0% encontró este documento útil (0 votos)
6 vistas

Bloque 4

El documento describe el periodo de 1902 a 1939 en España, incluyendo el reinado de Alfonso XIII, la crisis de la Restauración, la II República y la guerra civil. Detalla las reformas durante el reinado de Alfonso XIII, la quiebra del sistema de la Restauración en 1917, y la evolución de la dictadura de Primo de Rivera desde 1923 hasta 1930.

Cargado por

Espectro 26
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
6 vistas

Bloque 4

El documento describe el periodo de 1902 a 1939 en España, incluyendo el reinado de Alfonso XIII, la crisis de la Restauración, la II República y la guerra civil. Detalla las reformas durante el reinado de Alfonso XIII, la quiebra del sistema de la Restauración en 1917, y la evolución de la dictadura de Primo de Rivera desde 1923 hasta 1930.

Cargado por

Espectro 26
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 6

Bloque 4. 1902-1939. El reinado de Alfonso XIII y la crisis de la restauración.

La II
república y la transformación democrática de España. La guerra civil

1. El “revisionismo político” inicial del reinado de Alfonso XIII y las principales


medidas adoptadas.

Se conoce como revisionismo político al intento de modernizar el sistema de la Restauración


en las primeras décadas del siglo XX sin alterar las bases fundamentales del régimen. A esta
actuación se la denominó la “revolución desde el Gobierno” o “revolución desde arriba”.

El sistema de la Restauración mostraba un agotamiento y tras el desastre del 98 fue cuestionado.


Esta crisis no desacreditó a la monarquía, incluso tras la asunción del Corona por Alfonso XIII.
Los partidos del turno intentaron promover los cambios para reformar el sistema político,
inspirados en el regeneracionismo. El turno de partidos se mantuvo hasta 1917, aunque los
partidos se fragmentaron. Esta situación favoreció las injerencias de Alfonso XIII.

Dentro del Partido Conservador destacaron Silvela, Maura, y en el Partido Liberal, Canalejas,
asesinado en 1912.

Este intento de reforma se hizo en un contexto de gran inestabilidad debido a la creciente fuerza
de los republicanos, regionalistas, socialistas, anarquistas y carlistas; al aumento de la
conflictividad social, derivada de la industrialización y los sindicatos; y a la reactivación del
militarismo y la intervención de los militares en la política. Entre las medidas que se
introdujeron en estos años están:

 Intento de acabar con el caciquismo y la corrupción a través de una nueva Ley


Electoral (introdujo el voto obligatorio, la elaboración de centros por la Junta Central)
que no tuvo el efecto deseado al establecer que no habría elecciones de haber un solo
candidato, y con una reforma de la Administración Local que no se pudo concluir por
la caída del gobierno de Maura en 1909.
 Se aprobaron varias leyes sociales que cambiaban el papel del Estado por su creciente
intervención en la economía: regulación de las condiciones de trabajo de mujeres y
niños, Ley sobre Accidentes del Trabajo, Ley de Huelga, descanso dominical, las
pensiones de vejez (Instituto Nacional de Previsión) y la jornada laboral de 8 horas.
 La reducción de la influencia de la Iglesia en España, sobre todo por parte del Partido
Liberal, con medidas como el control de las órdenes religiosas (ley del candado),
matrimonio civil, medidas para secularizar matrimonios y cementerios, autorización de
los signos exteriores de las iglesias protestantes, etc.
 El desarrollo de la educación. Se creó el Ministerio de Instrucción Pública en 1899,
que llevó a la creación de institutos, museos, la Residencia de Estudiantes, etc.
Canalejas mejoró la financiación municipal para las escuelas.
 La descentralización administrativa mediante las mancomunidades de provincias.
En 1912 se aprobó la mancomunidad de Cataluña.
 Se introdujo el servicio militar obligatorio con la Ley de Reclutamiento para acabar con
la redención en metálico en caso de guerra, aunque se mantenía para reducir el periodo
de servicio militar.
 Una política de estabilidad presupuestaria iniciada por Fernández Villaverde.
 Un nuevo impulso de la política exterior que pretendía un acercamiento a Gran
Bretaña y Francia, una mejora de la relación con Hispanoamérica y la intervención en
el control del estrecho de Gibraltar.

