene q ser lo
suficientemente fuerte ese deseo para que se lleve a cabo por eso hay muchísimos grupos que
van quedando en el camino proyectos que se van truncando porque realmente a veces es
difícil, le surge algo mejor y se va. se tiene que dar una coincidencia ahí del deseo pero no es
fácil. (risas)
S: Claro. A propósito de esto, de este deseo, cuando vos te inspiraste en los personajes para
hacer este proceso de selección de quien va a ser quien ¿como fue?
S: Claro
Rocío: Si uno piensa en el actor, no siempre después se da pero uno piensa a veces, como soy
actriz y me muevo en ese ámbito tengo un grupo de gente con la que trabajo, o amigos, uno
piensa. En el caso de Sebastián, bueno fue él el que me dio la imagen así que fue él el que
después internalizo el personaje porque sebastián es el que hacía este personaje con el que
estabamos atras esperando y yo lo vi a el haciendo eso y después bueno fue él el que hizo el
personaje de Pablo. Así que, si uno va pensando en actores y a veces se da, a veces no, que
sean ellos pero, sí básicamente tienen que ser actores que estén predispuestos al juego que
puedan trabajar más allá de que den con el físico rol, muchas veces eso es lo de menos. Yo
no iba a hacer el personaje de Isabel, lo iba a hacer otra chica que consiguió un trabajo en una
boletería porque se separó en la pandemia, necesitaba salir a trabajar, consiguió trabajo en
una boletería en un teatro en el horario que íbamos a hacer las funciones así que cuando ella
se bajó teníamos que conseguir otra actriz, y Leo me propuso de hacerlo yo. Yo le dije “yo no
doy para ese papel es una chica más joven”, y dije “yo no doy para hacer de una chica que
habla de la mamá viste” y todo esto, y Leo dijo bueno probemos y la verdad que bueno el
tiene una mirada más de director y tenía razón. Digamos si uno se entrega al juego, todo lo
que surgió en mi cuerpo en mi voz tuvo que ver con esa búsqueda de lo aniñado o de chica
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más joven medio atontada, con estas frases que repite y lo fui buscando a nivel corporal a
nivel voz y surgió. Así que uno a veces busca a este actor que va con esto pero bueno si es un
actor que se entrega al juego, eso es lo fundamental. A veces pasa de dar con el físico pero
después no juegan y no hacemos nada con eso.
S: Aparte lo interpretaste muy bien porque como te veo hoy ahora y lo que era el personaje
verdaderamente uno no te reconocería.
Rocío: No, no ahora soy una dramaturga sería en esta entrevista y después soy una boludona
(risas). Si bueno fue jugar eso, es entregarte a jugar a mi me resultó muy divertido pero yo
misma pensaba que no daba. Leo tiene una mirada más allá en los actores y dijo bueno
probemos, si no da, buscamos otra actriz. Y la verdad en los primeros ensayos ya empezó a
aparecer este juego esta busqueda asi que no se si Leo quiere agregar algo, pero desde el lado
de la escritura por más que uno piense en actores mucho no.
Leo: pasa que yo esta obra ya la dirigí con el elenco armado osea que no tuve el proceso de
selección que uno hace naturalmente. Eeeh… asi que bueno el personaje de rocio que fue el
unico que dije si da, es basarse tambien en no encasillar a los personajes es lo que trato de
hacer yo, digo para mi cualquier actor puede hacer cualquier personaje siempre y cuando de
las cualidades que puede tener el personaje entonces cuando yo se lo propongo a ro es porque
ella tenia una mirada dramatúrgica sobre el personaje y yo tenia una mirada de la obra que
había leído digo y para mi tranquilamente podía dar para mi un personaje, pongamoslo en las
palabras que dijo rocio, “boludo” no necesariamente tiene que tener 20 años, ustedes estudian
psicologia, digo puede tener 40 y ser un boludo igual y me parece que una de las cosas que yo
busque en esta obra particularmente cuando la leí y cuando decidi dirigirla es llevar al
maximo todos los personajes, no en todas las obras uno hace eso porque busca mas realidad,
digo como era una comedia y pasaba dentro de 50 años, necestiaba salirme de la obra, no
solamente con el vestuario, el maquillaje, los peinados sino tambien con los personajes
porque la obra no deja de tener un lenguaje coloquial que tranquilamente puede pasar hoy y
yo dije bueno de ¿de que manera puedo separarlo de ahi? y bueno fue esta cosa que hice con
los personajes de llevarlo al máximo, digo si es un boludo que sea boludisimo si es malo que
sea malisimo. Entonces subi el volumen al máximo de cada uno de los personajes que
después cuando uno lo ve todos juntos no pasa esto pero en la dirección si los fui llevando a
ese punto para que los choques fueran más fuertes. Cuando el personaje de Rocio, Isabel,
habla con el personaje de Graciela, Carmen, digo es una lucha de dos adolescentes. Ni
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siquiera hay algo que sea tan terrible de lo que está pasando. Llevar al máximo situaciones
cotidianas, del enojo, del amor, mismo la situación del amor está llevada al máximo dos
personas que se quieren o que se aman y todas las vueltas que dan es muy novelero entonces
bueno no la podíamos contar de la misma manera que se podía contar otra historia.
P: ¿Qué querían mostrar con la postura que adopta cada personaje y lo que veíamos con esta
manipulación de Carmen, la inseguridad que tiene el vicepresidente…. como esas cualidades
marcadas?
Leo: era lo que te decía recién, ¿no? Llevar al máximo por… yo cuando leí la obra,
cualquiera que la lea, digo, puede entender un vicepresidente ausente, que no sabe mucho,
que no entiende de política y que está puesto ahí porque está puesto. Que hice yo con el
personaje del vicepresidente: agregamos de que venía de jugar el padroller…eeh que venía
abrazandolos a todos muy cariñoso, muy toquetón, esta cosa muy kinestésico como que
necesita estar acariciando al otro y viendo lo que le pasa, inseguro con Carmen, entonces, si
lo mostramos normal, me parecía como, nada, eh como muy ¡que iba a pasar desapercibido!,
eso me pasaba a mí en la comedia. Entonces fue subirles las cualidades que tenía cada
personaje que yo leía al máximo. Digo a esta cosa de la lucha del poder que tiene Carmen,
ella lo que quiere es quedarse con el poder, ¿no? Manipular el poder desde atrás. También
llevarlo al máximo.
P: de guerrera
Leo: caricaturesco, eh digo ya que, entre vestida de guerrillera, que entre de verde militar, que
entre en contra del gobierno. Digo es fuerte, es también una imagen puesta ahí.
Leo: exactamente, digo la elección del color verde militar es específicamente esto ya que
viene a generar un golpe de estado acá dentro, viene a romper una estructura democrática.
Más allá de todo lo que pasa que es una locura.
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Leo: claro, el público que lo ve de afuera puede llegar a entrar o no entrar en esa situación. Y
eso es lo más divertido. Que cuando entra ella nos pasa muchas veces en las funciones que la
gente se ríe, ¿no? Que está generando, lo contrario a lo que tendría que generar: El espanto, el
horror de decir: esta imagen ingresando a la casa de gobierno, por terrible que es, bueno, la
comedia es eso: resaltar estas cosas negativas para que al público le produzca risa. Eso fue lo
principal. Obviamente cada obra busca una manera diferente y se buscan códigos diferentes.
En la comedia es esto. Resaltar cada cualidad del personaje desde el vestuario, lo que fuese y
llevarlo al máximo y a esta obra merecía eso también.
Rocío: yo quizás lo que también, no sé a que apuntabas la pregunta. Entiendo también que es
lo queremos mostrar o que es lo que se quiere mostrar, desde los personajes o de lo que se
cuenta desde la historia… yo por lo menos soy una convencida de que el teatro o cualquier
representación artística, más que dar respuestas o bajar una línea, lo que tiene que generar o
lo más valioso que puede generar en el público son preguntas, inquietudes, más que dar una
respuesta. Esta obra no es que está cuestionando si uno está de un lado o del otro… un día
que nos quedamos después de una función, con un grupo de chicos (no sé si eran alumnos de
juan), vinieron a preguntar como si yo pensara lo mismo que piensa pablo “vos estás
cuestionando si hay que estar de un lado o del otro”, no yo, esto lo dice el personaje no lo
digo yo. Lo que dice el personaje no es exactamente lo que yo o el director quiere expresar
con la obra, si no que es algo que le pasa al personaje y que en todo caso genera un
cuestionamiento del público. Porque es ponerse un poco, cuando uno escribe, cuando uno
dirige es ponerse un poco en los pies de este personaje y de lo que le está pasando. Yo
personalmente en mi vida pienso que hay que estar de una lado o del otro todo lo contrario,
pero es en todo caso ponerse en los pies del otro, que le pasa al que no tiene una definición, al
que se siente cuestionar en un país donde si no sos una persona definida sos un boludo, no?,
sos justamente señalado, este no sabe qué es lo quiere, no sabe de qué lado está. Bueno ese
fue un poco el juego, la idea es generar más preguntas en el público, a que se vayan con una
respuesta dada sobre lo que uno, eh que no se vayan con un mensaje, a mi me decían, Elena
es Cristina, me dijo uno, Elena es Cristina, bueno claro hay dos frases en la obra que fueron
dichas por Cristina. Entonces, nada yo las puse en boca de Elena porque decir algo, pero no
significa que Elena sea Cristina si no que, bueno, está un poco este juego no?, del poder y de
que pasa cuando están ahí y que están con un discurso ideológico de un lado pero tienen guita
en negro o hacen cuestiones con la plata que no tienen que ver con la ideología que pregonan.
