Orellana - La Representación Del Duelo A Través Del Diseño de Producción - Propuesta Conceptual Pa...
Orellana - La Representación Del Duelo A Través Del Diseño de Producción - Propuesta Conceptual Pa...
Orellana - La Representación Del Duelo A Través Del Diseño de Producción - Propuesta Conceptual Pa...
Autor/a:
Mar Orellana Pastor
Tutor/a:
Sandra María Martorell Fernández
GANDIA, 2020
RESUMEN
ABSTRACT
The present work is structured around the ability of the production design of representing
emotions through the creation of spaces.
It is built following a practical case that will consist of the design of a set that represents
one of human beings’ most universal feelings, the process of grief. For that reason, we
will carry out an investigation on the psychologic aspect of mourning, as well as the visual
representations that have been made of it throughout history. The process of grief is not
simple nor linear but consists of different phases. Because of that, the aim is to design a
transformable set that portraits these phases, alluding to the feelings and emotions a
grieving subject experience. This stage will be conceptualized taking as a foundation the
poem Parliament Hill Fields, a poem about abortion by the author Sylvia Plath. The
spaces will accompany its words, reinforcing the emotions that are showcased and
inviting the audience to feel them as their own.
1
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Presentación…………………………………………………….……3
1.2. Objetivos………………………………………………….……….…..4
1.3. Metodología…………………………………………………….….….5
3. CASO PRÁCTICO…………………………………………………………..22
3.1. Elección del tema…………………………………………………...22
3.1.1. Sylvia Plath y el movimiento feminista………….…...……23
3.1.2. Parliament Hill Fields……………………………………….23
3.2. Concepto general ………………………………………...…………25
3.2.1. Herramientas y proceso creativo…….………..….………26
3.2.2. Estructura base…………………………..…………………28
3.2.3. Concepto visual………………………………….…………30
3.3. Diseño por espacios…………………………….……………..……32
3.3.1. Negación……………………………………………….……32
3.3.2. Negociación……………………………………..………….34
3.3.3. Depresión……………………………………….…………..37
3.3.4. Ira…………………………………...……………………….40
3.3.5. Aceptación………………………………………………….43
3.4. Resumen visual………………………………………..…….……..45
4. CONCLUSIONES…………………………………………………………...46
5. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………...…….……..49
6. ANEXOS…………………………………………………………………..…51
2
1. INTRODUCCIÓN
1.1. PRESENTACIÓN
El diseño de producción supone uno de los pilares sobre los que se sustenta una
pieza audiovisual. En él podemos ver, no solo un marco espacial y temporal en el que
sucede la acción, sino también un reflejo de la personalidad como de la mente de los
personajes.
Queremos explorar esta capacidad del diseño de producción de crear emociones
y de trasladar aquellas que narra el guion en un espacio físico. En este caso, aquellas
que se derivan del proceso de duelo.
De este modo, con este trabajo nos hemos enfrentado a la dificultad de trasladar
un pensamiento abstracto a un espacio, siendo este el único mecanismo que
disponíamos para tal finalidad. Para lograrlo, nos hemos nutrido, además del campo
audiovisual, de aquellas disciplinas artísticas que dan un especial protagonismo a la
escenografía, como son el teatro y la instalación artística. Esto ha resultado en la
creación de una cápsula escénica transformable que puede funcionar como cualquiera
de estas disciplinas.
El desarrollo de este trabajo ha tenido lugar entre los meses de mayo y
septiembre de 2020. En el apartado de anexos se puede encontrar un diagrama de
Gantt en el que se especifican las tareas y el tiempo dedicado a cada una de ellas.
3
• Entrevistado 3. 50 años. Pérdida relacional por la muerte de su madre.
• Entrevistado 4. 24 años. Pérdida relacional por una ruptura amorosa.
• Entrevistado 5. 56 años. Pérdida intrapersonal y evolutiva por un cáncer de
ovarios.
Con todo esto, ha sido posible elaborar los diseños finales de los cinco
decorados. Cada uno de los elementos que los componen encajan de forma que nuestro
proyecto supone, tanto una representación visual de un poema, como un reflejo de las
emociones que se experimentan en cada una de las fases del duelo.
1.2. OBJETIVOS:
4
● Usar el diseño de producción como apoyo al discurso o texto literario del cual
parte la representación escénica.
● Aportar una visión artística comprometida con los referentes del discurso
feminista desde el área del diseño de producción.
1.3. METODOLOGÍA
Tizón (2004) lo define como un conjunto de eventos que afectan al ser humano
tanto en el ámbito psicológico, como social y biológico que suceden a una pérdida
afectiva.
1Atendiendo a lo que se conoce como IBa (investigación basada en las artes) o en inglés, aBR (arts-
based research).
5
Para Bermejo (2005) es «esa experiencia de dolor, lástima, aflicción o
resentimiento que se manifiesta de diferentes maneras, con ocasión de la pérdida de
algo o de alguien con valor significativo» (p.11).
Con todas estas diferentes acepciones, podemos crear nuestra propia definición
de duelo: El duelo es un proceso natural que sigue a toda pérdida, sea cual sea su
origen. Se trata de un proceso doloroso que conlleva una serie de cambios tanto en el
ámbito social como psicológico y biológico, pues altera nuestra realidad, al existir la falta
de algo que apreciábamos.
Para profundizar en esta idea, Tizón (2004) realiza una clasificación de los
diferentes tipos de pérdidas. Se pueden dividir en cuatro grupos.
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terminales, en los que Kübler-Ross (1969) basa su estudio sobre el desarrollo del duelo
que más tarde abordaremos. Este perfil no experimenta la pérdida de otra persona, sino
que tiene que afrontar su propia muerte, tiene que vivir con el pensamiento de que sus
días se acabarán más tarde o más temprano. Por otro lado, en lo referente al ámbito
psicológico puede deberse a una pérdida de autoestima, de valores o de un sueño que
se llevaba intentando conseguir durante años y ya no es posible realizar. En ambos
casos, se trata de cosas que tenemos desde que nacemos y que vamos construyendo
a lo largo de nuestra vida, que damos por sentado que tendremos y mantendremos para
siempre. Sin embargo, cuando por algún motivo nos vemos obligados a vivir sin ellos,
nos descoloca, nos sentimos perdidos.
En tercer lugar, las pérdidas materiales. Estas están relacionadas con objetos
externos a nuestra persona. Aquí se incluyen todas las pérdidas de bienes, económicas,
laborales… Se basa en la capacidad humana de crear vínculos emocionales con piezas
físicas, además de la asignación de simbolismos y valores a ellos. Pueden adquirir un
significado tan intenso y vinculado a nuestra personalidad que cuando los perdemos,
sentimos que hemos perdido parte de nuestra identidad. Es más fácil sentir una atadura
más fuerte si se trata de objetos como herencias, trofeos o regalos.
En cuarto y último lugar, las pérdidas evolutivas, las que están ligadas al
desarrollo personal. Estas tienen lugar, sobre todo, en los cambios de etapas vitales
como la infancia, la adolescencia, la vejez o la menopausia. Con cada fin de cada una
de estas etapas, es común que se les relacione con pérdidas referidas a lo físico y
psicológico, como puede ser la pérdida de la inocencia tras el paso de infancia a
adolescencia, la pérdida de vitalidad con la vejez o la pérdida de la fertilidad con la
menopausia.
