Tema 13
Tema 13
Se les atribuye a las organizaciones sindicales una capacidad representativa erga omnes, de
actuación pública en defensa y tutela de los intereses del conjunto de los trabajadores, con
independencia del dato afiliativo.
El texto constitucional procede a elevar la libertad sindical al rango máximo entre los derechos
e interese jurídicos constitucionalizados, en la sección receptora del núcleo duro de los
derechos fundamentales y libertades públicas (art.28.1 CE). Este artículo ha sido desarrollado a
través de una LO.
Tiene una vertiente individual y otra colectiva: el derecho de libertad sindical corresponde
tanto a los afiliados como a los órganos sindicales por ellos formados.
Ante todo, ha de tratarse de trabajadores. A los efectos de la Ley Orgánica de Libertad Sindical
(LOLS), se consideran tanto aquellos que sean sujetos de una relación laboral como aquellos
que lo sean de una relación de carácter administrativo o estatutario al servicio de las
Administraciones Públicas (art.1.2 LOLS).
Quedan al margen de la libertad sindical los empleadores, los cuales podrán reclamar para sí el
derecho constitucional, igualmente de rango fundamental, de asociación general (art.22 CE),
pero no podrán incorporarse al escrito de libertad sindical.
Se excluyen igualmente a los trabajadores autónomos, los cuales podrán constituir sus propias
asociaciones de defensa de sus intereses profesionales, al amparo del derecho constitucional
de asociación general. No obstante, por un lado, se admite la posibilidad de que los
autónomos que no tengan trabajadores a su servicio podrán afiliarse a las organizaciones
sindicales constituidas; por otro lado, las asociaciones profesionales constituidas por los
trabajadores autónomos podrán establecer los vínculos que consideren oportunos con
organizaciones sindicales. Aparte de ello, nada obsta a que los trabajadores autónomos
puedan igualmente proceder a afiliarse a las asociaciones de empresarios.
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También se excluye del reconocimiento pleno de la titularidad de la libertad sindical a quienes
no se encuentran en activo: jubilados, incapacitados o desempleados. De este modo, a estos
trabajadores inactivos se les reconoce el derecho a afiliarse a los sindicatos constituidos,
aunque no se les reconoce el derecho de constituir por sí solos sindicatos.
No se diferencia en función de la nacionalidad del mismo, lo que comporta que los extranjeros
gozan de plena igualdad del derecho de sindicación. Implica que tales derechos han de
reconocerse a todos los extranjeros sin ningún tipo de distinción, no siendo por tanto
admisibles negárselos a quienes no posean la autorización de estancia o residencia en España.
La Ley establece una noción amplia de trabajador, incluyendo tanto a quien rige se relación
profesional a través de un contrato de trabajo sometido al Estatuto de los Trabajadores como
a aquellos otros que por su condición de funcionarios públicos o contratados administrativos
se encuentran sometidos a la legislación administrativa.
Eso sí, el reconocimiento genérico de la libertad sindical para el conjunto de los funcionarios
encuentra ciertas excepciones para concretos cuerpos de funcionarios públicos, que por la
relevancia de las actividades y decisiones que adoptan se les exige dosis superiores de
neutralidad, imparcialidad en su actuación, o bien fundados en un régimen intenso de
disciplina jerarquizada en su funcionamiento. En primer lugar, el texto constitucional impide
pertenecer a sindicatos a Jueces, Magistrados Y Fiscales mientras se encuentren en activo, de
modo que la defensa de sus derechos como funcionarios se articula a través de asociaciones
profesionales propias e independientes de los partidos políticos y asociaciones sindicales. En
segundo lugar, para las fuerzas armadas y, dentro de ellas, las fuerzas y cuerpos de seguridad
sometidos a disciplina militar; si bien se le reconoce el derecho de asociación profesional para
la satisfacción de los intereses sociales, económicos y profesionales de sus asociados. En tercer
lugar, para el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aunque se le reconoce el derecho
de la libertad sindical, los mismos quedan excluidos del ámbito de aplicación de la LOLS,
remitiéndose su regulación a su normativa específica. En cuarto lugar, para los altos cargos de
la Administración Pública, es decir, aquellos que desempeñen funciones de responsabilidad
política, si bien pueden encontrarse afiliados a los sindicatos, se establece un estricto régimen
de incompatibilidad, en cuanto que no podrán ostentar cargos directivos o de representación
en el sindicato al que estén afiliados. Finalmente, el personal civil que ejerza la facultad de
acción sindical en unidades, buques y demás establecimientos militares deberá tener en
cuenta y respetar el principio de neutralidad política y sindical de los miembros de las Fuerzas
Armadas y ajustarse a las normas sobre actividad sindical de los empleados públicos.