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La idea es esto: generar preguntas en los que vienen no?, más que nada. Si se van
preguntándose cosas ya estamos contentos.
P: Una cosa que nosotros observamos es como la postura que tienen diría los personajes
femeninos en la obra. Como una postura mucho más dominante en cuanto al género
masculino. Y eso nos llamó la atención. ¿Cómo lo ves vos a eso en la obra o también en la
actualidad, a la postura de la mujer en la actualidad y como lo proyectas en la obra?
Rocío: si, no sé si lo pensé, pero es verdad que se da esto. Incluso Isabel, dentro de su
boludez, es una mina que quiere mostrarse diferente, que incluso como lo trata a Pablo está
un poco por encima de él. Los dos son dos boludos pero ella cree que no. Por eso se aprende
todas estas frases que se las aprende y al final termina aceptando que son dos boludos; ba!
termina aceptando, boludos en el sentido…
Leo: quedamos en esto de la dramaturgia que escribió Rocío sobre el rol de la mujer
Rocio: No, no fue tanto pensado pero por algo surgio, obviamente yo tengo una postura
feminista, creo que estamos en un proceso de cambio que esta muy bueno, que la mujer en un
futuro necesariamente va tener otros lugares, de a poco, muy de a poco se esta modificando,
se esta balanceando. Y al principio sabíamos que, no en el proceso de escritura, pero después
se quiso trabajar, en algún momento se pensó en esto de la cuestión de género que no está
muy evidenciado en la obra ¿no? creemos que en un futuro va ser diferente y bueno, Leo me
dice “si yo hubiera agarrado de principio esta obra hubiera puesto algún hombre haciendo de,
alguna persona, digamos de género cambiado”
Leo: Si, el personaje de Elena para mi era un personaje trans, digo para sumar esto de los 50
años, digo algo que pasó en 50 años, esta bueno
Rocío: Pero no, no está reflejado en la obra, no lo pensé a la hora de escribir. Siento
igualmente que uno tiene una mirada, cuando te pones a escribir. Yo claramente no trabaje los
50 años, digamos no me ubique tanto, trabaje desde una situación política determinada y
después de ciertas cosas que sí fueron a propósito que es “dentro de 50 años vamos a seguir
teniendo los mismos problemas de desamor y amor”, como que uno piensa de shakespeare
hasta ahora no ha cambiado tanto. Si han cambiado las formas pero si vamos a seguir
hablando de amor, de desamor y de desencuentro. Son temas universales, atemporales que
creo que en 50 años van a seguir igual con sus diferentes formatos. Después si, creo que
surgió naturalmente que la mujer la líder de la resistencia fuera una mujer quizá no fue tan
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aleatorio, pensé bueno tiene que haber una mujer fuerte acá, después Carmen también es un
personaje muy fuerte, creo que se dio naturalmente esto de que los personajes de las mujeres
estén por encima de los hombres, incluso de los hombres más atolondrados, el presidente
mismo que aparece ahí es un tipo que las cosas que dice son absurdas, entonces está como el
hombre en un lugar un poco más débil, de torpeza que en realidad han demostrado, digamos,
no es que todos sean torpes. Pero quizás poner estuvo lo de poner un poco al hombre en un
lugar como más débil, más torpe y a la mujer más resolutiva, más empoderada, aunque
empoderada para mal también puede ser eh, por eso esta bueno esto también de: bueno son
mujeres empoderadas pero que están haciendo esto que hace Carmen o mismo Elena,
digamos no son mujeres que estén haciendo algo bueno, no sabemos qué va pasar con la
mujer empoderada tampoco ¿no? no es que si la mujer toma el poder todo va estar bien, no se
somos seres humanos pero sí estuvo lo de marcar este desbalance, de poner al hombre un
poco más abajo y en la mujer un poco más arriba, una venganza dramaturga *risas*.
P: En el personaje de Isabel que interpretas vos se ve esto desde el ámbito laboral, “bueno yo
me siento inferior porque solamente sirvo para darle café al presidente”. Nos interesaba
preguntarte a vos mas que nada ¿Cómo se vive ser mujer en el ámbito teatral?
Rocio: Mira, creo que ahora hay mucho mas cuidado, en el ambito artistico en general pero
mas en el lugar de la mujer actriz hay un prejuicio basado en la realidad esto de “ustedes los
actores se tocan entre ustedes, hay mucho sexo en las clases de teatro” hay como un mito que
es un mito o quizas sucede en los estudiantes de teatro, pero despues cuando llegas a
profesionalizarte si es verdad que tenemos cierta libertad mental, sexual que quiza en otros
ambitos no se habla de sexo tanto como en el nuestro porque somos gente que tenemos que
tener la condición de saber jugar, en el sexo esta condición es fundamental, no es que todos
los actores seamos buenos en la cama pero seria decir demasiado *risas* pero si estoy
diciendo que la condicion del juego, y la libertad y animarse tambien tienen que ver despues
con lo que uno expresa verbalmente y quizas hablamos de sexo mas libremente y la actriz en
general si le gusta mostrarse se muestra, no tenemos ese prejuicio que quizas tienen las
personas que trabajan en otra cosa, entonces si se ha puesto a la mujer, a las actrices en un
lugar de ofrecimiento para obtener cosas, que tambien pasa entre los hombres. Esta esto de
pensar en la vedette que tuvo sexo con tal productor para conseguir algo, hasta hace poco eso
estaba.
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Leo: si, quizas pienso que eso tiene que ver con el imaginario, pero si vamos a la realidad
ahora del rol de una actriz si hay asociaciones de actrices argentinas o la colectiva de autoras
que están levantando la voz para que se las tomen de igual manera que a los autores hombres
rocio: si, pero hasta hace poco seguía pasando, ahora esta mucho mas cuidado
Rocio: Estaba este perjuicio de que por ser actor o actriz no tenes problema de acostarte con
quien sea y no es así.
Leo: Me parece que como en todos los movimientos, es algo general, no solamente se sale a
luchar por mejor sueldo o igualdad de sueldo en un empresa entre mujeres y hombres, lo
mismo pasa en un teatro, no se si tanto en el teatro independiente, porque la realidad es que
nosotros al trabajar en una cooperativa es una cuestión de puntajes, tenes el mismo puntaje y
cobras lo mismo, no se en unos casos particulares que hay directores que se ponen 4 puntos y
actores que le ponen mas, eso nunca lo viví. Pero si es una realidad que es una lucha que se
está dando en el mundo y el teatro no está exento.
Rocio: ahora por suerte hay más cuidado en lo que se dice de los ofrecimientos
Leo: hay cabezas todavía pensando de esa manera pero hoy esta mucho mas hablado
P: Se me vino a la cabeza lo de visibilidad, que está todo mucho más hablado, lo vimos en la
obra con Isabel que se queja y que puede decir “che me siento mandoneada”
Leo: Si, pero me parece que en la obra no está puesto desde un lugar de género.
Leo: Está puesto desde un lugar en que ella y Pablo son dos entre comillas incompetentes y
Carmen, que tiene el mismo cargo que ellos dos es un poco más avivada y los pasa por arriba,
es una cuestión de actitud, además la madre de ella es la que mueve todo, la que tiene la
tarasca, en la obra no está puesto desde un lugar de género, Isabel podría haber sido un
personaje trans digamos, es indistinto
Rocío: En un primer momento iba a ser el padre de Isabel pero luego decidí que sea la madre,
entonces si hay una tendencia a poner a las mujeres en un lugar, eso se cambió en el texto
P: Está bueno que se pueda leer a ese nivel de género pero igual no es una cuestión de género,
es una cuestión de posición y de poder si se quiere.
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Leo: Claro, según desde el punto de vista que lo mires porque el presidente sigue siendo
hombre, digo desde una imagen fuerte sigue siendo hombre.
P: Sigue siendo hombre pero el vice es bastante influido por Carmen, lo manejan las mujeres.
Leo: Claro
S: Fuimos analizando el uso del humor, ¿no? Hemos visto varias veces que, al menos, sobre
todo en los últimos tiempos, que, y sobre todo en la argentina, el uso del humor en el teatro
para abordar cuestiones políticas o sociales o de género, se utiliza muchísimo. Nos
preguntamos, para ustedes ¿qué es el humor? Para ustedes como objetivo, como sentimiento.
P: O como herramienta.
