Modulo N°1 Conocimientos Generales en Materia de Seguros
Modulo N°1 Conocimientos Generales en Materia de Seguros
Modulo N°1 Conocimientos Generales en Materia de Seguros
Los seguros privados pueden estar clasificados como seguros personales, seguros
patrimoniales o de daños y de servicios, aunque también son diferenciados como
seguros de daños a personas y seguros contra daños materiales. En los seguros que
cubren daños a personas, si se refiere a los personales, la persona queda cubierta
ante cualquier situación o imprevisto que le afecte. Estos abarcan los seguros de
vida, los seguros médicos privados y accidentales, los cuales cubren al asegurado
en caso de enfermedad y la integridad de la persona ante un accidente. Los
seguros contra daños materiales cubren de manera parcial o total la pérdida
patrimonial a causa de un siniestro o catástrofe, pudiendo ser seguros para el
hogar, seguros contra robo, seguros para automóviles, seguros contra incendios y
también de responsabilidad civil.
Seguro solidario
El seguro
El seguro es el mecanismo por el cual quienes soportan riesgos pueden transferirlos al
asegurador, quien se compromete a indemnizarlo total o parcialmente de las pérdidas que
los riesgos pueden ocasionar. Al realizar un contrato de seguro, se intenta obtener una
protección económica de bienes o personas que pudieran en un futuro sufrir daños.
El seguro tiene una doble función: la económica y la social.
Sociedad Anónima.
Sociedad Mutua a prima fija.
Mutuales de previsión social.
Sociedad Cooperativa.
Siendo el seguro un asunto que afecta a toda la comunidad, y que está directamente
conectado con el bienestar de esta y cuya base indispensable es la confianza y el crédito, a
las entidades que deseen actuar como aseguradoras se le exigen una doble serie de
formalidades tanto como jurídicas como económicas, obedeciendo estas de la entidad que
se quieran formar para proveer los seguros.
El tomador
El tomador es la persona natural o jurídica «que contrata y suscribe la póliza de seguro,
por cuenta propia o de un tercero, asumiendo las obligaciones y derecho en la LCS. se
establecen» busca trasladar un determinado riesgo a un tercero (empresa aseguradora) a
efecto de que le sean resarcidos a él o a un tercero los daños o perdidas que puedan
derivar del acaecimiento de un suceso incierto a la fecha del contrato de seguro. Con tal
objeto deberá abonar una retribución (prima) al asegurador.
El asegurado
El asegurado puede ser definido como el titular del área de interés que la cobertura del
seguro concierne, y del derecho a la indemnización que en su día se satisfaga que, en
ciertos casos, puede trasladarse al beneficiario. Es la persona natural o jurídica a quien el
acontecimiento del siniestro va a afectarle más directamente. En definitiva, es aquel sobre
cuya cabeza o bienes van a recaer las consecuencias del siniestro. La figura del asegurado
es esencial dentro del contrato de seguro. Porque lo mismo que no cabe concebir un
contrato de aquella naturaleza sin la existencia de un riesgo que cubrir o tampoco resulta
dable pensar un negocio jurídico de la naturaleza mencionada sin que haya una persona o
destinatario final de la garantía que se pacta, y cuyos intereses, protegidos de esta suerte,
son la causa eficiente del contrato.
El beneficiario
Es la persona que tiene derecho a recibir la prestación del asegurador. La figura del
beneficiario tiene especial relevancia en los seguros de personas, ya que con frecuencia
están destinados a aprovechar a un tercero, e incluso en ciertas modalidades esto es
necesario, como ocurre en los seguros para caso de muerte.
El beneficiario es también la persona que, va a recibir la utilidad del seguro cuando se
produzca el hecho contemplado en el mismo (sin ser asegurado). Es aquel sobre quien
recaen los beneficios de la póliza pactada, por voluntad expresa del tomador. La
designación del beneficiario responde a unos planteamientos de previsión que
corresponden a los seguros de carácter personal, de manera especial a los seguros de vida
y accidentes, para el caso de muerte del asegurado.