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3. Contenido y manifestaciones individuales y colectivas de la libertad
sindical; tutela de la libertad sindical
FACULTADES JURÍDICAS INTEGRADAS DENTRO DE LA LIBERTAD SINDICAL
A) En la vertiente individual, la libertad sindical comprende las siguientes facultades:
a) El derecho a fundar sindicatos sin autorización previa, así como el derecho a suspenderlos o
a extinguirlos, por procedimientos democráticos – incluye el reconocimiento de personalidad
jurídica a los sindicatos en mero trámite de depósito del acta de constitución y los estatutos
sindicales en la oficina establecida al efecto.
De este modo, no puede considerarse que el sindicato se presente como una asociación
estrictamente abierta a todos, por cuanto que puede a través de sus estatutos exigir cierta
identidad de postulados a los solicitantes de afiliación. En todo caso, los requisitos y
condiciones que pudieran imponerse por vía de los estatutos sindicales para la admisión como
afiliados no podrán comportar en modo alguno incurrir en tratamiento discriminatorio,
taxativamente prohibido por el texto constitucional.
Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato. Ello significa que la decisión de un
trabajador de mantenerse al margen de cualquier sindicato, no afiliándose a los mismos, no
puede provocarle perjuicio personal o profesional alguno, de modo que no se establezcan
mecanismos directos o indirectos que fuercen a los trabajadores a afiliarse. En particular, ello
conduce a considerar como ilícita cualquier tipo de clausula en los convenios colectivos o pacto
entre el sindicato y la dirección de la empresa, conocidas como clausulas de seguridad sindical,
que fuercen al trabajador implícita o explicativamente a su afiliación. No obstante, esto no
impide que el sindicato pueda ofrecer determinados servicios, alicientes o ventajas a los
trabajadores afiliados, de modo que por esta vía incentive la afiliación sindical.
c) El derecho de los afiliados a elegir libremente a sus representantes dentro de cada sindicato
– el exponentes más emblemático de esa democracia interna es que la designación de los
cargos sindicales se verifique por procedimientos electorales, en los que participen de manera
directa los afiliados. Consecuencia de ello es que los estatutos del sindicato deberán
contemplar expresamente el procedimiento concreto de elección de los cargos directivos, con
participación de los afiliados
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contenido esencial, por ello con una protección jurídica de notable intensidad. La norma no
precisa cuáles son las concretas facultades en las que se concretan ese derecho de actividad
sindical, pero queda claro que ello incluye la participación del afiliado en las actuaciones
externas de defensa colectiva de los intereses que se pretenden defender, de modo que esa
actividad no queda reservada en exclusiva a los cargos directivos del sindicato. El afiliado no
podrá sufrir perjuicio alguno a resultas de la actividad sindical lícita que efectúe. Eso sí, dicha
actividad sindical ha de ser plenamente compatible con el cumplimiento de sus deberes
laborales, de modo que la actividad sindical no podrá constituir excusa para dejar de cumplir
con sus obligaciones profesionales derivada de su relación contractual.
