Conflictos y Convivencia Democrática
Conflictos y Convivencia Democrática
Conflictos y Convivencia Democrática
Convivencia y participación
Conflicto. Es una situación de
desacuerdo irresuelto entre dos
o más personas por razones
diversas.
Conflicto y convivencia
El concepto de convivencia alude a un fenómeno propio, aunque no
exclusivo de lo humano: el vivir con otros. La vida en comunidad nos
permite aprender a regular nuestras acciones para no afectar a quienes
comparten con nosotros un mismo espacio.
El conflicto
Un conflicto es un enfrentamiento que involucra a
dos o más partes. Para que surja, estas deben percibir
que sus objetivos no son compatibles, lo cual –si no es
manejado adecuadamente– puede desencadenar actitudes
hostiles. A pesar de ello, los conflictos no son
necesariamente negativos, pues cuando las partes involucradas
se acercan para buscar soluciones basadas
en acuerdos, se producen la integración y el cambio.
Tipos de conflicto
Son variados los criterios que podemos tomar en
cuenta para clasificar los conflictos. Según las consecuencias
que generan, los conflictos pueden ser:
• Primarios. Son aquellos que afectan directamente
las estructuras del poder en la sociedad. Un ejemplo
de este tipo de conflicto fue el que suscitó el grupo
terrorista Sendero Luminoso durante la década de
los ochenta e inicios de los noventa y que puso en
riesgo el orden democrático del país.
• Secundarios. Son los que no afectan la estructura
de poder, pero sí intereses de diferentes personas o
colectivos. Por ejemplo, el conflicto producido por
la promulgación de decretos legislativos aprobados
durante el segundo gobierno de Alan García en el
año 2009 y que perjudicaba directamente los derechos
de las poblaciones originarias.
Según el escenario en el cual ocurren, los conflictos
pueden ser:
• Interpersonales. Son conflictos en los que se encuentran
involucradas dos personas con diferentes
creencias, formas particulares de percibir la realidad
y de comunicar sus ideas.
• Grupales. Son los conflictos que se producen tanto
al interior de un grupo como por el enfrentamiento
entre diferentes grupos. Por ejemplo, la competencia
por el liderazgo entre individuos de un colectivo
determinado. Asimismo, las disputas que se presentan
entre distintos grupos porque poseen intereses,
pensamientos o ideologías diferentes.
• Sociales. Son enfrentamientos por motivos raciales,
étnicos, religiosos o alguna otra razón que involucra
la identidad de sus integrantes.
• Nacionales. Se presentan al interior de un país y
son causados por el enfrentamiento de sectores armados
contra el Estado, por factores religiosos, políticos,
económicos o étnicos, o por la lucha entre sectores
de la población civil con intereses o ideologías
opuestas. Por ejemplo, la crisis de violencia desatada
por Sendero Luminoso contra el Estado durante la
década de los ochenta e inicios de los noventa, y que
ha alcanzado gran complejidad recientemente por la
alianza de este grupo terrorista con el narcotráfico.
• Internacionales. Son los que se presentan entre
diferentes Estados u organismos que representan
o agrupan determinadas nacionalidades. Quienes
participan en ellos, deben operar bajo convenios
internacionales que regulan este tipo de conflictos.
La cultura de paz
Este es un concepto que define un sistema de comportamientos y prácticas
sociales cuyo objetivo principal es rechazar todo tipo de violencia,
tanto en la vida cotidiana de los individuos como en el ámbito público.
Como esto plantea la necesidad de incorporar a nuestras normas
de convivencia modelos de comunicación que promuevan el respeto y
el intercambio de experiencias, valores como el diálogo y el consenso
son sumamente importantes y deben ser inculcados y practicados para
fomentar la cultura de paz.
En tal sentido, para la instauración de una cultura de paz es fundamental
la colaboración de las familias, la sociedad civil y las diversas instituciones
públicas encargadas de la formación educativa de niños y
adolescentes.
