Documento de Catedra Un Acercamiento Al Campo

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Comunicación / Educación: un acercamiento al

campo

Documento de Cátedra: Comunicación y Educación


Fac. de Periodismo y Comunicación Social
UNLP- 2020

El objetivo de este documento es presentar algunas claves conceptuales y


metodológicas que nos permitan aproximarnos al campo de Comunicación/Educación.
Claves que iremos desentramando a lo largo del proceso de las clases teóricas , de la
mano de Jorge Huergo, y en el espacio de los prácticos, donde sobresaldrá el proceso
de la práctica de campo.

1. Sentidos de Comunicación y Educación


La cultura como marco

“Comunicación/Educación significan un territorio común, tejido por un estar en ese lugar con
otros, configurados por memorias, por luchas, por proyectos. Significan el reconocimiento del
otro en la trama del “nos-otros”. Significa un encuentro y reconstrucción permanente de
sentidos, de núcleos arquetípicos, de utopías, transidos por un magma que llamamos cultura”.

Jorge Huergo
(Comunicación y Educación. Aproximaciones )

Solemos decir, porque se ha naturalizado de esa manera, que la educación se


asocia exclusivamente a la escuela o a los espacios de educación más o menos
formalizados ligados a ella, como únicos lugares donde pudieran suceder procesos
educativos. De la misma manera, la comunicación estuvo vinculada a los medios
masivos de comunicación. Por lo tanto, de permanecer tales reduccionismos,
negaríamos los rasgos potencialmente educativos de una telenovela o los renovados
carnavales argentinos no tendrían aspectos comunicacionales.

Con el paso del tiempo, entonces, las tradiciones fueron operando para que se
produjeran ciertas significaciones hegemónicas que se instalaron a la hora de pensar
los anudamientos entre comunicación y educación. Cosa que fue generando sentidos
unívocos, que producen propuestas de intervención en una sola dirección, tal es el
caso de acercar los medios de comunicación a la escuela con el propósito de corregir
problemas de lectura o de violencia; producir posturas críticas de recepción frente a la
televisión; difundir planes y programas del Estado con vertientes instrumentales
(Programas radiales de huerta orgánica que capacitaba a pequeños productores);
entre otras propuestas que reproducían y reproducen estos modos de entender
comunicación y educación.
Lejos de ello, la propuesta de la cátedra radica en poder salir de estos
esquematismos de los términos para comenzar a reconocer otros procesos.
Proponemos hablar de comunicación en términos de procesos de producción social de
sentidos y de educación como procesos de formación de sujetos y subjetividades.

a. Comunicación como procesos de producción social de sentidos

¿Qué significa hablar de procesos de producción social de sentidos? La


comunicación trascenderá el ámbito exclusivo de los medios para recuperar el sentido
experiencial del término: diálogo, intercambio, relación de compartir; para así ampliar
la mirada asociada al acto de informar, de transmitir, de emitir 1; en primer lugar.

Pero si profundizáramos acerca de este posicionamiento sobre lo


comunicacional , nos encontraríamos que en los espacios académicos se suele hablar
mucho en términos de producción social de sentidos, pero poco se explica o se
pregunta sobre su significado. Acaso, ¿qué es el sentido?...

Para Eliseo Verón es el “efecto” del discurso (siempre social), es su


consecuencia. Y como el sentido no es reflejo, sino refractario, no se pueden prever
cuáles serán sus efectos.

Y si bien Michel Foulcault (en El Orden del discurso) dice que no se puede decir
cualquier cosa en cualquier lugar y momento, en los discursos suele haber ciertas
intencionalidades, y los efectos no se pueden predecir. De hecho, ¿cuántas veces
hemos dicho cosas que no cayeron de la manera esperada en nuestros interlocutores,
aún creyendo tener las mejores intenciones para con él?

El sentido está apoyado, sostenido, enmarañado en la cultura. Si la


comunicación concierne a la significación del mundo, la cultura es la totalidad de
sentido en la que las prácticas comunicacionales operan.

En fin… esta concepción se plantea, así, trascender los reduccionismos clásicos


del campo, que ligan la comunicación a los medios masivos, a la información, o a
instancias de emisión y recepción de significaciones dadas. En cambio, los sentidos son
socialmente construidos y reconstruidos desde la cotidianeidad, lo que implica
reconocer instancias comunicacionales en las prácticas sociales. Podremos, de esta
manera, comenzar a analizar un corte de ruta o las ubicaciones de las sillas y los
bancos de un aula desde una perspectiva comunicacional.

1Kaplún, Mario. “El comunicador popular”, cap. 1: Modelos de educación y modelos de comunicación. Ed.
Lumen-Humanitas. Argentina. 1996.
El conflicto también comunica

Atrás quedó el reduccionismo. No obstante, y más allá de que se hable con


frecuencia de comunicación en los términos planteados, suelen reproducirse miradas
sobre lo comunicacional que reivindican una esencia armónica, de acuerdos
transparentes, donde no habría lugar para el conflicto. Veamos…

Es común observar, entre los estudiantes de comunicación, una lectura


consensualista de la comunicación (o a lo sumo semiótica), pero no político-cultural. Y
aquí es donde queremos profundizar, para desnaturalizarla. Porque una noción
planteada en estos términos, centrada en el acuerdo racional, puede terminar
ejerciendo violencia sobre los otros, los que entrarían en tal acuerdo. ¿O acaso ellos no
(se) comunican? El desacuerdo, el conflicto, es válido decirlo, también revela
convicciones y posiciones.