Rocio: El humor es, creo que para todos, es una forma de, primero, sobrellevar ciertos temas
dolorosos. Si uno estudia comedia, lo que se enseña primero es que la comedia debe contener
dolor y verdad porque sino no hay humor. El humor siempre parte de algo doloroso, siempre
parte de los defectos de aquella persona. Si uno quiere hacer humor no va a resaltar las
virtudes, tiene que jugar el humor desde el defecto, por eso, acá se resaltan los defectos de
cada personaje, se lleva al extremo una característica defectuosa de ese personaje y eso es lo
que genera humor. O sea que, el humor es una forma de esto que dijo Woody Allen en su
momento que lo repetimos todos es que el humor es tragedia más tiempo. Todo proceso
doloroso es atravesado por el ser humano a través del humor. La forma de sobrellevar el dolor
es a través del humor. No todos los seres humanos. Hay gente que no tiene humor y no puede
sobrellevar. Muchos elegimos y los que disfrutamos del humor y lo generamos es porque
elegimos vivir sobrellevando aquello doloroso, no solo lo que nos pasa a nosotros sino lo que
vemos que pasa en el mundo. Elegimos combatirlo a través del humor porque es una forma
más liviana de sobrellevar eso doloroso. Por eso, hay temas que son tragedias ahora que no
puedo hacer humor. No puedo hacer humor con el feminicidio ahora porque es un tema
candente pero en el futuro se va a poder. Recién ahora nos estamos animando a hacer cierto
humor con algunas cosas del proceso militar pero también es un tema que sigue siendo muy
sensible. Cuando se han hecho obras, humor con eso, determinados sectores no lo aceptaron.
Hice una obra de teatro como es “continente viril” que es humor con los militares e incluso
con las torturas que fue criticado por la agrupación Hijos. A mi me pareció maravillosa la
obra porque desde el humor se critica. Nosotros no estábamos hablando en la obra que está
bueno tener un vicepresidente pelotudo, que oculten un cuerpo porque ocultar el cuerpo de
presidente muerto es ocultar todos los cuerpos que oculta la política a diario. De eso estamos
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hablando cuando se oculta el cadáver del presidente, “hoy ocultamos el cadáver del
presidente, mañana ocultamos el de…” y así. Es un cúmulo de muertos la política y afuera
está la plaza y nadie sabe. Se ocultan cosas y después se terminan filtrando y así. Todo
simbólicamente es una crítica a esta forma en la que vivimos, no solo en la Argentina sino en
el mundo. Así que para nosotros el humor es una herramienta de sobrellevar, de criticar, de
dar una mirada sobre aquello que por lo menos nos cuestionamos si está bien o está mal. Nos
vamos a reir de esto porque sino tenemos que llorar o vamos a estar en la queja de “que
mierda este país”. Nos vamos a convertir en unos viejos insoportables, así que elegimos, en
todo caso, reírnos de todo eso. Si haces humor tenes que tomar lo doloroso sino vas a ser un
mal humorista. Es la regla básica de la comedia y desde la psicología ustedes también lo
sabrán. Dicen que el humor es un signo de inteligencia porque es un signo de inteligencia
poder sobrellevar eso doloroso sino, digamos, el humor nos da salud, nos hace atravesar de
forma más saludable determinadas cosas, creo. Lo digo desde la ignorancia, no sé nada de
psicología. Yo creo que el humor a mi me salva de muchísimo y creo que a Leo también. Nos
ha salvado toda nuestra vida.
S: También catártico.
Leo: Sí, como decía Ro. No solamente en contar una historia y poner en humor es mucho más
liviano, por decirlo de alguna manera, sino en la vida, en la vida cotidiana. El humor es lo que
te salva de los peores momentos, capaz. Entonces, como herramienta me parece fundamental
y más para el teatro porque yo creo que el humor concebido como humor sano, por decirlo de
alguna manera, porque hay diferentes tipos de humor en el teatro y hay humor que es más
complejo. No sé si más complejo es la palabra, más chabacano, por decirlo de alguna manera.
Ese humor chabacano es el que no te deja nada más que lo que estás viendo, si el humor
inteligente, este humor que te permite contar una historia a través de eso y que el público lo
ve, se ríe pero sale pensando. El humor que te deja sembrado algo para que vos digas “ah! lo
dijeron irónicamente para que yo me vaya pensando en que el vicepresidente es un boludo y
¿está bueno? No”. Y quedarse con esa idea, interpelar desde el humor. Que sea una buena
base para decirlo de alguna forma, ¿no?
Rocío: Sí, bueno, creo que es el camino que uno elige en la vida y que uno se encuentra con
otra gente que elige el mismo camino y que, bueno, y por eso uno elige, además porque creo
que el público necesita la comedia, necesita mirar algo y no salir muy cabizbajo. Parece que
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necesitamos un poco de humor, los argentinos ni hablar. Así que, nada, sacamos un poco la
solemnidad, la dejamos de lado y jugamos con esto de contar algo desde un lugar que, nada,
nos vayamos todos un poco riéndonos un poco.
S: Hay muchas obras y películas que los judios hacen sobre el propio holocausto en forma
humoristica como una forma de catarsis muy terrible.
Rocío: Claro y todavía hay judios que no lo aceptan. Hay judios que no les gusta para nada,
por eso digo que es jugado también. También hay otra premisa cuando uno escribe humor y
es que no puede ser neutral. Cuando das clase de humor te dicen “el humor no puede ser
neutral, vos te la tenés que jugar. A alguien le va a caer mal”. A veces te la jugas más que
otras. Quizás, nosotros no nos la jugamos tanto pero capaz va un kirchnerista que escucha
que le pongo una frase de Cristina a Elena y se va enojado, yo qué sé. Puede pasar. Digamos,
hay que jugársela con el humor. Hay que contar algo que quizás a alguno no le caiga bien. No
se puede ser neutral en el chiste. Está esto bastante jugado con hacer humor. Bueno, en lo
cotidiano también. Uno le hace un chiste a uno, a veces, y se desubica un poco pero, bueno,
depende a quién. Obviamente, no vas a andar por la vida haciendo pero, a veces, si haces
chistes boludos no es gracioso. Digo, si vas a hacer un chiste hacela a fondo y, en todo caso,
jugátela a ver si el otro lo acepta o no. Sabes que si es un amigo que sabe del tipo de humor
que haces también lo va a aceptar y se va a reír pero para hacer chistes boludos nos quedamos
en casa, digamos. Con el humor hay que ir a fondo si no te quedas a mitad de camino.
S: Sí, a veces, hay algunos chistes que te sacan alguna sonrisa pero por lo idiota que son, por
lo malo.
Leo: Sí, igual, ya no funciona eso, por eso se dejó de hacer. Todo eso que existía del chiste
más machista, más homofóbico, gordofóbico, etc., son cuestiones que ya no causan gracia.
¿Por qué? Porque hay una conciencia social hoy que está mirando eso para señalar con el
dedo.
Rocío: Obviamente que es un lugar jugado pero no un lugar jugado en contra de… Uno
puede hacer humor sobre determinada verdad sobre lo que pasó en el holocausto. Ahora,
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también hay un límite en hacer humor sobre, como decían, un gordo, un femicidio. Hay
formas de hacer humor si es una crítica, es decir, si el resultado del humor es una crítica al
feminicio, una crítica a la gordofobia, una crítica al holocausto, está bien. Ahora, si el
resultado es pegarle al gordo, pegarle al judio, pegarle a la mujer eso ya no.
Leo: Es más complejo porque todo tiene su lugar y su espacio. Digo, no es lo mismo hacer un
chiste, lo pienso yo así porque sino tampoco no se puede hablar de nada pero, digo, si yo
estoy con mis amigos, con Rocío que nos juntamos a veces, con el grupo de teatro y hay
chistes que surgen porque nos conocemos que en otro ámbito no serían válidos. Es lo que yo
te decía, el humor nos salva a nosotros de nosotros mismos, también. Porque yo a Rocío le
puedo decir algo y ella me puede decir a mi porque sabemos cómo es el código que podemos
llegar a manejar pero no en un escenario. En un escenario vos tenés, algo que siempre
decimos en dirección, es que vos tenés un punto que en la realidad no debería ingresar en el
escenario y el público tiene que estar para entender lo que está pasando arriba del escenario.
Cuando se siente agredido, cuando se siente que traspasó ese espacio, ahí está el problema.
Por eso, hay que tener mucho cuidado con el humor, hay que saber de qué manera manejarlo
porque no sabés quién está del otro lado y cómo le puede pegar eso. Nada, es medio
complejo. Por eso, yo tengo mucho cuidado de meterme con muchas cosas y, a veces, peco de
pacato. El que me conoce sabe que no soy para nada pacato pero me gusta cuidar en el
escenario que ciertas cosas no traspasen esa línea, esa cuarta pared que nosotros decimos
porque viene muchísima gente a ver un espectáculo y vos no sabés del otro lado. Digo, yo
puedo hacer un chiste de esto, de lo otro en mí ámbito pero no ahí. Ahí trato de cuidar. Eso
porque me parece que también está bueno saber manejar el humor. Es una herramienta para
contar cosas pero, también, es una herramienta para lastimar a otra persona y está
enmascarado de esto del humor, “ah! Yo con el humor te puedo decir cualquier cosa”. Ya dijo
Freud, las verdades así nos dejaron, también.
