Tipos de Hojas
Tipos de Hojas
Tipos de Hojas
· Por su nervadura
· Etc.
La nervadura o nerviación de las hojas varía dependiendo de las especies, aunque las más
comunes son las de nervadura paralela o paralelinervias, en que que las nervaduras se
extienden paralelamente desde su base; y las de nervadura reticular, en las que existen
nervios principales, de los que salen, a modo de red, otros nervios secundarios o menores
en disposición de retículo.
De éstos tipos generales de hojas también se pueden deducir otros, como las radiales,
penninervias, curvinervias, etc.
· Palmeada: cuando hay más de un nervio principal ramificado que sale del
pecíolo, a modo de los dedos de una mano.
· Radial: cuando los nervios salen desde un centro común en forma de radios,
ejemplo de la hoja de la hierba centella.
La diversa disposición de las hojas en el tallo se estudia mediante una parte de la botánica
llamada filotaxis. Las hojas nacen en puntos determinados del tallo, los cuales vienen
condicionados por la estructura de los llamados meristemos apicales primarios. Estos
puntos se denominan nudos y el espacio de tallo situado entre dos nudos consecutivos se
llama entrenudo.
Las hojas se sitúan en los nudos a lo largo del tallo según diferentes órdenes, e incluso con
cierto desorden (las llamadas hojas esparcidas); a veces se disponen varias juntas en un
mismo nudo formando un verticilo (hojas verticiladas); en otras ocasiones se muestran dos
hojas en cada nudo enfrentadas entre sí (opuestas), etc.
· Verticiladas: cuando en el tallo hay varias hojas por nudo, es decir, en un mismo
nivel.
· Pecioladas: cuando las hojas están unidas al tallo mediante un pecíolo (rabo).
· Alternas: si las hojas están dispuestas siguiendo una línea espiral a lo largo del
tallo, es decir, nacen de una en una a lo largo de él.
· Opuestas: si dos hojas están insertadas en el tallo a igual altura, una enfrente de
otra.
Alterna Peciolada
Opuesta Sésil
Según la posición en altura sobre el tallo, se distinguen: hojas radicales o basales las
situadas cerca del cuello de la raíz o en la base del tallo; y caulinares las situadas a lo largo
del tallo y sus ramificaciones.
Las hojas compuestas presentan el limbo dividido en hojitas (los folíolos) que a su vez
pueden subdividirse. La diferencia entre una hoja verdadera y un folíolo (que pueden ser
grandes), reside en que en la axila de la primera hay una yema, de la que carecen los
folíolos.
· Bilobuladas: cuando está partida o hendida en dos lóbulos, ejemplo del Ginkgo
biloba.
Compuesta
Bilobulada Ovalada Elíptica Acorazonada
trifoliada
Compuesta Simple Simple
Lanceolada Sagitada
palmeada imparipinnada paripinnada
Las hojas también se pueden clasificar por su borde. Éste puede ser liso (entero); presentar
indentaciones (borde dentado o con pequeños entrantes); hendiduras más o menos acusadas
(borde lobulado, festoneado, partido), etc.
Lobu Dent
Lisa Hendida Partida
lada ada
Las hojas también pueden clasificarse de acuerdo a su duración en el tiempo. Se dividen en:
caducas (si sólo viven un periodo vegetativo y caen a su final), perennes o persistentes
(duran más de un periodo vegetativo) y marcescentes (si ya secas, se mantienen en el árbol
hasta la formación de las próximas)
Entre las modificaciones que pueden adoptar las hojas destacan las brácteas, las piezas
florales, los zarcillos foliares, las escamas, las espinas foliares, las ascidias y los filodios.
Las brácteas son hojas modificadas, de cuya axila nacen ramas florales; su aspecto, forma
y color son muy variados.
Las piezas florales (estambres, carpelos, pétalos y sépalos) también son hojas modificadas.
Los zarcillos son hojas que se transforman totalmente, o sólo en ciertos folíolos, en
filamentos cilíndricos, sencillos o ramificados, que se arrollan alrededor de los soportes,
ejemplo del guisante o la calabaza.
Las escamas o catáfilos, son hojitas, a veces carnosas, que sirven de protección a órganos
delicados, como yemas u órganos subterráneos.
Las espinas foliares son estructuras duras acabadas en punta que, como hojas que son,
desgarran los tejidos al arrancarlas, ejemplo de los cardos, cactos, agracejo, etc.; esto les
diferencia de los aguijones, que, por ser modificaciones epidérmicas, se arrancan con
facilidad, como es el caso de las rosas.
