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Univ.

de Murcia - Grado en Matemáticas - Sesiones iniciales para alumnos de nuevo ingreso

Algunas estrategias de pensamiento matemático


Alberto del Valle, septiembre de 2011

Comenzamos dando unas pautas generales sobre cómo enfrentarse a la resolución de problemas
en matemáticas, y luego presentamos problemas concretos que permiten reflexionar sobre diversas
estrategias para abordar el paso clave de “concebir el plan de acción” y también sobre la ejecución de
ese plan y la revisión del trabajo realizado.
No haremos todos los ejemplos en clase. Es conveniente que se trabaje el resto en casa.
La exposición termina con algunos consejos sobre cómo estudiar matemáticas.

Índice
1. Resolución de problemas 2

2. Experimentos, conjeturas, refutaciones y demostraciones 3


2.1. Múltiplos de 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.2. Potencias de matrices . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.3. Segmentos y regiones en un cı́rculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.4. Polinomios que generan números primos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.5. Cantidad de divisores de un número . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.6. Múltiplos de un producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.7. Productos de 4 consecutivos, evidencia computacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.8. Cuadrados de primos (y otros que no son primos) menos 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.9. Una pequeña investigación con extraños medicamentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2.10. Algunas conjeturas con historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

3. Aprovechando el trabajo anterior 7


3.1. Paso a paso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
3.2. “Podemos suponer que. . . ” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

4. Visualización, simetrı́a 8
4.1. Números y geometrı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4.2. Simetrı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
4.3. Coloreando (y jugando con la “paridad”) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

5. Cómo estudiar matemáticas 10


5.1. Un ejercicio de escritura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

1
1. Resolución de problemas
La resolución de problemas es una parte central de la actividad matemática. No definiremos “qué es
un problema”, pero sı́ merece la pena remarcar la distinción que suele hacerse entre ejercicios y proble-
mas:

En un ejercicio suele estar muy claro lo que se pide, a menudo existe un método concreto para
abordarlo y hasta se puede predecir el tiempo que necesitaremos para resolverlo.
En un problema puede que haya que dedicar un buen rato a entender qué se pide, a priori no se
sabe cómo abordarlo y por tanto el tiempo de resolución es impredecible.

Generalmente, en la resolución de cualquier problema habrá que mezclar la intuición con el rigor.
La primera quizás permitirá entender mejor el problema e idear estrategias de atque, y el segundo
será necesario para garantizar que el trabajo realizado es correcto.

Por la naturaleza de estas sesiones, los conceptos que se usarán en los problemas concretos son muy
elementales y deben ser bien conocidos. Pero durante los estudios del Grado a menudo los conceptos son
nuevos para el alumno y por tanto una condición necesaria para resolver los problemas será el dominio
de la teorı́a, que podremos usar para:

- Conocer procedimientos “mecánicos” para resolver ejercicios.


- Identificar conceptos (definiciones) y conocer sus propiedades y relaciones (teoremas).
- Adaptar ideas que hayamos visto en las demostraciones.

El mejor modo de aprender a hacer problemas consiste en hacer problemas (se aprende haciendo),
pero no viene mal comentar unas pautas generales que nos pueden guiar en este trabajo.
Cuando nos pongamos manos a la obra quizás nos atasquemos . . .

- en el primer paso: ¡ni entendemos lo que se pide!;


- o en el segundo: no se nos ocurre cómo abordarlo;
- o en el tercero: tenemos alguna idea pero nos falta la técnica para aplicarla;

pero todo lo que hayamos hecho nos servirá para aprender, especialmente si lo comentamos con com-
pañeros o profesores tras una primera fase de trabajo individual.
Las pautas generales, siguiendo a G.Polya (Como plantear y resolver problemas, Ed. Trillas), son:

Comprender el problema. ¿Conocemos los objetos que intervienen? ¿Cuál es el objetivo?


Concebir un plan. ¿Qué relaciones puede haber entre los datos y el objetivo? ¿Conocemos
resultados teóricos que puedan ayudar? ¿Se ha hecho algún problema parecido? ¿Se puede dividir
el problema en partes? ¿Se pueden analizar casos particulares sencillos?
Ejecutar el plan. Comprobar que cada paso es correcto.
Examinar la solución obtenida (visión retrospectiva). ¿Se ha contestado a lo que se pedı́a?
¿Se puede comprobar la solución, o verificar el razonamiento? ¿Se puede simplificar el trabajo, o
hacerlo de otro modo alternativo?

