Apunte Unidad 1
Apunte Unidad 1
Apunte Unidad 1
UNIVERSITARIA EN ASISTENCIA
DENTAL
APUNTES DE LA MATERIA:
DEONTOLOGIA Y MARCO LEGAL
ELABORADO POR LA PROFESORA:
ABOG. MARIA CELIA SANCHEZ
SARMIENTO
AÑO: 2023
Unidad 1:
La ética. Ética de intenciones o deontológicas. Profesión y Ética profesional
Los valores. Universalidad y relatividad histórica de los valores. Objetividad
y subjetividad de los valores. Valores intrínsecos y extrínsecos.
Bioética: Corriente Bioética Anglosajona y Latinoamericana. Modelo
Bioético de toma de decisiones.
Código de Ética y Deontología Dental Argentino.
1.Ética: concepto
Es un tema complejo abordar un concepto de ética, basta con observar el
gran número de estudiosos de la ética desde los filósofos de la Grecia clásica
hasta los actuales en el siglo XXI, dando lugar a diversas corrientes e
interpretaciones de lo que consideran que es la ética.
Y para aumentar la complejidad, no sólo se habla de ética sino de diversos
tipos de la misma: ética normativa, ética aplicada, metaética, empírica,
filosófica, utilitarista, religiosa, profesional, científica, judicial, bioética, etc.
La definición nominal enseña que la palabra ética se deriva de la palabra
griega ‘ethos’ que significa costumbre y vendría a designar el conjunto de
costumbres buenas, convertidas en normas obligatorias para el ciudadano
de bien en su comportamiento diario.
Partiendo de la base de la concepción de la persona como ser racional libre
que busca vocacionalmente la felicidad y el bien y que se construye en la
convivencia respetuosa con los demás, podemos hacer una aproximación y
tomar el concepto según el cual la ética consiste en una reflexión sobre los
actos humanos realizados libremente por la persona en cuanto a su
dimensión de bondad o maldad, proporcionando las razones del por qué la
conducta humana es correcta o incorrecta.
La característica principal que la ética es universal ya que afecta el
comportamiento de cualquier persona independientemente de cuestiones
étnicas, geográficas, profesionales.
La ética incluye los valores universales relacionados con el bien en contra
del mal, lo correcto frente a lo incorrecto del comportamiento humano
(libre), es decir, el comportamiento justo, respetuoso, honesto, veraz, etc.,
todo lo cual termina convirtiéndose en deber (‘deón’ en griego) en la
conducta cotidiana de la persona.
Por su parte, la moral tiene una base más social que la individual de la ética,
pero ambas se refieren a un conjunto de normas a las cuales se debe
adaptar el comportamiento humano, tanto desde el punto de vista
individual como social. Dueñas (2009,12) afirma que “la moral es un
conjunto de normas que una sociedad se encarga de trasmitir de generación
en generación y la ética (...) un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad” (subjetividad, diríamos).
“La moral se impone desde el exterior, la ética es interior”, afirma Loiseau
(2002,114).
Las normas de la moral son propias de los grupos étnicos o religiosos,
evolucionan a lo largo del tiempo y difieren, en ocasiones
significativamente, de unos grupos a otros. La Ética tiene su valor propio,
pero debe contemplar la realidad de las diversas sociedades. Para la
elaboración de sus mandatos necesariamente debe analizar la realidad
social conforme a la comunidad donde ejerce su influencia; es por lo cual
se afirma que los dogmas son obstáculos al perfeccionamiento moral. Cada
nueva generación contiene gérmenes de perfeccionamiento moral. Cada
revisión de valores equivale a una poda del árbol de la experiencia moral,
duradero como la humanidad, pero cambiante como las sociedades
humanas-(José Ingenieros; “Las fuerzas morales.”)
Los métodos utilizados para examinar y considerar las cualidades
particulares de la población en estudio se adecuan a las maneras y
circunstancias de los tiempos. En la actualidad, dentro de los
procedimientos más comunes para realizar las investigaciones sobre la
moralidad general se aprecian y examinan:
• Estadísticas y encuestas pertenecientes a estudios epidemiológicos
esenciales que permiten expresar los modos sociales cuantificados.
• Los estudios derivados de la sociología que investigan los elementos que
influyen en el comportamiento moral colectivo. Estos procedimientos de
sondeo exigen la equilibrada contemplación de la conducta de todos los
factores sociales de poder que actúan en las esferas políticas, laborales,
económicas, artísticas, educacionales, deportivas o religiosas.
• Los estudios concernientes a la psicología social y la antropología cultural,
los que permiten la estimación crítica del ente colectivo, revelan las
ideologías dominantes y ayudan a forjar la propuesta del perfil ético
público.
El objeto de la valoración moral no es solamente evaluar si la conducta ha
sido correcta en su comportamiento, sino también analizar las
motivaciones del individuo cuando hizo uso de su voluntad y libertad para
actuar, porque la moral posee su faz práctica normativa que rige la vida de
relación, el exterior, y también primordialmente influye en la esfera del
espíritu humano, en el interior de su naturaleza y pensamiento. Ambos
aspectos son los que determinan la denominada conciencia moral.
Empezamos entonces a poder esbozar los primeros dilemas que se
presentan: ¿el profesional de la salud ante una situación que se le presente
en su trabajo, debe actuar según la norma social o según su conciencia, es
decir siguiendo sus valores y principios éticos que ha interiorizado o según
las exigencias morales?. Lo ideal sería que ambos coincidan, pero sabemos
que en muchas situaciones ello no ocurre. A cuyo análisis entraremos
durante el cursado.
La ética se divide en:
- Ética general
- Ética aplicada
A su vez la ética Aplicada se subdivide en :
- Personal o Individual.
- Social, Familiar y Profesional
Ética profesional: Esta ética incluye, además de los valores individuales, un
fuerte componente vocacional y un elevado compromiso de profesar lo que
se es, es decir, un médico, un educador social, etc. No obstante, en el
ejercicio de la profesión no se contempla sólo el punto de vista individual
sino también el colectivo o del resto de profesionales de la misma rama.
Se la define como “el conjunto de reglas que ordenan la conducta en el
ejercicio o desempeño en vista de tres finalidades fundamentales: la mejor
eficiencia de la aptitud profesional, el éxito legítimo del profesional y el
decoro del cuerpo o gremio”. (Raúl Baethgen)
El profesional se encuentra con una serie de deberes, tanto internos como
externos, y de este modo entra en el campo de la deontología profesional.
Para explicar un comportamiento profesional ético, a manera de decálogo
nos atrevemos a proponer nuestro concepto personal con las siguientes
características básicas:
• Debe poseer una formación técnico-científica correcta y específica.
• Debe desempeñarse con la habilitación dentro de reglas legales y
reglamentarias específicas.
• Debe observar el código ético correspondiente a su profesión.
• Es altamente conveniente su continuo aprendizaje para acrecentar su
idoneidad.
• Su trabajo debe constituir un servicio globalmente útil a la sociedad
viviendo generosamente dispuesto; siendo crítico de la realidad, creativo y
comprometido con sus semejantes.