Es la teoría política contractualista y su idea de contrato social, las que fueron


cristalizando tales discursos.

“Para Hobbes, la comunidad lleva en sí un don de muerte (lo que tenemos en


común es el hecho generalizado de poder ser asesinados), lo que plantea la necesidad
de inmunizarnos de ella con vistas a salvar nuestra vida. El pacto social es lo contrario
del don, su neutralización y, por tanto, se construye sobre la disociación o sacrificio de
todo lazo comunitario. La forma de rellenar el vacío propio del munus (‘la brecha
originaria’) es creando un vacío aún más radical: si la relación entre los hombres (su
ser-con) es en sí destructiva, el remedio ‘homeopático’ hobbesiano es la destrucción de
la relación misma, sacrificio de la dimensión originariamente comunitaria de los
hombres en beneficio de su supervivencia”.2

En otras palabras, Hobbes dirá que la comunidad se forma por miedo a la


muerte. Las pasiones tienen que ver con la violencia hacia el otro y no con buscar
mecanismos de mutualidad. La comunicación puede estar ligada a la hospitalidad, pero
también a la violencia.

Por ello, cuando hablemos de comunicación, se hará hincapié en la raíz de


comunidad y su “doble filo”: la idea de puesta en común, de compartir vs. la
posibilidad de exclusión de quienes no están en esos acuerdos. Jorge Huergo suele
retomar a Chantal Mouffe, al decir que lo que ocurre con los "consensualistas" es que
terminan identificando sus consensos con "el bien" o “lo bueno”, y a los "enemigos" los
identifican con el mal. Esto es común con el discurso de la nueva derecha, y sobre
todo con el bushismo. Los “otros” serían la encarnación del mal, y eso justificaría su
aniquilación.

Mouffe nos permite, así, ver cómo opera esta mirada en la política actual, al
decir que los antagonismos constituyen la vida política y no así los consensos que, en
definitiva, hacen a unos pocos.

2De la Higuera, Javier, El concepto de lo impolítico, Revista de Humanidades y Ciencias Sociales, Nº 2;


Granada, 2008.
Desde nuestra mirada, la idea es,
Para profundizar… así, ver cómo conviven las diferentes
En palabras de Chantal Mouffe*
luchas por el reconocimiento,
rompiendo la visión de “mejorar la
“Todo orden es la articulación comunicación ” para lograr acuerdos
temporal y precaria de prácticas transparente en pos de determinados
contingentes. Las cosas siempre podrían fines. Diremos, retomando al filósofo
haber sido de otra manera, y todo orden se italiano Roberto Espósito, que
basa en la exclusión de otras posibilidades. Comunicación puede encerrar la
Es siempre la expresión de una estructura hospitalidad, pero también la hostilidad,
particular de relaciones de poder. Lo que se y eso le da sentido a la comunidad.
acepta en un momento dado como ‘orden
natural’, junto con el sentido común que lo
“La comunidad deja de ser,
acompaña, es resultado de la sedimentación
de prácticas hegemónicas (…) Todo orden entonces, aquello que sus miembros
hegemónico es susceptible de ser tienen en común, algo positivo, de lo
cuestionado por prácticas que son propietarios; comunidad es el
contrahegemónicas que intentan conjunto de personas que están unidas
desarticularlo, con el fin de instalar otra por un deber, por una deuda, por una
forma de hegemonía” obligación de dar. La comunidad se
vincula, así, con la sustracción y con el
“…Lo que necesitamos es abandonar sacrificio. ‘Por ello, la comunidad no
la idea inmanentista de un espacio social
puede ser pensada como un cuerpo,
homogéneo saturado, para reconocer el
una corporación, donde los individuos
papel de la heterogeneidad. Esto requiere
renunciar a la idea de una sociedad que está se fundan en un individuo más grande.
más allá de la división y del poder, que no Pero tampoco puede ser entendida
necesita la ley ni el Estado, en la que la como un recíproco reconocimiento
política, en definitiva, desaparecería”. intersubjetivo en el que ellos se reflejan
confirmando su identidad inicial’."3
“Reconocer que el antagonismo es
inerradicable implica reconocer que toda El conflicto, como decíamos,
forma de orden es necesariamente una está comunicando modos de ser,
forma de hegemonía, y que el antagonismo
identidad. El conflicto es central, y en
no puede ser eliminado: la heterogeneidad
vez de intentar resolverlo, tenemos que
antagonista señala el límite de la
constitución de la objetividad social. En lo entenderlo. Es fundamental desplazar
que concierne a la política, esto significa la las miradas binarias, dicotómicas (como
necesidad de concebirla en términos de civilización-barbarie), hacia el
lucha hegemónica entre proyectos en reconocimiento de las tensiones.
conflicto que buscan encarnar lo universal y
definir los parámetros simbólicos de la vida
social.”
*Crítica como intervención
contrahegemónica (Traducción de Marcelo
Expósito, s/d)

Chantal Mouffe es una Politóloga


belga (nació en 1943, casada con Ernesto
Laclau, reconocido teórico político argentino)

