Apocalipsis Laodicea

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Laodicea

Apocalipsis
Serie de Estudio del Nuevo Testamento
Marzo 2010
Pastor Jorge Prado

La Iglesia que vivía en su estupidez


Apocalipsis 3:14 – 22

En cada una de las Iglesias, el Señor adapto sus palabras dando el significado dentro del
contexto de la ciudad donde la Iglesia (asamblea) se reunía. Laodicea fue conocida como ciudad
por causa de su riqueza y por la fabricación del colirio muy especial y también por el tejido de
lana que ellos fabricaban. El Señor se presenta a esta comunidad como el Amen, lo que en el
Antiguo Testamento fue uno de los nombres de Dios (Isaías 65:16), donde la palabra verdad es
en Hebreo la palabra Amen; Acá esta la verdad que habla la verdad, pues El es el testigo
verdadero (Apocalipsis 3:14).

La Iglesia de Laodicea estaba cegada ante sus propias necesidades, y no tenia el deseo de
reconocer la verdad. Pero la realidad mis amados es que cuando una persona quiere realmente
conocer la verdad, tiene que empezar por la realidad de su ignorancia, tenemos que admitir
nuestro pecado, nuestra incapacidad de ser honestos, pues si queremos lo mejor de Dios en
nuestras vidas y en la vida de nuestras iglesias, tenemos que ser honestos con Dios y permitir que
Dios sea honesto con nosotros.

El Señor demuestra 4 (cuatro) áreas en la vida de la Iglesia de Laodicea:

 Ellos Habían Perdido su Vigor: Apoc. 3:16-17


En la vida cristiana hay tres temperaturas espirituales:
1)- Corazón quemando en fuego por el Señor –Lucas 24:32
2)- Un Corazón frío – Mateo 24:12
3)- Un Corazón Tibio – Apoc. 3:16

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El creyente tibio esta cómodo, conformado, no reconociendo sus reales necesidades, el
que esta frío por lo menos siente; como creyentes en Cristo tenemos toda la razón para estar
fervientes en el Espíritu – Romanos 12:11; fervientes en la Oración pues es vital para la Iglesia y
los creyentes, Colosenses 4:12 – Sin duda el apóstol Pablo sabia de la necesidad al escribir a la
Iglesia en Colosos, que ellos enviasen también su carta a la Iglesia de Laodicea, Colosenses 4:16

La Iglesia no puede esta cerrada en si mismo como un sistema individual, pues Jesús dijo:
Juan 15:5 – La Iglesia de Laodicea era independiente, satisfecha consigo misma y segura en si
misma. Apoc. 3:17. Su independencia financiera y su gloria personal, les impidió de ver y oír lo
que el Señor estaba a la puerta tentando entrar. Apoc. 3:20

 Ellos Perdieron sus Valores - Apoc. 3:17-18

La Iglesia de Esmirna pensaba de si mismo como siendo pobre y el Señor dijo que ella
era rica, 2:9; pero los de Laodicea, eran todo lo contrario, estaban tan orgullosos de ser ricos y el
Señor los encontró pobres y miserables. Acá esta la razón principal mis amados, porque una
Iglesia empieza a morir espiritualmente. Ellos si quedan tan orgullosos de su crecimiento
financiero y muchas veces en número según la medida del mundo, envés de medirse por los
valores espirituales, por esto a los ojos del Señor ellos eran, desventurados, miserables, pobres,
ciegos y desnudos.
Laodicea era una ciudad donde el centro bancario actuaba, era así un poco parecida a
Charlotte, con todas las financieras, aseguradoras y bancos. Y Posiblemente el espíritu de los
negocios entro en la Iglesia y sus valores fueron cambiados. Es interesante aun hoy cuando
miramos para los boletines de las Iglesias y tenemos la fotografía del Templo en los boletines,
papeles de carta de la misma, aparentemente estos eran las cosas mas importantes para los
creyentes en Laodicea, las estadísticas del crecimiento, la propiedad y la belleza del templo en
que ellos culturaban, ricos llenos de orgullo por lo que podían ostentar y Jesús les dijo: Estoy a
punto de vomitarlos de mi boca. Parece que lo que ellos necesitaban era un poco de persecución
y prueba, I pedro 1:7 - No hay nada mejor para el que pueblo de Dios mire sus prioridades que
el sufrimiento.