• Su actividad personal debe fundar su base económica y constituir su
medio de vida y nunca permitirse tentar con un afán desmedido de lucro.
• Bajo ninguna causa debe aceptar todo recurso indigno de discriminación,
sometimiento, arbitrariedad, parcialidad, exclusión o intolerancia.
• Debe poseer una personalidad equilibrada, una mentalidad abierta y
solidaria con sus colegas y capacidad para el trabajo interdisciplinario.
• Debe ser honesto, responsable y veraz con el paciente, con los colegas y
con todo individuo con quien entre en relación.
• Debe comportarse como ciudadano apto y democrático, calificado para
ser un referente en los diversos ambientes donde le toque desempeñarse.
1. Deontológica:
La ética y la deontología se revelan hoy esenciales para cualquier profesión
y más para aquellas que prestan sus servicios en las áreas vinculadas con la
salud. La capacitación en el conocimiento de dichos conceptos es
fundamental, en virtud de que en la práctica cotidiana se presentan dilemas
éticos.
Vivimos y desarrollamos nuestras labores dentro de una sociedad que se
caracteriza por una ‘moral’ que gira en torno a valores caracterizados por
la satisfacción inmediata de deseos, la búsqueda del placer, la felicidad
materialista y la huida de todo lo que suene a abnegación, sufrimiento,
sacrificio o, del deber sino por el bienestar y la dinámica de los derechos
subjetivos.
La deontología nos refiere a los deberes que una persona tiene dentro de
un campo concreto, deberes de actuar bien o mal en relación a los
pacientes, colegas, clientes; deberes que se tienen por ser profesionales
aunando las exigencias del cuerpo al cual pertenecen; fija los limites en el
ejercicio profesional determinado, en la conciencia de que si se sigue la
senda del deber marcado se está dentro del obrar correcto.
La deontología “es una disciplina que se ocupa de determinar y regular el
conjunto de responsabilidades éticas y morales que surgen en relación con
el ejercicio de la profesión”.
Entre la ética profesional y la deontología profesional no hay sinonimias; la
primera es de carácter subjetivo y la segunda es de carácter colectivo. La
primera son principios la segunda son normas obligatorias.
Nosotros entendemos que los requisitos esenciales a cumplir como deberes
profesionales se pueden agrupar en tres componentes:
Componente Técnico: Los requisitos técnicos- científicos.
Componente Intelectual: formación y continua capacitación,
necesarios para ejercer con honestidad intelectual.
Componente moral: Los requisitos morales, imprescindibles para el
recto ejercicio de la profesión.
La Deontología en el ámbito de la salud tiene tres tipos de normas:
• Las normas morales, objeto de la ética médica tradicional, que han
preparado el terreno a la Bioética. Se procura una estrecha conexión de las
normas morales y sus aplicaciones prácticas con los estudios y conclusiones
que desarrolla la Bioética.
• Las normas deontológicas propiamente dichas, recogidas en los códigos y
en toda la tradición oral y escrita de la profesión médica. Implica un
constante estudio de comparación con los códigos nacionales e
internacionales con el propósito de su perfeccionamiento.
• Las normas jurídicas propias de cada país. Se examinan las normas
jurídicas vigentes y se analizan las relaciones lógicas con las normas
deontológicas a fin de lograr la congruencia necesaria para el ejercicio
correcto de la profesión.
3- Los Valores:
Los valores son las características morales de los seres humanos; nos sirven
para separarnos de la vida instintiva o animal. Son conceptos operativos
que, puestos en práctica con firmeza, nos permiten vivir mejor en la esfera
individual, familiar, grupal y social.
En un sentido simple y escueto, un valor es todo aquello que sobresale por
su excelencia y satisface nuestras necesidades.
Concepto Sintético de Valor: “Es una cualidad, una propiedad o un atributo,
que aplicados a las personas, cosas o acciones, justifica una actitud de
preferencia hacia ellas”.
Características de los valores:
Habitualmente, se suelen atribuir las siguientes características a los valores:
• Objetividad: No son producto de juicios subjetivos, los que no modifican
la importancia y la calidad de las cosas que estimamos con “valor”. Aunque
los neguemos, los valores están.
• Irrealidad: Los valores no se descubren, ni es posible materializarlos. Por
ejemplo, la belleza de un objeto no se puede demostrar, solamente
conmueve nuestra sensibilidad.
• Intemporalidad: Los valores no sufren las acciones del tiempo
cronológico. No mejoran ni empeoran con el paso de los años.
• Falta de espacio: No tienen capacidad ni ocupan espacios.
• Inconmensurabilidad: No tienen la capacidad de ser medidos. No existen
patrones de medida para intentar saber sus dimensiones.
• Absolutismo: Son independientes; no dependen del individuo que los
observa y capta. No pueden ser medidos en el tiempo ni en el espacio.
• Polaridad: Presentan siempre su opuesto; es posible conocer los
antivalores, que son los fenómenos opuestos. Ejemplo, bueno-malo; útil-
inútil.
• Jerarquía: Se considera que no todos los valores tienen la misma
importancia; algunos son considerados de mayor calidad y categoría que
otros según la circunstancia donde se los apliquen. La intuición del sujeto
decide si el valor es más alto o menos alto.
• Incompatibilidad: Al evaluar una situación determinada, no es posible
aplicar todos los valores; debe existir una elección para desechar algunos y
aceptar a otros.
Son cualidades ideales que se presentan ordenadas jerárquicamente de
mayor a menor y separadas de su antítesis, el antivalor, que es su opuesto
natural. Estas cualidades antagónicas, o polaridad, no son agregados sino
que son inherentes a las cosas. Ellas existen las reconozcamos con nuestra
sensibilidad o no seamos capaces de percibirlas.
La Ética aplicada a los valores muestra principios rectores de
comportamiento; en este caso apreciando la calidad de los auténticos
valores para ser mejores personas; para vivir en adecuada armonía
personal, familiar, profesional y social; para permitir que el trabajo, el
estudio, la demanda de salud contemple el valor primordial de la dignidad
humana; para colaborar que la justicia llegue a todos sin excepciones tanto
para premiar como castigar.
4-Bioética:
Se ha definido la bioética como “el estudio sistemático de la conducta
humana en el campo de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, en
cuanto que esta conducta es examinada a la luz de los valores y principios
morales”.
Configura un capítulo de la Ética vinculada a los estudios y procedimientos
científicos y técnicos de experimentación biológica en la medida en que no
se encuentren aun totalmente incorporados a una legislación vigente,
porque, de ser así, se integrarían al contexto de la Deontología Jurídica.
Algunos autores proponen tres principios rectores en relación a la práctica
de ensayos científicos en seres humanos:
I)- Bienestar. II)- Respeto de las personas o Autonomía. III)- Equidad o
Justicia.
En la práctica cotidiana la Bioética debe intervenir en la búsqueda de
soluciones concretas a casos concretos, siempre que se originen conflictos
entre los diversos valores, entendidos éstos exclusivamente desde la
concepción ética.