Las ascidias son hojas en forma de recipiente o jarra, presentes en algunas plantas
insectívoras como la nepentes.Los filodios son hojas cuyo pecíolo se ha aplanado en forma
de lámina con aspecto de hoja, ejemplo de las acacias y eucaliptos.
Estructura
Estructuralmente, la mayor parte de las hojas tienen forma dorsiventral, con haz y envés
claramente diferenciados denominadas bifaciales. Ambas caras pueden ser iguales llamadas
equifaciales o incluso estar reducido el haz, siendo la superficie total de la hoja el envés,
ejemplo de algunas monocotiledóneas.
En realidad, lo más correcto es decir que las clasificamos según la morfología o forma del
limbo, y no de la hoja en sí. Se trata de una de las clasificaciones más visuales y fácil de
identificar. Los tipos de hojas según la forma del limbo son los siguientes:
Hoja elíptica: como el nombre indica, son aquellas cuya forma traza una elipsis, es
decir, una circunferencia alargada o deformada.
Hoja lanceolada: son aquellas cuyo limbo muestra una forma característica de
punta de lanza o punta de flecha simple, con una base más ancha y una punta
estrecha y afilada.
Hoja acicular: las típicas agujas de la mayoría de coníferas, como el pino, son
ejemplos fáciles de reconocer de esta morfología.
Hoja oval: son parecidas a las elípticas, pero algo más anchas en la base y con
punta más aguda.
Hoja acorazonada: similares a la forma con que representamos habitualmente los
corazones.
Hoja sagitada: esta forma característica recuerda a la punta de una alabarda o de
una flecha dividida, con una punta central y otras dos abiertas hacia los lados.
Hoja lineal: estas hojas parecen cintas, con bordes rectos y regulares que se
extienden. Tienden a ser estrechas y largas.
Tipos de flor
Dentro de las fanerógamas encontramos el grupo de las gimnopermas, que no poseen flores
con pistilos ni estambres, sino conos masculinos y femeninos (piñas), y el grupo de las
angioespermas, con verdaderas flores, que a su vez se subdividen en monocotiledóneas y
dicotiledóneas, en función del número de cotiledones que contenga la semilla.
Las flores de las monocotiledóneas poseen estructuras florales que son tres o múltiplos de
tres, (tulipán, lirio) mientras que las de las dicotiledóneas poseen estructuras florales que
normalmente son 4,5 o sus múltiplos (rosa, clavel).
PARTES DE LA FLOR:
Ya en la flor:
Las piezas florales: Constan de una parte fértil que es el aparato reproductor
(estambres y carpelos), y una parte estéril (cáliz y corola).
Cáliz: Está constituido por los sépalos y su función es la de proteger la yema floral.
Corola: Está constituido por lo pétalos y su misión es atraer a los polinizadores.
Estambres: son los órganos masculinos de la flor (androceo). Cada estambre está
formado por el filamento y antera donde se encuentran los granos de polen.
Carpelos: Son los órganos femeninos de la flor (gineceo). El pistilo puede estar
formado por uno o varios carpelos. A su vez constan de tres partes:
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TIPOS DE FLORES:
Según la disposición de las piezas florales.
De esta manera las flores pueden ser dímeras, trímeras, tetrámeras, pentámeras...
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Por su simetría.
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Tipos de frutos
En esta clasificación nos fijaremos en las características del pericarpio del fruto. Hay dos
grupos principales: frutos secos y frutos carnosos.
Los frutos secos son aquellos cuyo pericarpio es delgado, ya que contiene pocas
sustancias de reserva o ninguna en absoluto. Tienen un contenido en agua por
debajo del 50%. Como alimento, son muy ricos en fibra y minerales, además de
ofrecer un alto valor energético.
Los frutos carnosos, en cambio, sí contienen una gran cantidad de sustancias de
reserva, que en ocasiones son utilizadas para atraer a animales que los consuman
para así ayudar a la propagación de las semillas cuando estas sean expulsadas tras
atravesar el tracto digestivo. Tienen un contenido de agua por encima del 50%.
También podemos encontrar los frutos oleaginosos, que son aquellos con un alto
contenido en grasas, como la aceituna y la pipa de girasol.
Esta clasificación es muy sencilla y, únicamente, se fija en si el fruto contiene una única
semilla o en si contiene varias semillas.
Fruto monospermo: cada fruto de esta planta o árbol solo contiene una semilla. Un
ejemplo de este tipo de fruto es el aguacate.
Fruto polispermo: los frutos de esta planta o árbol tienen en su interior varias
semillas. Un ejemplo de este tipo de fruto es la mandarina.
