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BOE núm. 307.

Suplemento Miércoles 23 diciembre 1992 41

su posible contradicción con los principios de irretroacti- por parte del contribuyente de la posibilidad de que se
vidad de las disposiciones no favorables o restrictivas de efectuasen cambios en la legislación también en relación
derechos individuales y de seguridad jurldica reconocidos con la cuantía del tipo. en un impuesto que. además. per-
en el arto 9.3 C.E. Dicho arto 5.2 de la Ley 45/1985. de 23 mite al sujeto pasivo transferir la carga tributaria a los con-
de diciembré. estableció el tipo de 421 pesetas por litro sumidores como un coste a incluir en el preciq del pro-
de alcohol absoluto «en el momento de la salida de fábrica, ducto.
de dichos productos". precepto que. como toda la Ley.
entró en vigor el 1 de enero de 1986. FALLO
La transgresión de la irretroactividad de las disposicio-
nes no favorables o restricitivas de derechos individuales En atención a todo lo expuesto. el Tribunal Constitu-
del arto 9.3C.E. se imputa al precepto legal cl!estionado. cional. POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE LA CONSTITUCiÓN
porque el mismo supondría la aplicación de un nuevo tipo DE LA NACiÓN ESPAÑOLA. ,
impositivo a hechos imponibles ya realizados con anterio-
ridad. puesto que el hecho imponible -se dice- es la ela- Ha decidido
boración de bebidas alcohólicas y no su salida de fábrica.
aunque éste sea el momento del devengo. La cuestión así Desestimar la presente cuestión de inconstituciona-
planteada coincide sustancialmente con las suscitadas por lidad.
el mismo órgano judicial en relación con preceptos simi- Publíquese esta Sentencia en el «Boletín Oficial del
lares de leyes anteriores (cuestiones 1.982/88, 1.096/89 Estado".
y 1.883/89). que han sido resueltas por la Sentencia del
Pleno de este Tribunal de 19 de noviembre de 1992 Dada en Madrid, a veintiséis de noviembre de mil nove-
(SCT 197/1992). y cuya argumentación cabe reiterar en cientos noventa y dos. Firmado: Miguel Rodríguei-Piñero
lo que es relevente para la resolución de la presente cues- y Bravo-Ferrer.-Luis López Guerra.-Fernando García-Mon
tión. y González-Reguerál.-Carlos de la Vega Benayas.-Euge-
2. En dicha Sentencia afirmamos sustancialmente nio Díaz Eimil.-Alvaro Rodríguez Bereijo.-Vicente GIme-
que. si el precepto legal prevé su aplicación a hechos con- no Sendra.-José Gabaldón López.-Rafael c;le Mendizábal
temporáneos o posteriores a su entrada en vigor. tal regu- Allende.-Julio Diego González Campos.-Pedro Cruz Villa-
lación no constituye un supuesto de retroactividad autén- lón.-,Carles Viver i Pi-Sunyer.-Rubricado.
tia de la Ley tributaria. sino. a lo sumo de retroactividad
impropia, porque el nuevo tipo se aplica a hechos impo-
nibles plenamente realizados después de la entrada en
vigor de esta Ley. Ciertamente. el hecho material imponi- 28342 Pleno. Sentencia 20611992. de 27 de noviero-
brede 1992. Recurso de amparo 1.15611989.
ble de este impuesto especial es la elaboración de bebidas El Presidente del Consejo de Gobierno de la
alcohólicas, pero su puesta en circulación al tiempo de la Diputapi6n Regional de Cantabria y el Consejo
salida de la fábrica supone la realización íntegra del hecho de Gobierno de la Comunidad. contra el Acuer-
imponible amén del devengo o momento del nacimiento do del Pleno del Senado. de 15 de marzo de
de la obligación tributaria. Sin ese presupuesto de hecho 1989. por el que se deniega la autorizaci6n
-la circulación del producto-. no puede estimarse plena- para decretar el procesamiento de un Senador.
mente realizado el hecho imponible. según el criterio legí- solicitado por la Sala Segunda del Tribunal
timamente seleccionado por el legislador. dentro de un Supremo en virtud de querellas presentadas
impuesto cuya finalidad es gravar el consumo. Así pues. por los recurrentes por presuntos delitos de
aunque algunas de las partidas de alcoholes gravadas a injurias graves. Vulneraci6n del derecho a la
partir de 1986 pudieran haber sido fabricadas con ante- tutela judicial efectiva: insuficiente motivaci6n
rioridad. en todo caso. no habrían salido de la fábrica ni del Acuerdo que deniega el suplicatorio. Votos
habrtan satisfecho el preceptivo impuesto. particulares.
A igual conclusión se llegaría aún si se considerasen
como supuestos independientes y separados. totalmente El Pleno del Tribunal Constitucional. compuesto por
desconectados entre sí. el hecho imponible y el devengo. don Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, Presidente;
como parece e!ltender el Auto proponente. En tal caso ni don Luis López Guerra. don Fernando García-Mon'y Gon-
siquiera podría hablarse de retroactividad impropia. pues zález-Regueral. don Carlos de la Vega Venayas, don Euge-
si el legislador puede referir la aplicación del tipo impo- nio Díaz Eimil. don Alvaro'Rodríguez Bereijo. don Vicente
sitivo al momento del hecho imponible o al del devengo. Gimeno Sendra, don José Gabaldón López. don Rafael de
es claro que no existirá efecto retroactivo de clase alguna Mendizábal Allende. don Julio Diego González Campos.
si, elegido el momento del devengo. la nueva Ley dispone don Pedro Cruz VillaIón y don Caries Viver i Pi-Sunyer.
que el tipo'se aplique tan sólo a devengos producidos des- Magistrados. ha pronunciado
pués de su entrada en vigor; supuesto que es precisamente
el que ocurre en el caso presente. determinando que el EN NOMBRE DEL REY
momento de producción del hecho imponible sea irrele-
vante, dado el sistema legal elegido. la siguiente
Por último, y siguiendo también los criterios sentados
en nuestra STC 19711992. la seguridad jurídica. en cuan- SENTENCIA
to certeza de la norma o protección dll confianza de los
ciudadanos que ajustan su conducta económica a la legis- En el recurso de amparo 1.156/89. interpuesto por
lación vigente frente a cambios normativos razonablemen- don Juan Hormaechea Cazón. Presidente del Consejo de
. te imprevisibles, no puede entenderse vulnerada en el pre- Gobierno de la Diputación Regional de Cantabría y por el
sente caso. pues, como destaca el Abogado del Estado. Consejo de Gobierno de la Comunidad, representados por
el arto 5.2 de la Ley 45/1985 no cambia, en realidad. la c;lon Rafael Torrente Ruiz, sustituido posteriormente por el
norma preexistente. en relación con el criterio de que el Procurador don Carlos Zulueta Cebrián por haber cesado
tipo aplicable es el vigente en el momento del devengo; el primero en el ejercicio de su profesión. y asistidos del
criterio legislativo formulado y en vigor desde el 1 de enero letrado Sr. Fernández Mateo, contra el Acuerdo del Pleno
de 1983. habiéndose producido ya con anterioridad la del Senado, de 15 de marzo de 1989. por el que se denie-
revisión de esos tipos. Había. pues. un claro conocimiento . ga la· autorización para decretar el procesamiento del
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Senador Sr. González Bedoya, solicitado por la Sala Segun- "La Sala Segunda del Tribunal Supremo dispuso, por
da del Tribunal Supremo en virtud de cuatro querellas pre- Auto de 25 de enero de 1989, elevar suplicatorio a la Pre-
sentadas por los recurrentes por presuntos delitos de inju- sidencia del Senado como trámite previo para decretar el
Tias graves con publicidad o desacato. Han comparecido procesamiento del Senador Sr. González Bedoya, dejando
los recurrentes y el Ministerio Fiscal y ha sido Ponente el suspensas las actuaciones hasta que se resolviera ~sta
Magistrado don Pedro Cruz Villalón, quien expresa el pare- cuestión en aplicación del arto 71.2 de la Constltuclon y
cer del Tribunal. del arto 753 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
d) La Ponencia designada en el seno de la Comisión
1. Antecedentes de Suplicatorios de' la Cámara elevó informe, de fecha 8
de marzo de 1989, en el que acordó, por mayoría, pro-
1. El 16 de junio de 1989 tuvoentrada en el Registro poner a la Comisión que rechazara la solicitud de autori-
de este Tribunal un escrito de don Rafael Torrente Ruiz,
Procurador dtl los Tribunales, quien, en nombre y repre- zación para decretar el procesamiento interesado. ~omo
motivación y fundamento de esta propuesta se decla lite-
sentación de don Juan Hormaechea Cazón, Presidente del
Consejo de Gobierno de la Diputación Regional de Can- ralmente:
tabria, y del propio Consejo de Gobierno de dicha Dipu- «Que las manifestaciones vertidas por el Senador Gon-
tación interpone recurso de amparo contra el Acuerdo del zález Bedoya lo fueron en el ejercicio de una función estric-
Pleno del Senado, de 15 de marzo de 1989, por el que tamente política, más exactamente en el marco de una
se deniega la autorización para decretar el procesamiento valoración política de la actividad de los órganos de Gobier-
de un Senador. no de la Comunidad Autónoma de Cantabria, en el uso
2. Los hechos de que trae causa el presente recurso del libre ejercicio del derecho de crítica que corresponde
de amparo, son los siguientes, sucintamente expuestos: a todo ciudadano, especialrnente a quienes están inves-
tidos de la condición de representantes del pueblo espa-
a) Don Juan Hormaechea Cazón formuló querella ñol». «Dado que el Sr. González Bedoya actuó en su con-
por un presunto delito de injurias graves con publicidad dición de Senador y que las diversas cuestiones plantea-
o desacato contra don Juan González Bedoya, Diputado das en el expediente dieron también lugar a declaraCIOnes
de la Asamblea Regio!]al de Cantabria y Senador. La Sala y manifestaciones de naturaleza política por parte del que-
Segunda del Tribunal Supremo, por Auto de 18 de abril rellante, la Ponencia entiende por mayoría que existen
de 1988, declaró su competencia para conocer de estos razones fundadas en el carácter objetivo de la inmunidad
hechos, en virtud del fuero personal del que goza el Sr. parlamentaria que mueven a denegar la autorización soli-
González Bedoya por su condición de Senador; igualmente citada. Téngase en cuenta al respecto, que cabría pensar
admitió la querella a trámite, abrió las diligencias que el procedimiento judicial iniciado hubiera seguido 9au-
núm. 90/88 y dispuso lo necesario para instruir el corres- ces diferentes, al menos en cuanto a su repercusión publi-
pondiente sumario. Los motivos en lo.s que se fundaba la ca, de no haber ostentado el Sr. González Bedoya la con-
querella eran, en primer lugar, unas declaraciones vertidas dición de Senador».