2
2. Experimentos, conjeturas, refutaciones y demostraciones
Este tı́tulo resume lo que muchas veces es el quehacer matemático en su fase más creativa, que serı́a
el segundo punto en la lista de Polya. A menudo se analizan algunos ejemplos concretos (experimentos)
y los resultados nos hacen pensar (conjeturar) que puede haber una ley general a la que obedezcan esos
ejemplos y quizás otros muchos. A veces nos equivocamos: la conjetura es falsa y otros ejemplos, quizás
más elaborados, no cumplen la ley que creı́amos intuir (refutan la conjetura). Otras veces estaremos en lo
cierto, pero sólo podremos convencernos de esto con un argumento sólido y riguroso (una demostración).
Presentamos algunos casos en los que, tras algún experimento sencillo, se puede establecer una
conjetura (el propio hecho de expresarla bien es de por sı́ interesante). En algunos casos la conjetura
es falsa y podemos verlo con un ejemplo (al que se llama entonces “contraejemplo” para la conjetura),
y en otros es cierta y proponemos una demostración.

2.1. Múltiplos de 6
Un número escrito en base diez acaba en 6. Encuentra una condición sobre el resto de cifras que
parezca necesaria y suficiente para que el número sea múltiplo de 6. Demuestra que lo es.
¿Qué ocurre si el número acaba en 2? ¿Y si acaba en 4? ¿Y si acaba en 5?

2.2. Potencias de matrices


 
1 3
Dada la matriz A = , calcula sus primeras potencias A2 , A3 , A4 , . . . hasta que puedas hacer
0 1
una conjetura sobre el valor de la potencia n-ésima An . Calcula dos o tres potencias más para a ver si
se ajustan a la conjetura, que de este modo va “cobrando fuerza”. ¿Puedes demostrar tu conjetura?
Haz lo mismo con las siguientes matrices:
         
1 a 1 a 1 1 2 −1 3 −1
B= C= D= E= F =
0 1 0 −1 0 2 1 0 2 0

2.3. Segmentos y regiones en un cı́rculo


En una circunferencia, marca 3 puntos distintos y traza todos los segmentos que determinan esos
puntos. Cuenta el número de segmentos trazados y el número de regiones en las que has dividido el
cı́rculo.
Haz lo mismo si se marcan 4 puntos, y después si se marcan 5 (a partir de ahora suponemos que
no hay tres segmentos concurrentes en el interior del cı́rculo; si en tu dibujo “parecen concurrentes”
imagina que en realidad queda un pequeño triángulo oculto por el grosor del trazo).
Pon los datos obtenidos en esta tabla (incluye también los “casos triviales” de 1 y 2 puntos):

Puntos 1 2 3 4 5

Segmentos

Regiones
En función de estos datos, ¿tienes alguna conjetura sobre el número de segmentos y regiones que se
obtienen para un número arbitrario n de puntos? ¿Puedes decidir si son ciertas o falsas?

2.4. Polinomios que generan números primos


Dado el polinomio P (x) = x2 − x + 41, calcula P (1), P (2), P (3), . . . y comprueba que son números
primos (hasta que te canses).
¿Será verdad que P (n) es un número primo para cualquier valor entero positivo de n?

3
2.5. Cantidad de divisores de un número
¿Cuántos divisores enteros positivos tiene el número 6? ¿Y el 12? ¿Y el 24? ¿Y el 30? ¿Y el 60?
¿Cuántos divisores enteros positivos tienen 77, 539, 3773, 1001 y 7007 (todos múltiplos de 77)?
¿Cuántos divisores enteros positivos tiene el número 172 · 233 ? ¿Y el número 172 · 233 · 29?
¿Te atraves con una fórmula general para el número de divisores enteros positivos de
n = pα1 1 pα2 2 · · · pαk k
(donde los pi son primos positivos distintos y los exponentes son enteros αi ≥ 1)? ¿Puedes justificarla?