7
Como bien expone esta cita, y como también profundiza F. Torralba (1999), ver la
muerte de alguien a quien apreciamos, nos sacude y nos pone frente a la idea de que
el ser humano es frágil y vulnerable, que no es eterno y que su existencia puede llegar
a su fin en cualquier momento. Nos enseña, en una medida, nuestro propio futuro sujeto
al dolor, la enfermedad y, finalmente, nuestra propia muerte.
8
Es por esta acepción del duelo como un trabajo y proceso, el motivo por el que,
a lo largo de la historia, se ha tratado de diferenciar una serie de etapas y guías para
realizar esta construcción y reconstrucción mental de forma saludable.
Como hemos mencionado anteriormente, no existe una sola idea sobre cómo el
ser humano vive o debe vivir el duelo. Sin embargo, una de las teorías contemporáneas
más extendidas es la de las 5 fases del duelo planteada por la psiquiatra estadounidense
Elisabeth Kübler-Ross. Esta teoría fue presentada por primera vez en 1969 el libro On
Death and Dying (traducido como Sobre la muerte y los moribundos) y ha servido como
modelo desde entonces para psicólogos y psiquiatras alrededor del mundo, hasta
convertirse en la más extendida. Por este motivo, es en esta teoría en la que nos hemos
basado para realizar nuestro trabajo.
En este libro, la autora realizó un amplio estudio de campo entre pacientes
terminales y sus familiares. Mediante entrevistas y la observación de sus
comportamientos a la hora de afrontar una muerte cercana, desarrolló un sistema que
dividía el proceso de duelo en 5 fases: negación, ira, negociación, depresión y,
finalmente, aceptación.
Debemos destacar que el proceso de duelo de cada individuo es diferente, así
como su reacción ante una pérdida de cualquier tipo. Asimismo, el orden de las fases
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no es fijo y un sujeto en duelo no experimentará necesariamente todas las fases. En
ocasiones más extremas, puede incluso darse el caso de que un sujeto experimente
una sola fase, como la negación, que le impida avanzar en su proceso y derive en
anomalías mentales más complejas (Kübler-Ross, 1969)
Sin embargo, el crear un modelo simplificado de un proceso tan complejo, ayuda
al individuo a identificar e interpretar sus emociones en un momento de incertidumbre y
dolor. Como señala Kessler (2020), «no es un mapa, pero proporciona algunos
andamios para este mundo desconocido» (párr.9).
Una vez hemos asentado las bases de esta teoría, procederemos a definir las
características de cada una de ellas, ya que nuestro diseño tendrá como guía este
modelo.
FASE DE NEGACIÓN
Como en nuestro inconsciente somos todos inmortales, para nosotros es casi inconcebible
reconocer que tenemos que afrontar la muerte. Dependerá mucho de cómo se le diga, de
cuánto tiempo tenga para reconocer gradualmente lo inevitable(…) para que abandone
10
poco a poco su negación y use mecanismos de defensa menos radicales. (Kübler-Ross,
p.64).
FASE DE IRA
En contraste con la fase de negación, esta fase de ira es muy difícil de afrontar para
la familia y el personal. Esto se debe a que la ira se desplaza en todas direcciones y
se proyecta contra lo que les rodea, a veces casi al azar. (Kübler-Ross, 1969, p.74)
Gracias a las entrevistas que hemos realizado, nos hemos dado cuenta de que es
difícil identificar que estamos pasando o hemos pasado por esa fase. Una de nuestras
entrevistadas aseguraba no haber sufrido esta ira, pero, sin embargo, más tarde,
reconocía que una relación amorosa que estaba comenzando se vio resentida por las
constantes discusiones que se sucedieron en el periodo posterior a su pérdida. Esto
puede ser debido a que se tiene una imagen de la ira muy explosiva y destructiva
cuando, en la mayoría de los casos, se trata de un resentimiento constante. Como
contaba el Entrevistado 1, que no recordaba tener ataques de ira pero sí interpretaba
cualquier inconveniente como algo personal.
FASE DE NEGOCIACIÓN
Este proceso también es conocido como “pacto”, debido a que, en esta fase, la
persona en duelo tiende a realizar promesas, a menudo a un ente superior, que
pospongan lo inevitable o que nos protejan de volver a sufrir una pérdida en el futuro.
Estos pactos pueden tener cualquier tipo de naturaleza, como prometer dedicar la vida
a Dios a cambio de que este le proporcione más tiempo o prometer donar el cuerpo a la
ciencia si esto ayuda a que los médicos usen su conocimiento para, de nuevo, alargar
su vida.
11
En ocasiones, esta fase también se presenta de forma en la que la persona en
duelo imagina situaciones pasadas en las que podría haber actuado diferente, de modo
que el desenlace de la pérdida no hubiera sucedido.
FASE DE DEPRESIÓN
En primer lugar, queremos dejar en claro que, a pesar del nombre de esta fase,
no se refiere a la depresión considerada como enfermedad mental, a pesar de que sí
tienen en común muchos síntomas.
Miaja y Moral (2013), concluyeron que a lo largo de esta fase «se hallaron como
definidoras la presencia de tristeza, pensamientos negativos, deseos de muerte,
aislamiento social y una actitud de claudicación ante la enfermedad» (p. 124). González
y Valdez (2005) asociaron la depresión y la imposibilidad de enfrentarse a la pérdida
con los grandes miedos del ser humano, que son la muerte y la soledad. Estos miedos,
provocan en la persona un estado de desesperanza.
Esto puede suceder, por ejemplo, al realizar una acción que normalmente se solía
hacer con alguien que ya no está, el volver al lugar donde solía estar la casa que se ha
perdido en un incendio o tras la operación de una paciente con cáncer de útero. Son
hechos que se traducen en una dimensión mucho mayor, como es el aprender a hacer
algo en solitario cuando siempre se hacía en compañía, la pérdida de un hogar y la
sensación de seguridad asociado a él y, por último, la sensación de que ya no se es una
mujer en términos y cánones biológicos, derivando en una crisis de identidad.
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FASE DE ACEPTACIÓN
El ser humano se ha visto forzado a lidiar con el duelo a lo largo de toda su historia
debido a que, donde hay una pérdida, existe un duelo. Especialmente, tras la pérdida
más primitiva que conocemos, la muerte. El mundo del arte, en cualquiera que sea su
disciplina, ha sentido siempre una fascinación hacia el fenómeno de la muerte debido,
especialmente, a lo atractivo que resulta el misterio que la rodea, como explica Bauman
(2007):
La mortalidad humana es la raison d'être del arte, su causa y su objeto. El arte nació
y perdura desde la conciencia, una conciencia que sólo los seres humanos tenemos:
que la muerte es un hecho que viene dado y que la inmortalidad ha de fabricarse, y
una vez fabricada debe ser preservada día tras día. La historia del arte nos indica que
arte y consciencia de la mortalidad vinieron al mundo de la mano y que, quizá, el arte
morirá cuando la muerte pase al olvido o deje de interesar. (p. 15)
Con esta finalidad, muchos artistas han retratado la devastación tras una muerte,
mostrando el dolor en los rostros de sus protagonistas y en ambientes oscuros y
sombríos. Como ejemplo podemos poner el ambiente que rodea al protagonista que se
vuelca abatido sobre un lecho en Dolor de Cezanne (1867), mostrado en la figura 1.
