La Expiación Limitada
La Expiación Limitada
La Expiación Limitada
JUAN 17:2 “Por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has
dado”.
INTRODUCCIÓN
La doctrina de la ‘expiación limitada’ es sin lugar a dudas la más controversial de todas las doctrinas de la gracia. “La
pregunta de si la satisfacción de la justicia de Dios en la cruz fue universal e indiscriminada [para todos los hombres]
o específica y definitiva [solo para los elegidos] fue el punto más contencioso en el gran Sínodo de Dort (Dordrecht)
en 1618-19 y continúa siendo una de las enseñanzas más controversiales en la Soteriología Reformada.”
Antes de explicar esta expiación, se hace necesario entender cabalmente lo que es la expiación de Cristo
propiamente dicha para luego examinar la limitación de esta. Por un lado, la “expiación puede ser definida como la
obra de Dios a favor de los pecadores para reconciliarlos a Él. Es la actividad divina que confronta y resuelve el
problema del pecado humano de manera que la gente pueda disfrutar completa comunión con Dios, ahora y en el
siglo venidero.”
Por otro lado, LA EXPIACIÓN BÁSICAMENTE HACE REFERENCIA A LA MUERTE DE CRISTO Y EL PAGO DE NUESTROS
PECADOS POR MEDIO DE SU SACRIFICIO. En la cruz, Cristo expió nuestros pecados y los perdonó al ofrecerse como
un cordero expiatorio. Allí cargó con las consecuencias del pecado de la humanidad. Cuando la justicia de Dios fue
satisfecha en la cruz, Dios reconcilió al hombre consigo mismo (2 Corintios 5:18). Eso hizo Cristo el día que entregó Su
vida y lo hizo por todos y cada uno de los elegidos de Dios.
La obediencia de Cristo, a lo largo de Su vida, acumuló los méritos necesarios pues cumplió la ley a cabalidad de tal
forma que al morir Cristo en mi lugar, dichos méritos pueden ser cargados (imputados) al pecador perdonado. Dios
me trata entonces como si yo hubiese vivido la vida de Cristo. Y así Dios me da entrada al reino de los cielos. “‘LA
EXPIACIÓN’ SE ENFOCA EN LA REMOCIÓN DEL PECADO Y LA ‘PROPICIACIÓN’ EN APLACAR LA IRA… LA EXPIACIÓN
RESULTA EN LA RECONCILIACIÓN DE DIOS Y EL PECADOR AL REMOVER LA CAUSA DE LA IRA.”
Entonces habiendo dicho eso, abordemos el tema de cuál fue la motivación para Su expiación.
Uno de los pasajes que mejor explica cómo ocurrió la expiación del pecador es Romanos 3:23-26 que comienza de
esta manera: “por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su
gracia…”. Dios nos justifica gratuitamente sin pago alguno para nosotros y lo hace por Su gracia “por medio de la
redención que es en Cristo Jesús”. De manera que la gracia de Dios es una de las cosas que motiva a Dios a perdonar
nuestros pecados en Cristo Jesús.
El texto continúa “a quien [refiriéndose a Cristo] Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a
través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios paso por alto los pecados
cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica
al que tiene fe en Jesús”. Hemos visto en primer lugar que la motivación para salvarnos fue Su gracia y esto fue
desarrollado ampliamente en el capítulo sobre Sola Gratia, pero en el texto señalado, hay otra motivación que tiene
que ver con Su justicia.
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Notemos cómo el pasaje dice: “Dios exhibió públicamente como propiciación [a su Hijo] por su sangre a través de la
fe, COMO DEMOSTRACIÓN DE SU JUSTICIA, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos
anteriormente, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús”. SI PASAMOS POR ALTO LA
NECESIDAD DE CUMPLIR LA JUSTICIA DE DIOS EN LA CRUZ, DEJAMOS FUERA UNA PARTE VITAL DE LA EXPIACIÓN
DE CRISTO. Un Dios justo no podía simplemente ignorar la violación de la ley de la misma manera que un Presidente
de la Suprema Corte de Justicia no puede cerrar los ojos ante los violadores de la ley de la nación.
Notemos cómo el texto dice que ‘Dios’ exhibió públicamente a Su Hijo, no los romanos, no los judíos, sino que es
Dios quien cuelga a Su Hijo en la cruz. Si Dios Padre hubiese querido habría podido enviar a todo el mundo a Su
presencia sin ninguna cruz y nadie lo hubiera podido cuestionar porque Él es soberano. Pero eso hubiese dejado Su
justicia perfecta sin reivindicar. En vez de dejar Su justicia y Su santidad sin reivindicar, Dios decidió ‘clavar’ a Su
Hijo en una cruz. “… Para Pablo la justificación estaba relacionada no solamente con la reivindicación de los
pecadores, pero más profundamente con la reivindicación de Dios.”
Por eso el texto termina declarando: “para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo”. Él es
justo porque no dejó Su justicia sin cumplir. Si Dios envía a todos los hombres a la gloria, sin hacer cumplir Su justicia,
entonces no sería justo. Él es justo porque hizo que Su justicia se cumpliera y lo hizo sobre los hombros de Su Hijo.
Al mismo tiempo, Dios es quien justifica en Cristo por medio de la cruz.
La otra motivación para la expiación aparece en Juan 3:16: “De tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que crea en El, no se pierda, más tenga vida eterna”. El amor de Dios envió al Hijo
hasta nosotros. Pero Su amor y Su gracia están íntimamente entrelazados y coexisten de manera inseparable.
Cumplió la ley
Mateo 5:17 dice “no penséis que he venido para abolir la ley o los profetas, no he venido para abolir, sino para
cumplir”. Eventualmente la ley quedaría atrás pero no sin cumplir. LA ABOLICIÓN DE LA LEY TENDRÍA LUGAR
DESPUÉS QUE CRISTO LA CUMPLIERA, DE LA MISMA MANERA PUEDE DECIRSE, QUE LA CONDENA DE UN CRIMINAL
QUEDA ABOLIDA CUANDO ÉL CUMPLE SU CONDENA. El autor de Hebreos nos ayuda a entender lo que pasó cuando
Cristo cumplió la ley:
“Cuando Él dijo: Un nuevo pacto, hizo anticuado al primero; y lo que se hace anticuado y envejece, está
próximo a desaparecer” (Hebreos 8:13).
Durante Su vida, Cristo tuvo sufrimientos físicos, hasta el punto de sudar gotas de sangre y finalmente murió en
nuestro lugar.
En 2 Corintios 5:21 leemos que “al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos
hechos justicia de Dios en El”.
