Informe EsperanzaVidaVIH Diciembre2022
Informe EsperanzaVidaVIH Diciembre2022
Informe EsperanzaVidaVIH Diciembre2022
Informe de resultados
Diciembre 2022
Elaboración del informe:
Jorge del Romero Raposo1, Marta Rava1,2 e Inma Jarrín1,2
1. Centro Nacional de Epidemiología, Instituto de Salud Carlos III
En 2018 se reformó la Ley de Contrato de Seguro para garantizar el acceso a los seguros privados no
obligatorios, en especial a los seguros de salud, vida y decesos, a las personas con VIH.
El Comité Coordinador del Pacto Social acordó colaborar con las compañías aseguradoras para elaborar una
Guía de buenas prácticas sobre el diseño de los procesos de suscripción de la contratación de seguros de vida
por parte de las personas con el VIH, basándose en datos estadísticos actuales y suficientemente
representativos del riesgo de supervivencia y de invalidez de las personas con el VIH en España.
Desde la División de control de VIH, ITS, Hepatitis virales y Tuberculosis del Ministerio de Sanidad nos pusimos
en contacto con las compañías aseguradoras y con UNESPA, Unión Española de Entidades Aseguradoras y
Reaseguradoras, y acordamos elaborar un documento que contenga la evidencia científica actualizada sobre
el que tomar las decisiones sobre el aseguramiento, basándose en datos de la esperanza de vida de las
personas con VIH en España y en el momento actual.
OBJETIVO
El objetivo general de este estudio fue estimar la esperanza de vida (o, equivalentemente, la edad en el
momento de la muerte) de las personas VIH-positivas que iniciaron tratamiento antirretroviral (TAR) en
España en el período 2004-2019, utilizando las tasas de mortalidad de la cohorte de la Red Española de
Investigación en SIDA (CoRIS), y describir las causas de muerte.
METODOLOGÍA
CoRIS es una cohorte abierta, multicéntrica y prospectiva de adultos con infección por VIH, naïve a
tratamiento antirretroviral a la entrada en la cohorte, reclutados desde el 1 de enero de 2004 en alguno de
los 46 centros de 13 de las 17 Comunidades Autónomas de España que forman parte de la cohorte, y seguidos
hasta el 30 de noviembre de 2019, fecha de censura administrativa para estos análisis.
Brevemente, en el marco de la cohorte CoRIS se recoge un conjunto mínimo de datos según lo dispuesto en
el protocolo de la cohorte, que incluye información basal y en el seguimiento de características
sociodemográficas, epidemiológicas, inmunológicas y clínicas, entre otras, además de información sobre
fecha y causa de muerte1.
Los datos están sujetos a un control de calidad interno y los individuos son seguidos periódicamente de
acuerdo con la práctica clínica diaria.
Población a estudio
Se incluyeron todos los individuos de la cohorte CoRIS que habían iniciado TAR con 20 años o más, entre el 1
de enero de 2004 y el 30 de noviembre de 2019.
Análisis estadístico
El tiempo de seguimiento de los individuos se dividió en 2 períodos: 2004-2013 y 2014-2019. La elección del
año 2014 como punto de corte para establecer los períodos se debe a que fue en ese año cuando se produjo
un cambio en las guías españolas de tratamiento antirretroviral, recomendando a partir de ese momento el
inicio de TAR independientemente del recuento de células CD42.
Se realizó el análisis descriptivo de las características sociodemográficas y clínicas en función del período de
inicio de TAR (2004-2013 y 2014-2019) mediante tablas de frecuencias para las variables categóricas y
mediana y rango intercuartílico para las variables cuantitativas.
Se calcularon las tasas de mortalidad por 1000 personas-año, de forma global y en función de las
características sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR, como el número de muertes observadas dividido
por el total de personas-año de seguimiento, multiplicado por 1.000. El seguimiento de los individuos empezó
en la fecha de inicio de TAR y finalizó en la fecha de muerte, en la fecha de la última visita, o en la fecha de
censura administrativa, lo que ocurriera antes. Se utilizaron modelos de regresión de Poisson para calcular
las razones de tasas de mortalidad crudas y ajustadas por las siguientes variables al inicio de TAR: período de
inicio de TAR (2004-2013, 2014-2019), sexo (hombre, mujer), edad (20-29, 30-39, 40-49, 50-59, 60-69, 79-79,
≥80 años), categoría de transmisión (contacto homo/bisexual, contacto heterosexual, uso de drogas
inyectadas, otro/desconocido), nivel de estudios (sin estudios/primaria, secundaria/universitaria,
otro/desconocido), país de origen (España, resto de Europa, África sub-sahariana, Norte de África,
otro/desconocido), CD4 (<200, 200-349, ≥350 células/mL, desconocido), carga viral (CV: <10.000, 10.000-
100.000, >100.000 copias/ml, desconocido) y diagnóstico de SIDA (no, si).
