BLOQUE III (Siglo XX)

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9.

-ALFONSO XIII: LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-31)


I. PRIMERA PARTE DEL REINADO DE ALFONSO XIII Y PROYECTOS DE
REGENERACIONISMO POLÍTICO (1902-12)
El período de 1902, mayoría de edad de Alfonso XIII, a 1923, dictadura de Primo de Rivera, se caracterizó
por una permanente crisis política. Diversos factores explican esta situación:
• Intervencionismo político de Alfonso XIII sin respetar el papel de árbitro que debía jugar.
• Desarrollo de la oposición1: republicanos, nacionalistas (Liga y PNV), socialistas (PSOE) y anarquistas.
• División de los partidos dinásticos por la desaparición de los líderes históricos y las divisiones internas.
Además, estaba la «cuestión social» heredada del pasado: la cuestión agraria y la educativa, mantenidas
porque el caciquismo se basaba en el analfabetismo y la dependencia económica de los jornaleros. Además,
aumentó el anticlericalismo y se radicalizó la «lucha de clases» entre la oligarquía y los trabajadores. A esto se
le sumaron otros conflictos que surgieron por el mal gobierno o por simple dejadez:
− Cuestión militar: la humillación de 1898 demostró la necesidad de reformar un ejército donde sobraban
altos cargos. Pero ningún gobierno se atrevió y el ejército se centró en defender el régimen reprimiendo
huelgas e intervenir en política respondiendo a las provocaciones de los nacionalistas periféricos.
− Cuestión nacionalista: se consolidaron los movimientos nacionalistas en Cataluña y el País Vasco.
− Problema marroquí. Tras el reparto del país entre Francia y España se inició una guerra muy impopular.
Problemas políticos y el relevo generacional entre los partidos «dinásticos»
Cuando desaparecieron los líderes históricos de los partidos dinásticos, Cánovas y Sagasta, éstos entraron
en un proceso de descomposición entre los que se aferraban a mantenerse en el poder y los que querían
reformas democráticas dentro del sistema (liberales y conservadores regeneracionistas).
La farsa del turnismo se mantenía gracias al caciquismo, pero en las ciudades la oposición era
mayoritaria. Destacaron algunos gobernantes con un cierto ideal regeneracionista:
− El conservador Antonio Maura que fracasó en su intento de acabar con el caciquismo por falta de voluntad.
− El liberal José Canalejas quien intentó solucionar la cuestión social, la regional, etc. pero fue asesinado.
El auge del catalanismo y la Ley de jurisdicciones
En 1905 estalló una grave crisis en Cataluña. La victoria de la Lliga Regionalista en las elecciones locales
y los comentarios satíricos anticastrenses en una publicación barcelonesa (Cu-Cut) alarmaron al ejército que
veía peligrar la unidad nacional. Militares extremistas asaltaron e incendiaron la imprenta de la revista, pero la
reacción del gobierno fue ceder ante el ejército y no condenarlos.
El ejército exigió una Ley de Jurisdicciones y el gobierno nuevamente cedió. Esta ley pasaba a la justicia
militar las injurias contra el ejército (recorte de la libertad de expresión). La «ley de jurisdicciones» desprestigió
al gobierno y simbolizó un importante retroceso de la primacía del poder civil sobre el militar.
La reacción pública originó de cara a las elecciones generales una «alianza republicana» en todo el país. En
Cataluña se denominó «Solidaritat Catalana» y estuvo dominada por la «Lliga». Esta coalición «barrió» a los
partidos dinásticos que, desde entonces quedaron prácticamente fuera del juego político en Cataluña.

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La heterogénea oposición era mayoritaria en la calle si bien los mecanismos del turnismo, como el fraude electoral, impedían
que esta mayoría social se reflejara en el parlamento, donde liberales y conservadores ocupaban casi todos los escaños.
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Gobierno de Maura: inició un programa de reformas regeneracionista que quedó reflejado en la frase
«hagamos la revolución desde arriba o nos la harán desde abajo». Esto dejaba claro la necesidad de una
mejora de las condiciones de las clases populares para evitar cualquier revolución.
Las reformas fueron insuficientes (propuesta de autonomía para Cataluña, etc.) y la nueva ley electoral no
acabó con el caciquismo. Incluso benefició a los caciques con el polémico artículo 29 según el cual los
candidatos que se presentaran en solitario eran automáticamente electos sin necesidad de votación.
La Semana Trágica de Barcelona (1909) y la crisis del regeneracionismo
Barcelona, corazón en aquella época de la industrialización española, era un hervidero político: la Liga
Regionalista, movimiento burgués que demandaba autonomía; el Partido Republicano Radical de Alejandro
Lerroux con un programa populista, anticlerical y anticatalanista y Solidaridad Obrera, fundada por obreros
anarquistas que originará a nivel nacional la CNT en 1910, el sindicato anarquista.
El creciente antimilitarismo y la guerra de Marruecos provocaron la Semana Trágica de Barcelona. El
antecedente está en el «desastre del 98» que había herido el «patriotismo español». Así, en pleno reparto
europeo de África, el gobierno pretendió conquistar Marruecos con el objetivo de recuperar el «orgullo» perdido.
Esta excusa ocultaba los intereses económicos de la oligarquía española en el Rif donde había importantes
yacimientos mineros.
En la Conferencia de Algeciras (1906) se acordó la partición de Marruecos entre Francia, que se quedó la
mayor parte, y España que se apoderó del norte. En esta zona se creó un gobierno colonial conocido como el
Protectorado de Marruecos que abarcaba la región del Rif, poblada por los belicosos rifeños o bereberes.
Los ataques rifeños contra una compañía minera española llevaron al gobierno de Maura a enviar al
ejército, lo que provocó fuertes protestas porque con la excusa del patriotismo el gobierno ocultaba la defensa
de los intereses de la oligarquía (la compañía minera era propiedad de los Güell, de los Romanones, etc.).
Cuando llegaron noticias del desastre del Barranco del Lobo con centenares de muertos, estalló la
indignación popular. Los sindicatos convocaron la huelga general y en Barcelona, durante el embarque de
tropas, la multitud protestó con gritos de «que vayan los ricos a la guerra» porque sólo beneficiaba a la
burguesía.
En Barcelona el gobierno respondió con una violenta represión que derivó en caos (quema de conventos)
con un alto coste humano: cien muertos y varios heridos. Se mandó al ejército para tomar la ciudad y se inició
una represión arbitraria con numerosas torturas donde se aprovechó para encarcelar a izquierdistas. Esto
culminó con la polémica ejecución del pedagogo Ferrer y Guardia que provocó incluso protestas
internacionales.
CONSECUENCIAS: Maura tuvo que dimitir por su imagen de represor (¡Maura no!) y la coalición
republicano-socialista consiguió que Pablo Iglesias fuera elegido primer diputado socialista en 1910.
Gobierno de Canalejas. Fue el último intento regeneracionista dentro del sistema con diversas medidas: ley
del «candado» que prohibía la implantación de nuevas órdenes religiosas en España, abolición del impuesto de
consumos, ley de Mancomunidades que permitió crear un gobierno autónomo en Cataluña, etc.
La acción de Canalejas, un intelectual laicista y progresista, mostró su interés por solucionar los problemas
del país. Tenía la intención de acabar con el caciquismo y de separar la Iglesia del Estado. Tras su asesinato
por un anarquista en 1912, se puede hablar de una crisis permanente de los partidos del turno.

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II. LA CRISIS DEL PARLAMENTARISMO. NEUTRALIDAD EN LA PGM (1912-23)
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, LA NEUTRALIDAD ESPAÑOLA Y LA CRISIS DE 1917
La Primera guerra mundial y el «Boom» económico
Los liberales y los conservadores, divididos y acorralados por la oposición, se aliaron y sus gobiernos sólo
destacaron por la creación de la Mancomunidad de Cataluña. Permanecían en el poder gracias al uso de las
fuerzas del orden –la policía y cada vez más el ejército- así como por un fraude electoral escandaloso.
En este ambiente, la Primera Guerra Mundial (1914-1918) dividió la opinión pública del país en aliadófilos
(liberales e izquierdas) y germanófilos (conservadores) pero trajo un periodo de prosperidad económica
gracias a la neutralidad española en el conflicto.
La producción industrial creció gracias al aumento de la demanda exterior y España se convirtió en
abastecedora de los países beligerantes. Esto produjo un boom económico que trajo consigo un superávit en
la balanza comercial durante esos años. La prosperidad hizo crecer los beneficios empresariales, pero
aumentó la desigualdad y las clases populares salieron perjudicadas. La guerra, debido al incremento de la
demanda exterior, provocó el desabastecimiento del mercado interior y el consiguiente aumento de los precios.
La crisis de 1917
La prosperidad benefició a unos pocos y aumentaron la inflación y el desabastecimiento mientras que los
salarios no crecieron. Todo esto llevó al estallido social y una compleja crisis en 1917 en el que se mezclaron
el auge del movimiento obrero y las reivindicaciones de la mejora de las condiciones de vida:
1. Crisis militar. Militares descontentos crearon Juntas de Defensa para reclamar aumentos salariales y
ascensos por antigüedad (frente a los rápidos y discutibles ascensos de los «africanistas»). El gobierno
cedió a las demandas lo que dio a los militares un mayor poder de presión sobre los políticos.
2. Asamblea Nacional de Parlamentarios. Era un heterogéneo grupo de diputados de la Lliga, PSOE,
republicanos y algún liberal que se reunieron en Barcelona pidiendo la convocatoria de Cortes
Constituyentes que elaborasen una nueva constitución que diese solución a los problemas del país.
3. Crisis social: la huelga general de 1917. Convocada por CNT y UGT contra el encarecimiento de las
subsistencias. También reclamaba cortes constituyentes y se saldó con varios muertos y detenidos.
EL HUNDIMIENTO DEL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN
La inestabilidad política
Ante la amenaza de una revolución obrera las Juntas de Defensa abandonaron sus peticiones y apoyaron la
represión contra los huelguistas. Por otro lado, la Asamblea de parlamentarios se diluyó por las diferencias
entre sus componentes frente a la huelga de 1917. Así, la Lliga se unió al gobierno porque prevalecieron sus
intereses burgueses y se formó un gobierno de concentración (conservadores, liberales y la Lliga). Por su parte
los socialistas se aliaron con los anarquistas para hacer frente común contra la oligarquía….
El periodo final del régimen se caracterizó por la sucesión de gobiernos inestables por la división de los
partidos conservador y liberal en facciones rivales. La entrada de la Lliga catalana en los gobiernos de
concentración provocó una escisión más radical e izquierdista en el nacionalismo catalán, «Estat Català».
Esta tensión política no se entiende sin la lucha de clases derivada de la cuestión social sin resolver.
También influyó la revolución rusa pues la toma del poder por los trabajadores animó al movimiento obrero a
hacer la huelga de 1917, lo que radicalizó a la oligarquía, temerosa de acabar igual que en Rusia.
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La conflictividad social en el trienio bolchevique (1918-1920)
La radicalización de las demandas obreras se encontró con la negativa
de la patronal. Ésta veía al gobierno cada vez más débil y comenzó a ver en
el ejército a un aliado porque también quería orden y temía el caos social.
La lucha de clases se había convertido en el gran problema del país,
sobre todo en Andalucía y Barcelona. Se inició una espiral de violencia
donde la represión oficial generaba la respuesta violenta de algunos
obreros, sobre todo en Barcelona. A este malestar se le sumó el impacto de
la mal llamada «gripe española», surgida en Estados Unidos.
Para contrarrestar la «acción directa» de los anarquistas, el sector más
duro de la patronal creó el denominado Sindicato Libre, grupo de pistoleros que actuaba con el apoyo de la
policía. Además, el ministro Dato diseñó la «Ley de Fugas», pura y simple ejecución sin juicio de los detenidos.
La respuesta llegó con el asesinato de Dato, que trajo más represión del Estado, cada vez más dependiente
del ejército frente a la presión obrera.
A pesar de la violenta situación, el movimiento obrero consiguió un gran éxito con la huelga general (de más
de cuarenta días) iniciada en Barcelona. Conocida como la «huelga de La canadiense», la movilización de los
obreros, dirigidos por la CNT, consiguió que el gobierno aprobase la jornada laboral de ocho horas diarias en
la industria y el descanso semanal de un día. Por otra parte, la influencia de la revolución rusa propició la
fundación en 1921 del Partido Comunista de España (PCE) por un pequeño grupo de socialistas radicales.
El desastre de Annual (1921)
Los conflictos con los indígenas rifeños, las cábilas o tribus del Rif, se recrudecieron cuando éstas se
agruparon bajo el liderazgo de Abd-el-Krim. El ejército español, mal equipado y dirigido, sufrió importantes
reveses desde un principio y la ocupación del territorio rifeño se limitó a la costa.
En 1921, las tropas españolas iniciaron una acción mal planificada y mal dirigida por el general Silvestre,
que concluyó con una retirada caótica y sangrienta de más de trece mil muertos: el Desastre de Annual. Esta
masacre provocó grandes protestas en una opinión pública contraria a la guerra y se volvió a pedir el abandono
de Marruecos.
La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión de investigación cuyo resultado fue el
Expediente Picasso. Pese a las trabas que pusieron las compañías mineras y altos cargos del ejército, el
expediente ponía en evidencia grandes irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército e incluso
apuntaba como implicado al propio monarca.
Este asunto distanció al ejército de la clase política y puso en evidencia el papel del congreso, donde por
primera vez desde la restauración funcionaba como un parlamento de verdad, controlando al gobierno y
exigiendo reformas. Así, una parte del partido liberal intentó reformar la constitución para establecer la
aconfesionalidad del estado, pero el proyecto no salió adelante por la oposición del rey.
El expediente Picasso puso a la oligarquía a la defensiva porque sus consecuencias podían dañar los
intereses políticos y económicos de la élite: abdicación del monarca, cortes constituyentes…Pero el expediente
no llegó a suponer responsabilidades porque en septiembre, un mes antes de que la comisión del Congreso
fuera a emitir su dictamen, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado.