Cristo sufrió el abandono de los suyos y aun del Padre (Mateo 27:46) y sufrió la ira de Dios en la cruz para convertirse
en nuestra propiciación. La palabra ‘propiciación’ implica aplacar la ira como ya hemos mencionado. Es una palabra
del mundo pagano que significa aplacar la ira de un dios por medio de una ofrenda. Aquellos que practican brujería y
hechicería frecuentemente matan animales y toman la sangre y rocían a los participantes en los rituales con sangre
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porque eso aplaca la ira de los dioses que están causando alguna enfermedad o algún desastre natural. Estas
prácticas existen hoy en día dentro de las creencias animistas.
En el caso nuestro, la sangre derramada es la de Cristo. Ese derramamiento de sangre ocurrió en la cruz, donde Jesús
soportó la ira de Dios y, de esa manera, la ira de Dios que existía con anterioridad y que estaba dirigida contra el
pecador, ya no está. NOSOTROS, LOS REDIMIDOS, PODEMOS SUFRIR SU DISCIPLINA AQUÍ EN LA TIERRA, PERO NO
SU IRA, PORQUE LA IRA DE DIOS CAYÓ SOBRE LOS HOMBROS, LAS ESPALDAS DE CRISTO. Su sacrificio volvió a Dios
propicio a nosotros.
Adán peca contra Dios y Dios se vuelve contra Adán. Aun así Dios decide continuar Su plan de redención enviando al
Hijo. Dios se vuelve hacia los hombres y ahora Su Hijo, mi propiciación, permite que Dios pueda ser propicio a mí y
que yo pueda volverme hacia Dios también y recibirlo.
El apóstol Pedro nos enseña: “sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada
de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero
sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo” (1 Pedro 1:18-19).
Nuestra redención no fue sobre la base de ninguna de las obras de la ley, ni de comprar el perdón de pecado como
ocurrió en la época de Lutero, ni de cumplir promesas como sigue ocurriendo hoy, sino sobre la base de la sangre
de Jesús.
Dios había dicho, como expresa el autor de Hebreos, que: “según la ley casi todo es purificado con sangre, y sin
derramamiento de sangre no hay perdón” (9:22). Por tanto el pecado merece la muerte. Entonces, una de dos, o
morimos nosotros o muere alguien en nuestro lugar. El Hijo murió en dicho lugar. Anterior a la cruz, Dios diseñó un
sistema de sacrificios a base del ofrecimiento de animales que eran sacrificados por el pecado del hombre y que
sirvieron de puente hasta que Cristo muriera por el pecador.
Dios aceptó temporalmente la sangre de los corderos y de los toros como pago por los pecados de los hombres
apuntando hacia la venida de Su Hijo para que cuando viniera y derramara Su sangre lo hiciera de una vez y para
siempre. Así dice el autor de Hebreos, que Cristo se ofreció de “una vez para siempre” (7:27).
La expiación es el pago del pecado a través de la muerte de Cristo, la cual fue penal y sustitutiva. Separemos esas
dos palabras:
Penal: Hizo un pago; pagó una deuda; pagó un precio. Cristo hizo un pago por mis pecados y así los
perdonó quedando la pena o la condenación abolida. Eso es lo que implica la palabra penal.
Sustitutiva: nos tocaba a nosotros pagar el precio del pecado, pero Él lo hizo por nosotros.
Otros han usado la palabra “vicaria” para referirse a la muerte de Cristo. Es sinónimo de sustitutiva. Un vicario es un
representante y por eso la Iglesia de Roma llama al papa “vicario de Cristo” o el representante, el sustituto de Cristo
aquí en la tierra, lo cual representa una teología inapropiada.
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El autor de Hebreos nos ayuda a entender con claridad lo que ocurrió en la cruz. Para comenzar, recordemos que
antes de la venida de Cristo, el pueblo judío ofrecía corderos todos los días del año para el perdón de pecados
“porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados” (Hebreos 10:4).
Los machos cabríos dejaban al hombre con la conciencia cargada porque solo otro hombre y sin pecado podía
ofrecerse en su lugar. Otra diferencia entre lo que ocurrió en la época del Antiguo Testamento y el sacrificio de Cristo
es que los sacrificios del judaísmo nunca paraban porque la conciencia del hombre quedaba cargada. Pero Cristo no
vino para “ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con
sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero
ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí
mismo” (Hebreos 9:25-26).
La misma idea aparece en 1 Pedro 1:18. Por eso hablamos de que ha existido una sustitución permanente y una
sustitución temporal. La sustitución permanente es la que Cristo consigue en mi lugar, en la cruz por medio de un
solo sacrificio. Mientras que la sustitución temporal es la que se practicó en el Antiguo Testamento cuando se
sacrificaban los corderos una y otra vez, una y otra vez porque era simplemente temporal.
Calvino tomó una postura muy clara a favor de la expiación limitada. Su compañero de entrenamiento Jacobo
Arminio dijo que la muerte de Cristo potencialmente provee salvación para todo el mundo, pero no efectivamente
para cualquier persona.
LOS CALVINISTAS dicen: La salvación es un puente ANGOSTO al Cielo que sólo lleva a los elegidos allí.
LOS ARMINIANOS dicen: La salvación es un puente ANCHO con todo el mundo en él, pero se quedan sólo a
mitad de camino. Arminio enseñaba que Jesús no pagó realmente por los pecados de nadie, y su muerte no
salvó a nadie. La expiación se limitó a proporcionar la posibilidad de que los hombres sean salvos, si ellos
escogen a Dios, es decir, Jesús tomó la cerradura de la puerta del Cielo, pero dejó a elección nuestra el
abrirla. Los arminianos no creen que la muerte de Jesús pagó por sus pecados: Él no te compra con su sangre;
“Creyente, deje que eso penetre. Lo que Jesús compró por usted fue el permiso para que usted sea salvo, pero
usted tiene que jalar la palanca de su salvación, ya que, en parte, depende de usted ser salvo y permanecer
salvo”. Ellos creen que Cristo murió para hacer posible la salvación de todos los hombres, o que haciendo
algunas otras cosas, cualquier hombre que así lo quiera puede alcanzar la vida eterna; por consiguiente, están
obligados a sostener que si la voluntad del hombre no cede y no se somete voluntariamente a la gracia,
entonces la expiación de Cristo sería ineficaz. Ellos sostienen que no hay nada particular ni especial en la
muerte de Cristo. Cristo murió, dicen ellos, tanto por Judas que está en el infierno como por Pedro, que se
remontó al cielo. Ellos creen que para quienes han sido consignados al fuego eterno, hubo una redención tan
verdadera y real, como para quienes se encuentran ahora ante el trono del Altísimo.
SPURGEON rechazó firmemente esta posición vaga: “Una redención que paga un precio, pero no asegura que es
comprado –una redención que llama a Cristo un sustituto por el pecador, pero que sin embargo permite a la
persona sufrir– es del todo indigno de nuestras aprensiones del Dios Todopoderoso.” Tal creencia nebulosa, insistió,
groseramente deshonra a Dios, sobre todo Su justicia, y distorsiona la finalidad salvífica de Cristo en Su muerte
sustituta.