También aparece esta extrema melancolía en los duros y fríos azules que envuelven la
historia de amor de Marc Chagall y su esposa fallecida en Around her (Chagall, 1945),
en la que el autor aparece con el rostro al revés (Figura 2).
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Figura 1 Figura 2
Como último ejemplo, tenemos la obra pictórica del Guernica (Picasso, 1937), que
muestra los horrores de una guerra y el posterior duelo de todo un pueblo bombardeado,
así como de un país entero. Este doloroso duelo se puede ver, sobre todo, en el rostro
de una madre que coge en brazos a su hijo muerto, que recuerda a la escultura de La
Piedad (Miguel Ángel, 1499). El cuadro de Picasso carece de color. Como el mismo
autor compartió, el motivo es el deseo de mostrar la «brutalidad y oscuridad» que
conlleva una guerra. Además, el negro se considera el color de todo final, así como el
color del duelo en la cultura occidental (Heller, 2000).
Por este motivo hemos elegido una serie de obras que se centran más en la
representación de las emociones de la autora o autor tras una pérdida. Así pues, se ha
tratado de analizar la forma en la que han canalizado su duelo a través del arte, así
como qué colores u objetos asocian a su propio proceso.
En primer lugar, nos adentraremos en el trabajo del artista cubano Félix González
Torres. En 1991, este artista realizó una serie de trabajos en los que mostraba el duelo
tras la pérdida de su pareja. Representa la ausencia, el amor, el luto, mediante objetos
cotidianos, aparentemente sin importancia en nuestro día a día pero que adquieren una
dimensión nueva tras una pérdida. Uno de ellos, Untitled (Perfect Lovers) se trataba de
una instalación de dos relojes puestos a la misma hora, que coincidía con la hora exacta
en la que murió su pareja. Poco a poco, con el paso del tiempo, estos relojes iban
14
perdiendo su sincronía y separándose cada vez más hasta que finalmente, uno de ellos
se pararía, tal y como sucedió con su relación. Además, el crear esta obra, supuso para
el autor, una forma de afrontar su miedo a perder una relación, su tiempo o una relación.
Como él mismo declaró:
El tiempo es algo que me da miedo... o solía hacerlo. Esta pieza hecha con los dos
relojes fue lo más aterrador que he hecho. Quería enfrentarme a ello. Quería esos dos
relojes justo frente a mí, haciendo tic tac.
Motoi Yamamoto, por otra parte, tiene una forma diferente de expresar su duelo y
es mediante la creación de delicados y complejos dibujos usando un solo material: la
sal. Yamamoto perdió a su hermana en 1994 y desde entonces, ha usado este método
como proceso curativo. Como explica Sloan (2012) «Yamamoto comenzó a crear arte a
Figura 4 partir de la sal mientras lloraba la muerte
Saltworks: Return to de the Sea (Yamamoto, 2012) de su hermana, en un esfuerzo por
preservar sus recuerdos. Él ve sus
instalaciones como ejercicios que son a la
vez fútiles pero necesarios para su
curación» (párr.4). Para el artista, cada
trazo que realizaba era un recuerdo bonito
de su hermana que plasmaba sobre el
suelo. El uso de la sal no es aleatorio, ya
que este elemento es un símbolo
representativo de la purificación y duelo
en la cultura japonesa (Reynolds, 2012),
además, al contrario de lo que podemos
estar acostumbrados en la cultura occidental, el blanco es el color que representa tanto
el duelo como la pureza en algunas culturas orientales (Heller, p.130)
En su instalación de 2012 Saltworks: Return to the sea (figura 4), Yamamoto animaba
al público a coger un puñado de la sal que formaba su trabajo y lo devolviera al mar,
permitiendo así la creación de vida. (Reynolds, 2012). De este modo, el artista concibe
el duelo como un proceso que acaba con una especie de renacimiento.
15
Otro ejemplo es la obra de la artista mexicana Figura 5
Frida Kahlo en la que representó el duelo, el
Henry Ford Hospital (Kahlo, 1932)
cuadro Henry Ford Hospital (1932). Esta obra
es el resultado del duelo tras un aborto. En
ella, se retrató a sí misma, con lágrimas en
los ojos, sobre una cama de hospital bañada
en sangre. La camilla flota con la ciudad de
Detroit de fondo, evocando al sentimiento de
soledad y aislamiento del proceso,
especialmente al encontrarse lejos de
México, su lugar de origen. (Wixom, 2012) De
su vientre salen seis cordones rojos que le
conectan con seis figuras. Estas figuras nos
evocan el feto del hijo que ha perdido (centro
superior); un caracol (superior derecha), sugiriendo la lentitud del horrible proceso de
perder un hijo y de la recuperación. En la parte inferior encontramos, a la izquierda una
máquina que transmite la impersonalidad del equipo médico que le trató; en el centro
aparece una orquídea, recuerdo del regalo que le hizo Diego Rivera, su marido. Los dos
objetos restantes se tratan de partes del cuerpo -un vientre y una pelvis rota- retratos
de su cuerpo “roto” resultado de sus problemas de salud, que eran los posibles
causantes de su aborto (Burrus, 2008).
Canaliza así, la artista, mediante el arte, una pérdida extremadamente dolorosa
y lenta que deriva en un duelo acrecentado por la sensación de soledad que se siente
durante el proceso, especialmente, si se trata de un aborto.
Otro ejemplo es el de la ilustradora valenciana Paula Bonet que, tras sufrir dos
abortos espontáneos, empleó su duelo para crear Roedores, cuerpo de embarazada sin
embrión (Penguin Random House, 2018), un libro que explora las emociones que sentía
posterior a su pérdida. Por una parte, incluye una serie de ilustraciones dedicadas a su
hija en las que representa distintos roedores y sus características, debido a que le
llamaba por el nombre de “Ratoncita”. Por otro lado, recoge, en un diario, su experiencia,
además de reflexiones sobre el papel de la mujer en la sociedad y el tabú ligado a un
tema como el aborto.
16
debería haberse detenido. Una máquina basada en la repetición y la duplicación, que
solo vemos cuando falla, cuando funciona mal. (2003)
En este trabajo vemos una imagen del duelo muy personal, en la que, similar a la
visión de González-Torres, está muy ligado al recuerdo y a la memoria de aquello que
se ha perdido, y expresado, sobre todo, en situaciones cotidianas.
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2.3. EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN COMO CONSTRUCTOR DE
EMOCIONES
Con esta definición, puede parecer que su papel es meramente práctico, sin
embargo, sus cualidades van más allá de esto. El diseño de producción tiene el rol de
diseñar espacios que ayuden a identificar a un determinado personaje, así como dar
pistas sobre su psicología o intenciones. Mediante códigos estéticos tales como los
colores, formas o texturas, definen el aire o la atmósfera de la narrativa, siendo un
elemento clave a la hora de determinar el género de la pieza audiovisual.