Principios de la Bioética:
I-Principio de Autonomía: Es la capacidad de un individuo de disponer su
propio gobierno y de su capacidad de pensar, sentir y emitir juicios que crea
convenientes. En ocasión de atender las necesidades referidas al paciente,
dentro de las muy diversas consideraciones, la Bioética establece que se
cumpla obligatoriamente con el Deber de Información a la Persona
Enferma, y se le ofrezca:
• Una explicación clara, precisa y con un nivel de lenguaje que permita
comunicar detalladamente, sin ningún inconveniente para la comprensión
cabal por parte del paciente.
• La seguridad de que se ha de evitar toda interferencia a causa de
circunstanciales emociones o la existencia de intolerables presiones que
puedan alterar el entendimiento o torcer la voluntad del paciente.
• La certeza absoluta de una comunicación profesional completa, con
veracidad, total reserva y con el máximo respeto por la intimidad del
paciente.
• Dentro de un marco de respeto intelectual, es debido informar siempre al
paciente las diversas alternativas de tratamiento para que libremente
pueda decidir la opción que prefiera; incluida la alternativa de rechazar toda
terapia y preferir seguir enfermo. Un ejemplo claro de esta situación es la
negativa a tratamiento fundada en motivos religiosos.
II-Principio de Beneficencia: Todo tratamiento debe ambicionar la curación
completa del paciente y este sentido de beneficio se debe aplicar
indefectiblemente en todos los aspectos de la atención profesional. El
criterio del Bien implica que la atención sea buena en si misma y buena para
el paciente.
El Principio de Beneficencia contempla algunas consideraciones básicas
como:
• La obligación de curar o aliviar la enfermedad con la mayor dedicación y
conocimiento.
• Que se respeten siempre los intereses y las emociones del paciente.
• Que el objetivo con prioridad absoluta sea el bien para el paciente.
• Que en todos los casos se respetará la dignidad del paciente.
III-El Principio de No-Maleficencia: Reconoce el derecho a la indemnidad, lo
que significa ausencia de todo daño o perjuicio al paciente. Éste es un
precepto cuya norma es difícil de satisfacer en la práctica cotidiana.
Cabe la posibilidad de que las decisiones del médico y sus recomendaciones
puedan ser juzgadas por el paciente con desiguales criterios y no acordar
con el profesional acerca del significado verdadero de beneficio y perjuicio.
Esta discrepancia que puede limitar acuerdos con el enfermo no es
meramente teórica, ni es una circunstancia improbable, ni mucho menos
resulta infrecuente que los familiares se involucren en la situación con
diversos resultados.
Las características salientes de este principio son:
• El tratamiento debe resguardar completamente la integridad somática y
psíquica del paciente
• De surgir secuelas inevitables, cumplir dogmáticamente los postulados de
la prevención secundaria, limitando al máximo los efectos dañosos de la
enfermedad o del tratamiento
• Nunca se permitirá consentir con terapias reprochables, dudosas o sin la
debida confirmación científica, aun cuando sean tratamientos en
circunstancias extremas.
• Invariablemente se debe mantener el respeto por la dignidad humana,
honrando siempre los atributos singulares de la persona.
IV-Principio de Justicia.
La Justicia es la virtud cardinal que propicia brindar a cada quien lo que le
corresponde. Un modo de ejercerla es obrando siempre bajo derecho,
razón y equidad y no permitiendo postergaciones o diferencias.
Es consenso unánime que no se debe permitir que la edad, la condición
física, la capacidad residual de trabajo, la falta de aptitud de aporte al
sistema de salud, sean motivos de restricciones o de desigualdades en la
atención social o profesional. Sin embargo, se puede comprobar que en
nuestra sociedad actual, también en la realidad sanitaria, este precepto
ético todavía sigue siendo solamente una ambición loable.
Las consideraciones del principio bioético de Justicia en el arte médico
deben propiciar que:
• La inversión de los recursos fiscales en el sistema sanitario aseguren
iguales posibilidades de atención y tratamiento a todos los habitantes.
• El principio formal de Justicia, que conlleva equidad, imparcialidad,
equilibrio, legalidad, sea correspondido concretamente por el principio
material de Justicia, como por caso poder asegurar la salud pública, exigir
el mérito profesional y facilitar su perfeccionamiento, alcanzar el grado
óptimo en educación, auditoría universal de calidad en la labor profesional.
• La razón de Equidad, no la relación costo/beneficio, debe ser tomada
como fundamento para brindar las prestaciones necesarias a la población.
• El trato a los discapacitados, ancianos, y toda clase de paciente carente
no será antojadizo, arbitrario o separatista.
• El notable avance tecnológico, especialmente en la ciencia médica, pueda
beneficiar a todos los sectores de la población, sin exclusiones de ninguna
naturaleza.
El Código de Ética y Deontología Dental integra los valores morales, normas éticas y principios deontológicos que
deben inspirar, guiar y precisar la conducta profesional del dentista.
TÍTULO I
El Código de Ética y Deontología Dental integra los valores morales, normas éticas y principios deontológicos que
deben inspirar, guiar y precisar la conducta profesional del dentista.
Para la Organización institucional, el respeto, promoción, y desarrollo de la Ética y Deontología profesional son
objetivos prioritarios y fundamento básico de su atribución social. Por ello, proveerá con atención preferente las
acciones pertinentes en orden a favorecer el conocimiento de este Código, obligándose a velar por su cumplimiento.
1- Las disposiciones del presente Código obligan a todos los dentistas en el ejercicio de su profesión, cualquiera que
sea la modalidad en que la practiquen e independientemente de su ideología social, religiosa, política o cualquier
otra condición que pueda interferir en la calidad de su actuación profesional.
2- Del mismo modo, también será de aplicación para aquellos profesionales foráneos que, por vía de convenios o
tratados internacionales, participen como docentes en cursos, congresos o cualquier otra situación.
El incumplimiento de los preceptos imperativos a que éste Código obliga constituye falta disciplinaria tipificada en
los estatutos de las Instituciones correspondientes, cuya corrección se hará a través del procedimiento establecido
en los citados Estatutos, en los específicos de cada institución y demás normativa de desarrollo.
El dentista debe atender con la misma probidad y diligencia a todos los pacientes, independientemente de su
condición individual, sin distinción por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, naturaleza del problema de
salud o cualquier otra situación o circunstancia personal o social.
El dentista se abstendrá de toda conducta perjudicial hacia la vida y la salud de los pacientes, atendiéndole conforme
al conocimiento científico del momento y situación.
Son deberes primordiales del dentista, dado que su vocación consiste en defender la salud y aliviar el sufrimiento de
sus pacientes, dentro del ámbito estomatognático, mediante un ejercicio profesional fundamentalmente
humanitario:
2) el cuidado preventivo, terapéutico y/o paliativo de la salud estomatognática de los seres humanos y
1- La relación entre dentista y paciente es de confianza. Por ello, en el ejercicio de su profesión, el dentista actuará
siempre con corrección, respetando en todo momento la intimidad de su paciente, así como las convicciones de éste
o sus allegados.