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 Ellos Habían Perdido su Visión - 3:18b

Ellos estaban ciegos, no podían mirar la realidad. Estaban viviendo en el paraíso de la


estupidez, orgullosos en una iglesia que estaba a punto de ser rechazada por el Señor, el apóstol
Pedro nos deja saber que cuando el creyente no esta creciendo espiritualmente su visión es
afectada. II Pedro 1:5-9. Ellos no podían ver la realidad de sus vidas, ellos no podían ver ni si
quiera al Señor que estaba tocando la puerta, ellos no podían ver las puertas abiertas de
oportunidad delante de ellos, pues ellos estaban involucrados en la belleza del edificio o sus
pequeños reinos personales, por esto ellos se quedaran tibios en su preocupación por la
evangelización del mundo. ¿Cuál es la solución? Unción de los ojos con el colirio celestial. Este
tipo de medicación no si compra en la farmacia o mismo los médicos pueden medicar, tenemos
que ser operados por el Medico de los Médicos. Juan 9

 Ellos Perdieron sus Vestiduras - 3:17-18

Muchos cristianos creen que están vestidos con esplendor y gloria, pero en realidad ellos
están desnudos. (Ejemplo del Oscar). Estar desnudo tiene el sentido de derrotado y humillado. II
Samuel 10:1-4; y Isaías 20:1-4 - Los Laodicea tenían la libertad de ir a los mejores mercados y
comprar la ropa mas cara, pero esto de nada los valía, pues o que ellos necesitaban eran las
vestiduras blancas de la justicia y la gracia de Dios. Apocalipsis 19:8.
No hubo ninguna palabra de elogio a esta iglesia, yo creo que la razón es porque ellos
estaban tan ocupados elogiándose a si mismos, que ellos creyeron que estaban glorificando a
Dios, cuando en realidad ellos estaban poniendo el nombre del Señor en desgracia delante del
mundo caminando desnudos en medio de su comunidad.

El Señor Termina su Carta con tres Comunicaciones muy Especiales

1)- Primero una explicación - vs. 19

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Yo reprendo y castigo a todos los que amo. Aunque estos cristianos eran tibios, Jesús
continuaba a amándolos, aunque el amor de ellos se había enfriado en relación al Señor, pero al
mismo tiempo en su amor, El promete castigo como prueba de su amor. Proverbios 3:11-12;
Hebreo 12:5-6

2)- Una exhortación


Se pues celoso y arrepiéntete. La Iglesia en Laodicea tenia que arrepentirse de su orgullo
y humillarse delante del Señor – Ellos tenían que avivar el fuego que un día estuvo allí en ellos –
II Timoteo 1:6 y cultivar un Corazón que estuviera quemando para el Señor.

3)- Una invitación – 3:20-22


Normalmente los predicadores usan este verso para los que no son cristianos, pero mis
amados la primera aplicación de este verso es para los cristianos. El Señor estaba a puerta de la
Iglesia en Laodicea y el hablo a los individuos y no a la iglesia colectivamente. “Si alguno oye
mi voz y abre la puerta...”. No podemos nos olvidar mis amados que la Iglesia de Laodicea era
una Iglesia independiente, que no tenia falta de nadie pues era rica, pero ellos si olvidaran de ser
dependientes en Cristo, por esto ellos tenían una programación aparentemente exitosa pero no
fructífera, Juan 15:1-8 - No podemos olvidarnos mis amados que cuando invitamos al Señor
para estar en nuestras vidas, nuestras casa se convierte en el lugar del trono de Dios, su templo
pues es solamente en la comunión con el Señor que obtenemos la victoria final.
Estas siete cartas a las iglesias, son un tipo de X-Ray, del Señor a nuestros ministerios
hoy y es el Señor quien nos juzga ahora mismo, para que no seamos juzgados con los demás en
el gran trono blanco. I Pedro 4:17.