Ámbitos de acción para promover una cultura de paz
Según la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura
de Paz emitido por las Naciones Unidas en 1999, se establecen ocho
ámbitos de acción cuya finalidad es difundir la cultura de paz:
• Promover una cultura de paz por medio de la educación. Los
planes de estudio deben promover valores como la no violencia, la
solución pacífica de los conflictos y la búsqueda de consensos a través
del diálogo.
• Promover el desarrollo económico y social sostenible. De esta
manera se busca suprimir las desigualdades económicas, sociales y
culturales, las cuales originan insatisfacción entre la población y pueden
desencadenar actos violentos.
• Promover el respeto de todos los derechos humanos. El respeto
por la integridad y dignidad de las personas posibilita la instauración
de una convivencia armoniosa y dialogante.
• Garantizar la igualdad entre mujeres y varones. Es necesario
asegurar la participación de las mujeres en la toma de decisiones colectivas
para construir una sociedad más inclusiva.
• Promover la participación democrática. La democracia asegura
el respeto de los derechos fundamentales y la participación en la
promoción de políticas públicas destinadas a la búsqueda del bien
común.
• Promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad. Esto
implica que los diversos grupos sociales deben construir un espacio
de diálogo intercultural que les permita compartir experiencias para
fomentar la cultura de paz.
• Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de
información y conocimientos. Las brechas tecnológicas deben ser
suprimidas para posibilitar el acceso igualitario a la información y a
los medios de comunicación que las TIC producen.
• Promover la paz y la seguridad internacionales. Se deben reforzar
las instituciones internacionales con el objetivo de que sean capaces
de tomar decisiones para mantener la paz en el mundo.
La seguridad ciudadana
Los problemas de convivencia pueden desencadenar situaciones en las
que los ciudadanos se sientan inseguros en su entorno cotidiano. Para
construir una convivencia segura, es fundamental la acción concertada
del Estado y la ciudadanía.
El concepto de seguridad ciudadana
La seguridad ciudadana es un conjunto de políticas desarrolladas por
el Estado y la sociedad que implican medidas preventivas y punitivas
dirigidas a asegurar la convivencia pacífica, el uso adecuado del espacio
público y el respeto a la integridad de los ciudadanos.
El Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana
El año 2003, mediante la Ley 27933, se creó el Sistema Nacional de
Seguridad Ciudadana, cuyo principal objetivo es proteger el ejercicio
de los derechos y las libertades, garantizar la seguridad, la paz, la
tranquilidad, el cumplimiento y el respeto de las garantías individuales
y sociales a nivel nacional. Este sistema se encarga de coordinar eficazmente
la acción del Estado y promover la participación ciudadana para
garantizar una situación de paz social.
Entre las instituciones estatales encargadas de la prevención del delito
y la administración de justicia se encuentran la Policía Nacional, el Poder
Judicial, el Ministerio Público y el Instituto Nacional Penitenciario
(INPE), así como instituciones cuya función es la protección de derechos,
tales como la Defensoría del Pueblo y los ministerios de Salud,
Educación y Mujer y Desarrollo Social. A ellas se agregan agrupaciones
ciudadanas como las juntas vecinales y rondas campesinas.
Funciones de la ciudadanía y del Gobierno en materia de seguridad
La ciudadanía debe llevar a cabo las siguientes tareas:
• Informar a la policía acerca de las necesidades ciudadanas, como
la protección frente a las pandillas, así como las percepciones sociales
sobre la criminalidad. De esta manera, la policía identifica y manifiesta
las prioridades de los ciudadanos en materia de seguridad.
• Supervisar la acción policial. Sirve como un mecanismo social de
control y de rendición de cuentas.
El Gobierno, por su parte, debe realizar las siguientes acciones:
• Identificar sus prioridades y comunicarlas. En tal sentido, tiene
que determinar las medidas más urgentes para combatir el crimen y
la delincuencia con la finalidad de solucionar los problemas de seguridad
más agudos.
• Anunciar los principios de su gestión y trabajar en función de
estos. Además, debe tener una política de transparencia informativa
con la población.
• Educar a la ciudadanía en materia de seguridad.