La relación entre el dentista y el paciente se basa en la plena confianza mutua. Por lo tanto, la libre elección del
profesional es un principio fundamental de la relación dentista-paciente que el primero siempre debe respetar y
hacer respetar, en la medida de lo posible.
1- El dentista tiene derecho a aceptar o rechazar la responsabilidad de atender y tratar a un enfermo, salvo cuando
éste se encuentre en peligro, y siempre y cuando esta elección y decisión cumpla las normas ético-deontológicas
enmarcadas en este Código. 2- En el caso de que un paciente, suficientemente informado, rechazara o dudara de las
indicaciones diagnósticas y terapéuticas que el dentista considerase oportunas, o si exigiera del profesional un
procedimiento que éste, por razones científicas o éticas, juzgara innecesario, inútil, inadecuado o inaceptable, el
profesional quedará exento de su obligación de asistencia.
3- Al dentista también le asiste el derecho de rehusar la atención a pacientes cuando le impusieran la confección de
prótesis, elementos de ortodoncia o cualquier otro tipo de aparatología Odontoestomatológica, en laboratorios o
por protésicos que no fueran de su confianza.
1- El dentista, cualquiera que sea la modalidad de su ejercicio, está obligado a prestar ayuda de urgencia al enfermo
o al accidentado.
2- Aún en caso de conflicto laboral o suspensión organizada de los servicios profesionales, el dentista deberá
responsabilizarse del diagnóstico y tratamiento de los pacientes que requieran atención urgente e inaplazable o que
juzgue necesario según su conciencia.
3- En situaciones de peligro sanitario público, catástrofe, epidemia, o riesgo de muerte, el dentista debe atender a
los enfermos, salvo que fuere obligado en contra por la autoridad competente, y se presentará voluntariamente a
colaborar en las tareas de auxilio o de identificación en su caso.
1- Una vez el dentista acepte la atención del paciente, queda comprometido a asegurarle la continuidad de sus
servicios profesionales.
2- No obstante lo anterior, el dentista podrá suspender la continuidad de la atención en el caso de que llegara al
convencimiento de que no existiera hacia él la necesaria confianza en cuya eventualidad dejará constancia de ello al
paciente, familiares o allegados y deberá facilitar al profesional que se haga cargo del paciente toda la información
necesaria.
Ante una enfermedad incurable y terminal, el dentista debe evitar acciones diagnósticas o terapéuticas inútiles u
obstinadas y limitarse a aliviar tanto los dolores físicos del área bucodental como los morales del paciente,
conservando su dignidad y procurando mantenerle la mejor calidad de vida posible hasta el final de la misma.
1- El dentista, en ninguna circunstancia, ni en caso de conflicto armado, deberá participar, secundar, admitir o
realizar prácticas de represión física o psíquica, actos de tortura, procedimientos crueles, inhumanos, degradantes o
malos tratos, manipulación de la conciencia o privación de la libre determinación de las personas, cualesquiera que
sean los argumentos invocados para ello. Está obligado, por el contrario, a denunciarlos ante los organismos creados
al respecto y ante la institución odontológica que, en ese momento, ética y deontológicamente esté al cuidado de su
quehacer como dentista.
2- El dentista que tuviera conocimiento o sospecha de que un paciente, y más aún si es menor o discapacitado, es
objeto de malos tratos deberá poner los medios necesarios para protegerlo y dar conocimiento inmediato a la
autoridad competente.
1- Tanto la relación profesional - paciente como los actos odontoestomatológicos deberán ser registrados en la
correspondiente historia clínica. Es éste un documento fundamental que el dentista tiene el deber y también el
derecho de llevar a cabo, con el objetivo de facilitar la asistencia del paciente.
2- El dentista tiene la obligación de conservar la historia clínica y documentos o materiales adjuntos que la
completen el tiempo que considere necesario y como mínimo el marcado por la legislación al respecto. La
transmisión de una parte o del total del contenido de la historia clínica se hará bajo las reglas del secreto profesional
y los deseos del paciente.
3- La publicación o presentación científica del historial clínico de pacientes deberá respetar el derecho a la intimidad
de los mismos.
4- A petición del paciente y su beneficio, el dentista deberá proporcionar al otro compañero indicado por el
paciente, los datos que requiera para su actuación profesional.
1- El paciente tiene derecho a recibir información veraz sobre el diagnóstico, pronóstico y las alternativas y
posibilidades terapéuticas de su enfermedad.
2- El dentista deberá facilitar la información necesaria con las palabras más adecuadas, en términos comprensibles y
con la delicadeza y sentido de responsabilidad que las circunstancias aconsejen.
3- Se puede informar también al familiar o allegado más íntimo o a otra persona que el paciente haya designado
para tal fin.
4- A solicitud de los pacientes que lo requieran, el dentista proporcionará unas “Instrucciones de Manejo, Cuidado y
Mantenimiento” de las prótesis dentales que considere oportunas.
1- Si los efectos y consecuencias derivados de las intervenciones diagnósticas y terapéuticas propuestas por el
profesional pudieran suponer un riesgo importante para el paciente, el dentista proporcionará información
suficiente y ponderada, a fin de obtener el consentimiento imprescindible para practicarlas.
Sin perjuicio del derecho del enfermo a la información y a decidir sobre su futuro, el dentista puede, en casos de
pronóstico grave, no comunicarle inmediatamente su situación. En todo caso lo hará a la familia, allegado más
íntimo o persona que el paciente haya podido designar para tal circunstancia.
1- El paciente tiene derecho a obtener del Odontólogo o Estomatólogo un certificado o informe, de contenido
auténtico y veraz, emitido por el dentista y relativo a su estado de salud o enfermedad o a la asistencia profesional
que se ha prestado.
El trabajo en equipo no impedirá que el paciente conozca qué profesional asume la responsabilidad de su atención y
el encargado de proporcionarle la información necesaria, sin perjuicio de la información adicional que debe
proporcionar el profesional que realice la intervención.
1- El ejercicio de la profesión odontoestomatológica conlleva como deber del profesional y derecho del paciente el
secreto profesional.
2- El secreto profesional del dentista abarca todo aquello que éste haya podido conocer, oír, ver, o comprender en
su ejercicio, así como lo que se le haya podido confiar dentro de su relación con el paciente.
Art. 24 Extensión de la obligación
1- El secreto profesional obliga a todos los dentistas cualquiera que sea la modalidad de su ejercicio o las
circunstancias en que se lleve a cabo su actuación profesional.
2- Es deber del odontólogo exigir a sus colaboradores y auxiliares la observancia estricta del secreto profesional,
velar por su cumplimiento e inculcar a todos quienes estén en contacto con la historia clínica o directamente con el
paciente que también están obligados por el secreto profesional.
3- En el ejercicio profesional de la odontología en equipo, cada dentista es responsable de la totalidad del secreto.
Los directivos o gestores de la entidad o institución tienen el deber de poner todos los medios necesarios para
posibilitarlo.