3Edgardo Castro; Entrevista a Roberto Espósito: "Toda filosofía es en sí política", en Revista Ñ, 12 de


marzo de 2005.
b. Lo educativo y el proceso de formación de sujetos y
subjetividades

Continuando con la desnaturalización conceptual, veremos que la educación ya


no se circunscribe sólo al ámbito de las instituciones educativas, para dar lugar al
análisis de otros espacios sociales donde puedan
desarrollarse prácticas educativas. De esta manera,
consideraremos como potencialmente educativos,
aquellos saberes que no guardan necesariamente una ¿Por qué hablamos
relación directa con lo “políticamente correcto”, con de Sujetos “y”
un deber ser preestablecido, circunscripto a discursos subjetividades?
histórico-hegemónicos cercanos a la primera escuela,
En principio, la
y asociables claramente a contenidos estructurados y subjetividad hace
definidos para su transmisión al educando, para referencia al "yo" (en la
desenvolverse en una “sociedad civilizada”. trama del "nosotros")
como una zona donde se
¿Hacia dónde vamos, entonces…? Planteamos articulan la experiencia
entender también a la educación en sentido amplio, con el lenguaje (como
una mediación que
es decir, como proceso de formación de sujetos y
interpreta y hace posible
subjetividades. la experiencia, o la
obtura). La subjetividad
En términos de Rosa Buenfil Burgos, “es está entendida en esa
posible sostener que lo educativo consiste en que, a zona, además, donde la
partir de una práctica de interpelación, un agente se historia se cruza con las
biografías particulares.
constituye en sujeto de educación activo
incorporando de dicha interpelación algún nuevo
El sujeto, en cambio,
contenido valorativo, conductual, conceptual, etc., es una noción más
que modifique su práctica cotidiana en términos de colectiva, que fluctúa
una transformación o en términos de una entre la autonomía y la
reafirmación más fundamentada”.4 sujeción. Por un lado,
está el sujeto de
voluntad, razón y poder;
Si un niño se acerca, por ejemplo, a una plaza
el que es actor libre de la
del barrio atraído por una murga, es posible que, en historia. Por otro, el
la medida en que se identifique con sus prácticas, sujeto "sujetado",
incorpore visiones críticas de la sociedad a partir de condicionado (cuando
las letras de las canciones, o se sienta interpelado a no, determinado) por las
raíz de la socialización (entendida como relaciones estructuras, las
instituciones, la historia,
intersubjetivas) que le propone el grupo de la murga.
la geopolítica, etc.
Ahí está la clave de
Un programa de televisión, para leerse como Marx en "El 18
educativo, no necesariamente debe construirse cual si Brumario": los sujetos
fuera una escuela filmada. En la telenovela, en los hacen la historia, pero
dibujos animados, en los talk shows de la tarde o en rara vez la hacen a su
las mega-producciones cinematográficas circulan antojo. Pone allí Marx las
cosas en su lugar, diría
sentidos, modos de ser y de hacer en sociedad y que, Jorge Huergo: ni tan
sin pensarse, a priori, como productos educativos, autónomo ni tan
nos interpelan, invitándonos a reconocernos en sus determinado.
propuestas.

4 Buenfil Burgos, Rosa N Análisis de discurso y educación, México, DIE, 1993.


2. COMUNICACIÓN/EDUCACIÓN
Un campo “político”

Habitualmente, y con más fuerza en los últimos años, solemos hacer


hincapié en necesidad de dar al campo de Comunicación/Educación un alcance
más político-cultural que únicamente académico (sobre todo, en un sentido “no-
academicista”). Para esto, se vuelve imprescindible preguntarnos y apostar a lo
político. Trascender “lo académico” (pero sin minimizarlo), implica poner en
primer plano el horizonte político que nos cobija en términos de asumir y
sostener el carácter ético-político y la voluntad de transformación de
Comunicación/Educación.
En el contexto institucional de nuestra materia, aquel posicionamiento
teórico/político se traduce en la apuesta a protagonizar procesos de
“intervención” en espacios sociales (escolares o socio-comunitarios), a través de
los cuales pretendemos poner en una relación inevitable a la universidad con la
sociedad. Si bien ya nos detendremos sobre esto, podemos anticipar que la
opción por el trabajo “con” sectores populares, en pos de una transformación
que los involucre como protagonistas del cambio de su propia realidad (en pos
de ser más), ya es una definición de carácter político.

Ahora, ¿qué es “lo político”?, ¿en qué se diferencia de “la política”?

Alcira Argumedo aporta a la distinción entre la política y lo político, al


decir que mientras que la primera se restringe a los fenómenos relacionados
con la representatividad (como puede serlo la elecciones de diputados y
senadores que representan a la población en sus respectivas Cámaras) y con la
organización institucional, ‘lo político’ designa una compleja configuración de
distintas manifestaciones de poder (incluyendo la política), reflejando la
condensación de distintas instancias del poder sociocultural y reconociendo la
relativa autonomía en el desarrollo de distintas esferas de la vida sociocultural
(cf. Argumedo, 1996).

