Expediene 302-90

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Gaceta Jurisprudencial Nº 19 -Amparos en Unica Instancia

EXPEDIENTE No. 302-90

EXPEDIENTE No. 302-90

AMPARO EN UNICA INSTANCIA

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, CONSTITUIDA EN TRIBUNAL EXTRAORDINARIO DE


AMPARO: Guatemala, cinco de marzo de mil novecientos noventa y uno.

Se tiene a la vista para dictar sentencia, el amparo promovido por José Antonio
González Aparicio, quien actúa con el patrocinio del abogado Ricardo Sagastume
Morales.

ANTECEDENTES:

I. EL AMPARO

A) Interposición y Autoridad: Se promovió contra el Congreso de la República.

B) Acto Reclamado: Lo constituye la emisión y aprobación del Decreto 49-90 del


Congreso de la República.

C) Violación que Denuncia: El derecho de defensa, de propiedad privada y el principio


jurídico del debido proceso.

D) Hechos que Motivan el Amparo: De los expuestos se resume: a) Que por medio del
Decreto indicado, se declaró áreas de protección especial, entre otras, a la Sierra de
las Minas, localizada en parte de los departamentos de Baja Verapaz, El Progreso, Alta
Verapaz, Izabal y Zacapa; b) Que dicha ley, para su declaración tuvo, como base
fundamental, el hecho que se produjeron "los estudios técnicos necesarios" que
demostraron la urgente necesidad para proteger legalmente a la Sierra de las Minas;
c) Que los estudios técnicos "no son más que un proyecto o resumen de otros trabajos
de investigación y de referencia bibliográfica" en los que no se tuvieron en cuenta, la
colaboración de la Dirección General de Bosques y Vida Silvestre (DIGEBOS) ni de los
Consejos de Desarrollo de las regiones involucradas; d) Que en la elaboración de dicho
"estudio técnico" se cometieron varios vicios fundamentales de procedimiento ya que:
no se tuvo la colaboración de DIGEBOS ni la evaluación por parte de la Unidad de
Estudios y Planeamiento de la Secretaría Ejecutiva del CONSEJO NACIONAL DE ÁREAS
PROTEGIDAS; no se demuestra la calidad técnica de la entidad "Fundación Defensores
de la Naturaleza"; no se han efectuado los inventarios necesarios y obligatorios de
conformidad con la ley en el área declarada como protegida; que para poder elaborar
cualquier estudio técnico previo a la declaración de un área protegida, la ley establece
que su reglamento fijará los lineamientos respectivos; que al haberse hecho, por parte
del Congreso de la República, la declaración en el Decreto impugnado "se ha
consumado la contravención y violación de derechos mínimos garantizados por la
Constitución Política de la República", en virtud de que los propietarios de la Sierra de
las Minas que constituyen el sesenta por ciento del área declarada como protegida, no
fueron debidamente citados ni oídos; e) Que en virtud de lo anteriormente indicado se
cometieron "violaciones sustanciales" que atentan contra la propiedad privada, su
derecho de defensa y el principio jurídico del debido proceso, ya que en dicha ley "no
se contempla la existencia de medios de defensa o de impugnación que garanticen a
los propietarios hacer valer sus respectivos derechos.".

E) Uso de Recursos: Ninguno.

F) Casos de Procedencia: Invocó el artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición


Personal y de Constitucionalidad, sin especificar incisos.

G) Leyes Violadas: Citó los artículos 12, 39, 43, 44, 152, 153, 154, 155, 175 de la
Constitución Política de la República; 464, 466, 468 del Código Civil.

II. TRAMITE DEL AMPARO.

A) Amparo Provisional: No se otorgó.

B) Terceros Interesados: Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), Sistema


Integrado de Áreas Protegidas (SIAP) y Comisión Nacional del Medio Ambiente
(CONAMA).

C) Del Informe Circunstanciado: Del rendido por el Presidente del Congreso de la


República se resume: a) Que el Congreso de la República al emitir el Decreto 49-90, lo
hizo "en observancia directa de los principios constitucionales relacionados con el
proceso de formación de la ley...", y como consecuencia el Congreso no actuó
abusivamente, ya que el mismo es depositario de los intereses del pueblo de
Guatemala que "son los que deben prevalecer sobre los egoístas intereses
particulares."; b) Que los estudios presentados originalmente a la Comisión y,
posteriormente, al Pleno del Congreso de la República, fueron suficientes para declarar
a la Sierra de las Minas, área protegida con la categoría de Reserva de la Biósfera, ya
que reúnen suficientes elementos de juicio para emitir la disposición legal relacionada;
c) Que es inaceptable el hecho que un particular que "siente lastimados sus intereses
económicos, pretenda hacer a posteriori, calificaciones sobre cuáles fueron los
elementos asumidos por el Congreso de la República para la emisión de la ley" ya que
los estudios técnicos a criterio de ese Organismo, llenan a cabalidad los requerimientos
establecidos por la Constitución y leyes vigentes.

