Abril - Historia Universal - 3to
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Abril - Historia Universal - 3to
En el siglo XVIII se produjeron en Europa hechos que son el resultado de procesos iniciados
durante los dos siglos anteriores. En primer lugar hay un incremento de las relaciones entre varios
países europeos como Inglaterra, Holanda y, en menor grado, Francia, con sus colonias.
Se ve un creciente flujo de productos originarios de los territorios coloniales, al mismo tiempo
que ocurren otros hechos derivados del incremento citado: mayor emigración de europeos a las
colonias americanas, exploración de territorios en busca de nuevos productos y nuevos mercados,
incremento del tráfico de esclavos negros y una, cada vez mayor, exportación de productos
manufacturados europeos a las áreas coloniales.
Todo esto va a desembocar en modificaciones profundas en el modo de vida de los europeos,
especialmente en los últimos decenios del siglo.
Primero, hay un afianzamiento de las clases burguesas, que se convierten en el elemento
decisivo en los procesos políticos, económicos y sociales.
Luego, a raíz de esta consolidación de la influencia burguesa, sobrevienen nuevas corrientes
de pensamiento que exaltan sobre todo la libertad del individuo y que culminarían en el terrible
estallido de la Revolución Francesa, donde la monarquía sucumbió ante una nueva forma de
gobierno, la republicana.
Apareció finalmente la idea de nación, pues los intereses del rey o del príncipe fueron
sustituidos por los comunes a todos los miembros de la sociedad, y con dicha idea surgió también la
de soberanía nacional, tomando plena conciencia del significado de esta palabra.
Portugal
Este país acusaba una marcada decadencia, con un proceso de creciente influencia política y
económica de Inglaterra, manifestadas desde el reinado de Pedro I (1683-1706); disminuyó en algo
durante el gobierno de José I (uno de los más notables representantes del despotismo ilustrado),
pero luego volvió a tomar fuerza. Esta decadencia tuvo mucho que ver con la pérdida de sus más
importantes posesiones coloniales (las de Malaca e Indonesia, fuentes de abastecimiento de
especias y también de piedras preciosas), a la cual se sumaron los graves daños causados por el
terremoto de Lisboa de 1755, que destruyo completamente dicho puerto (eje de la vida económica
del país).
España
Casi con el inicio del siglo se produjo el cambio de la dinastía de Habsburgo (o Austria) por la de
Borbón, siendo el primer monarca de esta Felipe V (1701-1746), nieto de Luis XIV. Sucedido por su
hijo Fernando VI (1746-1759), este trajo para su país un período de paz y de florecimiento cultural.
No se puede decir lo mismo del reinado de Carlos III (1759 -1788), otro de los llamados
déspotas ilustrados, pues estuvo envuelto en varias guerras por causa de una desdichada alianza
con Francia (el Pacta de Familia, llamado así porque ambas coronas estaban emparentadas) que lo
comprometía a apoyarla; sin embargo, internamente se dieron importantes reformas que resultaron
en gran prosperidad del comercio y crecimiento de la agricultura, y la no menos importante
protección de las ciencias, letras y artes.
Pero luego sobrevino una nueva etapa de decadencia con Carlos IV . (1788-1808), hombre
débil y de inteligencia limitada, quien término siendo juguete de su favorito Manuel Godoy.
Francia
EI comienzo del siglo vio los últimos años del reinado de Luis XIV, el símbolo de los monarcas
absolutos, quien convirtió a Francia en una gran potencia europea, aunque a costa de empobrecer el
tesoro nacional con sus guerras y los despilfarros de su fastuosa corte.
A su muerte (1715), debido a la minoría de edad de su biznieto y sucesor Luis XV (1722-
1774), asumió la regencia el duque Felipe de Orleans, hombre de gran inteligencia y notable carisma,
cualidades que se veían minadas por sus costumbres corruptas. No obstante, su gobierno fue
bastante bien vista por el pueblo debido a varias medidas que lo favorecieron (como rebajas de
impuestos y abaratamiento de los granos).
En cambia, el reinado de Luis XV imitó los peores aspectos del de su bisabuelo el Rey Sol,
con guerras casi continuas y un derroche escandaloso de los recursos del país en la corte real; estos
excesos fueron el caldo de cultivo de las ideas revolucionarias que mas tarde acabarían con la
monarquía francesa. AI morir Luis XV, le sucedió su nieto Luis XVI, en cuyo reinado tendría lugar la
Revolución.
ltalia
EI territorio italiano estaba repartido entre un gran número de Estados independientes. AI norte se
tenía, primero, a la casa de Saboya, que gobernaba el reino de Cerdeña, formado par los territorios
fronterizos con Francia, sobre la costa del Mediterráneo, más la isla de Cerdeña. La parte noreste el
Milanesado y Toscana se encontraban en manos de Austria. En el centro del país se hallaban los
Estados Pontificios, gobernados por el Papa.
EI extremo meridional italiano y la isla de Sicilia formaban el Reino de las Dos Sicilias, bajo
gobierno de la casa de Borbón, ligada a España. Había otras muchas entidades menores, como los
principados de Masserano, Carrara, Mónaco, Massa y Elba; los ducados de Parma, Plasencia y
Guastalla, gobernados por los españoles, y el ducado de Módena. Por último estaban las repúblicas:
Génova, Lucca, Venecia y San Marino.
