Lectura 1ra Lección Coram Deo
Lectura 1ra Lección Coram Deo
Lectura 1ra Lección Coram Deo
En la épica pelicula El Señor de los anillos: Las dos torres, el reino de Rohan ha
perdido el esplendor de sus días gloriosos. Viendo cómo las fuerzas de oscuridad avanzan
contra su otrora ciudad orgullosa, el rey Théoden se lamenta: «Los días se fueron por el
Oeste, más allá de las colinas, hacia las sombras. ¿Cómo se llegó a esto?»1 Esta pregunta
es pertinente hoy para Occidente. En una «Carta pastoral sobre la misión», un grupo de
pastores de la Iglesia Reformada Episcopal responde a esta cuestión: «A esto se llegó
porque la Gran Comisión de Jesucristo ha sido neutralizada por un retorno al paganismo
en EEUU y Europa».2 Es decir, La Gran Comisión ha quedado reducida a la Comisión
Griega. En la segunda parte de este libro me propongo «des-neutralizar» —es decir,
restaurar, revalidar y recargar— la Gran Comisión. Mi deseo es devolver el adjetivo gran
a la misión de la iglesia.
Al comenzar el estudio de la Gran Comisión, debemos primeramente fijarnos en
la persona de Jesucristo, cuya gran reivindicación de autoridad es fundamental para la
asignación que Él tiene preparada para su pueblo. Después comentaremos la naturaleza
del reino de Dios y, en el próximo capítulo, su relación con la Gran Comisión.
Christus Victor
Por haber tenido el privilegio de viajar por todo el mundo, he preguntado a pastores y
líderes de iglesia: «¿Sobre qué es rey Jesús ahora?» La respuesta casi unánime es: «¡Él es
hoy rey del cielo y lo será de la tierra cuando regrese!» Pero ¿qué dice la Biblia?
Pablo bosqueja la supremacía de Cristo sobre todas las cosas ahora, no solamente
en el ámbito espiritual. Note cuántas veces Pablo dice «toda la creación», «todas las
cosas» y «todo»:
Muchos cristianos creen que las cosas en la tierra empeorarán cada vez más, y que
cuando ya estén muy mal, entonces volverá Jesús. Hace varios años, el director nacional
de Fundación contra el Hambre de Bolivia me dijo que su personal, compuesto
mayoritariamente de cristianos evangélicos y carismáticos, creía que dado que las cosas
iban empeorando, el retorno de Cristo debía ser inminente. La ironía es que ellos trabajan
para una organización de desarrollo que procura mejorar las condiciones y reducir la
pobreza de las comunidades bolivianas. Vivían en tensión: ¿retrasaría su desarrollo
comunitario el retorno de Cristo?
El reino de las tinieblas está aumentando.25 Si uno piensa secuencialmente (como
en los grandes ciclos hinduistas de la vida: nacimiento-vida-muerte-re-nacimiento), las
cosas parecen ciertamente desesperadas. Pero si uno piensa de manera concomitante, verá
un futuro más esperanzador y razón abundante para trabajar contra el mal moral, natural e
institucional.
La Biblia habla de dos reinos concurrentes: el reino de las tinieblas y el reino de la
luz. Esto es patente por las palabras de Jesús: «El reino de los cielos es como un hombre
que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo y
sembró mala hierba entre el trigo, y se fue. Cuando brotó el trigo y se formó la espiga,
apareció también la mala hierba... Dejad que crezcan juntos hasta la cosecha. Entonces
diré a los segadores: “Recojed primero la mala hierba, y atadla en manojos para
quemarla; después recojed el trigo y guardadlo en mi granero”» (Mt 13:24-26, 30).
También puede verse esto en las imágenes del fuego fundidor, purificador, y la
lejía del lavandero26 y en la gran sacudida para separar lo permanente de lo transitorio.27
La ciudad que Dios ha edificado permanecerá; lo que Satanás ha erigido será destruido.
San Agustín, al reflexionar en el saqueo de Roma acaecido en el año 410, dijo: «Todas
las ciudades terrenales son vulnerables. Los hombres las edifican y ellos las destruyen. Al
mismo tiempo, la Ciudad de Dios, que los hombres no edificaron ni pueden destruir,
es eterna».28
El reino de Cristo no es estático; es expansivo. Es incontenible29, progresivo30 y
expansivo31. El viejo orden está pasando; el nuevo está llegando.32 Jesús anuncia: «¡Yo
hago nuevas todas las cosas!» (Ap 21:5). Él está transformando la cultura desde dentro, y
nos invita a participar en la extensión de su reino en la tierra.
Esta Lectura de La liberación del mundo: Una respuesta cristiana al islam radical y al
fundamentalismo ateo, Parte 2: La Gran Comisión, capítulo 9, Cristo y el Reino, 131-140
La liberación del mundo: Una respuesta cristiana al islam radical y al fundamentalismo ateo
Copyright © 2012 por Darrow L. Miller
Publicado por Editorial JUCUM
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