1- Aún cuando el paciente cambie, incluso voluntariamente, de profesional el dentista no queda liberado de la
obligación del mantenimiento del secreto.
3- Al cese de la actividad profesional el dentista podrá transferir su archivo al colega que considere oportuno o le
sustituya, si bien los pacientes deben ser notificados de éste suceso, pudiendo manifestar su voluntad en contra. En
este sentido, podrá transferir su archivo al profesional que manifieste el paciente. Si no tuviere lugar tal situación el
archivo deberá ser puesto en custodia en la institución correspondiente , que decidirá en consecuencia.
El dentista podrá revelar el secreto en los siguientes casos, aunque siempre con prudencia y discreción,
exclusivamente ante quien tenga que hacerlo y en sus justos y restringidos límites.
1- Por mandato legal: Siempre limitándose a suministrar, única y exclusivamente, los datos exigidos.
2- Por motivo disciplinario institucional: Cuando el dentista compareciera como acusado o fuera llamado a
testimoniar en materia disciplinaria, aunque tendrá derecho a no revelar confidencias del paciente.
3- Cuando el dentista se vea injustamente perjudicado por causa del mantenimiento del secreto de un paciente y
éste sea el autor voluntario del perjuicio.
4- Si con el silencio del profesional se diera lugar a un perjuicio al propio paciente u otras personas o un peligro
colectivo.
6- En caso de duda ante situaciones de revelación del secreto profesional, el dentista deberá acudir a la comisión
deontológica correspondiente que dictaminará la actuación a seguir.
Cuando la situación así lo requiera, el dentista informará al paciente de los límites del secreto profesional y no
adquirirá compromisos bajo secreto que entrañen malicia o dañen a terceros o a un bien público.
3- Todo banco informatizado de datos clínicos odontoestomatológicos deberá quedar bajo la responsabilidad de un
profesional sanitario especialmente designado para ello.
4- Los bancos de datos odontoestomatológicos no podrán estar conectados con otros no sanitarios.
El dentista debe proporcionar a sus pacientes una asistencia competente, puntual y de calidad, adecuada a las
circunstancias clínicas que presentan y con la debida consideración a sus deseos y necesidades.
El paciente tiene derecho a una atención odontológica de calidad científica y técnica, y el dentista tiene la
responsabilidad de prestársela, cualquiera que sea la modalidad de su práctica profesional, comprometiéndose a
emplear los recursos de la ciencia de manera adecuada a su paciente, según el estado del conocimiento dental del
momento y las posibilidades a su alcance.
El paciente tiene derecho a una atención humana y a unos servicios complementarios de calidad, que el dentista
debe promover en tanto responsable de las instalaciones y del personal auxiliar.
Excepto en situación de urgencia o circunstancias de excepción, el dentista debe limitar su actividad al exclusivo
ámbito para el que se encuentre capacitado, y abstenerse de prácticas o actuaciones que sobrepasen sus
conocimientos, habilidades o experiencia. Si se diera tal circunstancia, propondrá que se recurra a otro compañero
competente en la materia.
En la relación profesional con sus pacientes el dentista evitará, por constituir conductas no-éticas:
2- La educación continuada del profesional es también un compromiso ético de las instituciones creadas para tal fin.
Tanto para aconsejar como para aplicar tratamientos, el dentista debe disponer de completa libertad profesional y
gozar de las condiciones técnicas y morales que le permitan actuar con plena independencia y garantía de calidad. El
paciente, y en su caso el organismo gestor de la asistencia, deberá ser informado cuando no se den esas condiciones,
y de no obtenerse corrección, se comunicará a la institución correspondiente.
Atenta contra la ética y responsabilidad social del dentista ejercer su profesión mientras esté abusando de sustancias
sometidas a control legal, alcohol u otros agentes químicos que puedan comprometer sus conocimientos y
habilidades profesionales.
El profesional que sea consciente de padecer alguna enfermedad de la que pudiera ser transmisor, o de otras
patologías que le dificulten para ejercer con plena eficacia, tiene el deber de consultar a otro u otros colegas, para
que valoren su capacidad profesional, y de seguir las indicaciones que le sean dadas.
Es obligación del dentista mantener las instalaciones adecuadas a su dignidad profesional y al respeto que los
pacientes merecen, debiendo contar con los medios técnicos necesarios para dar una buena calidad asistencial. En
todo caso, como mínimo, deberá cumplir con las normativas que la legislación establezca al respecto.
En el caso de que un dentista ejerza su actividad profesional en más de una instalación, deberá ponerlo en
conocimiento del Colegio Profesional, al que corresponde tener conocimiento en todo momento de la o las clínicas
en las que trabaje, así como de los días y horas en que lo haga en cada una de ellas.
Queda prohibido facilitar el uso del consultorio, o encubrir de alguna manera a quien, sin poseer la titulación y
colegiación correspondiente, se dedica al ejercicio ilegal de la profesión.
En beneficio de la salud de sus pacientes y en base a su relación con ellos, el dentista nunca deberá admitir consultas
exclusivamente por teléfono, carta o cualquier otro medio de comunicación.
El dentista debe ser cauteloso a la hora de poner en práctica nuevos procedimientos o emplear nuevos materiales, y
de divulgarlos a través de canales no profesionales, hasta que hubieran sido debidamente contrastados en el
entorno científico, absteniéndose, en todo caso, de su explotación publicitaria.
Capítulo 9: HONORARIOS
Art. 43 Concepto y límites
1- El ejercicio de la profesión odontoestomatológica es el medio de vida del dentista, por lo que éste tiene derecho a
ser remunerado dignamente.
2- El dentista no debe permitir que motivos de ganancia suyos o de terceros influyan el ejercicio libre e
independiente de su juicio profesional a favor de sus pacientes.
3- El acto profesional nunca podrá tener como fin el lucro. Los honorarios serán razonables pero no abusivos.
1- Para establecer sus honorarios, el dentista se basará en el principio de justo precio, teniendo en cuenta la
importancia de los servicios prestados, las circunstancias particulares del caso así como su propia competencia y
cualificación profesional.
2 - En materia de honorarios en el ejercicio privado de la profesión, el principio general debe ser el acuerdo directo
entre el dentista y el paciente. Este tendrá derecho a conocer el importe del tratamiento, antes de llevarlo a cabo.
3 - En el caso de que sean varios profesionales los que intervienen en el tratamiento de un paciente, y a petición del
mismo, se establecerá una nota conjunta especificando en la misma el importe, y su concepto, correspondiente a
cada uno de ellos.
4 - Los honorarios nunca podrán ser compartidos sin conocimiento de quien los abona, ni percibidos por actos no
realizados.
5- Las instituciones correspondientes, deberán elaborar unos cuadros de tarifas orientativas o de costes mínimos en
condiciones de práctica ética.
6- No es ético el uso malintencionado de los honorarios profesionales como reclamo publicitario con el objetivo de
atraer pacientes.