Cabe hacer una diferenciación con la dirección artística, un rol con el que a
menudo, la línea que los separa se encuentra borrosa. Como hemos mencionado
anteriormente, el diseñador de producción es el encargado de crear la estética visual de
la película y coordinar y asegurarse de que su visión se cumple a lo largo de todo el
proceso. La dirección de arte, por otro lado, trabaja para que esta visión se lleve a cabo.
Entre otros, maneja los presupuestos, coordina al equipo de arte y es el encargado de
elegir más concretamente todos los elementos que formarán la escenografía. Así pues,
el director de arte y el diseñador de producción tienen trabajos distintos, pero trabajan
con un mismo fin, por lo que la comunicación entre ambos es crucial.
El ejemplo más claro que nos viene a la cabeza es el cine expresionista alemán
de principios del siglo XX. Durante esta corriente, el diseño de producción adquirió un
nuevo protagonismo en el que se primaba la representación subjetiva de las emociones
ante la objetividad de la realidad. Así pues, en obras como El gabinete del Dr. Calligari
(Wiene, 1920) o Nosferatu (Murnau, 1922) se presentaba una realidad distorsionada,
con perspectivas imposibles, líneas oblicuas y una ausencia de simetría, que aportaba
a las historias una sensación de inestabilidad y asfixia que eran tan importantes para su
narrativa como el propio guion.
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Sin embargo, existe una corriente de pensamiento (Wendorff, 1933), que
considera el diseño de producción como un mero fondo que sirve exclusivamente para
que el guion sea apoyado sobre él.
Los mejores "decorados" en mi experiencia son aquellos que olvidas tan pronto
como termina la película y las luces se vuelven a encender en el teatro. Lo esencial
de la película es la acción de los personajes. El trabajo del director de arte es
proporcionarles un fondo y un fondo es lo que debe permanecer a toda costa.
(p.445)
Contraria a esta teoría, Charles Affron y Mirella Affron (1995), realizaron un total
de cinco puntos en los que un set se compromete con la narrativa, de los cuales hemos
realizado una breve descripción a continuación:
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mayoritariamente en uno) como es el caso de La Soga de Albert Hitchcock (1948). En
consecuencia, el espacio y los elementos que en él se incluyen, actúan como imagen
que organiza la narrativa.
Así pues, siguiendo esta teoría, podemos determinar que, de manera más o
menos llamativa, la dirección de arte nos revela un complejo universo repleto de
significado que eleva la obra a un nivel emocional superior.
Sin embargo, existe la posibilidad de llevar estas técnicas hacia un nivel más
elevado, en el que el diseño de producción no sea tan invisible y se utilice, de manera
premeditada, para acentuar las emociones de los personajes.
Nos descoloca al principio pero asimilamos con rapidez que aparezcan unas
zapatillas Converse entre los zapatos de Maria Antonieta (Coppola, 2006) en el filme de
Sofia Coppola con diseño de producción de K. K. Barret. Al fin y al cabo, la secuencia
ilustra a la protagonista, que no es más que una adolescente, vistiéndose. En este
sentido, se trata de un anacronismo que no desprestigia la película, ya que es la
emoción y el tono de esa escena lo que prima ante la verosimilitud histórica.
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En Dogville (Von Trier, 2003), por otra parte, se utiliza una propuesta
escenográfica muy teatral de un vecindario desarrollada por Peter Grant. Con casas sin
paredes y calles pintadas en el suelo para representar la falta de privacidad y la vida en
un pueblo pequeño, en el que todo el mundo parece seguir la norma de “ver, oír y callar”
hasta en situaciones de abuso. El uso de una escenografía teatral puede deberse
también a que, por naturaleza, los personajes de una obra están colocados sobre un
escenario para ser observados, lo que amplifica el sentimiento general de la película de
estar expuesto continuamente.
Con todo esto, podemos concluir que es posible utilizar la escenografía como un
espejo en el que se reflejen las emociones de los personajes. De esta forma, el público
puede, no solo interpretar con más facilidad lo que se narra, sino acercarse a lo que
sienten los personajes. Esto puede conseguirse empleando elementos asociados a la
escenografía teatral ya que, cine y teatro pueden nutrirse unos de otros para llegar a
funcionar de manera hasta simbiótica para elevar a un nivel superior su mensaje.
21
3. CASO PRÁCTICO
3.1. ELECCIÓN DEL TEMA
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3.1.1. SYLVIA PLATH Y EL MOVIMIENTO FEMINISTA
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de soledad que siente al no poder compartir su dolor públicamente, como si su
embarazo nunca hubiera ocurrido, como si su hijo o hija nunca hubiera existido. («Sin
rostro y pálido como porcelana //El cielo redondo sigue ocupándose de sus asuntos.//Tu
ausencia es discreta; //Nadie puede darse cuenta de lo que me falta.»)
Entre todas las emociones que siente, el dolor y la pena son los más presentes
en sus palabras, usando adjetivos y metáforas que retratan un paisaje grisáceo y
melancólico. Le duele ver un grupo de niñas que le recuerda a lo que ha perdido, pero
también el silencio que dejan a su paso cuando se alejan. Sin embargo, hay otras
emociones que le confunden, como una sensación de culpabilidad por sentirse
“demasiado feliz”.
Poco a poco deja ver la intención de dejar marchar el recuerdo de lo que ha
perdido con el fin de poder continuar su vida. Cada vez se acerca más a “la casa
iluminada”, su hogar, su lugar seguro, la aceptación, y se va reconciliando con la idea
de que tiene que vivir sin ello. El motivo que le hace cambiar de mentalidad es el
recuerdo de sus otros hijos, que aún tiene que cuidar. Así pues, es en las dos últimas
estrofas, describiendo la habitación de un bebé, cuando comienza a “iluminarse” el
poema y a describir un paisaje más cálido al darse cuenta de que son las dificultades
las que le han llevado a ser quien es y a la vida que tiene en la actualidad con su marido
y sus hijos. Este positivismo se ve reflejado en el último verso en el que la protagonista
“entra en la casa iluminada”.
Con la finalidad de ajustar el poema a nuestro proyecto, hemos dividido los versos
y estrofas en cinco grupos, cada uno relativo a una fase del duelo. Esta división se ha
realizado teniendo en cuenta cada una de las características emocionales del proceso
y buscándolas en las palabras de Sylvia Plath.
Así pues, procederemos a analizar cada una de estas partes relacionándolo con
nuestro propósito.
En primer lugar, encontramos la fase de negación, que abarca las dos primeras
estrofas. El motivo de la elección es, primeramente, su orden en el poema. Se trata de
las dos primeras estrofas para la primera fase del proceso de duelo. Por otro lado,
muchos versos nos dan pistas que nos recuerdan a las emociones que hemos
comprobado que aparecen en esta etapa. La fuerza de este fragmento recae en la
primera estrofa, en la que se deja ver que, pese a haber sufrido una pérdida, todo a su
alrededor sigue su curso natural, como ella misma dice, «nadie puede notar lo que me
falta».