en un coloquio en la radio local y luego recogidas en la La Comisión de Suplicatorios del Senado, en dictamen
prensa regional en las que se decía del querellante: «va de 9 de marzo de 1989, asumió el Informe emitido por
a ser un cursi toda su vida, un autoritario, un maleducado, la Ponencia y efectuó una idéntica propuesta al Pleno de
un impertinente, un chulo»; y unas declaraciones a la pren- la Cámara, el cual. en su sesión de 15 de marzo de 1989,
sa regional. a propósito de la adquisición de un toro semen- aceptó en sus propios términos el Dictamen de la Comisión
tal por la Diputación Provincial en las que se decía «se dedi- y denegó la autorización para decretar el procesamiento
ca a intentar comprar un toro semental por un millón de del Sr. GonzálezBedoya. De este Acuerdo se dio traslado
dólares para repartirse comisiones con sus amigos mexi- al Tribunal Supremo por el Presidente de la Cámara, Siendo
canos». Por los mismos hechos, el propio Consejo de el acto parlamentario ahora recurrido en amparo.
Gobierno presentó otra querella que dio lugar a diligencias e) Mediante Auto de 28 de septiembre de 1989 la
previas y que fue acumulada a la anterior por Auto de 13 Sala segunda del Tribunal Supremo acuerda el sobresei-
de junio de 1988. miento libre de las actuaciones seguidas contra el Sr. Gon-
b) Con posterioridad, el Consejo de Gobierno formu- zález Bedoya, al no haberse accedido por el Pleno del Sena-
ló una nueva querella por injurias, también contra el Sr. do a conceder la autorización que se le había interesado
González Bedoya, con motivo de un artículo publicado en para la continuación de la causa y procesamiento, con
un diario regional en el que, refiriéndose al Sr. Hormae- archivo de esta última.
chea, se decía: «A un Consejero le tiene dicho que debe
agradecer su cargo a los atributos de su casquivana con- 3. Estiman los recurrentes que el Acuerdo del Pleno
sorte; de otro asegura, a la cara del imprecado, que es más del Senado mencionado vulnera su derecho a la tutela judi-
tonto que su padre (y lucen hijo y padre un sonoro apellido cial efectiva recogido en el arto 24.1 de la Constítución. En
en la burguesía pura de la ciudad); a los demás los tiene este sentido se trae a colación la doctrina constitucional
a su lado como perritos falderos,,; «delata al más peligroso expuesta por la STC 90/1985, donde se reconoció que
pandillero del barrio, Hormaechea»; «ha arrojado la grapa- los órganos parlamentarios podrían lesionar las exigencias.
dora a la cabeza como hizo con aquella funcionaria»; «el derivadas del art. 24.1. C.E., pues la concesión o denega-
helicóptero que Hormaechea ha "alquilado con el dinero ción de la autorización para procesar, en cuanto facultad
de todos los cántabros es utilizado para transportar a los reconocida en el arto 71.2. de la C.E., incide en el acceso
hijos del Presidente hasta el lugar de recreo preferido por a la tutela judicial que dispensan los órganos del Poder
los lujosos y carisimos chavales». La Sala Segunda del Tri- Judicial. Así, las limitaciones al acceso a la jurisdicción
bunal Supremo abrió las diligencias núm. 440/88, que deben estar justificadas en la finalidad perseguida por la
fueron acumuladas a las anteriores. misma institución de la inmunidad parlamentaria. La cita-
. c) El Sr. Hormaechea presentó una nueva querella da STC 90/1985 sostuvo que la protección que ofrece
contra el Sr. González Bedoya con ocasión de sus decla- esta prerrogativa no lo es frente a la improcedencia o falta
raciones a un diario nacional en relación con la adquisición de fundamentación de las acciones penales promOVidas,
del semental en las que afirmaba «no vale la décima parte sino frente a amenazas de tipo político y consistentes en
de lo que se dice haber pagado»; «quería un semental de una eventual utilización de la vía penal para perturbar o
un millón de dólares y se lo ha encargado a su amigo Salís». alterar el funcionamiento y la composición de las Cámaras.
La querella fue admitida a trárnite y acumulada a lasante- En surna, compete a las Cámaras apreciar el significado
riores. o intencionalidad política de las acciones penales dirigidas
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contra Diputados y Senadores, pero el Tribunal Constitu- no haber lugar al recibimiento a prueba instado en su
cional puede revisar este juicio si estima que no es razo- momento, al no haber concretado la parte recurrente el
nable. escrito y los medios de prueba de que intentaba valerse.
Los recurrentes solicitan del Tribunal que revise la fun- 6. En fecha 14 de octubre de 1992, el Pleno, a pro-
damentación ofrecida en el Informe de la Ponencia y com- puesta del Presidente, conforme dispone el art. 10 k) de
pruebe su adecuación a los parámetros expuestos. En esta la Ley Orgánica de este Tribunal. acuerda recabar para si
línea de razonamiento manifiestan su discrepancia respec- el conocimiento del presente recurso de amparo.
to de que el Sr. González Bedoya actuara en condición de 7. Por providencia de 24 de noviembre de 1992 se
Senador, en vez de como político o Diputado regional y señaló el día 27 siguiente para deliberación y votación de
que estuviera en el ejercicio de sus funciones parlamen- la presente Sentencia.
tarias, ya que ni el momento ni los medios ni el lugar de
las declaraciones permiten considerarlo de ese modo. En 11. Fundamentos jurídicos
definitiva, para los recurrentes. el juicio de intencionalidad
resulta insuficiente y escasamente argumentado, por lo 1. El problema planteado por el presente recurso de
que concluyen suplicando que se declare la nulidad del amparo es el de si el Acuerdo del Pleno del Senado de
Acuerdo del Senado. así como de todos los actos poste- 15 de marzo de 1989 por el que se deniega la autorización
riores que sean consecuencia del mismo. por vulnerar el solicitada por la Sala Segunda del Tribunal Supremo para
arto 24.1 C.E., y se reconozca el derecho de los recurrentes procesar a un Senador frente al cual los ahora recurrentes
a que la autorización para procesar a un Senador no sea habían formulado varias querellas por delito de injurias gra-
denegada por razones ajenas al fin de la institución de la ves, seguido del libre sobreseimiento por dicha Sala
inmunidad parlamentaria. Mediante «otrosí.. se solicita el Segunda mediante Auto de 28 de septiembre del mismo
recibimiento a prueba del presente recurso. año, vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva reco-
4. La Sección Segunda. en providencia de 29 de sep. nocido en el art. 24.1 de la Constitución. Ha de notarse,
tiembre de 1989, acordó la admisión a trámite del recurso ante todo, que, si bien los recurrentes solicitan la decla·
de amparo. requerir al Pleno del Senado y a la Sala Segun- ración de nulidad ta[1to del Acuerdo del Senado como de
da del Tribunal Supremo la remisión de antecedentes e todos los actos posteriores que sean consecuencia del mis-
interesar el emplazamiento de cuantos han sido parte en mo, el amparo se dirige frente a la decisión de la Cámara,
el proceso; en cuanto al recibimiento a prueba, una vez en virtud de lo dispuesto en el arto 42 LOTC, y no frente
que por los recurrentes se concretase el objeto de la misma al Auto subsiguiente de la Sala Segunda, producido con
y medios de que intentan valerse. se acordaría lo proce- posterioridad a la interposición del recurso.