S: Esta respuesta tuya la conecto con una última pregunta sobre el tema de humor que es,
¿qué es lo que tenés que tener en cuenta a la hora de dirigir una obra humorística? Una parte
ya me la respondiste pero, en la realidad, cuando estás dirigiendo a tus actores, ¿qué es lo que
pretendés vos de ellos en el momento en que actúan?, sobre todo cuando ensayan.
Leo: Mira, en realidad cuando yo dirijo en general cualquier obra, ya sea humor o drama.
Uno lo que busca es el impacto en el público para hacerlo llorar, reír o lo que tenga que pasar
en la obra. Por eso yo cuando dirijo o que busco en el actor es que lo viva, que el actor pueda
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vivenciar ese momento porque la única manera de poder traspasar al público es siendo real,
no “haciendo que”, si el actor hace “como que” para mí se queda a mitad de camino porque
se le ven los hilos entonces mi tarea siempre es potenciar eso, que el actor lo vivencia. Al
vivenciarlo, el público que lo está viendo es la vida real para él. Por eso me parece que esa
creo que es la premisa fundamental, como le digo a mis alumnos y en general como yo dirijo,
si el actor me está fingiendo ahí vamos a tener un problema, tengo que llevarlo a que lo viva.
Para mí es eso principalmente, en cualquier rama: humor, drama, lo que sea, sí obviamente
usas diferentes técnicas dependiendo los géneros, en el humor tengo que llevar al máximo
ciertas situaciones, y terminan siendo situaciones un poco más inverosímiles, pero el actor se
lo está creyendo, lo está viviendo a pesar de que sea una locura, digo, estar metido en la Casa
Rosada cuando acaba de explotar y hace tres día que no sale de ahí, sí puede ser que eso no
pase en la vida real porque obviamente los van a sacar a todos de ahí adentro, ¿Qué hacía
Pablo adentro del despacho del presidente revolviendo con el cosito de la ONU que es re
importante? Obviamente no lo van a dejar llegar a eso a este personaje, pero Sebastián (actor
del personaje Pablo) cuando labura lo tiene que vivir como real porque sino no se lo va a
hacer creer al público.
P: Y más o menos como para ir cerrando con el tema de humor, ¿quieren comentar algo más
sobre lo que es trabajar desde el humor específicamente en esta obra, para abordar las
cuestiones políticas y sociales que cuenta?
Leo: Para mí fue fácil desde la parte de dirección porque la obra ya me vino con moño, Ro
(Rocío) escribe de manera que le da al director la posibilidad de que sea mucho más fácil el
laburo, porque están los chistes, los gags, los momentos, es una dramaturga que ya te arma
las situaciones, entonces para mí es más fácil, lo que tengo que hacer es que los actores lo
lleven a cabo, la obra está muy bien escrita y diagramada, eso a mí me da campo de acción.
Cuando veo que algo no funciona le digo “Che Ro, ¿te parece que esto lo tachemos? en eso
no hay drama.
Rocio: Me tacha toda la obra chicos, toda la obra. (risas) Era mucho mejor la obra cuando
arrancó (risas).
No, lo que yo te iba a decir (a Leo) que a mí me parece todo lo contrario, yo no escribo tanto.
A mí me parece que el rol de la dirección en lo que yo escribo es fundamental, porque hay
gente que escribe humor y son chistes uno detrás del otro, (en esta obra) más allá de que hay
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cosas puntuales de humor, son situaciones disparatadas más que nada, es una historia
disparatada, entonces si no hay una dirección apuntada desde el humor, si no hay actores que
pretendan jugarlo desde el humor, podría ser una obra dramática, hay que explotar eso,
porque yo no escribo humor como Paula Alvarello u otros dramaturgos que escriben
específicamente con mucho humor, mucho gag, mucho chiste, yo no tengo tanto eso, yo
tengo personajes grotescos, historias grotescas y eso hay que trabajarlo desde la dirección
para que el humor salga, lustrarlo.
Leo: Sí, pero la estructura, la construcción que vos hacés (a Rocío), el universo y todo lo que
pasa dentro de la obra, te viene dado, lo otro que yo dirigí de otros autores que escriben más
humor son chiste tras chiste y es muy difícil para el director armar la estructura de todo eso.
Me ha pasado dirigir en un ciclo de obras de 15 minutos y te quedas como en el medio y no
podés seguir.
Rocio: Si si, no hay una historia, no hay un conflicto, no hay cosas con las que trabaja el
director a la hora de contar una historia.
Leo: Como mi rol de director es, bueno, veo como viene la estructura y donde se queda
parada la obra ahi decis “bueno, metes mano y continúas”. Lo que tiene Rocío es que de
principio a final funciona, salvo algunos detalles que se tienen que sacar porque decis “che
esto el personaje no lo tiene que decir” pero se pone a prueba. Se pone a prueba con los
actores, pero llegas al final bien porque la obra está bien construida.
Rocío: Es importante que haya un conflicto porque sino está sostenido solo desde el chiste, y
pierde la expectativa del qué va a pasar, si no hay un conflicto que se vaya desarrollando, que
tenga un climax y que después llegue a un final es más complicado para el espectador. Y que
también que haya un crecimiento de los personajes, que les pase algo, que se transformen, si
el personaje termina igual que como empieza, decimos en dramaturgia que hay algo que
estuvo mal. La gente va ahí a mirar ¿qué conflicto puede estar viviendo esta persona? Va a
mirar eso, va a mirar conflicto, va a mirar cómo se transforma tal personaje, como se
transforma su cabeza que desde el espectador se dice que hay psicología, ustedes pensarán la
psicología de cada personaje, nosotros desde este lado trabajamos, no se si habran escuchado
pero se dice que los personajes no tienen psicología, entonces no trabajamos desde ese lado
pero sí es importante pensar y trabajar del otro lado una psicología de los personajes.
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P: Bueno ahora si para cerrar, una pregunta amplia para ambos ¿Qué es el teatro para
ustedes?
Leo: ¡Qué pregunta grande! Hoy el teatro es mi profesión, el teatro como palabra más
abstracta, no como el teatro en sí de la espacialidad, es una forma de vida, una pasión, me
parece que entra todo lo que es eso, lamentablemente no puede ser hoy por hoy el trabajo que
uno tiene para sostenerse en el mes, todos los actores mayormente tienen que tener otro
trabajo aparte para poder vivir, y mucha gente tiernamente dice que el teatro es nuestro
hobbie y en realidad todo lo contrario, nuestro hobbie es nuestro trabajos, que vamos todos
los días para llevarnos la plata. Y nuestro trabajo, que uno entra a ensayar y se te va todo.
Hay cuestiones muy metafísicas que te pasan cuando te metes en un personaje y se te van los
dolores, el resfrío y es verdad cuando dicen eso. Por ahí dice uno “si estaba con gripe pero
cuando me subí al escenario no senti nada” y la gente que está afuera y que nos ve dice “ ay
si, bueno”, y es verdad porque hay algo que traspasa toda cuestión, que es inevitable que seas
otra persona en el escenario, cuando estas arriba del escenario dejas todo. Yo soy un
apasionado, estoy todo el día haciendo teatro, ensayo, doy clases, produzco ciclos. Siempre
estoy buscando más, cada vez laburo más, gano menos pero no importa porque cuando te vas
a dormir habiendo hecho teatro no hay nada que te llene más que eso, decis bueno despues
voy al trabajo, ganó la plata y cómo, cómo puedo, es esa la situación el teatro como, esto que
decía ro, es una forma de vivir pero soy, es lo que elegimos para que nos de nafta a nuestro
motor.
Rocío: Si, tenemos el deseo puesto ahí, es una elección de vida también y una fortuna tener
algo en donde puedas poner el deseo, porque hay muchísima gente que no tiene el deseo
puesto en ningún lado. Más allá de que uno a veces reniega, puteamos con todas las cosas que
el teatro nos hace pasar, porque no todo es lindo, por otro lado pensamos: wow, bueno tengo
canalizado el deseo en algo que me gusta y creo que es una fortuna tener algo así. En los
momentos de crisis, son muchos, en los que nos cuestionamos para qué hacemos teatro, si
seguir haciéndolo, cuando me pasa eso recuerdo una respuesta de un profesor mío, Luis Saez,
me dijo “Rocío nunca te preguntes eso, porque es como preguntar si vas a seguir respirando”.
Y eso es lo que me repito cada vez que estoy en crisis con el teatro. Es mi forma de respirar.
Leo: También es la excusa para juntarse con amigos del elenco y producción y comer, porque
actor que hace teatro sale de la sala y se va a comer, se gasta lo poco que se ganó para comer,
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o hasta ponemos plata de más, hemos hecho giras donde gastamos más en salir a comer de lo
que se ganó, pero no te importa eso
Leo: Es verdad, a veces puteamos, pero seguimos, es un todo. Uno termina de hacer la
función y termina tan acelerado que quiere quedarse hasta las 10 de la mañana charlando de
lo que paso, me parece que es esa pasión te mueve.
