Filosofia Antigua
Filosofia Antigua
Filosofia Antigua
los rasgos principales de la filosofía en cada época, y un cuadro que incluye algunos de los filósofos
más célebres de la historia de las ideas.
F ilosofí a A n tigua
,
Nuestro conocimiento de la historia de este periodo encuentra algunas dificultades: una enorme
porción de los textos que escribieron los filósofos antiguos no llegaron a nosotros. La mayoría
se perdieron en los primeros siglos de la era cristiana. Y los que llegaron a nosotros están escri-
tos en lenguas que ya no se hablan: el antiguo griego y el latín. En ese entonces tampoco había
historiadores profesionales, de manera que las informaciones sobre esta valiosísima época pro-
viene de otros filósofos: discípulos o rivales. La Filosofía Antigua alberga en su interior diversos
1
sub-periodos:
Época clásica
La época clásica abarca los siglos V a.C. y IV a.C. Son los más fértiles para la filosofía antigua, pues
incluye a los tres pensadores más influyentes de toda la Antigüedad. Sócrates, Platón y Aristóte-
les. Este último señala en la Metafísica que, a diferencia de los “físicos”, Sócrates comenzó a poner
al hombre en el centro de sus preguntas, del tipo: ¿Qué es la virtud? ¿a qué llamamos justicia? ¿es
mejor para el hombre recibir un castigo cuando ha sido injusto, o es mejor tratar de eludir la pena?
Para Sócrates, lo más importante era la actitud de introspección, es decir, la observación y per-
manente evaluación de uno mismo. El método que aplicaba se llamó mayéutica, que en griego
significa “dar a luz”, porque se dice que así como la madre de Sócrates era partera y ayudaba a dar
a luz a las mujeres de Atenas, su hijo ayudaba a dar a luz o hacer nacer las ideas en la gente con la
que conversaba. Como método, la mayéutica tiene dos momentos: el primero sirve para revisar
y discutir las opiniones del interlocutor, objetando sus puntos débiles; el segundo es el momento
positivo, pues el interlocutor piensa nuevamente el problema que es objeto de investigación e
intenta construir una posición más sólida. Por ejemplo, Sócrates podía preguntar cuestiones del
tipo: “¿Qué es la sabiduría?” La respuesta de su interlocutor podía ser: “Sabiduría consiste en saber
muchas cosas”. Entonces, Sócrates volvía a formular la pregunta, poniendo de manifiesto que esa
respuesta había sido imprecisa; podía volver a preguntar, pongamos: “Entonces, ¿la sabiduría es
saber muchas cosas sobre mis vecinos, sobre mis amigos y parientes?”. Así, el interlocutor se veía
obligado a repensar y a tratar de dar una respuesta más sólida.
21
1 ¿Qué es la filosofía?
Contemporáneos a Sócrates fueron los llamados sofistas: los principales sofistas, Gorgias (485
a.C. - 380 a.C. aprox.) y Protágoras (485 a.C. - 411 a.C. aprox.), no eran atenienses, eran grandes
oradores que llegaban a Atenas ofreciendo vender sus lecciones y enseñanzas a los hijos de la
gente adinerada. Una de las razones de la mala fama de los sofistas se debe, justamente, a que
vendían su saber y lo adaptaban a aquello que el “cliente” quisiera comprar. Es decir, si alguien
necesitaba un discurso –para pronunciar ante los tribunales o ante la asamblea– que demos-
trara que la esclavitud es algo bueno, el sofista elaboraba el discurso y lo vendía (e igualmente,
si se lo pedían, podía argumentar que la esclavitud es algo malo). Es por eso que a los sofistas
se los considera relativistas. Para un relativista, todo depende de las circunstancias: no existe
una verdad absoluta sobre nada. Se dice que Protágoras afirmaba que no es posible contradecir
ningún discurso, porque todos son verdaderos. Este tipo de actitud llevó a filósofos como Platón
y Aristóteles –que consideraban que existe una verdad que no es relativa, y que garantiza la co-
rrección o incorrección de los discursos– a afirmar que los sofistas no son pensadores serios. Es
en el campo de los discursos y en el de la retórica, el arte de la elocuencia persuasiva, en el que
los sofistas hicieron sus mayores aportes. Para ellos la palabra, los argumentos y, en general, los
discursos son capaces de modificar la realidad, como parece haber sostenido Gorgias.