Se llama frutos dehiscentes a aquellos que son capaces de abrirse de forma espontánea para
liberar sus semillas. De este modo, esta clasificación divide los frutos en dehiscentes e
indehiscentes. A su vez, hay muchos tipos de frutos dehiscentes, entre los que podemos
diferenciar los siguientes:
Frutos simples: que son aquellos que se desarrollan a partir de un único pistilo en
la flor, sin importar si este cuenta con uno o varios carpelos. Como ejemplo
podemos mencionar las naranjas y las uvas.
Frutos complejos: que son aquellos en cuyo proceso de formación interviene no
solo el ovario, sino también otras partes de la flor. Las granadas y los hijos son
ejemplos de frutos complejos.
Como detalle final, hay que destacar que todos estos sistemas de clasificación son
independientes y no excluyentes, es decir, un fruto puede ser descrito con varios de ellos a
la vez. Ahora que ya has conocido las distintas clasificaciones de los tipos de frutos, te
recomendamos aprender más sobre ellos con estos curiosos posts sobre la Diferencia entre
fruta y verdura y 30 nombres de frutas tropicales raras.
Asimismo, si quieres conocer más acerca de otras partes de las plantas y árboles, te
recomendamos leer sobre los Tipos de hojas y los Tipos de flores.
Si deseas leer más artículos parecidos a Tipos de frutos, te recomendamos que entres en
nuestra categoría de Cultivo y cuidados de las plantas.
Tipos de Insectos
Debido a su enorme diversidad, la clasificación de los insectos incluye una gran cantidad de
grupos. Por ello, vamos a centrarnos en los tipos de insectos más conocidos y abundantes.
Se trata de los siguientes órdenes:
Odonatos
Ortópteros
Isópteros
Hemípteros
Lepidópteros
Coleópteros
Dípteros
Himenópteros
Los odonatos son unos de los insectos más bonitos del mundo. Este grupo incluye más de 3
500 especies que se distribuyen por todo en mundo. Se trata de las libélulas (infraorden
Anisoptera) y los caballitos del diablo (suborden Zygoptera), unos insectos depredadores
con ninfas (crías) acuáticas.
Los odonatos poseen dos pares de alas membranosas y patas no locomotoras que les sirven
para atrapar presas y agarrarse al sustrato, pero no para caminar. Sus ojos son compuestos y
aparecen separados en los caballitos y muy juntos en las libélulas. Este carácter permite
diferenciarlos.
Este grupo es el de los saltamontes y grillos, que suman más de 20 000 especies. Aunque
se encuentran en casi todo el mundo, disfrutan de las zonas y temporadas cálidas. En ellas,
tanto las crías como los adultos se alimentan de plantas. Son animales ametábolos que no
sufren metamorfosis, aunque sí mudas.
Podemos diferenciar fácilmente a este tipo de animales porque sus alas anteriores están
parcialmente endurecidas (tegminas) y sus patas posteriores son grandes y fuertes,
perfectamente adaptadas para saltar. Normalmente, presentan colores verdes o marrones
que les ayudan a camuflarse en el medio que les rodea y esconderse de la gran cantidad de
depredadores que les acechan.
El grupo de las termitas incluye unas 2 500 especies, todas muy abundantes. Normalmente,
estos tipos de insectos se alimentan de madera, aunque pueden comer otras sustancias
vegetales. Habitan en grandes termiteros que construyen en la madera o el suelo y
presentan los sistemas de castas más complejos que se conocen.
Su anatomía depende de las diferentes castas. Sin embargo, todos tienen antenas grandes,
patas locomotoras y un abdomen segmentado en 11 partes. En cuanto a las alas, solo
aparecen en los reproductores primarios. El resto de castas son insectos ápteros.
Ejemplos de termitas
Estos tipos de insectos hacen referencia a las chinches (suborden Heteroptera) y los
pulgones, cochinillas y cigarras (Homoptera). En total, suman más de 80 000 especies,
por lo que se trata de un grupo muy diverso que engloba insectos acuáticos, fitófagos,
depredadores e, incluso, parásitos hematófagos.
Las chinches presentan hemiélitros, es decir, sus alas anteriores son duras en la base y
membranosas en el ápice. Los homópteros, sin embargo, tienen todas sus alas
membranosas. La mayoría poseen unas antenas bien desarrolladas y un aparato bucal
picador-chupador.
Dentro de este gran grupo podemos encontrar especies como las siguientes:
El grupo de los lepidópteros incluye más de 165 000 especies de mariposas y polillas. Es
uno de los tipos de insectos más diversos y abundantes. Los adultos se alimentan de néctar
y son polinizadores, mientras que las larvas (orugas) son herbívoras.