PS.- En las próximas semanas, yo voy estar enseñando los capítulos 17-19 de
Apocalipsis. El juicio del sistema religioso y su destitución la destrucción del sistema político y
económico y finalmente la destrucción de Satanás, la Bestia y el Falso Profeta. No falte, creo que
será de gran beneficio aprender estas cosas especialmente en los días que estamos viviendo.

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Entusiasta
Apocalipsis 3:14-22

En cada una de las sietes cartas, Jesucristo da énfasis en diferentes marcas que deben caracterizar
a una iglesia real viva. Los cristianos efesios son llamados volver a su primer y fresco amor por
El, mientras que a los cristianos de Esmirna se les advierte que si no se comprometen ellos
sufrirán de verdad. La iglesia en Pergamo defendió la verdad en la cara del error, y en la iglesia

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de Tiatira honradez en medio de la maldad. En Sardis, la necesidad es por la realidad interna
detrás del show externo. El Señor había dejado una puerta abierta de oportunidades delante de la
iglesia de Filadelfia para que el Evangelio fuese extendido y los llama a que entren por ella. La
séptima carta esta dirigida a la iglesia de en Laodicea; combina una denunciación feroz de
complacencia con una petición de entusiasmo.

Laodicea
Cerca de cuarenta millas al sureste de Filadelfia se encontraban tres ciudades famosas en el valle
del río Lycos. Al norte del rió estaba Hierápolis, mientras que en el sur estaban Laodicea y
Colosas separadas por diez millas. Sin embargo, Laodicea era la iglesia localizada más hacia el
Sur de las siete a las que estas cartas fueron dirigidas, estando casi al este de Efeso.
Aunque Laodicea era la ciudad principal de la región de Frigia y no tiene distinción pequeña,
nadie sabe cuando las semillas del evangelio fueron sembradas y como la iglesia echo raíces. El
apóstol Pablo probablemente nunca visito las ciudades del valle Lycos, pero si escribió una carta
a la iglesia Laodicea al mismo tiempo que le escribió a los colosenses. En realidad muchos de los
eruditos piensan que la carta a Laodicea no mas ni menos que nuestra conocida “Carta a los
Efesios”, ya que tres de los mejores y mas tempranos manuscritos de esa carta omitía en el
comienzo las palabras “a los Efesos” Por ende puede que halla sido una carta rotativa, que fue
enviada primero a la iglesia Laodicea. Más que eso la mención doble de Epafras en la carta a los
colosenses, indica que el había evangelizado Colosas y también tenia conexiones con la Laodicea
también. Entonces talvez fue el quien fundo la iglesia Laodicea (Colosenses 1:7; 2:1; 4:12-16)

En Fuego por Cristo


La religión Laodiceana es como cascada de agua caliente. Pero Jesucristo merece un mejor
tratamiento que esto. El quiere que sus seguidores sean calientes o fríos. “Conozco tus obras; sé
que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojala fueras lo uno o lo otro!” (Verso 15) Las palabras griegas
son fuertes y no hay lugar para la duda. “Frío” quiere decir como hielo y “caliente” quiere decir
que hierve. Jesucristo preferiría que nosotros o hirviéramos o nos congeláramos a cambio de que
ir por el camino tibio. Pablo le dijo a los cristianos romanos que fueran lo que se dio cuenta que
era Apolo era, “ferviente en espíritu” (King James) o espiritualmente al punto de hervir.
Debemos mantener el “fervor que da el Espíritu”, como Moffatt tradujo esta exhortación “que

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avives la llama”, el don de Dios que esta dentro de nosotros. Nuestro fuego espiritual interno esta
en constante peligro de apagarse. Necesita ser movido y alimentado (Romanos 12:11; Hachos
18:25; II Timoteo 1:6)
La idea de estar en fuego por Cristo puede tomar algunos como emocionalismo peligroso. “De
verdad” dirían ellos, “No debemos llegar a los extremos! No nos estas pidiendo que nos
volvamos fanáticos del Evangelio” eso todo depende de lo que quiere decir, si con fanatiquismo,
usted quiere decir entusiasmo, entonces el cristianismo es fanatismo y todos los cristianos deben
ser fanáticos. Mas sin embargo entusiasmo no es lo mismo que fanatiquismo. El fanatiquismo es
un entusiasmo sin razón ni inteligencia. Al final de una declaración preparada para una
conferencia de ciencia, filosofía y religión en la Universidad de Princeton en el año 1940 estas
fueron las palabras: “Compromiso sin reflexión es fanatiquismo en acción, pero reflexión sin
compromiso es la parálisis en acción. Lo que Jesucristo quiere y merece es la reflexión que lleva
al compromiso y el compromiso que nace de la reflexión. Este es el significado de entusiasmo, o
estar en fuego por Dios.

