Antígeno Helicobacter Pylori en Heces A Pacientes Asintomáticos y Su Relación Con El Diagnóstico Clínico Oportuno
Antígeno Helicobacter Pylori en Heces A Pacientes Asintomáticos y Su Relación Con El Diagnóstico Clínico Oportuno
Antígeno Helicobacter Pylori en Heces A Pacientes Asintomáticos y Su Relación Con El Diagnóstico Clínico Oportuno
INSTITUTO DE POSGRADO
TEMA:
AUTORES:
TUTOR:
JIPIJAPA-MANABI-ECUADOR
2022
INTRODUCCION
La infección por Helicobacter pylori sigue siendo un importante problema sanitario en
todo el mundo, ya que la úlcera péptica y el cáncer gástrico que produce tienen una
morbimortalidad considerable. La carga de la enfermedad reincide de forma
desproporcionada en las poblaciones con menos recursos. Como ocurre con la mayoría
de las enfermedades infecciosas, el mayor impacto en la reducción de esta carga
depende de mejoras en las condiciones socioeconómicas que interrumpen la
transmisión. Esto se ha observado en muchas regiones del mundo, pero la prevalencia
de la infección sigue siendo alta sobre todo en regiones en las que esa mejora del nivel
de vida es lenta.
La infección por H. pylori exhibe además una prevalencia muy elevada, con un
promedio global de 44,3%, pero oscilando entre 8,9% y 89,7% en distintas regiones
internacionales, especialmente en relación con el estatus socioeconómico y las
condiciones sanitarias y de urbanidad(2). Esto responde a la biología natural de este
patógeno, el cual más frecuentemente se transmite vía oral-oral o fecal-oral entre
miembros familiares. Una vez ha transitado hasta la luz gástrica, H. pylori se localiza de
manera preferencial en regiones como el antro y cuerpo del estómago, donde puede
adaptarse con facilidad al ambiente altamente ácido y puede establecer una infección
persistente(3). La gran mayoría de la morbilidad asociada a H. pylori deriva de esta
tendencia a la cronificación; siendo clásicas en este sentido las patologías
gastroduodenales, en particular relacionadas con la dispepsia, incluyendo gastritis,
úlceras pépticas, enfermedad por reflujo gastroesofágico y el cáncer gástrico (CG)(4).
Este último es especialmente relevante, en tanto permanece como un problema
prioritario para la salud pública mundial, actualmente correspondiendo al tercer lugar en
mortalidad relacionada con cáncer, y siendo responsable por más de 700.00 muertes
anualmente. Más allá de esto, la H. pylori se ha vinculado con varias otras
complicaciones extragástricas, magnificando su impacto sobre la salud general. Estas
engloban las enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y hepáticas,
numerosas alteraciones hematológicas, e incluso mayor riesgo de complicaciones
durante el embarazo(5). Existen diversos métodos diagnósticos para detectar la
infección por H. pylori, los métodos invasivos más utilizados son la prueba rápida de
ureasa y tinción de Giemsa en biopsias gástricas. El cultivo y las técnicas moleculares
son de gran utilidad para el estudio de presencia de H. pylori y estudios de resistencia
antibiótica, pero suelen estar poco disponibles en los centros de atención en salud. Los
métodos no invasivos más utilizados son la prueba de aire espirado con urea marcada y
antígeno bacteriano en deposiciones(6).
OBJETIVO ESPECÍFICOS
MARCO TEÓRICO
ANTECEDENTES
En el estudio llevado a cabo por Huong y col.,2017(7) con el tema “Evaluación del
desempeño de dos pruebas para la detección de antígeno de Helicobacter pylori en
heces”, se evaluaron 101 muestras de heces de pacientes previamente clasificados como
H. pylori positivos y negativos por las pruebas de referencia de histología y prueba
rápida de la ureasa. La sensibilidad para los sistemas ELISA SD y SD BIOLINE fue de
85,25 % y 75,41 %, respectivamente. La especificidad para ambos fue de 92,50 %. Los
valores predictivos positivos y negativos, los índices de validez de Youden y la
confiabilidad diagnóstica de ambas pruebas fueron satisfactorios. En conclusión, los
sistemas evaluados exhibieron un desempeño comparable con la histología y la prueba
rápida de ureasa para la detección activa de la infección por H. pylori, lo que demuestra
su utilidad para el diagnóstico y el manejo oportuno del paciente, sin la necesidad de
emplear pruebas invasivas.
