Teoría Pedagógica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Teoría Pedagógica

Galván Palacios Alejandra


Grupo: 1105

AUTOBIOGRAFÍA, HISTORIA EDUCATIVA Y DEFINICIÓN DE EDUCACIÓN

Mi vida académica inició a los 3 años, cuando fui inscrita en el cendi “Luz Albaloria
Pérez”. En realidad, no conservo muchos recuerdos de esa etapa, sin embargo, si
recuerdo el momento en que me entregaron mi diploma por haber concluido mis 3
años preescolares.
Una vez cumplí mis 6 años, comencé a estudiar la primaria en la escuela
“Francisco Sarabia y Tinoco”; aquellos años de mi vida estuvieron llenos de
buenas calificaciones. Sólo en el primer año saqué un promedio menor a 10,
mientras los siguientes 5 años mi boleta estaba pavimentada de calificaciones
perfectas, tanto en el bimestre como en la calificación final de cada una de mis
materias. Esta casi excelencia académica me llevó a terminar esta etapa de mi
vida con un 9.9 de promedio final en mis 6 años de primaria y un puesto como
abanderada en la escolta. He de admitir que conté con buenas maestras, la
mayoría entregadas a su profesión.
Tras esto, presenté mi examen para la secundaria, del cual, si soy honesta, no
recuerdo los resultados, sin embargo, si recuerdo mi carta de asignación a mi
primera opción: la escuela secundaria número 40 “Don Melchor Ocampo”.
El inicio de esa nueva etapa estuvo lleno de trabas, ya que en varias materias mi
promedio bajó rozando el 8, después de todo, era una nueva etapa para mí, sin
embargo, estaba decidida a dar lo mejor y mejorar mi promedio los siguientes
años y así fue. En mi segundo año mis calificaciones no bajaron de 9. Mi lista de
profesores eran una mezcla de personas que ejercían con amor y otras porque no
había otra oportunidad laboral; justo en ese año aprendí a hacer presentaciones
digitales que no sabía que me serían tan útiles en los 3 años que estaban por
venir.
Recibí cartas de felicitación por mis promedios en cada trimestre y me sentía
orgullosa. Nuevamente cambiamos de año y de grado, con esto llegaron nuevos
profesores y nuevas dificultades, sin embargo, se repetía el perfil de maestros que
enseñaban porque les gustaba y maestros que parecían estar a la fuerza ahí,
incluso podría poner como una combinación de ambos a mi profesor de química.
En este año se presentó el profesor que me hizo querer seguir sus pasos en algún
momento: Mi profesor de español.
La manera en la que enseñaba me hizo plantearme mis opciones para el futuro.
Era una de sus mejores alumnas gracias al amor que desarrollé por la materia y
por su método de enseñanza, a pesar de que todo se vio opacado una vez llegó la
pandemia.
El resto del año estuvimos bajo diapositivas, libros comprados y cámaras de zoom
que no funcionaban, sin embargo, eso no me impidió salir de la secundaria con un
9.5 de promedio final y una asignación en la escolta antes de todo el tema del
coronavirus.
Bajo toda la incertidumbre comencé a estudiar para presentar mi examen de
COMIPEMS con “ayuda” de un curso, y sí, ayuda entre comillas ya que al final
hice todo por mi cuenta. Una semana antes de presentarme al concurso estudié
sin descanso una materia por día, dedicándoles especial atención a aquellas que
se me complicaban como química o física, siendo un manojo de nervios el día de
presentar mi examen y después tener que esperar los resultados. Al final de todo
ese vaivén emocional esperé a la entrega de resultados de aquel lejano 18 de
septiembre de 2020, donde mi corazón se llenó de alegría y satisfacción cuando
leí el “aspirante seleccionado”, preparándome mentalmente para ser estudiante de
la ENP 2.
Las clases en línea siguieron una vez entré a la preparatoria, pero
lamentablemente en ese primer año descubrí que la docencia y la enseñanza no
es para todos, ya que al menos a 3 de mis profesores en realidad les apasionaba
lo que hacían y se esforzaban por enseñarnos lo que sabían, sin embargo a la
mayoría no les interesaba en lo más mínimo si aprendíamos e incluso si cometían
un error nos responsabilizaban, al final del día ahí conocí las dos caras de la
docencia más a fondo que en la secundaria.
Mi segundo año fue más ameno, ya que sólo tengo recuerdos de un profesor al
que no le gustaba lo que hacía ni le importábamos en lo más mínimo, pero a pesar
de que al resto les gustaba transmitir sus conocimientos, algunos de ese grupo no
tenían noción sobre cómo tratar con adolescentes y la inestable salud mental que
se tenía en esa época debido al encierro. Aquel desentendimiento por parte de los
profesores comenzó a tener una explicación cuando llegué a tercer año.
Tomé el área de ciencias sociales y como optativa una enfocada en la psicología.
Mis opciones de carrera se ampliaron gracias a la combinación de esas dos áreas.
Al igual que el año pasado, sólo una profesora no sentía verdadera pasión por
enseñar, aun así, los demás maestros hacían su mejor esfuerzo por ayudar a cada
alumno de forma individual para aprender. Recopilé mis vivencias como
estudiante, mi test vocacional y mis deseos propios para tomar la decisión de
postularme para la carrera de pedagogía en mi pase reglamentado, donde
afortunadamente me dieron un lugar.
Ahora estoy aquí, con el deseo de ser como los profesores que me inspiraron y
evitar cometer los errores de aquellos que me hicieron odiar la escuela.

¿QUÉ ENTIENDO POR EDUCACIÓN?

Por educación entiendo que es la transmisión de conocimientos a través de un


cierto puesto de poder otorgado por uno mismo o por alguien en un nivel más alto
que haya considerado que se estaba capacitado para transmitirlos.
Pero si especifico qué entiendo por educación docente (ya que como se sabe es
diferente a la educación moral, social y religiosa), entiendo igualmente la
transmisión de conocimientos bajo una capacitación previa en cierta especialidad
o a través de ciertos conocimientos generales, sin embargo, también contando con
aptitudes adecuadas para trabajar con infantes, adolescentes o adultos.

También podría gustarte