Al inicio de la entrevista Leo (el director) nos pregunta en qué fecha fuimos, al contestarle
que fue el 23 de abril y que éramos pocos dice: Siempre pasa con el teatro independiente que
baja el público con la segunda temporada y aparte con el tema de COVID, está más difícil. Al
ser teatro independiente, por más que se difunda no alcanza, la gente siempre busca la cara
conocida, pero estamos acostumbrados.
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Análisis institucional
1. ¿ Qué es el humor?
La pregunta sobre qué es el humor no tiene una respuesta unívoca, ya que el humor no se
expresa sólo de una manera. Hay muchas formas de hacer humor, la que más se utiliza y
aparece cotidianamente es el chiste, los cuales pueden estar presentes en shows, en obras
teatrales o en programas de televisión. Estos se dan de manera guionada o bien pueden darse
de manera espontánea, tal como ocurre en la vida cotidiana, de manera natural, en una charla
con otra persona. El humor también puede aparecer como alguna equivocación, como un acto
fallido, una caída, algún gesto o situación que cause gracia. En el presente trabajo podemos
distinguir tres tipos de análisis desde donde pensar al humor: en relación al lenguaje, al
contexto socio-histórico, y cómo mecanismo psíquico de defensa.
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además que hay temáticas que no se pueden abordar porque son muy “candentes” en la
actualidad pero que con el paso del tiempo se va a poder hacer humor con ellas. Nos dieron
ejemplos de temáticas como la violencia de género en la actualidad y el holocausto como un
hecho mas histórico que todavía es un tema fuerte para usar pero que de a poco algunos lo
van tomando.
Se debe a su vez tener en cuenta que no es lo mismo hacer un chiste perteneciendo a
determinada institución, que hacerlo por fuera de ella. Esto quiere decir que uno se encuentra
involucrado o interpelado en mayor o menor medida tanto al realizar como al escuchar un
chiste perteneciente a determinada temática por la institución a la que pertenece. De acuerdo
con Castoriadis (1988) las instituciones establecen "normas, valores, lenguaje, herramientas,
procedimientos y métodos de hacer frente a las cosas y de hacer cosas" (p. 3). Nuestra forma
de interpretar un chiste va a depender de los sentidos compartidos por la institución a la que
pertenecemos, ya que estamos condicionados por la estructura y significaciones de la lengua
que hablamos, las organizaciones a las que pertenecemos, los ámbitos sociales que
habitamos, etc, conformando la subjetividad de cada individuo (Castoriadis, 1988). Por
ejemplo, no es lo mismo si un miembro de la comunidad judía hace un chiste perteneciendo a
la institución y conociendo todo lo que se pone en juego en ella, que lo realice otro que no
pertenece a ella y no conoce sus códigos. Quizás ello se lo podría tomar como una burla no
con intención de divertir sino de herir, o la persona que esté haciendo el chiste no sepa que
toca un tema sensible con el que no se puede bromear.
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1.3 Humor cómo mecanismo psíquico de defensa.
Dado que el sujeto se encuentra atravesado por el lenguaje, se puede comprender al humor
desde una aproximación clínica, como una herramienta lingüística de descarga. Podemos
considerar al humor como un intento de afrontar la "vida", para ayudar a transitar la angustia,
situaciones inhibitorias, remordimientos e interrogantes que aparecen como producto de los
discursos y prácticas instituidas. Además, podemos agregar que el humor permite entrar en
diálogo como, también, alojar diferentes puntos de vista (Álvarez Pedrosian, 2003). Por lo
cual se abre paso al debate de diversos temas, es un disparador que permite analizar diversas
situaciones.
Freud (1905) conceptualiza la relación del chiste con el inconsciente y como éste es un
mecanismo psíquico de defensa. Este autor sostiene que los chistes cotidianos tienen
motivaciones detrás que revelan más de lo que dicen superficialmente. Tanto en la obra como
en la vida real, los chistes contados no son al azar sino que tienen una razón, aunque muchas
veces desconocida por el mismo sujeto. Siguiendo a Freud (1905) el chiste es uno de los
caminos que permiten acceder al inconsciente. Mediante el humor, los sujetos pueden
expresar algo que se encuentra reprimido. El chiste cumple la función a su vez de hacer frente
a las angustias y situaciones traumáticas, y la risa es un medio de descarga para liberar
tensión emocional, es por esto que el humor debe ser tomado como material de análisis. El
chiste es un mecanismo que le hace frente a la represión social, cultural o individual que
causan displacer o neurosis. En la obra de teatro se escribe y presenta un relato gracioso sobre
este displacer, que le permite al público liberar las tensiones sociales y analizar las prácticas
sociales naturalizadas o reprimidas.
En resumen, el humor permite el análisis y conocimiento de los deseos y angustias
reprimidas de los sujetos y la sociedad, los tabúes, lo naturalizado, lo que no se habla en otro
contexto. En la obra se plasma claramente con la escritura de Rocío, la dirección humorística
de Leo y la actuación teatral del elenco. El análisis del humor y de los chistes permite
desarrollar nuevos conocimientos sobre la subjetividad de las personas y la cultura, es decir,
del imaginario social compartido.
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quiere mostrar en ella. En “También vimos al hombre llegar a la luna” el humor está dado
desde escenas en las cuales los personajes son un poco torpes, como la llegada del
vicepresidente en rollers y vestido de manera deportiva, o cuando Isabel reproducía frases de
filosofía de "vida positiva" sin saber que significaban, hasta chistes o menciones que tenían
ver con hechos históricos y que podían relacionarse con lo que estaba pasando.
Retomando lo mencionado con anterioridad, la obra de teatro es un escenario para abordar y
cuestionar situaciones de la realidad misma a través del humor; por lo que, lejos de ser solo
una comedia, es un reflejo de la vida cotidiana, de una sociedad con sus prácticas y las
significaciones imaginarias que sostiene, al mismo tiempo se tiene en consideración su
contexto y al ser humano como individuo social, en tanto se construye como un fragmento de
la institución de la sociedad (Castoriadis, 1988).
Enríquez sostiene que “Todos tenemos necesidad de explicar, comprender, interpretar el
universo en el cual nos movemos y los seres con los cuales compartimos la vida” (p. 8), como
seres humanos siempre estamos buscándole el sentido a las cosas, al origen, al mundo y
transformándolo. Es así, que mediante la ficción, se presenta la posibilidad de reflexionar
sobre diversas cuestiones de la realidad. La obra de Teatro en sí misma atañe asuntos
políticos, sociales y hasta sentimentales, propios del ser humano. Específicamente en
“También vimos al hombre llegar a la luna” podemos ver reflejada nuestra sociedad
Argentina, mediante chistes, dichos conocidos y códigos sociales característicos de quienes
somos parte. En algunas escenas, aluden a la historia del país a través de chistes o burlas, lo
cual no a todos nos impacta de la misma forma debido a la historia de cada uno, a los grupos
de los que formamos parte, nuestros contextos y por lo tanto el tener conocimiento o alguna
vivencia cercana a la cual se hace referencia nos posiciona en un lugar distinto al que no sabe
a que se está haciendo referencia. De acuerdo con Castoriadis (1988) las sociedades crean sus
propios mundos en el que se encuentran incluidas, y mediante las instituciones y
significaciones que la componen, los sujetos de esa sociedad comprenderán el valor y sentido
de la información que se les presente. Es decir, que un individuo puede quedar dentro o fuera
de la situación que se intenta generar, ubicando a los espectadores por dentro o por fuera del
entendimiento del propio chiste o situación. Sobretodo porque existen situaciones trágicas de
nuestro reciente pasado, tales como las varias dictaduras ocurridas durante el pasado siglo
XX o la crisis del 2001, fechas para las cuales la mayoría de nosotros no habíamos nacido o
éramos muy pequeños, por lo que nuestros conocimientos y sentimientos difirieron de quien
sí lo vivió. Lo histórico-social crea otras formas de sentido (Castoriadis, 1988), por lo cual las
sociedades que atravesaron la dictadura sentirán más valioso o resonante el chiste, de acuerdo
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a sus subjetividades atravesadas por ese momento histórico, que las sociedades jóvenes
criadas en democracia.
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saben que le interesan a la mayoría y tiene un éxito casi asegurado, además cuentan con gran
apoyo financiero.
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2. La dinámica de poder en la obra “También vimos al hombre llegar a la luna”
A través de la obra de teatro se vislumbra la dinámica en las relaciones entre los personajes
con respecto al poder que cada uno posee según la posición que tiene dentro del ámbito
laboral, político y personal.
Bourdieu y Wacquant (2005) afirma que todas las relaciones lingüísticas estás configuradas
por relaciones de poder, donde el "dominador" ejerce violencia indirecta sobre los
"dominados": “Incluso el más simple intercambio lingüístico pone en juego una red compleja
y ramificada de relaciones de poder históricas entre el hablante, dotado de una autoridad
social específica, y una audiencia o público que reconoce dicha autoridad en diversos grados”
(p. 1). El acceso al lenguaje es desigual por esta lucha de fuerzas, por el capital que se posee,
nos podemos encontrar con monopolios lingüísticos. Hay asimetría en la economía de los
intercambios simbólicos.