Se describe, además, un paisaje «pálido como la porcelana» y «sin rostro»,
además de un Sol, que está, pero que brilla con una luz demasiado suave. Todas estas
descripciones, pueden relacionarse con el estado de negación, basándonos en el
sentimiento de confusión, la blancura de la ausencia. La negación fluctúa entre la
sensación de que todo sigue igual y el conocimiento de que hay una gran parte que
falta. En este caso, el recuerdo de su pérdida puede asociarse a la figura de las gaviotas
(las aves pueden simbolizar en algunas culturas populares la llegada de un bebé, así
como la liberación de un alma) que lo han revuelto todo e interrumpen la calma del
ambiente.
Siguiendo con el orden del poema, hemos asignado las estrofas 3 y 4 a la fase
de negociación. En este fragmento nos hemos centrado especialmente en el verso
número 15, donde se puede interpretar un atisbo de esos pactos que se realizan durante
24
esta fase. Promesas o sacrificios que ayudan a consolarnos esperando que, si
cumplimos nuestra parte, podremos revertir, o mejorar la situación. En este caso en
particular, puede interpretarse como un sacrificio el hecho de que deje tragarse por ese
grupo de niñas, -que se usa con el doble sentido de la palabra crocodile- y el convertirse
en una piedra o un palo. Una especie de trato con el parque le convierte en parte de él
para que, de algún modo, le deje continuar hasta casa.
Las dos siguientes estrofas pertenecen a la fase de depresión. En este caso nos
hemos basado en la descripción tenue y oscura que realiza. Utiliza muchos elementos
del paisaje como las nubes o los cipreses para transportarnos a un lugar tenue y
melancólico. Además utiliza la metáfora de ser un fantasma que puede referirse al
estado de tristeza en el que parece que vivamos como vagando sin destino, sin una
muestra de alegría en el rostro.
Sin embargo, en el verso número 29 escribe que “está demasiado feliz”. Esto
puede interpretarse no como un sentimiento de felicidad, sino de culpabilidad, siente
que debería estar más dolida de lo que lo está al haber comenzado a sentir que podía
encontrar una nueva realidad sin aquello que le falta.
Siguiendo con el recorrido del poema, podemos identificar la fase de ira en las
siguientes dos estrofas (7 y 8). A diferencia del resto del poema, en el que se narra una
actividad más calmada, salvando algún momento, es en estas estrofas donde parece
que se encuentra el mayor movimiento. Aparecen riachuelos con los que la mente de
autora quiere correr, revolviendo las piedras y el paisaje mientras el llanto y lo que ha
perdido se desvanece. Esto puede relacionarse con la sensación de ira que, comparada
con el resto de fases, posee una intensidad mayor. Sin embargo, sigue presente la
evolución hacia la aceptación, con la metáfora de la noche llegando y con ella, la luna
como curando una herida.
25
artística. Esta confluencia de disciplinas es utilizada por artistas como Pipilotti Rist o
Matthey Barney, que conjugan video con instalación e incluso performance.
Posee varios niveles de simbolismo y significado que le aportan riqueza tanto
visual como conceptual.
La escenografía propuesta habla del duelo de cualquiera que sea su naturaleza,
de forma que cualquier persona pueda llegar a sentirse identificada con lo que se
representa. Pero también se trata de un retrato de un duelo invisibilizado que sufren
muchas mujeres al sufrir un aborto espontáneo, usando como base un poema de una
autora feminista como es Sylvia Plath, que se atrevió a desafiar a todos los tabús y
normas impuestas sobre las mujeres de la época y que aún siguen vigentes hoy en día.
El primer paso era familiarizarnos con el tema a tratar desde una postura más
directa y personal, poniendo en el centro del estudio a personas que hayan pasado por
un duelo y pudieran proporcionarnos una imagen más concreta de las emociones y
sensaciones que tuvieran durante el proceso. En muchas ocasiones, los libros
especializados en psicología que tratan el tema, muestran una visión mucho más
cuadriculada y firme.
Por este motivo, enfocamos una parte de las entrevistas a preguntas que pudieran
proporcionarnos una imagen mucho más visual del proceso de cada uno. (Anexo 2)
Una vez conocíamos bien el tema a tratar, realizamos un estudio de color por
cada espacio, obteniendo finalmente la paleta de color que representara las emociones
de cada fase. Estas paletas de color se desarrollaron basándonos en la concepción
popular que se tiene de cada uno de los colores y en las emociones y conceptos que se
les relacionan. La elección de los colores fue, posteriormente, contrastada con el estudio
de la Psicología del Color de Eva Heller, (2000).
Finalmente, se crearon las paletas de color que más se adecuaban a cada uno
de los espacios de nuestro proyecto. Estas paletas se realizaron mediante la
herramienta de Adobe Color Palette, que permite experimentar con infinitas
combinaciones de colores mediante una rueda cromática.
26
lo que necesitamos. Además, gracias a su búsqueda inversa, pudimos identificar
fotografías de obras que habíamos visto en galerías pero que desconocíamos el nombre
o autor.
Pinterest, por otro lado, fue muy útil a la hora de buscar inspiración, ya que sus
resultados son mucho más amplios dentro de un mismo campo de búsqueda, además,
facilita encontrar imágenes similares a lo que estamos buscando. Por último, podemos
crear tableros de ideas que nos permiten organizar el contenido que hemos ido
recolectando y verlo todo en un mismo lugar, creando una visión general del proyecto.
Lo que fuera que estaba dibujando, siempre comenzaba a mano para que mi mente
pudiera expresarse en el papel, buscando, pasando horas para encontrar la forma
correcta, la proporción correcta, hasta que estaba hecho, nada que agregar. Un momento
mágico que viene de la nada, una idea, una intuición genial de una fuente misteriosa. Es
perfecto para tus ojos. (párr.4)
Una vez ha realizado estos bocetos, cuenta con la ayuda de una ilustradora, Lilith
Bekmezian, que trabaja a su lado para crear una imagen más concreta del espacio,
incluyendo colores y formas más claras. Por último, cuando estos bocetos son pasados
a la dirección artística y a su equipo, estos a menudo, realizan versiones digitalizadas
tanto en 2D como en 3D, de acuerdo con sus necesidades.
27
igual que Seibel, recalca la importancia del dibujo a la hora de expresar la imagen que
queremos reproducir: «Ya no muchos diseñadores dibujan y creo que es muy, muy
importante porque puedes hablar de una silla determinada durante horas, pero a menos
que puedas dibujarla y dibujarla rápidamente, no te saldrás con la tuya». (párr.12).
Así pues, nuestro proceso creativo ha seguido esta línea y se ha centrado más en
querer expresar con los bocetos y diseños una serie de emociones determinadas y una
visión general de lo que queremos representar en lugar de los aspectos más técnicos
como medidas exactas o las dinámicas de la estructura base.
Una vez establecida esta visión, comenzamos a considerar y bocetar qué forma
debería tener. En primer lugar, se pensó en que nuestra base consistiera en una
plataforma circular dividida en cinco partes iguales por paneles que separaran las
estancias. La cámara o el público se situaría en el exterior de la plataforma. El problema
que encontramos respecto a esta opción era que cada espacio tendría una forma
triangular en la que, además, al dividirse en 5 partes, el ángulo de éstas sería demasiado
estrecho como para que funcionara en el caso de querer que cada espacio estuviera
formado por una esquina en la que se desarrollara la acción.
