Trabajo Tercer Trimestre

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La falta de igualdad educativa en el mundo

La educación es fundamental para el correcto desarrollo de cualquier sociedad, pues


es un derecho humano que todos debemos reclamar como nuestro. Es el motor del
avance, el desarrollo, la ética, la paz, la estabilidad económica, la salud, el empleo, los
ingresos… Sin embargo a pesar de la lucha de los últimos años por diferentes
instituciones; la desigualdad de esta alrededor del mundo, sigue siendo una constante,
que dificulta que tanto niños como adultos puedan optar a un futuro mejor.

El número de personas, que existen en el mundo en 2023 es de 8.008.552.000


personas, de entre ellas, un 17% están sin escolarizar, que si en porcentaje parece una
cifra menor, es más impactante transformarla a un dato numérico, siendo
1.361.654.240 personas. Fijándonos, en regiones concretas, el porcentaje asciende al
31% en África Subsahariana y al 21% en Asia, frente al escaso 3% de Europa y América
del Norte, evidenciando la brecha educativa presente.

Centrándonos en la realidad de la primera región mencionada, la cual presenta el


mayor porcentaje de personas sin educación, muestra una situación de pobreza
extrema. A esto debe sumarse guerras que suponen una amenaza en el ámbito
escolar, como es el conflicto entre África Occidental y Central. El aumento de las
amenazas y los ataques contra los estudiantes, los maestros y la propia institución
educativa, desemboca en la aprensión entre los niños, sus familias y la sociedad
africana en general. Se registran unos 185 ataques, lo que llevó al cierre de unos 9.272
en la región, afectando a más de 1,91 millones de niños y unos 44.000 maestros. La
principal causa de estos ataques es la oposición ideológica a la considerada educación
de estilo occidental.

Además, el Covid-19, el cual afectó a nivel mundial, también contribuyó a esa


disminución de educación en África. Dado que la pandemia llevó al cierre de los
centros educativos, repercutiendo en que los niños dejarán de aprender, perdiendo a
su vez la oportunidad de comer lo que en la mayoría de casos era el único plato del
día. Como también era el acceso a puntos de agua limpia y saneamiento.

El hecho de que estos niños africanos no asistan al colegio, hace que se enfrenten a
peligros demasiado elevados a su corta edad. Pues, al no estar escolarizados,
presentan mayor opción de ser reclutados por grupos armados, en el caso de los niños.
Con respecto a las niñas, se exponen a un riesgo alto de sufrir actos de violencia por
motivos de género, a contraer matrimonio en la infancia, que está ligado a los
embarazos y partos precoces que perjudican a su vida y salud.
En cuanto a Asia, centrándonos en Asia meridional, casi 13 millones de niños
permanecen fueran del colegio, además la calidad educativa de quienes asisten es
baja, haciendo que los estudiantes no dominen ciertos aspectos y habilidades
necesarias para su futuro laboral. De este modo, un gran número de alumnos finalizan
la educación primaria sin haber adquirido destrezas básicas como la alfabetización o la
aritmética. Por otro lado, el acceso limitado a la educación secundaria promueve al
aumento de esa falta de educación. No es un trabajo fácil lograr mejorar la situación,
pues Asia presenta el mayor número de niños en edad escolar que cualquier otra
región.

Observando India, los datos muestran la poca inversión en el ámbito educativo, ya que
solo representa un 3% de los fondos económicos. Lo que provoca que la educación
pública sea deficiente, de baja calidad, con pobres infraestructuras. Como se exhibe al
comprobar que el 40% de las instituciones escolares públicas no presentan baños.
Además de la falta de electricidad, que por consiguiente lleva a la ausencia de
tecnologías para el desarrollo del alumnado. Estos factores, hacen que familias de
clase media y alta envíen a sus hijos a escuelas privadas, que ofrecen la posibilidad de
aprender inglés o el uso de herramientas digitales. Abriendo una división cada vez más
grande, que lleva a los más desfavorecidos al abandono.

Caso similar es el que ocurre en Colombia al presentar una estructura social que crea
una barrera que dificulta que millones de personas puedan acceder a las pocas
oportunidades laborales que se prestan dentro del abanico de condiciones aceptables.
Como es lógico, para acceder a dichos trabajos se debe tener una educación
apropiada. Que solo suelen ofrecer los colegios privados a los que las familias de clase
media envían a sus hijos. Como dicha clase es la que se suele reflejar en la opinión
pública, el Estado decide no invertir en el sistema educativo público. Su falta de
colaboración, incrementan la gran diferencia entre ambos sistemas. Haciendo que los
que no tienen posibilidad de optar por una educación privada, se queden estancados
en un aprendizaje muy básico que difícilmente les podrá llevar a un buen futuro.

