Clase 3-Sesión 1

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CLASE 3: SESION 1

DESARROLLO HISTORICO DEL CONSTITUCIONALISMO


DESARROLLO HISTORICO DEL CONSTITUCIONALISMO
ANTECEDENTES DEL CONSTITUCIONALISMO
El constitucionalismo consiste en el ordenamiento jurídico de una sociedad política, mediante
una Constitución escrita, cuya supremacía significa a subordinación a sus disposiciones de todos
los actos emanados de los poderes constituidos que forman parte del gobierno ordinario.
1. Los estados de la antigüedad oriental estuvieron regidos por monarquía teocráticas
absolutas. Hubo un pacto de obediencia a cambio de la protección divina.
2. En el estado ciudad de Grecia, el hombre es concebido como un ser social y la polis
como una entidad en la que todos participan.
3. En Roma, se inicia una práctica institucional y lo jurídico prima sobre lo político.
4. La doctrina predicada por Jesucristo, aun cuando la doctrina cristiana careció de sentido
jurídico y político y se proyectó sólo en el ámbito moral; el fin es ultraterreno.
5. En la sociedad medioeval se establecen derecho y libertades para los ciudadanos.
La Carta Magna suscrita en 1215 por el Rey Juan sin Tierra de Inglaterra, se considera como el
primer antecedente importante del constitucionalismo. Lo que hoy se entiende por Constitución
se ubica en un período concreto de la historia de la humanidad. La idea de Constitución
básicamente se desarrolla en los siglos XVI, XVII y XVIII. El Derecho Constitucional adquiere
carta de naturaleza a partir de las revoluciones liberales a finales del siglo XVII en Inglaterra y
también a finales del siglo XVIII en Estados Unidos (con la Declaración de Independencia
1776) y en Francia (con la Revolución francesa de 1789).
GRECIA
Aristóteles se refiere en una de sus obras a más de un centenar de constituciones de ciudades
griegas de su época o anteriores a ella, lo que demuestra la existencia ya, desde entonces, de un
conjunto apreciable de leyes de tipo constitucional. Sin embargo, debe aclararse que de lo que
este filósofo se ocupó fue propiamente de la organización política de esas polis, antes que de
“constituciones” en sentido moderno.
En Grecia se presentaban dos criterios acerca de la Constitución: uno, el criterio material,
generalmente preconizado por los distintos autores de, la época. El pensamiento griego
comprendía el Estado en sus aspectos político, económico, social y jurídico y denominaba a esa
unión armónica POLITELA. Consideraban la Constitución, ante todo, como la organización
básica del Estado, asimilándola al organismo del ser humano: por ello se habla de criterio o
concepto material, el que en otras épocas fue llamado sustantivo u orgánico.
Aristóteles, por su parte, da algunas definiciones de Constitución, en cierta forma confusas. En
La Política, por ejemplo, afirma que:
“la Constitución de un Estado es la organización regular de todas las magistraturas,
principalmente de la magistratura que es dueña y soberana de todo. En todas partes el
gobierno de la ciudad es la autoridad soberana; la Constitución misma es el gobierno”. Como
puede verse, confunde Constitución con gobierno.
Aristóteles utiliza el término POLITEIA para designar el orden u organización total de la polis,
compuesto, de sus leyes, y elementos sociales, económicos y políticos que la integran. Fueron
Platón y Aristóteles quienes, dieron las pautas iniciales para el constitucionalismo moderno, al
sostener que todo gobierno debe estar sujeto a la ley y toda ley a un principio superior, ello
importa un criterio formal. Este segundo criterio presenta a la Constitución como un orden
superior.
Para Platón, la forma política ideal sería la creada por personas capaces de gobernar con un arte
y una fuerza superiores a la ley. Pero ese gobernante ideal no existe. Platón aparece aquí como
precursor del constitucionalismo, al referirse que hay necesidad de recurrir a la ley superior,
cuando señala: “la forma política ideal sería la creada por personas capaces de gobernar con
un arte y una fuerza superiores a la ley”.