Mientras pensamos en soluciones para esto, nos dimos cuenta de que era un
error colocar al público en el exterior, ya que podría alterar el significado del mensaje.
El duelo, como ya hemos comprobado, se trata de un proceso diferente para cada
persona, por lo que, aunque este se lleve en comunidad, sigue teniendo un componente
de intimidad e individualidad, pues solo uno mismo conoce su propio duelo. Así pues,
pensamos que al poner al espectador en el exterior sería como poner en un escaparate
a la persona en duelo, como hacer público su dolor. Por este motivo, pensamos que el
simbolismo de nuestro proyecto adquiriría un nivel mayor si pudiéramos ser testigos de
este proceso desde dentro, haciendo que la experiencia fuera más inmersiva todavía,
como si nos hubiéramos colado en este espacio y viéramos cómo se desenvuelve el
duelo.
Con esta premisa, comenzamos la planificación de una nueva plataforma
(Figuras 6 y 7). Seguimos con la idea del principio de que fuera redonda del principio,
pero adaptando el centro para que funcionara como un habitáculo en el que se situara
la cámara. Este habitáculo no contaría con paredes que lo dividieran de la acción, por
lo que su forma no es relevante, sin embargo, elegimos un pentágono por dotarlo de la
sencillez de las líneas rectas. Del mismo modo que el escenario anterior, estaría dividido
en cinco partes iguales que se conectarían mediante puertas en las paredes de cada
uno de estos espacios (a excepción de la situada entre la negación y la aceptación al
tratarse respectivamente de la primera y última fase).
28
Finalmente desechamos este diseño ya que, la perspectiva desde el espacio
central era muy complicada, así como diseñar espacios que pudieran adaptarse a esa
forma.
Figura 6. Figura 7.
Figura 8.
29
3.2.3. CONCEPTO VISUAL
30
Figura 9.
Sin embargo, puede parecer que nos alejamos de la idea de realizar una
representación visual del poema, pues este describe un paseo por el parque y nuestro
proyecto tiene lugar en el interior de una casa. Por este motivo, quisimos realizar un
ejercicio en que pudiéramos traer elementos de ese parque dentro de la casa.
El tratamiento visual de cada espacio será diferente atendiendo a las
características de cada uno, pero tendrán un elemento en común que las relacione con
el poema y funcione como hilo conductor entre ellos. Este elemento se tratará de las
flores.
Esta elección no es aleatoria, pues se trata de un elemento con una gran cantidad de
simbolismos asociados a ellas. Las flores nos acompañan desde el momento en el que
nacemos, cuando la habitación de hospital de nuestra madre se llena de ellas,
deshojamos margaritas cuando nos enamoramos por primera vez, las recibimos por
nuestros cumpleaños, si enfermamos, las sujetamos hasta el altar si nos casamos para,
finalmente, inundar nuestra casa en nuestro funeral.
Asociándolo a nuestro proyecto en especial, nos resultaba poético cómo un ramo de
flores de felicitaciones por un embarazo puede sustituirse por uno que te dé el pésame
mientras las hojas del primero aún no han comenzado a marchitarse.
Las flores representan, por un lado, la belleza que recae en sus colores y su
delicada fragilidad, a la vez que la fuerza de aparecer en los rincones más inesperados,
como entre las grietas del asfalto de una ciudad. Son símbolos de paz y rebelión si se
colocan en el cañón de un fusil y de vida y nuevos comienzos cuando llenan los campos
en primavera.
31
3.3. DISEÑO POR ESPACIOS
3.3.1. NEGACIÓN
Así pues, la paleta de colores (Figura 10) la basamos en tonos blancos, cremas
y grises claros. La intención era crear a la vez una sensación de ausencia y de
confusión. (Heller, 2000).
Figura 10.
32
inspiramos tanto en la base de una habitación blanca como en la sensación que da
cuando este espacio está completado por el público. La negación, al fin y al cabo, se
trata de momento en el que hay algo tan complicado de asimilar que usamos esto como
protección que a veces nos impide ver la realidad como es, como mencionaba el
Entrevistado 3.
Figura 12.
Así pues, las texturas que se han utilizado para este espacio corresponden a las
propias que encontraríamos en el salón de una casa familiar, sin embargo, la calidez
que debería sentirse en él ha sido eliminada sustituyendo todos los colores que le
proporcionaban este carácter acogedor por el blanco. Tenemos los ladrillos de la
chimenea, una madera y una alfombra de pelo corto sobre un suelo de baldosas. La
lámpara tiene una pantalla de plástico blanco y estéril y la tela que recubre los sillones
son de un pulcro algodón. Otras plantas que ya decoraban esta habitación, también han
sido transformadas a un color blanco, quitándoles el color y, en parte, la vida que les
caracteriza.
Para asegurarnos de que nuestra finalidad se cumple, todos los elementos estarán
pintados del mismo tono de blanco.
Finalmente, los versos asociados a este espacio pueden leerse en los bordados
enmarcados que decoran este salón, de forma que están integrados en el espacio de
forma armónica. Un desglose del diseño final (figura 13) con texturas e imágenes de
referencia puede encontrarse en el anexo 4.
33
Figura 13.
3.3.2. NEGOCIACIÓN
La negociación se trata de una fase que podríamos decir que tiene dos caras.
Por un lado, encontramos el lado positivo en el que la persona en duelo adopta, durante
esta fase, una postura más optimista de cara a la nueva situación, es decir, experimenta
una evolución en su duelo. Es una fase caracterizada por la esperanza, como nos
compartió la psicóloga a la que entrevistamos, por una visión de futuro potenciada por
todas las promesas de cambio que se realizan. Sin embargo, estas promesas o pactos
tienen un trasfondo negativo ya que, en muchas ocasiones, están derivadas por una
culpabilidad oculta. Como ya mencionamos, existe otra forma de experimentar la fase
de negociación en la que la persona en duelo revisa comportamientos anteriores a la
pérdida, lo cual puede derivar en comportamientos autodestructivos. Por este motivo,
hemos querido representar ambas caras en el mismo espacio.
El color que hemos querido asociar con esta fase ha sido el verde, que es el
principal protagonista de la paleta de colores (Figura 14). El motivo se debe a la relación
popular de este color con la esperanza. Como hemos visto, esta fase está caracterizada
por ser el primer indicio de recuperación, de cambio y de visión de un futuro, como
también lo son los brotes verdes en primavera. Según la psicología del color de Eva
Heller (2000), el color verde es el color de la sanación, de lo nuevo, lo cual se
corresponde con la visión que queremos mostrar de esta fase. Este color resulta
especialmente interesante debido a que también posee connotaciones negativas. El
verde es el color del veneno y de las criaturas mitológicas que nos infunden miedo,
como los dragones, monstruos o alienígenas. Así pues, usar un color con esta dualidad
en su significado, se corresponde con la dualidad de esta fase en la que se experimenta
una esperanza ciega por el futuro. Se pretende revertir algo inevitable mediante
34
promesas que nos harán mejores pero que, psicológicamente, puede tener
connotaciones negativas al vernos parcialmente responsables de la pérdida.
Figura 14.
Figura 16.
