Curso de Lingüística General

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CURSO DE LINGÜÍSTICA GENERAL – Ferdinand de Saussure.

1
La materia de la lingüística está constituida por todas las manifestaciones del lenguaje humano. TODAS
LAS FORMAS DE EXPRESION.

Su relación con otras ciencias (como la antropología, la prehistoria, la etnografía, entre otras) es tan
estrecha que tan pronto toman datos de ella como se los proporcionan y no siempre sus límites son
muy claros.

La tarea de la lingüística es: - hacer la descripción y la historia de todas las lenguas (de las familias de
lenguas y de las lenguas madres de cada familia) – buscar fuerzas que entren en juego de manera
permanente y universal, y decidir las leyes generales – delimitarse y definirse ella misma.

El fenómeno lingüístico (EL LENGUAJE) presenta dos caras que se corresponden. El lenguaje tiene un
lado individual (EL HABLA) y un lado social (LA LENGUA), y no se puede percibir uno sin el otro. Además,
es multiforme y heteróclito. En cuanto al sonido no es más que el instrumento del pensamiento y no
existe por sí mismo. No es el que hace al lenguaje. Es más, la cuestión del aparat+o vocal es totalmente
secundario en el problema del lenguaje.

El objeto de estudio de un lingüista es LA LENGUA ya que, según Saussure, es la única que es


susceptible a una definición autónoma. Es un sistema de signos distintos que corresponden a ideas
distintas, en el que solo es esencial la unión de un concepto y la imagen acústica y donde las partes del
signo son igualmente psíquicas. El valor de esos signos es puramente diferencial, definido no
positivamente por su contenido, sino negativamente por sus relaciones con los otros términos del
sistema. Su más exacta característica es la de ser lo que los otros no son.

Podemos encontrar a la lengua en una parte determinada del circuito lingüístico donde una imagen
acústica se asocia con un concepto. Es el lenguaje menos el habla.
La lengua es un producto social de la facultad del lenguaje, un conjunto de hábitos lingüísticos que
permiten a un sujeto comprender y hacerse comprender. Es totalmente exterior al individuo, el cual la
incorpora a través de la herencia, quien por sí solo no podría ni crearla ni modificarla.

LA LENGUA NO ES UNA NOMENCLATURA.


EL HABLA es el producto de un acto individual de voluntad e inteligencia. Se dice que es accesorio
porque estaría en segundo lugar con respecto a la importancia y accidental porque es variable y
cambiante, incluso dentro de un mismo individuo. Es observable. El habla solo es posible si hay una
lengua en común.
El lugar de la lengua en los hechos del leguaje:
Para poder situarla en el conjunto del lenguaje primero es necesario situarse en el acto individual que
permite reconstruir el circuito de la palabra. Este acto supone por lo menos dos individuos. El punto de
partida de dicho circuito está en el cerebro de uno de ellos donde los conceptos están asociados con las
imágenes acústicas que sirven a su expresión. Seguidamente, el cerebro transmite a los órganos de la
fonación un impulso correlativo a la imagen, luego las ondas sonoras se propagan de la boca de A al
oído de B (proceso puramente físico). Seguidamente, sigue B en un orden inverso: del oído al cerebro.
Es necesario añadir una facultad de asociación y de coordinación, es la que desempeña el primer papel
en la organización de la lengua como sistema. Para poder comprenderlo, hay que situarse en el carácter
social de la lengua. No en la parte física, y no en la parte psíquica, y debemos saber separarla el habla.
La lengua, en este circuito no es más que la imagen acústica la cual puede ser traducida en una imagen
visual constante.

LA SEMIOLOGIA

Es la ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social (la lingüística no es más que
solo una parte de esta ciencia). Nos enseña en qué consisten los signos y cuáles son las leyes que los
gobiernan, leyes que luego podrán ser aplicadas a la lingüística. Su objeto es la lengua. Para hacer
posible su estudio es necesario dejar a todos los demás factores lingüísticos en segundo plano.

2
EL SIGNO LINGUISTICO

Llamamos SIGNO a una entidad biplanica que se puede caracterizar de naturaleza psíquica. Es la
combinación de un concepto con la imagen acústica. Esta combinación no es una suma sino una
asociación.