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III. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA Y CAÍDA DE LA MONARQUÍA. LOS
PROBLEMAS ECONÓMICOS (1923-31)
Las causas del golpe de Estado
• Temor por las consecuencias del expediente Picasso para algunos generales o incluso la monarquía.
• Auge de los nacionalismos periféricos y del movimiento obrero.
• Triunfo del fascismo en Italia que sirvió a la oligarquía como ejemplo para frenar a la izquierda.
El golpe de 1923 y el Directorio Militar (1923-1925)
Miguel Primo de Rivera, capitán general, se sublevó el 13 de septiembre de 1923 en Barcelona. El golpe
contó con el apoyo del rey y se declaró el estado de guerra, se suspendieron las libertades y se disolvieron las
Cortes. El régimen de 1876 era sustituido sin apenas resistencia y el Expediente Picasso quedó archivado.
Tras el golpe, Primo de Rivera se constituyó en ministro único asesorado por un Directorio Militar que
contaba con el apoyo de la oligarquía terrateniente e industrial. El Directorio Militar tomó rápidamente medidas:
− Prohibición de la bandera, la Mancomunidad y restricción del catalán al terreno privado. Esto enemistó
al dictador con la Lliga, que inicialmente había apoyado el golpe para que acabase con los anarquistas.
− «Mano dura» en el orden público. Se colaboró con los partidos burgueses, se consintió la oposición
socialista y republicana y se ilegalizó a la extrema izquierda: anarquistas y comunistas (PCE).
− Creación de Unión Patriótica, partido de derechas que debía aglutinar a los partidarios del golpe militar.
El gran éxito del Directorio tuvo lugar en el Desembarco de Alhucemas en 1925. Considerado el primer
desembarco aeronaval de la historia y uno de los primeros ejemplos de exterminio genocida (bombas de gas
mostaza contra la población civil), puso fin a la guerra del Rif y aumentó la popularidad al dictador.
Directorio civil (1925-1931)
En 1925, un gobierno civil presidido por Primo de Rivera sustituyó al Directorio Militar como una «solución
transitoria» que mezclaba regeneracionismo con ciertas simpatías por el fascismo. Él mismo se veía como el
«cirujano de hierro» que debía solucionar con mano dura los problemas de España.
Primo de Rivera era consciente de la importancia del socialismo y por ello intentó atraerse a los menos
radicales (PSOE) para dividir a la izquierda porque creía preferible que un gobierno izquierdista llegase al
poder a través de elecciones pacíficas que por medio de la revolución.
MEDIDAS POLÍTICAS: supuestamente la dictadura iba a ser un breve paréntesis para «poner orden» pero
Primo dio muestras de querer continuar en el poder. Así, creó una Asamblea Nacional Consultiva para
construir una «España nueva». Estaba formada en su mayoría por miembros de la Unión Patriótica, militares
y clérigos aunque incluyó a algunas mujeres y se invitó al PSOE-UGT en representación de la clase obrera.
Pero fracasó en su intento de redactar una constitución por las diferencias ideológicas en su seno. Otro ejemplo
de medidas fracasadas fue el Estatuto Municipal que tenía como objetivo acabar con el caciquismo.
MEDIDAS ECONÓMICAS: Se fomentó el arbitraje entre patrones y obreros (Organización Corporativa
Nacional) lo que unido a la bonanza de los «felices años veinte» generaron un gran desarrollo económico.
La política económica mezcló la defensa del capitalismo con ciertas medidas intervencionistas con el
objetivo de modernizar el país. Era una especie de «regeneracionismo conservador» que a la larga enfrentó al
dictador con la oligarquía porque ésta era contraria a cualquier medida perjudicial para sus intereses, aunque
fuese en beneficio del país (frenó el intento de crear un impuesto progresivo de la renta).
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Así, el Estado se convirtió en motor económico generador de empleo, pero a costa de endeudarse
demasiado porque las clases altas siguieron pagando pocos impuestos y defraudando a Hacienda:
• Fomento de las obras públicas: planes de electrificación, de ferrocarriles, hidroeléctricos y de carreteras.
• Creación de monopolios públicos: de telefonía (TELEFÓNICA) y del petróleo (CAMPSA).
• Política social: aunque destacable, no estuvo a la altura de las necesidades del país (construcción de
escuelas, de «casas baratas», campus universitario de Madrid…).
Esta prosperidad tuvo como colofón la exposición universal de Barcelona y la exposición iberoamericana de
Sevilla en 1929 que daban una imagen moderna de España que contrastaba con la enorme desigualdad.
CUESTIONES PENDIENTES: los graves problemas estructurales del país -pobreza, analfabetismo,
desigualdad- seguían sin resolver. Así, no hubo reforma agraria (porque los terratenientes apoyaban al
régimen), ni una política educativa ambiciosa (vista con recelo por la Iglesia) y fracasó el proyecto de una
política fiscal progresiva por la oposición de las grandes fortunas.
La oposición a la dictadura y la caída de Primo de Rivera
La oposición a la Dictadura abarcaba un amplio espectro político: liberales y conservadores
desencantados, republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales, movimiento estudiantil... Incluso la
oligarquía burguesa y terrateniente se puso en contra por diferentes motivos (oposición a la reforma fiscal).
Tras el crack de 1929, los problemas económicos se extendieron y el descontento social acrecentó la
oposición a la dictadura. Anciano, enfermo y sin apoyos, en 1930, Primo de Rivera dimitió y el general
Berenguer le sustituyó en lo que se conoce como la «Dictablanda».
La oposición comenzó a organizarse: PSOE, republicanos, nacionalistas y liberales decepcionados con el
rey firmaron el Pacto de San Sebastián en 1930. Por este pacto se comprometían a organizar una alternativa a
la dictadura creando un comité revolucionario que formaría el gobierno provisional de la futura república.
En diciembre se produjo una insurrección militar en Jaca que fracasó y sus líderes, Galán y García
Hernández acabaron fusilados y se convirtieron en mártires de la causa. El almirante Aznar se hizo cargo del
último gobierno y, ante el miedo a convocar elecciones constituyentes, sólo se atrevió a convocar municipales
para el 12 de abril que, sin quererlo, se convirtieron en un plebiscito para la monarquía.
EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL (1902-1931)
Sector primario e industria. Hacienda y Banca
España seguía siendo un país agrario con pocas zonas industrializadas. Este sector intensificó la
especialización agraria de algunas regiones, pero continuó el atraso tecnológico. La masa de jornaleros que
trabajaban por un mísero salario hacía innecesaria –según los patronos- la inversión en maquinaria.
Se fundaron importantes bancos, como los de Bilbao, Vizcaya, Santander, etc. Una cuestión sin resolver fue
la reforma fiscal, herencia del s. XIX (reforma de Mon), que favorecía el fraude fiscal. Los intentos de realizar
una política fiscal progresiva fueron frenados continuamente por la oligarquía.
Movimiento obrero
En 1921 un pequeño grupo filosoviético se escindió del PSOE, contrario a la Internacional Comunista de
Lenin, y fundó el Partido Comunista de España (PCE). Los anarquistas se dividieron entre una facción radical
y revolucionaria que fundó en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y un sector moderado
(sindicalismo) dirigido por Ángel Pestaña que proponía reformas graduales y acabó por fundar un partido.

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10.-LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936)
I. PROCLAMACIÓN, CONSTITUCIÓN DE 1931 y BIENIO REFORMISTA (1931-33)
- CONTEXTO EXTERIOR: La república llegó en mal momento, tras el crack del 29 y el auge del fascismo.
- CONTEXTO INTERIOR: crisis de la Restauración y numerosos problemas pendientes (cuestión social).
La dimisión de Primo de Rivera aceleró el fin del régimen y los intentos por volver a la democracia
fracasaron ante el desprestigio del rey y el auge de la oposición reunida en el pacto de San Sebastián. Tras la
sublevación republicana de Jaca la dictadura encarceló a la oposición y puso a la opinión pública en contra.
Finalmente las elecciones municipales de abril dieron el triunfo a los monárquicos gracias al fraude
electoral pero la amplia victoria de la coalición republicano-socialista en las ciudades precipitó el 14 de Abril la
proclamación de la República. Las masas se echaron a las calles, el gobierno dimitió e invitó a la oposición
republicano-socialista a formar gobierno mientras que Alfonso XIII, aislado y casi sin apoyos, se exilió.
GOBIERNO PROVISIONAL (ABRIL-NOVIEMBRE 1931)
Se formó un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora (liberal ex-monárquico) y
compuesto por el PSOE y los partidos REPUBLICANOS de izquierda (Azaña), centro (PRR) y derecha
(Alcalá-Zamora). Por último, estaban las minorías NACIONALISTAS de izquierda (ERC, galleguistas).
El gobierno debía esperar hasta que las Cortes Constituyentes le diesen legalidad, pero tuvo que responder
al ansia de reformas acrecentada por la crisis económica y aprobó varias medidas urgentes:
1. Decreto de términos municipales: daba preferencia a los jornaleros del mismo municipio para que los
propietarios no contratasen a los de fuera por menos salario o para castigarlos por sus simpatías políticas.
2. Decreto de laboreo forzoso. Obligaba a contratar jornaleros para contrarrestar el boicot de los
terratenientes que dejaron de cultivar las tierras para dañar la imagen de la República creando más paro.
3. Generalización de la jornada laboral de 8 horas diarias en todas las actividades, seguros laborales...
4. Construcción inmediata de colegios (7000 en un año) y aumento del sueldo de los maestros.
5. Abolición de la ley de jurisdicciones, lo que irritó a muchos militares, sobre todo los africanistas.
A pesar de lo pacífico del cambio la Iglesia mostró su oposición a la República, las grandes fortunas
provocaron una importante fuga de capitales y el ambiente social se encrespó desde los extremos:
- ANARQUISTAS: la FAI-CNT organizó huelgas para exigir reformas inmediatas negándose a dialogar.
- IGLESIA: el sector integrista, encabezado por el cardenal Segura, inició una campaña promonárquica.
Esto provocó que varias iglesias y conventos fueran quemados ante la pasividad del gobierno. La falta de
diálogo entre la Iglesia y la República radicalizó el problema religioso. Frente a las provocaciones de los
extremos el gobierno creó la Guardia de Asalto y la Ley de Defensa de la República que desilusionó a muchos.
Elecciones constituyentes (junio) y división de la mayoría (noviembre)
Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebraron en un ambiente de tranquilidad y dieron una amplia
mayoría a la coalición republicano-socialista. Estas elecciones dieron legalidad a la república y el nuevo
parlamento se puso a elaborar una constitución, pero pronto surgieron diferencias en la mayoría.
Así, el presidente provisional, Alcalá-Zamora, católico, se opuso a los artículos más laicistas y, en otoño, se
produjo la salida del centroderecha del gobierno: PRR de Lerroux y la derecha republicana de Alcalá-
Zamora. A pesar de ello este último será elegido presidente de la República al ser una figura de consenso.