2.6. Múltiplos de un producto


En los siguientes apartados, referidos siempre a números enteros, las afirmaciones iniciales son
evidentes. Decide en cada caso si el recı́proco es cierto (y propón entonces una demostración) o si es
falso (da entonces un contraejemplo):
Si n es múltiplo de 6 entonces es múltiplo de 2 y de 3. ¿Es cierto el recı́proco?
Si n es múltiplo de 12 entonces es múltiplo de 4 y de 3. ¿Es cierto el recı́proco?
Si n es múltiplo de 12 entonces es múltiplo de 2 y de 6. ¿Es cierto el recı́proco?
Si n es múltiplo de 20 entonces es múltiplo de 4 y de 5. ¿Es cierto el recı́proco?
Si n es múltiplo de 20 entonces es múltiplo de 2 y de 10. ¿Es cierto el recı́proco?
Si n es múltiplo de 18 entonces es múltiplo de 2 y de 9. ¿Es cierto el recı́proco?
En general, si n es múltiplo de un producto ab entonces es múltiplo de los dos factores a y b. Si nos
preguntamos en qué condiciones es cierto el recı́proco: ¿Puedes hacer una conjetura?
(Para demostrarla de manera sencilla, espera a conocer la identidad de Bézout).

2.7. Productos de 4 consecutivos, evidencia computacional


Observa que
1 · 2 · 3 · 4 = 24 = 52 − 1
2 · 3 · 4 · 5 = 120 = 112 − 1
3 · 4 · 5 · 6 = 360 = 192 − 1
¿Será verdad que el producto de cuatro enteros positivos consecutivos es una unidad menos que un
cuadrado perfecto?
Con algún programa informático (basta una hoja de cálculo) se puede tener una “evidencia com-
putacional” fuerte de la conjetura . . . e incluso una idea para la demostración:
Formaliza el problema llamando por ejemplo n al factor más pequeño y k 2 al cuadrado perfecto que
buscamos. Si los resultados de cálculo nos permiten conjeturar la relación de k con n, la demostración
de la igualdad correspondiente es sólo una comprobación rutinaria.

2.8. Cuadrados de primos (y otros que no son primos) menos 1


Observa:
52 − 1 = 24 112 − 1 = 120 172 − 288 = 232 − 1 = 528
72 − 1 = 148 132 − 1 = 168 192 − 1 = 360 252 − 1 = 624
¿Qué propiedad común tienen los resultados? ¿Puedes hacer una conjetura? Mira a ver si se verifica
para “los siguientes casos”. Una vez que tengas una conjetura con cierta “evidencia computacional”,
¿podrı́as demostrarla?

4
2.9. Una pequeña investigación con extraños medicamentos
Vamos a empezar asumiendo que el dı́a tiene 12 horas y que por tanto estamos acostumbrados a
identificar las 0 horas con las 12 horas. Esta es una convención igual de razonable que la usual.
En el mercado han aparecido unos curiosos medicamentos llamados 12H(1), 12H(2), . . . , 12H(11).
El prospecto de 12H(x) dice:
“Disuelva el contenido del sobre en agua exactamente a las 0 horas. Tome la primera cucharada al
cabo de x horas, y siga tomando una cucharada cada x horas. El tratamiento habrá terminado cuando
tome por primera vez una cucharada a las 0 horas.”
Si llamamos T (x) al número de tomas que se requieren para un tratamiento completo con el medica-
mento 12H(x), haz las “cuentas de la vieja” para completar la siguiente tabla:

x 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
12H:
T (x) 12 6 2

¿Qué cosas interesantes observas para los valores de T (x)? ¿Se te ocurre una fórmula para obtener
T (x) a partir de x sin hacer la cuenta de la vieja? (busca en tu memoria conceptos que tengan que ver
con divisores y con múltiplos).

La siguiente generalización del problema debe ser fácil si te ha salido la primera parte, y si no te ha
salido puede ser que con estos nuevos casos “veas la luz”:
Podrı́amos haber cambiado nuestra convención inicial pensando por ejemplo en dı́as de 8 horas y
medicamentos 8H(1), 8H(2), . . . , 8H(7), o por qué no en dı́as de 3, 4, 5. . . horas. Vuelve a hacer las
cuentas para completar estas tablas:

x 1 2 3 4 x 1 2 3 4 5 x 1 2 3 4 5 6
5H: 6H: 7H:
T (x) 5 T (x) 6 T (x)

x 1 2 3 4 5 6 7 x 1 2 3 4 5 6 7 8
8H: 9H:
T (x) 8 T (x) 9

x 1 2 3 4 5 6 7 8 9 x 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
10H: 11H:
T (x) 10 T (x) 11

Si has obtenido una fórmula en la primera parte, puedes comprobar si sigue funcionando ahora. Si no
la has conseguido, investiga estos casos para tratar de obtenerla ahora.
En cualquier caso, trata de enunciar otras propiedades de estas tablas.

5
2.10. Algunas conjeturas con historia
La conjetura de Goldbach. ¿Es todo número par mayor que 2 la suma de dos números primos?
Hay una fuerte evidencia computacional1 , pero no hay una demostración.
Lectura recomendable: “El tı́o Petros y la conjetura de Goldbach”, de Apostolos Diosdakis.