PARA INICIAR
¿Crees que las ciudades peruanas
son seguras? ¿Por qué?
La seguridad ciudadana
Estrategias de lucha contra la inseguridad
Frente al problema de la inseguridad ciudadana, los
distintos actores sociales han desarrollado soluciones
diversas y adaptadas a sus necesidades.
Las rondas campesinas
Las rondas campesinas son organizaciones formadas
en las comunidades andinas que tienen como objetivo
luchar contra el crimen y mantener el orden comunal.
La primera ronda campesina fue creada en 1967
en la comunidad de Cuyumalca, provincia de Chota,
región Cajamarca, con el fin de combatir a las bandas
de abigeos (ladrones de ganado) que asolaban el
lugar y atentaban contra la economía agropecuaria
local. Con el tiempo, las rondas campesinas fueron
adquiriendo nuevas prerrogativas y responsabilidades,
además de luchar contra la delincuencia, también
se encargaban de administrar justicia, de resolver
conflictos internos, de la vigilancia ciudadana
y de promover el desarrollo rural. El 7 de marzo de
1986, las rondas campesinas lograron ser reconocidas
oficialmente por el Estado.
En nuestro país, las rondas campesinas se rigen por
la Constitución, en cuyo artículo 149 se establece que
las autoridades de las comunidades campesinas y
nativas, con el apoyo de las rondas campesinas, pueden
ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de
su ámbito territorial, de conformidad con el derecho
consuetudinario, siempre que no violen los derechos
fundamentales de la persona. Sobre este mismo punto,
la Ley de Rondas Campesinas (Ley 27908) señala
que las rondas, en uso de sus costumbres, pueden
intervenir en la solución pacífica de conflictos suscitados
entre los miembros de la comunidad u organizaciones
de su jurisdicción. Para el ejercicio de sus
funciones, las rondas campesinas deben coordinar
con las autoridades políticas, policiales, municipales,
representantes de la Defensoría del Pueblo y otras de
la administración pública.
Las juntas vecinales
Las juntas vecinales son asociaciones integradas por
personas que viven en el mismo barrio o entorno y
cuya función central es la autoprotección. Entre sus
principales objetivos están:
• Colaborar y participar con la policía en actividades
preventivas.
• Coordinar acciones permanentemente entre los vecinos
y la comisaría.
• Promover e interiorizar una cultura de seguridad.
La policía comunitaria
La policía comunitaria consiste en adaptar la acción
de la policía a las demandas ciudadanas para darle
importancia a la participación de la comunidad. Esta
estrategia se desarrolla de manera coordinada entre
los ciudadanos y las autoridades a fin de elaborar las
medidas de seguridad y plantear mecanismos de rendición
de cuentas.
Una experiencia de policía comunitaria en el país fue
el plan piloto de la ciudad de Trujillo durante los años
2003-2005. Las conclusiones fueron muy alentadoras,
ya que logró desarrollar programas preventivos y no
solo correctivos, además de lograr una plena identificación
de la población con la institución policial.
Seguridad y defensa nacional
El concepto de defensa nacional describe las políticas
y las acciones llevadas a cabo por el Estado para resguardar
la soberanía y la paz de la sociedad nacional
frente a diversas amenazas. En tal sentido, se debe
diferenciar dos ámbitos o dimensiones del ejercicio
de la soberanía:
• El ámbito interno. El Estado está en la libertad
de ejercer el poder que le ha delegado el pueblo en
todo tipo de asuntos internos, sin la injerencia de
otras instancias externas. Los problemas que afectan
la seguridad interna del país, como el narcotráfico
o el terrorismo, corresponden al ámbito interno
de la soberanía.
• El ámbito externo. La participación de los Estados
en la comunidad internacional se realiza siguiendo
el principio de igualdad jurídica. En tal sentido, las
relaciones diplomáticas entre los Estados se llevan
a cabo en un ambiente de igualdad de condiciones.
Las discrepancias por problemas limítrofes entre
Estados vecinos corresponden a problemas que involucran
al ámbito externo de la soberanía.