Concepto
SIGNIFICADO
Imagen acústica SIGNIFICANTE

Lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un nombre sino un concepto y una imagen acústica. La
imagen acústica no es el sonido material, cosa puramente física, sino su huella psíquica. Esa imagen es
sensorial. El carácter psíquico de nuestras imágenes acústicas aparece claramente cuando observamos
nuestra lengua materna. Sin mover los labios ni la lengua podemos hablarnos a nosotros mismos o
recitarnos un poema mentalmente.

El signo lingüístico posee dos caracteres primordiales:


1) Arbitrariedad: La relación entre un significado y un significante es totalmente arbitraria, no hay
vinculo natural que justifique el hecho de usar una palabra y no otra. Es una convención social, la
lengua lo determina y lo hereda.
2) No es el caso de los símbolos, ellos tienen por carácter no ser nunca completamente arbitrarios,
no están vacíos: hay un rudimento de vinculo natural entre el significado y el significante. Ejemplo
de el símbolo de la justicia, la balanza.
3) Carácter lineal: El significante por ser de naturaleza auditiva, necesita del factor tiempo.
Representa una extensión, y esa extensión es mensurable en una sola línea. Los significantes
acústicos no disponen más que de la línea del tiempo, sus elementos de forman uno tras otro en
forma de cadena. Este carácter se destaca inmediatamente cuando lo representamos por medio
de la escritura, en donde la sucesión en tiempo es sustituida por la línea espacial de los signos
gráficos.

3
MUTABILIDAD E INMUTABILIDAD DEL SIGNO

Son propiedades de los cuales uno puede dar cuenta depende del punto de vista.
Inmutabilidad: Se da en un corte sincrónico en un momento determinado de cualquier época.
El significante escogido por una lengua no podría ser reemplazado, esto corresponde a la resistencia de
la inercia colectiva a toda innovación lingüística, ya que la lengua es, en cada momento, asunto de todo
el mundo; difundida por una masa y manejada por ella, es una cosa de la que todos los individuos
hacen uso todo el día. Y ya que todos y cada uno participamos en ella en todo momento, la lengua
sufre sin cesar la influencia de todos. Forma cuerpo con la vida de la masa social, y al ser de naturaleza
inerte aparece ante todo como un factor de conservación. Aclaramos que esta masa social actúa en
función del tiempo.
Otras características de la inmutabilidad del signo: la lengua es constituye un sistema de mecanismo
muy complejo, el cual muchas veces es ignorado por los propios individuos que hacen uso de ella, y el
cual solo puede ser captado mediante la reflexión. Los signos lingüísticos son innumerables, por eso no
se puede crear una lengua como se puede crear un sistema de escritura.

Mutabilidad del signo: “el principio de la alteración se funda en el principio de la continuidad”, esto
quiere decir que la continuidad implica necesariamente la alteración, el desplazamiento más o menos
considerable de las relaciones.

El tiempo puede alterar más o menos rápidamente los signos lingüísticos, dicha alteración, ya sea en los
cambios fonéticos del significante o los cambios del sentido que afectan el concepto del significado,
conducen a un desplazamiento de la relación entre el significado y significante.
En este carácter tiene mucho que ver con la arbitrariedad del signo, ya que no hay razón lógica que una
un significante y un significado, la lengua evoluciona. No hay ejemplo de lengua alguna que resista a
dicha evolución. Al cabo de cierto tiempo se pueden comprobar desplazamientos sensibles.

4
Tenemos que partir de la totalidad de la lengua donde todos los signos lingüísticos son solidarios entre
sí, es decir que están interrelacionados. Esta interrelación tiene carácter opositivo, esa oposición crea
diferencias y esas diferencias son el valor lingüístico.
El valor lingüístico considerado como un concepto tiene dos formas de dar valor:
1°por trocar / 2° por comparar.

Del mismo modo que una palabra puede trocarse por algo desemejante: una idea, además, puede
comprarse con otra cosa de la misma naturaleza: otra palabra.
Su valor no estará fijado mientras nos limitemos a consignar con que se puede ‘trocar’ cual o tal
concepto, hace falta además comprarla con los valores similares, con las otras palabras que se pueden
oponer.