En primer lugar, se calculó la esperanza de vida a la edad de 40 años en hombres y mujeres en función del
período de inicio de TAR (2004-2013 o 2014-2019). Posteriormente, calculamos la esperanza de vida,
estratificando, además, por categoría de transmisión, por haber recibido o no un diagnóstico de SIDA al inicio
de TAR y por el recuento de CD4 al inicio de TAR. Estas tres variables fueron aquéllas más fuertemente
asociadas con la mortalidad a largo plazo en el análisis multivariable.
De forma resumida, la esperanza de vida en franjas de edad de 10 años (20-29, 30-39, 40-49, 50-59, 60-69,
70,79, ≥80) dentro de cada grupo clave de población, se estimó mediante tablas de vida construidas
utilizando las definiciones de Greenwood (1922)3 y Chiang (1984)4. Esas tablas de vida se construyeron a
partir de las tasas de mortalidad estimadas mediante los modelos de regresión de Poisson multivariables.
Dado que en el grupo de población de mayor edad (≥80 años), el número de muertes y personas-año de
seguimiento es limitado, se corrigió la tasa derivada del modelo de regresión de Poisson de la siguiente
forma. En primer lugar, en cada grupo clave de población, se calculó, para cada franja de edad, la razón entre
la tasa de mortalidad en la población VIH-positiva y la tasa de mortalidad en la población general (RTVIH/Pob.gral).
En segundo lugar, se calculó la media de las RTVIH/Pob.gral con el fin de obtener una razón de tasas global, que
se utilizó como factor de corrección; en el cálculo de esta media se incluyeron únicamente las RTVIH/Pob.gral >1,
es decir, las razones en las que la tasa de mortalidad de la población VIH fue mayor que la de la población
general. Por último, se multiplicó la tasa de mortalidad de la población general en la franja de edad ≥80 años
por el factor de corrección para obtener una tasa ajustada que es la que se utilizó en los cálculos de la
esperanza de vida.
Por otro lado, en las franjas de edad en las que la tasa de mortalidad de la población VIH-positiva fue menor
que la de la población general, se utilizó la tasa de la población general para los cálculos de la esperanza de
vida.
Las tasas de mortalidad de la población general y las estimaciones de la esperanza de vida a los 40 años en
población general se obtuvieron del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es). Para las estimaciones del
período 2004-2013 se utilizó la información del año 2009 y para el período 2014-2019 la del año 2016.
El análisis estadístico se realizó en Stata (version 17.0; Stata Corporation, College Station, TX, USA) y en
Microsoft Excel 2016.
Declaración ética
Este estudio ha sido aprobado por el Comité de Ética del Instituto de Salud Carlos III (CEI PI 75_2021). Todos
los individuos incluidos en la cohorte CoRIS han firmado un consentimiento informado aprobado por el
Comité de Ética del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
RESULTADOS
Características sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR, en función del período de inicio de TAR
En la Tabla 1 se muestra las características sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR de los 14.194
individuos incluidos en el análisis, en función del período de inicio de TAR. Los individuos que iniciaron TAR
en el período 2014-2019, en relación a los que lo hicieron en el período 2004-213, eran con mayor frecuencia
hombres (88,2% versus 81,6%), que habían contraído la infección por contacto homo-bisexual (67,5% versus
53,4%), que habían iniciado el TAR con un mayor recuento de CD4 (401 versus 271 células/mL) y no habían
sido diagnosticados de SIDA (91,0% versus 83,4%).
Número de muertes, personas-año de seguimiento y tasas de mortalidad por 1.000 personas-año, en función
de las características sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR
A lo largo de 73.733,9 personas año de seguimiento, se observaron 593 muertes, resultando en una tasa de
mortalidad de 8,0 (IC95%: 4,4 – 8,7) por 1.000 personas-año.