En el estudio realizado por Javier Lara y col.,2019(9) con el tema “Prevalencia del
Helicobacter pylori mediante antígeno en heces en pacientes sintomáticos del Centro
Ambulatorio en Guayaquil-Ecuador”, de los 10.300 paciente incluidos en este estudio
(5151 femenino y 5149 masculino), Helicobacter pylori fue detectado en 4596 (45%)
p≤ 0.001. La edad promedio fue entre 38 y 58 años. La infección del H. pylori fue
detectado en 55.9% en el género masculino y del 44.1% en pacientes femenino. Se
descarta la hipótesis no hay asociación significativa entre el sexo y las infecciones por
Helicobacter pylori. En conclusión, los hallazgos de este estudio mostraron similar
prevalencia de infección por H. pylori que otros estudios. No existe asociación entre el
sexo y la infección.
En la investigación realizada por Lucas y col., 2020(12) con el tema “Infección Gástrica
y su asociación con Helicobacter Pylori en pacientes que acuden al subcentro de salud
Machalilla”, se realizó el método de inmunocromatográfica en heces, mediante la cual
se determinó el antígeno de Helicobacter pylori el 61,80% de la muestra en estudio se
determinó la presencia de antígeno, el 38,20% no presenta antígenos de Helicobacter
pylori; para la recolección de datos se utilizó encuesta, el factor de riesgo relacionados a
infección gástrica fue lavado de manos antes y después de ir al baño estuvo relacionado
con la presencia de antígeno de Helicobacter pylori represento el 59,6%, el 2,2% si
lavaba sus manos tuvo presencia de antígeno de Helicobacter pylori y el 38,2 era
negativo para antígeno de Helicobacter pylori, concluyendo que en algunos casos es
asintomática.
En el estudio llevado a cabo por Copelli y col.,2019(13) con el tema “La derivación
protocolizada a endoscopía asociada a la detección de Helicobacter pylori mediante
antígeno en deposiciones disminuye lista de espera para endoscopía y optimiza la
detección de lesiones pre-malignas y cáncer gástrico incipiente”, se incluyeron todos los
pacientes derivados a la Unidad de Endoscopia de un hospital regional, se realizaron un
total de 4.641 endoscopias y 2.631 pruebas de antígeno en heces de H. pylori (HPSA).
Tras la adopción de estos protocolos, observamos una disminución del 52% en el
tiempo de espera para la endoscopia. La tasa de detección de GC en este período fue de
1,8 a 3,1 casos por cada 100 endoscopias. Después de la adopción de los protocolos,
observamos un aumento significativo en la tasa de detección temprana de GC (de
ninguna en 2015 a 13% en 2017, p = 0,03). En conclusión, la protocolización de la
derivación para endoscopia asociada al uso generalizado de la prueba HPSA en el
manejo de pacientes con dispepsia, son estrategias exitosas para disminuir las listas de
espera para endoscopia y optimizar la tasa de detección de lesiones preneoplásicas y GC
precoz.
BASE TEÓRICA
Helicobacter pylori
Si bien existen factores de riesgo de infección bien descritos e hipótesis plausibles, aun
no se ha establecido de forma definitiva el modo preciso de transmisión. La mayoría de
las infecciones parecen producirse en la primera infancia, y una minoría de casos se
desarrolla en adultos. Tanto los estudios epidemiológicos como genéticos muestran
fuertes evidencias a favor de una transmisión de persona a persona, sobre todo en el
seno de las familias. Las madres parecen ser especialmente importantes en la
transmisión a sus hijos pequeños. La vía más plausible de ingestión del microrganismo
parece ser gastro-oral u oral-oral. La transmisión fecal-oral parece menos probable, al
menos en los países desarrollados. La cuestión de si la transmisión se produce a través
del agua, los alimentos, los animales domésticos o las moscas sigue siendo objeto de
especulación(24).