Un Tiempo Para Entusiasmo


Uno desea ver hoy hombres y mujeres robustos y con coraje trayendo a Jesucristo sus
pensamientos y compromiso total. El pide esto. El inclusive dice que si no estamos calientes, que
por lo menos seamos fríos y no tibios. Lo que quiere decir no es difícil de entender. Si El es la
verdad, el Hijo de Dios quien se convirtió en un ser humano, murió por nuestros pecados, y
resucito de entre los muertos; si el día de navidad, Viernes Santo y Pascua son más que
aniversarios sin sentido, entonces nada menos que nuestro compromiso entusiasta será suficiente.
Esto quiere decir que le pondremos primero en nuestra vida pública y privada, buscando su
gloria y obedeciendo su voluntad. Es mejor ser como hielo en medio de nuestra indiferencia o
oponernos a El, que insultarle con compromisos insípidos que le den nauseas.
Es verdad, la iglesia cristiana muchas veces ha temido ser “entusiasta”. John Wesley y sus
amigos tenían razones para saber eso, al igual que lo han sabido muchos antes y después de El.
Pero el entusiasmo es una parte esencial en la cristiandad. Cristo calidamente lo aprueba así sea
que la iglesia lo desapruebe. Su mensaje para nosotros en nuestras cabezas aletargadas, es el
mismo que al de la iglesia Laodicea años atrás: “se fervoroso y arrepiéntete” (verso 19) Seriedad,

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celo, fervor, fuego, pasión – estas son las cualidades de las que carecemos hoy y las necesitamos
grandemente.

El Diagnostico que Cristo Hace


Nosotros necesitamos prepararnos para escuchar lo que Jesús piensa de la iglesia Laodicea. Estas
son sus palabras: “Dices: "Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das
cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú (veros 17). Este es el
diagnostico de un buen doctor. La persona tibia es alguien que tiene un contraste notorio entre lo
que dice y lo que piensa. La raíz causante del entusiasmo a medias es la complacencia. El ser
tibio es ser ciego ante la real condición del individuo.

Una Sociedad Opulenta


No hay duda de que en la congregación de Laodicea abundaba los que iban a la iglesia por
satisfacción personal. Ellos decían “soy rico; he conseguido riqueza y no necesito nada mas.
Ellos tenían la razón – en términos materiales. Laodicea era renombrada por su prosperidad.
Situada en un valle fértil en la unión de muchas rutas importantes, y había amasado una riqueza
considerable. Eran tan opulentos sus ciudadanos, que cuando el temblor 60 AC que devasto toda
la región, esta ciudad fue rápidamente reconstruida sin la subsidiación del senado romano. Los
habitantes locales estaban orgullosos de su ciudad como centro de mercadeo. Podían
vanagloriarse de sus famosas escuelas de medicina conectadas con el templo de Asclepios. Por lo
que esta región era mas conocida, era por particularmente por la producción de telas, ropas y
alfombras y por la lana de las ovejas locales, a la cual William Ramsay se refería como suave y
brillante.
El orgullo de Laodicea era infeccioso. Los cristianos contrajeron la enfermedad. El espíritu de
complacencia entro en la iglesia y la corrompió. Los miembros de la iglesia se satisfago y
Jesucristo se hizo sentir. Sus palabras no fueron sutiles. “Dices: "Soy rico; me he enriquecido y
no me hace falta nada"; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y
desnudo eres tú” (verso 17) Ellos pensaron que estaban bien en su vida religiosa. Pero Cristo los
tuvo que describir como ciegos y pobres y desnudos – pobres sin importar lo que tuviesen en el
banco, ciegos sin importar el polvo que usaban para sanar la ceguera y desnudos sin importar las
fabricas de ropa que tenían. No necesitamos nada, dijeron ellos. En verdad ellos podían salir

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adelante sin la ayuda subsidiaria imperial; pero no podían salir adelante sin la gracia de
Jesucristo.

