Las 10 Frases Que Debes Evitar Decir A Tus Hijos
Las 10 Frases Que Debes Evitar Decir A Tus Hijos
Las 10 Frases Que Debes Evitar Decir A Tus Hijos
1. 'Aprende de tu hermano'
Las comparaciones siempre son incomodas, no sólo para los adultos, sino también para
los menores. Es muy fácil caer en ellas cuando se tienen varios hijos, pero hay que tener
cuidado porque "generan rivalidades en la familia y son muy perjudiciales a la larga".
2. 'Me vas a volver loca'
Puede que esta afirmación sea cierta en muchas ocasiones y que usted se vea al límite de
la cordura, pero no tiene por qué hacerle partícipe de ello a su hijo. "Utilizar la
culpabilidad para motivar no es el mejor método para cambiar su comportamiento.
3. '¿No te da vergüenza portarte así?'
Las amenazas, en cambio, utilizan el miedo y pueden llegar a erosionar la confianza que
los niños tienen depositada en sus progenitores. Además, "con nuestro ejemplo, les
estamos enseñando que para conseguir lo que quieren es legítimo hacerlo a través de la
intimidación”.
Otras veces se utiliza este estilo comunicativo para hacer a los niños un chantaje
emocional: "Si te portas bien, te compro una chocolatina". De esta manera se corre el
riesgo de que el menor no aprenda por qué tiene que hacer lo que se le ha pedido, sino
que lo hace para obtener un fin determinado.
5. 'Estoy harta de ti'
Cuando un padre utiliza esta expresión, víctima del estrés, no tiene la intención de herir
los sentimientos de su hijo, ni mucho menos, pero hay que ser conscientes de que este
comentario, fruto de la exageración, puede provocar que su hijo crea que es real y
permanente, y provocar en ellos un impacto negativo.
6. 'Eres un niño malo'
Diciéndoles que son malos les transmitimos la idea de que son defectuosos. Por eso, es
más aconsejable centrar la atención en lo que pueden cambiar en el futuro para
conseguir un resultado más positivo. Es más constructivo usar otras expresiones como:
"No me gusta cuando haces..." para explicarles por qué su comportamiento no es
aceptable y ofrecerles alternativas.
7. 'Porque lo digo yo... y punto'
Los adultos tendemos a pensar que siempre tenemos la verdad absoluta si nuestro
interlocutor es un niño. Y cuando llega un punto de la discusión en el que ya estamos
cansados de argumentar, recurrimos a esta frase para darla por zanjada. Pero el
imperativo por el imperativo no hace otra cosa que erosionar la relación padre-hijo si no
se les ofrece ninguna explicación de por qué deben hacer lo que se les ha pedido.
8. 'No llores, que no es para tanto'
Muchas veces tendemos a infravalorar los sentimientos de nuestros hijos. Puede que se
hayan peleado con un amigo en el colegio y aunque esto para nosotros carezca de
importancia, para ellos la tiene y no debemos quitársela.
9. 'Deja, que ya lo hago yo'
El mensaje que se lanza cuando se utiliza esta expresión es claro: "No vas a ser capaz de
hacerlo". Y si el padre lo cree, el niño también lo hará, así que éste llega a la siguiente
conclusión: "¿Para qué me voy a esforzar la próxima vez?".
Además, de esta forma le estamos impidiendo que aprenda por sí mismo, convirtiéndole
en una persona dependiente e insegura. Otras frases similares a ésta son "no sabes hacer
nada bien" o "no sé cuándo vas a aprender", afirmaciones poco constructivas que no
valoran el esfuerzo, sino el resultado que se obtiene.
10. 'Eres un vago y así no vas a llegar a nada en la vida'
Los estudios y las malas notas son uno de los principales frentes abiertos cuando se trata
de hijos adolescentes. La intención de los padres es que se den cuenta de que no les
aguarda un futuro prometedor si no hacen lo que se espera de ellos y que llegará un
momento en el que se arrepentirán de haber tomado decisiones equivocadas, pero lejos
de provocar una reacción positiva en ellos, estas frases dañan la relación parteno-filial y
provoca en los jóvenes frustración y desinterés.