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sobre los personajes más inseguros e indecisos. Esto puede observarse en cuanto a la
influencia que tienen tanto Carmen como Elena sobre el vicepresidente, presentándose como
una persona dominada, que se deja influenciar por las 2 mujeres que ocupan u ocuparon un
lugar importante en su vida. Elena, al igual que Carmen, utiliza a su favor estos sentimientos
por parte de Valentino para conseguir lo que quiere, seguir con el trato pactado con el
presidente antes de que muera.
Nos encontramos también con la relación entre los personajes de Pablo e Isabel, ellos son
compañeros de trabajo que, a lo largo de la obra, van desarrollando un vínculo amoroso. En
este caso se trata de una relación simétrica en tanto hay una distribución igual del capital
económico dentro del campo laboral. Tanto Isabel como Pablo se muestran de una manera
inocente, manipulables, ingenuos, “boludos”, podríamos decir que ambos poseen un capital
cultural menor al que poseen los personajes dominantes de la obra, ubicándolos a ellos como
dominados.
En la obra aparece una relación secundaria entre Isabel y su madre, que condiciona la
relación de poder entre Isabel y Carmen. Podemos ver que la mamá de Isabel posee un cargo
muy importante, lo cual daría cuenta de que posee un gran capital social y simbólico que
ubica a Isabel en su actual puesto de trabajo, sin embargo, como ella no posee ese mismo
capital, se encuentra dominada por Carmen, quien no cree que merezca el puesto que ocupa.
Es por esta razón que la trata mal, como tonta y le dice todo lo que tiene que hacer
detalladamente, pero sin darle tareas tan importantes porque no confía en ella.
Otro tipo de relación interpersonal dentro de la obra, la relación madre e hijo entre Pablo y
su madre. Este tipo de relación es histórica y biológicamente asimétrica, en tanto la figura de
la madre siempre se posiciona dominadora de los hijos, enseñándoles sobre la vida,
cuidándolos de los peligros y estableciendo un orden y respeto. Tomando los conceptos de
Bourdieu y Wacquant (1992), la madre posee un mayor capital cultural y simbólico que el
hijo. Esta relación asimétrica suele balancearse a medida que el hijo crece y se independiza,
sin embargo en el caso de Pablo, su madre sigue teniendo una posición de poder superior a la
de él.
Las dinámicas de poder que se juegan a nivel nacional se pueden establecer en un conflicto
entre los ciudadanos a favor del cambio de unirse al inversionismo y los que se encuentran en
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contra, queriendo mantener el sistema capitalista. Esto se presenta en cuanto a la formación
de un grupo de “rebeldes”, los cuales protestan en las plazas y delante de la casa de gobierno
con el fin de ser escuchados en su reclamo. A nivel nacional, a este grupo se los denomina
como “rebeldes” porque van en contra de los intereses del gobierno, vienen a romper con la
estructura democrática que el presidente quiere conservar. Sin embargo a nivel internacional
estarían en sintonía con el resto de los países convertidos y dominantes.
Por lo tanto, encontramos al país dividido en dos: entre los rebeldes y la resistencia, los
cuales dividen asimismo a la sociedad de la nación Argentina. En cuanto a los personajes de
la obra, los que componen el grupo de la resistencia son: el presidente, Carmen y el
vicepresidente, el grupo de rebeldes encabezado por Elena, y en una posición neutral se
encuentran Pablo e Isabel, quienes nunca saben de qué lado ubicarse. Entre estos dos grupos,
en los que se divide el pueblo argentino, se juegan dinámicas de poder asimétricas, en donde
la resistencia posee mayor poder político y la decisión de su lado. Sin embargo, al tratarse de
una democracia la decisión no recae solo en el presidente sino también en la opinión del
pueblo, por lo cual las dinámicas de juego en este contexto particular de cambio se van
intercalando, el dominante y dominado van cambiando constantemente de acuerdo al capital
simbólico, es decir el reconocimiento social que adquieren en su lucha.
Para resolver el conflicto entre estos dos grupos en pugna, se resuelve dándole la
responsabilidad a Pablo, quien debe cuidar del botón que cambia al país de sistema. Cuando
Pablo accidentalmente aprieta ese botón y cambia de sistema, determina la dinámica de poder
entre ambos grupos, dándole mayor poder ahora a los rebeldes, quienes tendrán el apoyo de
la ONU y del resto de los países que forman parte del inversionismo.
Las dinámicas de poder a nivel internacional se establecen entre los países que se
convirtieron al inversionismo, y aquellos pocos que se resisten, como es el caso de Argentina.
Frente a esta propuesta impulsada por la ONU, se da lugar a una división política y
económica entre estos países. Podríamos pensar que Argentina, al ser un país tercermundista
dominado por la ONU y los países centrales, se encuentra en un conflicto al seguir
resistiendo. Allí se presenta una relación asimétrica de poder y por lo cual debe decidir si es
conveniente unirse al resto de los países y cambiar las dinámicas en las que históricamente se
ubicó dominado.
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Asimismo, podemos ver que mediante una pantalla se mostraban los comunicados
constantes que anuncian qué país se cambio de régimen, cuantos ya mantienen el
inversionismo y cuantos faltan cambiarse, ejerciendo una presión política, al mostrar que las
grandes potencias están dentro de lo propuesto, incentivando a que el resto también comparta
la misma decisión. Aquí podemos entender que se trata de un momento de cambio de poder a
nivel global, en donde todos los países estaban atravesando esa tensión. Sin embargo,
podemos pensar que este movimiento de poder afecta incluso más a aquellos países
dominados por los países centrales, ya que su decisión no sólo depende del consenso nacional
entre los propios ciudadanos del país, sino también de su relación con los países de mayor
capital simbólico y económico, que ejercen con fuerza presión y dominancia sobre ellos.
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Análisis de implicación
Micaela Freijeiro
Desde la primera clase de prácticos, en la cual tuvimos que elegir con qué institución
trabajar, puedo dar cuenta de mi implicación, en tanto mi elección está influenciada por mis
motivaciones, posiciones éticas y morales, mis formaciones previas, etc. Entre la opción de
trabajar con la temática de género y la temática de humor, me incliné por la segunda.
Personalmente, trabajar con una obra de teatro me resultaba muy interesante ya que no lo
había hecho antes con ninguna otra materia. Además me permitía combinar dos de mis
vocaciones, la psicología y el arte escénico. Puedo analizar que mi elección también se debe a
que trabajar con un dispositivo de género me resultaba más impactante, profundo, real,
mientras que al trabajar con una obra de teatro siempre me encuentro en un espacio seguro de
lo ficticio, aunque aprendí en este trabajo que toda escritura está en cierto punto influenciada
por la realidad y que todo humor es una crítica a cuestiones de la vida cotidiana. Tal es así,
que incluso en la obra aparecieron cuestiones de género en la historia y en el análisis de las
cuales no pude escapar y tuve que modificar mi poca disposición a ellas. Al darme cuenta de
mi posición y abrirme a la vulnerabilidad que era necesaria para abordar las temáticas de
género, me di cuenta que me sentía identificada con muchas de ellas. En particular me sentí
interpelada ante la pregunta de “¿Cómo describirías el rol de la mujer en el ámbito teatral?”,
esta pregunta me convoca, ya que trabajo en ese mismo ámbito, y me afecta al mismo tiempo
como mujer. Asimismo, verlo desde otras perspectivas y autores me resulta muy enriquecedor
a mi propio saber y expectativas sobre el teatro.
Trabajar con una obra de teatro en un trabajo práctico de la facultad me interpela incluso
más en este momento particular de mi vida, ya que estoy trabajando en una obra musical por
primera vez, conociendo tras cada función, un poco más sobre aspectos internos del teatro,
muchos de los cuales se habla también en la entrevista, como el tema monetario, el público y
la pasión. Tal vez mi relación con el teatro afecte la forma en la que aborde este trabajo, en
donde mi posición como estudiante de psicología y como artista se confrontan a la hora de
hacer el análisis. Esta pasión por el teatro de la que también hablaban Leo y Rocío (director y
escritora de la obra), es casi irracional, en el sentido de que la mayor parte de las veces, no es
un sustento económico seguro ni siempre te ofrece felicidad, pero lo seguimos haciendo.
“Vivir del teatro” requiere de tener un trabajo aparte que te permita pagar tus gastos, requiere
de sobrellevar las frustraciones de que pueden haber funciones a las que no asista mucha
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gente, o que las cosas pueden salir mal, pero la pasión te lleva a seguir haciéndolo, porque sin
ella, se siente un vacío. Esta pasión puede cegarme en mi análisis crítico y debo encontrar una
forma de ponerla a un lado, o ponerle un freno, para adoptar mi posición de estudiante de
psicología e intentar realizar un análisis, no objetivo ni neutral, pero que no se encuentre
sesgado por mi propia subjetividad.