Inglaterra
A diferencia de las naciones del continente, donde el gobierno estaba casi sin excepción en manos
de monarquías de corte absolutista, la monarquía inglesa permaneció dentro del tipo constitucional,
con el verdadero gobierno en manos del Parlamento y los ministros, quedando el rey como una figura
simbólica, más que nada representativa de la unión nacional.
La atmósfera de libertad que impregnaba a las instituciones inglesas hizo posible el
surgimiento de las mas diversas iniciativas, determinando entre otras cosas un auge cada vez mayor
de la economía. Esto también estuvo estrechamente ligado a una gran expansión colonial, que llevó
a Inglaterra a hacerse de numerosas posesiones de ultramar en Africa, América y sobre todo Asia
(donde destaca su establecimiento en la península del Indostán).
Países Bajos
Tras su separación de España a fines del siglo XVI, las siete provincias holandesas se unen en una
federación que adquirió rápidamente gran prosperidad debido al desarrollo del comercio, y a contar
con una fuerte flota que protegía sus operaciones mercantiles. Así, arrebataron a las portugueses
sus más ricos territorios asiáticos en el siglo XVII y fundaron importantes colonias en América y
Africa. En el siglo XVIII siguieron disfrutando de gran prosperidad, aunque también se vieron
enfrascados en disputas con Francia y España, motivadas por intereses comerciales.
Península escandinava
Suecia, tras haber sido una potencia influyente en Europa durante gran parte del siglo XVIII, perdió
su poderío a fines de este, aunque su territorio era aun muy extenso, llegando hasta la parte oriental
del mar Báltico. En cuanto a Dinamarca y Noruega, estaban unidas en un solo reine, con esta última
como parte de la primera.
El Imperio Alemán
Estaba constituido por una serie de reinos independientes, reunidos bajo la corona de Habsburgo, y
se encontraba unido a Austria.
Prusia
Emergió como una verdadera potencia a mediados del siglo XVIII gracias a la energía y sagacidad
de sus reyes Federico I, Federico Guillermo I, Federico II el Grande y Federico Guillermo II, que
organizaron sabiamente el Estado y, sobre todo, incrementaron su territorio gracias a la formación de
un ejercito que llegó a ser el más eficiente de toda Europa.
Austria
EI imperio austriaco aumento considerablemente su poderío durante el siglo XVIII. EI ascenso de
Austria se inicio can la emperatriz María Teresa (1740-1780) y siguió con José II (1780-1790), gran
reformador y uno de los más dignos exponentes del despotismo ilustrado.
Hungría
Estaba unida a Austria desde fines del siglo XVII, tras ser liberada del dominio turco por ésta.
Polonia
Debilitada primero por la anarquía a mediados de siglo, luego por la partición de su territorio entre
Rusia, Prusia y Austria (1772), y más tarde por amargas luchas internas entre diversas facciones
(incitadas sobre todo por los rusos y prusianos), los polacos fueron víctimas de un segundo reparto
territorial en 1793.
Este hecho desencadeno una tremenda sublevación encabezada por el insigne patriota
polaco Tadeus Kosciuszko, quien logró derrotar a los rusos, pero finalmente fue vencido por las
fuerzas unidas de austriacos, rusos y polacos en la batalla de Maziejowicz (1794). Tras esto el país
fue desintegrado como castigo, repartiéndose sus restos entre los vencedores (1 795).
Rusia
Inicia su modernización con Pedro I el Grande. Luego se sucedieron varios monarcas cuyos reinados
fueron breves, no obstante lo cual se acrecentó el poderío ruso a través de varias conquistas
territoriales. A partir de 1762 y hasta 1795, el gobierno de Catalina II significó un período de
prosperidad y expansión del imperio ruso, que hace sentir su influencia en el resto del continente
europeo.
El Imperio Otomano
EI siglo XVIII vio una creciente decadencia del imperio turco otomano. Tras sostener varias guerras
contra Austria durante la última mitad del siglo XVII, devastando Europa Central (especialmente
Hungría), sufrieron derrotas decisivas. Primero, habiendo puesto sitio a Viena, fueron obligados a
retirarse por el rey polaco Juan Sobieski; luego, las potencias europeas instigadas por el emperador
Leopoldo de Austria armaron una coalición que acabo venciendo a los turcos en la gran batalla de
Mohacs, catástrofe de la que nunca más se repusieron. Más tarde Rusia les arrebato extensas
porciones de sus territorios en las costas del mar Negro, Ucrania y el Cáucaso.
Los sultanes fueron dejando el gobierno en manos de los ministros o visires, y se dedicaron a
vivir entregados al ocio y los placeres en sus palacios de Constantinopla, virtualmente prisioneros de
la corte y de la guardia real (formada por los jenízaros). Durante el reinado de Abdul Hamid se paso
por una época de verdadera anarquía, que debilito enormemente el imperio, haciéndolo vulnerable a
sus enemigos (especialmente los rusos).
CAMBIOS DEMOGRÁFICOS
Mientras que el siglo XVII fue un período de decrecimiento poblacional para el continente europeo, el
que siguió fue todo lo contrario. En 1700, sin contar Rusia, la población estaba por los 95 millones de
habitantes; en 1750 bordeaba los 111, Y al terminar el siglo había alcanzado los 146 millones. Es
decir, aumento mas del 50%.