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¿Ofreció Cristo su vida como sacrificio por toda la humanidad, por cada individuo sin distinción o excepción; o la
ofreció por los elegidos únicamente?
La Expiación Sustitutoria se refiere a cuando el inocente Jesús llevó en la cruz el castigo por los pecadores culpables.
La cuestión es ¿por cuales pecadores culpables y cómo pagó por ellos? Si son todos, entonces, su pago no fue
suficiente para llevar a todos ellos al cielo. La iglesia reformada afirma que Jesús murió sólo por sus elegidos en un
sentido particular por el diseño y el propósito de Dios.
SI LA OBRA EXPIATORIA DE CRISTO ES SUBSTITUTORIA DEBE SER LIMITADA A AQUELLOS QUE CRISTO REALMENTE
REDIME y los aspectos substitutorios de ellos dictan eso. En otras palabras cuando usted tiene por entendido que la
expiación es substitutoria usted debe ver que de cierta manera se aplica a las personas en particular . Esa es la
ramificación inevitable de la expiación vicaria.
SÍNODO DE DORT, dice esto: “La muerte del Hijo de Dios es el único y el más perfecto sacrificio y
satisfacción por los pecados y es de infinito y digno valor, abundantemente suficiente como para expiar
los pecados de todo el mundo”.
Esta doctrina se desprende lógicamente de la doctrina de la elección incondicional, si Dios eligió a un grupo
para que fuera salvo, entonces los efectos redentivos del sacrificio que Cristo debía ser por ellos.
La doctrina afirma que Cristo, en su muerte, intentaba realizar aquello que realizó: limpiar los pecados de los
elegidos de Dios y asegurar que todos ellos alcancen la fe a través de la regeneración y por la fe sean
perseverados para gloria. Cristo no pretendió morir por todos, la prueba de eso, como la Escritura nos
enseña, es que no todos son salvos.
Así es que cuando decimos que la muerte de Cristo fue una expiación suficiente por los pecados de todo el mundo
pero es eficaz sólo para salvar a los elegidos, estamos afirmando precisamente lo que dicen los cánones del Sínodo
de Dort explícitamente: “Que la muerte de Cristo fue de una dignidad e infinito valor” – esas son sus palabras.
Así que la verdadera pregunta no es si la muerte de Cristo fue suficiente como para salvar a todos sino ¿CUÁL FUE EL
PLAN Y EL OBJETIVO DE LA EXPIACIÓN? ¿QUÉ PRETENDIÓ DIOS HACER A TRAVÉS DE ELLO? ¿TUVO EL LA INTENCIÓN
DE SALVAR A PERSONAS ESPECÍFICAS A TRAVÉS DE LA OBRA DE CRISTO EN LA CRUZ? Y si usted contesta esa
pregunta, sí, usted ha afirmado el principio detrás de la posición Calvinista.
Aquí está una pregunta aún más importante. ¿Serán cumplidos finalmente todos los propósitos de Dios al enviar a
Cristo a morir? ¿Pretendió Dios algo mediante la expiación que no llegará a pasar? ¿Hay algún propósito en la
muerte de Cristo que finalmente será frustrado? Y si usted hace esas preguntas pone la importancia de todo el
asunto en una luz completamente diferente y más clara. Y CREO QUE LA OBRA EXPIATORIA DE CRISTO EN LA CRUZ
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FINALMENTE CUMPLIRÁ PRECISAMENTE LO QUE DIOS PLANEÓ QUE SE CUMPLIERA, NI MÁS NI MENOS. Si usted
cree que Dios es verdaderamente soberano finalmente usted llegará a esa posición.
Antes de entrar en materia propiamente dicha, hagamos otra pregunta: ¿Había personas en el infierno cuando
Cristo murió en la cruz? LA RESPUESTA ES CLARA: SÍ.
Entonces: ¿Eran esas personas redimibles a través de la sangre de Cristo? ¿Podían ellos salir del infierno después
que Cristo se sacrificó? LA PALABRA DE DIOS ES INCUESTIONABLE: CLARO QUE NO. Dios ha decretado que el
hombre muera una sola vez y después de eso, el juicio (Hebreos 9:27). En la parábola de Lázaro y el hombre rico
(Lucas 16:19-31), vemos cómo aquellos que han cruzado el umbral de la eternidad no pueden cambiar su destino ni el
destino de aquellos que esperan en la tierra. El sacrificio de Cristo no fue para los que ya estaban en el infierno
cuando Él fue clavado.
“De hecho, Spurgeon lo expresó bien: Si Cristo en Su propia cruz quiso salvar a todo hombre, entonces Él se
propuso salvar a aquellos que ya habían sido condenados antes de morir Él. Si la doctrina de que Él murió
por todos los seres humanos fuera cierta, entonces Él murió por algunos que estaban en el infierno antes
de que Él viniera a este mundo porque sin lugar a dudas que había miríadas (multitudes) que habían sido
condenados por su pecado.”
Usted finalmente no puede librarse de los aspectos limitados y particulares de la expiación si usted cree que la
muerte de Cristo en la cruz fue substitutoria. Déjeme ilustrarlo:
¿Sufrió Cristo por los pecados de Faraón, en lugar de Faraón, y en su lugar? SEGURAMENTE NO, porque
cuando Cristo murió en la cruz Faraón ya estaba en el infierno sufriendo por su pecado.
Los que sufren en el infierno, sufren por su propio pecado. Cristo no sufre en su beneficio y en su lugar de
la misma forma que Él lo hizo por las personas que son finalmente redimidas y escapan del infierno . Ese es
un punto muy obvio si usted lo piensa.
La expiación Substitutoria y los aspectos substitutorios de la expiación son finalmente algo que pertenece
solo a los elegidos. No hay escape de ello. Él llevo su castigo a fin de que no sufrieran. Si Él había sufrido en
forma vicaria por los pecados de Judas de la misma forma que El sufrió en forma vicaria por Pedro entonces
Judas no estaría sufriendo ahora mismo por sus pecados. Esa es la ramificación inevitable de la expiación
vicaria.
Si al momento de morir Cristo había personas en el infierno y ellas no eran redimibles, pues entonces Cristo no
murió por ellas. Por tanto, antes de continuar, creo que hemos probado de manera deducible que Cristo no murió
por todos los hombres. Sin embargo, ese argumento no es suficiente para sostener una doctrina tan cardinal como
esta.