Primos de Fermat. Si un número de la forma 2n + 1 es primo entonces n debe ser2 una potencia
k
de 2, o sea n = 2k para cierto k. ¿Es cierto el recı́proco, es decir, todo número de la forma 22 + 1
es primo? Para k = 0, 1, 2, 3, 4 se obtienen los “primos de Fermat”
k
Fk = 22 + 1 F0 = 3 F1 = 5 F2 = 17 F3 = 257 F4 = 65,537

En 1640 Fermat conjeturó, sin más evidencia que estos pocos casos, que todos los Fk eran primos,
pero casi un siglo después Euler comprobó que el siguiente no es primo, pues

F5 = 232 + 1 = 4,294,967,297 = 641 × 6,700,417

De hecho la conjetura actual es que niguno de los Fk (para k ≥ 5) es primo.

Primos de Mersenne. Si un número de la forma 2n − 1 es primo entonces n debe ser primo3 .


¿Es cierto el recı́proco, es decir, si p es primo entonces Mp = 2p − 1 es primo?
Aunque M2 = 3, M3 = 7, M5 = 31 y M7 = 127 lo son, la conjetura falla para M11 = 2,047 =
23 × 89. Sin embargo sigue abierta la conjetura de si la cantidad de tales números que son primos
es finita o no. Los mayores números primos que se conocen son de este tipo.

Pseudoprimos de Perrin. La sucesión de Perrin empieza con P (1) = 0, P (2) = 2 y P (3) = 3,


y a partir de ahı́ se define por recurrencia como P (n + 3) = P (n) + P (n + 1).
Sus primeros términos sugieren la conjetura “n es primo ⇔ n divide a P (n)”:

n 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
P (n) 2 3 2 5 5 7 10 12 17 22 29 39 51 68 90 119 158 209

La implicación “⇒” es cierta, y desde 1899 se trató de probar el recı́proco o de refutarlo encon-
trando un número compuesto n que dividiese a P (n) (llamado un “pseudoprimo de Perrin”).
En 1982 se encontró el menor pseudoprimo de Perrin, el 271.441. Por tanto el recı́proco es falso
por mucho que la “evidencia computacional” pareciera indicar lo contrario.

Densidad de los números primos. La aproximación del número de primos menores que N por
la integral logarı́tmica de N está por encima del valor correcto hasta N = varios millones, pero
Littlewood (1914) demostró que los valores real y aproximado se cruzan infinitamente a menudo.
En 1933 Skewe encontró una cota para el primer cruce . . . mayor que el no de átomos del Universo!

1
Esto quere decir que se ha comprobado que el enunciado es cierto para enteros de hasta, digamos, un millón de cifras.
Sin embargo hablar de evidencia “fuerte” es discutible si tenemos en cuenta que la cantidad de enteros es infinita.
k
2
Podemos poner n = 2k m con k ≥ 0 y m impar, y se trata de ver que m = 1. Si ponemos b = 22 se tiene b ≥ 2 y
k k
2n + 1 = 22 m
+ 1 = (22 )m + 1 = bm + 1 = (b + 1)(bm−1 − bm−2 + bm−3 − · · · + b2 − b + 1)

Como estamos asumiendo que 2n + 1 es primo y se tiene b + 1 ≥ 3, el segundo factor debe valer 1, lo que claramente
implica que m = 1 (de otro modo, agrupando los sumandos de dos en dos salvo el último, el factor serı́a mayor que 1).
3
Contrarrecı́proco: si n es compuesto tiene una factorización n = km con k, m ≥ 2, y poniendo b = 2k se tiene
2 − 1 = bm − 1 = (b − 1)(bm−1 + bm−2 + bm−3 + · · · + b2 + b + 1), con ambos factores mayores que 1.
n

6
3. Aprovechando el trabajo anterior
3.1. Paso a paso
A menudo el “edificio matemático” se construye paso a paso, aprovechando el trabajo anterior para
hacer lo siguiente.
Un ejemplo bien sencillo es el cálculo del área del paralelogramo a partir de la del rectángulo, y a
continuación el cálculo del área del triángulo a partir de la del paralelogramo.

3.2. “Podemos suponer que. . . ”


Es frecuente que la solución “general” de un problema se apoye en la solución de un caso particular
más sencillo, como van a mostrar los ejemplos que siguen. En estos casos, por supuesto, hay que:

Resolver el caso particular.