Patogénesis
Factores de defensa
Entre los mecanismos innatos de defensa del ser humano contra H. Pylori se encuentra
la catelicidinas, un péptido con actividad antibiótica natural que ha demostrado inhibir y
alterar la membrana bacteriana y reducir el grado de inflamación(25). La interacción
entre la microbiota y H. pylori parece ser también uno de los mecanismos de defensa, en
el cual la comunidad microbiana gástrica podría tener un aparente rol en el buen
funcionamiento del sistema inmune de la mucosa del huésped(26).Esta relación se ha
documentado en pacientes con cáncer gástrico en los cuales la infección por H. pylori
favorece una disbiosis que puede contribuir con la carcinogénesis(27).
Factores de virulencia
Enfermedades Digestivas
El proceso inflamatorio favorecido por la bacteria rara vez produce un cuadro agudo
que se pueda diagnosticar, y más bien en la mayoría de aquellos en que la colonización
persista se van a producir patologías crónicas relacionadas a la inflamación crónica, de
las cuales hasta el 90% permanecen asintomáticos(33). Como agente etiológico,
H.pylori está claramente asociado con la úlcera péptica gástrica y duodenal, con el
linfoma gástrico MALT (del inglés mucosa associates lymphoid tissue) y con el
adenocarcinoma gástrico(34).
Hoy en día se reconoce una correlación entre las regiones donde predomina el proceso
de gastritis crónica y las manifestaciones de la enfermedad, de manera que si la gastritis
predomina a nivel antral se desarrollará con mayor frecuencia la úlcera péptica
duodenal, y si predomina una gastritis de tipo atrófica en el cuerpo del estómago se
asociará con más frecuencia a la úlcera gástrica y al proceso de metaplasia, displasia y
carcinoma gástrico. Por su lado la pangastritis sin atrofia es la que se relaciona con el
desarrollo del linfoma MALT(33).
Estas manifestaciones clínicas también están relacionadas con la edad de los pacientes,
siendo la enfermedad péptica de aparición más temprana y las neoplasias con un tiempo
mayor desde la colonización de la bacteria hasta la manifestación clínica. H. pylori se
encuentra relacionado en un 80% o más de los adenocarcinomas gástricos, pero debe
percatarse que de los pacientes conocidos infectados solamente el 1-3% progresa al
cáncer, lo que sugiere que la bacteria por sí sola no es suficiente para explicar la
carcinogénesis. El rol causal de la bacteria en el desarrollo de cáncer gástrico se
confirma en los meta-análsis en los cuales se demuestra que la erradicación disminuye
el riesgo de cáncer gástrico en un 40% cuando se utiliza como prevención primaria
(personas asintomáticas) y hasta un 54% cuando se prescribe como prevención terciaria
(prevención de un segundo tumor luego de resección endoscópica de un cáncer
temprano)(35).
Enfermedades extradigestivas
En las últimas dos décadas se ha reportado en muchos estudios una relación entre
H.pylori y una variedad de manifestaciones extragástricas, el conocimiento de este
vínculo continua en constante investigación lo que implica un potencial impacto en las
indicaciones para el diagnóstico y tratamiento de la bacteria(36). Alguno de estos
trastornos incluye la enfermedad arterial coronaria, el asma, problemas dermatológicos
(rosácea, urticaria idiopática), patología autoinmune (tiroiditis y púrpura
trombocitopénica), anemia por deficiencia de hierro, fenómeno de Raynaud,
esclerodermia, migraña, síndrome de Guillain Barré, entre otros(37). La anemia por
deficiencia de hierro y la púrpura trombocitopénica inmunológica (PTI) son las dos que
presentan una evidencia más sólida. En la anemia por deficiencia de hierro se sugiere
como mecanismos la disminución de la absorción de hierro inducida por la bacteria, el
aumento de la pérdida por hemorragia y un proceso de captura del hierro por la bacteria.
En el caso de la PTI no hay un mecanismo fisiopatológico confirmado del rol de la
bacteria, se ha propuesto aumento de la agregación plaquetaria mediante el factor von
Willebrand, y un posible mimetismo molecular que involucra anticuerpo contra CagA y
los antígenos plaquetarios(38).
Métodos diagnósticos
Para el diagnóstico se cuenta con múltiples métodos, tanto invasivos como no invasivos.
