Examen Final - Siprian Emanuel (1) Instituto Artes 2023
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Pero ¿Porque Pablo le daría tanta importancia a un acto tan humillante como el de
Cristo en la cruz?
'Cristo' para ser el cordero perfecto y suficiente, para derrotar a Satanás y librar a
su pueblo de la condena de muerte eterna del que estaban destinados a sufrir a
causa del pecado. En la cruz ocurrió un micro juicio final, porque allí, Dios juzgó al
pecado, al diablo y al juzgar al pecado y ponerlo sobre Cristo, libertó a su pueblo de
la atadura de satanás.
Hoy ya no vivimos bajo la ley, sino por la gracia que encontramos en Cristo. Esto no
implica que hoy podamos quebrantar la ley y que Dios no juzgue el mal, la revelación
bíblica nos muestra que Dios le repugna e irrita todo acto maligno. Si no entendemos
la ira de Dios, tampoco vamos a comprender la centralidad del evangelio, y entender
esto, es de alta importancia a la hora de predicar un evangelio puro centrado en la
cruz de Cristo.
Jesús es el redentor de Israel y toda la raza humana que, en un acto eterno, así
podemos alcanzar el destino de salvación.
Pablo llama a Cristo la imagen del Dios invisible, ósea la revelación perfecta de Dios
el Padre, el creador de todo lo que existe, cabeza del cuerpo, reconciliador del
universo y reconciliador de la humanidad por medio de su cuerpo humano
(Colosenses 1:15-23).
Emanuel Siprian Examen final Teología Paulina de la cruz
Pablo no mira la crucifixión de Cristo solo como un hecho histórico. Sino algo mucho
mas profundo. Jesús no muere solo físicamente en la cruz, también sufre una
segunda muerte, la muerte espiritual, que es la que el pecador experimentaría en el
juicio final. En esta segunda muerte, se experimenta el abandono del Padre, por
esto Jesús exclamó “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, Acá
vemos romperse por primera vez el vínculo perfecto que tenían entre el Padre y el
Hijo, por el pecado que Jesús cargó. Esto le quebranto el corazón a Jesús.
La cruz pone fin a la ley del Antiguo pacto y ya la ley no gobierna sobre los seres
humanos, sino que Cristo llevó nuestra condenación para eximirnos de la obligación
de vivir bajo la ley y sus demandas sanitarias, morales, civiles y rituales.