El tomador del seguro podrá designar beneficiario o modificar la designación
anteriormente realizada, sin necesidad del consentimiento del asegurador. Con ello queda
claro que la facultad de señalar y revocar beneficiarios está en la mano del tomador. El
asegurado no posee ningún derecho o disposición sobre el particular, ni siquiera de
aprobar o rechazar el beneficiario que el tomador ha elegido.
Elementos formales del contrato de seguro
el interés asegurable
el riesgo asegurable
la prima
la obligación del asegurador a indemnizar
El interés asegurable
En general, el objeto inmediato del contrato es la obligación que por él se constituye, pero
como ésta, a su vez, tiene por objeto una prestación de dar, hacer o no hacer, se llama
ordinariamente objeto del contrato a las cosas o servicios que son materia,
respectivamente, de las obligaciones de dar o de hacer.
La obligación principal del asegurador tiene por objeto o prestación la tutela del interés
amenazado por el riesgo asegurado, mientras no se haya producido el siniestro, y esta
obligación se convierte en la de indemnizar el daño causado, si el siniestro se produce.
Por interés se entiende la relación lícita de valor económico sobre un bien. Cuando esta
relación se halla amenazada por un riesgo, es un interés asegurable.
El interés asegurado tiene necesariamente un valor económico, que en unos seguros (los
de cosas) se determina a posteriori mediante la correspondiente tasación pericial, y en
otros (los de personas) se determina a priori, contractual o legalmente. No obstante, en
aquellos seguros, al tiempo de formalizarse el contrato se fija unilateralmente por el
asegurado la cantidad que él estima suficiente para reparar el daño en caso de siniestro,
esta cantidad llamada suma asegurada, representa el valor aproximado del interés, sirve
de base para calcular la prima (a mayor suma mayor prima) y de límite contractual a la
futura prestación del asegurador. El ideal es que exista coincidencia entre el valor del
interés y la suma asegurada, pero la discordancia siempre es posible, pues, como hemos
dicho, esta última la fija libremente el asegurado y, deliberadamente o por error, puede
fijarla en cantidad distinta del valor del interés.
En principio, se pueden asegurar todas las cosas corporales (coches, viviendas, negocios,
etc.) e incorporales (perjuicios económicos, paralización de actividad, etcétera); además,
se puede asegurar la vida y el patrimonio. Para que la cosa sea susceptible de ser
asegurada, debe cumplir con los siguientes requisitos:
Es incierto y aleatorio.
Posible. Lo imposible no origina riesgo. Debe ser incierto, porque si
necesariamente va a ocurrir, nadie asumiría la obligación de repararlo.
Es concreto.
Es lícito.
Es fortuito.
Es de contenido económico.
En el contrato de seguro, el asegurador no puede asumir el riesgo de una manera
abstracta, sino que este deber ser debidamente individualizado, ya que no todos los
riesgos son asegurables, es por ello que se deben limitarse e individualizarse, dentro de la
relación contractual.
La prima o precio de seguro
La prima es uno de los elementos indispensables del contrato de seguro. Es el precio del
seguro o contraprestación, que establece una compañía de seguros calculada sobre la
base de cálculos actuariales y estadísticos teniendo en cuenta la frecuencia y severidad en
la ocurrencia de eventos similares, la historia misma de eventos ocurridos al cliente, y
excluyendo los gastos internos o externos que tenga dicha aseguradora.
Salvo pacto contrario, si no se ha pagado la prima antes de producirse el desastre o
accidente, el asegurador se libera de la obligación contraída en el contrato. También, salvo
pacto en contrario, es pagada en dinero; su pago es de carácter obligatorio para el
tomador o contratante según las condiciones establecidas en la póliza de seguros.
La obligación del asegurador a pagar la suma asegurada
Este elemento resulta trascendente porque representa la causa de la obligación que
asume el tomador de pagar la prima correspondiente. Debido a que este se obliga a pagar
la prima porque aspira que el asegurador asuma el riesgo y cumpla con pagar la
indemnización en caso de que se produzca el siniestro.