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LA TUTELA DE LA LIBERTAD SINDICAL
La Ley contempla una protección judicial específica para los casos de violación de la libertad
sindical. El procedimiento judicial se caracteriza por los siguientes rasgos: amplia extensión de
las conductas consideradas como lesivas de la libertad sindical; pluralidad de los sujetos
legitimados para interponer la reclamación judicial y de los sujetos frente a los que se puede
presentar la demanda; previsión de una tramitación muy rápida con preferencia frente a
cualesquiera otros asuntos de resolución por el órgano judicial; posibilidad de suspender
cautelarmente las conductas que pudieran ser lesivas en tanto que se tramita el proceso;
debilitamiento de la carga probatoria de quien alega ser víctima por lesión de la libertad
sindical, así como por la aplicación de sanciones incisivas a resultas de las condenas de
comprobadas lesiones al derecho fundamental.
Asimismo, para que se materialice la lesión lo decisivo es que la conducta alegada sea idónea
para lesionar los intereses sindicales legalmente protegidos, sin exigirse necesariamente ni una
intencionalidad demostrada de pretender lesionar los derechos sindicales ni la efectiva lesión
ya producida. A tal efecto se contempla que la lesión puede provenir del empleador,
asociación patronal, Administraciones Públicas o cualquier otra persona, entidad o corporación
pública o privada (art.13 LOLS). La diversidad de conductas perseguibles y de sujetos activos da
lugar a diversos procedimientos judiciales: penal si la conducta está tipificada como delito o
falta, contencioso-administrativo para las violaciones cometidas por las Administraciones
Públicas y proceso social si las lesiones provienen del empleador, del sindicato o de cualquier
otro sujeto privado.
Por lo que se refiere a los sujetos pasivos de la lesión, se mencionan expresamente tanto al
trabajador individualmente considerado como al sindicato, que afecta a uno de ellos o a
ambos simultáneamente. Al mismo tiempo, el MF será siempre parte en estos procesos,
adoptando en su caso las medidas necesarias para la depuración de las conductas delictivas.
El proceso se caracteriza por su celeridad por medio de la declaración como urgente del
proceso y otorgándole preferencia absoluta frente a todos los procesos que se sigan en el
Juzgado o Tribunal.
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pública en el tráfico jurídico y, por consiguiente necesaria tanto en el ejercicio de la actividad
sindical como para la actuación en el tráfico económico mercantil propio de cualquier
organización mínimamente compleja.
Una vez registrados los estatutos sindicales, la oficina pública dispondrá en el plazo de 10 días,
la publicidad del depósito, o el requerimiento a sus promotores, por una sola vez, para que en
el plazo máximo de otros 10 días subsanen los defectos observados. La oficina pública dará
publicidad al depósito en el tablón de anuncios de la misma, en el BOE, autonómico o
provincial, indicando la denominación, el ámbito territorial y funcional, la identificación de los
promotores y firmantes del acta de constitución del sindicato.
Tanto el MF, como quienes acrediten un interés directo, personal y legítimo, podrán promover
ante la autoridad judicial la declaración de no conformidad a derecho de cualesquiera
estatutos que hayan sido objetos de depósito y publicación.
Los sindicatos constituidos responderán por los actos o acuerdos adoptados por sus órganos
estatutarios en la esfera de sus respectivas competencias. Esta responsabilidad en ningún caso
podrá alcanzar al embargo de las cuotas sindicales. Como contrapunto, el sindicato no
responderá por actos individuales de sus afiliados, salvo que aquellos se produzcan en el
ejercicio regular de las funciones representativas o se pruebe que dichos afiliados actuaban
por cuenta del sindicato.
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de la cuota sindical que fijen los órganos estatutarios del mismo. La Ley lo que permite es que
el sindicato utilice un procedimiento fácil y eficaz de cobro de la cuota sindical, consistente en
que se la abone al empleador por delegación del afiliado a través del sencillo trámite de
detraerle periódicamente la cantidad correspondiente del salario a percibir y previa
conformidad, siempre, de éste.
