UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIEMNTAL DE LA FUERZA

ARMADA NUCLEO SAN FELIPE

COORDINACION DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS GERENCIALES

LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS

(ENSAYO)

Autor: Carlos Luis Morales

Barquisimeto, mayo de 2024

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LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS
Autor: Carlos Luis Morales.

La teoría general de sistemas es un enfoque interdisciplinario que busca comprender y

explicar el funcionamiento de sistemas complejos, ya sean biológicos, sociales, tecnológicos o de

cualquier otro tipo. Esta teoría fue desarrollada por el biólogo alemán Ludwig von Bertalanffy en

la década de 1950, y ha tenido un impacto significativo en diversas áreas del conocimiento,

incluyendo la biología, la psicología, la sociología, la administración y la ingeniería.

En el contexto de la gerencia, la teoría general de sistemas puede ser útil para comprender

la organización como un sistema complejo, "El enfoque de sistemas es una forma de pensar acerca

del mundo que enfatiza las relaciones entre las partes de un sistema y sus interacciones entre sí."

Bertalanffy (1972), donde diferentes elementos como los recursos humanos, financieros y

tecnológicos interactúan entre sí y con el entorno para lograr los objetivos de la organización. Al

aplicar los principios de la teoría general de sistemas, los gerentes pueden mejorar la eficiencia, la

eficacia y la adaptabilidad de la organización a los cambios del entorno.

En este orden de ideas, podemos agregar que los conceptos fundamentales de la teoría

explican que los sistemas son entidades complejas compuestas por partes interrelacionadas, que

interactúan entre sí para lograr un objetivo común, tal como lo plantea el autor "El enfoque de

sistemas es una forma de pensar acerca del mundo que enfatiza las relaciones entre las partes de

un sistema y sus interacciones entre sí." (Ídem), estas partes pueden ser elementos físicos, como

órganos en un organismo vivo, o elementos abstractos, como departamentos en una organización

empresarial.

Además, en esta teoría se reconoce que los sistemas pueden ser de naturaleza física o

abstracta, pero en ambos casos están formados por elementos interrelacionados que trabajan juntos

para lograr un objetivo común. Esta perspectiva interdisciplinaria permite comprender la

complejidad de los sistemas y las interacciones entre sus componentes, lo que resulta fundamental

para abordar problemas y desafíos en diferentes campos del conocimiento.

 Uno de sus principios básicos es el principio de totalidad, "El todo es más que la suma de

sus partes." (Ídem), esto significa que no se puede entender un sistema simplemente analizando

sus componentes de forma aislada, sino que es necesario examinar cómo se relacionan entre sí y

cómo contribuyen al funcionamiento del sistema en su conjunto.

Por lo tanto, el principio de totalidad enfatiza la importancia de estudiar un sistema en su

totalidad, considerando todas sus partes y las interacciones entre ellas. Este principio reconoce que

las partes de un sistema no pueden entenderse de forma aislada, ya que su comportamiento y

funcionamiento dependen de las relaciones y conexiones que tienen con otras partes del sistema.

Al aplicar el principio de totalidad, los gerentes pueden tener una visión más completa y holística

de sus organizaciones, lo que les permite comprender cómo interactúan los diferentes elementos y

procesos para lograr los objetivos organizacionales. Esto facilita la identificación de posibles

problemas, la toma de decisiones más informadas y la implementación de estrategias más efectivas

para mejorar el desempeño y la eficiencia de la organización en su conjunto.

Otro principio importante es el de interdependencia, "En un sistema, cada parte depende de

las otras partes para su funcionamiento y el sistema en su totalidad depende de la interacción y

coordinación de todas sus partes." (Ídem), esto implica que un cambio en una parte del sistema

puede tener repercusiones en otras partes, y que es necesario considerar las interacciones entre las

diferentes partes para comprender el sistema en su totalidad.

Así pues, que, el principio de interdependencia resalta la idea de que las partes de un sistema

están interconectadas y se influyen mutuamente. Esto significa que las acciones o cambios en una

parte del sistema pueden tener efectos en otras partes, lo que genera un impacto en el

funcionamiento general del sistema. Por lo tanto, es fundamental considerar las interacciones entre

las diferentes partes del sistema para comprender su dinámica y su comportamiento en su totalidad.

Al reconocer la interdependencia entre las partes de un sistema, los gerentes pueden

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anticipar y gestionar de manera más efectiva los efectos de los cambios o decisiones en la

organización. Esto les permite tomar medidas proactivas para minimizar posibles impactos

negativos y maximizar los beneficios de las interacciones entre las diferentes partes del sistema.

En última instancia, comprender y aplicar el principio de interdependencia contribuye a una

gestión más eficiente y efectiva de la organización como un todo.

Así mismo, el principio de jerarquía es otro aspecto fundamental y que el autor define como

"Los sistemas tienen una jerarquía de niveles, donde cada nivel de organización tiene sus propias

características y funciones específicas."(Ídem), se establece que los sistemas están organizados en

diferentes niveles de complejidad, desde las partes individuales hasta el sistema en su totalidad.

Cada nivel de la jerarquía tiene sus propias características y funciones, y las interacciones entre

los diferentes niveles son clave para el funcionamiento del sistema en su conjunto.