Esta obligación depende de la realización del riesgo asegurado. Esto no es sino
consecuencia del deber del asegurador de asumir el riesgo asegurable. Y si bien puede no
producirse el siniestro, ello no significa la falta del elemento esencial del seguro que ahora
nos ocupa, por cuanto este se configura con la asunción del riesgo que hace el asegurador
al celebrar el contrato asegurativo, siendo exigible la prestación indemnizatoria sólo en
caso de ocurrir el siniestro.
Tipos de seguros:
Los contratos de seguros pueden clasificarse de diferentes formas, una de ellas, los divide
en seguros contra daños y los seguros de personas.
Seguro contra daños: Este tipo de seguros persiguen la indemnización estricta del daño
sufrido, el asegurador se limita a facilitar el valor que remplaza la pérdida sufrida por el
asegurado. No se sabe la cantidad hasta que no ocurre el daño, por lo que, en el momento
de celebración del contrato de seguro, no se fija una cuantía, sino bases y métodos para
poder proceder al cálculo con posterioridad al acontecimiento del daño. Los contratos de
seguro contra daños establecidos en la Ley de Contrato de Seguro son los siguientes:
Seguro de defensa jurídica: Es aquel por el cual el asegurador se obliga a hacerse
cargo de aquellos gastos en que pueda incurrir el asegurado por su intervención en un
procedimiento administrativo, judicial o arbitral, así como a brindarle los servicios de
asistencia jurídica (judicial y extrajudicial) derivados de la cobertura del seguro. Esta clase
de seguros permite que el asegurado pueda protegerse de diversas contingencias diarias
en las que pueda llegar a requerir asistencia técnica de procurador y abogado, debiendo la
aseguradora solventar los gastos que la asistencia técnica requiera. Según la doctrina el
interés del asegurado “es la integridad de su patrimonio frente a posibles gastos derivados
de la defensa jurídica y el riesgo estará integrado por el conjunto de actuaciones que
podrán afectar a ese patrimonio”. Es un contrato de seguro autónomo que debe
diferenciarse de otros, como el caso de la defensa jurídica incluida en los seguros de
responsabilidad civil. En ordenamientos de algunos países se permite la libre elección de
procurador y abogado para la representación y defensa en cualquier clase de
procedimiento, no actuando éstos últimos bajo instrucciones del asegurador. En otros
países se establece que el abogado será proporcionado por la compañía de seguros.
Seguro de transporte terrestre: Se entiende éste como aquel en que el asegurador se
obliga, a cambio del cobro de una prima, a indemnizar los daños materiales que puedan
surgir por el transporte de las mercancías porteadas, el medio que se utiliza u otros
objetos asegurados. El contrato de seguro de transporte terrestre es un contrato típico
cuyos elementos son la consensualidad, la bilateralidad, la onerosidad, la aleatoriedad y la
ejecución sucesiva. Pueden contratar este seguro no solamente el propietario de las
mercancías o del vehículo que las transporta, sino todos aquellos que tengan
responsabilidad en su conservación, tales como el comisionista o la agencia de transporte.
Adicionalmente, puede contratarse por viaje o por un tiempo determinado.
Normativamente se entiende que la cobertura del seguro comienza desde el momento en
que se entrega la mercancía al porteador para su transporte (en el punto de partida del
viaje asegurado), es decir, que la responsabilidad del asegurador ahora inicia en el
momento en que el transportador recibe o ha debido recibir las mercancías objeto del
seguro, y terminar cuando se entregue la mercancía al destinatario en el punto de destino.
Ahora bien, cuando se utilicen diversos medios para el transporte de la mercancía
(terrestre, aéreo, marítimo o fluvial), y no se pueda determinar el momento exacto del
siniestro, la ley establece que se deben aplicar las normas del seguro de transporte
terrestre si el viaje por este medio constituye la parte más importante del mismo. Si, por
el contrario, el transporte terrestre es accesorio de otro medio de transporte, deberán
aplicarse las normas del transporte predominante. Respecto al riesgo asegurable, en este
seguro se comprenden todos los riesgos inherentes al transporte. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que el asegurador no está obligado a responder si la
mercancía sufre algún deterioro ocasionado por el simple transcurso del tiempo, ni por los
riesgos expresamente excluidos al momento de contratar el seguro.