El sistema canovista no fue capaz de transformarse en un sistema parlamentario democrático y


el caciquismo no desapareció por completo. Desde 1914, los partidos de turno se fragmentaron
en numerosas tendencias, lo que incrementó la inestabilidad de los gobiernos.

La Semana Trágica de 1909 provocó la caída de Maura y puso en evidencia la magnitud de los
problemas del régimen. El asesinato de Canalejas frenó las reformas y la crisis de 1917 hizo
que se mostraran las cuestiones que no se habían resuelto, que terminaron provocando la caída
del sistema canovista con el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923.
2. La quiebra del sistema de la Restauración: la crisis de 1917.

La crisis de 1917 fue provocada por el fracaso de la reforma del régimen canovista en un
auténtico sistema parlamentario, por los conflictos sociales que acompañaron a la
industrialización del país t a la construcción del movimiento obrero, y por el regreso de los
militares a la política y la reactivación del militarismo. Estos elementos confluyeron en la
Semana Trágica de Barcelona en 1909.

El régimen liberal de la restauración intentó transformarse a través del “revisionismo


político”, pero persistían los problemas: caciquismo y fraude electoral, exclusión de otras
opciones políticas (republicanos, nacionalistas, socialistas), injerencias del rey, etc.

El desarrollo económico en España se vio favorecido por la neutralidad en la Primera Guerra


Mundial, que produjo un aumento de la producción industrial. Esta situación provocó una
pérdida de poder adquisitivo y escasez de alimentos y productos de primera necesidad, por lo
que aumentó la conflictividad social.

Tras el desastre del 98, el ejército respondió a la derrota con un corporativismo y con críticas
a los políticos y a la prensa. También con una escalada militar en el norte de África.

En el verano de 1917 coincidieron tres problemas diferentes:


a) Crisis militar: los oficiales del ejército llevaron a cabo reivindicaciones debido a los
bajos salarios y a la política de ascensos, que beneficiaba a los “africanistas”. Se
constituyeron en las Juntas de Defensa del Arma de Infantería. Exigían reivindicaciones
de carácter corporativo (ascensos por orden de antigüedad), mezcladas con
declaraciones de contenido político y de carácter regeneracionista.
El gobierno intentó disolver las Juntas y arrestó a cabecillas, pero los militares
respondieron con un Manifiesto. El rey apoyaba las reclamaciones y el Gobierno
terminó por reconocerlas. Además, el Gobierno suspendió las garantías
constitucionales y se negó a reunir las Cortes.

b) Crisis política: Francesc Cambó organizó una Asamblea de Parlamentarios, que


pertenecían a los grupos de oposición. Entre los participantes estaban Melquíades
Álvarez, Pablo Iglesias y Alejandro Lerroux. Las peticiones más importantes fueron las
transformaciones del régimen a través de la convocatoria de Cortes Constituyentes, el
fin del turno de partidos y la autonomía de Cataluña. La asamblea fue disuelta sin
violencia y sus principales líderes fueron detenidos simbólicamente.

c) Crisis social: la UGT y la CNT canalizaron el descontento obrero. En marzo de 1917,


los dirigentes de las dos organizaciones redactaron un manifiesto conjunto en el que se
establecía la convocatoria de una huelga general para cambiar el régimen político.
Una huelga de los ferroviarios en Valencia precipitó los acontecimientos y la huelga
general se declaró por los socialistas. Se produjeron incidentes de orden público y, tras
sofocar los disturbios de la cuenca minera leonesa y asturiana, se controló la situación.
La opinión pública, el ejército y las clases cerraron filas en torno al Gobierno. Hubo 80
muertos y 2000 detenidos y el comité de huelga fue condenado a cadena perpetua.
Las consecuencias de los grandes incidentes del verano de 1917 significaron el fin del régimen
canovista. Se puso final al turnismo y se formaron gobiernos de coalición entre liberales y
conservadores (Maura, Date…). Se integraron en el gobierno los catalanistas de Cambó y un
representante de los militares. Los catalanistas, respaldados por el derecho de
autodeterminación, exigieron la aprobación de un Estatuto de Autonomía.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial comienza la recuperación de la industria


europea. El periodo entre 1918 y 1921 es conocido como Trienio Bolchevique.