En la Tabla 2 se muestra el número de muertes, personas-año de seguimiento y tasas de mortalidad por 1.000
personas-año, en función de las características sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR. Se observó una
reducción en la tasa de mortalidad en el período 2014-2019 (5,5 x 1000 p-a; IC95%: 4,5 – 6,7) en comparación
con la del período 2004-2013 (8,8; 8,1 – 9,6). La tasa de mortalidad aumentó conforme aumentó la edad,
pasando de 2,2 (1,6 – 3,1) en el grupo de edad de 20-29 años a 87,8 en el grupo de edad de ≥80. Las personas
que habían contraído la infección por contacto homo/bisexual tuvieron las menores tasas de mortalidad (3,8;
3,3 – 4,5) siendo los usuarios de drogas inyectadas los que presentaron las tasas más elevadas (24,5; 20,9 –
28,7). Los individuos con estudios secundarios o superiores presentaron menores tasas de mortalidad que
aquellos sin estudios o con estudios primarios (4,2; 3,5 – 5,0 versus 12,3; 11,0 – 13,8). No se observaron
diferencias en las tasas de mortalidad en función de la región de origen con la excepción de las menores tasas
de mortalidad observadas en las personas originarias de América Latina (4,2; 3,2 – 5,5). Mayores niveles de
CD4 al inicio de TAR se asociaron con menores tasas de mortalidad [15,0 (13,5 – 16,6) con <200 células/mL,
6,2 (5,2 – 7,2) con 200-349, y 3,0 (2,4 – 3,8) con ≥350]. Los individuos con un diagnóstico de SIDA previo al
inicio de TAR mostraron mayores tasas de mortalidad que aquellos que no habían sido diagnosticados [22,2
(19,6 – 25,1) versus 5,5 (5,0 – 6,1)].
En la Tabla 3 se presenta las razones de tasas de mortalidad (RTM) y sus IC95% crudas y ajustadas. Al ajustar
por todas las variables analizadas en un modelo de regresión de Poisson multivariable (Modelo 1), no se
observó una reducción significativa en la tasa de mortalidad a partir del año 2014 (RTM: 0,88; IC95%: 0,70 –
1,11). Las mujeres mostraron una tasa de mortalidad un 21% menor que la de los hombres (0,79; 0,63 – 1,00).
La tasa de mortalidad aumentó conforme aumentó la edad. Las personas que habían contraído la infección
por contacto heterosexual tenían una tasa de mortalidad un 60% (1,60; 1,27 – 2,02) mayor que los que la
habían contraído por contacto homo-bisexual. Haber contraído la infección por uso de drogas inyectadas
aumentaba la tasa de mortalidad en más de 3 veces (3,41; 2,66 – 4,38) con respecto al contagio por vía homo-
bisexual. Tener estudios secundarios o universitarios reducía la tasa de mortalidad en un 38% (0,62; 0,50 –
0,76) respecto a no tener estudios o tener estudios primarios. En comparación con las personas que habían
iniciado TAR con <200 CD4, aquéllas que habían iniciado tratamiento con 200-349 (0,75; 0,60 – 0,93) o ≥350
(0,44; 0,34 – 0,59) mostraron menores tasas de mortalidad. Iniciar TAR con un diagnóstico de SIDA previo
duplicaba la tasa de mortalidad (2,15; 1,79 – 2,58).
Los resultados del modelo de regresión de Poisson multivariable utilizado para el cálculo de la esperanza de
vida en hombres y en mujeres, en función del período de inicio de TAR, estratificado por categoría de
transmisión, CD4 y diagnóstico de SIDA previo al inicio de TAR se muestra en la Tabla 3, Modelo 2.
Esperanza de vida de las personas VIH-positivas que iniciaron TAR en el período 2004-2019 y causas de
muerte
Las estimaciones de la esperanza de vida para los hombres y las mujeres, en función del período de inicio de
TAR se muestran en la Figura 1. En los hombres que iniciaron TAR en el período 2004-2013, la esperanza de
vida es de 68,7 años, 11,1 años menos que en los hombres de la población general. La esperanza de vida
aumenta hasta los 73,0 años en los hombres que iniciaron TAR en 2014-2019, reduciéndose la diferencia con
la población general hasta los 8,2 años. En las mujeres que iniciaron TAR en el período 2004-2013, la
esperanza de vida es de 68,2 años, 17,2 años menos que en las mujeres de la población general. Al igual que
en los hombres, la esperanza de vida aumenta hasta los 72,3 años en las mujeres que iniciaron TAR a partir
de 2014, reduciéndose la diferencia con las mujeres de la población general hasta los 14,1 años.