Entre los discípulos de Sócrates, sobresalió Platón, quien se enfrentó al relativismo en lo que hace
a la ética y a la política, mientras que en cuanto a la filosofía natural, rechazó el pensamiento
mecanicista y materialista de algunos presocráticos. Es una de las figuras más importantes de la
historia del pensamiento; el matemático y filósofo Alfred Whitehead (1861-1947), afirmó: “toda
la historia de la filosofía no es más que una nota al pie de página de las obras de Platón”. El más
célebre de los discípulos de Platón fue Aristóteles, un pensador enorme (en la Edad Media, de
hecho, se lo llamaba el Filósofo, así en mayúsculas), quien desarrolló prácticamente todas las
ramas del saber –de la retórica a la astronomía, de la biología a la poética– y quien aun adoptando
perspectivas originales, conceptualmente más sistemáticas que las de su maestro, profundizó
en lo central el legado del platonismo. Aristóteles llegó a ser maestro durante algunos años del
rey Alejandro Magno, quien conquistó las ciudades griegas formando el Imperio Macedónico: el
primer gran imperio de la Antigüedad. El final de la pólis griega como experiencia histórica traería
también transformaciones en la filosofía.
22
módulo 1
Periodo helenístico
Se extiende de siglo III a.C. al I a.C. Históricamente, se suele iniciar este periodo con la muerte de
Alejandro Magno (en el 323 a.C.). Si bien el platonismo y el aristotelismo siguen activos, las princi-
pales corrientes o escuelas filosóficas de este periodo son:
•
el estoicismo, cuyos primeros representantes fueron Zenón de Citio (335 a.C. - 263 a.C.), Cleantes
(300 a.C. - 232 a.C., aprox.) y Crisipo (281 a.C. - 208 a.C., aprox.);
el escepticismo, cuyos mayores exponentes fueron Pirrón (360 a.C. - 270 a.C., aprox.) y Enesi-
demo (80 a.C. -10 a.C., aprox.).
1
Representantes de la Filosofía Antigua
23
1 ¿Qué es la filosofía?
Época imperial
Coincide con el Imperio Romano: del siglo I d.C. hasta el V d.C., cuando las tribus germánicas avanzaron
sobre el imperio romano de Occidente y deshicieron su unidad. En esta etapa se conservan algunas
de las escuelas filosóficas griegas, que sobreviven transformándose: el platonismo asume la forma
de neoplatonismo con Plotino (205 d.C. - 270 d.C.); los filósofos peripatéticos mantienen el legado
aristotélico comentando sus obras; se desarrolla el estoicismo romano, con Séneca (3 a.C. - 65 d.C.).
Sin embargo, el acontecimiento más decisivo de este periodo es el nacimiento de Jesús de Nazareth
y el surgimiento, tras su muerte, del cristianismo, destinado a influir poderosamente, aunque no de
manera inmediata, en toda la historia de la filosofía posterior. Uno de los máximos exponentes de
la primera filosofía cristiana fue, ya en los límites de la Antigüedad tardía, Agustín de Hipona (354
d.C. - 430 d.C.), cuyo pensamiento determinó gran parte de los desarrollos de la filosofía medieval.
Actividad
De la Antigüedad
a Elaborar una síntesis o un cuadro sinóptico que muestre las principales caracte-
rísticas de la filosofía de este periodo.
b Elegir un filósofo que pertenezca a la época antigua; buscar un texto que le per-
tenezca, y señalar en él cuáles son las notas por las cuales te parece que repre-
senta al pensamiento antiguo.
Pueden buscar textos en el blog del libro: www.maipue.com/filosofia.
F ILOSOFÍ A MEDIEVA L
A la Edad Media se la conoce habitual –e injustamente—como un tiempo de oscurantismo, como
un periodo oscuro e infértil en la historia de las ideas. Esta denominación, que debemos quizás al
optimismo un tanto auto-celebratorio de la Modernidad, no describe de manera auténtica la vitali-
dad, la curiosidad y la multiplicación de la vida filosófica medieval. Lo que sí es evidente, al menos
en los desarrollos del pensamiento occidental, es que la omnipresencia del cristianismo –que reúne
el poder político y religioso en gran parte de Europa y alrededores—determina en gran medida los
temas, las preocupaciones y, hasta cierto punto, los límites especulativos de los pensadores, pues
se ven obligados a adaptar sus argumentaciones a la letra de las Sagradas Escrituras. Allí donde no
impera el cristianismo, se presenta, como en paralelo, el poder religioso del Islam, que se mostró no
tan ceñido como los dogmas cristianos a las temáticas teológicas, pero sí igualmente tenaz en su
manera de imponer su sello –y el valor de su Libro Sagrado– a toda su filosofía.
Si bien en la Edad Media no se leen los diálogos platónicos (no están traducidos del griego original
al latín, que es la lengua de todo Occidente), sí se retoman algunos elementos del neoplatonismo,
asimilado al cristianismo, a través del tamiz de San Agustín. Esta línea es la de San Anselmo (1033 -
24