Seguros contra incendios: En estos el asegurador se obliga a indemnizar al asegurado
por los daños producidos por un incendio en el objeto asegurado, el seguro se extenderá a
los objetos descritos en la póliza. Cuando los bienes asegurados sean objetos de arte,
joyas y metales preciosos, títulos valores, dinero y documentos de cualquier clase se
requiere una inclusión expresa para su cobertura. Se entiende cubierto bajo el seguro de
incendio también aquellos daños ocasionados por consecuencias asociadas al fuego, como
los daños derivados del calor, humo, vapor …
Seguro contra robos: En este tipo de seguros, el asegurador cubre los daños
derivados de la sustracción ilegítima, por terceros, de las cosas aseguradas en el contrato.
Generalmente se establece que la “la cobertura comprende el daño causado por la
comisión del delito en cualquiera de sus formas”. El seguro de robo también cubre la
figura del hurto.
Seguro de lucro cesante: En este contrato de seguro, el asegurador cubre la pérdida
del rendimiento económico que se hubiese podido alcanzar en un acto o actividad de no
haberse producido el siniestro descrito en el contrato. Se cubren las expectativas
frustradas, pero cuando esta situación se haya producido como consecuencia de los
acontecimientos determinados en el contrato. La Ley establece, que en caso de que el
asegurador contrate un seguro de lucro cesante con una aseguradora y otro seguro de
daños con otra aseguradora, deberá comunicar a ambos aseguradores tal situación, para
evitar que, por un mismo objeto, causa y temporalidad en la cobertura, se proceda al
cobro de dos indemnizaciones produciendo un enriquecimiento injusto.
Caución: La aseguradora cubre los daños patrimoniales derivados del incumplimiento
de una obligación por parte del deudor. Estamos ante un seguro donde intervienen tres
personas, el asegurador, el tomador del seguro y posible incumplidor, que es el que
contrata el seguro y el asegurado, que es la persona que tiene derecho a la recibir la
indemnización. También se le conoce como un seguro de garantía, debido a que su
finalidad es establecer una garantía de que se van a cumplir con las obligaciones.
Seguro de Crédito: En este seguro el riesgo asegurado es la insolvencia o quiebra. Por
tanto, la aseguradora cubre los daños sufridos y derivados de la insolvencia definitiva de
los deudores y que como consecuencia de esta se produce el impago de sus créditos. Bajo
este seguro, la aseguradora indemnizaría al asegurado con un porcentaje, anteriormente
establecido en la póliza, del importe del crédito impagado, más los gastos de recobro y
otros daños expresamente pactados.
Seguro de Responsabilidad civil: Seguro por el que el asegurador se obliga a cubrir el
riesgo del nacimiento a cargo del asegurado de la obligación de indemnizar a un tercero
por los daños y perjuicios causados, cuando el asegurado es civilmente responsable de
estos, por un hecho previsto en el contrato. Se entiende como tercero “la persona que ha
sufrido los daños y perjuicios de que se deben responder y que quedan asegurados”.
Los Seguros Agrarios: Tal y como establecen BROSETA PONT, M. MARTÍNEZ SANZ, F. estos
tipos de seguros han sido objeto de especial atención y de particular intervención estatal
debido a su complejidad y a la importancia de los riesgos que soportan las actividades
agrarias, forestales y pecuarias, teniendo en cuenta que estas se encuentran sometidas a
riesgos de muy diversa naturaleza. Cabe destacar que anualmente se aprueba un Plan de
Seguros Agrarios Combinados, estableciéndose las subvenciones y ayudas que concede el
estado para la conclusión de estos seguros.