Fundamentalmente, lo político se rige según una lógica de cooperación o


antagonismo entre voluntades colectivas. Es importante observar y analizar, en
la re-lectura de la escuela (cf. Huergo y Morawicki, 2009), las convergencias y
distancias, los dinamismos particulares y las formas que adquiere no sólo la
política formal (educativa e institucional) sino también lo político, regido por
lógicas de cooperación en el ejercicio del poder cultural, o por lógicas de
antagonismo (entre proyectos, actores, modalidades pedagógicas, etc.).

Si bien los autores profundizan en la escuela (uno de los posibles


espacios para realizar nuestra práctica de campo), también podemos trasladar
la distinción a otros espacios susceptibles de ser abordados en el marco de la
intervención desde Comunicación/Educación.
3. Espacios de Comunicación
/ Educación Entonces… nos vamos a
quedar con tres
posibilidades de
Es natural preguntarse, a poco de
emprender el viaje por el nuevo campo,
intervención, a saber;
dónde podemos encontrar espacios de
Comunicación/ Educación, susceptibles de
intervención. Claro está que si -Espacios institucionales-
educativos, como la escuela
mantuviéramos aquellos reduccionismos
primaria o secundaria, la
desandados en las primeras líneas, las
universidad, los espacios de
posibilidades se acotarían al máximo, y sólo
formación inicial o jardín de
hablaríamos de instituciones educativas y
infantes…
medios de comunicación. Pero hemos
ampliado sentidos y las posibilidades se
-Espacios socio-
abren significativamente, más allá de que,
comunitarios, como una
por razones procedimentales (ligadas a los
sociedad de fomento, un
tiempos de una cursada académica, y a
comedor, un taller que se
posibilidades analíticas que se desprendan
desarrolle en el marco de un
de ello) vamos a definir algunos grandes
movimiento social, un club
espacios de intervención.
barrial…
Antes de profundizar en ellos,
aclaremos que una plaza, una sociedad de -Espacios mediático-
tecnológicos, como podría ser
fomento, una esquina, un picadito, una
un medio de comunicación del
murga, un partido político, movimientos
soporte que se trata.
sociales, un recital, un club de barrio, un
programa de tele, los juegos en red, el
facebook o twiter… pueden ser potenciales
Solemos hacer alguna
espacios en los que se den prácticas de
salvedad respecto de los últimos,
comunicación y de educación. Pero de
todas formas, esto no indica que todos al decir que los evitaríamos en la
ellos sean espacios donde realizar una medida en que no tengan cierto
grado de organización, que nos
propuesta de intervención. Puedo
permitan una regularidad en el
reconocer instancias de comunicación y
desarrollo de la práctica. ¿A qué
educación en un recital de rock, ¿pero
nos referimos? Tanto en este
cómo trabajo una propuesta de
como en los otros espacios, es
intervención concreta en ese ámbito, más
fundamental que haya un
allá de la organización efectiva del
número de sujetos más a menos
espectáculo?
Un espacio de comunicación/ estables “con” quienes trabajar.
Asimismo, que cuenten con un
educación puede ser cualquiera de los
lugar físico y cierta organización,
mencionados, pero ¿qué tiene de educativo
de manera que nos otorgue
y comunicacional una plaza, por ejemplo?
alguna previsibilidad (en pos de
Desde una mirada surgida de la
nuestra organización) en el
comunicación, en primera instancia
trabajo, dados los tiempos
podemos observar la distribución de los
espacios, la apropiación y la resignificación reducidos del cuatrimestre.
que los vecinos hacen del lugar. Se pueden
reconocer cuáles son las prácticas (en
tanto acciones ritualizadas e inconscientes) 5 que se llevan a cabo un domingo a la
tarde a diferencia de otros días de la semana. ¿Siempre los vecinos se sientan en el
mismo lugar a tomar mate? ¿Qué reacción manifiestan ante otro visitante del lugar?
¿Es la misma apropiación que se realiza de la plaza en una ciudad que en un pueblo?

Los interrogantes nos llevan a pensar en los sentidos que se originan y se


ponen en juego en torno a un espacio socio-comunitario. Así, la comunicación
comienza a incorporar otras dimensiones de análisis que no estaban contempladas en
los medios (en tanto transmisores de información). A partir de ahora es posible
reconocer en la plaza, la pertenencia y la identificación que los vecinos (sujetos) tienen
en relación con el lugar establecido. ¿En qué medida, siguiendo con el ejemplo de la
plaza, se pueden reconocer prácticas educativas? Ahora, es necesario tener presente
algo más allá de la mera distribución de los espacios físicos. Si en la plaza suceden
ensayos de murgas, “juntadas” de grupos de amigos adolescentes, encuentros políticos
partidarios, hay prácticas que pueden resultar educativas para los sujetos (no
confundir sujetos con individuos, son concepciones diferentes 6 ). Un chico que se
acerca a la plaza y comienza a participar en la murga, adopta comportamientos y
prácticas propias de un colectivo que representan un carácter educativo para él.
Concurrir a un escrache, poner el cuerpo en una manifestación, cantar y bailar,
participar de las asambleas de discusión de la murga, implican experiencias
significativas que la escuela no contempla (o cuando lo hace, como en el caso del
estudio de “los escraches” en la nueva secundaria bonaerense, genera una polémica
mediática que dura una semana).

Si retomamos la mirada de la pedagoga mexicana Buenfil Burgos y su definición


de lo educativo, veremos que en este caso se produce una interpelación, un llamado al
individuo a convertirse en sujeto.