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La Constitución de 1931
Era la materialización del regeneracionismo más avanzado, aunque su laicismo generó mucho rechazo:
• Soberanía popular. España era una «República democrática de trabajadores de toda clase».
• Sufragio universal masculino y femenino, éste fue una novedad gracias al papel de Clara Campoamor.
• Amplia declaración de derechos y libertades: (divorcio, matrimonio civil), derecho a la educación.
• División de poderes y cambios novedosos en los mismos:
- Legislativo unicameral: Congreso de los diputados con gran poder.
- Jefe del gobierno en el que recaía casi todo el poder ejecutivo y jefe del Estado con poco poder.
- Judicial: se creó el Tribunal de Garantías Constitucionales.
• Descentralización: las regiones podían tener Estatutos de Autonomía.
• Separación Iglesia-Estado que generó polémicos debates: libertad religiosa, abolición del presupuesto del
clero, sometimiento de la Iglesia al «fisco» (debía pagar impuestos) y laicismo: prohibición de la enseñanza.
• Socialización de la propiedad privada en nombre del interés general, pero respetando el derecho de
propiedad.
BIENIO REFORMISTA O SOCIAL-AZAÑISTA (1931-1933)
Tras aprobarse la Constitución, el gobierno quedó formado por una coalición PSOE-republicanos de
izquierda con Manuel Azaña (republicano de izquierda) de presidente del Gobierno. Se emprendió un
ambicioso programa de reformas en un contexto desfavorable por la crisis económica. Este programa era
heredero del regeneracionismo, pero fue visto como radical por la Iglesia y la oligarquía:
• Cuestión agraria: generó muchos debates entre socialistas y republicanos. Finalmente se aprobó la Ley de
Bases de la Reforma Agraria y se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria). Con ello se buscaba el
reasentamiento de jornaleros en latifundios poco explotados que serían expropiados con indemnización.
La reforma agraria republicana acabó siendo muy moderada y fracasó por su lentitud lo que
decepcionó al campesinado en un contexto económico de paro creciente. Además, irritó a los terratenientes
que se negaban a cualquier reforma y comenzaron a organizarse para defender sus intereses.
• Cuestión regional: hubo que mediar entre las concesiones a los nacionalismos periféricos (Estatuto de
Cataluña, proyectos de estatuto vasco y gallego) y el ejército que hizo crecer el temor a un golpe de estado.
El referéndum en Cataluña trajo consigo la restauración de la autonomía, pero el estatuto vasco se
retrasó porque el PNV era derechista y católico y hubo muchas las diferencias con el gobierno central.
• Reforma educativa: construcción de 10,000 colegios, enseñanza mixta y la primaria obligatoria y
gratuita. Se declaró voluntaria la asignatura de religión católica y se retiraron los crucifijos de las aulas.
En el ámbito cultural destacaron las misiones pedagógicas para erradicar el analfabetismo y acercar la
cultura al pueblo (bibliotecas y museos ambulantes, sesiones de cine, teatro, conferencias). Además, se
inició la protección de los monumentos con la ley del Patrimonio de la República, etc.
• Reforma militar. el ejército español padecía «macrocefalia» y el gobierno republicano emprendió su
racionalización (retiros con sueldo íntegro, cierre de la academia de Zaragoza).
• Reforma tributaria: fracasó el intento de crear un impuesto sobre la renta por la presión de los poderosos.
• Reforma laboral: jornada laboral de 8 horas, vacaciones pagadas, salario mínimo y rechazo de la patronal.
• Reforma religiosa: el gobierno cerró los colegios religiosos y suprimió el presupuesto del clero.
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Oposición al gobierno republicano-socialista. Golpe de estado y reacción del gobierno
La oposición derechista se reducía a las asociaciones Patronales, la Iglesia y el Partido Radical de
Lerroux, partido centrista cada vez más inclinado a la derecha y con una actitud muy intransigente.
La oposición izquierdista no dio tregua al gobierno: la FAI-CNT organizó huelgas violentas y el PCE,
minoritario, seguía órdenes de Stalin y criticaba a los socialistas por pactar con partidos burgueses.
El Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocaron la oposición cerrada de las derechas que
recurrieron al tradicional método de la insurrección militar. El general Sanjurjo intentó un golpe de estado en
Sevilla agosto de 1932 pero la «Sanjurjada», mal preparada y con desigual apoyo en el ejército, fracasó.
La reacción del gobierno fue inmediata y las Cortes aprobaron la Ley de Reforma Agraria y el Estatuto de
Autonomía de Cataluña. En este territorio, Esquerra Republicana (ERC) ganó las primeras elecciones.
Desgaste y crisis del bienio republicano-socialista
El clima social se agravó por la crisis económica y se extendieron los enfrentamientos entre anarquistas y
la Guardia Civil. En Casas Viejas, la Guardia Civil mató a un grupo de campesinos anarquistas. Esto provocó la
ruptura de la coalición de gobierno, que tuvo que convocar elecciones en noviembre de 1933.
Para estas elecciones la derecha se había reorganizado en la Confederación Española de Derechas
Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles. Era una alianza de partidos conservadores apoyada por la Iglesia2
que, como había perdido su influencia sobre la política, necesitaba un partido que defendiese sus intereses
junto con los de las clases propietarias. Su objetivo era «aceptar la República, pese a sus simpatías
monárquicas, para defender desde dentro sus intereses».

2La campaña de la Iglesia contra la república llegó a afectar a las procesiones de la semana santa de algunas ciudades
andaluzas, que fueron suspendidas por las cofradías como protesta ante el laicismo para luego culpar al gobierno de ello.
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II. BIENIO RADICAL-CEDISTA y el FRENTE POPULAR (1933-1936)
Las elecciones dieron la victoria al centroderecha que se presentó unido (PRR y CEDA), la izquierda se
presentó dividida y los anarquistas llamaron a la abstención. La ley electoral favorecía a la coalición más
votada con más escaños y perjudicaba a los que se presentaban separados, lo que benefició al centroderecha.
Lerroux formó un gabinete con miembros del PRR y de partidos de centroderecha apoyado por la CEDA a
cambio de iniciar una política de rectificación de las reformas del bienio anterior:
• Paralización de la reforma agraria y expulsión de miles
de jornaleros de las tierras ocupadas.
• Paralización de las reformas educativas.
• Conflictos con los nacionalismos: paralización del
Estatuto vasco y tensión con la Generalidad.
• Nombramientos de militares antirrepublicanos y
amnistía para los participantes en la «Sanjurjada».
Radicalización política
DERECHAS: Confundían república con revolución y querían dar marcha atrás en las reformas.
- CEDA de Gil Robles partido conservador católico cada vez más inclinado al autoritarismo.
- Renovación Española de Calvo Sotelo, monárquicos cada vez más antidemocráticos.
- Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, que luego dará lugar a la «FE de las JONS».
IZQUIERDAS: Revolucionarios y reformistas se unieron por miedo al fascismo.
- Izquierda Republicana de Manuel Azaña, agrupaba a los republicanos de centroizquierda.
- PSOE, dividido entre moderados (Prieto) y radicales (Largo Caballero, el «Lenin español»).
- PCE: ahora el temor al fascismo le llevó a buscar alianzas con todas las fuerzas de izquierda.
- FAI-CNT defendía la acción revolucionaria, pero había quedado muy debilitada por la represión.
La Revolución de octubre de 1934
En 1933 Hitler había llegado al gobierno gracias al apoyo de las derechas y había destruido la democracia.
La entrada de ministros de la CEDA en el gobierno (partido con tintes autoritarios) fue interpretada por el
movimiento obrero como el inminente triunfo del fascismo, por lo que se convocó una huelga revolucionaria:
• Fracasó en Madrid donde el gobierno sacó a las tropas y detuvo a los principales dirigentes.
• Cataluña: Companys, desde la Generalitat, proclamó el «Estado catalán dentro de la República Federal
Española» pero la revuelta fue rápidamente reprimida por el Ejército.
• Asturias: la huelga triunfó y degeneró en una revolución organizada por la UGT, la CNT y el PCE (alianza
obrera). El gobierno llamó a la Legión que, dirigida por el general Franco, aplicó una durísima represión.
Balance de la revolución del 34 y reacción del gobierno
La violencia revolucionaria y la represión del ejército provocaron miles de muertos y de detenidos (Largo
Caballero, Companys...). El gobierno, cada vez más autoritario, aprovechó y encarceló a políticos de la
oposición que no habían apoyado la huelga, como Azaña.
La reacción del gobierno fue el endurecer su política con la suspensión de la autonomía de Cataluña y la
anulación de la Ley de Reforma Agraria. Esta intransigencia contribuyó a que la oposición dejara a un lado sus
diferencias y se uniera por temor a una dictadura (republicanos, socialistas e incluso comunistas).
10
Fin del bienio radical-cedista
Las tensiones en el gobierno eran crecientes entre el PRR y la CEDA por el nombramiento de generales
antirrepublicanos para puestos clave (Franco), el restablecimiento de la pena de muerte, del presupuesto del
clero y la oposición de la CEDA al plan de bachillerato que excluía la religión entre otros. La crisis definitiva vino
con el caso de corrupción del Estraperlo (introducción de una ruleta fraudulenta en varios casinos a través de
sobornos a políticos del Partido Radical) que obligó a convocar elecciones anticipadas para febrero del 36.
Para estas elecciones se formó una gran coalición de partidos progresistas, el Frente Popular, unidos por el
temor al avance del fascismo. Esta coalición pretendía retomar el programa reformista del bienio 1931-33 sin
medidas radicales para no provocar a las derechas, pero éstas lo identificaron como un pacto revolucionario.
Las elecciones de febrero de 1936 y el Frente Popular
En un ambiente de creciente radicalización, se presentaron las siguientes candidaturas:
▪ Frente Popular: coalición heterogénea con un programa de centroizquierda formada por el PSOE, PCE,
republicanos de centroizquierda (IR y UR) y otros partidos minoritarios: ERC, el POUM (troskista), etc.
▪ Frente Nacional: formada por la CEDA y Renovación Española, con un programa autoritario.
▪ FE de las JONS (fascistas), el centro (Alcalá-Zamora) y el PNV se presentaron por su cuenta.
▪ FAI-CNT, con muchos presos en la cárcel, no pidió la abstención apoyando de forma tácita a las izquierdas.
La radicalización de las posturas redujo los partidarios de la democracia. Para muchos izquierdistas el
parlamentarismo era inútil y para buena parte de las derechas, la solución era un estado autoritario.
EL GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR
Tras las elecciones, Azaña fue nombrado presidente del gobierno y a los pocos meses fue elegido
presidente de la República tras la destitución de Alcalá-Zamora. Este error privó al gobierno de un presidente
de derecha moderada que podría haber mediado con los militares en caso de golpe de estado.
El gobierno estuvo compuesto exclusivamente por republicanos y fue presidido por Casares Quiroga,
político poco decidido para la crisis que se vivía. Mientras, se retomó el programa reformista:
• Amnistía para todos los represaliados de octubre de 1934 que salieron inmediatamente de las cárceles.
• Restablecimiento del Estatuto catalán y reanudación de los nuevos estatutos: Galicia y País Vasco.
• Reanudación de la reforma agraria: pero los jornaleros se lanzaron ocupar fincas de forma incontrolada.
• Alejamiento de Madrid de los generales derechistas. Franco, Mola y Goded fueron destinados a
Canarias, Navarra y Baleares, lo que les dio más libertad para poder conspirar.
Violencia política y conspiración militar.
La derecha buscaba de forma evidente una dictadura autoritaria y la izquierda exigía reformas radicales y
esperaba cualquier intento de la derecha de golpe de estado como excusa para hacer la revolución.
CAOS POLÍTICO y SOCIAL. El origen fue la «estrategia de la tensión» ideada por la Falange para provocar a
las organizaciones obreras y desestabilizar al país a través de atentados contra líderes políticos y sindicales, lo
que provocó numerosos enfrentamientos callejeros entre grupos paramilitares falangistas e izquierdistas. Las
masas obreras, muy radicalizadas, respondieron reanudando la quema de conventos e iglesias, la toma
incontrolada de fincas, las huelgas obreras… La CEDA, en crisis tras la derrota electoral, perdió influencia frente
a Calvo Sotelo y la Falange, que fue ilegalizada y José Antonio Primo de Rivera acabó encarcelado. El clima de
radicalización y de violencia la derecha y la izquierda, hacía difícil cualquier vía de diálogo.

11
CONSPIRACIÓN de las derechas, la oligarquía y los militares fascistas contra el gobierno del Frente Popular.
Por un lado, había una trama política conformada por los principales líderes de los partidos: Gil Robles,
Calvo Sotelo y José Antonio Primo de Rivera en la que participaban muchas de las grandes fortunas del país
(Juan March, Luca de Tena y otros importantes aristócratas y empresarios).
Por otro lado, estaban varios generales encabezados por Emilio Mola que buscó apoyo internacional
(Mussolini y Hitler). Los militares estaban obsesionados con emprender la «limpieza» del país y planeaban
aniquilar a políticos, sindicalistas e intelectuales por sus ideas izquierdistas o progresistas.
El 12 de julio era asesinado por extremistas de derecha un oficial de la Guardia de Asalto, teniente
Castillo. La respuesta llegó con el asesinato de Calvo Sotelo por parte de un grupo de izquierdistas. Este
último asesinato sería utilizado por los militares como excusa del golpe que llevaban meses preparando.
El gobierno de Casares Quiroga, que no había decidido tomar medidas pese a las continuas advertencias,
vio como el 17 de julio de 1936 el ejército de Marruecos iniciaba la rebelión contra el gobierno de la
República. El triunfo parcial del golpe, que fracasó en las grandes ciudades, desencadenó la guerra civil.
*REFORMAS TRUNCADAS: la guerra civil paralizó el proyecto de modernizar España: se frenó la construcción
de escuelas (solo en el bienio reformista se construyeron más escuelas que en todos los años de la monarquía
de Alfonso XIII), se paralizó la ley que iba a crear la seguridad social (antes que en Francia o Gran Bretaña), la
reforma tributaria del IRPF (el impuesto de la renta) se quedó a medio, etc.