Lo más notable en este aumento es que a partir de entonces ya no habría retrocesos en las
cifras, comenzando un aumento permanente (que se hará francamente vertiginoso en el siglo XVIII);
en contraste, hasta el siglo XVII había subidas en las cifras seguidas de períodos de estancamiento o
descenso, de modo que la población aumentaba muy despacio.
La explicación de ese crecimiento hay que buscarla en varios factores. Primero, las grandes
epidemias casi desaparecen, sin duda gracias a una mejora en la alimentación vinculada a un
perfeccionamiento de las técnicas agrícolas. En segundo lugar, no hubo guerras como las que
azotaron al continente durante el siglo XVII (especialmente la Guerra de los Treinta Años y las
campañas de Luis XIV). EI aumento marcado de la población proseguiría sin cesar durante el siglo
XIX, no obstante que no faltaron las guerras y desastres naturales de todo tipo.
Los casos más saltantes de crecimiento poblacional fueron:
Rusia pasó de 15 millones en 1720, a más de 37 millones al final del siglo (más del doble de
habitantes).
Prusia (incluyendo los territorios anexados por Federico II pasó de tener 1 600000 a 3 100000
habitantes (es decir, duplicó su población).
Los Países Bajos pasaron de 1 500 000 al comenzar el siglo, a tres millones de habitantes en
1790.
Inglaterra, que en 1700 bordeaba los cinco millones de habitantes, aumento a seis millones
hacia 1750 y llegó a cerca de 8 500000 en 1801 .
España, donde para las primeras décadas de la centuria se contaban 7 500 000 de habitantes,
que se convirtieron en 10 000 000.
Italia, que de tener 13 millones de habitantes al término del siglo XVII pasó a 17 millones al final
del siguiente, aunque el reino de Nápoles aumento su población mucho más que el resto del
país.
De la migración citada son prueba las cifras. EI número de ciudades con más de 10000
habitantes pasó de 224 a 364, sumando un total de 12 millones de habitantes (anteriormente 7,5
millones). Pero las ciudades aun no eran muy grandes, pues sólo veinte o poco más tenían más de
100 000 habitantes y la mayor parte andaba par 10520000 a 40 000. Londres ya rebasaba el millón
de habitantes; Paris, 600 000 a 650 000; Constantinopla, 600 000; Nápoles tenía 500 000; Roma,
200 000, cifra que al parecer también era la de Amsterdam; Viena y San Petersburgo, 150000;
Moscú, Madrid, Bristol y Amberes, 100 000.
Centros poblados que hasta esta época habían sido de escasa importancia, con un modesto
número de habitantes, crecen explosivamente debido a la expansión de la industria y del comercio,
llevándose el primer lugar las ciudades portuarias (ciudades en la costa, con puerto) y tras ellas las
industriales.
No todo era positivo en este panorama. En las ciudades había pésimas condiciones higiénicas y
sanitarias, que traían como consecuencia altísimas tasas de mortalidad infantil (los niños morían en
cifras mayores que en el campo), de modo que la ciudad no crecía tanto por los nacimientos dentro
de ella, sino por la llegada continua de emigrantes del campo.
2. LA ILUSTRACIÓN
Bajo el nombre de Ilustración se conoce el conjunto de ideas creadas y promovidas por los
intelectuales, sobre todo filósofos, del siglo XVIII. EI rasgo dominante en este movimiento es la critica
social, junto con la formulación de propuestas para remediar la situación existente.
Las ideas de dichos intelectuales ejercieron gran influencia en el pensamiento de la época, y
prepararon el terreno para los cambios políticos y sociales de fin de siglo, principalmente en Francia,
pero también en otros países europeos e incluso fuera de este continente. Estimulados por los
escritos de esos pensadores, muchos dieron en imaginar nuevas formulas para mejorar el orden
existente e incluso sustituirlo por otro mejor.
La Ilustración se difundió con gran rapidez gracias al desarrollo de las impresiones durante el
siglo XVIII, que no solo producían libros en cantidad, sino también infinidad de folletos, textos de
pequeña extensión que el público leía con avidez y discutía con ardor.
En estos textos, los intelectuales expresaban sus ideas en forma accesible al entendimiento
de la mayor parte de la población, unas veces proponiendo sus teorías, otras criticando visiones
opuestas y otras defendiendo las propias.
Para dar cabida a tal producción literaria y abastecer la creciente demanda por parte de los
lectores, se multiplicaban las tiendas de libros o librerías, que eran además sitio de reunión del
público y donde se hacía discusión de las nuevas ideas.
PRECURSORES DE LA ILUSTRACIÓN
Los filósofos y otros intelectuales de la Ilustración tenían como ejemplo de gobierno la monarquía
constitucional inglesa. Aunque no la consideraban cien por ciento perfecta ni solución de los
problemas que señalaban, sí hacían notar que la Constitución inglesa se fundaba en principios de
gobierno muy avanzados (para la época) y sus frutos eran positivos: el Parlamento gozaba de un
poder casi soberano, que le había permitido enfrentar con
éxito incluso a los reyes; el sistema de justicia ingles era
imparcial y lograba impedir muchos abusos que en los
regímenes absolutos eran cosa frecuente.