Esta realidad presente tanto en Colombia, India u otros lugares del mundo, fue aún
más visible tras la pandemia, perjudicando aún más si era posible, a los que presentan
menos recursos económicos. Presentando un caso concreto nos encontramos a Danilo,
un niño brasileño de 13 años que vende mangos en un mercado de Río de Janeiro.
Frente a su amiga Vanessa, quién toma cursos en línea de diferentes asignaturas.
Ambos deben cursar el mismo ciclo escolar pero los recursos no son los mismos. No es
posible que niños como él, opten por ese mismo curso en línea, dado que no tiene el
equipo necesario para ello.
Frente a estas desigualdades presentes en muchas ciudades del mundo, se deben
llevar a cabo diferentes medidas encaminadas a reducir dicha desigualdad, intentando
que llegue a ser nula en algún momento. Consiguiendo así que cualquier niño del
mundo pueda optar a ser lo que desee, trabajando en aquello que le apasione.
Construyendo una educación basada en la igualdad de oportunidades. Diferentes
medidas podrían ser:

- Invertir en la nutrición, dado que la mayoría de esos países, presentan altas


tasas de malnutrición infantil. Dato que repercute directamente en el
aprendizaje de los niños. Los gobiernos deberían tomar esta medida como una
obligación, garantizando unos niveles nutricionales y de salud apropiados para
que el alumnado pueda aprender de manera adecuada.

- Aumentar los fondos económicos destinados a los sistemas educativos


públicos, pudiendo mejorar las condiciones de aquellos que no pueden
permitirse pagar uno privado.

- Promover el acceso a matrículas, libros de textos y materiales educativos, para


familias con ingresos escasos.

- Ofrecer oportunidades de educación para aquellos adultos que no pudieron


acceder a una educación adecuada en su infancia, pudiendo mejorar sus
capacidades y oportunidades laborales, independientemente de su edad.

- Implementar “escuelas móviles”, unidades con diferentes recursos educativos y


personal docente, para que sea posible llegar a lugares alejados o difíciles de
acceder.

- Fomentar la cooperación y el intercambio de buenas prácticas educacionales


entre países, promoviendo el aprendizaje conjunto, superando desafíos
comunes, ayudándose unos a otros.
- Implementar programas de transporte gratuito para alumnos que viven en
zonas alejadas del instituto o colegio, asegurando que puedan acceder a sus
clases de manera más sencilla.

- Crear bibliotecas en determinados puntos que presenten distintos libros, y


materiales didácticos para el aprendizaje autodidáctico.

- Ofrecer a docentes un apoyo adicional y una cantidad monetaria básica para


fomentar que trabajen en zonas pobres, ayudando a construir el futuro de los
desfavorecidos, quienes también tienen derecho a la mejor educación.

- Establecer alianzas con ONG y otras organizaciones locales para imponer


proyectos educativos que ayuden a suplir los problemas de las distintas
regiones según el ámbito correspondiente.

Puede que todas estas medidas sean fáciles en la teoría aunque muy difíciles en la
práctica. Sin embargo, gracias a diferentes instituciones como Unicef, Save the
Children, Cruz Roja o Cáritas entre otras, se están promoviendo diferentes técnicas
para lograr que cada día más niños puedan tener la educación que merecen. Podemos
concluir, que la desigualdad latente es todavía muy grande pero no por ello debemos
mirar hacia otro lado o no intentar ayudar. Al contrario, debemos en la medida de lo
posible, poner nuestro granito de arena e intentar que todas las personas del mundo
puedan acceder a un buen aprendizaje. Solo así se podrá construir un buen futuro,
basado en la igualdad, la libertad, la cultura, el progreso, el trabajo en condiciones
justas o la salud. Derechos que nos pertenecen a todos por ser personas y que
deberían cumplirse en todos los lugares del mundo.
Fuentes utilizadas para el trabajo
La educación amenazada en África Occidental y Central | UNICEF
dia de áfrica: Un Día de África para preocuparse por el daño de la covid-19 a la
educación | Planeta Futuro | EL PAÍS (elpais.com)
Educación (bancomundial.org)
¿Cuál es la importancia de la educación en el siglo XXI? | eACNUR
La desigualdad educativa en el mundo - STL250
Informe de seguimiento de la educación en el mundo, 2020: Inclusión y educación:
todos y todas sin excepción - UNESCO Biblioteca Digital
Reconocer y superar la desigualdad en la educación | Naciones Unidas
La educación como fuente de desigualdad en Colombia - Forbes Colombia
La pandemia deja al descubierto las desigualdades de la educación en Brasil - France
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