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LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
I. SUBLEVACIÓN. INTERNACIONALIZACIÓN Y DESARROLLO DE LA GUERRA
La insurrección militar iniciada en el protectorado de Marruecos el 17 de julio se extendió el 18 y 19 a la
península y los archipiélagos ante la falta de reacción del gobierno frentepopulista de Casares Quiroga.
El golpe dirigido por Mola, Goded, Queipo del Llano y Franco triunfó en las zonas rurales del Norte
(Galicia, Castilla, Navarra), Canarias y algunas ciudades andaluzas. Pero fracasó en la cornisa cantábrica, el
mediterráneo, casi toda Andalucía y Madrid y Barcelona donde el gobierno contó con el apoyo de los obreros.
En general, la sublevación tuvo poco respaldo popular y el fracaso parcial del golpe llevó a la guerra civil:
▪ ZONA SUBLEVADA: tenía tropas muy preparadas: ejército de África, la Legión...
▪ ZONA REPUBLICANA: tenía la Armada y la aviación, pero muchos oficiales se sublevaron.
La pertenencia a un bando u otro se debió en gran parte, más que a las afinidades ideológicas, a la
geografía. Así, la «mayoría silenciosa» hubo de adaptarse a la zona donde le había tocado durante la guerra.
Internacionalización de la guerra y el «pacto de no intervención»
En este conflicto se mezclaron los intereses de las potencias y el conflicto entre las ideologías políticas
imperantes en los años treinta. El crack del 29 había desacreditado a la democracia política y al liberalismo
capitalista que tenían que hacer frente al fascismo por un lado y al comunismo de Stalin por otro:
• Las potencias fascistas (Alemania e Italia) y Portugal desde el principio ayudaron a los rebeldes.
• La Unión Soviética ayudó desde un principio la República por ideología y por interés estratégico.
• Las democracias se mantuvieron neutrales ante la imagen revolucionaria de la República.
Ambas propusieron un pacto de no intervención para no facilitar ni hombres ni material de guerra a
ninguno de los bandos lo que acabó siendo una farsa porque, mientras las democracias se abstenían de
ayudar a la República, Hitler y Mussolini apoyaban de forma masiva a los rebeldes. La actitud de las
democracias se enmarca en su ingenua búsqueda de conciliación con Hitler para evitar otra guerra mundial.
La ayuda extranjera. La desigual ayuda exterior explica en parte la victoria de los rebeldes:
• Bando sublevado recibió desde el primer momento la ayuda de Hitler y Mussolini: soldados, munición y
material de guerra como la Legión Cóndor que ayudó a la superioridad aérea de Franco. Menos importantes
fueron la ayuda portuguesa, los voluntarios fascistas irlandeses y el apoyo propagandístico del Vaticano. A
cambio, Franco permitió que los fascistas usaran España como campo de pruebas militar a costa de la
muerte de civiles (algo que Franco ocultó, negó o falseó como en Guernica o el interior de Castellón).
Además, la dictadura tuvo que pagar durante décadas las deudas contraídas por la compra de armas.
• Bando republicano sólo pudo comprar a las democracias algunas armas hasta que se firmó el Pacto de No
Intervención. Aparte que la escasa ayuda de México, sobresale la ayuda soviética que fue importante pero
menor que la que recibió Franco aunque ayudó al auge del PCE en la zona republicana. Al igual que en el
bando rebelde, la ayuda no fue gratis y el gobierno gastó las enormes reservas del Banco de España en la
compra de armas a la URSS, algo que durante décadas manipuló la dictadura para ocultar su propia deuda.
Aparte estuvieron las Brigadas Internacionales, grupos de voluntarios izquierdistas reclutados por la
Internacional Comunista en todo el mundo. Tuvieron su sede en Albacete y un papel importante en la defensa
de Madrid. Las presiones internacionales y el desinterés de Stalin hicieron que la República aceptase su salida
de España en 1938 a cambio de una salida de las tropas italianas que apenas se produjo.
13
EL DESARROLLO DE LA GUERRA
Avance rebelde durante la «GUERRA de COLUMNAS» (verano-otoño 1936)
En un primer momento se produjo el crucial «puente aéreo» organizado con aviones alemanes e italianos
que permitió el rápido traslado del Ejército de África a la península.
El ejército africanista superaba a las desorganizadas milicias obreras e inició un rápido avance hacia Madrid.
En el camino, las columnas del ejército rebelde se unieron a las que bajaban del Norte en Badajoz. La ciudad
cayó y se inició una sangrienta represión que escandalizó al mundo por su barbarie.
Los rebeldes continuaron su avance, pero Franco se desvió para liberar a la guarnición asediada en el Alcázar
de Toledo. La «liberación del Alcázar» fue un triunfo propagandístico, pero desde el punto de vista estratégico
retrasó el avance sobre Madrid. En el Norte tomaron Guipúzcoa aislando la cornisa cantábrica de Francia.
1º ASALTO a Madrid: La Batalla de Madrid (otoño 1936)
En otoño los rebeldes llegaron a las afueras de la capital y se inició la Batalla de Madrid. La caída de la
ciudad parecía inminente y el gobierno se trasladó a Valencia. Ante la superioridad militar de los rebeldes, el
gobierno alentó la movilización del pueblo para defender su ciudad. El lema de «¡No Pasarán!» se hizo célebre
fuera de España y Madrid se convirtió, según la propaganda, en la «primera ciudad del mundo que paró al
fascismo» (manifestaciones de solidaridad en el extranjero, apoyo de Hollywood…).
La moral de la población aumentó con la llegada de las Brigadas Internacionales, la ayuda soviética y los
milicianos anarquistas de Barcelona que vinieron para proteger la indefensa capital. La ciudad sufrió varios
bombardeos y duros combates en las cercanías (Casa de Campo, Ciudad Universitaria) pero consiguió resistir y
Franco, finalmente, ordenó el fin del asalto.
2º ASALTO a Madrid: Batallas del Jarama y Guadalajara (febrero 1937)
Tras fracasar en Madrid, Franco intentó cercar la capital lo que dio lugar a las batallas del Jarama y de
Guadalajara, donde las tropas italianas fueron derrotadas.
Mientras, las tropas franquistas tomaron Málaga, donde de nuevo se produjo una dura represión y una
terrible matanza (la “Desbandá”: matanza de civiles en la carretera de Almería, el primer ataque de la historia
contra un corredor humanitario).
CONSECUENCIAS: El fracaso ante Madrid hizo que Franco optara por una nueva estrategia: ya no buscó acortar
el conflicto, sino que alargó la guerra atacando las zonas más débiles de los republicanos.
La Campaña del Norte (verano 1937)
En el verano de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte que había quedado aislada del resto
del país: Vizcaya, Cantabria y Asturias fueron cayendo en manos de Franco.
Durante esta campaña tuvo lugar el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor, que provocó un
escándalo mundial al ser una población indefensa. Además, el PNV acabó traicionando a la República pactando
con los italianos la rendición de Bilbao a cambio de respetar a sus partidarios, cosa que Franco no cumplió.
Tratando de distraer el avance rebelde en el Norte, los republicanos organizaron las ofensivas de Belchite
(Aragón) y Brunete en Madrid, pero fracasaron y no pudieron evitar la caída del Norte.
CONSECUENCIAS: La conquista del Norte tuvo graves consecuencias para la República, que perdió la
industria siderúrgica y las minas de carbón y hierro. Además, los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas
en la zona sur. Durante la campaña vasca, Mola murió en accidente de avión.

14
La campaña del Este: de Teruel a la batalla del Ebro (1937-1938)
En diciembre del 37, tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel pero, tras reconquistar Teruel poco
después, Franco lanzó un ataque general en Aragón con gran éxito y en abril del 38 las tropas nacionales llegaron
a Vinaroz en el Mediterráneo. La zona republicana quedó partida en dos y se intensificaron los bombardeos
alemanes e italianos contra la población civil: bombardeo del mercado central de Alicante y de los pueblos del
interior de Castellón por la aviación alemana, de Madrid, Barcelona, Valencia, Albacete, etc.
La última gran ofensiva fue la Batalla del Ebro (julio-1938). Con más de 100.000 muertos, fue la más cruenta
de las batallas de la guerra civil y agotó definitivamente las reservas republicanas. El «Ejército Popular», más
disciplinado que las milicias, no fue suficiente contra los rebeldes ayudados por alemanes e italianos.
CONSECUENCIAS: Éste era el último intento de la República de plantar cara a los rebeldes y la «suerte estaba
echada» desde finales del verano. Las brigadas internacionales salieron de España.
El final de la guerra (1939)
En enero se produjo la ofensiva de Cataluña y, tras tomar Barcelona, las tropas franquistas llegaron a la
frontera francesa en febrero. Antes se había producido un enorme éxodo de población: más de 500.000
personas huyeron a Francia, donde fueron hacinadas en campos de concentración.
En el bando republicano, ante la inminente derrota, las divisiones internas se hicieron aún más profundas. El
gobierno de Negrín, con el apoyo del PCE y de parte de los socialistas, proponía la resistencia a ultranza. El
objetivo era que el conflicto español enlazase con la inminente guerra europea y mundial que todo el mundo veía
venir. De esa manera, la República española encontraría aliados que le permitirían cambiar el signo de la guerra.
Defendiendo ingenuamente la negociación de la derrota con los sublevados, el coronel Casado dio un golpe
contra el gobierno. Pese a las propuestas de negociación, Franco exigió la rendición incondicional. El 28 de
marzo, las tropas franquistas entraron en Madrid y el 1 de abril de 1939 terminaba la sangrienta guerra.

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II. EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LAS DOS ZONAS Y CONSECUENCIAS
La descomposición política tras el golpe y la represión
En la zona rebelde el poder pasó a los militares que gobernaron de forma autoritaria; en la zona republicana
el gobierno perdió el control y estalló la «revolución social». En ambas zonas hubo mucha represión:
- ZONA «NACIONAL»: se dirigió contra políticos, sindicalistas, trabajadores,
Declaraciones del capitán Gonzalo
maestros e intelectuales. Desde un principio la represión estuvo Aguilera a periodistas (1937)
«Las masas de este país no son como
organizada y controlada por las autoridades siguiendo un plan
sus americanos, ni como los ingleses.
premeditado de asesinatos masivos para infundir terror entre la población Son esclavos. (…).»
«Tenemos que matar, matar;(…) Son
(como reflejó Mola durante la conspiración). Esto no impidió que, al
como animales, ¿sabe?, y no cabe
principio, pistoleros falangistas descontrolados protagonizaran excesos. esperar que se libren del virus del
bolchevismo. (…) Nuestro programa
- ZONA REPUBLICANA: las víctimas fueron políticos, religiosos y las clases consiste... en exterminar un tercio de
adineradas. Tras el caos inicial en el que se produjeron graves excesos la población masculina de España.
Con eso se limpiaría el país y nos
(Paracuellos, los «paseos»), el gobierno tomó lentamente el control de la desharíamos del proletariado.
situación y la represión disminuyó. Aun así, siguieron existiendo las Además también es conveniente desde
el punto de vista económico. No
temidas «checas» (centros de interrogación y tortura –a veces volverá a haber desempleo en
clandestinos- controlados sobre todo por el PCE y los agentes soviéticos). España, ...¿se da cuenta?»

ZONA REPUBLICANA O «ROJA»


El fracaso del golpe militar desencadenó en la zona republicana la REVOLUCIÓN SOCIAL:
- Ocupación y colectivización de fábricas, tierras y bancos por comités de partidos y sindicatos obreros. El
gobierno, que había perdido el control, se limitó a legalizar lo que los comités hacían.
- Caos revolucionario: las milicias obreras, sobre todo anarquistas, aplicaron la justicia por su cuenta de
forma arbitraria sin respetar los tribunales legales.
*Las colectivizaciones masivas y la represión incontrolada dañaron la imagen internacional de la República*
Tras el verano se formó un GOBIERNO DE UNIÓN NACIONAL presidido por Largo Caballero (PSOE) con
ministros del Frente Popular (PSOE, PCE, republicanos), de los sindicatos UGT y CNT y de otras fuerzas de
derecha y de extrema izquierda: nacionalistas católicos vascos (PNV), catalanes (UDC) y anarquistas. De los
cuatro ministros anarquistas destacó Federica Montseny, la primera mujer ministro en Europa occidental.
El desafío del nuevo gobierno era recuperar el control (fin del caos y de la represión) y centralizar el poder
para poder dirigir de forma eficiente la guerra. La tarea era muy difícil porque el poder estaba en manos de los
comités obreros que a menudo se enfrentaban entre sí y luego estaban los gobiernos regionales…
ENFRENTAMIENTOS EN EL BANDO REPUBLICANO: se enfrentaron básicamente dos modelos:
• «Revolución y guerra al mismo tiempo»: defendida por la extrema izquierda: FAI-CNT y el POUM
(comunistas trotskistas). Eran los principales autores de las colectivizaciones y de la represión incontrolada.
• «Primero la guerra y después la revolución»: defendida por el PSOE, el PCE y los republicanos. Intentaron
restaurar el orden respetando la pequeña y mediana propiedad privada para atraerse a la clase media.
La tensión entre ambos bandos estalló en Barcelona con los «sucesos de mayo del 37» cuando el gobierno,
con el objetivo de restaurar el orden, intentó tomar la sede de Telefónica, en manos de la CNT, lo que degeneró
en combates callejeros. Al final, el POUM fue ilegalizado por la presión soviética y su dirigente, Andreu Nin,
«desapareció» en manos de agentes de Stalin y los anarquistas salieron temporalmente del gobierno.