Hubo, además, distinguidos pensadores ingleses que
en sus ideas anunciaron muchos principios que más tarde
serían profundizados por los intelectuales de la Ilustración.
Entre los más importantes de estos se encuentran:
Isaac Newton
Conocido más por sus descubrimientos en el campo de la
física, realizó importantes contribuciones a la filosofía. Afirmo
que la naturaleza era uniforme, sin superioridad de alguno de Isaac Newton
sus componentes con respecto a otros; las leyes que
gobernaban a todos los seres eran universales, simples y
simultáneas.
Este principio sirvió de argumento a otros intelectuales para decir que, puesto que el hombre
era parte de la naturaleza, las distinciones que éste pudiera crear eran antinaturales y debían
corregirse.
Thomas Hobbes
Aplicó por primera vez la razón para el análisis político. Según
este filósofo, los hombres vivían al principio sin ley, víctimas
del mal que se hacían unos a otros. Con el fin de detener esta
barbarie, resolvieron renunciar a la libertad de que gozaban
originalmente y someter su voluntad a las decisiones de un
gobernante o soberano.
Dicho soberano seguía ejerciendo los derechos y
libertades de que disponían los hombres primitivos, y además
hacía que los demás se sujetaran a sus decisiones. Sus
súbditos o subordinados no debían rebelarse ni
Thomas Jefferson desobedecerle, pues se arriesgaban a caer otra vez en el
salvajismo y en la miseria en los que estaban sumergidos antes de que el soberano les llevara al
orden y la armonía.
Aunque los razonamientos de Hobbes en realidad justificaban la monarquía absolutista, su
valor estaba en haber sido concebidos racionalmente y estar abiertos a la discusión.
John Locke
Fue Locke quien recogió el reto planteado por la teoría de
Hobbes. Su teoría era que el ser humano primitivo era
naturalmente bueno, virtuoso y libre. EI gobierno era algo
negativo, pero Inevitable, pues de alguna forma se debía
proteger las vidas y propiedades materiales de os individuos;
buscando esta protección es que había nacido el Estado,
como producto de un convenio entre los hombres.
Pero estos no debían renunciar a sus derechos y
libertades (como proponía Hobbes), salvo en lo que tocaba a
la protección; para todo lo demás, cada uno era libre y debía
resistir a quien tratara de reducir o quitarle la libertad.
La ley suprema que debía gobernar a los hombres John Locke
debía ser el entendimiento humano, pues antes de que
existiera cualquier asomo de Estado, la existía la Razón. Por
consiguiente, todos deberíamos cumplir con esa ley natural y objetar lo que estuviera en
contradicción con ella.
Francia fue el escenario donde se desarrollaron las ideas de un grupo de filósofos que influiría
enormemente en la revolución que en 1789 derribo el poder real. La obra de estos intelectuales tuvo
una notable repercusión en su país, pues ellos criticaban al sistema de gobierno que todos veían
como ineficaz y abusivo.
Esta crítica abrió el camino para quienes no se conformaron con señalar los males de ese
gobierno sino que estaban decididos a cambiarlo, como en efecto lo hicieron.
Los más destacados entre estos pensadores fueron Montesquieu, Voltaire y Rousseau.
Montesquieu (1689-1775)
Su nombre verdadero fue Louis-Charles de Secondat, barón de la Brede y Montesquieu. Provenía de
una familia noble y de gran riqueza; esta posición desahogada le permitió viajar por toda Europa, de
modo que le fue posible comparar las distintas formas de gobierno con sus ventajas y desventajas.
Montesquieu fue el primer intelectual francés que ataco decididamente el supuesto derecho
divino que respaldaba a los monarcas absolutos. Para el, los pueblos podían ser regidos por un
sistema monárquico absoluto o por una república, dependiendo de su naturaleza; en otras palabras,
cada pueblo debería tener el gobierno adecuado: si se trataba de una nación pequeña, virtuosa y
cultivada, la republica era lo mejor; si lo que importaba era el honor, entonces se precisaba la
monarquía; si se requería rigor para poder progresar, entonces debía recurrirse a un tirano. Estas
eran reglas fijas que siempre se cumplían, si uno analizaba la historia.
A pesar de que creía que la forma más perfecta de gobierno era la república, estaba
convencido de que esta era imposible de establecerse en países grandes (citaba como ejemplo a
Roma, que al crecer debió dejar de ser republicana).
Su visita a Inglaterra le llevó a apoyar la monarquía constitucional como la mejor forma de
gobierno posible en ese entonces, planteando asimismo la división de los poderes del Estado
(Ejecutivo, Legislativo y judicial); sin embargo no creía que ese tipo de monarquía pudiera servir para
Francia, sino mas bien un gobierno del monarca apoyado por la nobleza, con el control de asambleas
formadas en las provincias.
Su obra EI Espíritu de las Leyes (1748) le sirvió para plantear sus teorías sobre el gobierno y
para afirmar que todos son iguales ante la ley. También resaltan sus Cartas Persas (1721), donde
dos personajes, uno desde Paris y el otro desde Persia, relatan los hechos y costumbres de sus
países de origen; por media de esta obra Montesquieu critica varios aspectos de la sociedad y del
gobierno franceses de aquel entonces, proponiendo también soluciones, todo ello en forma muy
ingeniosa.