Respecto a las causas de muerte, el 68% de las muertes en los hombres y el 78% de las muertes en las mujeres
son por causas no VIH/SIDA (Figura 2A). Con respecto a las muertes no VIH/SIDA, la mayoría son muertes por
neoplasias no SIDA (29% en los hombres y 25% en las mujeres), seguidas de la mortalidad hepática y de la
mortalidad por infecciones no SIDA (Figura 2B). La muerte por cáncer de pulmón representa el 40% de las
muertes por tumores no SIDA en los hombres y el 33% de las muertes por tumores no SIDA en las mujeres
(Figura 2C).
Las estimaciones de la esperanza de vida y su IC95% para los hombres y las mujeres, en función del período
de inicio de TAR, la categoría de transmisión, el diagnóstico previo de SIDA y el recuento de CD4 al inicio de
TAR se muestra en la Tabla 4 y Figura 3 (A y B). De forma general, tanto en hombres como en mujeres, la
esperanza de vida fue mayor en aquéllos/as que iniciaron TAR a partir del año 2004, en aquéllos/as que
iniciaron TAR con recuentos de CD4 más altos y en aquéllos/as que lo hicieron en ausencia de un diagnóstico
de SIDA previo.
Si ponemos el foco en los hombres que iniciaron TAR a partir del año 2014, sin un diagnóstico de SIDA previo
y con un CD4≥350 células/mL, la esperanza de vida fue de 78,3 años en los que habían contraído la infección
por contacto homo/bisexual (2,9 años menos que en los hombres de la población general), 76,1 en aquéllos
que habían contraído la infección por contacto heterosexual (5,1 años menos que en los hombres de la
población general), y 69,2 en aquéllos que habían contraído la infección por uso de drogas inyectadas (12
años menos que en los hombres de la población general) (Tabla 4, Figura 3A).
Por su parte, si nos centramos en las mujeres que iniciaron TAR a partir del año 2014, sin un diagnóstico de
SIDA previo y con un recuento de CD4≥350 células/mL, la esperanza de vida fue de 77,5 años en las que
habían contraído la infección por contacto heterosexual (8,9 años menos que en las mujeres de la población
general) y 70,9 años en aquéllas que habían contraído la infección por uso de drogas inyectadas (15,5 años
menos que en las mujeres de la población general) (Tabla 4, Figura 3B).
CONCLUSIONES
La esperanza de vida de las personas VIH-positivas que han iniciado TAR en los últimos años se sitúa, de
forma global, en torno a los 73 años tanto en hombres como en mujeres.
Las personas que han iniciado TAR más recientemente (2014-2019) tienen una esperanza de vida superior
a aquéllas que iniciaron TAR en 2004-2013.
La esperanza de vida varía en función de la categoría de transmisión, el diagnóstico de SIDA y el CD4 al
inicio de TAR.
Las personas VIH-positivas que han iniciado TAR en los últimos años con recuentos elevados de CD4 y sin
un diagnóstico de SIDA previo, tienen una esperanza de vida que se aproxima a la de la población general,
especialmente entre los HSH, lo que indica la importancia del diagnóstico temprano y del inicio, también
temprano, del TAR.
Las causas de muerte más frecuentes son las muertes no relacionadas con el VIH/SIDA,
fundamentalmente muertes por neoplasias no SIDA, siendo el cáncer de pulmón el más frecuente.