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GOBIERNOS de NEGRÍN 1937-1939: tras los acontecimientos de Barcelona, dimitió Largo Caballero y el
gobierno fue presidido por el socialista Negrín, cada vez más influenciado por el PCE, que pasó de ser un grupo
minoritario a una fuerza muy influyente.
Aunque ya era tarde para cambiar el signo de la guerra, se impuso una mayor centralización de la economía y
se terminó de construir el Ejército Popular, acabando con la indisciplina de las milicias. Negrín, en 1938 ofreció a
Franco pactar una paz basada en ciertos principios básicos (democracia, amnistía) que el futuro dictador rechazó,
los «Trece Puntos de Negrín».
Tras el fracaso en el Ebro, surgieron de nuevo dos posturas enfrentadas: la postura del gobierno de Negrín
y el PCE defendía la «resistencia a ultranza», pero algunos anarquistas y socialistas comenzaban a hablar de la
necesidad de negociar ante una derrota segura.
Los acontecimientos internacionales, aumento de la influencia de Hitler y disminución de la ayuda soviética,
reforzaron la idea de que la guerra estaba perdida y se retiraron las Brigadas Internacionales.
En marzo de 1939 el golpe del coronel Casado desalojó del poder a Negrín con la idea de negociar con los
rebeldes, pero esta esperanza se disipó cuando Franco exigió la rendición incondicional.
ZONA SUBLEVADA O «NACIONAL»
La muerte del general Sanjurjo al comienzo de la sublevación en accidente aéreo, dejó a la insurrección sin
un líder claro. Días después durante una reunión de los generales se acordó crear la Junta de Defensa
Nacional, órgano provisional de gobierno de la zona rebelde con Cabanellas de presidente por cuestión de edad.
Las medidas adoptadas fueron el establecimiento del estado de guerra en todo el territorio, supresión de las
libertades y disolución de todos los partidos políticos, excepto la Falange y los carlistas3. La propaganda rebelde
se propuso justificar el golpe militar contra un gobierno democráticamente elegido:
- La rebelión militar es un «Alzamiento Nacional» contra una República «marxista y antiespañola».
- La Iglesia Católica justifica la matanza porque la guerra es una Cruzada para liberar a España del ateísmo.
- Represión organizada contra todos los que se opusieran al golpe, que fueron tildados de «rojos»: socialistas,
comunistas, anarquistas, republicanos de centro, derecha e izquierda, etc.
MEDIDAS ECONÓMICAS: cancelación de las reformas republicanas (devolución a sus propietarios de las
tierras repartidas en la reforma agraria), e intervención del Estado en la economía según los principios del
fascismo (creación del Servicio Nacional del Trigo para controlar el abastecimiento de pan de la población).
MEDIDAS POLÍTICAS: En octubre del 36 Franco fue designado jefe del Gobierno del Estado español gracias
a sus éxitos militares y al apoyo alemán. En adelante, el Caudillo, estableció una dictadura militar basada en:
- Decreto de Unificación. Falangistas y carlistas quedaron unificados en la Falange Española Tradicionalista y
de las JONS. Más conocida como el Movimiento Nacional seguía el modelo de partido único del fascismo.
- Concentración de poderes en Franco como un monarca absoluto.
- Estado confesional (Nacional-catolicismo): subvención estatal a la Iglesia, que recuperó el control de parte
de la educación, abolición del divorcio y del matrimonio civil.
- Ley de Responsabilidades Políticas (1939) designaba «rebeldes» a los que se opusieron al «Alzamiento».

3 La CEDA y Renovación Española fueron disueltos y a sus miembros se les invitó a participar en el «alzamiento». En cambio,
líderes como Gil-Robles, vieron desaparecer sus expectativas de tomar el poder como habían planeado durante la conspiración.
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Consecuencias de la guerra
• Consecuencias demográficas. El impacto fue tremendo: medio millón de muertos en el frente y por la
represión, hambre, epidemias a lo que hay que añadir la cifra de no nacidos y la pérdida de población joven.
El exilio republicano también tuvo consecuencias demográficas:
aparte de los «niños de la guerra» estuvo el gran éxodo de 1939 con
más de 430.000 exiliados de los cuales solo algunos retornaron. Este
exilio supuso también una sangría cultural y económica pues incluía a
gran parte de los sectores más preparados del país: las élites culturales
y científicas de la Edad de Plata (generaciones del 14, del 27, etc.).
• Consecuencias económicas y sociales. La guerra fue una verdadera catástrofe económica:
- Destrucción de la industria y retroceso a una economía básicamente agraria.
- Destrucción de viviendas, comunicaciones, infraestructuras...
- Endeudamiento por la pérdida de las reservas de oro del Banco de España, usadas por la República para
pagar la ayuda soviética, y los préstamos de guerra del bando franquista contraídos con los bancos.
El resultado de la guerra restauró la hegemonía económica y social de la oligarquía terrateniente,
industrial y financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores.
• Consecuencias morales. La guerra supuso una verdadera fractura moral con varias generaciones marcadas
por la guerra y la larga posguerra. El régimen de Franco nunca buscó la reconciliación de los españoles y
siempre celebró su origen bélico lo que hizo que las heridas de la guerra civil perdurasen durante decenios.
PERSONALIDADES DEL EXILIO: Picasso (artista),
Severo Ochoa (biólogo), Blas Cabrera (físico), Emilio
Herrera (ingeniero aeroespacial), Buñuel (cineasta),
Pau Casals y Robert Gerhard (músicos), Margarita
Xirgú y María Casares (actrices), Ortega y Gasset
(filósofo), Manuel Chaves Nogales (periodista),
Salvador de Madariaga (diplomático y político liberal),
escritores como Juan Ramón Jiménez, Antonio
Machado, Luis Cernuda, Max Aub, León Felipe, Rafael
Alberti, Elena Fortún, Pedro Salinas, Ramón J. Sender,
las «sin sombrero» (como la pintora Maruja Mallo, la
filósofa María Zambrano o la escritora María Teresa
León), historiadores como Américo Castro y Sánchez
Albornoz, filólogos como Tomás Navarro Tomás, Clara
Campoamor, anarquistas, comunistas, socialistas,
republicanos de centro e izquierda y algunos de
derecha, nacionalistas e incluso monárquicos …

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11.-LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
I. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y EVOLUCIÓN POLÍTICA
*Fundamentos ideológicos del régimen franquista
− Rasgos fascistas: partido único, violencia, antiparlamentarismo, caudillismo, atenuados desde 1945.
− Patriotismo y militarismo: defensa de la «unidad de la Patria», prohibición de las autonomías, etc.
− Nacional-catolicismo: la Iglesia recuperó su poder y España se convirtió en un bastión del tradicionalismo.
− Anticomunismo. Este rasgo salvó a Franco en el contexto de la guerra fría entre EEUU y la URSS.

* Bases sociales y políticas de la Dictadura


Franco asentó su poder aliándose con la oligarquía terrateniente y financiera. La dictadura se basó en el
partido único, la FET de las JONS, denominado el «Movimiento Nacional» y el Sindicato Vertical. Sin
embargo, hubo «familias políticas» de diversa ideología que trataron de influir en las decisiones de Franco.
− MILITARES FRANQUISTAS: tuvieron prestigio y poder, pero estuvieron subordinados a Franco.
− FALANGISTAS: la FET poco tenía que ver con el partido creado por José Antonio.
− MONÁRQUICOS: en general muchos monárquicos colaboraron con la dictadura.
− CATÓLICOS: se diferenciaban tres grupos: los conservadores ultracatólicos del Opus Dei, el sector
democristiano más centrista y el antifranquista: cristianos obreros, «curas rojos», curas nacionalistas, etc.
En la práctica, todas estas familias tuvieron un papel secundario. Franco impidió que alguien acaparara
demasiado poder y buscó un equilibrio que garantizara su poder omnímodo.
EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LA DICTADURA FRANQUISTA
1.1 Periodo «AZUL» o FALANGISTA (1939-1945). Estuvo dominado por la FET de las JONS y su líder
Serrano Suñer. En esta fase a Franco le interesaba aparentar ser un país fascista para mantener el apoyo de
Italia y Alemania, sin los cuales no habría ganado la guerra. Además, se elaboraron las primeras Leyes
Fundamentales: el Fuero del Trabajo y el Fuero de los Españoles que en la práctica suprimieron derechos y
libertades, crearon un sindicato único de tipo fascista y derogaron la jornada laboral de 8 horas diarias.
1.2 Periodo NACIONAL-CATÓLICO (1945-1957) y las leyes orgánicas. La FET fue marginada por las
derechas que recuperaron su influencia. En este periodo se elaboraron otras leyes fundamentales que querían
dar ciertas apariencias democráticas («democracia orgánica»): la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado
que declaraba a España «reino» y a Franco regente y la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958)
que actualizó las leyes anteriores y funcionó como una pseudoconstitución hasta el final de la dictadura.
1.3 Periodo TECNÓCRATA: el dominio del Opus Dei (1957-1969)
Los tecnócratas, católicos del «Opus Dei», dominaban el gobierno y elaboraron la última ley orgánica: la Ley
Orgánica del Estado (1967) que separaba los cargos de Jefe de Estado y de Presidencia del Gobierno.
Aparte de los tecnócratas se consolidaron dos facciones: los inmovilistas o búnker (sector fascista) y los
aperturistas, liderados por Fraga. Éstos eran una derecha más moderada y lograron algunas medidas:
− Ley de Prensa de Fraga (1966): suprimió la censura previa pero no tuvo mayores consecuencias.
− Ley de Libertad Religiosa (1967): puso fin a la prohibición de los cultos no católicos en público.
Además, fueron polémicos el incidente de Palomares (1966) y el escándalo de corrupción Matesa (1969).

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1.4. Periodo final del régimen (1969-1975)
En 1969 y forzado por su avanzada edad, Franco designó sucesor «a título de Rey» a Juan Carlos de
Borbón. En el nuevo gobierno destacó el vicepresidente, Carrero Blanco, fiel franquista cuyo programa político
contemplaba ciertos avances sin renunciar a la dictadura: acuerdo comercial con la CEE y nueva ley de
educación, pero la ausencia de libertades reflejaba la poca voluntad real de cambio. Mientras, crecieron las
protestas en las fábricas y en las universidades y apareció el terrorismo:
− Terrorismo: tras el primer atentado de ETA la respuesta fue una represión indiscriminada que provocó el
aumento del apoyo social a la banda. En el Juicio de Burgos varios etarras fueron condenados a muerte,
pero las protestas internacionales consiguieron que las condenas fuesen conmutadas.
− Represión y la tortura a través de la Brigada Político-Social4 y del Tribunal de Orden Público (TOP).
En 1973 Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno y se llevó a cabo el Proceso 1001, el juicio
contra el sindicato clandestino Comisiones Obreras donde fueron juzgados varios miembros, entre ellos su
principal líder, el comunista Marcelino Camacho. El mismo día del juicio, ETA consiguió dar el golpe más
importante de su historia, el asesinato de Carrero Blanco. El sucesor de Carrero fue Arias Navarro, del
«búnker», cuyos intentos de parecer aperturista fracasaron ante las circunstancias adversas para el régimen:
- Crisis del petróleo de 1973: la inflación alcanzó
cifras alarmantes y el paro aumentó por el cierre de
fábricas y el regreso de los emigrantes.
- Enfrentamientos con la Iglesia: con amenazas de
excomunión y ruptura del Concordato.
- «Marcha Verde». Fue organizada por Marruecos
invadir el Sahara occidental español aprovechando la
debilidad de España, durante la agonía de Franco.
- Otros: condenas a muerte de extremistas de izquierda (Salvador Puig Antich) y de etarras que generaron
protestas internacionales; revolución de los Claveles en Portugal que acabó con la dictadura de Salazar.
- Finalmente, tras una larga enfermedad, Franco murió el 20-XI-1975.
POLÍTICA EXTERIOR DEL RÉGIMEN 1939-1975
1.5 La Política Exterior del franquismo de 1939 a 1957
Etapa «azul» y hegemonía falangista. Alianza con Eje nazifascista durante la SGM (1939-45)
Recién acabada la guerra, Franco se unió al pacto anticomunista que asociaba a la Alemania nazi, la Italia
fascista y Japón. Tras la invasión nazi de Francia, tuvo lugar la entrevista entre Franco y Hitler en Hendaya pero
éste no aceptó las «ambiciosas pretensiones» de Franco (Marruecos francés) porque la incorporación a la
guerra de un país exhausto no era de gran interés. También se entrevistó con Mussolini en Bordighera y, para
mostrar su apoyo a las potencias fascistas, se envió la División Azul a luchar junto a las tropas nazis en Rusia.
Las derrotas del Eje hicieron que, a partir de 1942, Franco comenzara un cauteloso giro en su política
internacional buscando la conciliación con los aliados y se pasó de la no beligerancia a la neutralidad. Además,
el sector más fascista del gobierno fue paulatinamente marginado (fin del saludo fascista…).

4
Esta brigada fue creada según el modelo nazi en 1941 siguiendo las instrucciones de la Gestapo y de las SS.

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Nacionalcatolicismo (1945-1957): aislamiento internacional y cambios dentro del régimen
En 1946 la Asamblea General de la ONU votó contra el ingreso de España. La dictadura de Franco era
considerada aliada de las potencias fascistas recién derrotadas y casi todos los embajadores dejaron Madrid.
A la condena internacional siguieron años de aislamiento, aunque EEUU trataba de no romper
completamente con un régimen que podría ser su aliado en el contexto de la guerra fría. Pese a ello, España
no recibió ayudas del Plan Marshall, ni fue admitida en la OTAN.
La dictadura trató de lavar su imagen internacional, reduciendo el protagonismo de los falangistas, de
sus símbolos (saludo fascista...) y desmantelando los campos de concentración.
EL FIN DEL AISLAMIENTO. Puede afirmarse que «la guerra fría salvó al régimen de Franco, pero condenó a
España a sufrir la dictadura». La hostilidad hacia la Unión Soviética provocó un giro en la posición
norteamericana. En 1950, la ONU, por presiones de EEUU, recomendó el fin del aislamiento diplomático:
• Concordato entre España y la Santa Sede (1953). Perpetuó el poder de la Iglesia católica.
• Acuerdos con EE. UU (1953): instalación de bases militares norteamericanas a cambio de ayuda
económica (mucho menor que el Plan Marshall).
• Ingreso en la ONU (1955) con el apoyo de EE. UU, convertido en el valedor del franquismo.
1.6 Política exterior del régimen de 1957 a 1975
- Fidelidad a EEUU que se convirtió en el único valedor de la dictadura franquista.
- Acercamiento a Europa. La dictadura solicitó el ingreso en la CEE y se encontró con el rechazo de las
democracias europeas. No obstante, se firmaron importantes acuerdos comerciales.
- Descolonización del Protectorado de Marruecos y de Guinea Ecuatorial, a los que se les concedió la
independencia (a Marruecos en 1956 y a Guinea en 1969).
- Presión para la recuperación Gibraltar y aislamiento del Peñón, que no consiguieron resultados positivos.