Explicar cómo se deduce el caso general del particular.

A veces sólo se hace la segunda parte, porque el caso particular es sencillo o conocido.
Otras veces sólo se hace lo primero, porque el salto del caso particular al general es fácil. Es frecuente
que entonces, al exponer la solución, simplemente se escriba “podemos suponer que . . . ” (y se establecen
las condiciones particulares del caso sencillo).
En estos casos se está dejando que el lector haga por sı́ mismo la segunda parte. En los siguientes
ejemplos no nos interesa resolver el caso particular, sólo se trata de explicar cómo se deduce el caso
general del particular:
A veces simplemente se analiza un caso entre varios posibles porque los demás son análogos:

Si f : [a, b] → R es continua con f (a) · f (b) < 0 entonces la gráfica de f corta al eje horizontal en
el intervalo (a, b).
Demostración: Podemos suponer que f (a) > 0 . . .

De una urna con 4 bolas blancas y 4 negras se extraen sucesivamente 3 bolas. ¿Cuál es la proba-
bilidad de que la 2a y la 3a sean de color distinto a la 1a ?
Solución: Podemos suponer que la primera bola que se extrae es blanca . . .
(¿Podrı́a empezarse igual si la urna contiene 4 bolas blancas y 3 negras?)

Otras veces el “salto” del caso particular al general hay que trabajarlo algo más, y a menudo se
agradece que nos ayuden con alguna indicación:

Si n es un entero positivo impar, entonces la suma de cualesquiera n enteros consecutivos es


múltiplo de n.
Demostración: Podemos suponer que los enteros con los que trabajamos empiezan en el 1 . . .

Los ángulos de un triángulo suman 180o .


Demostración: No es restrictivo suponer que el triángulo es rectángulo . . .
[ es el doble
Si en una circunferencia de centro O se trazan tres puntos A, B y C, el ángulo AOC
\
que el ángulo ABC.
Demostración: Podemos suponer que B, C y O están alineados . . .

Para el cálculo de primitivas de un cociente de polinomios P (x)/Q(x), no es restrictivo suponer


(usando la división con resto de polinomios) que el grado de P es menor que el de Q . . .

7
4. Visualización, simetrı́a
A veces los dibujos, gráficos, etc. nos ayudan a entender o a idear un argumento, pero en general
por sı́ mismos no son un instrumento riguroso y debemos formalizar las ideas que puede contener el
dibujo:

4.1. Números y geometrı́a


1
Para cualquier número real positivo x se tiene x + ≥ 2. ¿Por qué el siguiente dibujo permite
x
“ver” una demostración de ese hecho? ¿Cómo la formalizarı́as, a partir de la idea del dibujo?

1/x 1

¿Puedes “ver” una demostración del teorema de Pitágoras en el primer dibujo dibujo? ¿Y en el
segundo?

A veces, aunque un gráfico quizás no nos dé una idea de cómo hacer una demostración, sı́ puede
“explicarnos” lo que está pasando, por lo que el enunciado puede pasar a ser “más natural’.
Por ejemplo, este gráfico “explica” la igualdad 1 + 3 + 5 + 7 + · · · + (2n − 1) = n2 :

En los siguientes apartados, observa que el valor absoluto de una diferencia de números reales
puede verse como la “distancia” entre esos números en la recta real.
Si a, b son números reales distintos, halla el conjunto de números reales x tales que |x−a| > |x−b|.
Halla el conjunto de números reales x tales que |x + 3| + |x − 5| > 12.
Halla el conjunto de números reales x tales que ||x − 2| − |x − 1|| < 1.

8
¿Cuántas soluciones tiene el siguiente sistema, según el valor del parámetro a?
x2 − y 2 = 0 (x − a)2 + y 2 = 1

4.2. Simetrı́a
Veamos algunas situaciones donde la idea de simetrı́a ayuda a resolver, a simplificar o a interpretar
el problema:
Dos jugadores juegan sobre un tablero de 6×6 casillas cuadradas. Disponen de fichas rectangulares
de tamaño “1 × 2 casillas” que van colocando alternativamente sobre el tablero, de modo que cada
ficha cubra exactamente dos casillas y no se solape con las anteriores. Pierde el primero que no
puede poner su ficha.
¿Quién tiene una estrategia ganadora, el que empieza o el otro? ¿Cuál es esa estrategia?
¿Qué ocurre si el tablero tiene 6 × 7 casillas?
¿Puedes hacer afirmaciones sobre tableros más generales?
Analiza la simetrı́a de las soluciones de la ecuación x + y + z = 10.
 2
x + y 2 = 25