Ejemplo:
- Para determinar lo que vale un billete de 5 pesos hay que saber:
1° que se lo puede trocar por una cantidad determinada de una cosa diferente, como caramelos;
2° que se lo puede comparar con un valor similar del mismo sistema, por ejemplo, un billete de 10
pesos o con una moneda de otro sistema.

El valor lingüístico considerado por su aspecto material: lo que importa en la palabra no es el sonido
por sí mismo, sino las diferencias fónicas que permiten a esa palabra ser distinguida de todas las demás,
pues son esas diferencias las que llevan la significación.
El significante está constituido por las diferencias que separan su imagen acústica de las demás.
En el caso de la escritura, en el valor material, el valor de las letras será negativo y diferencial. (no hay
relación entre la letra T y el sonido correspondiente ‘te’, es arbitrario. Además, una misma letra puede
ser escrita de diferentes formas depende la tipografía, pero lo esencial es que NO SE CONFUNDA CON
OTRA LETRA) Y el valor de la escritura se da por oposición recíproca ente los elementos de un mismo
sistema.

El valor lingüístico considerando su totalidad se logra oponiendo los signos del sistema, ya que
podemos dar cuenta que en la lengua no hay más que diferencias. Ejemplo: blanco/negro.
5
Relaciones sintagmáticas: Es una cadena de signos los cuales están en presencia uno del otro. Son la
consecuencia del carácter lineal del significante, que excluye la posibilidad de pronunciar dos
elementos a la vez. Estas cadenas que se apoyan en la extensión se pueden llamar sintagmas, el cual se
compone de dos o más unidades consecutivas: re-leer, re-flexionar, la vida humana, Dios es bueno, etc.
Como vemos en los ejemplos, la noción de sintagma no solo se aplica a las palabras, sino también a los
grupos de palabras, a las unidades complejas de toda dimensión y de toda especie (palabras
compuestas, derivadas, miembros de oración, oraciones enteras)
Relaciones asociativas: Las palabras que ofrecen algo en común se asocian en la memoria. Estas
relaciones están vinculadas a una lógica de asociación libre, como colores o sonidos, la organización del
diccionario es un buen ejemplo. Los signos en estas relaciones están ausentes uno del otro. Los
términos de una familia asociativa no se presentan ni en número definido ni en un orden determinado.

6
Lingüística evolutiva o diacrónica: estudiara las relaciones que ligan términos sucesivos no percibidos
por una misma conciencia colectiva, y que se construyen unos a otros sin formar un sistema entre sí, es
decir que va a estudiar la evolución, como su nombre lo indica, de la lingüística, la historia. distingue
dos perspectivas: una prospectiva y una retrospectiva. Está ligada a la mutabilidad del signo.
Lingüística estática o sincrónica: se ocupará de las relaciones lógicas y psicológicas que vinculan
términos coexistentes y que forman sistemas, tales como los percibe la misma conciencia colectiva. No
conoce más que una perspectiva, la de los sujetos hablantes. Y todo su método consiste en reconocer
su testimonio, para saber en qué medida una cosa es una realidad, será preciso y bastará en qué
medida existe para la conciencia de los sujetos. Está ligada a la inmutabilidad del signo.