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II. SOCIEDAD Y ECONOMÍA DEL FRANQUISMO. DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO
2.1 Hambre, y autarquía en la posguerra
CONSECUENCIAS de la guerra civil. Aparte de las pérdidas humanas (muertos y exiliados), la represión y el
hambre, la guerra la ganó la oligarquía, lo que perpetuó sus privilegios (impuestos bajos a las rentas altas,
fraude fiscal, altos aranceles, enorme poder de la Iglesia) y las pésimas condiciones de las clases populares.
LA AUTARQUÍA DE POSGUERRA. La solución que dio el régimen a la penuria económica se basó en copiar el
modelo fascista de Italia y Alemania: la autarquía, una política económica basada en la intervención del
estado y en la búsqueda de la autosuficiencia económica, imposible en España por falta de materias primas:
- Rígido control del comercio exterior con los aranceles más altos de Europa. Como consecuencia, se
encarecieron los productos que se tenían que importar (petróleo) y se produjo escasez de bienes.
- Fomento industrial: nacionalización del ferrocarril (RENFE) y establecimiento del Instituto Nacional de
Industria (INI) para crear grandes empresas públicas (SEAT, IBERIA, ENDESA) con desigual resultado.
- Intervención en el sector agrario: se mantuvieron el racionamiento de la distribución de alimentos sin
solucionar la escasez y el control de los precios agrícolas con nefastas consecuencias.
El Estado fijaba precios oficiales que estaban por debajo de la oferta y la demanda real. Esto provocó
que los productores ocultasen parte de la cosecha para luego venderla ilegalmente a precios más altos lo
que fomentó el mercado negro («estraperlo») y el desabastecimiento («años del hambre»). Esto
enriqueció a los grandes propietarios mientras la población dependía de las cartillas de racionamiento.
FRACASO ECONÓMICO DE LA AUTARQUÍA. La posguerra marcó una tremenda regresión económica,
(mercado negro, corrupción). A la segunda guerra mundial le sucedió en 1945 un período de aislamiento por la
condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje.
2.2 Los años 50: el fin de la autarquía y primeras medidas liberalizadoras
- Liberalización parcial de los precios (fin del racionamiento en 1952).
- Ayuda económica de EEUU que permitió modernizar la industria (fue inferior a la del Plan Marshall).
- Ley del Suelo: mezclaba una mentalidad moderna con los intereses de los especuladores.
INESTABILIDAD ECONÓMICA: Estas medidas trajeron una cierta expansión económica (hacia 1955 se
recuperó la renta por habitante de 1935). Pero la falta de control provocó una alta inflación que propició un
fuerte malestar social. Esto provocó la necesidad de reformas profundas tras veinte años de políticas
económicas nocivas. Franco fue presionado por EE. UU, tuvo que abandonar definitivamente la autarquía. Se
produjo así la entrada de ministros del «Opus Dei» en 1957 que diseñaron la nueva política económica.
2.3 El Plan de Estabilización de 1959
La presión norteamericana, consciente de que España iba a la bancarrota y hacia una posible revolución,
impuso a los ministros del Opus que diseñaron este plan económico siguiendo las indicaciones del Fondo
Monetario Internacional (FMI) para recuperar el tiempo perdido. Se trataba ante todo de liberalizar la
economía, acabando con el período autárquico. Se disminuyó el intervencionismo estatal a la vez que se abría
la economía al exterior, devaluando la peseta, bajando los aranceles y liberalizando las inversiones extranjeras.
CONSECUENCIAS: en poco tiempo se redujo el déficit del estado y llegaron abundantes inversiones del
exterior. España inició un acelerado crecimiento económico (el 2º país desarrollado después de Japón)
conocido popularmente como desarrollismo.
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2.4 El «desarrollismo» económico de los años sesenta
CARACTERÍSTICAS:
• Crecimiento industrial y del terciario (servicios) gracias a las inversiones extranjeras y los bajos salarios.
• Masiva emigración campesina hacia las ciudades y Europa debido al desarrollo industrial y a la
introducción de maquinaria en el campo que hizo que sobrase mano de obra agrícola (cosechadoras...).
CONSECUENCIAS:
• Superávit en la balanza de pagos a pesar del déficit comercial gracias a los ingresos del turismo, las
inversiones extranjeras y las remesas enviadas por los emigrantes.
• Despoblación de las zonas rurales y desequilibrios regionales: afectaron especialmente al interior.
• Planes de desarrollo: para paliar la despoblación y el atraso de las zonas rurales. Tuvieron un resultado
bastante inferior al previsto y no redujeron el creciente desequilibrio entre las regiones ricas y las pobres.
BALANCE: el desarrollismo se benefició de un contexto exterior favorable de expansión económica mundial y
esto permitió abundantes inversiones extranjeras (gracias a los bajos salarios), una masiva llegada de
turistas y la eliminación del paro mediante la emigración a Europa (el mito de «con Franco no había paro»).
2.5 Los grandes cambios sociales de los años sesenta
A diferencia de los duros años de la posguerra, los sesenta presenciaron un acelerado cambio social:
• Paso de una sociedad rural a una urbana por la emigración a las ciudades y a Europa occidental (Francia,
Alemania, Suiza, Bélgica) de millones de españoles. La emigración trajo la reducción del paro y las
abundantes remesas de dinero, pero también desarraigo humano propio de toda emigración.
• Fuerte incremento de la población. Se redujo la mortalidad, la tasa de natalidad se mantuvo en valores
muy altos e incluso aumentó (25 millones en 1940 y 33 millones en 1970).
POLÍTICA SOCIAL: apenas creció el gasto público por lo que los servicios sociales eran insuficientes:
• Educación: la reforma educativa de 1970 (Ley Villar Palasí) modernizó la enseñanza: educación gratuita,
mixta y obligatoria hasta los 14 años, pero fue muy por detrás de las necesidades de la población.
• Sanidad: aunque se crearon hospitales y aumentaron las pensiones, se siguió estando lejos del modelo de
«sociedad del bienestar» (la Seguridad Social y la sanidad pública se crearon tarde y no eran universales).
• Vivienda: el déficit en vivienda se resolvió con la construcción masiva y descontrolada de bloques de pisos
que enriqueció a constructores y empresarios mientras que los nuevos barrios nacieron sin equipamientos
básicos (falta de colegios, parques…). El caos urbanístico fomentado por la dejadez política y la corrupción
produjo la destrucción irreparable de los centros históricos, así como de enormes zonas costeras y el
«feísmo» de muchas ciudades españolas.
2.6 La sociedad de consumo
Pese a sus limitaciones, el desarrollismo propició la aparición de la sociedad de consumo en España,
ejemplificada con la expansión de los electrodomésticos y del coche. Estos cambios trajeron, especialmente
entre los jóvenes, una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen:
• Disminución de la importancia de la Iglesia y laicización de la sociedad.
• Nuevos hábitos sociales sobre todo entre ambos sexos influidos por los emigrantes, el turismo y la TV.
• Modas y costumbres llegadas a través del turismo (modas como la «minifalda», los anticonceptivos, etc.).

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III. LA REPRESIÓN Y LA OPOSICIÓN POLÍTICA. EL PAPEL DE LA CULTURA
REPRESIÓN Y RESISTENCIA: EL MAQUIS
3.1 Represión. La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 y la Ley de Represión contra la Masonería y
el Comunismo de 1940 fueron las herramientas jurídicas utilizadas para la represión que llegó tras guerra civil.
La represión de la posguerra propició un clima de terror entre gran parte de la población, lo que explica la
debilidad de la oposición durante años. Se ha estimado que en los primeros años de la dictadura unos 200.000
españoles murieron por la represión política, el hambre y las enfermedades relacionadas con el conflicto.
Al finalizar la contienda, la población reclusa llegó casi a las 500.000 personas y no había cárceles para
todos. El número de prisioneros políticos fue tan grande que hubo que crear campos de concentración. Desde
la derrota del fascismo, la dictadura desmanteló estos campos para «borrar las huellas» y causar mejor
impresión fuera del país (el último campo, Miranda de Ebro, donde colaboraron nazis, cerró en 1947).
Aparte de los campos de concentración en España, unos 10.000 españoles exiliados en Francia acabaron
en campos de concentración nazis (Mauthausen, Sachsenhausen) de los cuales murieron unos 6.000.
3.2 La resistencia. El maquis. Desde el fin de la guerra se organizó una guerrilla con el objetivo de resistir al
nuevo gobierno fascista y, llegado el momento, iniciar un levantamiento contra el régimen. Los maquis,
dirigidos y organizados en su mayoría por el PCE, esperaban que la victoria de los aliados en la SGM supusiera
el fin del franquismo. Tras la liberación de Francia, iniciaron desde este país una invasión del valle de Arán que
resultó un fracaso porque los franceses no colaboraron. Viendo cada vez más lejana una intervención exterior
en 1948 el PCE renunció a la lucha armada y llamó a los guerrilleros a huir del país. Tras esto el PCE,
convertido en el principal partido de la oposición, propuso en 1956 la reconciliación nacional.
OPOSICIÓN AL FRANQUISMO
3.3 Oposición exterior: el gobierno de la República en el exilio
Buscando el fin de la dictadura y la vuelta de la legalidad (y creyendo ingenuamente que los aliados
«liberarían España del fascismo» como al resto de Europa), el gobierno republicano exiliado en Méjico convocó
unas cortes viendo cercano el fin de la guerra mundial. En estas cortes estaban representados los principales
grupos de la oposición: anarquistas, comunistas, socialistas, republicanos de izquierda, centro y monárquicos.
La desunión y las diferencias ideológicas eran enormes y no consiguieron ponerse en común. El gobierno
de la República se mantuvo en el exilio (Méjico) tratando de mantener la legalidad surgida de la Constitución
de 1931 pero sus esperanzas finalizaron cuando España ingresó en la ONU en 1955. Comunistas y socialistas
abandonaron el gobierno que quedó compuesto sólo por los partidos republicanos de centroizquierda (IR, UR)
con miembros envejecidos y cada vez más alejados de la realidad española.
3.4 Oposición interior
IZQUIERDAS: De todos los grupos antifranquistas el más organizado y el que contaba con más apoyos era el
PCE, dirigido por Dolores Ibárruri (la «Pasionaria») y luego por Santiago Carrillo. Tenía una fuerte estructura
clandestina y su estrategia consistía en el «entrismo», es decir, infiltrase en todo tipo de asociaciones.
Comisiones Obreras era un sindicato clandestino ligado al PCE cuyo éxito se basó en la infiltración en el
Sindicato vertical. Los sindicatos UGT y CNT, debilitados por la represión, apenas tuvieron presencia durante la
dictadura. El PSOE era un partido débil y dividido y los anarquistas y los republicanos casi desaparecieron.