Pobres, Desnudos y Ciegos


Así es entonces la visión que cristo tiene de nosotros, de los cristianos nominales quienes no
están entusiasmados ni comprometidos con El. Moralmente y espiritualmente, este tipo de
personas son pobres ciegos y están desnudos. Son pobres porque no tienen nada para comprar su
perdón o la entrada al reino de Dios. Están desnudos, porque no tienen ropas lo suficientemente
buenas para estar delante de Dios. Son ciegos porque no tienen idea de su pobreza o peligro
espiritual.
Así es que Cristo de la diagnosis de nuestra condición espiritual. Seriamos tontos al querer
resistirlo, al querer contradecir el juicio de un doctor tan talentoso, es una ruta fija hacia el
desastre. “Conozco tus obras, dice El, y añade pero tu no te das cuenta… (Versos 15 y 17). El
nos conoce mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos. Tenemos la tendencia a adularnos
y engañarnos a nosotros mismos, pero El ve y sabe en realidad quienes somos.

El Consejo que da Jesucristo


Te aconsejo… (Verso 18) Talvez primero podemos observar la realidad de que tenemos un Dios
quien se regocija en aconsejar a sus criaturas. El es el Gran Dios del universo. El es el Gran Dios
del universo; tiene innumerables galaxias de estrellas a su alcance. El cielo y el cielo de los
cielos no lo pueden contener. El es creador y el que mantiene todas las cosas, el Señor Dios
Poderoso. El tienen el derecho de dar órdenes para ser cumplidas. El podría comandar, pero
escoge aconsejar. El respeta la libertad la libertad que nos ha dado.
Al mismo tiempo nos el nos advierte de las serias consecuencias de nuestra complacencia. Su
propósito no es someternos, es concientizar nos de la solemnidad de nuestra decisión. Por tanto,
como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca (verso 16) Es
obviamente lenguaje metafórico, pero eso no le quita el verdazo sentido. Líquidos tibios nos dan
nauseas. La expresión forzosa de Jesucristo demuestra asco. Timadamente, el va a repudiar a
aquellos quienes están atados a El de forma superficial y nominal. Se nos recuerda la
descripción del Salmo 95 y de la actitud de Dios para con los israelitas cuando estaban
divagando: “Cuarenta años estuve enojado con esa generación” (verso 10) El verbo usado es casi

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que impresionante. El enojo de Dios no es motivado por la malicia, rencor o con deseo de
venganza. La palabra griega usada en la traducción original se refiere al disgusto; el asco y
representa lo tanto que Dios que le disgusta la hipocresía y el pecado.

Desolación y Desperdicio
No podemos saber con certeza si, la iglesia Laodicea finalmente se calentó. Ciertamente la
ciudad, una vez prospera y compleja, era ahora desperdicio miserable. “Nada puede sobrepasar la
apariencia de desolación y la melancolía de Laodicea” dice un viajero del siglo20.
Sin embargo no debe ser solo por miedo al juicio que debamos prestar atención a esta
advertencia divina, pero también del respeto por el que da la orden. Veamos como se describe en
la introducción de esta carta: “Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el soberano de la
creación de Dios” (verso 14) El es el amen. Esta palabra hebrea quiere decir “en realidad” o
“realmente” y se denota de la confirmación de algo dicho o hecho. Ahora Jesús no tan solo dice
amen, dice que es el amen. Su ministerio cumple todas las promesas de Dios “Todas las
promesas que ha hecho Dios son sí en Cristo” (II Corintios 1:20) Entonces sus palabras son
confiables por su carácter firme. El no es voluble ni caprichoso. El nunca ha tenido que
retractarse o modificar algo que haya dicho. El es consistente.
Mas que eso, el es fiel y un testigo verdadero (verso 14; compárese con Apocalipsis 1:5) Porque
sus palabras son verdad, son confiables. Hablamos de lo que sabemos “Te digo con seguridad y
verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto
personalmente” (Juan 3:11) Por ende su testimonio debe ser recibido. Es acertado y dependiente.
Como lo es Cristo, el amen, el Amén, el testigo fiel y veraz, el soberano de la creación de Dios.
¿Cómo podemos ignorar el consejo de semejante Ser? El no puede mentir, el sabe y dice la
verdad. Seria cosa de locos el no tomar su consejo.