Las palabras y las cosas- resumen


LAS PALABRAS Y LAS COSAS
M. FOUCAULT
El prefacio comienza haciendo referencia a un texto de Borges el cual cita una clasificación de animales
en base a una enciclopedia. A raíz de esto intenta analizar cuál es el orden de las cosas, en base a qué
lugar común se establecen las distintas categorías de Orden. Afirma que no se puede hacer ninguna
taxonomía desde un criterio universal de verdad.
En la historia de las ciencias, en una cultura y época dada, hay siempre un orden regulador del saber, es
decir existe todo un sistema que subyace y regula el saber (un orden mudo). Este orden mudo es el que
posibilita la constitución del saber, la producción del conocimiento científico en cada época.
Lo que tratará de analizar, es de qué manera a partir del siglo XVI se ha manifestado en nuestra cultura,
que hay un orden y que tiene leyes. Que modalidades del orden han sido reconocidos, puestos,
anudados con el espacio y el tiempo para formar “los conocimientos”. Lo que se intenta sacar a luz es el
campo epistemológico, la episteme que condiciona y regula las producciones científicas. Episteme: Son
todas las relaciones que han existido en determinada época entre los diversos campos de las ciencias.
Todos los fenómenos de relaciones entre las ciencias o entre los diversos “discursos” en los distintos
sectores científicos.
Más que una historia, lo que trata de realizar Foucault es una Arqueología del saber (aquello que da
cuenta de las formas más profundas de la cultura). La arqueología tratara de investigar esa episteme
que condiciona y configura las diversas formas de conocimiento empírico Esta investigación
arqueológica muestra dos grandes discontinuidades en la episteme de la cultura occidental:
1- Aquella con la que se inaugura la época clásica (S.XVII) enfocado en el análisis entre la teoría de
la representación y las del lenguaje.
2- 2- Aquella que a principios del S.XIX señala el umbral de nuestra modernidad, tomando al
hombre como objeto de estudio.
Al hacer esta investigación entre estas dos edades, hace un análisis de las ciencias naturales, la
lingüística y la economía, planteando que es posible encontrar en ellas una similitud, a pesar de ser tan
diversos. Esto que tiene en común está a nivel inconsciente del discurso científico y lo llamará
“Inconsciente Positivo del Saber”. Es decir, tratará de traer a la luz, de poner en relieve, o de forma
consciente, aquella similitud que tenían ambas ciencias, y que hasta el momento no se sabía o no se
tenía en cuenta, es decir, se mantenía en forma inconsciente. Lo que tenían en común estas tres
ciencias, es que utilizaban los mismos modos para producir el conocimiento, es decir, utilizar las mismas
reglas para definir objetos propios de su campo de estudio, para formar conceptos y construir teorías.
Las nociones establecidas por Foucault, son de gran importancia para el estudio de la historia de la
psicología. Por medio de la Arqueología, puede dar cuenta de los cambios de episteme que hubo en
esta ciencia, en las diferentes épocas y como estas estaban determinadas por el tiempo en que se
encontraban y la cultura.
Las prácticas discursivas de las ciencias, pueden parecer libres, pero se hallan fuertemente
condicionadas por las estructuras epistemológicas. A su vez, estos conocimientos darían lugar a las
diversas direcciones que fue tomando esta ciencia. La arqueología es el método que le permitirá definir
el modo en que las ciencias sociales, se han constituido, entre ellas la psicología. Propone la
representación como reordenamiento del saber, la que dará lugar al surgimiento de esta como
disciplina científica. Es decir, al hacer a la ciencia más flexible, incorporaría la ciencia del hombre como
campo del saber científico.