En cuanto a sus características, debemos empezar estableciendo que se trata de un
seguro combinado contra riesgos agrícolas múltiples, riesgos pecuarios por accidentes,
enfermedad o epizootias del ganado, o riesgos de incendios forestales. La suscripción de
este seguro es voluntaria excepto en los supuestos en que la ley establece lo contrario, y
como ya se ha especificado con anterioridad, se encuentran fuertemente subvencionados
por el Estado. En este tipo de seguros las pólizas pueden suscribirse individual o
colectivamente, confiándose la cobertura de los riesgos a las Compañías aseguradoras
públicas y privadas. Por último, estos tipos de seguros se llevan a cabo según
producciones, zonas y riesgos, a través de los distintos planes anuales de seguros agrarios
combinados aprobados por el Gobierno.
Seguros de personas: Este tipo de seguros cubren los riesgos que pueden afectar a la
existencia, integridad o salud del asegurado. A diferencia de los seguros de daños, en este
caso no se suele resarcir el daño sufrido por el asegurado, sino que tienden a tener una
finalidad de previsión y ahorro. En este tipo de seguros la cifra de la indemnización está
previamente pactada en el contrato de seguro. Los seguros de personas más comunes son
los siguientes:
Seguro de vida: Mediante este seguro el asegurador se obliga a satisfacer al
beneficiario, un capital, renta u otras prestaciones convenidas, en el caso de muerte o
bien de supervivencia del asegurado, o de ambos conjuntamente. El seguro de vida puede
ser sobre la vida del tomador o sobre la vida de un tercero, aunque en el caso de este
último se requiere de su consentimiento. El tomador del seguro puede designar a un
beneficiario y si no se estipula un beneficiario el capital derivado del seguro se incluirá en
el patrimonio del tomador del seguro.
Seguro de accidentes: La aseguradora se obliga a cubrir las lesiones corporales que
derivan de una causa violenta súbita, externa y ajena a la intencionalidad del asegurado,
que produzca invalidez temporal o permanente o muerte. Este seguro tiene la
consideración de híbrido en cuanto es un seguro de personas, debido a que el riesgo es la
protección de la integridad física de la persona, pero este puede actuar como seguro de
daños cuando el seguro cubre los gastos de hospitalización, rehabilitación, traslado …
De enfermedad y asistencia sanitaria: El riesgo en este tipo de contratos es que el
asegurado contraiga enfermedades. Por lo que en virtud de este seguro la aseguradora
cubriría los gastos de asistencia médica y farmacéutica, cuando nos encontramos ante un
seguro de enfermedad, o bien en el caso del seguro de asistencia sanitaria la aseguradora
asume la prestación directa de servicios médicos y quirúrgicos del asegurado.
Seguro de Dependencia: El asegurador se obliga al cumplimiento de la prestación
establecida en el contrato, cuando se produzca una situación de dependencia, con la
finalidad de atender, total o parcialmente y directa o indirectamente las consecuencias
negativas que deriven para el asegurado cuando se halle en tal situación. La misma Ley
nos remite a la normativa de promoción de la autonomía personal y atención a las
personas en situación de dependencia para observar en que situaciones nos hallamos
ante un caso de dependencia. En este caso el riesgo sería la falta de autonomía, la pérdida
de independencia.
Seguro de decesos: En este caso la aseguradora se obliga a prestar los servicios
funerarios pactados en el contrato de seguro, en caso de que se produzca el fallecimiento
del asegurado. Cuando se pacte una cuantía en la póliza, y los gastos del servicio prestado
sean inferiores a esta, la diferencia corresponderá al tomador del seguro y en caso de
defunción de este, a sus herederos.
Seguros obligatorios
La ley suele establecer determinados seguros con carácter obligatorio. Ejemplos de
seguros obligatorios por ley son los siguientes:
Seguro obligatorio de vehículos, que es un seguro básico del ramo más amplio del
seguro del automóvil. En Panamá de obligatoria suscripción, y se conoce como
seguro de daños a terceros.
Seguro de perros considerados peligrosos; En nuestro país no es obligatorio, sino
opcional.