Otro referente que hemos utilizado para el Escenografía de La Traviata (Pergolesi
diseño de esta fase ha sido la escenografía Spontini,2009)
utilizada en 2009 para la representación de La
Traviata por la Fundación Pergolesi Spontini
(Figura 16). Para esta obra, el escenógrafo Josef
Svoboda, colocó un gran espejo inclinado en el
fondo del escenario que reflejaba un gran lienzo
con pinturas barrocas situado en el suelo. Con esta
propuesta, el escenógrafo hace partícipe al público
de la doble moral que representa la obra de Verdi.
Teniendo como base el color verde, buscamos formas de hacer que el parque o
el exterior pudiera haberse metido en el interior de la casa. Llegamos a la conclusión de
que la forma más adecuada de hacerlo era mediante la inclusión de plantas salvajes y
musgo, como el que crece sobre las estatuas que decoran los parques. El hecho de que
haya aparecido esta vegetación en el interior de la casa puede significar que entra la
vida y el color pero, a la vez, es un símbolo de una casa mal aislada y con grietas en la
que entra la humedad. Así pues, nuestro espacio estará formado por una cocina en la
que ha comenzado a crecer musgo y hierba entre los azulejos y los muebles. Queremos
35
alejarnos de la estética de un hogar abandonado y destruido, por lo que el deterioro será
reducido.
Figura 17.
En este espacio, podemos encontrar, tanto líneas rectas como curvas. Los
muebles son rectos y rectangulares, pero incluyen algún detalle más redondeado, como
los pomos, las hendiduras que los decoran o unos estantes. Las aristas redondeadas
de los electrodomésticos contrastan con los ángulos rectos que se encuentran en las
baldosas. Estos detalles le quitan peso a la gran estructura de armarios y cajones y los
convierten en formas mucho menos agresivas. Esto se complementará con el resto de
los elementos que completen este espacio, como jarrones, menaje de cocina e incluso
con las cortinas.
Respecto a las texturas, en las paredes encontramos, por una parte, unas
texturas más frías como la de los azulejos que cubren parte de ella. Estos aparecen con
leves grietas y manchas de humedad y, entre ellos crecen pequeños grupos de musgo.
La pintura del resto de la pared será de un color crema con suaves manchas de
humedad amarillentas. Tienen que verse afectadas por la humedad existente en el
ambiente pero que no perjudiquen la habitabilidad del espacio. Los armarios de madera
se encuentran ligeramente agrietados, pero aún conservan su verde característico.
Sobre ellos, el banco de la cocina está cubierto de una piedra blanca grisácea, con
algunas grietas, su color es similar al de los electrodomésticos.
36
Las ventanas que no nos dejan ver el exterior, debido a la suciedad que
contienen pero, aun así, la luz del sol entra con fuerza por ellas, reduciendo la posibilidad
de que este espacio resulte tenebroso y que, en su lugar, transmita una sensación de
calidez. Un desglose del diseño final (figura 18) con texturas e imágenes de referencia
puede encontrarse en el anexo 4.
Figura 18.
3.3.3. DEPRESIÓN
37
mencionábamos en apartados anteriores. Además, estos colores también son los más
asociados a la fase de depresión por nuestros entrevistados.
Por último, nos basamos en un estudio (Bubl et al, 2010) que relacionó la
depresión y la tristeza con una reducción de saturación y contraste de la percepción de
los colores, debido a una alteración de algunas sustancias segregadas por el cerebro.
Figura 19.
Figura 21.
En segundo lugar, tenemos al
Nimbus platform57, (Smilde, 2012)
fotógrafo Berndnaut Smilde, que, para la
realización de una serie de fotografías
llamada Nimbus, creaba réplicas de cúmulos
con nubes de vapor y humo en todo tipo de
espacios de interior (Figura 21).
38
El motivo de incluir la lluvia se debe a la común asociación de esta con la tristeza o la
parte más oscura del duelo. En muchas películas en las que se incluye un funeral, es
muy frecuente que este tenga lugar un día de lluvia, por lo que está mentalmente
asimilado por el público.
Figura 22.
39
“lluvia” se realizaría colgando de la parte superior filas de alfileres sujetos mediante un
hilo transparente. Estos alfileres carecerían de una punta afilada de forma que fuera
seguro caminar sobre y entre ellos. El efecto visual no se vería afectado debido a que
se trata de objetos muy pequeños. Un desglose del diseño final (figura 23) con texturas
e imágenes de referencia puede encontrarse en el anexo 4.
Figura 23.
3.3.4. IRA
Para la fase de la ira queremos mostrar una visión visualmente más violenta y
destructiva. Sin embargo, como hemos comprobado anteriormente, en la mayoría de
los casos, estos episodios de ira no son tan agresivos como la palabra “ira” desprende,
por lo que tratamos de encontrar la forma de representar el carácter destructivo propio
de esta fase, pero siendo fieles a la realidad.
Como hemos comprobado anteriormente, la fase de la ira se proyecta en todas
las direcciones de manera casi aleatoria. Este hecho ha sido el que nos ha inspirado
más a la hora de crear este espacio, ya que nuestra escenografía deberá estar envuelta
completamente por la sensación de ira.
La paleta de colores (Figura 23) se basa en el color rojo, asociado popularmente
con el peligro, la agresividad o la ira (Heller, 2000). La decisión de que este sea el único
color que encontramos en la sala, se debe a que queríamos crear un espacio
monocromático en el que todo lo que nos rodea está impregnado de estas tonalidades.
Figura 23.
40
Figura 24. Durante el proceso, hemos seguido la
referencia de tres obras, principalmente. En
Keeping Up Appearences (Blalock, 2015)
primer lugar, Keeping Up Appearances, de
Ashley V. Blalock) se trata de una instalación
artística en la que la autora, crea grandes
versiones de los tapetes que decoran
indefensamente algunas casas (Figura 24). Al
ampliar su tamaño y llenar una habitación con
ellas representa la necesidad de crear y
decorar lo que mostramos al exterior para,
como su nombre indica, mantener las
apariencias.
En segundo lugar, el trabajo de la artista Agata Olek (Figura 25), que, cubre todo
tipo de superficies utilizando el crochet como metáfora de la complejidad e interconexión
de nuestro cuerpo en el que todo se encuentra en armonía, hasta que una de las
cuerdas se rompe, y entonces todo se viene abajo.
Por último, encontramos el trabajo de El Claustro, de Penique Producciones
(2011) (Figura 26). Mediante grandes estructuras hinchables, cubren todo tipo de
espacios, haciendo que la luz que entra por ellas y las sombras creen el espacio, que
cambia a lo largo del día.
41
querido representar mediante la superposición de elementos, de forma que nuestros
ojos no puedan fijarse en un solo elemento y se encuentren en constante movimiento.
Figura 27.
42
Figura 28.
3.3.5. ACEPTACIÓN
La paleta de colores elegida está compuesta por tonos cálidos desde amarillos
suaves hasta rosados, incluyendo además tonos verdes suaves y amarronados (Figura
29). La combinación de colores provoca una sensación acogedora y de tranquilidad.