Orden: es la ley interior de las cosas, la red secreta según la cual se miran en cierta forma unas cosas
con otras, que se encuentre impuesto desde el lenguaje. Los cambios en las ciencias sociales, no
significan progreso necesariamente, el sistema de orden que lo rige, es el que cambia.
La aparición de la noción de hombre en la historia de las ciencias, no es casual, también esta
determinado por cambios epistémicos. Su antropología se opone, expresa y abiertamente, a la idea de
ser humano, fundante e incondicionada, propuesta por la humanidad.
Poder: No es algo que limita, sino que produce. Se ejerce y se impone, no como una potencia que dice
NO, sino a través de la producción del saber y de la verdad por la organización de los discursos. Más
que prohibir, el poder gobierna, presenta al individuo alternativas válidas para la acción. Induce,
encausa, produce cosas. Hay que considerarlo como una red productiva, un dispositivo que pasa a
través de todo cuerpo social, en lugar de ser una instancia negativa aquí tiene por función reprimir
Arqueología del saber
En su obra “Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas” publicada en 1966
Foucault va a tratar la historia del orden de las cosas (historia de lo Mismo). El autor se va a centrar en
el ámbito discursivo. Su tema central, como reza el subtítulo, es preguntarse por la emergencia en el
saber del objeto hombre y por la configuración de unas ciencias humanas. Tal cuestión significa
enfrentarse con la idea de que el hombre, tal como funciona en nuestro saber, sea la más antigua
preocupación humana desde los griegos. Además, la historia se convierte en un proceso sin sujeto ni
fines en la que el hombre es un efecto de la red de relaciones que lo constituyen.
La investigación abarca del Renacimiento a nuestros días, estudiando tres grandes epistemes
(discontinuidades): Renacimiento, época clásica (mediados XVII a fines del XVIII) y el período
inaugurado en el XIX.En el Renacimiento, en un mundo mágico y analógico, reina el orden de la
semejanza, todo consiste en descifrar y buscar semejanzas entre órdenes diferentes; ciertos signos
(signaturas) nos permiten reconocer similitudes.
En el Quijote de la Mancha, de Cervantes, aparece con claridad esa ruptura que terminó por desalojar a
la semejanza y permitió tejer la red del lenguaje desde la función de la representación. En la primera
parte del libro -aparecida en 1605- Don Quijote sale al mundo en busca de semejanzas, de identidades.
Busca leer, en el mundo, los signos de la escritura.
Los libros de caballerías le sirven de guía. Pero, su fracaso es testimonio de que ya no hay ajuste entre
las palabras y las cosas. Al volver, en la segunda parte, ya se toma a sí mismo como objeto. Don Quijote
es ya una realidad, ha tomado cuerpo en el lenguaje. Surge así, en la literatura del Siglo XVII, el “poder
representativo del lenguaje”. Por ello dice Foucault que la novela cumbre de Cervantes es la primera de
las obras modernas. Allí, el lenguaje se toma a sí mismo como objeto y su función es ahora
“representar” el mundo. El loco (Don Quijote) es aquél que añora el imperio de la semejanza.
El “saber clásico” en palabras de Foucault, adquiere a partir del surgimiento de la representación, una
función. No es, como habitualmente se entiende, un saber mecanicista, tampoco racionalista. Está
ligado, más bien, a la función de mathesis, en tanto “ciencia universal de la medida y del orden”. No se
trata de tematizar las relaciones entre las cosas del mundo. Se trata aquí de un ordenamiento de las
relaciones entre los seres del mundo. A partir de esto comenzarán a surgir, casi a germinar, una serie de
dominios del saber que no existían hasta entonces.
Aparecerán –según expresa Foucault- la gramática general, la historia natural y el análisis de las
riquezas. Son, todas ellas, ciencias del orden: una el dominio de los seres, otra en el de las palabras y la
última en el de las necesidades.
Estas tres ciencias no funcionan si no a condición de hacer figurar las realidades sensibles en un
discurso ordenado, sin aparecer la génesis o modo de producción y evolución.
A finales del siglo XVIII se produce en los anteriores campos del saber una mutación que asigna un
cambio de episteme, dando lugar al triedro del saber moderno: filología (lenguaje), biología (vida) y
economía política (trabajo). Se constituye la Historia como objeto de saber, como condición de
posibilidad de nuevos dominios empíricos.
Pero es, sin duda, la representación, una condición de posibilidad de su aparición y del advenimiento
correlativo de las ciencias sociales. Al introducir un muro –a decir de Lacan- entre el sujeto y el mundo,
al disociar palabras y entes, ha establecido una condición fundamental para que las cosas puedan
“representarse”.
La historia del saber o la llamada historia de las ideas pretenden recoger lo que se ha dicho en orden
sucesivo, situándose a nivel de superficie visible de las cosas. Foucault pretende colocar su discurso en
un orden más profundo, aquel que hace posible emerger toda forma de saber. A este método lo llama
arqueología (evocando aquí las ideas de excavación y registro), como técnica para descubrir lo que en
una época dada es decible, lo que está por debajo de las ciencias, las concepciones no enunciadas
explícitamente que constituyen las condiciones del saber. Si entendiéramos por archivo, como quiere
Foucault, el juego de reglas que determinan en una cultura la aparición y desaparición de los
enunciados y objetos que el saber fabrica, su actividad cabría llamarla de archivista.