Aristóteles también distingue las leyes comunes del principio que les sirve de base y que les
imprime validez. Ese principio que para Platón es la justicia, para Aristóteles es la Constitución
ROMA
En Roma desaparece el concepto de Constitución como fue concebido por los griegos, como
una realidad general, totalizadora, para convertirse, durante el Imperio, en una ley titular
emanada del emperador. Los romanos identificaban así la Constitución con la lex, el edictum o,
en general, con las disposiciones o mandatos imperiales
Sin embargo, Cicerón, en su obra De Republica, quien acuñó para el caso la expresión
Constitutio, identifica Constitución con forma de Estado y afirma que “la Constitución de la
República no es obra de un solo hombre ni de una sola época”. Cicerón habla de la Constitutio
popli como forma de ser de la civitas, derivada de la posición de poder que en la misma ostenta
el pueblo.
Catón declara: La Constitución es obra de la República romana, de la cual excluye a la plebe, a
los revoltosos, a los enemigos de la República. Por su parte, Polibio identifica el concepto de
Constitución con la Constitución de Roma, única que para él merece serlo, por ser mixta al
conjugar la Realeza, el Senado y el Pueblo.
Las teorías de Cicerón, Catón y Polibio tuvieron vigencia durante la República. Con el Imperio,
esa trilogía —Príncipe-Senado-Pueblo— fue perdiendo valor real, hasta fusionarse en la idea de
poder en torno al primero. Fue entonces cuando surgió el concepto de Constitución como regla
particular, asimilada a la decisión del emperador.
El Derecho Público debe además a Roma dos conceptos muy importantes, que jugarán a partir
de la Edad Media, un papel capital en la formación de los Estados Modernos y, también, en el
desarrollo del constitucionalismo son ellos: el concepto de superanitas; SOBERANIA y el
concepto de imperium: PODER
EDAD MEDIA
Dos hechos históricos influyeron considerablemente el pensamiento medieval en el aspecto
político: El imperio romano y El nacimiento y evolución del cristianismo.
La Edad Media comenzó y se extendió bajo el signo de la caída del Imperio, la atomización del
poder, las invasiones de los bárbaros y el dominio espiritual de la Iglesia.
Esta fue la única institución que mantuvo su unidad en esa época, lo que permitió que la
Constitución tuviera, la forma que la Iglesia le diera.
Siguiendo el criterio que predominó durante el Imperio, en la Edad Media se consideró a la
Constitución como una regla particular, como un edicto u orden, expedido ahora por la
autoridad eclesiástica, particularmente por el Papa. La Iglesia tomó así prestado el término del
Derecho Romano y lo aplicó a todas sus regulaciones. Durante el siglo XII el concepto varió: ya
no se trata de una orden papal o episcopal, sino de un acuerdo que había de regular las
relaciones entre la Iglesia y el Estado.
En el siglo XIII reapareció la idea de Constitución como edicto real, incluso diversos autores de
la época denominan constitutio a las órdenes o decisiones reales, tanto en Francia como en
Inglaterra.
Luego, durante los siglos XV y XVI, la palabra constitución fue reemplazada por otros términos
o eliminada. Así Jean Bodin escriben sus teorías políticas sin hablar de Constitución; y se
refiere a ella citando al Estado como una república ordenada.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que durante la Edad Media se dio el fenómeno de la
expansión material y social de las ciudades en diversas partes de Europa, y, en el seno de ellas,
la formación del estamento burgués, conformado principalmente por: Artesanos, Comerciantes,
Profesionales, Funcionarios, En general los ciudadanos que desarrollaban distintas
actividades.
Por tanto, estas ciudades se erigieron en centros de poder económico y en ocasiones político,
que por fuerza o por conveniencia tuvo que ser tenido en cuenta por los reyes, a quienes esta
nueva fuerza serviría para sostener su lucha incesante contra el estamento feudal, el cual, a su
turno, entorpecía la expansión económica y comercial de las ciudades y por ende de los
burgueses.