También se ha llegado a contemplar la posibilidad de que los sindicatos reciban del conjunto
de los trabajadores, estén o no afiliados al mismo, determinadas cantidades como
contrapartida de los esfuerzos y gastos que aquéllos han soportado por la gestión de los
convenios colectivos que por su eficacia general benefician a todos. Se trata de la que se
conocen como clausulas de canon sindical, que se pueden negociar en los convenios
colectivos. La norma exige en todo caso que cada trabajador manifieste su voluntad en
soportar dicha detracción (art.11.1 LOLS); la voluntad del trabajador queda garantizada por la
vía de una aceptación expresa positiva caso por caso, sin posibilidad alguna de que su mero
silencio se interprete como aceptación tácita; aparte de que en el convenio colectivo debe
figurar la cantidad exacta a detraer, que debe corresponder con los gastos efectivamente
soportados por el sindicato por la negociación del convenio. En la práctica haya caído en
desuso este tipo de canon, que prácticamente te ha desaparecido de los textos de los
convenios colectivos.
Además, las organizaciones sindicales reciben un apoyo económico indirecto a través del
crédito horario concedido a los representantes de los trabajadores, conforme al cual tales
representantes pueden ausentarse de la empresa, interrumpiendo la prestación de servicios
durante la jornada laboral sin sufrir por ello reducción retributiva alguna, a los efectos d
efectuar actividades sindicales.
Finalmente, por diversas vías las asociaciones sindicales reciben financiación de los poderes
públicos.
Las asociaciones sindicales asumen cierto tipo de tareas de gestión de servicios públicos por
delegación de los poderes públicos, como pueden ser las correspondientes a la organización de
cursos de formación profesional.
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5. La representatividad sindical: origen y funcionalidad; criterios de
determinación de la representatividad sindical; grados de
representatividad y facultades jurídicas atribuidas
ORIGEN Y FUNCIONALIDAD
Se reconoce la libertad de constitución de organizaciones sindicales, de lo que deriva un
modelo de pluralismo sindical en nuestro sistema de relaciones laborales.
Más adelante, la intervención pública va más allá de la mera clarificación del mapa sindical,
pues se opta por una política de promoción de la actividad sindical, si bien lo sea con criterios
selectivos de apoyo a aquellos sindicatos que posean mayor peso y difusión en los diferentes
territorios, sectores productivos y empresas. A los efectos de garantizar una mayor eficacia a la
actividad sindical, por la vía de otorgar una posición jurídica singular a aquellos sindicatos que
manifiestan un mayor respaldo por parte de los trabajadores a los que pretenden representar.
Como contrapunto a lo anterior, la opción por este criterio electoral provoca el efecto reflejo
de desincentivar la afiliación sindical, por cuanto que los trabajadores son conscientes que la
tasa de afiliación de los sindicatos no tiene mayor repercusión sobre su fuerza y actividad
sindical, sabiendo que su apoyo al sindicato proviene muy poco de su afiliación y mucho de su
voto.
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Eso sí, ello obliga a regular un sistema electoral en esos procesos de elección de
representantes en el ámbito empresarial que goce de las típicas garantías democráticas:
transparencia, publicidad, igualdad electoral de las diferentes candidaturas en liza, ausencia de
injerencia externas por sujetos ajenos al proceso, plena libertad de expresión del voto secreto,
universal e igualitario, control oficial de los resultados, etc.
A partir del criterio de los resultados electorales se establecen 2 métodos para atribuir la
mayor representatividad sindical.
GRADOS DE REPRESENTATIVIDAD
La Ley procede a distinguir 4 grados diversos, que se pueden resumir del modo siguiente:
1) Sindicatos más representativos a nivel estatal – los que acrediten en dicho ámbito estatal
la obtención de al menos el 10% del total de delegados de personal, de los miembros de los
comités de empresa y de los correspondientes órganos de representación de los empleados de
las Administraciones Públicas. Asimismo, se otorga este grado por la vía de la irradiación a los
sindicatos o entes sindicales afiliados, federados o confederados a una organización sindical de
ámbito estatal que tenga la consideración de más representativa por el método precedente de
la representatividad real. Actualmente, tan sólo 2 sindicatos ostentan en nuestro país este
nivel: Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT).