El inconsciente positivo del saber


Foucault, al hacer un análisis de las ciencias naturales, la lingüística y la economía, plantea que es
posible encontrar en ellas una similitud a pesar de ser tan diversas (isomorfismo). A eso que tienen en
común estas ciencias, que se encuentra a nivel inconsciente del discurso científico Foucault llamara
Inconsciente positivo del saber. Lo similar en ellas es que utilizaron las mismas reglas para definir
objetos propios de sus campos de estudio, para formar conceptos y construir teorías. Es decir, que estas
tres ciencias utilizaron los mismos modos para producir conocimiento.
Un estudio arqueológico de la historia de las ciencias, dará cuenta de las reglas de formación de estas
producciones científicas. Entendiendo por arqueología el introducirse en lo profundo de cada cultura.
De esta manera, tratará de investigar cual es la episteme que condiciona y regula las producciones
científicas. La episteme estructura los diversos campos de saber de determinada época y son todas
aquellas relaciones que han existido en una época entre los distintos campos de la ciencia, o los
diferentes discursos en los sectores sociales de aquella.
La arqueología del saber se ocupa del estudio de las epistemes, captando la sucesión de las mismas en
su devenir, lo que no implica ni progreso ni sentido alguno.
Podemos asociar el el concepto de “inconsciente positivo del saber “con la forma de ejercer el poder
implícita en cada época. Foucault va a decir que el poder se ejerce y se impone no por el ejercicio de la
fuerza sino por la producción del saber, de la verdad y por la organización de los discursos.
Lo que hace que el poder se sostenga, que sea aceptado, es esencialmente que no pesa sólo como
potencia que dice “no”, sino que cala de hecho, produce cosas, induce placer, forma saber, y produce
discursos. Hay que considerarlo como una red productiva que pasa a través de todo cuerpo social en
lugar de ser una instancia negativa que tiene por función reprimir.
Importancia de Foucault en la historia de la psicología
En el texto “La psicología de 1850 a 1950”, Foucault hace un análisis sobre la Historia de la Psicología,
desde sus inicios hasta nuestros días.
El texto comienza haciendo referencia a que la psicología del siglo XIX heredo la preocupación por
alinearse con las ciencias de la naturaleza y por reencontrar en el hombre la prolongación de las leyes
que rigen los fenómenos naturales.
Así es como el destino de esta psicología, que quiso ser un conocimiento positivo, vino a descansar
sobre dos postulados filosóficos: que la verdad del hombre se agotaba en su ser natural y que el camino
de todo conocimiento científico debía pasar por la determinación de vínculos cuantitativos, la
construcción de hipótesis y la verificación experimental.
Siguiendo al autor, toda la historia de la psicológica, hasta mediados del siglo XX, es la historia paradojal
de las contradicciones entre ese proyecto y estos postulados; por perseguir el ideal del rigor y la
exactitud de las ciencias de la naturaleza fue llevada a renunciar a sus postulados. La idea de un
precisión objetiva y casi matemática en el dominio de las ciencias humanas no es aceptable si el
hombre mismo no es más del orden de lo natural. De modo que la psicología se obligó a sí misma, en el
curso de su historia, a una renovación total y al descubrir un nuevo status del hombre, se impuso a sí
misma como ciencia un estilo nuevo.
Para el autor, La renovación radical de la psicología como ciencia del hombre, no es, por lo tanto, solo
un hecho histórico cuyo desarrollo pueda situarse en los últimos cien años; es una tarea incompleta
que queda por cumplir y en ese sentido, permanece a la orden del día.
Foucault hace referencia a que la psicología, en su afán de desprenderse de la filosofía va a convertirse
en una psicología que va a tomar el método de las ciencias naturales. Pero dirá que la psicología del
siglo XX tendrá que separarse necesariamente de este método intentando ver ,en la conducta humana,
el actuar del hombre como un objetivo. Se refiere a que el hombre no es solamente naturaleza. Es ese
nuevo status el que tendrá que sostener, al referirse a los objetivos que se manifiestan cuando el
hombre actúa, habla, atribuyéndole un significado, un sentido. Lo significativo es una equivalencia, por
esta razón la psicología va a buscar respuestas a estas significaciones regidas en la conducta y
comportamientos del hombre y va a buscar una idea de ser humano, no solamente visto desde el
aspecto de la psicología.
Foucault expresa que todas las escuelas van a decir algo sobre las acciones humanas. Estas van a tener
un significado según cada escuela y desde allí se ira poniendo en duda o cuestionando, el método de las
ciencias naturales como referencia para las actividades de la psicología del siglo XX ¿marcadas por una
reflexión lingüística?
Se puede decir que la psicología contemporánea es en su origen, un análisis de lo anormal, de lo
patológico, de lo conflictivo, una reflexión sobre las contradicciones del hombre consigo mismo. Y si se
transformó en un psicología de lo normal, de lo adaptativo, de lo ordenado, es de una manera
secundaria, como un esfuerzo por dominar esas contradicciones.
El problema de la psicología contemporánea –que es para ella un problema de vida o muerte – es el de
saber en qué medida es capaz efectivamente de dominar las contradicciones que la hicieron nacer, a
partir de ese abandono de la objetividad naturalista que parece ser su otro rasgo destacado. Esta es la
pregunta que la historia de la psicología debe responder por sí misma.