D) De la Prueba: a) Fotocopias de: a.a.)La publicación aparecida en el diario El Gráfico,


el treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa; a.b.) La certificación extendida
por el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), el
treinta de marzo de mil novecientos noventa; a.c.) Acta de la Sesión Extraordinaria
llevada a cabo por la Comisión Nacional del Medio Ambiente el veintitrés de marzo del
mismo año; a.d.) La carta enviada por la Gremial Forestal de la Cámara de Industria
de Guatemala al miembro de la Comisión Negociadora del Proyecto Reserva de la
Biósfera de la Sierra de las Minas, Julio Crespo; a.e.) La iniciativa de ley formulada por
el Presidente de la República el cinco de junio de mil novecientos noventa; a.f.)
Convenio realizado entre la Comisión Nacional del Medio Ambiente y Fundación
Defensores de la Naturaleza; a.g.) Los cuatro oficios: del veinticuatro y veintiséis de
mayo, ambos de mil novecientos ochenta y nueve, enviados por la Fundación
Defensores de la Naturaleza al Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas
Protegidas y el segundo, del Secretario Ejecutivo del Consejo antes indicado, a la
Vicepresidente de la Fundación Defensores de la Naturaleza, Magaly Rey Rosa,
respectivamente; y los restantes, ambos del dieciséis de marzo del año mil
novecientos noventa; uno, dirigido al Departamento de Estudios y Planeamiento del
Consejo Nacional de Áreas Protegidas por parte de su Secretario Ejecutivo y, el último,
de ese Departamento a su Secretario Ejecutivo; a.h.) Seis certificaciones: cinco,
extendidas por el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas,
arquitecto Andreas Cord Lehnhoff Temme, y una, por el Registrador Civil de la capital;
a.i.) La evaluación del estudio técnico realizada por la Secretaría Ejecutiva del Consejo
Nacional de Áreas Protegidas; b.) Los informes rendidos por: b.a.) El Secretario
Ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, arquitecto Andreas Cord Lehnhoff
Temme; b.b.) La Secretaría General de la Presidencia de la República; b.c.) La
Dirección General de Bosques y Vida Silvestre (DIGEBOS) .