Es así que, el principio de jerarquía señala que los sistemas están organizados en diferentes

niveles de complejidad, desde las partes individuales hasta el sistema en su totalidad. Cada nivel

de la jerarquía tiene sus propias características, funciones y patrones de interacción, y la

coordinación entre los diferentes niveles es esencial para el funcionamiento eficiente del sistema

en su conjunto.

Al comprender la jerarquía de un sistema, los gerentes pueden identificar cómo las partes

individuales se relacionan entre sí y cómo contribuyen al logro de los objetivos del sistema en su

totalidad. Esto les permite tomar decisiones informadas sobre cómo optimizar la coordinación y la

comunicación entre los diferentes niveles de la organización, lo que puede mejorar la eficiencia

operativa, la toma de decisiones y la capacidad de adaptación a cambios en el entorno. En

definitiva, el principio de jerarquía es clave para comprender la estructura y el funcionamiento de

los sistemas en su totalidad.

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 Además de los principios señalados también destaca el principio de equifinalidad, "En la teoría

general de sistemas, el principio de equifinalidad postula que un sistema puede alcanzar un mismo objetivo final

a través de diferentes caminos o procesos, demostrando así su capacidad de adaptación y flexibilidad en la

búsqueda de soluciones." (Ídem), esto significa que existen múltiples formas de lograr un resultado

deseado, y que un sistema puede adaptarse y cambiar su enfoque en función de las circunstancias

y los recursos disponibles.

De igual manera, el principio de equifinalidad resalta la idea de que un sistema puede

alcanzar un mismo objetivo final a través de diferentes caminos, procesos o estrategias. Esto

implica que existen múltiples formas de lograr un resultado deseado y que un sistema puede

adaptarse y cambiar su enfoque en función de las circunstancias, los recursos disponibles y las

condiciones del entorno.

Por otro lado, este principio reconoce la flexibilidad y la capacidad de adaptación de los

sistemas, permitiéndoles encontrar soluciones alternativas y ajustar su funcionamiento para lograr

sus metas, incluso si los medios utilizados varían. Para los gerentes, comprender el principio de

equifinalidad les brinda la oportunidad de explorar diferentes enfoques y estrategias para alcanzar

los objetivos organizacionales, fomentando la innovación, la creatividad y la capacidad de

respuesta frente a los desafíos y cambios en el entorno empresarial. En resumen, este principio

destaca la importancia de la flexibilidad y la adaptabilidad en la gestión de los sistemas.

En este orden de ideas, otro aspecto importante según el autor es que los sistemas exhiben

propiedades emergentes, "Los sistemas tienen propiedades emergentes que no pueden ser

explicadas por el análisis de sus partes por separado." (Ídem), es decir, que no pueden ser

explicadas por el análisis de las partes individuales, sino que surgen de las interacciones entre ellas,

y que el comportamiento de un sistema no puede predecirse únicamente a partir del estudio de sus

componentes.
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 Asimismo, los procesos de retroalimentación en los sistemas, permiten regular y mantener

el equilibrio interno. "Los sistemas tienen retroalimentación, donde las acciones de un componente

afectan a otros componentes del sistema."(Ídem), estos procesos de retroalimentación pueden ser

de naturaleza positiva, amplificando un cambio en el sistema, o negativa, contrarrestando un

cambio y restaurando el equilibrio.

A su vez, los procesos de retroalimentación son fundamentales ya que permiten regular y

mantener el equilibrio interno de un sistema. La retroalimentación consiste en el intercambio de

información entre las diferentes partes de un sistema, lo que le permite detectar desviaciones o

cambios en su funcionamiento y tomar medidas correctivas para restaurar el equilibrio.

A saber, existen dos tipos principales de retroalimentación: la retroalimentación positiva y

la retroalimentación negativa. La retroalimentación positiva amplifica un cambio en el sistema, lo

que puede llevar a un crecimiento exponencial o a la amplificación de un efecto determinado. Por

otro lado, la retroalimentación negativa contrarresta un cambio en el sistema, restaurando el

equilibrio y manteniendo la estabilidad.

Por otro lado, los procesos de retroalimentación son esenciales para la autorregulación y el

funcionamiento eficiente de los sistemas, ya que permiten ajustar continuamente las acciones y

respuestas del sistema en función de las condiciones internas y externas. Al comprender y gestionar

adecuadamente los procesos de retroalimentación, los gerentes pueden mejorar la capacidad de

adaptación y la resiliencia de la organización frente a cambios y desafíos en su entorno.

Finalmente podemos agregar que, en el contexto de la gerencia, la teoría general de

sistemas puede ser útil para comprender la organización como un sistema complejo, donde

diferentes elementos como los recursos humanos, financieros y tecnológicos interactúan entre sí y

con el entorno para lograr los objetivos de la organización. Al aplicar los principios de la teoría

general de sistemas, los gerentes pueden mejorar la eficiencia, la eficacia y la adaptabilidad de la

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organización a los cambios del entorno.

En resumen, la teoría general de sistemas proporciona un marco conceptual y metodológico

para comprender la complejidad de los sistemas y las interacciones entre sus componentes. Al

adoptar una perspectiva sistémica, los investigadores, profesionales y gerentes pueden abordar de

manera más efectiva los desafíos y oportunidades que se presentan en entornos complejos y

dinámicos, y diseñar estrategias para mejorar el funcionamiento y la adaptabilidad de los sistemas

en diferentes contextos.

Bibliografía
Bertalanffy, L. V. (1972). General System Theory. New York: A Lane.