Igualmente podríamos decir que, si existe alguna razón para entrar a la gloria es que Cristo pagó por el pecado del
ser humano. Y si existe una razón para ir al infierno es porque esos pecados no han sido pagados . Si Cristo pagó por
los pecados de toda la humanidad, entonces y luego de Él haber pagado por todos los pecados, hay personas que
terminan en el infierno, esos que se van al infierno tendrán sus pecados pagados dos veces: 1) los pagó Cristo en la
cruz y 2) los pagan ellos otra vez al irse al infierno. Pareciera que no tiene mucha lógica. Pero de nuevo, ese
argumento deductivo no es suficiente para avalar la doctrina de que Cristo solo pagó por los pecados de Sus elegidos.
A esta última la llamamos doctrina de la ‘expiación limitada,’ o ‘redención particular’, para significar que Cristo murió
por un grupo particular de personas. Veamos ahora los textos bíblicos.
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Todos sabemos que la muerte de Cristo ocupa un lugar central en la obra de redención. Si no hubiese muerto,
nadie podía ser salvo.
¿Qué intento lograr con su muerte? (¿Cualquiera puede salvarse o salvar eficazmente a muchos?)
¿Cuál fue la intención de Cristo? ¿Para qué vino Cristo? ¿Porque murió en la cruz del calvario?
¿Fue para hacer posible que cualquiera (tal vez) pudiera salvarse o Cristo vino para salvar con seguridad a
un gran grupo de personas?
Juan 10:1-4 ''De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube
por otra parte, ése es ladrón y salteador. Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre
el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera
todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz."
¿Quiénes son las ovejas de Cristo? Ellas le siguen, escuchan su voz, y la razón de todo eso es porque le pertenecen a
Él. Él las llama por nombre y son propias. Estas ovejas no llegaron a ser suyas porque creyeron en él, SINO QUE ESTAS
OVEJAS CREYERON EN ÉL PORQUE ERAN SUYAS. Las ovejas saben quién es su pastor.
Juan 10:11-16 "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es
el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las
ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el
buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas
también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor."
En el v.16, vemos que tiene otras ovejas que no son de su redil. Son los que no son judíos, de Israel, sino que somos
los gentiles, nosotros. ¡No habían nacido ni siquiera y ya son de Él! El dice ''tengo'' y no dice ''tendré'' porque ya son
suyas.
¿Cómo es que todas esas ovejas llegaron a ser suyas? Pues eso se ve en la doctrina de la elección incondicional.
Efesios 1:4-6 según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin
mancha delante de Él. En amor. Nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo,
conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha
impartido sobre nosotros en el Amado.
Efesios 1:13-14 En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado
como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios , para alabanza
de su gloria.
Juan 10:27-29 "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre."
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¿Por qué le pertenecemos a Cristo? Porque el Padre, desde antes de la fundación del mundo, nos vio como un
regalo a Cristo.
Juan 6:35 "Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree,
no tendrá sed jamás."
Juan 6:36-39 “Pero ya os dije que aunque me habéis visto, no creéis. Todo lo que el Padre me da, vendrá a
mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi
voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y ESTA ES LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIÓ: QUE DE TODO LO
QUE ÉL ME HA DADO YO NO PIERDA NADA, sino que lo resucite en el día final”.
¿CUÁL ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA LA SALVACIÓN? QUE NINGUNO DE LOS QUE EL PADRE LE HA DADO A
CRISTO, SE PIERDA. Si alguno se pierde es porque el Padre no se lo dio al Hijo.
La idea principal de esto es que tu corazón se llene de gozo y de alegría, al saber que FUISTE DADO A CRISTO POR EL
PADRE, DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DE MUNDO.
Juan 17:2 “por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú
le has dado”.
Jesús vino con autoridad sobre todos, pero con una sola misión que fue dar vida eterna a aquellos a quienes el
Padre le había entregado.
Juan 17:5-9 "Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el
mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste,
y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que
salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me
diste; porque tuyos son…"
De nuevo, Cristo ha hecho algo especial por un grupo y ese grupo tiene que ver con las personas que el Padre le dio
al Hijo, y Cristo les manifestó Su nombre a ellos. PERO NO A TODOS, CONFORME A ESTE TEXTO. Cristo en las
últimas horas antes de Su muerte, está orando de manera concentrada y dice al Padre que estaba rogando por un
grupo, pero que ese grupo no incluye a todo el mundo, sino solo “los que me has dado” por las ovejas que el Padre
le dio, no por el mundo. Acá encontramos otra vez, donde estamos nosotros otra vez en la biblia.
Más adelante, Jesús pide por otro grupo futuro, pero ese grupo futuro no incluye toda la humanidad:
Juan 17:20-21 “Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de
ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en
nosotros”.
En ese momento, Jesús oro por ti y por mí. Porque el Padre nos escogió soberanamente para que fuéramos de Cristo.
Fue por esa razón y no por ninguna otra que respondimos ''favorablemente'' al llamado del evangelio:
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NO ERA:
Porque teníamos un corazón menos duro.
Porque éramos menos impíos.
Porque éramos más sensibles espiritualmente.
¡NO! Nosotros vinimos a Cristo porque el Padre nos trajo hacia Cristo.
Aquellos que no son ovejas de Cristo, tienen oídos abiertos a muchas cosas menos a la voz del Señor, observemos:
Juan 10:24-26 "Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo,
dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de
mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas,…"
Los judíos se quejaron de que Cristo no era claro al hablar y que, por eso, ellos no podían creer. Jesús responde que
ese no era el problema; Él ha sido claro. Y entonces les explica dónde radica la dificultad: “Pero vosotros no creéis
porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (vv. 26- 27).
Las ovejas de Cristo manifiestan que son suyas porque escuchan su voz y le siguen. Puede ser que las ovejas por un
tiempo se resistan, y que caminen extraviadas de aquí para allá. Sin embargo, tarde o temprano, reconocerán la voz
del pastor y vendrán a Él en arrepentimiento y fe.
Juan 10:27-28 "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano."
Juan 10:29-30 "Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre. Yo y el Padre uno somos."
¿Podemos ver que hay un grupo particular a los que Cristo se refiere de múltiples maneras?:
Él dijo que vino con autoridad para dar vida eterna solo a ese grupo, ‘a los que me diste’ (Juan 17:2).
Cristo dijo que había un grupo que no creía en Él, no porque Jesús no hablaba claro, sino porque ellos no eran
de Sus ovejas (Juan 10:26-27).
Jesús solo manifestó Su nombre a un grupo… a los que me diste (Juan 17:6).
En las últimas horas, solo oró por un grupo: ‘los que me diste’ (Juan 17:9-10) ‘y los que creerán en mí’ (vv. 20-
21).
¿Qué es lo que hace Cristo por estas ovejas que son suyas por derecho de posesión?
Cristo, realmente ama a cada una de sus ovejas, aún desde antes de venir al redil, al punto de dar
su vida por ellas.
Juan 10:16 "También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi
voz; y habrá un rebaño, y un pastor."
Ahí estabas tú. Cristo dice aquí que estaba detrás de cada cosa para la historia de tu salvación. Él te estaba atrayendo
personalmente. El amor de Cristo es personal.