III. DE LOS ALEGATOS DE LAS PARTES

La vista fue pública y de lo alegado en ella y de los escritos que con tal motivo
presentaron, se desprende: el postulante reafirmó lo expuesto en su escrito inicial,
arguyendo que con la emisión y aprobación del Decreto 49-90 del Congreso de la
República, se dañaron sus intereses referentes a su derecho de propiedad,
impidiéndole la oportunidad legal de ejercer su derecho de defensa y el principio
jurídico del debido proceso. Y que el Congreso de la República, "no hizo el mínimo
esfuerzo" para que éstos derechos no se vieran violados. Que la Sierra de las Minas es
un área cubierta de bosques y, por lo tanto, debe aplicarse la Ley Forestal, en el que
se inscribirán los datos de registro de las propiedades existentes y "que no fue tomado
en cuenta para la declaratoria de área protegida de la Sierra de las Minas". Que
"Defensores de la Naturaleza, como fundación o como asociación, no es de las
entidades que realicen trabajos o estudios como el que sirvió de base para la
declaratoria de la Sierra de las Minas como área protegida, por lo que, en
consecuencia, la calidad técnica que se exige por la ley no se cumple ni por Defensores
de la Naturaleza ni por el Conap y su Secretaría Ejecutiva". Solicita la suspensión
definitiva del Decreto 49-9O del Congreso de la República, restableciéndose en
consecuencia, su situación jurídica, declarando que no le es aplicable tal decreto, por
violaciones a sus derechos constitucionales. El Ministerio Público manifestó que la
mayor parte de los argumentos del impugnante se dirigen contra el procedimiento
utilizado para efectuar la declaratoria relacionada dentro del Decreto 49-90, pero del
análisis del expediente sí se establece que el procedimiento utilizado por el Congreso
de la República es el que se estableció tanto en el Decreto 4-89 que contiene la Ley de
Áreas Protegidas, y específicamente en el Acuerdo Gubernativo 759-90 del Presidente
de la República, que contiene el Reglamento de dicha ley, por lo que en todo caso, la
vía del amparo utilizada por el impugnante para atacar legalmente un procedimi ento
establecido en una ley ordinaria no es técnicamente el adecuado, desprendiéndose de
lo anterior, la improcedencia del amparo. Por su parte, el tercero interesado, la
Comisión Nacional del Medio Ambiente -CONAMA-, la que actuó por medio de su
Coordinador Jorge Arturo Cabrera Hidalgo, argumentó que el área protegida de la
"Sierra de las Minas" es un espacio sometido a una administración especial, cuyas
características, condiciones y limitaciones ecológicas requiere de un manejo distinto del
resto del territorio nacional, en torno a la forma de aprovechar y preservar dichos
espacios. Que los efectos jurídicos que conlleva la declaratoria de un área protegida
están sometidos al cumplimiento de un procedimiento jurídico formal "conditio sine
qua non" para la existencia y validez de dicha área, previa delimitación geográfica.
Para su declaratoria como área protegida, el Congreso de la República tuvo a la vista el
respectivo estudio técnico, en el cual se analizaron las distintas características y
condiciones físicas que prevalecen en las mismas, y de las conclusiones expuestas en
dicho estudio, las que demostraban que era recomendable la creación legal de dicha
área, fueron determinantes para que el Organismo Legislativo lo aprobara. La ley que
declara área protegida a dicho espacio ecológico, en ningún momento contraviene o
restringe derechos garantizados por la Constitución Política de la República, sino, al
contrario, la misma constituye un mandato Constitucional, ya que es una obligación del
Estado fomentar la creación de parques nacionales, reservas y refugios naturales, los
cuales son inalienables, siendo de interés nacional la conservación, protección y
mejoramiento del patrimonio natural de la Nación. Concretamente, el tercero solicita
que se deniegue el amparo interpuesto. En igual forma el tercero interesado, Consejo
Nacional de Áreas Protegidas -CONAP-, por medio de su Secretario Ejecutivo, Andreas
Cord Lehnhoff Temme, alegó que el impugnante no probó la situación de hecho que
argumentó para provocar la intervención jurisdiccional. Continuó exponiendo que las
leyes invocadas como perturbadoras del derecho de propiedad, "son disposiciones
creadas al amparo del artículo 44 de la Constitución Política de la República, la que
preceptúa que el interés social prevalece sobre el interés particular."; que no quedó
probado en ningún momento que el ejercicio del derecho de propiedad del amparista
haya sido perturbado por la aplicación del decreto impugnado, ya que la misma no
impone obligaciones en forma antijurídica a propietario de terreno alguno ubicado
dentro de los límites de la reserva. Además, continúa, el postulante no demostró
fehacientemente con mapas, planos, puntos de referencia y medidas legales, que sus
propiedades están contenidas efectivamente dentro de los límites de la reserva, y
quién o quiénes fueron las autoridades que con abuso de poder o excediéndose en sus
facultades legales, hayan causado agravio al postulante no reparable por otro medio
legal de defensa. Finalmente en forma concreta solicita que por haber sido interpuesto
el amparo en forma frívola y notoriamente improcedente se deniegue.

CONSIDERANDO

-I-

Que para la procedencia del amparo es necesario que los actos, resoluciones,
disposiciones o leyes de autoridad impugnados, lleven implícitos amenaza, violación o
restricción de los derechos que la Constitución y las leyes garantizan o causen o
amenacen causar al postulante un agravio que no pueda repararse por algún otro
medio legal de defensa.

-II-

Del estudio de las constancias de autos se establece lo siguiente: a) Que mediante


Decreto 49-90 del Congreso de la República, se declaró área protegida a la "Sierra de
las Minas", la que está ubicada en los departamentos de Baja Verapaz, El Progreso,
Alta Verapaz, Izabal y Zacapa; b) Que el procedimiento utilizado para realizar la
declaratoria se llevó a cabo de conformidad con los requisitos exigidos por el Decreto
4-89 del Congreso de la República y su reglamento, el Acuerdo Gubernativo 759-90 del
Presidente de la República; c) Que dentro del juicio de amparo no probó cómo y en
qué forma se habían violado los derechos que denuncia; únicamente se limitó a
expresar que él era propietario afectado, no indicando, en qué parte del "área
protegida" se encuentran sus propiedades; d) como ha expresado esta Corte en varias
oportunidades "en el amparo es necesario demostrar la existencia de un agravio
personal y directo, dado que la legitimación activa corresponde al afectado
directamente o al que demuestre ostentar la representación o defensa de intereses de
carácter general o corporativo, siempre que la disposición impugnada afectare
directamente a los mismos. El requisito puede establecerse interpretando la dicción
legal contenida en los artículos 8, 20, 23, 34 y 49 inciso a) de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad, en los que figuran los conceptos de "sus
derechos", "afectado", "hecho que le perjudica", "derechos del sujeto activo", "interés
directo", "ser parte", o tener "relación jurídica con la situación planteada". Estas
expresiones son reveladoras, en congruencia con la doctrina sobre amparo, la cual se
inclina a sostener que en el mismo no existe acción popular, sino es necesario hacer
valer un derecho propio (expediente ocho guión ochenta y seis); Esta doctrina tiene
relación con el hecho que menciona el postulante sobre que un sesenta por ciento de
esas tierras son propiedad de particulares y que para efectuar la declaratoria no se les
tomó en cuenta, ni se les escuchó. Además, el Decreto 4-89 y el Decreto 49-90 tratan
de salvaguardar la salud de la nación en cumplimiento de una norma constitucional
que obliga no sólo al Estado mismo, sino también a sus habitantes, a cumplir con el
desarrollo social, económico y tecnológico que prevenga la contaminación del ambiente
y mantenga el equilibrio ecológico y no se refiere expresamente al presentado.