LAS PALABRAS Y LAS COSAS


M. FOUCAULT
El prefacio comienza haciendo
referencia a un texto de Borges el
cual cita una clasificación de
animales en base a una enciclopedia.
A raíz de esto intenta analizar cuál
es el orden de las cosas, en
base a qué lugar común se
establecen las distintas categorías de
Orden. Afirma que no se puede
hacer ninguna taxonomía desde un
criterio universal de verdad.
En la historia de las ciencias, en una
cultura y época dada, hay siempre
un orden regulador del saber,
es decir existe todo un sistema que
subyace y regula el saber (un orden
mudo). Este orden mudo es
el que posibilita la constitución del
saber, la producción del
conocimiento científico en cada
época.
Lo que tratará de analizar, es de qué
manera a partir del siglo XVI se ha
manifestado en nuestra
cultura, que hay un orden y que
tiene leyes. Que modalidades del
orden han sido reconocidos,
puestos, anudados con el espacio y
el tiempo para formar “los
conocimientos”. Lo que se intenta
sacar a luz es el campo
epistemológico, la episteme que
condiciona y regula las
producciones
científicas. Episteme: Son todas las
relaciones que han existido en
determinada época entre los
diversos campos de las ciencias.
Todos los fenómenos de relaciones
entre las ciencias o entre los
diversos “discursos” en los distintos
sectores científicos.
Más que una historia, lo que trata de
realizar Foucault es una
Arqueología del saber (aquello que
da
cuenta de las formas más profundas
de la cultura). La arqueología tratara
de investigar esa episteme
que condiciona y configura las
diversas formas de conocimiento
empírico Esta investigación
arqueológica muestra dos grandes
discontinuidades en la episteme de
la cultura occidental: 1-
Aquella con la que se inaugura la
época clásica (S.XVII) enfocado en
el análisis entre la teoría de la
representación y las del lenguaje. 2-
Aquella que a principios del S.XIX
señala el umbral de nuestra
modernidad, tomando al hombre
como objeto de estudio.
Al hacer esta investigación entre
estas dos edades, hace un análisis de
las ciencias naturales, la
lingüística y la economía,
planteando que es posible encontrar
en ellas una similitud, a pesar de ser
tan diversos. Esto que tiene en
común está a nivel inconsciente del
discurso científico y lo llamará
“Inconsciente Positivo del Saber”.
Es decir, tratará de traer a la luz, de
poner en relieve, o de forma
consciente, aquella similitud que
tenían ambas ciencias, y que hasta el
momento no se sabía o no se
tenía en cuenta, es decir, se
mantenía en forma inconsciente. Lo
que tenían en común estas tres
ciencias, es que utilizaban los
mismos modos para producir el
conocimiento, es decir, utilizar las
mismas reglas para definir objetos
propios de su campo de estudio,
para formar conceptos y construir
teorías.
Las nociones establecidas por
Foucault, son de gran importancia
para el estudio de la historia de la
psicología. Por medio de la
Arqueología, puede dar cuenta de
los cambios de episteme que hubo
en
esta ciencia, en las diferentes épocas
y como estas estaban determinadas
por el tiempo en que se
encontraban y la cultura.
Las prácticas discursivas de las
ciencias, pueden parecer libres, pero
se hallan fuertemente
condicionadas por las estructuras
epistemológicas. A su vez, estos
conocimientos darían lugar a las
diversas direcciones que fue
tomando esta ciencia. La
arqueología es el método que le
permitirá
definir el modo en que las ciencias
sociales, se han constituido, entre
ellas la psicología. Propone la
representación como
reordenamiento del saber, la que
dará lugar al surgimiento de esta
como
disciplina científica. Es decir, al
LAS PALABRAS Y LAS COSAS