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Una de las cosas importante es que Cristo no solo se presenta como el Pastor de las ovejas sino que es la puerta del
redil.
Juan 10:9 "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos."
La única forma de entrar es a través de Cristo, y con arrepentimiento y fe. Descansando en Él para la salvación de
nuestras almas. Fuera de Jesucristo no existe ninguna posibilidad de salvación. Cristo NO dice: "Yo soy una puerta
entre muchas, sino yo soy la puerta".
Juan 14:6 "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Cristo como el buen pastor salva a sus ovejas muriendo por ellas.
Juan 10:11 "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas."
En palestina los pastores morían accidentalmente cuando cuidaban a sus ovejas, venía un lobo o un oso, y mataba al
pastor. Pero la muerte de Cristo no fue un accidente.
Juan 10:17 "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar."
Juan 10:18 "Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder
para volverla a tomar."
Juan 10:12-13 "Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y
deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es
asalariado, y no le importan las ovejas."
¿Ven la diferencia? Cristo como buen pastor da su vida, pero el asalariado huyen porque ¡NO SON SUYAS!
En la ''mishná'', que es el conjunto de leyes de Israel, se establecía que si un lobo atacaba al rebaño, el pastor
asalariado debía protegerlas. Pero si eran dos lobos se daba por sentado que no había nada que hacer. Por lo tanto,
esos pastores asalariados podían salir huyendo y no tendrían que responder por las ovejas que estaban cuidando.
Juan 10:14-15 "Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me
conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas."
Cristo en:
Juan 10:10 "He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia."
Solo sería posible a través de su muerte. ¿Qué paradójico no? Pensemos en esto:
¿Qué pasaba con un rebaño de ovejas, si el lobo las atacaba y mataba al pastor? ¿Qué pasaba con las ovejas? Eso
implicaba la perdición de las ovejas, porque quedaban sin protección. PERO EN ESTE CASO, LA MUERTE DEL BUEN
PASTOR SIGNIFICA LA VIDA DE LAS OVEJAS.
11
De manera que Cristo NO murió en la cruz del calvario de manera de ''hacer posible, que alguien, tal vez, se
pudiera salvar, pero sin asegurar la salvación de alguien''. ¡NO! Cristo murió por sus ovejas, aquellas que el Padre
les dio, a las cuales conoce por nombre y a LAS CUALES EL INFALIBLEMENTE SE HABÍA PROPUESTO SALVAR.
LA MUERTE DE CRISTO EN LA CRUZ FUE DISEÑADA PARA SALVAR CON TODA SEGURIDAD A TODOS AQUELLOS QUE
FUERON ESCOGIDOS POR EL PADRE DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO. Cristo murió por todos ellos,
que evidenciaran ser de Cristo, escuchando su voz y siguiéndole.
Isaías 53:4-6 "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; MAS JEHOVÁ CARGÓ EN ÉL EL PECADO DE
TODOS NOSOTROS."
Jehová cargo en Él todo nuestros pecados. Es por eso que este pasaje concluye diciendo esto:
Isaías 53:11 "Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento JUSTIFICARÁ
mi siervo justo A MUCHOS, Y LLEVARÁ LAS INIQUIDADES DE ELLOS."
En la historia del nacimiento de Jesús podemos observar la charla de José, y el ángel del Señor…
Mateo 1:18-21 "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería
infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en
sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado,
del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,…"
Él no vino a hacer posible que quizás alguno se salve. ¡No! Él salvará a su pueblo de sus pecados. Nada ni nadie
podrá impedir que eso ocurra.
Marcos 10:45 "Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos."
Hechos 20:28 "Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre."
Cuando Cristo derramo su sangre en la cruz, ganó para Él una iglesia, que está compuesta por hombres y mujeres
concretos, con nombre y apellido.
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2 Corintios 5:21 "Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia
de Dios en El."
Cristo fue hecho pecado en nuestro lugar y Dios derramó sobre Él su ira, la que nosotros merecíamos. SI CRISTO
HUBIERA HECHO LO QUE HIZO EN LA CRUZ POR TODOS LOS HABITANTES DEL PLANETA TIERRA, TODOS LOS
HABITANTES DEL PLANETA TIERRA TENDRÍAN QUE SALVARTE. ¿Sabes porque? Porque Dios no es injusto y no va a
castigar el mismo pecado dos veces.
Si ya Cristo fue hecho pecado por mí, ya no me puede castigar, pues alguien pago por mí. Si Él hizo eso por todos
los habitantes del planeta, el infierno va a estar vació, porque Dios no va a castigar el mismo pecado dos veces .
Pero Cristo hizo eso por sus ovejas, a las cuales puso en su cuenta su justicia perfecta. Dios nos ve ahora como si
nunca hubiésemos roto un plato.
Es imposible que una de las ovejas por las que Cristo murió termine en el infierno. No solo por todos los pecados
fueron pagados en la cruz, sino que disfrutamos de la justicia perfecta de Cristo, que nos fue acreditada, puesta en
nuestra cuenta, por medio de la fe.
Gálatas 1:3-4 "Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí
mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios
y Padre."
¿Ven que no fue accidental? Él se dio a sí mismo por nuestros pecados y todo eso conforme a la voluntad de Dios y
Padre.
En Efesios 5:25-27 Pablo hace una comparación entre la relación con Cristo y su iglesia, la relación entre los esposos
y sus esposas. Aquí está el verdadero asunto sobre la expiación. Ahora ¿en qué sentido Cristo compró la Iglesia? En
Efesios 5 Pablo utiliza un lenguaje que evoca la metáfora de un precio de matrimonio. EFESIOS 5:25, “Maridos, amad
a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”.
No por sus enemigos, sino por ella. Así es que Cristo compró la Iglesia con Su sangre. Porqué razón, EFESIOS 5:26-27,
“para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí
mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha”.
Pero esta comparación no tendría ningún sentido si Cristo se hubiese entrado en la cruz por todas las personas sin
distinción. Los esposos cristianos, deben mostrar cierta clase de amor por todo el mundo, pero hay un tipo de amor
y relación que cada uno tiene con su esposa.
Aquellos por quienes Cristo murió los amó con la clase más elevada y pura de amor, es un amor particular. Su
paralelo terrenal más cercano es el amor de un esposo para con su esposa, y es un amor especial. No es otorgado
indiscriminadamente a todo el mundo de la misma manera. Ese amor se ha reservado sólo para la prometida.
De hecho ¿cómo llamamos a un hombre que comparte el amor conyugal con su vecina y no lo reserva
exclusivamente a su esposa? LE LLAMAMOS UN ADÚLTERO. ¿Cómo llamaría usted a alguien quien
indiscriminadamente muestra a cada mujer un deseo ardiente e intenso que el hombre reserva sólo a su esposa?
