CINCO SENTIDOS Resumen

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CINCO SENTIDOS

Los sentidos son los medios por los que el cuerpo humano recibe información de su entorno y la procesa para interpretar lo que está a
su alrededor. Esto lo hace a través de órganos especiales u órganos sensoriales que transforman los estímulos externos en señales
eléctricas que son enviadas al cerebro para su procesamiento y posterior interpretación.

Los cinco sentidos principales son la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Cada uno de estos cumple una función específica
fundamental para nuestra supervivencia y para nuestra capacidad de interactuar con el mundo que nos rodea.

Existen otros sentidos menos conocidos como el sentido de la propiocepción, el equilibrio, y la percepción del dolor y la temperatura.
Ellos también son importantes para poder relacionarnos con nuestro entorno y nuestro propio cuerpo. Por ejemplo, la propiocepción
nos permite saber dónde se encuentra nuestra mano sin tener que mirarla, el equilibrio nos permite balancearnos sin caernos y la
nocicepción nos ayuda a detectar estímulos dañinos para el cuerpo.

Todos los sentidos se caracterizan por tener ciertos elementos en común. Empiezan con un estímulo que actúa sobre un receptor. Este
receptor convierte el estímulo en una señal que es enviada a través de los nervios hasta el sistema nervioso central, donde se produce
la interpretación.

Sentido de la vista

La vista o visión es el sentido que se encarga de captar la luz del exterior. A través de la vista podemos ver lo que nos rodea, los
colores, los objetos y su localización con respecto a nosotros.

El órgano que recibe los estímulos visuales es el ojo. Este actúa como una cámara fotográfica, con varias lentes que enfocan la imagen
en una superficie sensible a la luz.

Cómo funciona el sentido de la vista

La luz entra en el ojo por la pupila y pasa por varias lentes, dentro de las cuales está el cristalino. El cristalino enfoca la imagen en la
retina, donde se encuentran los fotoreceptores, receptores que se activan con la luz.

Desde los fotoreceptores se origina el impulso nervioso que viaja por el nervio óptico. Este llega hasta la parte de atrás del cerebro, en
el lóbulo occipital, donde se encuentra el centro de procesamiento de las imágenes.

Sentido del gusto

El sentido del gusto sirve para discernir los sabores de las sustancias. De esta forma podemos reconocer si la sustancia es nutritiva o
potencialmente dañina.

El órgano involucrado en el sentido del gusto es la lengua. En la lengua se localizan las papilas gustativas, donde se encuentran los
receptores químicos del gusto.

Los diferentes sabores que se pueden reconocer son el salado, ácido, amargo, dulce y umami.
Cómo funciona el sentido del gusto
Cuando comemos algo, las moléculas se disuelven en la saliva y se ponen en contacto con las papilas gustativas. Dependiendo del tipo
de sustancia, estimularán ciertas papilas destinadas a los diferentes sabores.

Las señales del sabor llegan al sistema nervioso central y se activan muchos procesos, como la producción de saliva y la activación del
proceso de digestión.

Sentido del olfato: El sentido del olfato se encarga de percibir los olores que están en el ambiente. Los humanos podemos distinguir
más de varios millones de olores, haciendo del olfato el sentido que mejor discrimina los estímulos. El olfato es considerado el más
primitivo de los sentidos. Está estrechamente relacionado con el sentido del gusto, por lo que dejamos de percibir los sabores de las
comidas cuando por alguna causa no podemos oler. El órgano del olfato es la nariz. Dentro de la nariz se encuentra una "alfombra" de
receptores o neuronas sensoriales olfatorias encargadas de recibir la información que luego será procesada por el cerebro.

Cómo funciona el sentido del olfato Cuando respiramos, los compuestos olorosos entran a la cavidad nasal donde se unen a los
receptores olfatorios. Estos transforman el estímulo químico en una señal nerviosa que viaja por el nervio olfatorio hasta el bulbo
olfatorio. Luego la información pasa a la corteza olfatoria en el cerebro, que las procesa para crear la percepción de los diferentes
olores.

Sentido del tacto


El tacto es el sentido que nos permite reconocer las formas y las texturas cuando tocamos los objetos, aún en la oscuridad. En los
humanos está mejor desarrollado en las manos.

El principal órgano sensorial del tacto es la piel. En ella se encuentra los receptores que responden a diferentes clases de estímulos
físicos, como el estiramiento, la presión constante, la caricia, la vibración y la textura. Entre estos tenemos los corpúsculos de Pacini,
que responden a la vibración, y los receptores de Merkel, que son muy sensibles a la presión y se encuentran en las puntas de los
dedos.En la piel también se encuentran los receptores para la temperatura y el dolor, por lo que por mucho tiempo se consideraban
estas sensaciones como parte del sentido del tacto. Hoy en día se reconocen la nocicepción y la termocepción como sentidos aparte.