dente. Por nueva providencia de 26 de febrero de 1990 2. Enmarcado e.l presente recurso en el ámbito del
se acordó acusar recibo de las actuaciones, y dar vista de derecho a la tutela efectiva de los Jueces y Tribunales, con-
las mismas a los recurrentes y al Ministerio Fiscal para que viene comenzar reiterando nuestra doctrina acerca de la
en el plazo común de veinte días, formulasen las alega- manifestación específica, que nos ocupa. de este derecho,
ciones que estimaran procedentes. el derecho a lit jurisdicción penal. Así, en nuestra
El Ministerio Fiscal considera que el objeto del recurso STC 108/1983 declarábamos: «Como en el derecho a la
es dilucidar si el Acuerdo del Senado contiene, en grado tutela jurisdiccional que dice el arto 24.1 de la C.E. se com-
suficiente, el juicio de oportunidad o de intencionalidad prende el concretado a la jurisdicción penal dentro del sis-
exigible para evitar la vulneración del arto 24.1 C.E. Para tema plural instaurado en nuestro Derecho, en que junto
ello, y con base en la doctrina establecida por las a la oficialidad de la acción encomendada al Ministerio Fis-
SSTC 51/1985 y 90/1985, analizar la motivación del cal se establecen otras titularidades privadas, entre ellas
referido Acuerdo concluyendo: a) que no es acertada la las del perjudicado por el delito (arts. 110 y concordantes
afirmación de que el Senador actuaba en condición de tal;. de la L.E.Crim.), es claro que la denegación de la acción
b) que no se hace mención alguna a la repercusión que -ius ut procedatur-, en el primero de los escalones ahora
el Acuerdo del Senado podría producir en la composición del reconocimiento gradual de la acción, entraña una vio-
de la Cámara o en el buen funcionamiento de la misma; lación del'indicado precepto constitucional>, (fundamento
c) sin embargo,'que sí existe una motivación tendente a jurídico 2.°). Yen nuestra STC 148/1987 añadíamos que
justificar la negativa a conocer la autorización solicitada «cuando la resolución judicial no excluya ab initio en los
-en clara divergencia con el supuesto de hecho de la hechos denunciados las notas caracterizadoras de lo delic-
STC 90/1985- valorando el significado político de las tivo, deban practicarse las actuaciones necesarias de
manifestaciones objeto de la querella. Citando la doctrina investigación, acordadas en el seno del procedimiento
contenida en 'a tantas veces citada STC 90/1985, señala penal que legalmente corresponda, de sumario, diligen-
que el control de este Tribunal «no puede llevarnos a revi- cias previas o preparatorias, con la consecuencia de que
sar o sustituir dicha valoración, pero sí a constatar que·el la crisis de aquél o su terminación anticipada, sin apertura
juicio de oportunidad o de intenciones se ha producido de la fase de plenario, sólo cabe por las razones legalmente
en las Cámaras y ello de manera suficiente», concluyendo previstas de sobreseimiento libre o provisional>, (funda-
que el Acuerdo impugnado sí contiene el necesario juicio mento jurídico 2.°). Ocurre, sin embargo, que lo impugna-
de intencionalidad, y ello de forma suficiente. Por todo lo· do en el presente caso, como decíamos, no es el sobre-
cual, no se lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva seimiento libre que la Sala Segunda ha acordado en virtud
de los solicitantes de amparo, procediendo la desestima- de la interpretación que hace del arto 754 L.E.Crim., sino
ción del recurso. precisamente la legitimidad del Acuerdo del Senado del
Los recurrentes, por su parte, no hacen uso de la posi- que dicho sobreseimiento libre ha traído posteriormente
bilidad de realizar nuevas alegaciones. causa. Es en el problema de la legitimidad de dicha deCI-
5. En fecha 5 de octubre de 1992, don Carlos de sión parlamentaria, y desde la única perspectiva del dere-
Zulueta Cebrián, Procurador de los Tribunales solicita se cho fundamental invocado. en el. que exclusivamente
le tenga por personado y parte en nombre de don Juan habremos, pues, de centrarnos.
Hormaechea Cazón, en el presente recurso de amparo. Por 3. El art. 66.3 de la Constitución, con fórmula que
providencia de 6 de octubre de 1992, la Sala Primera de sólo encuentra parangón en ,<la persona del Rey"
este Tribunal acordó tenerle por personado y parte, en (art. 56.3), declara lapidariamente que «Las Cortes Gene-
nombre y representación' de la parte recurrente, en sus- rales son inviolables». Conectada con esta proclamaCIón
titución de su compañero Sr. Torrente Ruiz,entendiéndose se encuentra la contenida en el art. 71.2. en virtud de la
con el mismo las sucesivas diligencias; igualmente acordó cual «durante el período de SU mandato los Diputadas y
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Senadores gozarán... de inmunidad». prerrogativa ésta tos (art. 72.1 C.E.). sino sobre todo a través de su tarea
que. a diferencia de otras parlamentarias. es privativa y constante de formación de unos usos parlamentarios que
exclusiva de los miembros 'de las Cortes Generales de la siempre han sido consustanciales al régimen parlamenta-
Nación española (STC 36/1981 ). Esta inmunidad se con- rio y. por encle. al Estado de Derecho. La experiencia y el
creta. ante todo. en la exención de cualquier posible deten- examen del Derecho comparado demuestran que la mejor
ción. si no es «en caso de flagrante delito». con la que con- garantla de una aplicación constitucionalmente adecuada
cluye el inciso primero de dicho precepto constitucional. de estos institutos se encuentra en la autoridad de ese
a la que viene a añadirse la especificación de su inciso Derecho parlamentario de naturaleza y origen consuetu-
segundo: «No podrán ser inculpados ni procesados sin la dinario. En esa tarea ningún otro órgano constitucional
previa autorización de la Cámara respectiva». De este puede sustituir a las propias Cámaras.
modo. nuestra Constitución ha venido a incorporar un ins- Desde luego. siempre ha habido acuerdo en que la
tituto que, 'en la medida en que puede suponer una para- inmunidad, al igual que otras prerrogativas parlamenta-
lización. siquiera temporal. de la acción de la justicia y. en rias, pero con más razón ésta. no es un «privilegio». es
su caso, del derecho fundamental a la tutela de los Jueces. decir. un derecho particular de determinados ciudadanos.
aparece, prima facie. como una posible excepción a uno que se vieran. as!. favorecidos respecto del resto de los
de los pilares básicos del Estado de Derecho. el someti- mismos. Ya en nuestra STC 90/1985. que habremos de
miento de todos al «imperio de la ley como expresión de citar en más de una ocasión. declamas cómo «es evidente.
la voluntad populan. (Preámbulo dela Constitución, párra- en este sentido. que, conforme coinciden en reconocer las
fo tercero). La comprensión. pues. del instituto en el sis- partes que han comparecido en este proceso de amparo.
tema de la Constitución aparece. así. como una tarea pre- la inmunidad parlamentaria no puede concebirse como un
via e inexcusable. privilegio personal. esto es. como un instrumento que úni-
En este sentido, la primera observación que procede camente se establece en beneficio de las personas de
hacer. no por obvia acaso menos necesaria. es la de que. Diputados o Senadores. al objeto, de sustraer sus condue-
desde una perspectiva material. los preceptos que inte- tas del conocimiento o decisión de Jueces y Tribunales».
gran la Constitución son todos ellos constitucionales y. Y añadíamos inmediatamente a continuación: «La existen-
como tales. gozan del contenido y de la eficacia normativa cia de tal tipo de privilegios pugnaría. entre otras cosas.
que de su respectiva dicción rásulta. La inmunidad, como con los valores de "justicia" e "igualdad" que el arto 1.1
prerrogativa de los miembros de las Cortes Generales, for- de la C.E. reconoce como "superiores" de nuestro orde-
ma parte de nuestro Texto constitl,lcional. con idéntica legi- namiento jurídico» (fundaniento jurídico 6.°).
timidad a la del resto de los institutos constitucionales.