Voltaire (1694-1778)
Se le considera uno de los más grandes pensadores de todos los
tiempos. Su verdadero nombre fue Francois Marie Arouet, y era
hijo de un modesto notario o escribano, a quien ayudó en el oficio,
adquiriendo allí la capacidad de apreciar a las personas. Su pluma,
dotada de un estilo irónico, plena de humorismo y burla sutil, sirvió
para plasmar las más tremendas críticas al régimen. Gozo de gran
estima entre el pueblo, mas la nobleza se sentía ofendida por sus
escritos y con frecuencia se vio perseguido por quienes se
consideraban afectados por sus obras.
Estas persecuciones le dieron a su vida un tinte de
aventura, que lo hizo un personaje afamado en vida. Ciertos
versos satíricos provocaron que lo encerraran en la celebre prisión
de la Bastilla. En otra ocasión, sostuvo un duelo verbal con el
poderoso duque de Rohan, motivo por el cual los criados del
duque le propinaron una paliza; cuando, conforme a la costumbre, Voltaire
quiso retar al duque a duelo para resarcir su honor, este lo hizo
desterrar, por lo que recaló en Inglaterra.
A su regreso escribió las Cartas filosóficas, también conocidas como Cartas sobre los
ingleses, donde describe con mucho entusiasmo las instituciones inglesas como modelo de libertad,
resaltando que esta no existía en su patria; esta obra se publicó anónima y en Francia causa una
conmoción enorme, fue condenada, quemada públicamente y se ordenó la búsqueda del autor para
castigarlo.
Para evitar que lo atraparan, Voltaire se refugió en el castillo de su amiga madame Chatelet,
donde en una atmósfera de tranquilidad escribió varias obras de teatro y sátiras, además de un
tratado científico sobre la filosofía de Newton y dos importantes trabajos filosóficos a la vez que
políticos: Ensayo sobre las costumbres y Discursos sobre el hombre. produjo también un poema
épico, La Henríada, cuyo héroe era el rey Enrique IV de Francia, y esta obra bastó para que la corte
lo perdonara e incluso se hiciera popular en ella, ganándose el apoyo de madame Pompadour, la
favorita del rey Luis XV.
También se ganó el aprecio del Papa, al dedicarle una tragedia, Mahomet, que mostraba a los
musulmanes como un ejemplo exagerado de intolerancia religiosa y malas costumbres.
Paso luego a Prusia, lo que no fue bien vista por la corte francesa, por invitación del rey
Federico el Grande, quien era amante de las ciencias y gustaba de cultivar la filosofía, habiendo
tenido una larga correspondencia con Voltaire tiempo atrás. Se estableció en la ciudad de Potsdam,
donde el rey le proporcionó un trato distinguido y lo llenó de favores. Durante su permanencia en
Prusia produjo varios escritos anticlericales, atacando sobre todo la hipocresía y la superstición.
Incómodo con la agitación que producían las continuas guerras de Federico, en 1753 se
dirigió a Ginebra, donde pudo disfrutar de una vida holgada, pues sus escritos le habían dado para
entonces fama y fortuna. Hasta su muerte siguió atacando todo lo que consideraba negativo,
defendiendo a los humildes (incluso actuó como abogado defensor en varios casos, triunfando
rotundamente) y ridiculizando a sus enemigos. Su obra hizo que el pueblo perdiera el temor hacia los
poderosos y tomara conciencia de la necesidad de una actitud firme ante la injusticia. Los
revolucionarios franceses siempre lo vieron como su maestro, el hombre que les enserio el camino a
seguir en la búsqueda de la libertad.
Rousseau (1712-1778)
Jean-Jacques Rousseau fue el hijo de un humilde relojero
de Ginebra. Huérfano de madre a temprana edad, apenas
recibió educación durante su infancia. Radicado en la Alta
Saboya y protegido por madame de Warens, dama de la
alta sociedad, comenzó a viajar por el sur de Francia y el
norte de Italia, recogiendo experiencias que luego relataría
en su obra Las Confesiones.
En 1749 presento a un concurso filosófico orga
nizado por la Academia de Dijon, una tesis donde afirmaba
que el progreso no había mejorado al hombre (...). EI
hombre primitivo vivía Feliz e inocente. EI hombre es
naturalmente bueno. La civilización sólo ha proporcionado
satisfacciones sensuales, estimulando el egoísmo y
organizando la explotación social. Esta tesis no solo le hizo Rousseau
ganar el concurso sino que lo hizo famoso, propiciando
hasta en la aristocracia de Versalles el deseo de vivir una
vida más sencilla acorde con la naturaleza.
En 1754 publicó su trabajo Sobre la Desigualdad Humana, en el cual decía que la propiedad
privada era la causa de la desigualdad entre los hombres, de las guerras, crímenes y otras
calamidades. En 1762 aparece la que se toma como su obra cumbre, EI Contrato Social, donde
afirma que los hombres debieron renunciar a parte de su libertad para poder convivir, eligiendo a
algunos de entre ellos para gobernar al resto, cuidando de sus intereses y bienestar, mas pudiendo
cambiarlos o renovarlos si no cumplían cabalmente su misión; tal acuerdo entre gobernados y
gobernantes es lo que el consideraba como un pacto o contrato social.
