Sistema Nervioso Autónomo
Sistema Nervioso Autónomo
Sistema Nervioso Autónomo
Así pues, ayuda a controlar, entre otras funciones, la presión arterial, la motilidad y secreciones
El sistema nervioso autónomo habitualmente regula las funciones de los órganos mediante
reflejos viscerales inconscientes y que en ocasiones se producen como respuesta a cambios en
actividades somáticas motoras y sensoriales.
Los nervios simpáticos tienen origen en la médula espinal entre los segmentos T-1 y L-2 y desde
aquí se dirigen a la cadena simpática paravertebral y finalmente a los tejidos y órganos
periféricos.
Las fibras simpáticas originadas en T-1 generalmente siguen la cadena simpática hacia la cabeza
y las de T-2 van hacia el cuello. De T-3 a T-6 se distribuyen al tórax, de T-7 a T-11 al abdomen y
de T-12 a L-2 a las extremidades inferiores.
Las fibras nerviosas parasimpáticas tienen origen en el tronco encefálico, en los núcleos de los
pares craneales III (oculomotor), VII (facial), IX (glosofaríngeo) y X (vago) y en la médula sacra:
segundo y tercero nervios sacros, y a veces también del primero y cuarto. El nervio vago tiene
la distribución más amplia de todo el SNP, siendo responsable de más del 75% de la actividad
parasimpática; inerva al corazón, pulmones, esófago, estómago, intestino delgado, mitad
proximal del colon, hígado, vesícula biliar, páncreas y parte alta de los uréteres. En la pared de
estos órganos se localiza la neurona postganglionar.
NEUROTRANSMISIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
El sistema nervioso simpático puede activarse de forma masiva; ésto ocurre cuando el
hipotálamo es activado por un determinado evento, como un estímulo doloroso o emocional
muy intensos y en consecuencia se produce una reacción generalizada en todo el organismo,
conocida como reacción de ¿alarma o de estrés, también denominada reacción de lucha o
huída (“fight or flight”). Con la descarga simpática masiva el organismo se pone en marcha para
llevar a cabo una actividad muscular enérgica; aumenta la presión arterial, aumenta el flujo
sanguíneo en los músculos activos y lo disminuye en los órganos innecesarios para una
actividad rápida, aumenta de forma generalizada el metabolismo celular, la glucólisis muscular,
la fuerza muscular, y la actividad mental. Todo ello permite realizar una actividad física
agotadora.