Ocurre, sin embargo. que la Con§titución no es la suma El carácter objetivo de las prerrogativas parlamentarias
y el agregado de una multiplicidad de mandatos inco- se refuerza, en efecto. en el caso de la inmunidad. de tal
nexos, sino precisamente el orden jurídico fundamental de modo que la misma adquiere el sentido de una prerroga-
la comunidad política, regido y orientado a su vez por la tiva institucional. La inmunidad. en cuanto expresión más
proclamación de su arto 1. en su apartado 1. a partir de característica de ·la inviolabilidad de las Cortes Generales.
la cual debe resultar un sistema coherente en el que todos no está concebida como una protección de los Diputados
sus contenidos encuentren el espacio y la eficacia que el y Senadores frente a la improcedencia o falta de funda-
constituyente quiso otorgarles. mentación de las acciones penales. sino frente a «la even-
En el caso presente. y desde la perspectiva del amparo tualidad de que la vía penal sea utilizada con la intención
que se nos solicita. la tarea es la de la preservación de un de perturbar el funcionamiento de las Cámaras o de alterar
derecho fundamental. el derecho a la tutela efectiva de los la composición que a las mismas ha dado la voluntad popu-
Jueces, en la medida en que éste puede resultar obstacu- lan. (STC 90/1985. fundamento jurídico 6.°). Esta última
lizado por el instituto de la inmunidad parlamentaria. A afirmación sería concretada tres años más tarde por este
cuyos efectos debemos comenzar declarando .que el sis- Tribunal. al declarar que «la inmunidad... es una prerroga-
tema constitucional es ajeno a cualquier concepción jerar- tiva de naturaleza formal que protege la libertad personal
quizada, de forma más o menos latente. entre sus conte- de los representantes populares contra detenciones y pro-
nidos «dogmático» y «orgánico». Derechos fundamentales cesos judiciales que pueden desembocar en privación de
y estructura democrática son ambos expresiones y soporte libertad. evitando que. por manipulaciones políticas. se
del mismo y único modelo de comunidad política que, des- impida al parlamentario asistir a las reuniones de las Cáma-
de sus orígenes. la Constitución representa. ras y, a consecuencia de ello. se altere indebidamente su
La Constitución. sin mayores especificaciones. se limi- composición y funcionallliento» (STC 243/1988, funda-
ta a recoger la figura de la «inmunidad» de los Diputados mento jurídico 3.°). .
y Senadores «durante el período de su mandato», añadien- Hasta ahora este Tribunalno'ha precisado más la fina-
do únicamente. por lo que aqul importa. que los mismos lidad constitucional de la inmunidad parlamentaria. ni es
no podrán ser inculpados ni procesados sin la previa auto- evidente que deba hacerlo. en este momento. en mucha
rización de la Cámara respectiva (art. 71.2). De este modo. mayor medida. Sí es claro. sin embargo. que la hipótesis
la Constitución deja a todos sus destinatarios. en su dis- de una intencionalidad hostil a la institución parlamentaria
tinta responsabilidad. el empeño de concretar. y de actua- en la actuación judicial, determinante en los orrgenes del
lÍ'Zar. un instituto caracterlsticamente vinculado a las con- instituto (fumus persecutionis). debe ser hoy considerado
diciones históricas de afirmación y de consolidación del un supuesto no descartable, mas su capacidad de agotar
Estado de Derecho. el sentido del instituto supondrra la restricción der mismo
En esta tarea, aunque en último término. está cierta- a unos límites que no parecen haber sido los queridos por
mente implicado este Tribunal Constitucional, y así ha el constituyente. Igualmente. es claro que la inmunidad no
debido hacerlo en varias ocasiones (STC 90/1985, ha sido concebida para operar, de facto. una extensión de
921l985, 125/1988.243/1988,186/1989.9/1990). los limites de la prerrogativa, en parte' vecina. de la invio-
Pero antes que él, y sin poder sustituirlo. está implicado labilidad. Mucho menos ha sido preservada por el cons-
el legislador. a quien le cprresponde comprobar en qué tituyertte de 1978 para generar zonas inmunes al imperio
medida las leyes procesales continúan adecuándose en su de la ley. Por otra parte. y sin desconocl" la lógica inhe-
regulación a la norma constitucional vigente. Y muy par- rente al piuralismo político. la inmunidad, como prerroga-
:icularmente están implicadas las propias Cámaras inte- tiva institucional. quedará inmediatamente desnaturaliza-
grantes de las Cortes Generales. no ya sólo a través de da si quedase a merced del purojue¡;o del respectivo peso
su potestad de establecimiento de sus propios Reglamen· de las fracciones parlamentarias: sólo este sen tido insti-
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tucional es susceptible de preservar la legitimidad de la ción, en efecto. na es ni puede ser garantía por sí misma.
prerrogativa. la inmunidad. en fin. responde. como se si no es en cuanto expresión de la coherencia del Acuer·
ha señalado. al interés superior de la representación do parlamentario con la «finalidad» de la inmunidad. a
nacional de no verse alterada ni perturbada. ni en su com- la vista de las circunstancias del caso concreto. De ahi
posición ni en su funcionamiento. por eventuales proce- que la exigencia constitucional nO lo fuera exclusivamen-
sos penales que puedan incoarse frente a sus miembros. te de la existencia. sin más, de un juicio de oportunidad,
por actos producidos tanto anteS como durante su man- sino de que el mismo se hubiera producido «de modo
dato. en la medida en que de dichos procesamientos o suficiente. esto es, en términos razonables o argumen-
inculpaciones pueda resultar la imposibilidaq de un par- ta·les». todo ello cOn independencia de que esa argumen-
lamentario de cumplir efectivamente sus funciones. Ello tación pudiera ser suplida también. posteriormente. a tra-
no quiere decir que este interés superior deba imponerse vés de <das alegaciones que por la representación de la
en todo caso a la prosecución de la acción de la justicia. correspondiente Cámara se formulen en el proceso de
pues habrá de depender también de la gravedad. de la amparo». o incluso «a partir de las circunstancias que
trascendencia y de las circunstancias de los hechos concurrieron en la acción penal que dio lugar al supli-
imputados. El protagonismo. en fin. de las propias Cáma- catorio» (fundamento jurídico 7 .0).
ras en la tarea de lograr un perfil. constitucionalmente De ahí que nuestra exigencia de un «juicio de opor-
adecuado. de la institución en nuestro Derecho es abso- . tunidad» tuviera un sentido predominantemente material:
lutamente decisivo: pero sin olvidar nunca que también No se trata tanto de que el Acuerdo adopte una ..forma
a ellas les alcanza la interdicción de la arbitrariedad. motivada». cuanto de que exista en. o quepa deducir del
4. Es en este contexto, donde se sitúa la prerroga- Acto parlamentario una motivación coherente con la fina-
tiva relativa a la necesidad de obtener la autorización de lidad de la prerrogativa parlamentaria. En todo caso. pues-
la Cámara respectiva como condición de procedibilidad to que. en el presente caso. es el propio Acuerdo el que
frente a cualquiera de sus miembros. la Constitución ha articula su propia motivación. habrá de ser a esta última
querido que sean las propias Cámaras las que aprecien a la que nos atengamos.