En Barcelona, las huelgas fueron respondidas por los patronos con el “Lock out” y con la
creación de los Sindicatos Liibres y milicias cívicas. Esta situación dio lugar al pistolerismo,
atentados y asesinatos. En Andalucía, los jornaleros organizaron revueltas.

Al malestar social se añadió la epidemia de la gripe española, que provocó más de 300.000
fallecidos. Además, en 1921, la intervención militar en Marruecos provocó la derrota de
Annual, que había llevado a la elaboración del expediente Picasso.
3. La evolución de la dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio militar al
Directorio civil y su final.

El general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, con el
apoyo de Alfonso XIII, que lo nombró presidente del Consejo de Ministros. Se ponía así fin al
Sistema de la Restauración, que había mostrado sus contradicciones en la crisis de 1917.

Primo de Rivera afirmó que su régimen era una solución temporal a los problemas de España.
Se presentó como un regeneracionista que pretendía acabar con la nueva política (caciquismo,
separatismo), con el peligro de la insurrección revolucionaria y con la situación de la Guerra
de Marruecos.

La coyuntura internacional, marcada por el triunfo de la revolución rusa, agravaba la sensación


de inestabilidad. En el expediente Picasso se deducían graves responsabilidades de mandos del
ejército.

El golpe de Estado fue aceptado con pasividad y aprobación. Comunistas y anarquistas se


opusieron al régimen. Primo de Rivera concentró todos los poderes e instauró un Directorio
militar, formado por generales que le ayudarían en el gobierno. Comenzaba así una dictadura
que se prolongaría hasta 1930.

Se proclamó el estado de guerra, la Constitución de 1876 fue suspendida y las Cortes


disueltas, las actividades de los partidos y las Cortes disueltas, las actividades de los partidos y
de los sindicatos se prohibieron, y las principales autoridades civiles fueron sustituidas por
militares. Se disolvieron los ayuntamientos y diputaciones, se establecieron la censura y
restricciones a la libertad de enseñanza, se disolvió la Mancomunidad de Cataluña, se persiguió
al PNV (aunque se toleró la Comunión Nacionalista Vasca) y prohibió manifestaciones
lingüísticas y culturales de los movimientos nacionalistas.

En 1925, el desembarco de Alhucemas puso fin a la Guerra de Marruecos. Aprovechando


esta situación, Primo de Rivera pensó en instaurar un Estado corporativo similar al de
Mussolini. Para ello, había fundado un partido político de carácter único, la Unión Patriótica,
la Asamblea Nacianal Consultiva, que carecía de poder legislativo y se encargaba de elaborar
un anteproyecto de Constitución.

Primo de Rivera emprendió un programa de economía dirigida, que coincidió con un periodo
expansivo de la economía mundial y de obras públicas (ferrocarriles, carreteras, obras
hidráulicas), monopolios estatales (Telefónica, CAMPAS, Iberia), subvenciones a las empresas
españolas y medidas proteccionistas. El esplendor económico se plasmó en la Exposición
Internacional de Barcelona y la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Con el crack de la bolsa
de Nueva York llegó el endeudamiento del Estado.

También se tomaron medidas de carácter social como el fomento de las cooperativas baratas,
seguros sociales o derechos de jubilación. Además, creó la Organización Corporativa del
Trabajo y Comités Paritarios de obreros y patronos.
Desde 1926, Primo de Rivera fue perdiendo apoyos. Los empresarios recelaban del
intervencionismo estatal y las fuerzas opositoras protestaron contra la dictadura. A ellos se
unen intelectuales como Ortega y Gasset, Valle-Inclán, Unamuno. También se fue distanciando
del rey y de los mandos del ejército. Desde 1929 reaparecieron los conflictos sociales.

En 1930, el rey dimitió y fue sustituido por Dámaso Berenguer para establecer un gobierno de
transición hacia un régimen constitucional. Los republicanos y socialistas firmaron el Pacto de
San Sebastián para recuperar la república, pero fracasó tras la sublevación del Capitán Galán
en Jaca.

Berenguer fue sustituido por Juan Bautista Aznar. Primero se convocaron elecciones
municipales el 12 de abril de 1931, que se podían controlar a través de las redes caciquiles. La
campaña electoral se convirtió en una discusión sobre la permanencia de la monarquía. El
triunfo de los republicanos provocó el exilio de Alfonso XIII. El 14 de abril de 1931 en Éibar
quedó proclamada la II República.

También podría gustarte