Seguros deportivos: Cubren las actividades deportivas, entrenamientos y
competencias, desarrolladas bajo la supervisión y/o autorización de la institución
por la cual fue contratada la cobertura y durante la vigencia señalada en la póliza;
Seguro de caza: La mínima cobertura que puede conseguir es la póliza de
responsabilidad civil del cazador que cubre los daños involuntarios que pudiese
ocasionarle a otros durante la actividad de la caza.
Seguro de buceo: La mayoría incluyen rehabilitación, asistencia quirúrgica,
medicación, gastos, así como los de prótesis o similares. Algunas pólizas establecen
una profundidad máxima a la que puede descender el asegurado.
Seguro de bicicleta: seguro deportivo no obligatorio; seguro de responsabilidad
civil; para obtenerlo, es necesario tener placa matricula de circulación de cualquier
municipio y registrar la bicicleta;
Seguro de esquí: seguro deportivo no obligatorio; mínimo seguro de
responsabilidad civil;
Seguros de “four Wheel”: es una moto de cuatro ruedas y necesita contar con un
seguro de responsabilidad civil obligatoria para circular;
Seguro de daños materiales o de caución: los poderes públicos entienden que la
peligrosidad de ciertas actividades es suficiente para obligar a quien las efectúa a
contratar un seguro que proteja a terceras personas de los daños que se puedan
causar.
Otros contratos pueden venir obligados por un contrato anterior. Es muy habitual en una
hipoteca tener que asegurar el bien hipotecado a favor del acreedor.
Seguros poco comunes
Algunos ejemplos menos frecuentes son:
Asegurar una parte del cuerpo humano: las piernas, el pecho, la nariz, la voz, etc.
Asegurar un sorteo. Si sale premiado, lo paga la aseguradora; si no sale, la
aseguradora ha ganado.
Seguro de vehículos de duración un día. Por ejemplo, vehículos antiguos que se
conducen uno o pocos días al año, sobre todo cuando van a exhibiciones.
Seguro de título inmobiliario. También llamado seguro de título, es un tipo de
seguro creado en los Estados Unidos para proteger toda clase de compraventa
inmobiliaria o gravamen sobre inmueble. Según Carlos Odriozola, autor del primer
libro escrito sobre el tema en castellano, El seguro de título inmobiliario, el seguro
de título es un convenio de indemnización, pues colateralmente a una operación
principal, que puede ser la compraventa o la hipoteca, la aseguradora se obliga a
indemnizar al asegurado en el caso de que este tuviera alguna pérdida causada por
acciones incoadas por un tercero.
Cláusulas especiales del contrato de seguro
La distinción entre las cláusulas delimitadoras y las cláusulas limitativas ha estado muy
discutida tanto por la doctrina como por la jurisprudencia.
Las cláusulas delimitadoras: Tienen por objeto delimitar y/o precisar el contenido y
alcance del contrato, precisamente son las utilizadas para determinan el objeto del
contrato, esto es, el riesgo. Por lo tanto, delimitan los propios riesgos del asegurado, y en
consecuencia no son ni lesivas ni limitativas. Además, como requisitos de forma, se tienen
que destacar de manera especial y deben ser específicamente aceptadas por escrito.
Las cláusulas limitativas: Restringen, modifican o simplemente condicionan el derecho del
asegurado a la indemnización o a la prestación garantizada en el contrato de seguro, al
haberse producido efectivamente el riesgo asegurado. Estas cláusulas deban ser
redactadas de manera clara, precisa y asimismo, su validez está sujeta a la aceptación por
escrito del asegurado.
Las cláusulas lesivas: Son aquellas que reducen considerablemente y de manera
desproporcionada el derecho del asegurado, vaciándolo de contenido, de manera que es
prácticamente imposible acceder a la cobertura del siniestro. En definitiva, impiden la
eficacia de la póliza. Generalmente las cláusulas lesivas son nulas de pleno derecho y no
pueden ser válidas, aun cuando sean expresamente aceptadas por el asegurado.
Por último, desde el punto de vista del derecho, podríamos considerar lesivas aquellas
cláusulas del contrato de seguro que se pudieran llevar a colación con el concepto de
cláusulas abusivas.