. por sí mismas. en cada caso concreto y atendiendo a las 5. A partir de las consideraciones precedentes. no
circunstancias de cada caso, si la inculpación o proce- ofrece duda la procedencia de otorgar el amparo solici-
samiento puede producir el resultado objetivo de alterar tado. Basta. en efecto, la simple lectura de la fundamen-
indebidamente la composición o el funcionamiento de tación jurídíca del Acuerdo del Pleno del Senado. de 15
dichas Cámaras: en esa valoración. como ya decíamos. de marzo de 1989. para apreciar su insuficiencia para
no pueden ser sustituidas por órganos de naturaleza fundamentar una denegación. constitucionalmente legí-
jurisdicciOnal (STC 90/1985. fundamento jurídico 6.°). tima, de la autorización para procesar al Senador Sr. Gon-
lo que ocurre. sin embargo. es que un Acuerdo par- zález Bedoya. Conviene reproducir de nuevotextualmen-
lamentario de esta naturaleza puede tener una repercu- te los dos párrafos de la fundamentación de la Ponencia
sión externa, pudiendo concretamente afectar a los dere- correspondiente. asumida posteriormente por la Comi-
cho fundamentales de otros ciudadanos. que nuestra sión de Suplicatorios y por el Pleno del Senado. con los
Constitución declara «fundamento del orden político y que éste ha tratado de apoyar su Acuerdo denegatorio:
de la paz socia!» (art. 10.1). Frente a esta eventualidad. ..... la Ponencia entiende por mayoría que las mani-
el art. 42 de la ley Orgánica de este Tribunal abre la posi- festaciones vertidas por el Senador González Bedoya lo
bilidad de recurrir en amparo ante el mismo. fueron en el ejercicio de una función estrictamente polí-
Este Tribunal ha tenido ocasión de abordar la deli- tica. más exactamente en el marco de una valoración
cada cuestión relativa a las posibilidades y los límites de política de la actividad de los órganos de gobierno de
su jurisdicción de amparo frente a estas decisiones o la Comunidad Autónoma de Cantabria. en el uso del libre
actos parlamentarios. Conviene reproducir textualmente ejercicio del derecho de crítica que corresponde a todo
la doctrina contenida en nuestra STC 90/1985, en un ciudadano, especialmente a quienes están investidos de
supuesto similar al presente: «El control que a este Tri- la condición de representantes del pueblo español.-Da-
bunal Constitucional corresponde. según hemos indica- do que el señor González Bedoya actuó en su condición
do antes, acerca de la conformidad de las decisiones de Senador y que las diversas cuestiones planteadas en
adoptadas en ejercicio de la inmunidad respecto al el expediente dieron lugar también a declaraciones y
arto 24.1 de la C.E.. no puede llevarnos a revisar o a sus- manifestaciones de naturaleza política por parte del que-
tituir esa valoración, pero si a constatar que el juicio de rellante, la Ponencia entiende por mayoría que existen
oportunidad o de intencionalidad se ha producido en las razones fundadas en el carácter objetivo de la inmunidad
Cámaras. y a ello de modo suficiente. esto es. en términos parlamentaria que mueven a denegar la autorización soli-
razonables o argumentales. De la existencia o inexisten- citada. Téngase en cuenta. al respecto. que cabría pensar
cia de semejante juicio depende, en efecto. que el ejer- que el procedimiento judicial iniciado hubiera seguido
cicio de esa facultad. potencialmente restrictiva del dere- cauces diferentes. al menos en cuanto a su repercusión
cho a la tutela jud'icial. se haya realizado conforme a su pública. de no haber ostentado el señor González Bedoya
propia finalidad y depende. por consiguiente. en el la condición de Senador».
supuesto de que la decisión parlamentaria sea contraria En primer lugar. si bien es evidente que las manifes-
a permitir dicha tutela. que el derecho fundamental a taciones del Senador se produjeron en un contexto polí-
ésta haya de considerarse o no vulnerado» (fundamento tico y en uso -correcto Ono- de su libertad de expresión,
juridico 6.°). Es aquí precisamente donde se inserta la resulta claro que el instituto de la inmunidad no tiene
pretensión de los recurrentes. quienes no cuestionan el como finalidad garantizarla libertad de expresión. ni aun
carácter motivado del Acuerdo. sino la suficiencia de cuando ésta viene ejercida por un representante del pue-
dicha motivación. blo español. Pues. en segundo lugar. resulta forzoso coin-
Ante todo es de tener en cuenta cómo, en aquel caso. cidir con el Ministerio Fiscal en que la argumentación
este Tribunal se encontraba ante un Acuerdo carente de según la cual el Senador actuó «en su calidad de Sena-
toda suerte de motivación o. en nuestra propia expre- dor» nos sitúa en un instituto procesalmente previo. cual
sión. de ..juicio de oportunidad o de intencionalidad». Ello es el de la inviolabilidad parlamentaria; siendo así que.
no quería decir. sín embargo, que, para el Trib'unal. cual- con arreglo a nuestra reiterada doctrina. la inviolabilidad
quierfórmula de motivación tuviera la virtualidad de des- sólo cubre la participación en actos parlamentarios y en
pejar cualqLJier objeción a la constitucionalidad del cualquiera de las articulaciones orgánicas de las Cáma-
Acuerdo parlamentario. la fUndamentación o motiva- ras «o, por excepción. en actos exteriores a la vida de
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las Cáma~as que sean reproducción literal de un acto par- Voto particular que formula el Magistrado don Alvaro
lamentario» (STC 243/1988. fundamento jurídico 3.°). Rodriguez Bereijo a la Sentencia del Pleno dictada en el
Finalmente. la hipótesis según la cual los querellantes recuero de amparo núm. 1.156/89 al que se adhiere el
acaso n? hubieran seguido la vía penal de no ser por la Magistrado don Julio Diego González Campos
condlclon de Senador del señor González Bedoya. se La razón de mi discrepancia de la Sentencia que sus-
contra.dice en sí misma con el obstáculo procesal que
esta vla Implicaba para los recurrentes. la prerrogativa tenta el voto de la mayoría del Pleno no reside. y ello con-
de la inmunidad parlamentaria. viene precisarlo. en la doctrina general de que trae causa
En suma. hay que concluir con el Ministerio Fiscal en -ya elaborada por este Tribunal en SentenCias anteriores
su apreciación de que «salta a la vista la omisión en el en alguna de las cuales he sido partícipe- respecto del
Acue.rdo del Senado de cualquier incidencia de la con- instituto. de naturaleza procesal. de la inmunidad parla-
cesión o no del suplicatorio en la composición de la mentaria (art. 71.2 C.E.) y sus limites constitucionales. ni
Cámara o a su normal funcionamiento»; no hay nada en siquiera en la interpretación restrictiva que el Tribunal ha
el mismo que ¡:Jueda considerarse relevante para el sen- venido realizando para evitar su utilización abusiva a modo
tido constitucionalmente perseguido a través de la de privilegio personal y absoluto en beneficio de las per-
prerrogativa de la inmunidad parlamentaria. Por todo sonas de los miembros de las Cámaras para sustraer sus
ello hemos de estimar que el Acuerdo del Pleno del Sena- conductas al conocimiento o decisión de los Jueces y Tri-
do. de fecha 15 de marzo de 1989. ha vulnerado el dere- bunales. lo que pugnaria con los valores esenciales del
cho a la tutela efectiva de los Jueces y Tribunales reco- Estado democrático de Derecho (art. 1.1 C.E.).
nocido en el articulo 24.2 de la Constitución al haber Los preceptos constitucionales han de interpretarse
determinado. de forma contraria a Derecho. el sobresei- desde la perspectiva del ordenamiento constitucional
miento de las querellas formuladas por los recurrentes. como un sistema normativo. sin que quepa establecer en
6. El arto 55.1 LOTC prevé. entre los posibles pro- él -como bien se dice en la Sentencia de que discrepa-
nunciamientos de la Sentencia que otorgue el amparo mos- una concepción jerarquizada entre su contenido
la «declaración de nulidad de la decisión. acto o reso- dogmático y su contenido orgánico. de modo que «todos
lución quehayan impedido el pleno ejercicio de losdere- sus contenidos encuentren el espacio y la eficacia que el
chos o libertades protegidos. con determinación en su constituyente quiso otorgarles».
caso de la ex!ensión de sus efectos». En el caso presente Asi. cuando. como ahora acontece. entran en juego de
la declaraclon de nulidad se Ciñe al Acuerdo del Pleno manera encontrada distintos preceptos constitucionales
del Senad? de 15 de marzo de 1989. que denegó la -la inmunidad parlamentaria (art. 71,2 CE) y el derecho
autonzaclon para procesar al Senador. único acto cuya a la tutela judicial efectiva (art. 24.1)- eS'preciso realizar
constitucIOnalidad se Impugna; ahora bien. los efectos una adecuada ponderación constitucional de las circuns-
de esta declaración de nulidad deben extenderse al tancias concurrentes para evitar que el reconocimiento o
Auto de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. de 28 protección de uno de ellos signifique una restricción inne-
de septiembre de 1989. dado qua éste fue dictado en cesaria o un sacrifício desproporcionado del ámbito del
virtud exclusivamente del mencionado Acuerdo del otro. también constitucionalmente reconocido.
Senado. O dicho de otra manera. que la doctrina constitucional
sentada por el Tribunal respecto del derecho de todas las
personas al acceso a la jurisdicción (al proceso penal en
FALLO este caso) del art. 24.1 C.E. no significa la necesidad de
En atención a todo lo expuesto. el Tribunal Constitu- que siempre y en todo caso que se requiera la previa auto-
cional. POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE LA CONSTITUCiÓN rización a la Cámara respectiva para inculpar o procesar
DE LA NACiÓN ESPAÑOLA. a uno de sus miembros. ésta venga obligada a concederla
para permitir el acceso a la justicia y no vulnerar el arto 24.1
de la Constitución. pues si así fuera -como se dijo en la
Ha decidido STC 90/1985. fundamento jurídico 6.°_ «vendría a'hacer-
Otorgar el amparo y. erl consecuencia. se vana la existencia misma de la inmunidad parlamen-
tariaH.
1.° Reconocer el derecho de los recurrentes a la tute- Hay que ponderar las circunstancias de cada caso
la efectiva de los Jueces y Tribunales. que les reconoce atendiendo a la finalidad. razonabilidad y proporciona-
el arto 24.1 de la Constitución. . lidad del Acuerdo adoptado por la Cámara respecto de
2.° Declarar la nulidad del Acuerdo del Pleno del la previa autorización que establece el art. 71.2 C.E. en
Senado. de 15 de marzo de 1989 y. en su consecuencia. relación con el sacrificio del derecho fundamental en jue-
la del Auto de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. de go (art. 24.1). AsI pues. lo verdaderamente esencial del
28 de septiembre del mismo año. dictado en las causas juicio de legitimidad que corresponde emitir al Tribunal
núms. 90. 440 Y 1.230 de 1989 acumuladas de libre Constitucional cuando. como ahora oc!'urre. ha de revisar
sobreseimiento. retrotrayéndose las actuac'iones al un Acuerdo de las Cámaras denegando el suplicatorio
momento inmediatamente anterior a la resolución de es la conformidad con la finalidad que la institución de
dicha Sala Segunda. de 25 de enero de 1989. por la que. la inmunidad parlamentaria persigue. que no es ni un pri-
en forma de suplicatorio. se solicita del Senado la auto- vilegio establecido en beneficio in tuitu personae. ni está
rización prevista en el arto 71.2 de la Constitución. tampoco dejada a la libre disponibilidad de la voluntad
. Publiquese esta Sentencia·en el «Boletin Oficial del de. la Cámara. sino que está sujeta a estrictos limites deri-
Estado». vados de la Constitución y. en particular. de los derechos
fundamentales de terceros en ella reconocidos. La inmu-
Dada en Madrid. a veintisiete de noviembre de mil nidad se justifica en atención al conjunto de funciones
novecientos noventa y dos. Firmado: Miguel Rodríguez-Pi- parlamentarias respecto de las que tiene. como finalidad.
ñero y Bravo-Ferrer.-Luis López Guerra.-Fernando Gar- su protección. La amenaza frente a la que protege sólo
cía-Mon y González..Regueral.-Carlos de la Vega Bena- puede serlo de tipo polltico y, consiste en la eventualidad
yas.-Eugenio Diaz Eimil.-Alvaro Rodríguez Bereijo.-Vi- de que la vía penal sea utilizada C0n la intención de per-
cente Gimeno Sendra.-José Gabaldón López.-Rafael de turbar el funcionamiento de las Cámaras o de alterar la
Mendizábal Allende.-Julio Diego Gónzalez Campos.-Pe- composición que a las mismas ha dado la voluntad popu-
dro Cruz Villalón.-Carles Viver i Pi-Sunyer.-Rubricado. lar. La posibilidad de que las Cámaras aprecien y eviten
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esa intencionalidad es lo que la Constitución ha querido Y todo ello al margen de concretas expresiones o de
al otorgarles la facultad de impedir que las acciones ausencia de l;lxplícitas referencias en el contenido del
penales contra sus miembros prosigan y lo que permite. Acuerdo del Senado (v.gr. la incidencia de la concesión
por tanto, la institución de la inmunidad es que las pro- o no del suplicatorio en la composición de la Cámara o
pias Cámaras realicen algo que no pueden llevar a cabo a su normal funcionamiento) que no pueden ser tomadas
los órganos de naturaleza jurisdiccional como es una con rigor formalista tan extremo como para invalidar la
valoración sobre el significado político de tales acciones. suficiencia de la motivación por «aparecer del todo des-
Este constituye. a mi entender. el núcleo duro de la doc- vinculada respecto de la finalidad que pudiera justificar esa
trina sentada en nuestra STC 90/1985 Y reiterada en restricción del derecho a la tutela judicial que se reconoce
otras posteriores. ill1 el arto 24.1 C.E.» (STC 95/1985. fundamento jurídi-
Por eso. es evidente que no puede resultar amparada co 7.°). Así lo entiende también el Ministerio Fiscal, para
por la inmunidad parlamentaria la mera pretensión de los quien la denegación del 'suplicatorio está justificada en
miembros de las Cámaras de sustraerse a acciones pena- este caso por «la valoración que en él se contiene del sig-
les improcedentes o infundadas. frente a las que no cabe nificado político de las manifestaciones objeto de las que-
mayor defensa que la tutela que deben prestar los Jueces rellas».
y Tribunales. No se trata de eso. sino, por el contrario. de Por eso. no puedo dejar de manifestar mi discrepancia
impedir acciones penales en que, por la forma y el contexto con la afirmación tan rotunda y radical que se contiene
en que se producen, las Cámaras puedan. razonada y moti- en el fundamento jurídico 5.° de la Sentencia. que es la
vadamente, apreciar una intencionalidad o significación ratio decidendi:«no hay nada en el mismo (el Acuerdo del
política de perturbar el funcionamiento (o la composición, Senado) que pueda considerarse relevante para el sentido
llegado el caso) de la Cámara en lo que hace al cumpli- constitucionalmente perseguido a través de la prerroga-
miento por todos y cada uno de sus miembros de las fun- tiva de la inmunidad parlamentaria».
ciones parlamentarias y políticas, sin que deban apartarse A mi parecer en la Sentencia de la que disiento se da
del ejercicio de dichas funciones consustanciales al cargo un salto cualitativo de tal magnitud que contrasta llama-
representativo que desempeñan por la necesidad de tener tivamente con la doctrina de este Tribunal desarrollada a
que defenderse de acusaciones. fundadas o no, a las que propósito de la motivación de las Sentencias y resolucio-
su posición les expone de modo particular. y, desde luego. nes de los órganos judiciales y deja tan reducido el margen
corresponde al Tribunal Constitucional revisar ese acto de apreciación política a las Cámaras que, salvo hipótesis
parlamentario de las Cámaras para verificar su conformi- patológicas extremas de conflicto entre poderes difícil-
dad con la Constitución y. más concretamente. con los mente concebibles en un sistema democrático. puede
derechos fundamentales de otros ciudadanos. evitando hacer prácticamente imposible la denegación de la previa
así una utilización abusiva de la figura constitucional de autorización para inculpar o procesar a un Diputado o
la inmunidad parlamentaria para fines que no le son pro- Senador. y con ello ilusoria la institución misma de la inmu-
pios. nidad parlamentaria. Institución que. al margen de prefe-
En esa función de control jurisdiccional, el Tribunal rencias personales al respecto y de la conveniencia de res-
Constitucional. tiene también límites propios. su «se/f-res- tringirla (criterio que comparto) y de cuál sea su encaje
traint»: ha de limitarse a examinar la motivación que fun- y vigencia en los modernos Estados democráticos. ha sido
damenta el Acuerdo de la Cámara (razonabilidad, propor- conscientemente querida por el constituyente español de
cionalidad. finalidad). esto es. adecuación a los fines pro- 1978 e incorporada al Texto de nuestra Constitución.
pios de la institución de la inmunidad parlamentaria. Pero la doctrina que se sienta en esta Sentencia y las modu-
lo que el Tribunal no puede hacer -como ya se afirmó en laciones significativas que en ella se introducen ex novo
la STC 90/1985. fundamento jurídico 6.°. in fine-es revi- en nuestros criterios jurisprudenciales ya de por sí abiertos
sar o sustituir esa valoración o juicio de oportunidad o de y de contornos imprecisos, viene a proyectar mayor incer-
intencionalidad de la Cámara por el suyo propio, suplan- tidumbre sobre los criterios que deben aplicar las Cámaras
tando a ésta en una función que la Constitución (art. 71.2) cuando necesariamente tengan que detidir. porque así se
le ha encomendado expresamente. lo impone el art. 71.2 de la Constitución. sobre la conce-
y esto es. a mi entender, lo que, a fin de cuentas, viene sión o denegación de la autorización previa para el enjui-
a hacerse en la Sentencia de la cual disiento. ciamiento penal de sus miembros.