Otros lugares donde intervenir desde comunicación/educación son los espacios


institucionales educativos y en los mediático- tecnológicos. Cuando hacemos
referencia a los institucionales educativos, hablamos de los establecimientos educativos
formales (escuelas, institutos terciarios, universidades) o no formales (cursos de
especialización que brinda un sindicato, institutos de idiomas, espacios de formación
política de una agrupación). El rasgo central de estos espacios es el de poseer una
intencionalidad de educar, más allá de que lo logren (o no). Por su parte, los
mediático-tecnológicos se encuentran en los medios de comunicación (sean masivos,
populares o comunitarios) y las nuevas tecnologías, como la web, los juegos en red, un
ciber.

Es importante destacar que, como anticipamos, esta clasificación de espacios


de comunicación /educación, parte del arbitrario metodológico de reconocer, analizar e
intervenir en procesos de formación de sujetos y producción de sentidos en estos
lugares. Sin embargo es posible reconocer soportes que entregan la sustancia
específica para poder analizar estos lugares. La clasificación tampoco ansía ser rigurosa,
más bien intenta orientar los escenarios posibles de una acción estratégica. ¿Una
parroquia es un espacio socio-comunitario o institucional educativo? La parroquia
puede estar incluida en estas categorías analíticas, pero además, si posee un programa

5Bourdieu, P., El sentido práctico , Madrid, Taurus, 1991


6El concepto de individuo proviene de teorías bio logicistas, donde se toma a cada cuerpo como parte
única e individual. En cambio, el concepto de sujeto surge de teorías de las ciencias sociales donde se
analizan a los sujetos como parte de un colectivo social.
de radio en una FM, dicha producción podrá ser analizada a partir del reconocimiento
de un espacio mediático-tecnológico.

En los espacios mencionados son, en sí, complejos… en ellos aparecen


mixturadas, superpuestas, mezcladas, un sinnúmero de relaciones discursivas entre la
comunicación y la educación. ¿Qué tiene de comunicación, la educación, y qué de
educación contiene la comunicación? La separación en diferentes momentos es
netamente analítica, aunque pueden reconocerse ciertas especificidades de los
procesos. Coincidimos con María Cristina Mata 7 en entender a los discursos como
conjuntos textuales, que a veces contemplan en su interior mensajes y prácticas
contradictorias y que, a su vez, remiten a enunciados y prácticas anteriores.

La complejidad de los espacios…

En Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales


(HomoSapiens, Rosario, 2009), Liliana Sanjurjo, esboza una definición de
“complejidad” que, si bien lo hace en referencia a instituciones educativas, podría
hacerse extensiva a los demás espacios en que podamos intervenir desde
Comunicación/Educación. A continuación, transcribimos algunos segmentos.

“La complejidad es, a primera vista, ‘un tejido de constituyentes heterogéneos


inseparablemente asociados, que presentan la paradójica relación de lo uno y lo
múltiple. La complejidad es efectivamente el tejido de eventos, acciones, interacciones,
retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro fenoménico. Así es que
la complejidad se presenta con rasgos perturbadores de la perplejidad, es decir de lo
enredado, lo inextricable, el desorden, la ambigüedad y la incertidumbre’ (…)”.
“Dado que las prácticas se llevan a cabo en contextos complejos, no es posible
abordarlas desde una mirada simplificadora. No es posible tampoco ‘recetar’ desde
afuera cómo asumirlas. Es necesario generar las condiciones para que el práctico
desarrolle un pensamiento complejo y una actitud de compromiso con la realidad de su
tiempo (…)”
“Complejidad, criticidad y reflexión se tocan inexorablemente. ‘El practicante
reflexivo nada en la complejidad como un pez en el agua, o por lo menos sin resistencia
ni nostalgia incurable del tiempo en que todo era blanco o negro’ (…)”

4. Reconocimiento del mundo cultural

La vida cotidiana nos impone un tránsito por diferentes lugares de los cuales
formamos parte. En ese andar cargamos con modalidades y prácticas que llevamos
incorporadas y naturalizadas, cuando actuamos e interpretamos el mundo que nos
rodea. ¿Podemos dejar a un lado aspectos referidos a las tradiciones italianas de
nuestras familias, que somos hinchas de tal equipo, que nos gustan ciertos grupos de
música, en el momento de asistir a la escuela?