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Zaira Berardi
Al momento de tener que elegir tanto una comisión con su respectiva temática, como un tema
para realizar el trabajo de campo, siempre me incliné más por lo artístico, algo que no es tan
común en la facultad y que pocas veces se puede abordar. Esto tiene que ver con que me
interesa el mundo artístico, si bien no tuve tanta experiencia dentro de este. Además me
pareció interesante trabajar con una obra de teatro como "También vimos al hombre llegar a
la luna" y analizar la historia que contaba, porque yo hice el colegio secundario que tiene
bachiller con orientación a comunicación y que muchas de sus materias tenían que ver el
análisis de un trabajo perteneciente con el ámbito artístico, teatral, cinematográfico, así como
también con el análisis de noticias, libros, programas de televisión, entre otros. Por lo tanto,
creo que mi decisión se vio un tanto influida por esto que me formó, que conozco un poco
más de cerca, que me resulta familiar y estoy un más acostumbrada a realizar tareas de este
estilo.
Pude darme cuenta que algo de esto estaba en juego a la hora de realizar el trabajo, en una de
las primeras clases durante una intervención en el grupo durante la clase, con respecto a la
crónica de la obra, en la cual logré identificar que lo que más había llamado mi atención a la
hora de escribir la crónica y destacar lo que vimos o nos pareció más interesante, era la parte
escenográfica, la puesta en escena, los maquillajes y vestimenta que llevaban los actores y
que esto se debía a esa influencia que traía conmigo de la secundaria, en la cual tenía materias
como escenografía, comunicación, semiótica, cine, tv, y en ocasiones a lo largo de toda mi
formación escolar fui a ver obras de teatro en alguna excursión recreativa y luego realizaba
un análisis de las mismas. Además, estudié maquillaje y es algo que me gusta y llama la
atención en cualquier ámbito, por esa razón llamó mi atención en la obra.
Todo esto a la hora de escribir la crónica sesgaba de alguna manera mi visión de la obra, sólo
podía recordar lo escenográfico de la obra y no tanto su argumento principal, lo cual me
dificulto comenzar a desarrollar el trabajo al contar un pequeño resumen, al pensar en
términos de objetivos, pero a medida que avanzaban las semanas podía empezar a cambiar
esta visión y centraría más en términos de la historia y el análisis de ella. También en los
conceptos centrales de la materia.
Otra de las cosas que dificulto mi trabajo y tiene que ver más con el contenido de la obra, es
que en ocasiones no me reía de aquello que “tenía” que causar gracia porque muchos de los
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chistes o dichos llevados desde el humor con esta intención tenían que ver con hechos
históricos los cuales no viví o no recordaba con facilidad por lo que ya no causaba aquella
respuesta esperada. Esto también me limito a la hora de poner por escrito lo que llamó mi
atención y lo que sentí al momento de ver la obra. Se me dificulto poder unir el humor con la
crítica social que hacía la obra por momentos, los veía y los sigo viendo estos aspectos por
separado. Me causaron risa momentos más absurdos o tontos y no tanto el chiste histórico,
porque no me siento involucrada desde ese lugar. Acá también jugó algo del desconocimiento
a esos hechos y ese contexto al que se hacía alusión.
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Bruno Silvio Abregú
Al elegir la temática de la obra teatral, debo confesar, que no me sentí más o menos
implicado que en los otros tópicos ofrecidos en aquél momento, pero a medida que elegimos
los temas, que se conformaron los grupos y que conocí a mis compañeras y sus opiniones y
lecturas de los autores que se abordaban en la materia, comencé a sentirme más involucrado.
Inicialmente fue solo conocer otros pares (aunque mucho más jóvenes) con visiones
diferentes a la mía, con conocimientos, a veces sesgados, a veces más amplios de los míos.
No soy un fanático del teatro (realmente, en mis 56 años de vida, debo haber ido solo dos o
tres veces antes que esta), soy mas cinéfilo. Pero aún así, el día en que llegué al teatro (vivo
allí cerca) superó toda expectativa: charlar con la primera compañera en el Hall y además con
la dama que nos recibió en la boletería (que fue hasta en esto diferente ya que estaba detrás de
un pequeño escritorio solo controlando el listado de quienes compramos digitalmente la
entrada y entregándolo en mano solo en aquel momento), y luego la llegada de mis
compañeras. Entrar y acomodarse, ver la obra, reírse, compartir caramelos, alegrías y los
sobreentendidos del guión sirvieron a concretar un modo de ver el Trabajo Práctico y de
sentirse implicado con los temas que, desde nuestros ojos, existían allí en la obra. Desde allí
comprendí que, por más objetivo que me quisiera poner, siempre estaría implicado hasta la
médula en mis opiniones. Pero no fue hasta el parcial domiciliario, que leí atentamente sobre
la implicación del analista (aún cuando ya en psicoanálisis se vislumbraba este tema),
institucional y fue solo en este momento, que, al observar la obra, la puesta en escena, la
inquietud sobre un mundo (el del espectáculo, al que en mi juventud solo pude asomarme a
través de mi madre que allí trabajó), comprendí (o así lo creí) que se entendía por
implicación. El tema crítico de la sociedad siempre dividida, en esta obra, los advenimientos
sobre temas laborales y crisis existenciales, la temática del poder (como lucha de género y de
la política), me conmovieron más de lo que creía. Y descubrí que las expectativas e
implicaciones no son solo mías si no también de mis compañeras, con respecto a la obra, con
respecto a mí y con respecto a la materia. En cuanto a mí al darme cuenta que la implicación
está siempre presente en el humano saber, interactuar, interpretar, amar de una manera
retroactiva que interactúa con uno mismo y el entorno (ideas, personas, actos) pude ver la
obra como algo nuevo y enriquecedor sobre todo a la hora de realizar la entrevista: el cambio
de actitud de Rocío Carrillo (autora e intérprete de la obra), al saber que nosotros éramos
estudiantes de psicología, me introdujo en una nueva realidad: también ella tenía expectativas
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sobre mí y esto a su vez me obligó a asumir más relajado y centrado mi trabajo de
entrevistador. Tratar de dejar que su relato en las respuestas fluya y tomar sus ideas con el
máximo de objetividad posible, sabiendo que mi expectativa era otra y llevándome a
comprender que un psicólogo institucional debe hacer un trabajo introspectivo profundo antes
y después de una entrevista o análisis.
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Rocio Abigail Moschen
Cuando me había anotado a la comisión, no le había prestado atención al tema. Unos días
antes de comenzar las clases, miré el tema. Comencé a reírme y no sabía cómo me iría en la
cursada, dado que la gente no entiende mi humor y lo que hago con ella para criticar. Desde
el momento que en la clase se mencionó que podríamos trabajar con una institución que
trabaja en los teatros, decidí que mi trabajo sería sobre eso. Mi elección se vio dirigida por
mis gustos al arte, el humor, las críticas, por mis experiencias previas respecto al trabajo en el
teatro para hablar de y curiosidad.
Poder analizar una obra en base a la temática que le corresponde a la comisión "humor y
crítica social", me resulta interesante dado que considero que el humor siempre quiere decir
algo, siempre quiere mostrar algo. Sumándole que depende el sujeto, su grupo de pertenencia,
su pasado, su contexto, el humor y la crítica social es vista de distintas formas, puede apuntar
hacia distintas direcciones.
Cuando nos dijeron que nuestra comisión se unía a otra con el tema de “género”, me resultó
gracioso dado que siento que ambas van entrelazadas. Además, el pensar que la obra podría
tocar algún tema relacionado al género aumentaba más mis ansías en el trabajo. El tema
“género” es algo que me moviliza en el sentido que por ser mujer me “educaron” de cierta
forma, por ser mujer tengo que hacer esto y no lo otro, agregando que personas consideraban
que por ser mujer podrían abusar o que sería una especie de pedazo de carne sin
razonamiento. Además, mi forma de ver el mundo respecto a que una persona debe hacer
cosas según su género biológico me resulta ridículo.
Me interesa seguir analizando cómo se entrelazan estos temas, cómo se muestran hoy día,
cómo afectan a las personas y cómo las moviliza. Me encanta como mis gustos por el arte,
por la crítica, por el humor, por la “revolución de los géneros/orientación de las personas”,
por la psicología se unieron en una comisión.
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Micaela Murillo
Desde el primer día de cursada donde comunicaron que la comisión iba a estar fusionada
entre género y humor/ crítica social, sentí un particular interés de lo que podría salir de ahí.
Algunas preguntas que se me hicieron fueron ¿cómo pensar el humor en las instituciones?