El Acuerdo del Pleno del Senado. de 15 de marzo de Aparte de que. por esta vía. ya no habrá prácticamente
1989, denegando el suplicatorio, que aquí se impugna, no ningún Acuerdo de las Cámaras ex arto 71.2 C.E. del que
es. en modo alguno. una decisión no ya carente de moti- no venga llamado a conocer y decidir el Tribunal Consti-
vación (que era lo que acontecía en el recurso resuelto por tucional, con riesgo de convertirse en Comisión misma de
STC 90/1985. que otorgó el amparo) sino tampoco insu- suplicatorios.
ficientemente motivado para fundamentar la denegación Por las razones expuestas, el Acuerdo del Pleno del
del suplicatorio o de motivación no congruente con la «fi- Senado, de 15 de marzo de 1989, no ha vulnerado el dere-
nalidad de la inmunidad a la vista de las circunstancias del cho de los recurrentes a la tutela judicial efectiva. por lo
caso concreto», como se sostiene en el fundamento jurí- que el fallo de la Sentencia, como así sostuve en las deli-
dico 5.° beraciones del Pleno. debería haber sido desestimatorio
En esencia. el Senado en su «juicio de oportunidad o del amparo.
de intencionalidad» viene a apreciar que, atendidas las cir-
cunstancias en que se han producido los hechos que die- Madrid, a veintisiete de noviembre de mil novecientos
ron lugar a las acciones penales emprendidas contra uno noventa y dos. Firmado: Alvaro Rodríguez Bereijo.-Julio
de sus miembros (libre ejercicio de la función estrictamen- Diego González Campos.-Rubricado.
te política en el ámbito de la contienda y .debate político
de partido) concurría el «fundamento objetivo» de garantía Voto particular que formula el Magistrado excmo. sr. don
de la autonomía funcional de la Cámara y del ejercicio de Vicente Gimeno Sendra, a la Sentencia dictada por el Pleno
sus funciones constitucionales de uno de sus miembros en el RA 1.156/89
que legitiman, a la luz de la doctrina del Tribunal Cons- Mi principal discrepancia con la presente Sentencia se
titucional (SSTC 36/1981; 51/1985; 90/1985; circunscribe a la doctrina reduccionista, en ella sustentada.
92/1985; 243/1988; 9/1990...). la institución de la del bien jurídico protegido en la institución del suplicatorio
inmunidad parlamentaria y. en consecuencia la denega- -«alterar indebidamente la composición o el funciona-
ción del suplicatorio. miento de las Cámaras», según los fundamentos jurídi-
48 Miércoles 23 diciembre 1992 80E núm. 307. Suplemento

cos 3.° Y 4.°_ y. por ende. de su ámbito de su aplicación. del otro. estableciendo así una especie de jerarquía entre
que en el futuro habrá de quedar ceñido a los casos en esos dos preceptos que. además de parecerme innecesa-
los que el Diputado o Senador se encuentre privado de ria porque la tutela judicial no alcanza únicamente efec-
libertad. único supuesto en el que la imposibilidad física tividad a través de los procedimientos penales. no encuen-
del parlamentario para acudir a las Cámaras podría alterar tra en la Constitución el apoyo que sería necesario para
su composición y funcionamiento. que este Tribunal pudiera anular el Acuerdo del Senado
Del tenor literal del arto 71.2 C.E. se deduce. sin embar- que, ajustado en principio a las atribuciones que le confiere
go. que la institución del suplicatorio. no sólo protege al el arto 71.2 de la Constitución. denegó motivadamente la
Diputado o Senador detenido o sometido a prisión provi- autorización solicitada por la Sala Segunda del Tribunal
sional. sino en general a quienes hayan sido «inculpados» Supremo para el procesamiento de un Senador.
o «procesados». es decir. a todo Diputado o Senador que Señalo desde el primer momento que el Acuerdo del
haya sido objeto de una imputación judicial y. por tanto. Senado está motivado. porque admito -en línea con la
con independencia de que pueda trasladarse al Congreso Sentencia y con la doctrina en la que se apoya
o al Senado a fin de ejercer sus funciones parlamentarias. (STC 90/1985)-la necesidad de que sea así en garantía
Por otra parte. tampoco comparto la afirmación. ver- de los principios de justicia e igualdad que. como valores
tida en el fundamento jurídico 5.° de que el suplicatorio esenciales de nuestro ordenamiento jurídico, propugna el
«no tiene como finalidad garantizar la libertad de expre- arto 1.1 de nuestra Constitución. Pero entiendo que una
sión». Es cierto que dicha libertad se garantiza fundamen- cosa es la necesidad de motivación que. naturalmente. ha
talmente a través de la «inviolabilidad» del arto 71.1.° C.E.. de ser razonable. y otra muy distinta que solamente pueda
pero tampoco cabe olvidar que la protección procesal de ser una -el normal funcionamiento de las Cámaras- la
dicha inviolabilidad se efectúa precisamente a través del que permita al órgano parlamentario denegar la autoriza-
suplicatorio, presupuesto procesal que tiene. en mi opi- ción. Si esto fuera así de forma determinante. el consti-
nión. como especial misión proteger la independencia del tuyente podía y tenía que haberlo señalado en el arto 71.2
Diputado o Senador en el ejercicio de sus funciones frente de la Constitución; y si no lo hizo no pue!le. en mi criterio.
a posibles injerencias de los demás poderes del Estado. establecer este Tribunal un condicionamiento que no figu-
Madrid. a veintiocho de noviembre de mil novecientos ra en el texto constitucional y que. de entenderse tan rigu-
noventa y dos. Firmado: Vicente Gimeno Sendra.-Rubri- rosamente. haría prácticamente inaplicable la previsión
cado. contenida en la Constitución.
3." Como ya he apuntado. la Sentencia de la que
Voto particular que formula el Magistrado don Fernando disiento tiene su apoyo o está fundada principalmente en
García-Mon y González-Regueral a la Sentencia dictada la doctrina contenida en nuestra STC 90/1985. en la que.
por el Pleno en el recurso de amparo núm. 1.156/89 como ahora ocurre. se estimó un recurso de amparo frente
Mi discrepancia con la Sentencia aprobada por mayo- a un Acuerdo del Senado que, sin motivación alguna. dene-
ría se funda en las siguientes razones: gaba la autorización para procesar a un Senador. Fue esa
1." El arto 9.1 de la Constitución dispone: falta de motivación la ratio decidendi de aquella Sentencia
que contiene. efectivamente, la doctrina que ahora se
«Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos recuerda y aplica; pero entre una y otra Sentencia hay una
a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico». diferencia que considero esencial. En la primera
El Tribunal Constitucional. como intérprete supremo (90/1985 l. el Acuerdo del Senado carecía de razonamien-
de la Constitución. está sometido sólo a la Constitución to alguno. mientras que en ésta se da la motivación que
y a su Ley Orgánica según establece el arto 1.1 de esta en la propia Sentencia se reproduce. Damos. pues. un paso
Ley al determinar su independencia de los demás órga- más en la revisión de las decisiones parlamentarias. En el
nos constitucíonales. Pero esta independencia que está. caso anterior se constató la carencia de motivación y aquí,
naturalmente. subordinada a la Constitución. encuentra como la .motivación existe. se revisa la suficiencia o insu-
én ella un límite infranqueable: Allí donde la Constitución ficiencia de las razones contenidas en el Acuerdo. La dife-
establezca potestades. competencias. atribuciones o rencia de inexistencia. no exige más que su propia cons-
facultades a otros órganos constitucionales. allí no podrá tatación, mientras que la suficiencia o insuficiencia de lo
entrar el Tribunal Constitucional para sustituir a los mis- razonado entraña un juicio de valor o una ponderación
mos en el ejercicio de sus funciones. Es cierto que podrá que. en principio y salvo que se trate de una mera apa-
hacerlo, y de ahí su razón de ser. cuando se aparten de riencia. equivale realmente a ejercer la facultad de otor-
los mandatos constitucionales para que en todo caso garla. El problema tiene. pues, la máxima importancia-de
prevalezca la Constitución. pero de no darse esta circuns- ahí su avocación al Pleno-. porque iniciado este camino
tancia y actuar los órganos constitucionales dentro del nos puede llevar. o quizá nos lleva ya en esta Sentencia.
ejercicio de las atribuciones que aquélla les otorga. la a sustituir prácticamente a las Cámaras en la facultad que
intervención de este Tribunal puede desbordar sus pro- a ellas otorga la Consti,tución.
pias competencias para sustituir las que el poder cons- 4." En el presente caso la motivación del Acuerdo.
tituyente atribuyó expresamente a otros órganos cons- reproducida en la Sentencia, es el carácter exclusivamente
titucionales. Y esto es. en mi criterio. lo que ocurre en político de la controversia mantenida entre el querellante.