7 Mata, María Cristina, Nociones para pensar la comunicación y la cultura masivas , Segundo curso de
especialización con modalidad presencial a distancia, Centro de Comunicación Educativo La Crujía, Buenos
Aires, 1996.
Resulta imposible
desprendernos de este “mundo
Mirada etnográfica cultural” que nos otorga los marcos
de comprensión de nuestra realidad
Nos acercaremos a los diferentes más inmediata. De alguna manera, los
espacios, para dialogar con sus actores,
espacios nos habitan y nosotros los
conocer sus prácticas, sus lecturas del
mundo… Lo haremos apoyándonos en habitamos; es decir, nos cargan de
una perspectiva antropológica, como lo significados y a la vez, los
es la etnografía (etno: pueblo; grafica: resignificamos a partir de otras
descripción). prácticas que ponemos en juego allí.8
Las técnicas a trabajar serán la
observación participante y la entrevista La escuela en sus orígenes
etnográfica. operó como promotora del abandono
de un tipo de prácticas que los
La antropóloga Rosana Guber*, sujetos traían desde sus contextos
nos aportará en la descripción:
más cercanos. Así fue modelando a
La observación participante: “consiste los alumnos para los tiempos del ocio
precisamente en la inespecificidad de las (recreos) y los tiempos productivos
actividades que comprende: integrar un (trabajo en el aula) que requería la
equipo de fútbol, residir con la población, modernidad.
tomar mate y conversar, hacer las
compras, bailar, cocinar, ser objeto de
burla, confidencia, declaraciones
El contexto actual obligó a la
amorosas y agresiones, asistir a una clase escuela a reconocer el “afuera”, e
en la escuela o a una reunión del partido incorporar de a poco una suma de
político. En rigor, su ambigüedad es, más prácticas que en otros tiempos
que un déficit, su cualidad distintiva”. históricos negaba. La aparición de los
La entrevista etnográfica: “es una comedores escolares a fines de los
estrategia para hacer que la gente hable años ’90 fue desplazando el mandato
sobre lo que sabe, piensa y cree (…), una fundacional de la escuela, para dar
situación en la cual (el investigador- lugar a un reacomodamiento de las
entrevistador) obtiene información sobre situaciones en base a la realidad
algo interrogando a otra persona social de los sujetos, producto del
(entrevistado, respondente, informante). crecimiento de la pobreza y
Esta información suele referirse a la
desempleo, entre otros.
biografía, al sentido de los hechos, a
sentimientos, opiniones y emociones, a
las normas o standards de acción, y a los Asimismo, actualmente, la
valores o conductas ideales (…) Es una entrega de computadoras en las
relación social a través de la cual se escuelas secundarias (especialmente
obtienen enunciados y verbalizaciones en en las públicas), están marcando un
una instancia de observación directa y de nuevo tiempo-institucional, que
participación”.
trasciende la escuela, y que hablan,
El desafío es lograr captar las per se, de un reconocimiento de las
redes de significación tejidas por quienes nuevas tecnologías como aporte
pertenecen a una cultura, en lo que formativo de los estudiantes. El
denominaremos, de la mano de Clifford reconocimiento del afuera es tal que
Geertz, como descripción densa.
* La etnografía. Método, campo y
redefine algunas prácticas dentro de
reflexividad, Siglo XXI, 2011. la institución. De hecho, es digno
mencionar los comentarios de algunos
directivos que por estos días

8 Bourdieu, P., op. cit.


manifiestan que tal avance tecnológico ha acelerado la jubilación de muchos
profesores. Con ello, la explicitación de cierta negativa histórica al descentramiento del
libro, además de lo que pudiera implicar, para algunos docentes mayores, actualizarse
hacia las nuevas tecnologías.

La historia no es reflejo de lo estático y lo permanente. Las sociedades se van


transformando e, incluso, aquellas lecturas sociales que nos invitaban a “Pensar sin
Estado” 9 , producto de la crisis de fines de los ’90 y primeros años del nuevo siglo,
parecen caducas. El lugar del Estado, hoy, es notoriamente otro, ganando terrenos,
cobrando viejas responsabilidades y abriéndonos marcos de lecturas, necesariamente
más responsables que las ofrecidas por los grandes espacios mediáticos.

Realizar este tipo de reconocimientos de la situación estructural del país, no


implica que contemple tipos de prácticas culturales que no tienen que ver con su
contrato establecido originariamente. La escuela puede negar los programas de
televisión en el desarrollo de los contenidos curriculares, pero sin embargo, no puede
detener su presencia en la constitución de la subjetividad de los alumnos (cultura
mediática).10

En la conformación del mundo cultural se producen adhesiones a determinados


discursos que modelan, reafirman y transforman nuestras prácticas heredadas. No
podemos escindirnos de ellas, y además como estamos en un mundo social, la suma
de todas ellas nos va formando como sujetos.

¿Qué nos hace votar por un partido político?, ¿la tradición de nuestra familia, la
propuesta programática?, ¿el carisma del candidato? En el conjunto textual se
encuentran rasgos discursivos que reconocemos como dirigidos a nosotros y con los
cuales nos identificamos. Hay un llamado a ése individuo a constituirse en un sujeto
(afiliado a un partido, “soy socialista”, “soy anarquista”, “soy peronista”, etc.), donde
se produce una interpelación puede darse un reconocimiento subjetivo.

Continuando con el ejemplo, algunas personas que escuchan ese discurso


partidario destinado a movilizarlo, sea votar en las elecciones o ir a la plaza, es allí
dónde abandona posturas solitarias e individuales para adquirir otras colectivas. De
todas formas este proceso no guarda una relación racional de causa y efecto. En
muchos casos las decisiones de votar son irracionales, y no por argumentos; otras, los
argumentos tienen relación con políticas de clientelismo que obligan a tomar decisiones
que no son libres y racionales (o si lo son, lo son según el interés).

En el proceso de interpelación se configuran los sentidos en un conjunto textual,


que intenta formar sujetos. El discurso del partido po lítico del ejemplo, busca proponer
significaciones acordes a su visión del mundo que los diferencie de otros partidos
opositores.

