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Los derechos de autor en la música: La nueva piratería

El concepto de “derechos de autor” surge inicialmente en el año 1790, aunque sólo protegía a
los escritores y sus libros y a los dibujantes de mapas y de gráficos.
La música escrita (la partitura) comenzó a ser mínimamente protegida en 1831; sin embargo,
cuando esta empieza a grabarse se produce un conflicto, puesto que hay discusión sobre
quién tiene más derechos sobre la grabación, si el compositor o el intérprete.
Asimismo, Thomas Edison inventó el fonógrafo en 1877 el cual permitía registrar sonidos y
luego escucharlos, lo que llevo a que cualquiera con acceso a este invento tomara cualquier
partitura, la grabaran ellos mismos, hicieran copias y las vendieran sin que el autor percibiera
ni un céntimo.
Pero cuando la tecnología mejoró, se empezó a popularizar la grabación y reproducción de
música, y quienes escribían canciones, óperas, sinfonías, sonatas… se dieron cuenta de que
cualquiera podía ganar dinero con sus obras, grabándolas y vendiéndolas sin siquiera pedirle
permiso y sin ver ningún beneficio.
Hasta el año 1972 empezó la ley a considerar un crimen el pirateo de música, puesto que
antes de la popularización del casete no existía la copia masiva (piratería organizada); había
quien compraba el vinilo y se lo grababa en cintas de casete para uso personal o para regalar
a los amigos.
Al llegar el CD la piratería vivió su gran apogeo, dado que daban las copias de los discos de la
más reciente publicación a una mínima parte de su precio y con calidad digital. Con la llegada
del MP3 e internet la piratería rompió todas las barreras al no precisar ni siquiera soporte
físico. A finales del siglo pasado surgieron las plataformas que permitían compartir música
entre los usuarios a través de un servidor central el cual tras años de pelea en los juzgados
fue cerrado y, aunque sus dueños no fueron acusados de piratas, sí lo fueron de facilitar la
piratería.
Según lo establecido en la Ley Federal del Derecho de Autor, los Derechos de autor son:
Artículo 11.- El derecho de autor es el reconocimiento que hace el Estado en favor de todo
creador de obras literarias y artísticas previstas en el artículo 13 de esta Ley, en virtud del cual
otorga su protección para que el autor goce de prerrogativas y privilegios exclusivos de
carácter personal y patrimonial. Los primeros integran el llamado derecho moral y los
segundos, el patrimonial.
Y aunque actualmente se tienen plataformas en las cuales puedes acceder desde un
dispositivo a la música que se desea, esto de forma legal y respetando los derechos de sus
autores, no obstante, comenzó una nueva forma de piratería musical, llamada “stream-
ripping”, que consiste en descargar música en streaming para luego almacenarla en otro
dispositivo; siendo incluso que se piratea a la propia plataforma y se crean las llamadas APK
(Android Application Package) las cuales tratan de un archivo ejecutable que contiene todos
los datos que se necesitan para instalar y hacer funcionar una aplicación Android, sin
embargo, no tienen ciertas restricciones a comparación de la app original.
Por otra parte, el crear música o interpretarla es una profesión llamada “Músico” y por lo tanto
es necesario que sea respetada e incluso regulada, no obstante; aunque existe una ley
llamada Ley Federal del derecho de autor, en la cual se establece y se crea como una forma
de proteger a los autores no solo de música, sino en general; se suele observar que los
derechos de autor son violados ya sea de formas muy evidentes como lo son los plagios o
incluso de formas más sutiles como lo es la reproducción del contenido sin los adecuados
permisos; es por ello, la importancia de hacer pesar y valer más los derechos de autor e
incluso de hacer saber que al cometer este tipo de acciones es una violación a una ley y por lo
tanto se tienen consecuencias.
La piratería antigua y la nueva, forman parte de nuestros días siendo así que incluso existen
puestos ambulantes o locales en donde se vende discos con música sin tener los permisos
para hacerlo e incluso haciéndolo de forma clandestina, siendo incluso uno de los comercios
más comunes dentro de la sociedad; esto debido a que por su bajo precio las personas los
consumen y convirtiendo a la Piratería musical en una clara violación a los derechos de autor
y siendo específicos los derechos patrimoniales; que como ya se dijo, al referirse a una
profesión se tiene una remuneración que entra dentro de los derechos patrimoniales que le
son reconocidos por la anterior ley mencionada y por tratados internacionales como los son:
 Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (WCT)
 Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT)
Los cuales tienen como objetivo armonizar las legislaciones y establecer estándares
internacionales en la protección de los derechos de autor, y es debido a esto que los autores
mexicanos pueden contar con protección internacional para sus obras y de forma nacional a
través del Instituto Nacional del Derecho de Autor apoyada de la Ley Federal del derecho de
autor.
La piratería musical es un grave problema para cualquier artista, por lo que es necesario una
mayor regulación y protección a sus derechos como autores/creadores; es decir, dejar de
normalizar este tipo de acciones como el comprar unas discos no oficiales, descargar música
de páginas no oficiales e incluso lucrar a costa del trabajo e imagen de otros el cual en teoría
esta protegido. De igual forma se necesita crear una mayor consciencia de la importancia de
este tema debido a que si bien no es algo que nos afecte de forma directa si es una forma de
dejar de lado a todas aquellas personas que su fuente de ingresos es por la creación de
música, y si bien la piratería se pensaría que ha disminuido lo cierto es que no es así, ya que
en realidad solo ha evolucionado y se ha adaptado a las nuevas tendencias lo que ha
provocado que se mantenga dentro del entorno social e incluso lo podemos observar de forma
muy clara su evolución ya que todo parece indicar que se dejará de un lado el “stream-ripping”
y evolucionara al uso de la inteligencia artificial, y al hacer esto no solo se violaran derechos
de autor sino que incluso se estaría hablando de una suplantación de identidad hacia el artista
que no es dueño de la canción, y es asi que se necesitaría ñn aplicar mayores restricciones
para ello.

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