Art. 45 Prohibiciones
1- Salvo en casos excepcionales, el dentista no podrá vender directamente al paciente remedios, medicamentos o
aparatos. A estos efectos, la adaptación en la boca del paciente de prótesis, implantes, aparatos ortodóncicos o
cualquier otro tipo de aparatología clínica odontoestomatológica, nunca tendrá la consideración de venta. Tampoco
podrá percibir comisión por sus prescripciones ni aceptar o exigir retribuciones de intermediarios.
2- La “dicotomía”, entendida como partición de honorarios entre dentistas o entre estos y otras personas o
intermediarios de cualquier clase, es una falta profesional.
3- Se considera conducta no ética el pagar o recibir una comisión u otro emolumento con el propósito de obtener un
paciente o el recetar o enviar a un paciente a otro establecimiento.
4- Queda prohibida la percepción de comisiones o porcentajes por la prescripción de medicamentos o cualquier otro
elemento utilizado en el tratamiento.
5- Está absolutamente prohibido cobrar tratamientos por debajo de su coste, y, en general, cualquier tipo de
competencia desleal.
Art. 46 Arbitraje
Las dudas, reclamaciones y litigios sobre honorarios podrán someterse al arbitraje de la institución correspondiente,
si así lo desea el paciente, considerándose obligado éticamente el dentista a aceptar el arbitraje y el laudo que la
institución pudiera dictar.
TÍTULO III: ACTITUD PROFESIONAL
El dentista debe conducirse éticamente en todos los aspectos de su vida profesional y cumplir con la legislación
profesional establecida.
1- Los dentistas tienen el deber de contribuir al prestigio de su profesión, por lo que se abstendrán de cualquier
práctica, actuación o conducta profesional que atente a la buena imagen corporativa, a la que todos sus compañeros
tienen derecho.
1- La reputación del dentista se basa única y exclusivamente en su categoría personal, competencia profesional e
integridad moral.
2- La publicidad ha de estar basada en los principios de veracidad, competencia leal y protección del paciente y su
salud, además de ser acorde tanto en su forma como en su contenido con las pautas que la institución
correspondiente haya desarrollado al respecto y con la normativa legal.
3- La publicidad ha de ser objetiva y transparente, de modo que en ninguna situación pueda dar lugar a falsas
esperanzas o propague conceptos infundados.
1- Únicamente podrá hacerse mención del título académico o profesional que se posea y que terminológicamente
esté autorizado por la normativa nacional o comunitaria vigente.
2- Se considera fraude a la sociedad el uso malintencionado de diplomas referentes a cursos tomados por el
profesional sin validez oficial.
La publicidad realizada en placas, anuncios, membretes de cartas o recetas, anuarios, guías, directorios profesionales
o cualquier otro medio de difusión será redactada de forma discreta en todos sus aspectos y siempre conforme a las
normas ético-deontológicas que la institución establezca.
1- La utilización de un seudónimo para actividades o comentarios relacionados con la profesión, deberá ser
declarado al Colegio profesional correspondiente.
2- Aún en el caso de que el dentista trabaje por cuenta ajena, bien en organismos públicos o privados, evitará que
éstos utilicen su nombre con fines publicitarios. Del mismo modo nunca se prestará como reclamo publicitario de
casas comerciales.
3- Los dentistas pueden participar en campañas sanitarias destinadas a la educación de la población siempre y
cuando observen medidas de tacto, discreción y dignidad propias de la profesión, evitando en todo momento
cualquier publicidad favorable a su actividad privada.
Los dentistas no podrán, bajo ningún concepto, prestar su cargo, título o firma para avalar o certificar documentos o
informes que reflejen resultados de actuaciones profesionales que no haya efectuado y comprobado
personalmente.
2- En su actuación como perito el dentista debe negarse a examinar a cualquier persona con la que tuviera o hubiese
tenido relaciones que puedan interferir en su libertad de juicio.
1- En su actuación el perito deberá obtener el consentimiento del interesado, comunicándole previamente el título
en virtud del cual actúa, la misión que le ha sido encargada y el mandante de la misma.
2- El paciente tiene libertad de renuncia a la prueba pericial, en tal caso el asunto deberá ser resuelto entre el
mandante y la persona implicada.
En la redacción de informes periciales deben seguirse las especificaciones técnicas correspondientes y las pautas
marcadas por el principio de racionalidad y la virtud de la prudencia.
1- El dentista debe colaborar en aquellas políticas sanitarias de atención y promoción de la salud que tengan como
finalidad mejorar la salud bucodental tanto del individuo como de la colectividad, siempre que ello no vaya en contra
de las normas ético - deontológicas y los derechos del enfermo.
3- El dentista que ejerza su profesión en entidades, instituciones u organismos ha de velar para que queden
suficientemente garantizados el cumplimiento de los preceptos que este Código impone, como la independencia de
su práctica profesional
1- La confraternidad entre los dentistas es un deber individual que cada profesional tiene que llevar a cabo en su
quehacer diario y un compromiso colectivo que la institución correspondiente deberá promover.
2- Las normas de la confraternidad profesional se establecen para beneficio del paciente y tienen además como
objetivo evitar que el enfermo sea víctima de maniobras de competencia desleal entre dentistas.
3- La confraternidad es un deber primordial, sobre el que sólo tienen preferencia los derechos del paciente.
2- El dentista tiene la obligación de defender al colega que sea objeto de comentarios, ataques o denuncias
injustificadas. En todo caso deberá poner en conocimiento de aquel ésta circunstancia.
1- Se considera falta profesional el comentario, insinuación o crítica despreciativa respecto a las actuaciones
profesionales de otros compañeros y más aún sin una base argumental válida. Además, hacerlo en presencia de
pacientes, de sus familiares o terceros es una circunstancia agravante.
2- Las desavenencias, desacuerdos o disentimientos sobre asuntos o temas odontológicos, bien sean de naturaleza
científica, profesional o deontológica, nunca darán lugar a polémicas públicas, debiendo resolverse internamente y
con carácter privado, bien de forma particular o en sesiones clínicas. La institución correspondiente tiene la misión
de arbitraje o mediación en éste tipo de conflictos entre profesionales.
No se considera falta al deber de confraternidad comunicar al Colegio de forma objetiva y con la debida discreción
las infracciones de las normas éticas y de competencia profesional que se hayan podido observar en otros colegas.
Art. 62 Sustituciones
1- En interés del paciente, se debe procurar ayudar a un compañero temporalmente impedido, sustituyéndolo
cuando sea necesario.
2- Los dentistas, en las sustituciones que realicen, tienen derecho a los honorarios totales y jamás admitirán la
división de los mismos, si bien, cuando se pongan locales, personal, equipo y materiales a su disposición, se podrá
solicitar una justa compensación económica por estos conceptos, que deberá ser pactada previamente y aprobada
tanto por el dentista sustituto como por el sustituido.
3- El dentista que sustituya a un compañero no puede actuar de manera tal que interrumpa la relación entre el
profesional sustituido y cualquiera de sus pacientes.
1- Los dentistas pueden asociarse en equipo para ejercer su profesión, poniendo en común los medios necesarios,
pero nunca dando lugar a una explotación comercial de este ejercicio.