el presente caso. Presidente del Consejo de Gobierno de la Diputación
2." El arto 71.2 de la Constitución. al establecer la Regional de Cantabria, y el Senador querellado. Se trata.
inmunidad de los Diputados y Senadores. dispone que <<no pues. de dos políticos que en forma más o menos destem-
podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autori- plada. polemizan en los medios de comunicación sobre
zación de la Cámara respectiva». El Senado. ejerciendo sus respectivas actuaciones o puntos de vista en materias
esta potestad constitucional. por Acuerdo del Pleno de 15 propias de la actividad que uno y otro ejercen. Si traspasan
de marzo de 1989. denegó la autorización solicitada por o no los límites que a la libertad de información y de expre-
la Sala Segunda del Tribunal Supremo para decretar el pro- sión impone el arto 20 de la Constitución. no tiene relevan-
cesamiento de un Senador y este Tribunal en la Sentencia cia a efectos de la autorización solicitada; pero sí la tiene
de la que disiento anula el citado Acuerdo del Senado por que se trate de una polémica estrictamente política y que
entender que vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva ésta se desarrolle entre quienes ejercen funciones de esa
que consagra el art.24.1 de la Constitución. Entre la naturaleza. Como dice el Acuerdo del Senado. las mani-
supuesta contradicción de dos preceptos constituciona- festaciones del querellado se hicieron «en el marco de una
les. la Sentencia se inclina por uno de ellos en detrimento valoración política de la actividad de los órganos de gobier-
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no de la Comunidad Autónoma de Cantabria. en el uso del Tribunal Central de Trabajo de 30 de enero de 1989.
del libre ejercicio del derecho de crítica que corresponde estimatoria del recurso de suplicación núm. 215/87, inter-
a todo ciudadano, especialmente a quienes están inves- puesto frente a la Sentencia de la Magistratura de Trabajo
tidos de la condición de representantes del pueblo espa- núm. 1 de Madrid. de 26 de mayo de 1986. dictada en
ñoh>. Y por esta circunstancia. unida a los demás razona- Autos núm. 559/85 sobre cantidad. Han comparecido el
mientos que contiene el Acuerdo, el Senado. por mayoría. Ministerio Fiscal y la Comunidad de Madrid representada
entendió que existían razones fundadas y de carácter obje- y asistida' por el letrado de los Servicios Jurídicos don
tivo que conducían a denegar la autorización solicitada y, Antonio Celada Alvarez. Ha sido Ponente Magistrado don
por tanto, a hacer aplicación en este caso de la inmunidad Fernando García-Mon y González-Regueral. quien expresa
parlamentaria. El Pleno del Tribunal. también por mayoría. el parecer de la Sala..
entiende lo contrario porque -en apretada síntesis- las
razones alegadas para la denegación no alcanzan entídad l. Antecedentes
para alterar la composición de las Cámaras ni para per-
turbar el normal funcionamiento de las mismas. 1. Por escrito presentado en el Juzgado de Guardia
Pues bien, con todos los respetos para esa opinión de el 21 de abril de 1989 y que tuvo entrada en el Registro
la mayoría que refleja un plausible deseo de restringir al . de este Tribunal el 24 de abril de 1989. el Procurador de
máximo toda idea de privilegios personales y compartien- los Tribunales don Rafael Gamarra Megías interpone, en
do esa misma preferencia. entiendo que nuestra misión nombre y representación de don Jesús Rodríguez Vicente,
como supremo intérprete de la Constitución. no alcanza recurso de amparo contra la Sentencia del Tribunal Central
a eliminar en la práctica una prerrogativa constitucional- de Trabajo de 30 de enero de 1989.
mente establecida que. si bien corresponde objetivamente 2. Constituyen la base fáctica de la demanda los
á las Cámaras Parlamentarias. se hace efectiva a través siguientes antecedentes de hecho:
de todos y cada uno de quienes por voluntad popular las al Con fecha 23 de abril de 1985, el ahora recurrente
componen. en amparo, junto con otros compañeros. demandó a la
Téngase en cuenta además -y con ello termino-. que Comunidad de Madrid ante la jurisdicción laboral por recla-
la inculpación o el procedimiento por sí mismos. prescin- mación de determinadas cantidades en concepto de horas
diendo del resultado al que puedan llegar los procesos extraordinarias. la demanda fue estimada por Sentencia
penales que la autorización no puede prever. no alteran de la Magistratura de Trabajo núm. 1 de Madrid. de 26
la composición de las Cámaras n,i perturban su funciona- de mayo de 1986. que condenó a la entidad demandada
miento, toda vez que dichas situaciones no impiden a los a abonar al ahora recurrente en amparo la cantídad de
afectados por ellas el normal ejercicio de sus funciones 212.233 ptas.
parlamentarias. Aquella motivación como esencial para b) Contra la misma interpuso recurso de suplicación
poder denegar la autorización equivale, como ya he dicho. la demandada ante el Tribunal Central de Trabajo, que tras
a suprimir en la práctica su posible otorgamiento. la pertinente tramitación. dictó Sentencia, el 30 de enero
las razones expuestas me llevan a discrepar del criterio de 1989. estimando el recurso. Razona el Tribunal Central
de la mayoría y a sostener que, como expuse en el Pleno, que, reclamándose cantidades correspondientes a los
el fallo de este recurso ha debido ser desestimatorio del años 1981. 1982 y 1983, y a tenor del arto 59 del Estatuto
amparo solicitado. de los Trabajadores que establece un plazo de prescripción
Madrid. a treinta de noviembre de mil novecientos de un año. tales cantidades se encuentran prescritas, aña-
noventa y dos. Firmado: Fernando García-Mon y Gonzá- diendo que a l.os efectos del arto 1.973 del Código Civil,
lez-Regueral.-Rubricado. no puede ser causa de interrupción del plazo de prescrip-
ción el procedimiento que dio lugar a la Sentencia de 28
de febrero de 1981. ya que su demanda se dirigió a recla-
mar una jornada determinada y no a reclamar cantidades
28343 Sala Primera. 'Sentencia 207/1992, de 30 de dimanantes de la realización de horas extraordinarias que.
noviembre de 1992. Recurso de ampa- en cualquier caso. podrían haberse reclamado conjunta-
ro 752/1989. Contra Sentencia del Tribunal mente con la jornada. De suerte que al no haberlo hecho
Central de Trabajo, estimatoria del recurso' de así, dejó expirar el plazo, por lo que procede la desestima-
suplicación interpuesto frente a Sentencia de ción de la demanda.
la Magistratura de Trabajo núm. 1 de Madrid,
dictada en autos sobre reclamación de canti- 3. El recurrente fundamenta la solicitud de amparo
dad en concepto de horas extraordinarias. en la vulneración del arto 14 C.E. por la Sentencia recurrida.
Supuesta vulneración del derecho a la igualdad Alega que se ha vulnerado el principio de igualdad en 1a
en la aplicación de la Ley. aplicación de la ley por haber resuelto la misma Sala Pri-
mera del Tribunal Central de Trabajo el presente supuesto
la Sala Primera del Tribunal Constitucional. compues- de sentido contrario a uno anterior. concretamente el de
ta por don Miguel Rodrrguez-Piñero y Bravo-Ferrer. Presi- la Sentencia de 27 de octubre de 1988, dándose plena
dente; don Fernando García-Mon y González-Regueral. identidad de derechos reclamados y partes actuantes en
don Carlos de la Vega Benayas, don Vicente Gimeno Sen- dos procedimientos ante la misma jurisdicción y Tribunal.
dra. don Rafael de Mendizábal Allende y don Pedro Cruz Estima el recurrente que en ambos supuestos concurrian
VillaIón. Magistrados. ha pronunciado las mismas circunstancias: se trataba de trabajadores del
mismo centro de trabajo (Hospital Provincial de Madrid)
EN NOMBRE DEL REY que habían obtenido la misma respuesta favorable a su
pretensión de que la jornada de trabajo fuera inferior a la
la siguiente que prestaron en los años 1981, 1982 y 1983; como no
fue posible llegar al pago amistoso por la empresa formu-
SENTENCIA laron las demandas, resolviendo tanto la Magistratura
núm. 1 como la núm. 12 de Madrid, estimar las demandas
En el recurso de amparo núm. 752/89. promovido por y desestimar la excepción de prescripción alegada por la
don Jesús Rodrrguez Vicente, representado por el P.rocu- empresa, al entender que la actuación tanto del comité
rador don Rafael Gamarra Megías y asistido por el letrado como de la propia empresa interrumpían la prescripción;
don Miguel Angel Santalices Romero, frente a la Sentencia interpuesto por la Comunidad de Madrid los oportunos

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