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DERECHAS: había varias tendencias como los monárquicos y los democristianos. Tras la SGM, don Juan, hijo
de Alfonso XIII, pidió en un manifiesto a Franco que se retirara para restaurar una monarquía democrática,
pero no tuvo éxito. Solo al final de la dictadura apareció una oposición de derechas en el diario ABC.
NACIONALISTAS: creció la oposición de los partidos nacionalistas como Esquerra Republicana, Convergència
Democràtica de Catalunya (derecha catalanista) o el Partido Nacionalista Vasco. De esta etapa es también
ETA, que surgió a finales de los cincuenta como una escisión del PNV que mezclaba marxismo y nacionalismo.
ESTUDIANTES: las protestas aumentaron y el régimen respondía con cargas policiales, detenciones, cierre de
centros universitarios lo que evidenciaba que Franco no contaba con el apoyo de la juventud.
MOVIMIENTOS CATÓLICOS DE BASE: liderado por sacerdotes jóvenes cuyas organizaciones apoyaron las
protestas obreras: Hermandades Obreras de Acción Católicas (HOAC), Juventud Obrera Cristiana…
MILITARES de la UMD (U. Militar Democrática) que demostraron que parte del ejército era contrario a Franco.
3.5 Conflictos políticos durante la dictadura franquista
AÑOS 50. LAS PRIMERAS PROTESTAS: A pesar de la tremenda represión, hubo conflictos de envergadura
que fueron silenciados por la censura como el boicot a los tranvías de Barcelona y huelgas obreras en Asturias.
En los incidentes de la Universidad Complutense (1956) se enfrentaron estudiantes que demandaban
cambios y el sindicato falangista de estudiantes (SEU). Este suceso dio a conocer una nueva generación de
intelectuales antifranquistas procedente del bando vencedor (Ridruejo, Tamames) que se sentían
desengañados con el régimen y algunos acabaron incluso por acercarse al PCE y su reconciliación nacional.
AÑOS 60. AUMENTO DE LA CONFLICTIVIDAD: La situación empeoró en diversos frentes: alejamiento del
sector crítico de la Iglesia (curas rojos, nacionalistas), resurgimiento de los nacionalismos (ETA), aumento
de los conflictos laborales (CCOO) y auge del movimiento estudiantil en la universidad
«Contubernio de Múnich» (1962): fue una reunión de personalidades de diversas tendencias venidas de
España o del exilio: derechas, centristas, socialistas y nacionalistas que pedían que la CEE no aceptase a
España hasta que hubiese democracia. Aunque fue un acto simbólico sin mayores repercusiones, puso de
manifiesto el rechazo que Franco sufría en Europa.
Mientras, la represión y la tortura fueron la respuesta del régimen a través de la Brigada Político-Social y el
Tribunal de Orden Público (TOP). Destacó el «caso Grimau», un militante del PCE que fue ejecutado por delitos
cometidos en la guerra civil.
3.6 El final de la dictadura. Alianzas de la oposición y el papel de los aperturistas
Hubo dos vías de oposición a la dictadura, la violenta (minoritaria) y la pacífica (mayoritaria):
• Vía violenta de los grupos terroristas: la ETA y los grupos de extrema izquierda (GRAPO, FRAP)
• Vía pacífica de la oposición política, el movimiento obrero, los intelectuales, la UMD (militares demócratas):
En 1974 se constituyó la Junta Democrática liderada por el PCE que incluía a monárquicos, etc. Reclamaba
una «ruptura total» con la dictadura y el inicio de un proceso democrático. El PSOE formó la Plataforma de
Convergencia Democrática a la que se unieron democristianos, etc. A diferencia de la junta optaron por la
«ruptura pactada» con la dictadura y con los aperturistas.
Además de las fuerzas «ilegales» también destacó el sector aperturista del franquismo (Fraga, Fernández
Ordóñez, ...) que reclamaba una reforma constitucional a partir de las instituciones y las leyes franquistas, lo
que coincidía con las ideas de la Plataforma liderada por el PSOE.
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CASTILLA LA MANCHA BAJO LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
La clase alta fue el principal apoyo del régimen. La clase media se mantuvo ambigua, las clases
trabajadoras apenas respaldaron a la dictadura y su existencia estuvo marcada por la pobreza y la represión.
En la posguerra hubo represión y miseria. Muchos exiliados huyeron a Francia donde acabaron en campos
de concentración nazis (Mauthausen). El maquis destacó en las zonas montañosas del sistema ibérico y los
montes de Toledo hasta el fin de la lucha armada en 1948.
La autarquía favoreció la extensión del cultivo del trigo y por toda la región surgieron los famosos «silos» de
cereal. Puertollano se convertirá en el único foco industrial con la instalación de la petroquímica en los años 40
mientras que el resto de la región vivirá en el subdesarrollo.
El desarrollismo apenas llegó a Castilla-La Mancha, que siguió anclada en el atraso secular. Solo sirvió
para aportar medio millón de castellanomanchegos como mano de obra barata que dejaron sus pueblos en
busca de una vida mejor en las zonas industrializadas del país y en Europa occidental.
Puertollano era la única ciudad industrializada (petroquímica) y después solo destacaba Albacete (cuchillería
y alimentaria). El resto de la región estuvo subdesarrollada y sólo al final de la dictadura, los planes de
desarrollo intentaron reducir las diferencias con las regiones avanzadas. Se crearon así los primeros polígonos
industriales de resultado desigual (Campollano en Albacete, Manzanares).
Además, las principales inversiones del régimen no ayudaron al desarrollo: la instalación de una central
nuclear en Guadalajara y el trasvase Tajo-Segura para derivar agua de la región al levante.
La oposición era escasa por el débil desarrollo urbano e industrial y la mayoría de la población vivió con
indiferencia, miedo o colaboración.

BALANCE DEL FRANQUISMO:


1. Alejamiento de la izquierda del patriotismo al acaparar la derecha extrema los símbolos de «lo español».
2. Aumento del sentimiento antiespañol y del victimismo de los nacionalismos periféricos.
3. Tolerancia con la corrupción y falta de espíritu crítico. Mucha gente, acostumbrada a no quejarse ni
reclamar, sigue resignada a ver como algo normal cualquier tipo de abuso de los poderosos.
4. Atraso social y económico. La guerra, la autarquía y el desigual desarrollismo han generado unas
condiciones sociales y laborales que todavía son peores que las del resto de Europa occidental.
5. Falsos mitos del franquismo: la censura, la ignorancia y cuarenta años de propaganda política (NODO)
han logrado que muchos sigan creyendo que «con Franco no había paro» (más de 2 millones de parados
emigraron fuera de nuestras fronteras); «Franco levantó España» (la hundieron dos veces con la guerra y la
autarquía y se ocultó que el desarrollismo se debió a las presiones de EEUU más que a méritos propios); «con
Franco no había corrupción» (fue numerosa y germen de la actual pero la prensa estaba censurada y la
policía controlada: el estraperlo, la gigantesca corrupción urbanística, la propia corrupción del dictador con el
asunto del café brasileño, el caso MATESA, el caso SOFICO5…), «con Franco las penas de cárcel eran más
duras» (precisamente fue el código penal de 1973 el que puso el límite de 20 años por condena y no los
gobiernos democráticos como mucha gente cree…), etc.

5
Aparte de los anteriores destacaron otros importantes escándalos de corrupción que implicaban a empresarios y a
políticos: el caso Barcelona Traction que implicaba al famoso millonario Juan March (principal apoyo económico
del bando rebelde en la guerra civil), el caso Agenda Rivara, el de Manufacturas Metálicas Madrileñas, etc.
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12.- LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA (1975-2004)
I. INICIOS del REINADO de JUAN CARLOS I. LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA 1975-82
Tras la muerte de Franco se inició un complejo proceso de transición que llevó de la dictadura a la
democracia y que, sin ser modélico, su espíritu de consenso ha quedado como ejemplo a seguir.
1.1 Las fuerzas políticas en escena
EJÉRCITO: El miedo a un golpe de estado fue constante porque muchos militares eran antidemócratas.
FRANQUISTAS: divididos entre el «búnker» liderado por Blas Piñar y los «aperturistas» (Fraga, Suárez).
OPOSICIÓN:
• Derecha democrática: era débil (Ruiz Giménez, Gil Robles o los partidarios de don Juan), el diario ABC...
• Nacionalistas: Convergència Democràtica de Catalunya (Jordi Pujol) y el PNV principalmente.
• Izquierda: sobresalía el PCE, dirigido por Santiago Carrillo, el partido más organizado contra la dictadura. El
PSOE se estaba reorganizando desde 1974 en torno a Felipe González y Alfonso Guerra.
• Sindicatos: El sindicato comunista Comisiones Obreras era mayoritario frente a las debilitadas UGT y CNT.
La rivalidad entre el PCE y el PSOE dividió a la oposición entre la Junta Democrática, dominada por el PCE
y la Plataforma de Convergencia Democrática, dirigida por el PSOE.
CONTEXTO INTERNACIONAL: PORTUGAL, GUERRA FRÍA Y CRISIS DEL PETRÓLEO. En 1974 en Portugal,
una revolución pacífica (revolución de los claveles) puso fin a una dictadura similar a la franquista y el partido
comunista adquirió un gran poder. Por otro lado, la crisis del petróleo de 1973 trajo consigo paro masivo e
inflación, lo que recordaba a la crisis de los años treinta.
En plena guerra fría, la situación española alarmó a los EEUU porque se temía una radicalización política.
Por eso el gobierno americano y la Internacional Socialista, cada uno por su lado, comenzaron a organizar un
plan para fomentar una transición a la democracia sin peligro de golpes de estado ni revoluciones izquierdistas:
- Creación de un partido de derecha moderada lo que dará lugar a la creación de la UCD
- Apoyo político y económico al PSOE para crear una fuerza de centroizquierda que debilitase al PCE.
1. 2 Gobierno de Arias Navarro (nov 1975-julio 1976)
Los inicios de la monarquía de Juan Carlos I estuvieron caracterizados por la incertidumbre porque muchos
sospechaban que sería una mera continuadora del franquismo sin Franco. En un principio el rey mantuvo al
frente del gobierno a Arias Navarro, pero con ministros aperturistas como Fraga o Adolfo Suárez.
Pronto el nuevo monarca se rodeó de un grupo de asesores que diseñaron un plan de cambio político que
se denominó «la reforma»: cambios controlados que garantizaran la intangibilidad de los funcionarios y
militares franquistas y que llevaran a un sistema democrático desde las propias leyes franquistas.
REAGRUPACIÓN de la OPOSICIÓN: Toda la oposición se agrupó en la Coordinación Democrática
(Platajunta) que pedía libertad, amnistía y elecciones constituyentes. Esto reforzó las protestas y la presión
popular contra el inmovilismo del gobierno de Arias Navarro.
CAÍDA DE ARIAS NAVARRO: El gobierno de Arias fracasó a la hora de realizar un proceso de reformas creíble
y respondió con represión a las protestas sociales (incidentes de Vitoria con varios trabajadores muertos).
Finalmente, el rey, que no había disimulado su descontento con el presidente, lo destituyó.

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1.3 El Gobierno de Suárez y la Ley de Reforma Política (1976-1977)
El nombramiento de Adolfo Suárez, joven político del régimen, como nuevo presidente fue recibido con
decepción por la oposición democrática. Pero poco después presentó la Ley para la Reforma Política, que
significaba el «desmantelamiento del franquismo desde dentro» e inició contactos con la oposición.
Ésta, unida en la «Platajunta» y ante la delicada situación (crisis económica, terrorismo, miedo a un golpe
de estado) tuvo que renunciar a exigir cuestiones espinosas (República, juicio a los torturadores …).
TENSIÓN POLÍTICA: a pesar de la oposición del «búnker» franquista, la conciencia del cambio era inevitable y
las Cortes franquistas aprobaron la Ley de Reforma Política, su «suicidio político». El referéndum sobre la
Ley de reforma política obtuvo una respuesta contundente: 94.1% de votos positivos.
CONSENSO CON LA OPOSICIÓN que se resignó a colaborar: el fin del franquismo no se realizaría
mediante la «ruptura democrática» (gobierno de unidad, república…). Fue polémico aceptar la imposición de
la monarquía como única vía a la democracia porque el rey había sido nombrado por Franco.
*El año clave: 1977. Hubo un aumento de la violencia extremista:
• Extrema derecha: terroristas de «Cristo Rey» o Fuerza Nueva alentaban al ejército a dar un golpe militar.
• Terrorismo de extrema izquierda: nacionalistas (ETA) o revolucionarios (GRAPO). Con sus ataques al
ejército y a la policía provocaban y alimentaban la posibilidad de un golpe militar.
La máxima tensión llegó a principios de año con varios atentados por parte de «Cristo Rey» y del GRAPO,
así como la matanza de abogados laboralistas en Atocha por pistoleros de extrema derecha. La respuesta
popular fue una gran manifestación pacífica de repulsa que mostró la actitud conciliadora de los comunistas.
Finalmente se produjo la legalización del PCE y una amnistía a los presos políticos antifranquistas.
Además, el gobierno disolvió el Movimiento Nacional y el Sindicato Vertical sin encontrar resistencia.
1.4 Elecciones democráticas y primera legislatura de la UCD de Suárez (1977-1979)
ELECCIONES DE 1977: las primeras desde 1936. Los españoles votaron mayoritariamente opciones
moderadas. Así, la gente votó libremente, pero mediatizada por el miedo a un golpe de estado si ganaba la
izquierda (como en 1936), lo que hizo que muchos electores votaran de forma pragmática más que ideológica:
- El vencedor fue la Unión del Centro Democrático (UCD, centroderecha), el nuevo partido de Suárez que
agrupaba a aperturistas y a los moderados de la antigua oposición (34%).
- El segundo partido más votado, para sorpresa de muchos, fue el PSOE de Felipe González (29%)
- Lejos quedaron el PCE (9%) y la derechista Alianza Popular (8.0%) donde en ambos partidos muchos de
sus simpatizantes prefirieron las opciones moderadas para evitar la radicalización política.
El nuevo gobierno tuvo que hacer frente a tres desafíos: elaborar una Constitución, frenar la violencia
política (terrorismo y peligro golpista) y la crisis económica (aumento alarmante del paro y la inflación).
Para estabilizar la situación económica los principales partidos y sindicatos firmaron en octubre de 1977 los
Pactos de la Moncloa. Éstos consistían en una serie de medidas consensuadas para hacer frente a las graves
dificultades: ampliación de las libertades civiles, acuerdos salariales, abolición de la censura.
En un intento de conciliación los diversos partidos aprobaron la «Ley de Amnistía» siguiendo la idea
extendida del consenso y el espíritu de reconciliación nacional defendido por el PCE. Esta ley sacó de la cárcel
a miembros de CCOO, presos políticos y hasta terroristas de ETA. Aplaudida entonces, ha sido criticada
posteriormente porque equiparó a víctimas con verdugos al proteger también a los funcionarios franquistas.
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1.5 La segunda legislatura de UCD y el fin del gobierno de Suárez (1979-1981)
Tras aprobarse la Constitución se celebraron nuevas elecciones en marzo de 1979 y volvió a triunfar la
UCD de Suárez. En las primeras elecciones municipales desde la República venció la alianza PSOE-PCE
que conquistó los principales ayuntamientos. Pese a esta alianza izquierdista, Felipe González forzó al PSOE a
abandonar el marxismo y pasarse a la socialdemocracia para atraerse al electorado más centrista.
Se produjo un grave DETERIORO POLÍTICO:
• Brutal campaña terrorista de ETA con decenas de muertos al año
(ETA se convirtió en la banda terrorista más sangrienta).
• Consiguiente irritación en la extrema derecha que inició la preparación
de un golpe de estado.
• El fin del consenso con el inicio por parte del PSOE de una dura
campaña de oposición.
• Crisis interna de UCD que debilitó a Suárez.
Todos estos factores precipitaron la dimisión de Suárez en enero de 1981. Calvo Sotelo, dirigente de UCD,
fue designado candidato a la presidencia, pero tras no obtener mayoría suficiente en una primera votación, se
fijó para el 23 de febrero la segunda.
1.6 El último gobierno de UCD: Calvo Sotelo (1981-1982)
El golpe de estado del 23-F. Mientras se celebraba la votación de investidura un grupo de guardias civiles,
dirigido por el teniente Tejero, entró en las Cortes secuestrando al poder legislativo y ejecutivo. El capitán
general de Valencia, Jaime Milans del Bosch, decretó el estado de guerra y publicó un bando que recordaba
los del 36. Uno de los jefes del Estado Mayor del Ejército, Alfonso Armada, era otro de los golpistas.
El objetivo del golpe, apoyado por la extrema derecha, era paralizar la transición democrática y dar
marcha atrás al proceso de reformas, pero no contó con el apoyo unitario del ejército. La labor de algunos
militares fue clave para abortar el golpe. El momento decisivo llegó en la madrugada cuando el rey se dirigió a
los ciudadanos explicando las órdenes que había transmitido al ejército de sumisión al orden constitucional.
Calvo Sotelo gobernó sólo un año y medio en un período marcado por la descomposición de su propio
partido, la aprobación de la Ley del Divorcio y el escándalo del aceite de colza. En 1982, con la oposición de
la izquierda, España ingresó en la Organización del Atlántico Norte (OTAN). El PSOE prometió un
referéndum sobre esta adhesión si ganaba las elecciones.