2- Sin perjuicio de las posibles responsabilidades subsidiarias, la responsabilidad individual del dentista no
desaparece ni se diluye por el hecho de trabajar en equipo.
3- La relación jerárquica dentro del equipo dental nunca supondrá abuso, dominio o extralimitación de sus funciones
por parte de quien ostente la dirección del grupo.
4- La necesidad de interconsultas entre profesionales o el ejercicio de la odontología en grupo, no debe ser excusa
para un exceso de actuaciones profesionales.
El deber de confraternidad se aplicará en todos los aspectos profesionales. En consecuencia ningún dentista se
inmiscuirá en la asistencia que preste otro profesional a un paciente, salvo en casos de urgencia o a petición del
paciente.
1- En beneficio del paciente, los profesionales compartirán sin ninguna reserva sus conocimientos científicos y
habilidades técnicas.
2- En situación de necesidad, y en la medida de lo posible, se deberá ayudar a aquel compañero que lo necesite.
El dentista que sepa que otro profesional, por sus condiciones de salud, hábitos o posibilidades de contagio esté en
posición de perjudicar a los pacientes, tiene el deber, con la obligada discreción, de comunicar y consultar a quien
pueda aconsejar, la mejor actuación, y en cualquier caso a la institución correspondiente.
1- Los dentistas deben mantener buenas relaciones con los demás profesionales al servicio de la Salud.
2- Los dentistas tienen la obligación de ser respetuosos con el personal auxiliar que trabaje a sus órdenes.
1- En relación a Técnicos Diplomados en Enfermería, Ayudantes Técnicos Sanitarios, Técnicos en Prótesis Dental,
Higienistas Dentales, Auxiliares Dentales y demás personal colaborador, el dentista respetará el ámbito de sus
competencias específicas, pero jamás permitirá que invadan el área de su responsabilidad exclusiva.
2- El dentista jamás delegará competencias que, por su cualificación y especificidad, le son propias.
3- El ejercicio de las libertades de diagnóstico y de terapéutica y su control son exclusivamente responsabilidad del
dentista, por lo que éste no podrá participar en ninguna forma de ejercicio donde tal control esté sometido a
personas ajenas a tal Profesión.
1- Los dentistas tienen el deber de reconocer y respetar el derecho de los protésicos a fijar libremente unos
honorarios dignos por las actividades realizadas en el ámbito de su competencia, aunque les asiste legitimidad para
conocer, previamente a efectuar cualquier encargo, sus tarifas y honorarios, o, si fuera el caso, el presupuesto del
mismo.
2- La relación entre el dentista y el protésico es de confianza, por lo que aquél tiene el derecho de elegir el
laboratorio que considere conveniente y a negarse a realizar prestaciones en las que se imponga la elección de
protésico o que incumplan las normas ético-deontológicas recogidas en este Código.
3- En base a una calidad de asistencia al paciente y a una correcta relación con los protésicos, la institución
correspondiente establecerá unos contenidos básicos de prescripción dental.
1- El dentista tiene el derecho y el deber de participar en las tareas institucionales, prestar su colaboración a la vida
corporativa y contribuir a las cargas correspondientes.
2- El dentista, cualquiera que sea su situación profesional o jerárquica tiene el deber de comparecer a los
requerimientos y llamadas que se le hagan desde la institución correspondiente.
3- La institución correspondiente defenderá a los miembros que se vean perjudicados por causa del cumplimiento de
los principios éticos.
1- Los odontólogos que ocupen cargos directivos no sólo están obligados a ajustar su conducta y decisiones a las
normas estatutarias y ético-deontológicas, sino a dar ejemplo en todas sus actuaciones al resto de los miembros de
la organización y a promover el interés común de la Odontología Organizada
.2- La conducta de los Directivos debe estar acorde con los objetivos de su función a lo que deben subordinar
cualquier otra conveniencia particular o de grupo. Su comportamiento nunca supondrá favor absoluto de poder, y ni
siquiera infundirá sospecha de ello.
1- Los dentistas deben respetar y hacer respetar las decisiones tomadas por la Corporación profesional.
2- Los Directivos de la Organización no obstruirán las legítimas actuaciones de las Juntas o Asambleas, ni impedirán
el ejercicio libre y responsable del derecho a decidir los asuntos por votación.
3- Los Directivos guardarán secreto acerca de los asuntos que han conocido en el curso de su trabajo de gobierno.
1- El dentista que ejerza su actividad profesional por cuenta ajena deberá velar por el prestigio de la institución para
la que trabaje.
2- No obstante lo anterior, deberá comunicar a la institución correspondiente cualquier deficiencia en la misma que
pueda influir en la ética profesional.
3- Las normas de la institución o centro donde el dentista trabaje respetarán la independencia del profesional y la
libertad de prescripción del dentista y señalarán que éste ejerce, en el área de su competencia, una autoridad
efectiva sobre el personal colaborador y auxiliar.
4- Se prohíbe cualquier cláusula contractual, estatuaria o reglamentaria que reconozca como competente para
juzgar conflictos ético-deontológicos entre dentistas a quien no lo sea.
El dentista tiene derecho a la objeción de conciencia y a rehusar prácticas clínicas impuestas por los propietarios o
superiores jerárquicos de instalaciones en las que trabajara por cuenta ajena, siempre que estime que son contrarias
a la buena praxis o a los intereses de la salud de los pacientes.
2- La investigación en el hombre deberá precederse por una experimentación animal con control y duración
suficiente, siempre que fuera posible y que los resultados fueran valorados con posibilidades de éxito.
1- La investigación biomédica en seres humanos incluirá las garantías éticas y legales exigidas al respecto en cada
momento. Requieren una particular protección en este asunto aquellos seres humanos biológica o jurídicamente
débiles o vulnerables.
2- El protocolo de toda experimentación proyectada sobre seres humanos incluirá todas las garantías legales y éticas
exigidas por la normativa legal del momento y por las Declaraciones y Códigos de los Organismos Internacionales en
vigor. En todo caso deberá someterse a la aprobación previa de un Comité Ético de Investigación Clínica o de la
Comisión Ética correspondiente, y siempre independiente del experimentador.
3- Deberá recogerse el libre consentimiento del individuo objeto de la experimentación, o de quien tenga el deber
de cuidarlo en caso de que sea menor o incapacitado, tras haberle informado de forma adecuada de los objetivos,
métodos y beneficios previstos, así como sobre los riesgos y molestias potenciales. También se le indicará su derecho
a no participar en la experimentación y a poder retirarse en cualquier momento, sin que por ello resulte perjudicado.
4- El dentista que lleve a cabo algún tipo de experimentación en el hombre deberá tener independencia económica
total respecto a cualquier organismo con intereses comerciales o promocionales de un nuevo tratamiento.
1- Los riesgos o molestias que conlleven la experimentación sobre la persona no serán desproporcionados ni le
supondrán merma de su conciencia moral o de su dignidad.