BIBLIOGRAFÍA
1. Sobrino-Vegas P, Gutiérrez F, Berenguer J, Labarga P, García F, Alejos-Ferreras B, et al. The Cohort of the
Spanish HIV Research Network (CoRIS) and its associated biobank; organizational issues, main findings
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2. Expert Panel of GESIDA and the Ntional AIDS Plan. Executive summary of the GeSIDA/NAtional AIDS Plan
consensus documento antiretroviral therapy in adults infected by the human immunodeficiency virus
(updated January 2014). Enferm Infecc Microbiol Clin 2014; 32(7): 447-58
3. Greenwood M. Discussion on the value of life-tables in statistical research. Journal of the Royal Statistical
Society 1922;85:537-560
4. Chiang CL, The Life Table and Its Applications. Malabar, FL: Robert E. Krieger Publishing Company; 1984
TABLAS Y FIGURAS
Tabla 1. Características sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR de los 14.194 individuos que habían
iniciado TAR en 2004-2019, en función del período de inicio de TAR
2004-2013 2014-2019 Total
N = 7.523 N = 6.671 N = 14.194
Sexo [N (%)]
Hombre 6.138 (81,6) 5.884 (88,2) 12.022 (84,7)
Mujer 1.385 (18,4) 787 (11,8) 2.172 (15,3)
Edad (años) [N (%)]
Mediana (RI) 37,1 (30,9 – 44,3) 36,2 (29,6 – 44,5) 36,7 (30,2 – 44,4)
20-29 1.639 (21,8) 1.765 (26,5) 3.404 (24,0)
30-39 2.967 (39,4) 2.370 (35,5) 5.337 (37,6)
40-49 1.956 (26,0) 1.646 (24,7) 3.602 (25,4)
50-59 700 (9,3) 689 (10,3) 1.389 (9,8)
60-69 212 (2,8) 154 (2,3) 366 (2,6)
70-79 48 (0,6) 40 (0,6) 88 (0,6)
≥80 1 (0,01) 7 (0,1) 8 (0,1)
Categoría de transmisión [N (%)]
Contacto homo/bisexual 4.017 (53,4) 4.505 (67,5) 8.522 (60,0)
Contacto heterosexual 2.487 (33,1) 1.644 (24,6) 4.131 (29,1)
Uso de drogas inyectadas 773 (10,3) 197 (2,9) 970 (6,8)
Otro/Desconocido 246 (3,3) 325 (4,9) 571 (4,0)
Nivel de estudios [N (%)]
Sin estudios/Primaria 2.584 (34,3) 1.646 (24,7) 4.230 (29,8)
Secundaria/Universitaria 3.778 (50,2) 3.594 (53,9) 7.372 (51,9)
Otro/Desconocido 1.161 (15,4) 1.431 (21,4) 2.592 (18,3)
País de origen [N (%)]
España 4.530 (60,2) 3.929 (58,9) 8.459 (59,6)
Resto de Europa 1.193 (15,9) 746 (11,2) 1.939 (13,7)
África sub-sahariana 379 (5,0) 263 (3,9) 642 (4,5)
Norte de África 76 (1,0) 94 (1,4) 170 (1,2)
América Latina 1.302 (17,3) 1.540 (23,1) 2.842 (20,0)
Otro/Desconocido 43 (0,6) 99 (1,5) 142 (1,0)
CD4 al inicio de TAR, células/mL [N (%)]
Mediana (RI) 271 (143 – 380) 401 (234 – 574) 316 (179 – 468)
<200 2.454 (32,6) 1.308 (19,6) 3.762 (26,5)
200-349 2.505 (33,3) 1.294 (19,4) 3.799 (26,8)
≥350 2.186 (29,1) 3.672 (55,0) 5.858 (41,3)
Desconocido 378 (5,0) 397 (5,9) 775 (5,5)
Carga viral al inicio de TAR, copias/ml [N (%)]
<10.000 1.040 (13,8) 1.244 (18,6) 2.284 (16,1)
10.000-100.000 3.101 (41,2) 2.695 (40,4) 5.796 (40,8)
>100.000 2.948 (39,2) 2.364 (35,4) 5.312 (37,4)
Desconocido 434 (5,8) 368 (5,5) 802 (5,6)
Diagnóstico de SIDA al inicio de TAR [N (%)]
No 6.273 (83,4) 6.072 (91,0) 12.345 (87,0)
Si 1.250 (16,6) 599 (9,0) 1.849 (13,0)
Tabla 2. Número de muertes, personas-año de seguimiento y tasas de mortalidad por 1.000 personas-año
de los 14.194 individuos que habían iniciado TAR en 2004-2019, en función de las características
sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR
Nº muertes Personas-año (p-a) Tasa de mortalidad
de seguimiento (x1000 p-a) (IC95%)
Período de inicio de TAR
2004-2013 500 56.685,0 8,8 (8,1 – 9,6)
2014-2019 93 17.048,9 5,5 (4,5 6,7)
Sexo
Hombre 487 60.827 8,0 (7,3 – 8,7)
Mujer 106 12.906,9 8,2 (6,8 – 9,9)
Edad, años
20-29 36 16.078,5 2,2 (1,6 – 3,1)
30-39 139 28.434,3 4,9 (4,1 – 5,8)
40-49 210 19.813,2 10,6 (9,3 – 12,1)
50-59 128 6.951,5 18,4 (15,5 – 21,9)
60-69 51 2.004,6 25,4 (19,3 – 33,5)
70-79 27 429,0 62,9 (43,2 – 91,8)
≥80 2 22,8 87,8 (22 – 351,2)
Categoría de transmisión
Contacto homo/bisexual 159 41.311,2 3,8 (3,3 – 4,5)
Contacto heterosexual 230 23.651,1 9,7 (8,5 – 11,1)
Uso de drogas inyectadas 154 6.289,7 24,5 (20,9 – 28,7)
Otro/Desconocido 50 2.481,9 20,1 (15,3 – 26,6)
Nivel de estudios
Sin estudios/Primaria 295 24.014,2 12,3 (11 – 13,8)
Secundaria/Universitaria 161 37.935,9 4,2 (3,6 – 5)
Otro/Desconocido 137 11.783,8 11,6 (9,8 – 13,7)
Región de origen
España 428 45.379,9 9,4 (8,6 – 10,4)
Resto de Europa 84 11.148,7 7,5 (6,1 – 9,3)
África sub-sahariana 19 3.154,4 6,0 (3,8 – 9,4)
Norte de África 6 822,5 7,3 (3,3 – 16,2)
América Latina 53 12.694,9 4,2 (3,2 – 5,5)
Otro/Desconocido 3 533,5 5,6 (1,8 – 17,4)
CD4 al inicio de TAR, células/mL
<200 344 23.004,4 15,0 (13,5 – 16,6)
200-349 138 22.374,0 6,2 (5,2 – 7,3)
≥350 75 24.796,2 3 (2,4 – 3,8)
Desconocido 36 3.559,3 10,1 (7,3 – 14,0)
Carga viral al inicio de TAR, copias/ml
<10000 72 10.545,4 6,8 (5,4 – 8,6)
10000-100000 214 30.683,7 7,0 (6,1 – 8,0)
>100000 272 28.447,7 9,6 (8,5 – 10,8)
Desconocido 35 4.057,1 8,6 (6,2 – 12,0)
Diagnóstico de SIDA al inicio de TAR
No 346 62.587,4 5,5 (5,0 – 6,1)
Si 247 11.146,5 22,2 (19,6 – 25,1)
Tabla 3. Razones de tasas de mortalidad (RTM) (IC95%) crudas y ajustadas para las características
sociodemográficas y clínicas al inicio de TAR entre los 14.194 individuos que habían iniciado TAR en 2004-
2019
RTM (IC95%)
Hombres Mujeres
Figura 2B. Distribución de las causas de muerte no VIH/SIDA en hombres y mujeres
Figura 2C. Distribución de las causas de muerte por tumores no SIDA en hombres y mujeres
Tabla 4. Esperanza de vida (IC95%) para los hombres y las mujeres a la edad exacta de 40 años, en función
del período de inicio de TAR, la categoría de transmisión, el recuento de CD4 y el diagnóstico previo de SIDA
Hombres
Período de inicio de TAR: 2004-2013
<200 200–349 ≥350
Contacto No SIDA previo 74,3 (73,5 – 75,0) 75,7 (75,0 – 76,4) 77,8 (77,1 – 78,5)
homo/bisexual SIDA previo 67,1 (66,3 – 67,9) 69,8 (69,0 – 70,6) 74,6 (73,8 – 75,3)
Contacto No SIDA previo 69,1 (68,3 – 69,9) 71,7 (70,9 – 72,5) 75,5 (74,8 – 76,2)
heterosexual SIDA previo 61,4 (60,6 – 62,2) 64,2 (63,4 – 65,0) 69,4 (68,6 – 70,2)
Uso de drogas No SIDA previo 60,0 (59,2 – 60,8) 62,9 (62,1 – 63,7) 68,1 (67,3 – 68,9)
inyectadas SIDA previo 52,8 (52,2 – 53,5) 55,3 (54,6 – 56,0) 60,4 (59,6 – 61,1)
Mujeres
Período de inicio de TAR: 2004-2013
<200 200-349 ≥350
Contacto No SIDA previo 70,7 (70,0 – 71,5) 73,0 (72,3 – 73,7) 76,9 (76,3 – 77,6)
heterosexual SIDA previo 63,6 (62,8 – 64,4) 66,3 (65,5 – 67,1) 71,0 (70,3 – 71,8)
Uso de drogas No SIDA previo 62,3 (61,5 – 63,1) 65,0 (64,2 – 65,8) 69,9 (69,1 – 70,7)
inyectadas SIDA previo 54,8 (54,1 – 55,6) 57,4 (56,6 – 58,1) 62,6 (61,8 – 63,4)
Hombres
Mujeres