-III-

En consecuencia, no dándose la violación que se denuncia, ni quedar demostrado


ningún agravio, el amparo debe denegarse, por notoriamente improcedente y en
consecuencia con tal situación, debe decidirse sobre las costas al impugnante e
imposición de multa al abogado que lo patrocinó.

LEYES APLICABLES:

Artículos citados y 97 de la Constitución Política de la República; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8,


9, 10, 11, 21, 35, 42, 44, 46 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad; 141 y 143 de la Ley del Organismo Judicial; 1, 4, 8, 12, 14, 15 y
17 del Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.

POR TANTO:

La Corte de Constitucionalidad, constituida en Tribunal Extraordinario de Amparo, con


base en lo considerado y leyes citadas resuelve: I. Deniega el amparo solicitado por
José Antonio González Aparicio. II. Condena en costas al interponente e impone a su
abogado patrocinador Ricardo Sagastume Morales, la multa de un mil quetzales
(Q.1,000.00), que deberá hacer efectiva en la Tesorería de esta Corte, dentro de los
cinco días siguientes de la fecha en que quede firme este fallo, y en caso de
incumplimiento, se cobrará por la vía legal que corresponda. III. Notifíquese y
devuélvase los antecedentes.

EDGAR ENRIQUE LARRAONDO SALGUERO, PRESIDENTE. EDMUNDO QUIÑONES


SOLORZANO, MAGISTRADO. ADOLFO GONZALEZ RODAS, MAGISTRADO. JOSE
ROBERTO SERRANO ALARCON, MAGISTRADO. EDGAR ALFREDO BALSELLS TOJO,
MAGISTRADO. RODRIGO HERRERA MOYA, SECRETARIO GENERAL.

EXPEDIENTE No. 302-90

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, diecinueve de noviembre de mil


novecientos noventa. Se tiene a la vista para resolver la solicitud de aclaración y
ampliación del auto del ocho de noviembre del año en curso, presentada por José
Antonio González Aparicio.
CONSIDERANDO:

Que el artículo 70 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad,


establece: "Cuando los conceptos de un auto o de una sentencia, sean obscuros
ambiguos o contradictorios, podrá pedirse que se aclaren.- Si se hubiere omitido
resolver alguno de los puntos sobre los que versare el amparo, podrá solicitarse la
ampliación." El interponente solicita que se aclare la resolución referida a efecto de que
se precise por qué las circunstancias no hacen aconsejable el otorgamiento del amparo
provisional por él solicitado. Asimismo, pide que se amplíe dicho auto y se dé vista de
los antecedentes remitidos por la autoridad impugnada a los terceros que individualizó
"en su oportunidad". Con relación al primer planteamiento, esta Corte advierte que en
el presente caso no existen conceptos obscuros, ambiguos o contradictorios que sean
susceptibles de aclaración. Y en cuanto al segundo, no se dejó de dar intervención a
ninguna persona que a criterio de este Tribunal deba tener la calidad de parte.
Consecuentemente, al no concurrir los supuestos de procedencia de la solicitud de
aclaración y ampliación formulada, ésta debe ser declarada sin lugar.

CITA DE LEYES:

Artículos 1, 5, 27, 34, 71 y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de


Constitucionalidad.

POR TANTO:

La Corte de Constitucionalidad, con fundamento en lo considerado y leyes citadas,


resuelve: Sin lugar la solicitud de aclaración y ampliación. Notifíquese.

EDGAR ENRIQUE LARRAONDO SALGUERO, PRESIDENTE. EDMUNDO QUIÑONES


SOLORZANO, MAGISTRADO. ADOLFO GONZALEZ RODAS, MAGISTRADO. JOSE
ROBERTO SERRANO ALARCON, MAGISTRADO. EDGAR ALFREDO BALSELLS TOJO,
MAGISTRADO. RODRIGO HERRERA MOYA, SECRETARIO GENERAL.

»Número de expediente: 302-90

»Solicitante: José Antonio González Aparicio

»Autoridad impugnada: Congreso de la República

»Clase de Documento: Amparos en Unica Instancia

»Tipo de Documento: 1991

»número de expediente: 302-90

»solicitante: José Antonio González Aparicio

»autoridad impugnada: Congreso de la República

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