2) Sindicatos más representativos a nivel de CCAA – los sindicatos que acrediten al el 15% de
los delegados de personal, de los miembros de los comités de empresa y de los
correspondientes órganos de representación de los empleados de las Administraciones
Públicas, siempre que cuenten con un mínimo de 1500 representantes y no estén federados o
confederados con organizaciones sindicales de ámbito estatal. Asimismo, se otorga este grado
por la vía de la irradiación a los sindicatos de ámbito de CCAA que tenga la consideración de
más representativa de acuerdo por el método precedente de la representatividad real.
Actualmente se le reconoce este nivel de representatividad autonómica a 3 sindicatos: 2 en el
País Vasco y Navarra (ELA-STV y LAB) y otro en Galicia (GIGA). Quienes alcancen este segundo
nivel podrán participar en la negociación de un convenio colectivo estatal, así como integrarse
en los mecanismos de participación institucional de instancias estatales. En definitiva, ello
provoca que se refuerce su representatividad, en la medida en que pueden desarrollar una
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actividad sindical desbordando su ámbito territorial natural de actuación autonómico, para
influir directamente en el ámbito estatal.
De igual forma, sin llegar a este grado de formalización por vías de la participación
institucional, la normativa en ocasiones reconoce a las organizaciones sindicales el derecho a
ser consultadas con carácter previo a la adopción de cierto tipo de decisiones por parte de las
Administraciones Públicas, en términos tales que dicha facultad de consulta queda restringida
legalmente a los sindicatos más representativos a nivel estatal y autonómico, con exclusión de
los restantes sindicatos
- En segundo lugar, para los 3 primeros niveles de representatividad se les reconocen las
siguientes facultades – 1) legitimación para formar parte de las comisiones negociadoras de los
convenios colectivos estatutarios, es decir, los pactados conforme al régimen establecido en el
Estatuto de los Trabajadores y, por tanto, con eficacia general vinculante para todos los
trabajadores incluidos en su ámbito de aplicación; 2) participar con voz y voto tanto en los
procesos de consulta como de negociación colectiva en las Administraciones Públicas,
conforme a lo establecido en el Estatuto Básico del Empleado Público; 3) promover las
elecciones a representantes de los trabajadores en la empresa y centro de trabajo; 4) designar
a los árbitros que han de resolver las discrepancias en materia de elecciones a representantes
de los trabajadores en la empresa (art.76.3 ET).
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los sindicatos en función del porcentaje de representatividad que tengan en cada caso. Entre
estas facultades ligadas al porcentaje de representatividad se encuentran las siguientes:
participar en los sistemas de conciliación, mediación y arbitraje no jurisdiccionales de solución
de los conflictos laborales; obtener cesiones temporales del uso de inmuebles patrimoniales
públicos; obtener subvenciones asignadas con carácter genérico a las organizaciones sindicales
por las Administraciones Públicas.
Ante todo, también a las organizaciones empresariales se les otorga un rol destacado en el
funcionamiento del sistema político y social en general.
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participación institucional ante las Administraciones Públicas. La segunda de ellas está
conectada con su participación en las mesas de negociación de los convenios colectivos
sectoriales.
En cuanto a los porcentajes que fijan los umbrales mínimos determinantes del reconocimiento
de la condición de asociaciones empresariales más representativas, se emplea igualmente el
porcentaje emblemático general del 10%, elevado al 15% para las asociaciones empresariales
autonómicas, si bien en este último caso sin exigir un mínimo absoluto de afiliación.
Conviene resaltar que el cómputo de la representatividad tiene que ser cumplido por cada
asociación individualmente considerada. Del mismo modo se exige en todo caso la
representatividad real, sin que se tome en consideración entre las organizaciones
empresariales el criterio de la representación por irradiación.
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