En este sentido el proceso es educativo, porque propone –como dijimos


anteriormente– una reafirmación o una transformación de las prácticas. Sin embargo,
si no se produce un reconocimiento del sujeto en aquello que se le propone
(interpelación) todo esto queda trunco. De allí que la educación tiene que

9 Lewkowicz,Ignacio; Pensar sin Estado, Paidós, Quilmes, 2008.


10Cfr. Huergo Cultura escolar/ cultura mediática, intersecciones , Instituto Pedagógico Nacional, Colombia,
2000.
necesariamente preguntarse por los
mundos culturales de los sujetos a los Cuaderno de bitácoras
cuales pretende formar.
Profundizando es esta idea de
viaje, durante la cursada trabajaremos la
Los medios de comunicación construcción de un cuaderno de bitácoras,
constantemente proponen este juego que acompañe todo el proceso.
entre la interpelación y el Nuestro compañero kevin
reconocimiento. Intentan promover su Morawicki, lo describe como “una especie
visión del contexto a partir de la de intertexto, que se enriquecerá con el
contemplación del mundo cultural de entramado que cada uno vaya
construyendo, con aportes hechos con
su potencial receptor. libertad, con referencias al contexto e
incluso a la vida de cada uno”. El sentido
de producir un Cuaderno de Bitácora es
que cada estudiante “vaya registrando los
entretelones subjetivos y reflexivos,
5. La intervención desde relatando momentos que devienen
Comunicación/ Educación trascendentes para el proceso, trayendo –
o no- a colación modos de pensar,
experiencias y posicionamientos de
tradiciones pedagógicas o de compañeros
de caminos; y hacerlo con cierta
Al presentar la práctica en autonomía y sin quedar atrapado en la
terreno prevista para rutina de escribir lo dicho por otros”.
Comunicación/Educación, solemos La figura de la “bitácora”, agrega
decir que la pensamos como una Morawicki, alude a un mueble que se ubica
en la cubierta de los barcos, próximo al
experiencia de aprendizaje y no en
timón, donde se coloca la ‘aguja de
términos de una práctica profesional o marear’ (una brújula). El cuaderno “es el
actividad de extensión universitaria. libro donde se anota la velocidad, rumbo,
Jorge Huergo suele concebirla maniobras y otros accidentes de la
a partir de la figura del viaje (incluso a navegación. Un registro que, al fin de
toda la materia en sí, donde la cuentas, simboliza las distancias entre el
recorrido intencional planificado por la
intervención en terreno es parte
‘carta de navegación’ y el efectivamente
significativa) Tal metáfora, implica recorrido. En este sentido, hacerlo puede
pensar que cuando emprendemos un ser considerado una forma de navegación
viaje (o el recorrido por configurada por múltiples velocidades,
Comunicación/Educación), prevemos rumbos y contrarrumbos, golpes de timón
experiencias, planificamos trazados, y maniobras más amplias, que si bien
nos predisponemos a realizar están organizadas por los horizontes
estratégicos”, que habiten los espacios en
determinados recorridos y llegar a que intervengamos.
algunos sitios para desandar Estamos convencidos de que el
determinadas prácticas. proceso que compartiremos tiene el
Pero en ese viaje, suceden carácter de una apropiación y una
imprevistos, y de pronto el lugar de resignificación. Por eso el Cuaderno de
pasaje se transforma en un sitio de Bitácora es una obra, fruto del registro de
un proceso de trabajo conjunto.
descanso, por lo sorprendente de sus Es fundamental, entonces, que el
paisajes. O se rompe el micro y no cuaderno incorpore narrativas desde la
podemos continuar en tiempo y forma sensibilidad y que los alumnos permitan
con aquel trazado, o los pronósticos hacerse preguntas sobre lo político. Es
del clima prometen alertas importante que los estudiantes adopten un
meteorológicos que nos paralizan… De comportamiento subjetivo y que no
terminen repitiendo autores o sólo
pronto, lo previsto se resignifica en el
describan recorridos. En fin… se promueve
andar y es, justamente, el la toma de posicionamientos subjetivos.
andar contingente que nos propone
un viaje, con sus certezas e incertidumbres, lo que proponemos como metáfora para
caminar por este espacio formativo.
Diríamos, de la mano del mismo Huergo, que el encuentro con los espacios y
organizaciones, tenemos que entenderlos como vivencia y esta experiencia tiene que
ser anterior a la racionalización, a un camino prefijado, a un experimento “sobre”
espacios y organizaciones… en ese encuentro no se hace un experimento, sino que es
posible tener una experiencia (el viaje lo sería).
Cuando hablábamos, más arriba, de la complejidad de los espacios de
intervención nos referíamos un poco a ello (podemos conocer más o menos el
funcionamiento de un comedor comunitario, e imaginar una posible intervención en
uno de ellos, sin embargo, los actores de cada barrio son diferentes, las lógicas
organizativas de cada comedor pueden variar según el espacio político en que se
inserte…), y si sumamos que trabajaremos con sujetos a los que pretendemos conocer
para desandar luego una propuesta que los reconozca (que los valore), la metáfora del
viaje se vuelve más significativa aún. Por ello, a la hora de plantear nuestros objetivos
de intervención, haremos hincapié en los procesos que se puedan desatar más que en
los productos, sabiendo que aún teniendo tiempos reducidos de trabajo, se pueden
lograr micro-desplazamientos transformadores de las prácticas cotidianas.