¿Qué efectos es capaz de producir el humor? Luego, cuando se nos presentó la oportunidad
de hacer un trabajo práctico con una obra de teatro, me sentí muy interesada en trabajar con
eso, sabía que en la facultad hay materias que articulan teoría con el teatro (por ejemplo, en la
materia Grupos) pero no había tenido la oportunidad hasta ahora de ponerlo en práctica. Me
resulta interesante hoy, sabiendo que fui alumna alguna vez de artes escénicas, pero verlo hoy
desde mi formación como psicóloga tiene otro tinte. Analizando que me sucedió con el
encuentro con la institución, me di cuenta que persiste mi deseo de estar en una obra de
teatro, aunque esta vez fue de espectadora, entonces mi atención la capturó la puesta en
escena, el entretenimiento, la observación de todo lo que yo alguna vez viví estando de ese
lado, todos los recuerdos que eso me trajo, me implique tanto que hasta senti cierta extrañeza
de que seamos tan pocos en la sala, como si se tratara de mi. Podría decir que por momentos
me olvidaba a que había ido, hasta que volvía a ponerme el lente de analista. Me parece
interesante y necesario este ejercicio de revisar qué cosas de nosotros se ponen en juego a la
hora del análisis, sobre todo para no quedar pegada a mi deseo, mi visión y poder leer y
analizar en las instituciones otra cosa que seguro me pueda llegar a perder por poner el foco
en lo otro. Seguramente los intereses propios y lo que uno es siempre estarán presentes en ese
encuentro intersubjetivo pero por eso es importante la revisión cada vez.
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Paola Sabatino
Desde un principio, pensaba que mi trabajo de campo iba a estar orientado a la temática de
género, ya que era la comisión a la que me había inscrito. Cuando se dio este giro en la
comisión y se fusionó con la de humor y crítica social me resultó interesante esta temática, la
cual fue una de las opciones que también consideré cuando estaba eligiendo a qué comisión
anotarme. Ya desde la primer clase me llamó la atención la idea de trabajar con una obra de
teatro por mis gustos personales. El ámbito artístico siempre cautivo mi curiosidad, siendo así
que me “llega” mucho todo lo que tiene que ver con el arte, lo siento muy “emocional” y
terapéutico. Específicamente en lo que respecta al Teatro, me fascina la idea de que una
persona puede jugar a ser muchas otras. Además de que conozco algunas cuestiones desde
adentro por haber estudiado, cuando era mas chica, y gracias a mi papá que siempre estudio y
también escribe guiones. Desde muy chica siempre estuve rodeada, de alguna manera, del
arte, por lo que lo siento algo muy “propio” y sentido. Y creo que este sentir influye en mi
visión y subjetividad a la hora de analizar una obra de teatro, debido a que mi postura ante
una obra de teatro es emocional y positiva, por lo que algunas cosas pueden escapar de mi
mirada. Otros de los hechos que me acerca a este ámbito fue haber protagonizado un
cortometraje a mis 11 años, que más allá de mi corta edad, lo recuerdo como si fuese ayer; y
tener Teatro como materia en mi secundaria, donde se nos invitaba a improvisar, actuar
escenas y escribir monólogos. Este conjunto de experiencias y conocimientos previos que
respecta a esta institución me posicionan de una determinada manera a la hora de observar y
analizar la obra de teatro que elegimos. En la presencia de la obra de “También vimos al
hombre llegar a la luna”, observo en mi implicación la forma en la que miraba atentamente
como actuaban los actores. Lo primero que noté fue su profesionalidad, y la cuarta pared
propia de esta institución. Recordé lo tan importante a la hora de actuar, “mirar al horizonte y
no ver al público”. Hasta sentir la pasión que ellos demostraban, de manera indirecta, en lo
que hacían. Todo esto de alguna manera siento que sesgan mi mirada cuando me toca
analizar, debido a que mi foco de atención, en un principio, estaba en la producción, en
pensar la manera en la que los actores habrán estudiado para poder encarnar un personaje, en
todo el trabajo que hay detrás de la obra; en lugar de observar la historia que cuentan como
una historia “real”. Por eso me pareció fundamental poder entrevistar a dos de las partes que
considero más importantes en la realización de una obra de teatro, la dirección y la escritura,
para conocer sus prácticas y las maneras de llevar a cabo una función. De hecho, a la hora de
poner en común los objetivos con mis compañeros, me di cuenta de que algunas cosas que
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ellos consideraban, yo no las había notado. Como por ejemplo, la postura de la mujer que es
“superior” a la del hombre en la obra. Desde mi observación, me era más interesante conocer
cómo fue la inspiración de la autora y la manera en la que se utiliza el humor para abordar
ciertos temas. Me pareció muy acertada la manera en la que se reflejan las situaciones
cotidianas y propias del ser humano, como el amor, las pasiones y convicciones. Y me hizo
pensar en cómo se transforma todo en unos años, ya que la obra está ambientada en un futuro.
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Ensayo de devolución
Teniendo en cuenta esto pudimos encontrar a través del análisis una forma distinta de pensar
la obra en cuanto al género. Nosotros teníamos la visión de la mujer empoderada
positivamente y nos encontramos en la entrevista que esto no había sido planeado y que no
era lo que se quería mostrar, sino que se dio como algo casual. Por otro lado, detrás de ello
había una influencia de la manera de pensar de Rocío, creemos que este fue un gran punto de
encuentro entre 2 perspectivas distintas y que hicieron reflexionar a las 2 partes.
Por otra parte, siguiendo con el hilo de poder encontramos que los posicionamientos en
cuanto a lo político y el poder que aquel conlleva los ocupaban los hombres y que las mujeres
suelen ocupar mandos más bajos.
Con respecto al humor, encontramos en la obra que este se utilizaba a modo de crítica a la
sociedad argentina, a sus problemas, su cotidianidad, se realizaron muchas referencias
humorísticas a distintos hechos históricos. Por lo tanto, planteamos la obra de teatro como
analizador de ella, como algo que nos hace repensar sus formas.
Además pudimos dar cuenta de otros usos del humor, como lo es el humor como forma de
aliviar penas o la ñoñ oñoñoññooooooññooooooolllooññde él para decir cosas que no se o
decir sin lastimar. A su vez. El humor también es utilizado solo para pasar un momento de
buena compañia.
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Conclusiones y reflexiones finales
Mediante el análisis del presente trabajo sobre la obra teatral "También vimos al hombre
llegar a la luna" tomando como eje de análisis sus prácticas institucionales, damos cuenta que
los supuestos planteados al comienzo del trabajo de campo fueron encontrados a lo largo de
la observación, la entrevista y el análisis. Siendo así que se decidió tomar como líneas de
sentido el análisis del humor en la obra y las posiciones de poder que podemos extraer de
ella.
De esta manera llegamos a la conclusión de que el humor tiene más de una forma de
utilizarse, que su uso depende de lo contextual, es decir de lo económico, político, social y
cultural. Dependiendo de esto mismo, de lo instituido y compartido en la sociedad va a
elegirse la manera de transmitir cierta información o mensaje mediante el humor. A su vez
este mismo puede provocar diferentes reacciones o emociones en un otro, siendo así que
pueda provocar enojo, felicidad, tristeza entre otras.
Por otra parte en cuanto a la línea de análisis correspondiente a las relaciones de poder, se
puede dar cuenta primeramente que todos tenemos distintos puntos de vista en lo que son las
relaciones de poder, esto depende de nuestra subjetividad, nuestra forma de pensar y ver el
mundo. Podemos dar cuenta de esto mismo al decir que nosotros al ver la obra pensamos que
los personajes femeninos eran mujeres empoderadas, que se plantaban frente a los hombres
demostrando su poder y que la obra trataba de dar cuenta de esto, pero durante la entrevista
nos mencionaron que esto no estaba pensado apropósito para mostrar los personajes
femeninos de esa forma sino que fue algo que no intencionado, sino más bien casual. Aunque
esto abrió un punto de reflexión, tanto para la autora que se dio cuenta al comentarle nuestro
punto de vista, como para nosotros al pensar que esto no estaba pensado y que no era lo que
se quería mostrar, también pensar el sentido del empoderamiento para mal.
Esta fue la primer experiencia como estudiantes de psicología analizando una obra de teatro
humorística, la primera vez que se nos dio el espacio para trabajar con algo que tenga que ver
con la rama del arte, con lo cual al principio nos causó cierta dificultad trabajar desde este
posicionamiento distinto, en el cual no tiene que ver tanto con un desarrollo teórico sino que
se solicita un análisis más profundo sobre lo que vemos reflejado, un análisis propio desde
nuestra subjetividad y que esto sea lo que vaya acompañado de teoría. Nos costó
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posicionarnos en ese lugar y relacionar la con los conceptos de la cátedra, pero luego vimos
que es un analizador muy práctico para reflexionar sobre cuestiones de la realidad.
A su vez nos pareció interesante trabajar con una obra perteneciente al teatro independiente,
permitiéndonos conocer su funcionamiento y la diferencia que encuentra con el teatro
comercial, fundamentalmente el deseo que lo mueve y el entusiasmo que ponen quienes
trabajan en él.
Por otra parte, quedan abiertos interrogantes para un análisis futuro que tienen que ver con el
empoderamiento femenino. Aquí nos preguntamos como grupo: ¿Hay empoderamiento para
bien o para mal?, ¿Qué vuelve un empoderamiento bueno o malo?, ¿El empoderamiento
visibiliza lo naturalizado?, ¿El empoderamiento significa un cambio de poder entre el
dominado y el dominante? A partir de estas preguntas proponemos dar pie a la posibilidad de
futuros análisis que toquen estas cuestiones.
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Bibliografía
Freud (1905) "El chiste y su relación con el inconsciente" en Obras Completas VIII
Amorrortu editores.
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