LE LLAMARÍAMOS UN MUJERIEGO.
El amor de Cristo para con Su Iglesia es puro. Es más sensible, más personal, y un amor infinitamente mayor que el
amor de un marido para con su esposa. No hay nada obligatorio acerca del amor de Cristo para con la Iglesia. Él los
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ama porque Dios los escogió y se los entregó a Él. Murió por ellos en un sentido particular. De la misma manera Cristo
tiene una relación con su esposa que no tiene con nadie más. Porque por ella dio su vida, para santificarla a ella.
Porque Él va a presentarse a esa iglesia como perfecta, gloriosa, sin mancha, ni arruga.
Es por eso que la doctrina se la denomina por los teólogos como ''Redención Particular'' o ''Expiación Limitada''. No
porque estemos ''limitando'' en algún sentido el valor o eficacia de la sangre que Cristo derramó en la Cruz, sino
que esa sangre fue derramada con el propósito particular de salvar realmente y efectivamente a todos aquellos por
quienes Cristo murió.
Los que limitan la eficacia de la muerte de Cristo en la cruz son aquellos que dicen que Cristo murió por todo el
mundo. "CRISTO MURIÓ EN LA CRUZ PARA COLOCAR AL MUNDO ENTERO EN LA CATEGORÍA DE (PERDONABLES),
PERO NO PARA PERDONAR A NADIE Y PARA QUE LUEGO DEJAR EN NUESTRAS MANOS EL RESTO DE LA HISTORIA".
O SEA, QUE LA MUERTE DE CRISTO VA A SER EFICAZ, SOLO SI YO HAGO MI DECISIÓN POR CRISTO, QUE EL PECADOR
HAGA ESTA DECISIÓN Y ESTO ES IMPOSIBLE Y ABSURDO.
Según esta doctrina, "ya Cristo hizo su parte muriendo por todos en la cruz", ahora depende enteramente de cada
hombre que esa obra de salvación venga a ser eficaz si ellos deciden "aceptar a Cristo en sus corazón". Frase que
por cierto no existe en ninguna parte de la Biblia.
El problema es, que según la biblia misma, ningún hombre vendrá a Cristo naturalmente (Doctrina de la Depravación
Total)
Romanos 3:11 "No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios."
A menos que Dios Padre haga una obra previa en nuestra voluntad, nadie querrá venir (Doctrina del llamamiento
eficaz).
Cuando Cristo murió en la cruz del calvario, no solo pago todos tus pecados, sino que también compró para ti fe y
arrepentimiento. Por una razón desconocida por nosotros, Dios te escogió a ti para ser salvo según el puro afecto de
su voluntad y Cristo murió para hacer esa salvación efectiva.
NOSOTROS NO TENEMOS EL RESULTADO FINAL. Cristo murió para salvar a Su pueblo de sus pecados. Cristo murió
para dar Su vida por rescate por muchos. Cristo murió para ganar una iglesia. Cristo murió para librarnos del
presente siglo malo. Cristo murió para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí, un pueblo propio celoso
para buenas obras, según Tito 2:14.
Muchos son los que afirman que la expiación de Cristo o Su muerte es ilimitada. En Romanos 6:1-9, nos
encontramos con un pasaje que sería imposible de interpretar si creemos en una expiación ilimitada. Veamos:
¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De ningún modo!
Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O NO SABÉIS QUE TODOS LOS QUE
HEMOS SIDO BAUTIZADOS EN CRISTO JESÚS, HEMOS SIDO BAUTIZADOS EN SU MUERTE? Por tanto, hemos
sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. PORQUE SI HEMOS
SIDO UNIDOS A ÉL EN LA SEMEJANZA DE SU MUERTE, CIERTAMENTE LO SEREMOS TAMBIÉN EN LA
SEMEJANZA DE SU RESURRECCIÓN, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para
que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el
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que ha muerto, ha sido libertado del pecado. Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos
con El, sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no
tiene dominio sobre Él.
Recordemos que todos los que hemos nacido de nuevo, hemos sido bautizados en Cristo. El versículo 3 señala: “¿O
no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?” . Con
esto, Pablo nos está dejando ver que el haber creído para salvación es equivalente al haber sido bautizado en Su
muerte, porque es Su muerte la que nos trae perdón de pecados.
Si entendemos eso, podemos pasar al próximo paso de la argumentación que aparece en el versículo 5: “Porque si
hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su
resurrección”.
En ese versículo se nos deja ver con claridad que cada persona que ha sido bautizada en Cristo, en Su muerte (cada
persona por la que Cristo murió), tiene la certeza de que resucitará en el día final con Él. Esta es una verdad que se
reitera en el versículo 8: “Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él”.
¿Por qué decimos que la expiación ilimitada es imposible a partir de ese versículo? Porque si Cristo murió por
todos los seres humanos, eso implica que todas las personas han sido bautizadas en Su muerte y si todos han sido
bautizados en Cristo, entonces todos los seres humanos resucitarán con Cristo para salvación. Pero esa es la
posición universalista y no la posición bíblica.
¿Qué hacemos con los textos que parecen enseñar que dicen que Cristo murió por todo el
mundo y no solo por los creyentes?
A lo largo de los años, muchos son los que han elevado objeciones en contra de la posición de la ‘expiación limitada’.
Estas objeciones se basan en varios pasajes del Nuevo Testamento:
Juan 1:29: “Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo’’.
2 Corintios 5:19: “A saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando
en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la
reconciliación’’.
En estos pasajes, el argumento frecuentemente tiene que ver con el entendimiento de la palabra MUNDO.
SABEMOS POR ESTOS MISMOS PASAJES QUE LA PALABRA MUNDO AQUÍ NO SIGNIFICA EL CIEN POR CIENTO DE LOS
INDIVIDUOS. De ser así, entonces, ¿cómo entenderíamos la frase: “Dios estaba reconciliando al mundo consigo
mismo”? Si la palabra mundo significa toda la humanidad, entonces toda la humanidad iría a la presencia de Dios
porque entonces toda la humanidad quedó reconciliada con Dios a través de la muerte de Cristo.
Necesitamos entender que, para los judíos de aquella época, el Mesías venía solo para ellos. Los judíos creían todo
el tiempo que la salvación era a través de Abraham y que solamente ellos se iban a salvar . De hecho muchos judíos
del primer siglo creían que los gentiles fueron creados por Dios como combustible para mantener el infierno
prendido, literalmente. Y Dios les estaba ayudando a entender que no. Que Cristo vino por gente de todo pueblo,
tribu y nación.
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La palabra mundo en el Nuevo Testamento frecuentemente significa TODO TIPO DE PERSONA SIN DISTINCIÓN,
PERO NO EL CIEN POR CIENTO DE LOS INDIVIDUOS SIN EXCEPCIÓN. Lo que acabo de mencionar es evidente en
varios pasajes de las Escrituras.