Ello llevó a que, a ciudades de Francia, Inglaterra, España, y de otras partes se les concediera
por parte de los príncipes bajo cuya soberanía estaban, Fueros, O Cartas Pueblas, (cartas de
ciudad libre). Documentos que les otorgaban un amplio margen de autonomía tanto en la
conformación de su propio gobierno -ayuntamientos o cabildos, alcaldes o burgomaestres-
como en el manejo de sus recursos, la administración de justicia, el reclutamiento de tropas, el
cuidado de los bienes públicos,
Aunque a esos instrumentos no se les dio el nombre de Constitución, es evidente que tenían el
carácter de tal, aunque localmente; su naturaleza era la de una verdadera Constitución.
En la Edad Media es cuando comienza el desarrollo y expansión de las constituciones.
En esta época se extienden las cartas, especialmente en el ámbito local, que regulan la existencia
de los burgos, estableciendo los derechos y garantías correspondientes a los pobladores
Así mismo, la denominada “Constitución Medieval”, genera las ideas de: Reglas, Límites,
Pactos y Contratos de Equilibrio.
EL CONSTITUCIONALISMO INGLES
Dentro de la experiencia medieval se puede ver la Carta Magna de 1215 en Inglaterra
destacando la limitación de las prerrogativas reales, y la configuración de un espacio
institucional denominado -Consilium Regni-, la cual suponía, la previa existencia de una
comunidad política compleja y articulada en ella misma, pero esencialmente unida, capaz de
asegurar a cada ciudadano su lugar y función sobre la base de una ley fundamental.
En el constitucionalismo medieval de Inglaterra BRACTON aporta con su construcción
doctrinal:
a) La idea de la noción de ley como consentimiento de aquellos sujetos a los que va
dirigida en el papel de la costumbre que se transforma en ley y sólo puede ser
modificada mediante los procedimientos y formas que condujeron a su aprobación, y
b) La transformación del Consilium Regni gradualmente en el Parlamento de Inglaterra
aglutinando a las dignidades nobiliarias (Lores) como a las comunidades rurales y
urbanas (comunes).
c) Distinción también entre Gobernaculum y Jurisdictio
Gobernaculum: Entendido como el conjunto de poderes que corresponden al Rey para ejercer
su función de gobierno.
Jurisdictio: El conjunto de derechos y facultades de los súbditos que quedan fuera de la
administración regia. Aquí ya el Poder del Rey se configurará como un poder limitado por el
Derecho.
El constitucionalismo como proceso, la idea de Constitución, y el Derecho Constitucional tienen
como punto de arranque en Inglaterra. El constitucionalismo inglés es bastante singular. Sir
Thomas Smith, Francisc Bacon, Sir Edgard Coke y Locke son sus principales referentes. La
revolución inglesa de 1688 produjo la constitución inglesa y se considera por primera vez “ley
suprema del país” y su acción gira en torno a soberanía popular, constituciones escritas,
limitaciones constitucionales, bicameralismo.
Inglaterra no tiene una Constitución escrita. A pesar de ello, no podemos hablar de que carece
de Constitución. Tiene una especie de sistema de Constitución acumulativa o evolutiva
caracterizada por su flexibilidad. El sistema constitucional británico dispone de un buen número
de documentos constitucionales escritos sin disponer de una forma expresa de ley.
La no existencia de Constitución escrita o formal no implica que en su sistema no se encuentre
inmersa la idea de Constitución como organización y limitación del poder. Inglaterra es pues, la
patria del constitucionalismo y la variante constitucional de USA y Francia reciben una herencia
inestimable de la experiencia acumulada en el caso inglés.
Las convenciones constitucionales son importantes en el funcionamiento armónico del sistema
institucional. Ellas son una serie de prácticas que con el paso del tiempo se han incorporado al
sistema y representan unas reglas fundamentales a seguir y respetar.