Entre sus características destaca su compleja metamorfosis (son holometábolos), sus alas
membranosas cubiertas de escamas y su espiritrompa. Esta es un aparato bucal chupador
muy alargado que mantienen enrollado cuando no se están alimentando.
Los coleópteros o escarabajos son el orden de insectos más diverso y abundante. ¡Se
calcula que hay unas 370 000 especies conocidas! Entre ellos, se encuentran insectos tan
dispares como el ciervo volador (Lucanus cervus) o las mariquitas (Coccinellidae).
La característica principal de este tipo de insectos es que sus alas anteriores están
completamente esclerotizadas y reciben el nombre de élitros. Estos cubren y protegen al
segundo par de alas, que son membranosas y les sirven para volar. Además, los élitros son
fundamentales para controlar el vuelo.
Son las moscas, mosquitos y tábanos, que reúnen más de 122 000 especies distribuidas
por todo el mundo. Estos insectos sufren metamorfosis durante su ciclo de vida y los
adultos se alimentan de líquidos (néctar, sangre, etc.), por lo que tienen un aparato bucal
lamedor-chupador.
Los himenópteros son las hormigas, avispas, abejas y sínfitos. Es el segundo grupo de
insectos más grande, con 200 000 especies descritas. Muchas especies son sociales y se
organizan en castas. Otras son solitarias y, con frecuencia, parasitoides.
Salvo en los sínfitos, el primer segmento del abdomen se encuentra unido al tórax lo que les
permite una gran movilidad. En cuanto a su aparato bucal, es masticador en depredadores,
como las avispas, o lamedor-chupador en aquellos que se alimentan de néctar, como los
distintos tipos de abejas. Todos estos tipos de insectos tienen unos potentes músculos alares
y un sistema glandular muy desarrollado que les permite comunicarse con alta eficiencia.
Al comienzo del artículo dijimos que todos los insectos tienen dos pares de alas, sin
embargo, como hemos podido ver, en muchos tipos de insectos estas estructuras se han
transformado dando lugar a otros órganos, como élitros o balancines.
También hay insectos ápteros, es decir, que no tienen alas. Es el resultado de su proceso
evolutivo. Se debe a que tanto las alas como las estructuras necesarias para su movimiento
(músculos alares o sistemas hidráulicos) requieren mucha energía. Por ello, cuando no son
necesarias, tienden a desaparecer, permitiendo utilizar dicha energía para otros fines.
Los insectos ápteros más conocidos son la mayoría de las hormigas y las termitas, en las
que solo aparecen alas en los individuos reproductivos que parten para formar nuevas
colonias. En este caso, el determinante de que aparezcan alas o no es la comida que se
suministra a las larvas: se trata de epigenética. Es decir, los genes que codifican la aparición
de alas están presentes en su genoma pero, según el tipo de alimentación durante el
desarrollo, su expresión se suprime o activa.
Como ya dijimos anteriormente, hay tantos tipos de insectos que es muy difícil nombrarlos
a todos. Sin embargo, en este apartado te damos detalles acerca de otros grupos menos
abundantes o más desconocidos:
Dermaptera. Son las tijeretas, unos insectos que viven en zonas húmedas y presentan
unos apéndices (cercos) a modo de pinza al final del abdomen.
Zygentoma. Son insectos ápteros, aplanados y alargados que huyen de la luz y la
sequedad. Se les conoce como “bichitos de la humedad” y entre ellos se encuentran los
pececitos de plata.
Blattodea. Se trata de las cucarachas, unos insectos con antenas largas y alas parcialmente
endurecidas que están mejor desarrolladas en los machos. Ambos tienen cercos en el final
del abdómen.
Mantodea. Las mantis son unos animales perfectamente adaptados a la depredación. Sus
patas anteriores están especializadas en raptar presas y presentan una gran capacidad
para mimetizarse con el medio que les rodea.
Phthiraptera. Se trata de los piojos, un grupo que incluye más de 5 000 especies. Todos
son parásitos externos hematófagos.
Neuroptera. Incluye varios tipos de insectos, como las hormigas león o las crisopas.
Presentan alas membranosas y la mayoría son depredadores.
Shiphonaptera. Son las temidas pulgas, unos parásitos externos hematófagos. Su aparato
bucal es picador-chupador y sus patas posteriores están muy desarrolladas para el salto.
Trichoptera. El grupo de los friganos es muy desconocido, aunque incluye más de 7 000
especies. Poseen alas membranosas y sus patas son muy largas, como las de un mosquito.
Destacan por la construcción de “estuches” para la protección de sus larvas.