Cuando Pablo estuvo en Éfeso y la ciudad comenzó a responder al evangelio, mucha gente que practicaba la magia
comenzó a quemar sus libros (Hechos 19:19) y templecillos de la diosa Diana. Entonces se produjo un gran
alboroto. Como resultado, esto es lo que ocurrió:
Hechos 19:26-27 “Y veis y oís que no sólo en Éfeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una
gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los dioses hechos con las manos no son dioses
verdaderos. Y no sólo corremos el peligro de que nuestro oficio caiga en descrédito, sino también de que el
templo de la gran diosa Diana se considere sin valor, y que ella, a quien adora toda Asia y EL MUNDO
ENTERO, sea despojada de su grandeza”.
Prestemos atención a cómo el texto señala que el mundo entero adoraba a la diosa Diana, lo cual no era cierto . La
expresión ‘EL MUNDO ENTERO’ HABLA DE TODO TIPO DE PERSONAS Y EN MÚLTIPLES LUGARES. Lo mismo ocurre
cuando la Palabra da a entender que Cristo murió por el mundo entero.
En Hechos 24:5 vemos un uso parecido de la frase ‘mundo entero’. Y así aparece escrito por Lucas : “Pues hemos
descubierto que este hombre es verdaderamente una plaga, y que provoca disensiones entre todos los judíos por
el mundo entero, y es líder de la secta de los nazarenos”.
Pablo no había causado divisiones y problemas en el mundo entero, pero su presencia había originado discusiones
en múltiples lugares. Había muchas regiones en las que Pablo no había estado. No había estado en Roma, por
ejemplo, ni en el área de España adonde quería llegar. ‘Por el mundo entero’ se entiende como una expresión que
abarca mucho, o gran territorio, como lo vimos más arriba, y a la humanidad en general. CIERTAMENTE CRISTO
MURIÓ POR TODO TIPO DE PERSONAS: HINDÚES, CHINOS, AMERICANOS, PERUANOS, DOMINICANOS; POR
PERSONAS DE RAZA CAUCÁSICA Y POR PERSONAS DE RAZA NEGRA; POR HOMBRES ALTOS Y POR PEQUEÑOS; POR
MUJERES, ETC.
Entonces, Cristo murió por todos los hombres sin distinción, pero no por todos los hombres sin excepción. Esa es
una diferencia. Cristo murió por todos los hombres sin distinción de sexo, de edad, de género, de nacionalidad pero
no por todos los hombres sin exceptuar a ninguno.
La siguiente objeción tiene que ver con el pasaje de 2 PEDRO 3:9 que dice: “El Señor no tarda en cumplir su promesa,
según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino
que todos vengan al arrepentimiento”. Para entender este pasaje, la Palabra tendrá que interpretar a la Palabra. El
pasaje de 2 Pedro que acabamos de ver parece decir que Dios quiere que todos vengan al arrepentimiento; pero
sabemos que no todos se arrepienten.
¿Significa eso que hay cosas que Dios desea que no puede cumplir? No, de acuerdo a Isaías 46:10-11: “Todo lo que
quiero realizaré”. Dios declara a través de este profeta que todo lo que Él quiere o desea lo lleva a cabo. Si es así
entonces, ¿cómo es que el pasaje de 2 Pedro dice que Dios quiere que todos vengan al arrepentimiento, pero no
ocurre? La respuesta a esta pregunta radica en el hecho de que la palabra “todo” en el Nuevo Testamento,
raramente, significa el cien por ciento de los individuos.
En Juan 6:39, la palabra ‘todo’ significa solamente aquellos a quienes el Padre le ha dado al Hijo:
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“Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no pierda nada, sino que lo
resucite en el día final”.
Creo que está claro en este pasaje que cuando Jesús fue levantado (crucificado), Él no atrajo a todo el mundo hacia
Él, pero sí atrajo a todo tipo de personas.
En Mateo 10:22, vemos de nuevo que la palabra “todo” solo puede significar todo tipo de personas y no otra cosa: “Y
seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo”. No todo el
mundo odió a los discípulos o a los cristianos en general.
Si la palabra ‘todos’ implica el cien por ciento de las personas, entonces el texto de 1 Timoteo 4:10 parecería apoyar
la doctrina del universalismo (toda la humanidad será salva) y esa posición no es bíblicamente congruente. Hay
aspectos universales de la obra expiatoria de Cristo; Hay un sentido legítimo en el cual Cristo se colocó como El
Salvador de todo el mundo. El Salvador de todos los hombres y Señor de todos. Y el Único en quien todos los
hombres en todas partes se les ordena creer. Y HAY OTRO SENTIDO EN EL CUAL ÉL ES ESPECIALMENTE EL SALVADOR
DE AQUELLOS QUE CREEN. Ese es exactamente el significado de 1 TIMOTEO 4:10, lo cual es el versículo que pienso,
mejor que cualquiera en la Escritura, establece toda esta pregunta.
1 Timoteo 4:10 dice: “Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el
Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, ESPECIALMENTE DE LOS CREYENTES”.
Este comentario de CARL TRUEMAN es de gran ayuda: “Así, ‘todo’ en 4:10 se refiere nuevamente a todo
tipo de personas y al amor de Dios que es universal en el sentido de que no es restringido a ninguna
categoría social. Así Dios está ciertamente disponible a todo tipo de personas porque hay un solo Dios y un
mediador; pero eso es una realidad solamente para aquellos que actualmente creen.”
R.B. KUIPER, dijo que él prefería hablar de Cristo muriendo “ESPECIALMENTE POR LOS ELEGIDOS EN VEZ DE
SÓLO PARA ELLOS”. Y esa parece ser una buena perspectiva Bíblica. Para aquellos que creen que Cristo es
Salvador en un sentido especial y particular. Su muerte tiene una referencia particular hacia ellos en el plan
supremo de Dios. Y eso es lo que quiere decir redención particular.
El teólogo CURT DANIEL da una ilustración útil de cómo esto es cierto. Él señala la parábola en MATEO 13:44,
donde un hombre encuentra un tesoro escondido en un campo y Jesús dice esto: “Además, el reino de los
cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y
gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” Él compra el campo y por
consiguiente él compra el tesoro. El tesoro fue el objeto y la meta de su compra. El tesoro fue la razón de su
gran placer. El tesoro era la razón por la que él hizo este trato en primer lugar pero él no sólo compró el
tesoro, él compró todo el campo. Esa es una buena manera, de ver en la obra expiatoria de Cristo.
Finalmente leemos en Marcos 1:5 “Y acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando
sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán”. Mucha gente de Judea y de Jerusalén acudió a ver y a escuchar
a Juan el Bautista, pero no todos. Creo que estos ejemplos son suficientes para probar que en el Nuevo Testamento,
la palabra ‘todo’ no significa el cien por ciento de las personas, pero sí todo tipo de personas.
