Evaluacion II D Penal III
Evaluacion II D Penal III
Evaluacion II D Penal III
EVALUACIÓN SUMATIVA II
Venezuela fue calificada como el quinto país del mundo con mayor cantidad de
secuestros y después de México, que ocupa el primer lugar en esa calificación, como el
segundo país con mayor cantidad de secuestros extorsivos convencionales y
secuestros exprés. Sin embargo, la tasa de secuestros de Venezuela, 3,26 por 100 mil
habitantes, es muy superior a la de México (1,93), lo que convertiría a Venezuela en el
primer país del mundo con mayor riesgo de sufrir un secuestro. A partir del año 2000 la
criminalidad se ha incrementado de forma constante en Venezuela, llegando
actualmente a poseer la segunda peor tasa de homicidios del mundo.
Según la Ley venezolana: Artículo 16. “Quien por cualquier medio capaz de
generar violencia, engaño; alarma o amenaza de graves daños contra personas o
bienes, constriña él consentimiento de una persona para ejecutar acciones u omisiones
capaces de generar perjuicio en su patrimonio o en el de un tercero, o para obtener de
ellas dinero; bienes, títulos, documentos o beneficios, serán sancionados o sancionadas
con prisión de diez a quince años. Incurrirá en la misma pena cuando las circunstancias
del hecho evidencien la existencia de los supuestos previstos en este artículo, aun
cuando el perpetrador o perpetradora no haya obtenido de la víctima o de terceras
personas dinero, bienes, títulos, documentos o beneficios, acciones u omisiones que
alteren de cualquier manera sus derechos”.
Según los organismos internacionales, para que los gobiernos tengan éxito
para combatir los secuestros, deben instrumentar:
CONCLUSION
Si bien la realidad que existe en Venezuela obliga a la participación de todos,
particulares, empresas y sociedad civil en la prevención y combate de los delitos de
Secuestro y Extorsión, la obligación y responsabilidad fundamental para controlar y
reducir esas modalidades delictivas reside, más que en ninguna otra parte, en el
estado, en las autoridades, muy especialmente en el Ejecutivo Nacional, del cual
dependen directamente las policías nacionales, la Guardia Nacional, las prisiones, los
organismos de inteligencia y la cooperación internacional.
Sólo el Estado posee las facultades, recursos y capacidad para enfrentar los
delitos de secuestro y extorsión. Lo que puedan hacer los ciudadanos, empresas o
sociedad civil en materia de prevención sólo serán paliativos destinados a que los
secuestradores y extorsionadores se busquen a víctimas más propicias, pero nunca
lograrán la erradicación o disminución de esas modalidades delictivas. Como hemos
visto, existen manuales de organismos internacionales para ayudar a los Gobiernos a
fijar hojas de ruta y políticas que ya han evidenciado arrojar resultados positivos,
existen también exitosas experiencias internacionales en estas materias. Un ámbito en
el que los aportes de la sociedad civil, gremios, investigadores, medios de
comunicación, víctimas y familiares sí pueden y deben tener amplia participación es en
la formulación o revisión de las políticas públicas sobre el secuestro y la extorsión; y por
parte del Gobierno la obligación de escuchar, consultar y solicitar estas opiniones.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
Sitio web;
https://repository.icesi.edu.co/biblioteca_digital/bitstream/10906/84355/1/
T01436.pdf