Los Pasos a Tomar


Laodicea debe dar dos pasos. El primero les es dado en el verso 19. El Señor Jesús prosigue: “Yo
reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete”. El primer
paso es el arrepentimiento. Cristo ya había llamado la atención de aquellos en Efeso y Sardis
para que se arrepintieran (Apocalipsis 2:5; 3:3). El mismo mensaje es dirigido a Laodicea. El
mismo Cristo que les dice que los vomitara sino se componen, también les ama. En realidad, es

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porque el desea salvarlos del juicio final que los reprueba y castiga. “Por lo tanto, sé fervoroso y
arrepiéntete” Déjelos arrepentirse una vez e irrevocablemente, entonces déjenlos continuar
siempre para ser encendidos con celo. Arrepentirse es darle la espalda a las cosas que es
conocido por ser contrario a la voluntad de Dios. Como los odioséanos, hemos renunciado a la
vida vieja de las cosas fáciles y complacencia. La satisfacción propia no es algo apropiado para
que aquel que siga el nombre de Cristo. La piedad vacía nunca salvo a nadie. No habrá hipócritas
en el cielo. Entonces tenemos que romper esa cadena.
Si el primer paso es arrepentimiento, el segundo es fe. Exactamente el compromiso que es
descrito en el NT y que es llamado fe, es ahora descrito vivida y claramente por Jesucristo. Aquí
estoy “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y
cenaré con él, y él conmigo” (verso 10) Esta es una petición personal. Aunque las palabras estén
dirigidas a la iglesia, se pueden aplicar a cada miembro de la iglesia de forma individual. Si
alguno…Dice Cristo. Nuestro corazón o alma es comparado con una vivienda. Cada uno de
nosotros nos gusta mandar en nuestro hogar y se rey en nuestro castillo. Pero el Cristo vivo viene
a visitarnos. Aquel que amenaza con escupirnos de su boca, ahora esta parado frente a nuestra
puerta, golpea. Quiere entrar. Es una visita del amante de nuestras almas. La escena de amor en
la canción de canciones se repite. “¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta! Hermana,
amada mía; preciosa paloma mía, ¡déjame entrar!... Mi amado pasó la mano por la abertura del
cerrojo; ¡se estremecieron mis entrañas al sentirlo! Me levanté y le abrí a mi amado…” (Cantar
de los Cantares 5:2-5).

De Indigente a Princesa
Si abrimos la puerta de nuestro corazón a Jesucristo y lo dejamos entrar, el traerá fin a nuestra
mendicidad. El nos convertirá de Indigente a Princesa. La ilustración nos muestra los el gozo de
la vida cristiana, la hermandad reciproca que los creyentes tienen con su Salvador. El que El
como y beba con nosotros es un honor; pero que El ultimadamente desee morar en nosotros esta
mas allá de nuestro entendimiento.
¿Merecemos que el quiera compartir la mesa con nosotros y estar bajo nuestro techo? En esta
celebración interna, la cena del Señor es la demostración externa de un sacramento visible. El
comer pan y tomar vino no es más que una representación física de la celebración espiritual con
Cristo y en Cristo este es un privilegio que las personas pueden disfrutar continuamente. El

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arrodillarse a su mesa en el templo, muestra públicamente la comunión interna con El de
nuestros corazones. Ambas, la celebración interna y la externa, son un adelanto del banquete
celestial que en el libro de Apocalipsis es llamada “La Cena del Cordero”(Apocalipsis 19:9;
compárese con Lucas 22:30)