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Hebreos 2:9 "Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y
de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por
todos."
Déjame darte un ejemplo: Si te digo a ti que estábamos en una fiesta y que estaba ''todo el mundo'' ¿Tú realmente
crees que estaba todo el mundo del planeta o estaba hablando de un grupo de personas en particular? La biblia
usa la palabra todos de la misma manera.
Hebreos 2:10-13 "Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas
subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la
salvación de ellos. Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la
congregación te alabaré. Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio."
¿Quiénes son esos todos? Los hijos que Dios le dio a Cristo.
1 Juan 2:2 "Cristo es… "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros [judíos],
sino también por los de todo el mundo [toda lengua, linaje, nación]."
Cuando el Apóstol Juan usa la palabra ''mundo'' en sus cartas, la usa de dos formas diferentes:
JUAN CALVINO (1509-1564) SE MANTUVO FIRME SOBRE LA DOCTRINA DE LA REDENCIÓN PARTICULAR Y ARTICULÓ
QUE LA BIBLIA ENSEÑA CLARAMENTE QUE LA MUERTE DE CRISTO LLEVA A CABO EFECTIVAMENTE LA SALVACIÓN
PARA AQUELLOS QUE ÉL ESCOGIÓ SALVAR.
Al Escribir sobre 1 Juan 2:2 Calvino dijo esto: “Bajo la palabra todos él no incluye a los reprobados sino que él se
refiere a todo los que creerían y aquellos que se esparcieron a todo lo largo de las diversas regiones de la tierra”.
Calvino tomó una postura muy clara a favor de la expiación limitada. Cristo, vino a propiciar los pecados, no solo
de los judíos sino los de todo el mundo (toda lengua, linaje, tribu, nación). Sí Cristo propició o quitó la culpa de
todos los habitantes del planeta de todo el planeta tierra nadie pudiera perderse. Pero el mismo Juan dice en esta
carta que hay Hijos de Dios, Hijos del diablo y que Cristo murió por unos y no por otros.
1 Juan 3:1, 10, 16 "1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto
el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del
diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 16 En esto hemos conocido
el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los
hermanos."
CONCLUSIÓN
La doctrina de la expiación ilimitada es quizás la más difícil de aceptar para muchos creyentes. Pero en gran medida
esto se debe a que, desde temprana edad, hemos oído que Cristo murió por el mundo entero. Y en un sentido, eso es
cierto como explicamos más arriba, si entendemos como ‘mundo entero’, el hecho de que Cristo murió por personas
de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Ya vimos la demostración de esta verdad.
Por otro lado, de manera personal, se me hace difícil pensar que personas por las que Cristo pagó con sangre
terminen en el infierno (expiación ilimitada). Es más congruente pensar que cada persona por la que Cristo dio Su
sangre termina en la presencia de Dios justamente porque corresponde al grupo que el Padre le ha dado al Hijo,
como los textos anteriores claramente señalan.
Las doctrinas de la gracia forman un todo monolítico. Tiene sentido que si Dios Padre hizo la elección en la eternidad
pasada, esa elección sea consistente con el sacrificio que Su Hijo vino a ofrecer. ¿Vendría Cristo a morir por
personas que Su Padre no eligió desde antes de la fundación del mundo? ¿Cuál sería el propósito de morir por
personas no elegidas que no tendrían salvación? DE HABER SIDO ESE EL DISEÑO, LA MUERTE DEL HIJO POR ESE
GRUPO NO ELECTO, SERÍA UN SINSENTIDO PORQUE NO TENDRÍA NINGÚN PROPÓSITO.
Cristo, el buen pastor, dio su vida por sus ovejas, aquellas que el padre le dio desde antes de la fundación del mundo.
Por amor a esas ovejas derramó Su sangre en la cruz del calvario para asegurar infaliblemente (con toda seguridad)
que esas ovejas sean salvas.
Hebreos 12:2 "Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de
él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
El no fue a la cruz diciendo: "Yo voy a morir haber, tal vez, quizás, si alguno pudiera salvarse''. ¡NO! El estaba
pensando en Ti en la cruz. Él decía: ''Wow, que dolor tan grande es este, recibir en mi carne toda la ira de mi Padre;
pero aun así tengo gozo en corazón, porque yo sé que por esta muerte, ustedes van a ser salvos".
El amor con el que Dios te ha amado y te ama es sencillamente incomprensible. No interpretes el amor de Dios a la
luz de tus circunstancias, interpreta tus circunstancias a la luz del amor de Dios; porque Él está obrando en tu vida
de muchas maneras para hacerte semejante a Su hijo, a veces es doloroso, pero es para hacerte semejante a Su hijo;
sin embargo no te quepa la menor duda que todo lo que el decreta para tu vida cumplirá el mismo propósito de amor
por el que fuiste elegido.
Romanos 8:30-34 "Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y
a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el
que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por nosotros."
Eso significa que tu salvación está completamente segura. Él te escogió porque te ama; Él envió a Su hijo a morir por
ti porque te ama; Él te preservará hasta el fin, hasta que estés en su presencia, glorificado, porque Él te ama.
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Romanos 8:37-39 "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro''.
2 Corintios 5:14-15 "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego
todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y
resucitó por ellos."
¿Quiénes son esos todos? Aquellos por quien Cristo murió y resucitó. Nuestras vidas no son nuestras, fuimos
comprados por precio. Medita en ese amor inmensurable con el que Cristo te ha amado y te ama, medita en eso
hasta que ese amor llene tu corazón por pasión por el buen pastor, quien dio su vida por sus ovejas y en cuya lista
estaba tu nombre.
Pero recordemos que nadie tiene que averiguar primero si fuiste escogido para salvación para entonces venir a Cristo
para salvación y fe. ¡NO!
Todo lo que necesitas es: Saber es que Cristo murió en la cruz del calvario porque es imposible que el pecador se
salvara. Tú necesitas reconciliarte con Dios a través de la persona y la obra de Cristo. Él es la puerta y Él ha prometido
no desechar a nadie que venga a Él clamando por misericordia.
No llenes tu mente pensando: "¿Seré yo uno de los elegidos?". ¡No! arregla tus cuentas con Dios, porque es a través
de la oferta del evangelio que Cristo salva a sus ovejas.
Mateo 11:28 "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar."
Juan 6:35 "Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí
nunca tendrá sed."
Todo lo que tienes que hacer es venir, arrepentido de tus pecados, confiando únicamente en Cristo y él se encargará
del resto, todos los pecados te serán perdonados y recibirás gratis por gracia, el don de la vida eterna en Cristo.
Recordemos siempre que justo no es lo que nuestra mente finita concibe, sino todo lo que Dios hace porque ese es
Su carácter. Y si eso que Él hace es revelado, entonces es nuestra responsabilidad creerlo.