Resuelve algebraicamente el sistema de dos ecuaciones , despejando una incógni-
x+y =1
ta en la segunda ecuación y sustituyéndola en la primera. ¿En qué sentido son “simétricas” las
soluciones? ¿Es razonable que lo sean?
Dibuja los conjuntos de soluciones de cada ecuación (una circunferencia y una recta facilitas). Las
soluciones del sistema son los puntos comunes. Interpreta sobre el dibujo la simetrı́a que hemos
encontrado algebraicamente.
 2
x + y 2 = 169

Haz un ejercicio parecido con el sistema .
x+y =7

4.3. Coloreando (y jugando con la “paridad”)


Se tiene un tablero de 8 × 8 casillas al que le faltan dos casillas de esquinas opuestas. Se quiere
cubrir el tablero, sin solapamientos, con piezas rectangulares de tamaño 2×1 casillas. ¿Es posible?
¿Y si el tablero tiene 7 × 7 casillas?
¿Y si el tablero tiene 7 × 8 casillas?
Se disponen 25 monedas formando un cuadrado 5 × 5

Un bicho4 que puede desplazarse de una a otra sólo por los puntos de tangencia, quiere recorrerlas
todas sin repetir saliendo desde la de arriba a la izquierda. ¿Puede hacerlo?
¿Y si sale desde otras casillas? ¿Puedes describir qué pasa en cada situación posible (utiliza la
simetrı́a para no distinguir muchos casos)?
¿Qué pasa para disposiciones rectangulares con otros números de monedas?
4
Un bicho raro, sin duda.

9
5. Cómo estudiar matemáticas
Algunos consejos al respecto:

Tienes que estar dispuesto a trabajar mucho.


Busca un entorno adecuado para el estudio personal que te permita aislarte y concentrarte. Ni
mp3, ni móvil, ni twitter, ni con la pareja. . .
Usa mucho papel en sucio, verifica los detalles.
No pierdas el tiempo ni tengas prisa: si no entiendes un tema no pases en serio al siguiente.
Revisa lo que sabes. Tu conocimiento matemático es una caja de herramientes que se llena
poco a poco: úsalas. Debes ser capaz de juntar ideas de aquı́ y de allá, del tema 6 y del 2, de esta
asignatura y de la anterior . . .
Busca analogı́as. Si un planteamiento se parece a otro ya conocido, las soluciones quizás también
se parezcan. Argumentos que la primera y la segunda vez te parecen “ideas felices”, a la tercera
o la cuarta se convertirán en “técnicas”.
Aprovecha las clases. Si asistes con un cierto conocimiento de lo que se ha visto los dı́as previos
podrás aprovechar el rato. Si te ves allı́ como un autómata que copia sin saber qué está haciendo,
quizás sea mejor que aproveches la hora en otra cosa (por ejemplo, estudiar).
Nunca te aprendas una demostración de memoria ni apliques un método sin entender por
qué funciona. Eso no son matemáticas.
Aborda los problemas y ejercicios que proponen los profesores: están a tu alcance, pensados
para que ejercites lo aprendido, repases definiciones, resultados, métodos . . . y marcan un ritmo
apropiado de aprendizaje. No pasa nada si no te salen todos, pero es grave que no te salga niguno.
Habla de matemáticas, trabaja en grupo, pregunta a compañeros y profesores. Ve a tutorı́as.
Nunca digas “si yo lo entiendo, lo que pasa es que no sé explicarlo”. Si no sabes explicar
algo es que no lo entiendes suficientemente bien. Hagamos el siguiente ejercicio:

5.1. Un ejercicio de escritura


Atiende la demostración detallada que hará el profesor en la pizarra de (alguno de) estos resulta-
dos sobre números enteros5 . Inmediatamente después, y sólo con tu hoja en blanco, debes escribir el
enunciado y la demostración:

Para n ≥ 1: si 2n − 1 es primo entonces n es primo.

Para n ≥ 1: si 2n + 1 es primo entonces n es una potencia de 2.

Si un número primo divide a un producto de enteros, entonces divide a alguno de los factores.
(Aquı́ se da por conocida la “identidad de Bézout”: si dos enteros a y b no tienen más divisores
comunes que ±1, entonces existen enteros r y s tales que ra + sb = 1.)

5
Para los dos primeros hay una demostración en las notas al pie del apartado sobre “conjeturas con historia”.

10

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