2- El dentista está obligado a mantener una clara distinción entre los procedimientos en fase de ensayo y los que ya
han sido aceptados como válidos para la práctica correcta de la odontoestomatología del momento. El ensayo clínico
de nuevos procedimientos no privará al paciente de recibir un tratamiento válido.
3- Ningún experimento sobre seres humanos deberá comenzar sin un protocolo concreto y preparado con rigor,
donde se señalen las hipótesis de trabajo, el material y método, y donde de forma establecida se exprese la
inocuidad de la prueba.
4- En fases terminales de enfermedades incurables, según el saber del momento, el ensayo de nuevos tratamientos
debe ofrecer posibilidades razonables de ser útil y tener en cuenta, ante todo, el bienestar físico y moral del
enfermo. Nunca deben imponérsele sufrimientos ni incomodidad suplementaria. Además, se debe informar al
enfermo, familiar o persona allegada en quien hubiera delegado, el resultado del tratamiento y del pronóstico de
supervivencia.
2- Al publicar un trabajo de investigación clínica de carácter experimental, los autores harán constar que su
protocolo ha sido supervisado y aprobado por el Comité de Ética correspondiente.
1- A la hora de publicar, el dentista debe ser consciente de la diferencia entre una opinión y un trabajo de
investigación. Nunca deberá publicar sobre cuestiones de las que no es competente.
2- En ningún caso debe darse a conocer de modo prematuro o sensacionalista procedimientos de eficacia no
determinada ni reconocida.
a) Garantizar que los artículos que someten a los Directores son originales.
c) Comprometerse a no falsear los resultados o datos de sus trabajos, ni plagiar los de otros autores.
d) Redactar su trabajo de manera veraz, sin suprimir ningún resultado, y reconocer las colaboraciones personales, así
como todas las becas y patrocinios recibidos.
e) Asegurarse de que la autoría de los artículos se limite a quienes han contribuido de manera significativa a la
investigación. Esto implica suficiente participación para poder asumir responsabilidad pública de sus contenidos,
bien en su diseño y desarrollo, bien en la redacción del borrador o en la revisión del artículo y su aprobación final.
f) Asegurarse que las citas bibliográficas sean apropiadas y exactas, sin asignarles inferencias falsas ni sugerir
conclusiones que no pudieran ser extraídas de ellas. Tampoco deben citar referencias de artículos que no hubieran
sido aceptados para publicación o no hubieran manejado personalmente.
a) Someter a evaluación todos los artículos científicos remitidos para publicación mediante algún procedimiento de
arbitraje anónimo.
b) Asegurar que el proceso de arbitraje sea justo e imparcial, evitando todo tipo de prejuicios y valoraciones injustas.
c) Mantener la confidencialidad de la correspondencia sobre los artículos recibidos hasta que hayan sido publicados.
d) Asegurar que la información contenida en los artículos recibidos no sea difundida a terceros, con la excepción de
los árbitros, y que éstos no la puedan utilizar en su propio provecho cuando les fuera útil.
e) Otorgar a los autores el derecho a apelar contra la devolución de un artículo, y aceptar sus planteamientos cuando
estuvieran justificados.
f) Publicar los artículos tan pronto como sea posible, no dando preferencias injustificadas a unos sobre otros, ni
ejercer vetos.
g) Comunicar a los autores cualquier cambio editorial realizado en el artículo antes de su publicación, respetándoles
el derecho a rechazarlo si consideraran que los cambios realizados distorsionan sus hallazgos o resultados.
i) No denegar el permiso para la reproducción de artículos (debidamente identificados) en otras Revistas, siempre y
cuando la reimpresión tenga el exclusivo propósito de divulgar los hallazgos a un público que, de otra manera, no
podría acceder a ellos.
Los árbitros, evaluadores o revisores, de las Revistas científicas de la Institución tienen el deber de:
a) Guardar secreto de todos los hallazgos recogidos en los artículos que les sean enviados para revisión hasta que
sean publicados, y no utilizar jamás la información obtenida por su función de revisión sin permiso de los autores.
b) Valorar con objetividad y exactitud los artículos que les sean enviados para revisión.
c) Enviar las evaluaciones de los artículos en un tiempo razonable, o devolverlos inmediatamente al Director si no
pudieran evaluarlos.
a) Siempre y cuando se cumplan los objetivos y funciones de la revista han de garantizar que los Directores
dispongan de la libertad editorial especificada por el Editor y aceptada por el mismo Director, de forma que ésta no
afecte a la publicación de material que pudiera ser calificado como libelo o difamatorio,
b) No alentar la publicación de propaganda encubierta en los editoriales y artículos. Todo material publicitario debe
estar claramente identificado como tal.
c) No acceder a la publicación de editoriales y artículos como parte del patrocinio de la revista por una empresa
externa.
2- La Institución correspondiente ha de esforzarse por conseguir que las normas ético-deontológicas de éste Código
sean respetadas y protegidas por la Ley.
3- Los directivos de la Institución correspondiente están obligados a mantener la unidad deontológica de todos sus
miembros.
4- La institución correspondiente debe impulsar entre todos los dentistas el conocimiento y aplicación en su ejercicio
de los principios de ética profesional.
1- La institución correspondiente se obliga a mantener al día el contenido de este Código, revisándolo, adaptándolo
y actualizándolo, como mínimo, cada dos años, salvo nuevos o urgentes planteamientos.
2- Para hacer más eficaz la promoción y desarrollo de los principios éticos que han de informar la conducta
profesional, publicará oportunamente el texto de los artículos nuevos o modificados, así como los dictámenes que
otras instituciones puedan incorporar
Las dudas, litigios o controversias por cuestiones éticas y deontológicas deben resolverse a nivel local por las
Comisiones Deontológicas de las Instituciones correspondientes y siempre bajo la interpretación de éste Código.
ANEXO
Número de matricula.
Dirección laboral.
Identificación del paciente, bien con nombre y apellidos, bien con un código (p. ej., el número de historia;).
Tipo(s) de prótesis que se prescriben (completa, parcial removible, esquelética o profiláctica, fija, etc.).
Material complementario de la prescripción que se adjunta (entre el que preceptivamente figurarán los modelos o
impresiones; también se considera material complementario todos aquéllos útiles e instrumentos que permitan la
transferencia de información protética al laboratorio fabricante, como planchas base, articulador, soportes split-cast
y platinas con modelos montados, arco facial con registro cráneo-maxilar, registros intermaxilares, registros
oclusales excéntricos, llaves de oclusión, etc.).
Indicaciones para el diseño (puede ser estándar, en cuyo caso es imprescindible esta indicación, sin necesidad de
más aclaración, o expresar encargos concretos, sin obligación de relatar si obedecen a razones biológicas o al criterio
profesional del dentista).
Materiales de fabricación (como mínimo, con términos genéricos, como oro, aleaciones semipreciosas, aleaciones de
cromo-cobalto o cromo-níquel, cerámica, acrílico, etc.; puede también especificarse la marca comercial).
Datos sobre los dientes (color y caracterizaciones, forma, tamaño, tipo, etc.).