Rousseau también atacó ciertas costumbres de su tiempo, como el matrimonio por
conveniencias de familia o negocios, criticado en la novela Eloísa. En otra obra, Emilio, describe sus
conceptos sobre como debía educarse a los jóvenes de acuerdo con la razón y observando las leyes
naturales.
Este filósofo se distinguió además por su amor a la vida sencilla, pues jamás vivió con lujo u
ostentación, habitando una humilde vivienda y practicando la frugalidad. Tal forma de ser le granjeó
la estima general, sobre todo de las personas más cultas y sensibles, pero jamás acepto favores ni
protección de nadie, muriendo casi en la pobreza.
De los filósofos franceses, fue el que abogó más poderosamente por la igualdad entre los
miembros de la sociedad y por el establecimiento de un gobierno republicano.
LA ENCICLOPEDIA
EI surgimiento de los nuevas conceptos filosóficos, sociales y políticas, así como los avances en los
diferentes campos del conocimiento, impulsó a los intelectuales franceses a recopilarlos en una obra
colosal, denominada la Enciclopedia, especie de diccionario universal. La idea de archivar en orden
alfabético el conocimiento humano ya había tenido un precedente con la Enciclopedia de Chambers,
publicada en Inglaterra en 1728; su éxito motivo a los libreros de Paris a hacer una versión francesa
de la obra, no solamente una traducción sino una adaptación.
Encargaron la dirección al filósofo y erudito Dennis Diderot (1713-1784) y al matemático Jean
Le Rond D' Alembert (1717-1783), que vieron inmediatamente la oportunidad de difundir sus ideas y
las de otros representantes de la Ilustración francesa; en consecuencia, el producto de su labor fue
una obra de propaganda política y social en la que tomaron parte, entre otros Voltaire, Rousseau,
Buffon, Helvetius y el abate Raynal. Algunos de estos colaboradores se retiraron pronto, sea por
temor a ser perseguidos debido al revuelo que causa la obra, o por tener que dedicarse a la suya
propia; al final fue D' Alembert quien llevó adelante casi solo la tarea, que le ocupo casi todo el resto
de su vida.
La intención de los directores de la Enciclopedia quedaba clara con las palabras introductorias
que en ella colocó D' Alembert, diciendo que ese iba a ser un diccionario razonado, que no iba a
aceptar lo que decían la autoridad ni la tradición, sino lo que dictaba la razón, y guiándose por las
enseñanzas de los sabios contemporáneos; se quería eliminar las creencias, costumbres e
instituciones del pasado para reemplazarlas por otras nuevas. Iniciada en 1751, llegó a constar de 28
volúmenes. EI tono anticlerical y antirreligioso de muchos de sus artículos era tan violento que llegó a
prohibirse la publicación de la obra, que tuvo que salir con pie de imprenta falso hasta ser terminada.
Las ideas surgidas dentro del movimiento de la Ilustración, o nuevas ideas (denominación que suele
dárseles), hallaron gran acogida en todos los niveles de la sociedad, a pesar de ciertos aspectos
negativos como la violencia con que se atacaba al clero y a la religión. Su difusión se efectuó
principalmente a través de los salones, en los que tenían lugar reuniones o tertulias donde acudían
personalidades de la aristocracia y la alta burguesía, usual mente convocadas por damas
acaudaladas amantes de la cultura. En estas reuniones solían estar presentes los más destacados
pensadores de la Ilustración, que exponían y ofrecían a la discusión sus puntos de vista.
Más tarde las nuevas ideas llegaron al pueblo por media de libros y folletos, que eran leídos
en sitios públicos (plazas, mercados) por oradores que llamaban la atención sobre los temas de
interés común. Se fue abriendo camino la idea de que era necesario cambiar el régimen imperante
en Francia, aunque no había acuerdo sobre cual debía ser la mejor forma de llevar esto a cabo.
EI siglo XVIII fue también un período de gran progreso en las ciencias, aunque todavía su estudio
estuviese restringido casi exclusivamente a unos pocos que poseían la solvencia material para
dedicarse a el. Entre sus representantes más destacados están:
Química
Antoine Lavoisier (1743-1794). Creó la teoría de la combustión, reconoció la composición del
agua y contribuyó a crear la nomenclatura química.
Joseph Priestley (1733-1804). Descubrió el oxígeno y estudió su influencia sobre los procesos
de combustión y en los seres vivos.
Física y matemáticas
Wilhelm Leibnitz (1646-1716). Alemán, creo el calculo infinitesimal para las matemáticas.
Isaac Newton (1642-1727). Inglés, trabajó los campos de la física y la filosofía. En el primero de
estos destaco por su descubrimiento de la ley de gravitación universal y varios otros en óptica y
acústica.
Alessandro Volta (1745-1827). Italiano, construyó una gran variedad de aparatos para estudiar y
producir electricidad, siendo el más importante la pila que lleva su nombre (voltaica).
James Watt (1736.;1819). Escocés, creó en 1769 la primera máquina de vapor práctica. Junto
con Boulton estableció la primera fábrica de estas máquinas.
Ciencias naturales
Carl von Linneo (1707-1778). Sueco, su clasificación de las plantas sirvió de base para el
sistema de clasificación de los seres vivos usado en la actualidad.
