Ejercicio 3 Viernes 09 Feb.
Ejercicio 3 Viernes 09 Feb.
Ejercicio 3 Viernes 09 Feb.
Cuentan que en un tiempo muy lejano el rey decidió pasear por sus dominios, que incluían una pequeña
aldea en la que vivía un molinero junto con su bella hija. Al interesarse el rey por ella, el molinero mintió para
darse importancia:
—Además de bonita, es capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca. El rey, contento con dicha
cualidad, no lo dudó y la llevó con él a palacio.
Una vez en el castillo, el rey ordenó que condujesen a la hija del molinero a una habitación repleta de paja,
donde había también una rueca:
—Tienes hasta el alba para demostrarme que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en oro. De lo
contrario, serás desterrada.
La pobre niña lloró desconsolada, pero he aquí que apareció un estrafalario enano que le ofreció hilar la paja
en oro a cambio de su collar. La hija del molinero le entregó la joya y… zis-zas, zis-zas, el enano hilaba la
paja que se iba convirtiendo en oro en las canillas, hasta que no quedó ni una brizna de paja y la habitación
refulgía por el oro.
Cuando el rey vio la proeza, guiado por la avaricia, espetó:
—Veremos si puedes hacer lo mismo en esta habitación —y le señaló una estancia más grande y más repleta
de paja que la del día anterior.
La muchacha estaba desesperada, pues creía imposible cumplir la tarea, pero, como el día anterior, apareció
el enano saltarín:
—¿Qué me das si hilo la paja para convertirla en oro? —preguntó al hacerse visible.
—Solo tengo esta sortija —dijo la doncella tendiéndole el anillo.
—Empecemos pues —respondió el enano.
Y zis-zas, zis-zas, toda la paja se convirtió en oro hilado. Pero la codicia del rey no tenía fin, y cuando
comprobó que se habían cumplido sus órdenes, anunció:
—Repetirás la hazaña una vez más, si lo consigues, te haré mi esposa.
Pues pensaba que, a pesar de ser hija de un molinero, nunca encontraría mujer con dote mejor. Una noche
más lloró la muchacha, y de nuevo apareció el grotesco enano:
—¿Qué me darás a cambio de solucionar tu problema? —preguntó a la chica.
—No tengo más joyas qué ofrecerte —Y pensándose perdida, gimió desconsolada.
—Bien, en ese caso, me darás tu primer hijo —demandó el enanillo.
Aceptó la muchacha: “Quién sabe cómo irán las cosas en el futuro”, dijo para sí. E igual que antes, la paja
se iba convirtiendo en oro a medida que el extraño ser la hilaba. Cuando el rey entró en la habitación, sus
ojos brillaron más aún que el oro que estaba contemplando, y convocó a sus súbditos para la celebración de
los esponsales. Vivieron ambos felices y, al cabo de un año, tuvieron un precioso retoño. La ahora reina había
olvidado el incidente con la rueca, la paja, el oro y el enano, y por eso se asustó mucho cuando una noche
apareció el duende reclamando su recompensa.
—Por favor, enano, por favor, ahora poseo riqueza, te daré todo lo que quieras.
—¿Cómo puedes comparar el valor de una vida con algo material? Quiero a tu hijo
—exigió el desaliñado enano.
Pero tanto rogó y suplicó la mujer, que conmovió al enano:
—Tienes tres días para averiguar cuál es mi nombre, si lo aciertas, dejaré que te quedes con el niño.
Por más que pensó y se devanó los sesos la molinerita para buscar el nombre del enano, nunca acertaba la
respuesta correcta.
Al tercer día, envió a sus exploradores a buscar nombres diferentes por todos los confines del mundo. De
vuelta, uno de ellos contó la anécdota de un duende al que había visto saltar a la puerta de una pequeña
cabaña cantando: “Hoy tomo vino, y mañana cerveza, después al niño sin falta traerán. Nunca, se rompan o
no la cabeza, ¡el nombre Rumpelstiltskin adivinarán!”.
Cuando volvió el enano la tercera noche, y preguntó su propio nombre a la reina, esta le contestó:
—Te llamas Rumpelstiltskin!
—¡No puede ser! —gritó él—, ¡no lo puedes saber! ¡Te lo ha dicho el diablo!
Y tan grande fue su enfado, que dio una patada en el suelo que le dejó la pierna enterrada hasta la mitad, y
cuando intentó sacarla, el enano se partió por la mitad.
Jacob y Wilhelm Grimm, “Rumpelstiltskin, el enano saltarín”, en bit.ly/3inLeCK(consulta: 5 de agosto de 2021).
TABLA 1
1 INICIO
2 DESARROLLO Y NUDO
3 DESENLACE
TABLA 2
Escribe los diálogos y acotaciones de acuerdo con la situación y las características de los
personajes del cuento
El rey y el
molinero
El rey queda asombrado al ver que la hija del molinero logra convertir la
paja en oro. Le pregunta cómo lo hizo y ella le miente.
Diálogos:
Diálogos: