LECTURA PARA APLICAR INSTRUMENTO Un Crimen Recurrente

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Un crimen recurrente: la falta de agua potable

La escasez de agua potable en Lima Metropolitana y en las demás regiones del país, es un drama diario que viven
muchos vecinos. Y se vuelve un crimen cuando en Lima se usa agua potable para regar áreas verdes, mientras
un millón y medio de limeños carecen de ese servicio.
La información oficial menciona que el Perú es uno de
los veinte países más ricos del mundo en agua. Sin
embargo, este recurso se encuentra distribuido de
manera heterogénea en el territorio y no se ubica
necesariamente en los lugares donde existe una mayor
demanda. Por ejemplo, la costa peruana
concentra más del 70 % de la población peruana, pero
solo cuenta con el 1,8 % del total de agua que se
produce.
Según las Naciones Unidas, las poblaciones que
se encuentran por debajo de 1700 m³ de
agua/habitante/año atraviesan por una situación de escasez hídrica.
En el Perú, entre 7 y 8 millones de peruanas y peruanos aún no tienen agua potable. En esto, Lima es la ciudad
más vulnerable, pues es la segunda capital en el mundo asentada en un desierto y solo llueve 9 milímetros al
año. El río Rímac es el principal proveedor de electricidad y agua para la población de Lima y Callao (74,5 % de
agua) y, al mismo tiempo, es la cuenca más deteriorada en términos ambientales.
En el caso de Lima, 1,5 millones de personas no cuentan con acceso a agua potable ni a alcantarillado. Existe un
notorio contraste entre la zona urbana y la periurbana, donde los pueblos jóvenes y pequeños asentamientos
humanos no gozan del servicio de agua ni desagüe, como sí ocurre en el resto de zonas
de la capital.
Esta población es abastecida de agua mediante camiones cisterna que venden el recurso
a un costo elevado, varias veces más, en comparación con lo que les cuesta a las
personas con conexión domiciliaria.
En las décadas de 1960 y 1970 las ardientes laderas de Comas e Independencia fueron invadidas por migrantes
venidos del macizo andino en busca del progreso en la capital. Sin agua potable y sin alcantarillado, así subsistía
esa población, y de este modo viven actualmente muchas personas en esos y otros distritos de Lima
Metropolitana, a pesar del tiempo transcurrido.
El cilindro de agua (antes de metal, hoy de plástico) es el compañero fiel de estas poblaciones, hasta donde
llegan camiones cisterna (aguateros). Tan importante es el cilindro en la vida diaria del vecindario que en uno
de los barrios de Comas han levantado un monumento en su homenaje.
Surge entonces la necesidad, por parte de las autoridades, de plantear alternativas para mejorar el
abastecimiento de agua y su uso en la ciudad, como la instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales
para el riego de parques y jardines. Asimismo, es necesario que la ciudadanía haga un uso responsable de este
recurso.
Referencia: Un crimen recurrente: la falta de agua potable. (20 de febrero de 2021). Miraflores es único. Recuperado de
https://www.miraflores.gob.pe/un-crimen-recurrente-la-falta-de-agua-potable/

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