Agente de seguros
El agente de seguros es el intermediario entre la compañía y el cliente, y para poder
intermediar deberá contar con licencia y una autorización tanto de la compañía que
representa como de un órgano gubernamental que lo vigila. Está autorizado para verificar
que el riesgo existe y que está en condiciones de ser asegurado.
Sobreseguro e infraseguro
El riesgo asegurado no puede ser notablemente superior o inferior al del valor real de la
cosa o interés asegurado (suma asegurada), de forma que es esencial una prudente
valoración del objeto asegurado. En el primer caso (sobreseguro) producido el siniestro, la
aseguradora sólo indemnizará el daño hasta el valor real de la cosa, aunque el asegurado
fuera mayor. En el caso de infraseguro, la compañía indemnizará en la misma proporción
en la que cubría el interés asegurado: si la cosa valía $1000 y se aseguró en $500,
causándose un daño de $500, indemnizará la mitad del mismo: $250. Se aplica en estos
casos, la cláusula denominada "Proporción Indemnizable". Esta cláusula se aplica para
todo tipo de seguros, a excepción de aquellos denominados como seguros a primer riesgo.
No ocurre así cuando se trata de un seguro de vida, ya que en este tipo de contratos una
persona puede ser asegurada con más de un seguro de vida, de una o varias compañías,
pero es recomendable cuando se contrata el segundo seguro de vida, informar en la
declaración de la solicitud, sobre el cúmulo de los capitales que tiene contratados en la
primera póliza y así sucesivamente. Por lo tanto, si un asegurado tiene un seguro de vida
contratado, compra una vivienda y contrata un nuevo seguro de vida para cubrir el valor
de la hipoteca, en caso de fallecimiento, los beneficiarios designados en las pólizas
cobrarán de ambos seguros. Únicamente, en el caso de que exista una cláusula de cesión
de derechos a favor de la entidad financiera, la compañía solicitará al banco que le
informe del capital pendiente de la hipoteca, para pagar primero al banco y una vez
cancelada la deuda, si existe un sobrante, se liquidará a los beneficiarios designados en
póliza.
Sector asegurador
Las empresas de seguros son intermediarios financieros desde el punto de vista
económico y financiero. Este sector se diferencia de otros sectores económicos en que,
para iniciar su actividad, necesita un capital fijo relativamente pequeño, puesto que no
necesita realizar grandes inversiones en activos para ejercer su actividad y su capital
circulante se lo anticipan sus propios clientes a cuenta del producto que ha de empezar a
fabricar en ese momento (la seguridad). Por eso, teóricamente, sus necesidades técnicas
de financiación son muy pequeñas. Por otra parte, el producto que comercializan, la
seguridad, se garantiza a todos los clientes, aunque la entrega solo se efectúa a una parte
de la clientela. El tiempo juega además a favor del asegurador, ya que el coste
correspondiente (la siniestralidad) se reparte posponiéndose y dando lugar, entretanto, a
un cúmulo de ahorro que forman las denominadas provisiones técnicas; por eso, desde un
punto de vista financiero, el tomador de una póliza de seguros es un prestamista que
proporciona un crédito al asegurador para que fabrique el producto (la seguridad),
convirtiéndose de esta forma el asegurador en un mero inversor de los fondos no
consumidos.
La actividad aseguradora, por su propia naturaleza, convierte en inversión a largo plazo lo
que, en general, el contratante del seguro ni siquiera consideró ahorro. Sin embargo, se
trata de un ahorro que desde el punto de vista financiero es muy estable y a largo plazo.
En la mayoría de los países del mundo, las aseguradoras privadas están sometidas a un
control y supervisión por parte de las autoridades administrativas, y para poder operar
necesitan obtener una autorización especial, puesto que el seguro es un contrato en el
que el asegurado paga la prima por adelantado, en tanto que la aseguradora le
indemnizará a posteriori cuando ocurra el siniestro y por ello es de interés público que
para entonces la aseguradora tenga capacidad financiera para hacerlo. Todo esto se hace
bajo disposiciones de Derecho Administrativo que dictan las autoridades.