Astronomía
Pierre Simón Laplace (1749-1827). Desarrollo la teoría
matemática sobre las perturbaciones de las órbitas de los
planetas y sentó otra donde intentaba explicar la
formación del Sistema Solar a partir de una masa central.
(el Sol) de la que luego se desprendieron porciones que
se constituyeron en los diferentes planetas.
Aparte de estos logros, el hombre lograba por primera
vez prescindir del viento y la fuerza muscular en la
navegación, al poner en marcha el Marqués de Jouffroy,
en 1783, el primer barco de vapor. Todavía más
trascendente fue la conquista del aire: el 21 de noviembre
de 1783 los hermanos Joseph-Michel y Jacques-Etienne
Montgolfier elevaban el primer globo aerostátito, y el 20
de diciembre del mismo año, Jean-Francois Pilatre de Pierre Simón Laplace
Rozier se convertía en el primer hombre en elevarse a
través del espacio aéreo.
EI arte
EI panorama del arte durante este siglo se encuentra dominado por Francia. Sólo a partir de la
segunda mitad del mismo, Inglaterra produce manifestaciones que alcanzan cierto relieve. La
escuela francesa tuvo escultores renombrados como Houdon, Clodion y Lemoine; pintores como
Watteau, Fragonard, Vernet, Quentin de la Tour y Greuze. En ambas ramas del arte se advierte un
cambio notable: de la solemnidad y rigidez que caracterizó las obras durante el reinado de Luis XIV,
a un mayor refinamiento y formas caprichosas con Luis XV, para terminar adoptando la sencillez y
solidez elegante con Luis XVI.
En lo tocante a la escuela inglesa, produjo varios pintores de merito, siendo los más
destacados Gainsborough, Reynolds y Hoggarth.
DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS
Durante el siglo XVIII hubo importantes descubrimientos, llevados a cabo por navegantes ingleses y
franceses. De los primeros sobresalen el gran capitán Cook, quien explora Oceanía, donde
descubría Nueva Caledonia y tocó en Tahiti, Nueva Holanda, Nueva Zelanda y las costas de
Norteamérica, y el almirante Anson, cuya expedición recolecta datos e hizo mapas muy precisos de
las costas sudamericanas. Los franceses también hicieron notables descubrimientos en Oceanía, a
cargo de Bougainville, descubridor de las Nuevas Hébridas y del Archipiélago de los Navegantes) y
La Pérousse. La expedición de La Péroussse constituye una de las más extrañas y trágicas en la
historia de los descubrimientos geográficos.
EI comandante Jean Francois de Galoup, conde de La Pérousse, y su segundo, capitán de
Langle, fueron enviados por Luis XVI, en 1785, a un viaje de circunnavegación a bordo de los buques
Boussole y Astrolabe, llevando consigo a un equipo de científicos que debía realizar observaciones
en los territorios a visitarse. Tras tocar Talcahuano, Filipinas, China y Japón, descubriendo el
estrecho entre este último país y el Mar de Okhotsk que hoy lleva el nombre de La Péroussse, arribó
a Australia (1788), zarpando luego hacia el Norte y desapareciendo poco después sin dejar rastros.
En 1791, el gobierno francés, preocupado por la suerte que pudiera haber corrido la expedición,
arma otra bajo el mando del capitán d'Entrecasteaux, que recorría Oceanía Occidental, pero no logra
obtener noticias del paradero de La Pérousse.
Hubo que aguardar hasta 1827 para tener indicios ciertos, cuando el capitán Dillon encontró
en aguas de la isla de Vanikoro (Nueva Guinea) restos de naufragio que correspondían sin ninguna
duda a los buques perdidos. En 1828, Dumont d'Urville hizo una cuidadosa exploración del sitio del
naufragio y tras interrogar a los nativos de la isla supo que, en efecto, los dos barcos de La Pérousse
habían naufragado allí, atrapados en los arrecifes, pero que los sobrevivientes del desastre lograron
construir con los restos un nuevo navío, más pequeño, con el que zarparon con rumbo desconocido,
ignorándose hasta hoy cuál fue su destino final.
Lectura Reflexiva
INTRODUCCIÓN AL DISCURSO DE LA DESIGUALDAD
Es del hombre de quien yo tengo que hablar; y la cuestión que estoy investigando me muestra que
es a los hombres a quienes yo debo dirigirme: pues cuestiones de esta clase no son preguntadas por
aquellos que son tan temerosos de honrar la verdad. Debo, pues, sostener confiablemente la causa
de la humanidad ante los hombres sabios que me invitan a hacerlo así, y no deberán estar
descontentos si me absuelvo a mí mismo en una forma indulgente con mi persona y mis juicios.
Concibo que hay dos clases de desigualdad entre la especie humana; una, que yo llama
natural o física, pues es establecida por la naturaleza, y consiste en una diferencia de edad, salud,
fuerza corporal y las cualidades de la mente o del espíritu; y otra, que puede ser llamada desigualdad
moral o política, porque depende de una suerte de convención, y se ha establecido, o al menos
autorizado por el consentimiento de los hombres.
Esta última consiste de los diferentes privilegios, que unos hombres disfrutan en perjuicio de
otros; tal es el caso de quien es más rico, más honrado, más poderoso o incluso en una posición de
obediencia exacta.