No existe un gold standard bien definido, siendo muchas veces considerada la
combinación de métodos diagnóstico como el gold standard.
Métodos invasivos
Histología
En muchos estudios se considera esta técnica como el gold standard. Para la histología
se deben tomar muestras de biopsia gástrica, las que serán evaluadas por un patólogo.
Existen diferentes tinciones para la búsqueda de H. pylori dentro de las que
encontramos hematoxilina-eosina, además de otras como Genta, Warthin-Starry de plata
y Giemsa. La tinción de Giemsa modificada sería la primera opción, por ser más barata
y reproducible con buenos resultados, además, podría tener más especificidad que la
tinción con hematoxilina-eosina(40).
Cultivo
H. pylori puede ser cultivado desde biopsias gástricas, pero este microorganismo
requiere un ambiente microaerofílico y un medio complejo. El aislamiento de la bacteria
es variable, por su dificultad de cultivar, recuperándose el microorganismo de entre 50-
70% de los pacientes infectados. El valor del cultivo es que permite estudiar
susceptibilidad antibiótica, lo que facilita guiar el tratamiento, especialmente en
pacientes que fallan a la primera línea(41).
Pruebas moleculares
Las pruebas moleculares pueden ser útiles en el diagnóstico de infección por H. pylori.
La más utilizada es la reacción en cadena de la polimerasa o PCR, la cual permite,
además de la detección de bacterias, evaluar genes patógenos y específicos para la
resistencia a antimicrobianos. Para el uso de la PCR, se utilizan genes conservados en la
bacteria, tales como ureA, ureC, 16SrRNA, 23SrRNA y Hsp60. Otra ventaja de este
método es que se puede extraer la muestra de la biopsia utilizada para la PRU35.
Algunos estudios han mostrado sensibilidad para este método de diagnóstico de H.
pylori hasta 100% y especificidad 98%36 y algunos autores han planteado que podría
ser considerado como el gold standard, al usar partidores específicos para genes
conservados de la bacteria(41).
Métodos no invasivos
Serología
Dentro de estos métodos de detección, existen pruebas que usan la técnica del
inmunoensayo enzimático y otros que son ensayos inmunocromatográficos rápidos.
Algunos utilizan anticuerpos monoclonales y otros anticuerpos policlonales específicos
para antígenos de H. pylori. Un estudio turco mostró que, en pacientes dispépticos,
considerando la histología y la PRU (+) como diagnóstico de la enfermedad, al analizar
5 antígenos en deposiciones distintos, se obtiene una sensibilidad entre 48,9%-92,2% y
especificidad entre 87%-94,4%(43). Una revisión Cochrane, que comparó de manera
indirecta métodos no invasivos, considerando 29 estudios que incluían antígeno en
deposiciones (2988 pacientes), con una especificidad fija de 90% e histología como
gold standard, encontró una sensibilidad de 83%(44). La ventaja de esta prueba es que
es fácil de implementar en distintos centros, y la muestra puede ser tomada en
domicilio. Además, el antígeno en deposiciones ha sido evaluado en el control de
erradicación de H. pylori, presentando buen rendimiento diagnóstico(45). Se debe tener
precaución en pacientes con diarrea, lo que podría disminuir la sensibilidad de la prueba
por la dilución de éste. En el consenso de Maastritch V/Florence se considera el
antígeno en deposiciones como alternativa para el diagnóstico de erradicación post
tratamiento de H. pylori
Para esta prueba se utiliza la ingestión de urea marcada con 13C o 14C. Si el H. pylori
está presente, la enzima ureasa de la bacteria libera el CO2 marcado con el isótopo, lo
que es medido y comparado con un valor basal42. La sensibilidad y especificidad en
general es mayor de 90%43. El 14C es menos utilizado por ser un isótopo radioactivo
que limita su uso en mujeres embarazadas y niños, aunque la dosis de radiación es baja
(1microCi)44 (Figura 2B). Se deben suspender los IBP previo al examen porque
disminuye su sensibilidad14. La ventaja de la prueba de aire espirada es que no es
invasiva, y puede ser usada, además, para evaluar la erradicación de H. pylori, con un
gran rendimiento diagnóstico40. Es el método de erradicación sugerido en primer lugar
en consenso de Maastritch V/Florence14.
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