M. FOUCAULT
El prefacio comienza haciendo
referencia a un texto de Borges el
cual cita una clasificación de
animales en base a una enciclopedia.
A raíz de esto intenta analizar cuál
es el orden de las cosas, en
base a qué lugar común se
establecen las distintas categorías de
Orden. Afirma que no se puede
hacer ninguna taxonomía desde un
criterio universal de verdad.
En la historia de las ciencias, en una
cultura y época dada, hay siempre
un orden regulador del saber,
es decir existe todo un sistema que
subyace y regula el saber (un orden
mudo). Este orden mudo es
el que posibilita la constitución del
saber, la producción del
conocimiento científico en cada
época.
Lo que tratará de analizar, es de qué
manera a partir del siglo XVI se ha
manifestado en nuestra
cultura, que hay un orden y que
tiene leyes. Que modalidades del
orden han sido reconocidos,
puestos, anudados con el espacio y
el tiempo para formar “los
conocimientos”. Lo que se intenta
sacar a luz es el campo
epistemológico, la episteme que
condiciona y regula las
producciones
científicas. Episteme: Son todas las
relaciones que han existido en
determinada época entre los
diversos campos de las ciencias.
Todos los fenómenos de relaciones
entre las ciencias o entre los
diversos “discursos” en los distintos
sectores científicos.
Más que una historia, lo que trata de
realizar Foucault es una
Arqueología del saber (aquello que
da
cuenta de las formas más profundas
de la cultura). La arqueología tratara
de investigar esa episteme
que condiciona y configura las
diversas formas de conocimiento
empírico Esta investigación
arqueológica muestra dos grandes
discontinuidades en la episteme de
la cultura occidental: 1-
Aquella con la que se inaugura la
época clásica (S.XVII) enfocado en
el análisis entre la teoría de la
representación y las del lenguaje. 2-
Aquella que a principios del S.XIX
señala el umbral de nuestra
modernidad, tomando al hombre
como objeto de estudio.
Al hacer esta investigación entre
estas dos edades, hace un análisis de
las ciencias naturales, la
lingüística y la economía,
planteando que es posible encontrar
en ellas una similitud, a pesar de ser
tan diversos. Esto que tiene en
común está a nivel inconsciente del
discurso científico y lo llamará
“Inconsciente Positivo del Saber”.
Es decir, tratará de traer a la luz, de
poner en relieve, o de forma
consciente, aquella similitud que
tenían ambas ciencias, y que hasta el
momento no se sabía o no se
tenía en cuenta, es decir, se
mantenía en forma inconsciente. Lo
que tenían en común estas tres
ciencias, es que utilizaban los
mismos modos para producir el
conocimiento, es decir, utilizar las
mismas reglas para definir objetos
propios de su campo de estudio,
para formar conceptos y construir
teorías.
Las nociones establecidas por
Foucault, son de gran importancia
para el estudio de la historia de la
psicología. Por medio de la
Arqueología, puede dar cuenta de
los cambios de episteme que hubo
en
esta ciencia, en las diferentes épocas
y como estas estaban determinadas
por el tiempo en que se
encontraban y la cultura.
Las prácticas discursivas de las
ciencias, pueden parecer libres, pero
se hallan fuertemente
condicionadas por las estructuras
epistemológicas. A su vez, estos
conocimientos darían lugar a las
diversas direcciones que fue
tomando esta ciencia. La
arqueología es el método que le
permitirá
definir el modo en que las ciencias
sociales, se han constituido, entre
ellas la psicología. Propone la
representación como
reordenamiento del saber, la que
dará lugar al surgimiento de esta
como
disciplina científica. Es decir, al

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