Resumen Teoria Cuantitativa Del Dinero

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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO COBÁN, ALTA VERAPAZ


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
CURSO: MONEDA Y BANCA
CATEDRÁTICA: ELVIRA ELIZABETH YAT CHAVARRIA
ALUMNO: TANIA GABRIELA IXMUKANÉ CHOC ACTÉ
CARNÉ: 0324-21-19168

TEORIA CUANTITATIVA DEL DINERO


Sus inicios surgieron en el siglo XV y en la actualidad ha presentado episodios de auge y declive,
las aplicaciones que se le han dado son masivas, se concentran en dos; en saber y entender
cuáles son los elementos que influyen en la formación de los precios y determinar la demanda de
dinero, en estos radica un intento por comprender el funcionamiento de la economía con el objeto
de reducir la incertidumbre futura basándose en la modelización y modernización del pasado.
Su origen se remonta en la inflación que se produjo en Europa siendo este en España cuando se
realizó el descubrimiento de América con la entrada de metales preciosos. El valor del dinero
estaba determinado por la cantidad de mercancías existentes y después de esto la evolución de
los medios de pago, el incremento del comercio y la necesidad de facilitar las transacciones, estos
mismas dieron lugar a la aparición de los billetes que representaban a los metales preciosos o
reemplazaban los efectos comerciales. La teoría cuantitativa del dinero tiene lugar a partir de que
en la época se consideraba que el valor de los medios de pago que ya existían dependiendo de la
cantidad de bienes contrariamente correspondientes.
La teoría heliocéntrica fue llamada así por el rey Segismundo I de Polonia por una reforma
monetaria que ayudó a resolver el problema del país con la multiplicidad de monedas en
circulación. Copérnico propuso la creación de una casa de la moneda única sus propuestas no
fueron adoptadas. Posterior a eso se publica el libro Monetae cudendae ratio 1526, este contribuyó
al pensamiento monetario13, por este motivo se considera a Copérnico como el primero, antes de
Jean Bodin, a ambos se les tribuye la paternidad de la teoría por relacionar la cantidad y calidad
de la moneda y los precios de la economía, es el primer inicio de la “teoría cuantitativa del dinero”,
teoría que desde el siglo XIX, ha ocupado un papel central en el escenario económico.
La TCD expresa de una manera formal la división entre el sector monetario y el sector real de la
economía, en lucha a lo largo del tiempo, y que ha sido formalizada en múltiples variaciones
teóricas. Estos analizaron la presencia de cierta relación proporcional entre precios y cantidad de
dinero en la economía, asumiendo el dinero como neutral. Posteriormente, la división se ha
centrado entre el llamado enfoque de transacciones o de Fisher, a quien se le atribuye la
formulación moderna de la teoría. Ayala afirma en la versión de Fisher es una “teoría del poder
adquisitivo de los medios de pago, mientras que Keynes, se centró en la función de depósito de
valor y Friedman convirtió la teoría cuantitativa en una teoría de la demanda de dinero. De acuerdo
a lo último menciona que la demanda de dinero no se hace por el dinero en sí mismo, sino por el
hecho de que éste se usa para comprar bienes y servicios y el valor de las monedas, está sujeto
a las leyes de la oferta y demanda del mercado.
ASENTAMIENTO DE LA TEORÍA
En el siglo XVI, los precios de las mercancías estaban determinados por la oferta y la demanda,
de manera que si la oferta de bienes permanece inalterada y la oferta de dinero aumenta, el nivel
de precios sube. Por el contrario, inalterada la oferta de bienes, si la oferta de dinero baja, el nivel
de precios desciende. Martín de Azpilcueta analizó la capacidad adquisitiva que tenía el dinero en
distintos países y lo hizo en función de la abundancia o escasez de metales preciosos. Así llegó a
la conclusión que donde el dinero fuera escaso, los bienes y servicios serían baratos y donde el
dinero fuera abundante, dichos bienes y servicios tendrían un precio elevado. La consolidación de
la teoría cuantitativa del dinero se produjo durante la segunda mitad del siglo XVI y marcaría uno
de los puntos clave en la historia de la economía. Es entonces cuando se formuló la idea de que
el nivel general de precios no sólo estaba vinculado a la oferta y la demanda de cada bien o
servicio, sino que además dependía de la oferta y demanda de dinero.
La teoría cuantitativa clásica inicialmente evaluó que no sólo la cantidad de dinero influía en la
determinación de los precios sino que también lo hacía la disponibilidad de los bienes y servicios,
tal y como deriva David Hume, quien aceptó la presencia de efectos reales intermedios durante el
proceso de ajuste hacia el equilibrio de largo plazo. Posteriormente David Ricardo modificó la
teoría prescindiendo de los bienes y servicios, es decir de los factores reales, dando lugar al
planteamiento cuantitativista, comúnmente aceptado de la teoría en su versión monetarista, las
proposiciones clásicas básicas de la TCD pueden enumerarse de la siguiente manera: (a) el nivel
de precios depende de la cantidad de dinero existente; (b) un incremento (decremento) de la oferta
monetaria se traslada del mismo modo al nivel de precios.
ENFOQUE KEYNESIANO
Este enfoque plantea la vinculación entre las variables reales y monetarias a través de los tipos
de interés y señala que los precios pasan a ser determinados por la demanda efectiva en lugar de
serlo por la cantidad de dinero. A diferencia de los clásicos, para Keynes el dinero no es neutral y
puede ejercer efectos permanentes sobre las variables macroeconómicas a través del tipo de
interés, para Keynes consideraba válidas las ideas cuantitativistas cuando sólo una vez
conseguido el pleno empleo el dinero será neutral. Respecto a la visión keynesiana, señala que la