Las recetas, los a prioris, son esquematismos que provienen de nuestra


biografía (fuertemente escolarizada, por cierto) y que determina, en alguna medida,
los preconceptos acerca de una práctica que, por llamarse de Comunicación/educación,
pareciera “sonar a escuela”. El desafío es no pensarnos como docentes, sino como
comunicadores que emprendemos un recorrido por los espacios sociales, para trabajar
con sujetos (que no serán nuestros alumnos, y con los que no trabajaremos contenidos
preestablecidos por una currícula). Será, para nosotros, una práctica de aprendizaje,
que nos tendrá como coordinadores de un espacio que pretende ser transformador.

Entonces, desde la postura de este equipo de trabajo, analizar e intervenir a


partir del campo de Comunicación/Educación implica, un reconocimiento del mundo
cultural de los sujetos (en términos de Paulo Freire el universo vocabular ) para
desnaturalizar prácticas hegemónicas. En este punto es necesario tener en cuenta que
las acciones intentarán, desarreglar un orden y se orientarán a partir de la voluntad de
transformación.

Realizar intervenciones sin tener en cuenta quién es el que posee el poder,


puede llevarnos al fracaso de todas nuestras propuestas. Por ello retomamos a Michel
de Certeau11 con la distinción entre estrategia y táctica. La estrategia es un término
relacionado a la teoría de la guerra, es el dominio del poderoso que implica la intención
de la derrota de las fuerzas del otro. En cambio, la táctica es el terreno del débil, quien
juega en los dominios del poderoso, sin contar con un lugar propio. Sin embargo las
estrategias también pueden fracasar, no hay un agente que posea el dominio absoluto
del poder.

11 De Certeau, M. (1996), La invención de lo cotidiano. I. Artes de hacer , México, Universidad


Iberoamericana.
La intencionalidad de la intervención desde Comunicación/ Educación se
relaciona con el reconocimiento de la estrategia marcada por los agentes del
poder, pero con la modalidad de acción propias de las tácticas. Es decir, que
sabiendo cuáles son los límites y las reglas del juego que establece la
hegemonía, apuntar a vislumbrar fisuras en ese orden establecido.

El contexto actual, donde se reconocen múltiples cambios culturales causados


por la ruptura de los contratos sociales, la devastación de los aparatos productivos, la
irrupción de los medios de comunicación, la concentración de la riqueza, nos obligan a
plantearnos los sentidos políticos que deseamos imprimir a nuestras propuestas de
intervención. Podemos realizar una acción estratégica desde Comunicación / Educación,
con la pretensión explícita de trabajar con el otro y no para el otro12, pero además
debemos tener presente qué sentidos buscamos despertar, como t ambién qué
prácticas hegemónicas pretendemos desnaturalizar.

A partir de estos interrogantes, podremos llegar a comprender los


anudamientos entre lo educativo, lo cultural y lo político. Es aquí donde interviene la
comunicación como producción social de sentidos, sin caer en las presunciones de
transparencia y acuerdos armónicos, para revitalizar el carácter político y conflictivo del
diálogo. En estos entrecruzamientos sucede lo sustancial de un proceso de
comunicación/ educación donde los mundos culturales de los sujetos, se inscriben en
los grandes proyectos políticos.

Bibliografía

-Argumedo, Alcira; Los silencios y las voces en América Latina, Ediciones


delpensamiento nacional, Bs. As. 1996.
-Bourdieu, P., El sentido práctico, Madrid, Taurus, 1991
-Buenfil Burgos, Rosa N Análisis de discurso y educación, México, DIE, 1993.
-De Certeau, M. (1996), La invención de lo cotidiano. I. Artes de hacer , México,
Universidad Iberoamericana.
-Freire, Paulo Pedagogía del Oprimido , México, Siglo XXI, 2000.
-Huergo, Jorge Cultura escolar/ Cultura mediática, Intersecciones , Instituto Pedágogico
Nacional, Colombia, 2000.
-Kaplún, Mario. “El comunicador popular”, cap. 1: Modelos de educación y modelos de
comunicación. Ed. Lumen-Humanitas. Argentina. 1996.
-Mata, María Cristina, Nociones para pensar la comunicación y la cultura masivas ,
Segundo curso de especialización con modalidad presencial a distancia, Centro de
Comunicación Educativo La Crujía, Buenos Aires, 1996.
- Mouffe, Chantal Crítica como intervención contrahegemónica (Traducción de Marcelo
Expósito, s/d)
-De la Higuera, Javier, El concepto de lo impolítico, Revista de Humanidades y Ciencias
Sociales, Nº 2; Granada, 2008.
-Huergo, Jorge, Comunicación/Educación. Ambitos, Prácticas y Perspectivas, Ediciones
de Periodismo y Comunicación, La Plata, 2001.

12 Freire, Paulo Pedagogía del oprimido , Siglo XXI, México, 2000.


-Huergo, Jorge y Kevin Morawicki, Releer la escuela para reescribirla, Dirección
Provincial de Educación Superior y Capacitación Educat iva, s/d., Dirección de
Educación Superior, D.G. de C. y E., Provincia de Buenos Aires, 2009.
-Guber, Rosana La etnografía. Método, campo y reflexividad, S/D.
-Sanjurjo Liliana; Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales
HomoSapiens, Rosario, 2009)

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