El Dueño de la Casa
No es solamente para cenar que Cristo entra el alma humana. Es también para ejercer su
soberanía. Si El entra para otorgar su Salvación, El también entra para tomar control. No hay
puerta que pueda ser cerrada para El, el nos ha conquistado. El es el Dueño de la casa, su bandera
esta puesta en nuestro techo. Esto es lo que significa estar comprometido con Cristo y ser
entusiasta en nuestra lealtad a EL. Es el rendirse sin condiciones a su señorío. Es el buscar su
voluntad en su Palabra y obedecerla. No es solamente ir a los servicios dominicales, o las
celebraciones mayores. No es solamente llevando una buena vida o creyendo ciertas cosas que
describe el credo. No, primero necesitamos arrepentirnos, darle la espalda a todo aquello que
sabemos esta errado y entonces abrirle la puerta Jesucristo, pidiéndole que entre. Es el estar
personal e incondicionalmente comprometido a el. Es complacerlo en cada uno de los
departamentos de nuestras vidas. Nada menos que eso será suficiente.
Sea que estemos calientes, fríos o tibios, depende de que tanto le hallamos abierto la puerta de
nuestra personalidad a Jesucristo. Este es tan solo el comienzo de la vida cristiana, pero es un
comienzo indispensable.

La Perspectiva que Cristo Ofrece


Como en las seis cartas anteriores, la cara a la iglesia Laodicea concluye con una promesa para el
vencedor, para le hombre o la mujer que escuche, se arrepiente y obedezca el mensaje de Cristo.
“Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo
vencí y me senté con mi Padre en su trono.”(Verso 21). Esta perspectiva sobrepasa en gloria a
todas las otras promesas hechas al vencedor. El trono es el símbolo de conquista y autoridad.
Jesús le prometió a los doce “que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre
se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos
para gobernar a las doce tribus de Israel (Mateo 19:28). Esta promesa es dada a cada cristiano
fiel y vencedor. De la mima manera que Cristo derrotó el mundo y el demonio, y esta sentado a

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la diestra del Padre, el cristiano vencedor, debe ser honorado. De la manera que Cristo comparte
el trono con el Padre, los cristianos deben compartir el de Cristo. Exactamente que autoridad se
les dará, no es mencionado, pero de alguna les será dada responsabilidad en Reino de los Cielos.
Si dejamos que Cristo entre la casa de nuestro corazón, el nos dejara entrar en la casa de su
Padre. Mas que eso, si dejamos que Cristo se siente en nuestra mesa, el nos permitirá sentarnos
con el su trono.

El Gran Opción
Aquí esta la gran alternativa que confronta cada persona. El estar medio interesado en las cosas
de Dios, es probarse así mismo que no es realmente cristiano y que se esta en peligro de ser
rechazado. Pero el ser entusiasta en la devoción a Cristo, el haber abierto la puerta y ser sumiso
sin ninguna reserva, es tener el privilegio de estar con El en la tierra y reinar con El en el cielo.
Esta es una opción que no podemos evitar.
El ultimo verso del capitulo dice: “El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las
Iglesias” (verso 22) Estas palabras son repetidas sin ser cambiadas como un posdata a cada carta.
Son características de una expresión usada por Jesús durante su ministerio publico: “El que tenga
oídos para oír, que oiga” (Marcos 4:9) La frase en Apocalipsis es casi idéntica y solo añade lo
que el Espíritu dice a las iglesias. Las cartas son dictadas por Cristo, pero el mensaje es la
palabra del Espíritu. El quien hablo por medio de los profetas en aquellos días y por medio de los
apóstoles en el NT, Apocalipsis es ahora un agente del cargo del hijo a las iglesias.
No se debe olvidar que aunque las cartas están dirigidas a diferentes iglesias, la formula
conclusiva se refiere a las iglesias. El mensaje personal a cada una es también un desafío general
a todos. EL mensaje varía de acuerdo a las circunstancias de cada congregación, pero no de
acuerdo al propósito del divino escritor. Su voluntad para su iglesia es la misma, para cualquier
congregación en cualquier lugar y de cualquier edad. Seria tonto ensordecerse ante este mensaje
tan importante. “El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”

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