teoría cuantitativa puede verse como una generalización de la teoría cuantitativa del dinero,
basándose en un análisis más sofisticado de la naturaleza de la riqueza y de la relación de la
riqueza con el ingreso. La novedad y el formalismo puede decirse que se introdujeron mediante la
sustitución del concepto de ingreso permanente por el de riqueza.
Para Keynes la economía no podía ser considerada como un conjunto de equilibrios estables, tal
y como postulaba la teoría cuantitativa, sino como todo lo contrario: el nivel de desempleo era muy
alto y los precios experimentaban grandes fluctuaciones, al igual que la actividad económica.
Keynes consideró el dinero como los clásicos como un medio de cambio, compartiendo la teoría
de los saldos de caja de la escuela de Cambridge, luego Keynes en su Teoría General profundizó
en la idea de los precios relativos y acerca de cómo una alteración del valor del dinero puede
afectar de forma desigual a distintos agentes y personas, en función de su nivel de gasto, sus
expectativas, o su nivel de renta.
RESCATE DE LA TEORÍA CUANTITATIVA CLÁSICA
Frente a las ideas keynesianas surgieron las monetaristas, cuyos exponentes fueron Hayek y
Milton Friedman. Para Hayek el dinero no es neutro en ningún horizonte temporal, dado que un
incremento del mismo no se traslada de igual modo a los distintos precios, de ahí que ejerza
efectos reales, en consecuencia, que el gobierno no puede llevar a cabo ninguna política monetaria
óptima. Los desequilibrios según Hayek pueden ser fruto de cambios técnicos, de las preferencias
de los individuos, o de variaciones en las tasas de interés, como aspectos fundamentales.
Friedman introdujo el corto plazo para analizar las variaciones de la cantidad de dinero,
considerando que en el largo plazo la cantidad de dinero no afecta la actividad económica, y por
tanto el dinero seguiría siendo neutral, considera que, en el corto plazo, durante el período de
ajuste de la economía y de las expectativas de los agentes, puede verse afectada. El enfoque
monetarista tiene su utilidad a la hora de determinar la producción nominal en el corto plazo.
Friedman en cierto modo se acerca a la versión keynesiana desde el punto de vista de su uso para
la determinación de la renta en su aplicación para explicar las recesiones de la época, ya que va
más allá de la determinación de los precios.
LA VELOCIDAD DE CIRCULACIÓN DEL DINERO
Es un concepto básico en la teoría cuantitativa del dinero, definido como el número de veces que
circula la cantidad total de dinero para cubrir todas las transacciones que se realizan en un periodo
de tiempo determinado. En el siglo XX, los monetaristas, los de la versión más estricta de la teoría,
suponen que la velocidad del dinero es estable y los movimientos que se producen en los precios
sólo provocan ilusión monetaria. De modo que los cambios que se produzcan en la oferta
monetaria quedan como las únicas fuerzas dominantes que influyen en la determinación del PIB
nominal. Ahí se considera la oferta de dinero como la variable clave para lograr la estabilidad de
la economía, por consiguiente la economía debería encontrarse siempre en una situación próxima
o acercándose rápidamente al pleno empleo.
Según Fisher la velocidad depende de múltiples variables, entre las que pueden citarse: (a) la
periodicidad con la que se cobran los sueldos; (b) los hábitos de los consumidores a la hora de
gastar, ahorrar e invertir; (c) la densidad de la población; o (d) el nivel de desarrollo de la economía.
Todo ello se considera muy estable en el corto plazo, dándole un margen de movimiento sólo en
el largo plazo, cuando los grandes cambios surgen efecto.
Con Keynes la posibilidad de que la velocidad del dinero no sea constante, así como el hecho que
la demanda de dinero no tiene por qué ser una constante en función del ingreso nominal total. Si
el motivo de tener dinero es también un motivo especulativo, la velocidad de circulación del dinero
dará lugar a las continuas innovaciones financieras, lo que dificultará su previsión y absorberá
parte del traslado de los movimientos de la oferta monetaria a los precios.
PERSPECTIVA DE LA TEORÍA DESDE LA ACTUALIDAD
Según Laidler -2004-, la TCD es considerada una teoría de la determinación del nivel general de
precios y su causalidad va de la cantidad de dinero, la velocidad y el volumen de transacciones, a
la variable precios, he aquí entra en contradicción con Friedman, que la considera una teoría de
la demanda de dinero. Sin embargo trata de las dos caras de una misma moneda, dependiendo
más del punto de vista del análisis, que de los fundamentos teóricos.
Por lo que respecta a su validez, ésta parece depender, se desprende de la literatura de Grauwe,
Paul and Polan 2005, del nivel de desarrollo de la economía, del nivel de inflación existente, de
sus características de estabilidad, en especial de la velocidad de circulación del dinero, y de la
eficiencia de los mercados, lo cual subyace, en el comportamiento inherente de los agentes
económicos y de la población. Trata de una teoría del dinero que con el tiempo ha tenido auges y
declives pero cuyo interés radica en la necesidad de explicar la relación entre dinero y precios.
Pasó de ser una identidad contable desde el lado de la oferta a serlo del lado de la demanda; de
tomar el dinero como medio de cambio y sin efectos reales a otorgarle efectos reales a través del
tipo de interés y de la demanda efectiva; si se considera la neutralidad del dinero –a largo plazo–
a utilizar la teoría para llevar a cabo una política de estabilización –en corto plazo–, para acabar
siendo una herramienta de política contracíclica, en la se usa el concepto de elasticidad, los
precios relativos y las expectativas de los agentes.

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