Cómo funciona el sentido del tacto Cuando la piel entra en contacto con alguna superficie, los mecanoreceptores detectan los
estímulos de presión y/o vibración. Estos receptores transforman un estímulo mecánico en una señal eléctrica. La señal va por los
nervios hasta la médula espinal, que luego sube al encéfalo. Se procesa la información en la corteza somato sensitiva del cerebro.

Sentido del oído: El sentido del oído o audición nos permite oír, esto es, percibir los sonidos, las voces y ruidos a nuestro alrededor.
Es uno de los sentidos más importantes para la comunicación y alertarnos de algún peligro.

El órgano encargado de la audición es el oído. Este se divide en tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno.
El oído externo está compuesto por la oreja y el canal auditivo. La oreja capta las ondas sonoras del ambiente que pasan por el canal
auditivo hasta el tímpano, una membrana fina que funciona como un tambor. El oído medio está compuesto por tres huesecillos que
amplifican la señal del sonido. El oído interno es el que conecta con el nervio, que envía el mensaje eléctrico al lóbulo temporal del
cerebro.

Cómo funciona el sentido del oído


Las ondas sonoras hacen que el tímpano vibre, transmitiendo estas vibraciones a los huesecillos del oído medio y luego al oído
interno. De allí pasa a la corteza auditiva en el cerebro donde se interpreta el sonido.

El sentido del oído es complejo. Las ondas sonoras que son captadas por la oreja y enviada al tímpano a través del canal auditivo, se
transforman en vibraciones mecánicas en el tímpano y los huesecillos del oido medio. Luego, dentro de la cóclea se forman ondas en
el fluido interno que activan los receptores auditivos de las células ciliadas. Estas envían señales eléctricas por medio del nervio
coclear hasta el centro auditivo en el cerebro.

Otros sentidos del cuerpo humano


Nuestro cuerpo se vale de otros sentidos para percibir el espacio, el movimiento y el balance del cuerpo, así como las sensaciones
térmicas y dañinas. Aunque menos conocidos, estos sentidos son muy importantes para relacionarlos con el ambiente que nos rodea.

Propiocepción: La propiocepción es la capacidad de darse cuenta de del movimiento del cuerpo y la posición en el espacio. Esto se
realiza a través de receptores sensoriales en los músculos y articulaciones llamados propioceptores. Por ejemplo, si cierras tus ojos y
levantas un brazo por arriba de la cabeza, te das cuenta de eso porque se activan los propioceptores del brazo.

Termocepción o percepción de la temperatura: Los receptores de la temperatura o termorreceptores responden a los cambios en la
temperatura exterior e interior. Se encuentran en todo el cuerpo, en la piel, los músculos, los órganos internos y el sistema nervioso
central. Los termorreceptores en el cerebro son fundamentales para la regulación de la temperatura corporal.

Los receptores del frío son sensibles a temperaturas por debajo de la temperatura corporal. Los receptores calientes son estimulados
por temperatura por arriba de 37 ºC hasta los 45 ºC. Hay más receptores del frío que del calor en el cuerpo.

Los termorreceptores se activan entre los 20 y los 40 ºC. Fuera de este rango, se puede producir daño y entran en funcionamiento los
receptores del dolor.

Un dato curioso es que los receptores del frío también son estimulados por la menta y los productos que la contienen. Por eso sentimos
frío cuando comemos algo con sabor a menta.

Nocicepción o percepción del dolor: Los receptores para el dolor se llaman nociceptores. Estos son neuronas que responden a los
estímulos que pueden provocar daño en los tejidos, como temperaturas extremas, químicos y golpes. Los nociceptores se encuentran
en la piel, las articulaciones, los músculos, los huesos, en varios órganos internos, excepto en el sistema nervioso central.

Cuando los nociceptores se activan, se produce las respuestas de adaptación y protección. Este sentido es importante para protegernos,
por ejemplo, cuando tocamos la hornilla caliente y por acto reflejo retiramos la mano.
Equilibrio: El sentido del equilibrio es el estado de balance o de posición del cuerpo en el espacio. Este es el sentido que nos permite
saber si estamos subiendo o bajando, si aceleramos o frenamos o si estamos dando vueltas. En este caso, los estímulos son la gravedad
y la aceleración.

El órgano encargado del equilibrio es el oído, específicamente en el oido interno, en una estructura llamada complejo vestibular. El
complejo o sistema vestibular está compuesto por canales revestidos de células ciliadas y lleno de líquido. Estos receptores responden
a los cambios en la rotación, aceleración vertical u horizontal y el posicionamiento.

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