Es inútil decir cual es la fuente de la desigualdad natural, porque esa cuestión es respondida
por la simple definición del mundo.
De nuevo, es todavía más inútil averiguar si hay algunas conexiones esenciales entre las dos
desigualdades; pues esto sería tan sólo estar preguntando, en otras palabras, si aquellos que
mandan son necesariamente mejores que los que obedecen, y si la fuerza del cuerpo o de la mente,
la sabiduría o la virtud son siempre halladas en individuos particulares, en proporción a su poder o
riqueza: una pregunta quizás posible de ser discutida por esclavos en la antesala de sus amos, mas
altamente fuera de lugar para hombres libres y razonables en busca de la verdad.
Por consiguiente, el sujeto del presente discurso es precisamente esto. Para marcar, ante el
progreso de las cosas, el momento en el que el derecho tomo el lugar de la violencia y la naturaleza
devino a estar sujeta por las leyes, y para explicar por que secuencia de milagros el fuerte vino a
servir al débil, y el pueblo comenzó a adquirir reposo imaginario a expensas de la felicidad real.
Los filósofos, que han investigado en los cimientos de la sociedad, han sentido todos, la
necesidad de regresar a un estado de naturaleza; pero ninguno de ellos ha llegado allí. Algunos de
ellos no han dudado en describir al hombre, en tal estado, la idea de lo justo y lo injusto, sin hacerse
problemas en presentar que él estuviera en posesión de ciertas ideas o que estas le pudieran servir
para algo.
Otros han hablado del derecho natural de cada hombre para guardar lo que le pertenece, sin
explicar lo que entendían ellos por pertenencia. Otros de nuevo, comenzando por dar al fuerte
autoridad sobre el débil, procedieron directamente sobre el nacimiento del gobierno, sin tomar en
cuenta el tiempo que debe haber transcurrido antes de que el significado de las palabras autoridad y
gobierno pudiera existir entre los hombres.
Cada uno de ellos, para abreviar, hurgando continuamente en anhelos, avidez, opresión,
deseos y orgullo, ha transferido al estado natural ideas que se adquieren en la sociedad; así que, al
hablar del salvaje, describían al hombre social. No ha entrada aun en las cabezas de la mayorfa de
nuestros escritores dudar si el estado natural existió alguna vez; pero esta claro de las Sagradas
Escrituras que el primer hombre, habiendo recibido su entendimiento y ordenes inmediatamente de
Dios, no estaba ya en tal estado; y que si damos crédito a as escritos de Moisés como cada filósofo
cristiano debería darle, estamos obligados a negar que, desde antes del Diluvio, el hombre estuviera
siempre en estado natural puro; a menos, indudablemente que hubiera circunstancias
extraordinarias.
Vamos a comenzar entonces por dejar hechos aparte, como que no afectan la cuestión
central.
Las investigaciones a las que podemos ingresar tratando este tema no deben considerarse
como verdades históricas, sino solamente como razonamientos meramente hipotéticos y
condicionales, más calculados para explicar la naturaleza de las casas, que para acertar sobre su
origen exacto; tal como las hipótesis que nuestros físicos crean diariamente can respecto a la
formación de nuestro mundo.
La religión nos conduce a creer que, habiendo llevado Dios mismo al hombre fuera del estado
natural inmediatamente después de la creación, la desigualdad existe únicamente porque Su
voluntad lo establece así; pero no nos prohíbe formar conjeturas basadas únicamente en la
naturaleza del hombre, y las cosas en torno a él, concernientes a lo que podría haber pasado can la
raza humana si se la dejaba a su propia suerte. Esta es la cuestión que se me plantea y que me
propongo discutir en el siguiente discurso.
Jean-Jaques Rousseau, Disertación sobre el origen y fundación de la desigualdad en la humanidad
ACTIVIDADES EN AULA
Sub – Área: Historia Universal 14 4° Secundaria
I.E.P. “Leonardo de Vinci” – Sistema Preuniversitario
1. Responde:
a) ¿Qué países europeos experimentaron un mayor auge económico durante el siglo XVIII?
b) ¿Qué ocurre con Polonia en el siglo XVIII?
c) ¿Quiénes fueron los fundadores de la grandeza del Imperio Ruso?
d) ¿Qué inventos revolucionaron la economía europea?
e) ¿Cuáles fueron los tres países que tuvieron mayor crecimiento poblacional en el siglo XVIII?
f) ¿A qué se debió la influencia de la Ilustración en Francia?
g) ¿Qué diferencias hay entre las ideas de los fisiócratas y de Adam Smith?
h) ¿Qué ideas difundió la Enciclopedia y quienes la dirigieron?
i) ¿Cuáles fueron los descubrimientos geográficos más notables del siglo XVIII?
ACTIVIDADES
DOMICILIARIA
1. Consigue ilustraciones de los principales inventos del siglo XVIII y señala cuáles son importantes
o se usan actualmente y de qué forma.
2. Busca en la obra de Ricardo Palma (Anales de la Inquisición de Lima) la lista de personas
denunciadas por leer libros prohibidos, y observa quiénes lo fueron por haber leído o poseer
libros de los filósofos de la Ilustración. Haz una relación de estas personas y averigua cuáles de
ellas tuvieron un rol destacado en nuestra historia.