En el poema, Sylvia Plath narra un paseo que acaba cuando llega a su casa
iluminada y el día llega a su fin. Hemos cogido este momento del fin del día, del
atardecer, como inspiración a la hora de elegir los colores. El poema, sin embargo, utiliza
mucho el color azul para describir el espacio en los dos últimos versos. Pese a querer
mantenernos fieles a sus palabras, hemos decidido no hacerlo en este caso, pues el
color azul lo utilizamos en la fase de depresión, y era más importante para nosotros
pintar una imagen alejada de la tristeza y del frío.
43
Figura 29.
Figura 31.
44
Hemos visto en los espacios anteriores como el exterior se colaba de una forma
u otra en el interior de nuestra casa pero, no es hasta este momento cuando lo hace de
forma delicada y agradable. Para este espacio, queremos convertir la habitación en una
especie de vergel en el que plantas han crecido en conjunción con los elementos que
ya formaban parte de ella, como son una cuna o una butaca. En una de las esquinas y
rodeando a una cuna encontramos dos árboles. Estos árboles son arces, cuyas hojas
tienen unas tonalidades naranjas y rojas y que, además son símbolo de fuerza y
resistencia.
Los colores de la paleta se verán reflejados, sobre todo, en las plantas y árboles
de tonos cálidos y verdosos poco estridentes. Las paredes estarán pintadas de un color
crema rosado con una cenefa en una tonalidad parecida y con motivos infantiles.
Los muebles como la cómoda y la cuna serán de color crema y la butaca de un tono
salmón.
Las plantas y flores que habitan este espacio son, entre otras, las mencionadas
en el poema como las dalias naranjas o el papiro egipcio. Además, se incluirán especies
como el plumero de la pampa, gramíneas o dientes de león. Todas ellas con texturas
suaves y delicadas, de forma que este espacio resulte acogedor.
Respecto a las otras texturas encontramos la madera de los muebles y el
terciopelo de la butaca. Un desglose del diseño final (figura 31) con texturas e imágenes
de referencia puede encontrarse en el anexo 4.
Figura 31.
RESUMEN VISUAL
Con todo esto, podemos ver como se ha utilizado el exterior y las flores, como
una metáfora de una ausencia que poco a poco va colándose en nuestra casa, a veces
de forma delicada, y a veces de forma violenta.
Así pues, al principio, en la negación, no la vemos porque se confunde con todo
lo que le rodea. Durante la negociación, vemos como se cuela, en forma de musgo y
vegetación silvestre, por los huecos y grietas de la casa, buscando un lugar donde
45
quedarse a vivir. Sin embargo, su aparición no es un signo únicamente positivo, pues el
hecho de que aparezca viene ligado a la existencia de grietas y humedad.
Entra de golpe y de forma agresiva y destructiva en la fase de depresión, en la
que la lluvia inunda nuestro hogar. En un sentido se trata de una autodestrucción, ya
que la lluvia es un elemento natural que, a menudo puede destruir a la propia naturaleza.
Durante la fase de la ira, esta ausencia se presenta de forma invasiva, como una
tela de araña o una especie invasora contra la que tenemos la necesidad de luchar para
poder continuar.
En la aceptación la ausencia encuentra, finalmente, la manera perfecta de estar
en equilibrio con nuestra casa, con lo que ya había antes. Crea así, un ecosistema
perfecto entre las paredes que nos permite convivir con él sin que disturbe demasiado
nuestra vida allí. Sigue ocupando nuestro espacio, pero nos acostumbramos a verlo, a
tocarlo, a vivir con ello.
Figura 32.
4. CONCLUSIONES
Una vez hemos llegado a este punto del trabajo, debemos realizar una
recapitulación de los objetivos con el fin de considerar si estos se han cumplido o no.
En primer lugar, podemos determinar que nuestro principal objetivo sí se ha
cumplido. Hemos conseguido representar visualmente emociones y pensamientos
abstractos de un proceso tan complejo como el duelo, traduciéndose a un espacio
físico mediante el diseño de producción. Su éxito ha sido posible gracias a la
exhaustiva búsqueda de documentación que se ha realizado. Además de libros y
artículos, ha sido de especial ayuda contar con entrevistas realizadas
específicamente para este proyecto en las que se incluían preguntas relacionadas
46
directamente con el aspecto visual de las emociones. Esto nos ha permitido tener
una visión mucho más personal y humana de lo que realmente se siente durante el
proceso de duelo, acercándonos mucho más al tema a tratar y facilitándonos la
traslación al espacio escénico.
Sin embargo, respecto a las entrevistas, no hemos conseguido realizar tantas
como nos hubiera gustado. El motivo, se debe a un error de planificación, además
de la delicadeza del asunto. Se trata de un tema doloroso que puede traer viejas
preocupaciones o abrir viejas heridas por lo que, nos hemos encontrado con
personas que no han accedido a contestar a nuestras preguntas, o cuyas respuestas
no han cumplido con lo que esperábamos. En el caso de los expertos, se pidió que
contestaran a un número total de nueve personas, entre psicólogos y psiquiatras, de
los cuales, solo una de ellas nos respondió. Pese a esto, no resultó un grave
problema debido a que pudimos desarrollar nuestro proyecto sin dificultad y con una
cantidad de información suficiente para ello.
En este aspecto, también ha influenciado mucho realizar una investigación en el
mundo del arte para tener una base y un ejemplo de lo que se ha hecho antes. Ver
como artistas han representado visualmente su duelo nos permitió crear una visión
general en lo que respecta a, además de las emociones que representan, los
espacios que actúan como marco de su duelo, los colores que lo pintan o los
materiales con los que se realizan.
Con todo esto, podemos recalcar la importancia de la realización de una
investigación exhaustiva del tema que queremos tratar con el fin de mostrar una
imagen fiel a la realidad. De esta manera, nos aseguramos de que nuestra finalidad
se cumple, en nuestro caso, querer que el público pueda llegar a sentir las emociones
como propias.
Volviendo a los objetivos que planteamos al principio de nuestro proyecto, el
objetivo principal se ha cumplido gracias a que hemos podido contar con metas más
específicas.
47
elementos que lo componen es elevada, teniendo de su parte la utilización de las
texturas, algo de lo que el teatro no puede beneficiarse tanto, pues en una instalación
artística podemos hasta llegar a tocar la obra.
Así pues, hemos sido testigos de cómo el color, las formas y las texturas pueden
ser clave para que el público pueda, no solo entender el mensaje, sino llegar a
relacionarlo con emociones que ya conoce.
Sin embargo, hacer que una persona pueda empatizar con el dolor y el duelo que
se sufre tras un aborto espontáneo puede ser complicado. Por estadística, la mayoría
de las personas no pasan por ello. Por este motivo era importante crear algo que
cualquier persona que hubiera pasado por un duelo (de cualquier naturaleza),
pudiera trasladar a su propia experiencia, que pudiera identificar sus emociones en
cada uno de los espacios. Al empatizar con el duelo representado, estamos invitando
al público a entender que un aborto deriva en un duelo “como los demás”, pero que
además tiene la dificultad de que se siente la presión social de tener que ocultarlo.
48
A su vez, adquiere mayor fuerza al usar un poema de hace décadas y que el tema
a tratar siga vigente en nuestra sociedad actualmente. Pone de manifiesto que aún
tenemos comportamientos arraigados que perjudican a las mujeres, además de que
aún queda un largo camino en lo que respecta a la igualdad de género.
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