En el siglo XII la monarquía británica (Enrique II) había logrado una alta concentración del
poder. Los poderes del monarca se verán limitados en un documento feudal que sirvió de
precedente del constitucionalismo moderno denominado CARTA MAGNA de 1215. En dicho
documento se reconocían una serie de derechos a determinado segmento de la población (y, por
lo tanto, se limitaban los poderes del monarca). La limitación de las prerrogativas del Rey se
produce también con la aparición del Parlamento.
Desde un principio aparece la idea de monarquía limitada o de Constitución mixta cuando el
poder del monarca queda subordinado al Parlamento. El nacimiento del parlamento inglés se
produce a través de la CURIA REGIA y del CONSILIUM que en el siglo XIII se transforman en
una reunión de los tres estamentos del reino (“de los que rezan, de los que guerrean y de los que
trabajan”) y ya en el siglo XIV conocerá la separación de las dos cámaras (por un lado, los
“comunes”, estos son los que trabajan, y por otro, los “lores”, el clero y la nobleza, es decir, de
los que rezan y los que guerrean).
BILL OF RIGHTS - RULE OF LAW
La “Glorius Revolution” de 1688 dio origen al documento denominado “Bill of Rights”
(Declaración de Derechos) de 13 de febrero de 1689. Este documento lo impuso el Parlamento
inglés al Principe Guillermo de Orange para poder suceder al Rey Jacobo II y declara los
derechos y libertades del súbdito y establece la sucesión de la Corona inglesa, pasó a ser una
convención constitucional tiene una notable influencia sobre las Declaraciones de Derechos
norteamericanas y francesa. Establece las obligaciones y los deberes respectivos del Rey y el
Parlamento, tales como: El Rey no puede crear o eliminar leyes o impuestos sin la aprobación
del Parlamento. El Rey no puede cobrar dinero para su uso personal, sin la aprobación del
Parlamento. Es ilegal reclutar y mantener un ejército en tiempos de paz, sin aprobación del
Parlamento. Las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres. Las palabras del
Parlamento no pueden obstaculizarse o negarse en ningún otro lugar. El Parlamento debe
reunirse con frecuencia.
La Declaración de derechos hizo que el Parlamento limitara los poderes de la nobleza, y en
cuanto a la Iglesia, promulga la Toleration Act en mayo de 1689, que concede libertad religiosa
a los católicos y protestantes, la libertad de culto público, el derecho a abrir escuelas y el acceso
a todas las funciones públicas.
La Triennial Act (Ley trienal) es una ley dictada por el Parlamento durante la Revolución
Inglesa, que estableció dos hechos relevantes para la evolución de la institución parlamentaria
en Inglaterra: El rey no podía disolver por sí solo el parlamento, siendo preciso que éste diera
su consentimiento, El Parlamento debe convocarse cada tres años. Se aseguraba de esta manera
la estabilidad del Parlamento, independiente de la voluntad del monarca.
Se denomina "Ley de Tolerancia" y no de libertad religiosa, dado que en primera instancia Gran
Bretaña tenía (y tiene) una religión oficial, que es la anglicana. Se “tolera” a ciertas personas
que no son de dicha religión, pero no a los católicos, generando de esta manera la marginación
de un determinado culto y no logra la "libertad religiosa" que hoy en día se considera.
El Bill of Rights consagra la soberanía del Parlamento y el Rule of Law (“imperio del derecho”,
el cual debe regir los actos de gobernantes y gobernados en toda comunidad política). A pesar
del reconocimiento formal de la primacía del Parlamento el sistema inglés, producto de su
práctica, se fue afianzando en la idea de equilibrio de poderes (Checks and Balances).
Otro documento de carácter constitucional es el Acta de Establecimiento que declara la
inamovilidad de los jueces mientras actúen correctamente y reafirma el principio de que las
leyes de Inglaterra son los derechos naturales de su pueblo, con arreglo a los cuales los reyes
deben gobernar.
En la medida que Inglaterra profundiza o avanza en la consolidación del régimen parlamentario,
la idea de control del poder gana fuerza.

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