30
II. LA CONSTITUCIÓN DE 1978. PRINCIPIOS, INSTITUCIONES Y AUTONOMÍAS
2.1. El proceso constitucional
Las Cortes elegidas en 1977 se convirtieron en Cortes
Constituyentes e iniciaron la elaboración de una constitución.
Se eligió una Comisión Constitucional y ésta eligió a siete
diputados para elaborar un proyecto constitucional. Estos
siete diputados, los «padres de la constitución»
representaban a los principales partidos (UCD, PSOE, PCE,
AP, minoría catalana). La ausencia del PNV por la cuestión de
los «derechos históricos» tuvo graves consecuencias ya que
este partido se abstuvo de aprobar la Constitución.
El proceso de redacción de la constitución se resume en la palabra «CONSENSO» y en la idea de «cerrar
las heridas» de la guerra civil y de la dictadura. Para ello se quiso evitar la triste tradición de «constituciones de
partido» del siglo XIX. Así, las cuestiones que suscitaban mayores diferencias fueron redactadas con
ambigüedad para que pudieran ser aceptadas por todos.
El consenso a veces se transformó en «imposición» por parte del régimen, lo obligó a la oposición a
sacrificar dos grandes reclamaciones que siguen siendo temas espinosos: la República y la amnistía para los
franquistas que pudieran ser juzgados por crímenes y torturas.
Tras su debate en Cortes, el texto final fue aprobado en el Congreso por una amplia mayoría (316 SÍ, 6 NO
y 3 abstenciones). Finalmente, el Proyecto de Constitución fue sometido al referéndum de los ciudadanos -6-
XII-1978- y quedó aprobada con un 87,87%.
CONSECUENCIAS: si bien no se restauró la República, ni hubo juicios contra los franquistas ni un gobierno de
unidad por temor al golpismo de un ejército con muchas simpatías por la dictadura, en la práctica no puede
hablarse de fracaso de la democracia. Así, salvo algunas excepciones, puede afirmarse que la carta magna de
1978 es parcialmente heredera de la constitución republicana de 1931 sin el laicismo y el sentido democrático
de una república, pero con similares derechos, parecidas o iguales instituciones y mayor autonomía regional.
2.2 El proceso preautonómico
Ante el deseo de autogobierno de la mayoría de vascos y catalanes, reflejado en masivas manifestaciones,
el gobierno de Suárez inició el proceso preautonómico antes de la aprobación de la Constitución.
Se optó por crear gobiernos preautonómicos: restablecimiento de la Generalitat (septiembre de 1977) y
creación en el País Vasco del Consejo General Vasco. Así, se crearon por decreto-ley, organismos
preautonómicos en Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, País Valenciano, Extremadura, Andalucía, etc.
En el caso de Castilla-la Mancha se produjeron bastantes novedades: se abandonó el nombre de «Castilla la
Nueva», se añadió la provincia de Albacete y Madrid se desvinculó para constituirse en comunidad propia.
CONSECUENCIAS: Ante las demandas de autonomía de catalanes y vascos y en menor medida de gallegos,
el gobierno de la UCD optó por generalizar del principio de autonomía regional. Se trataba de lo que
coloquialmente se denominó «café para todos».

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2.3 La Constitución de 1978.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES:
• Se define a España como un Estado social y democrático de
Derecho, basado en la soberanía popular.
• La forma política del Estado es la Monarquía parlamentaria. El
Rey es el jefe del Estado y su poder es formal como en las
demás monarquías europeas.
• Hace compatible la unidad de la Nación con el derecho a la
autonomía de nacionalidades y regiones.
• Se establece un Estado aconfesional parecido a la República, pero sin su laicismo. Determina que
«Ninguna confesión tendrá carácter estatal». Pero al nombrar a la Iglesia católica establece cierta relación
preferencial con la misma (el Concordato posterior de 1979 mantuvo ciertos privilegios contrarios al espíritu
laico de la propia constitución).
• Derechos, libertades y deberes: se recogen los derechos individuales (derecho a la vida, a la educación,
libertad ideológica, religiosa libertad de expresión, etc.). También se incluyen algunos derechos sociales
como una vivienda digna, disfrutar del medio ambiente, derecho al trabajo, a la protección de la salud, etc.
pero no son vinculantes.
INSTITUCIONES: La Constitución establece la separación de poderes y los organiza:
• Poder legislativo: las Cortes están formadas por dos Cámaras: el Congreso de los Diputados y el
Senado que son elegidas por sufragio universal. Para evitar la inestabilidad de la II República, el
parlamento ha perdido poder en beneficio del ejecutivo, que es más fuerte. Esto ha traído una gran
estabilidad institucional, pero ha restado «calidad democrática» al actual sistema.
• Poder ejecutivo: El Gobierno dirige la política interior y exterior, puede presentar proyectos de leyes a las
Cortes y ejecuta las leyes aprobadas. El presidente del Gobierno es investido por el poder legislativo. En
la práctica su poder es enorme pues el parlamento tiene poco margen de maniobra para controlarlo.
• Poder judicial: lo ejercen los Jueces y magistrados. Se crea el Tribunal Constitucional cuya función es
evitar y vigilar que no haya leyes que contradigan al texto constitucional. Es también el máximo órgano
encargado de proteger los derechos y libertades.
AUTONOMÍAS: Se trató de abordar uno de los problemas históricos de España: aunar la unidad del Estado con
la diversidad de regiones y nacionalidades que lo componen:
• Las CCAA que se constituyan tendrán un Estatuto de Autonomía en el que se recogerían las
competencias que asumían y que deben ser aprobados por las Cortes Generales (como en 1931).
• Aprobada la Constitución, se constituyeron hasta 1983 las actuales CCAA y España quedó conformada por
17 Comunidades y dos Ciudades Autónomas (Ceuta y Melilla en 1995).
• Principio de solidaridad y el equilibrio económico entre las distintas regiones. En la práctica no se
cumple porque la constitución no sólo mantiene los fueros de Álava y Navarra (autonomía fiscal que genera
una situación privilegiada y, por tanto, discutible) sino que restauró los conciertos económicos de Vizcaya y
Guipúzcoa.

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CLM en la transición y la democracia 1975- : La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha surgió en 1978
al constituirse como ente preautonómico. Su denominación vino motivada por la falta de una identidad regional
sólida. El Estatuto de Autonomía fue aprobado en 1982. Castilla-La Mancha es heredera de Castilla la Nueva,
que comprendía el actual territorio castellano-manchego con Madrid pero sin Albacete.
La comunidad ha aprovechado la autonomía y las ayudas europeas para regiones poco desarrolladas y se
ha dotado de infraestructuras básicas: carreteras, centros sociales, educativos, deportivos… (como la UCLM).
En lo económico destaca una cierta industrialización aprovechando la cercanía a Madrid: industria
agroalimentaria, aeronáutica, energías alternativas, etc. El turismo ha generado muchos empleos en las
ciudades patrimonio de la humanidad (Toledo y Cuenca) y en las zonas de agroturismo o turismo rural.
Desde el punto de vista demográfico se ha frenado parcialmente el éxodo rural (de 1,700,000 hab. en la
transición a 2 millones en el 2010). Este cambio de tendencia se debe a la inmigración extranjera y a instalación
de madrileños en Toledo y Guadalajara, convertidas en «ciudades dormitorio» de Madrid.
Las primeras elecciones de 1983, dieron como ganador al PSOE, partido que ha gobernado de forma
ininterrumpida la Junta hasta 2011 cuando gana el PP por vez primera volviendo el PSOE a gobernar desde
2015 con el apoyo de Podemos. Aparte de los presidentes preautonómicos (1978-82 UCD y 1982-83 PSOE) se
han sucedido los siguientes presidentes electos: José Bono (PSOE) de 1983 a 2004, José Mª Barreda (PSOE)
de 2004 a 2011, M.ª Dolores de Cospedal de 2011 a 2015 (PP) y Emiliano Gª Page desde el 2015 (PSOE).

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III. GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS E INTEGRACIÓN EN EUROPA 1982-2004
3.1 Los gobiernos socialistas de Felipe González (1982-96)
En las elecciones de 1982, el PSOE consiguió un triunfo arrollador
con el mayor porcentaje de votos de la historia (casi la mitad) y la
mayoría absoluta en el Congreso. La UCD casi desapareció y fue
sustituida por la Alianza Popular de Fraga como el principal partido
de la derecha. El PCE perdió más de la mitad de sus votos (PSOE:
48%, AP: 26% UCD 6%, PCE 4%).
PRIMERA LEGISLATURA SOCIALISTA (1982-1986), el gobierno de
González tuvo que hacer frente a una difícil situación económica y a una dura campaña terrorista de ETA.
• Plan de estabilización económica que implicó un proceso de reconversión industrial que llevó al cierre
de muchas industrias obsoletas y deficitarias. Estas medidas provocaron el desconcierto entre los
sindicatos, porque aumentaron el paro, pero sanearon la economía.
• Reforma del Ejército para acabar con el peligro del golpismo. Esta reforma fue uno de los grandes éxitos
del gabinete porque consiguió modernizar el ejército y situarlo al mismo nivel que el de otros estados.
• Reformas educativas y sociales: reforma universitaria y despenalización parcial del aborto.
• Entrada en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986.
• Referéndum de permanencia en la OTAN: Felipe González cambió radicalmente su discurso sobre la
OTAN y de la negativa al ingreso se pasó al apoyo, desconcertando al electorado socialista. Mantuvo su
promesa de convocar un referéndum y pidió el SÍ a la permanencia, que ganó el referéndum.
SEGUNDA LEGISLATURA SOCIALISTA (1986-1989) En 1986, el PSOE
volvió a ganar las elecciones. Esta legislatura estuvo marcada por un fuerte
desarrollo económico que se concretó una ambiciosa política de inversiones
en infraestructuras (autovías, AVE) favorecida por la llegada de fondos
procedentes de la CEE. Los servicios educativos, sanitarios y de pensiones
crecieron de forma notable, siendo sufragados por un sistema fiscal
relativamente progresivo. Por primera vez se podía hablar de un Estado del
Bienestar en España (con décadas de retraso respecto a Europa occidental).
El crecimiento económico y las medidas liberalizadoras del gobierno
trajeron un aumento de las diferencias de riqueza entre los diversos grupos sociales. Los sindicatos CC. OO
y UGT organizaron una huelga general el 14 de diciembre de 1988. El país se paralizó y Felipe González tuvo
que retirar parte de sus medidas.
TERCERA y CUARTA LEGISLATURAS DEL PSOE (1989-1996) En 1989, el PSOE volvió a ganar por mayoría
absoluta, aunque con una fuerte reducción de votos. Se aprobó la reforma educativa, LOGSE, que propició la
construcción de numerosos centros educativos y la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los dieciséis
años. España celebró en 1992 diversos acontecimientos internacionales, los Juegos Olímpicos de Barcelona,
la Expo de Sevilla y la capitalidad cultural europea de Madrid mostraron una imagen de país moderno muy
diferente a la España de la dictadura de Franco.

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Sin embargo, la crisis económica disparó la inflación y el paro llegó al 22% lo que unido a la corrupción
(caso Roldán, FILESA…) afectó al gobierno socialista. A ello se sumó el escándalo de los GAL, grupo armado
que con la complicidad de cargos del gobierno llevó a cabo la «guerra sucia» contra ETA. En 1993 el PSOE
volvió a vencer, pero esta vez sin mayoría absoluta por lo que necesitó el apoyo parlamentario de los
nacionalistas de centroderecha (CiU, PNV, CC). Las derechas se habían reorganizado en el Partido Popular
dirigido desde 1989 por José María Aznar y comenzaron a arañar votos con un discurso anticorrupción.
Las dificultades económicas, los escándalos y la dura campaña de la oposición llevaron a que, tras
negarle CIU el apoyo para aprobar los presupuestos, Felipe González convocara elecciones en 1996.
3.2 Los gobiernos del PP de José María Aznar (1996-2004)
PRIMERA LEGISLATURA DEL PP (1996-2000). El PP (38%) ganó por la mínima al PSOE (37%) a pesar de los
escándalos de corrupción y del GAL. Izquierda Unida (coalición del PCE con grupos izquierdistas, ecologistas y
republicanos) alcanzó el 10%, CIU obtuvo el 4%, PNV el 1%, Coalición Canaria menos del 1%...
Aunque la suma de PSOE e IU obtuvo más votos, gracias a ley electoral que favorece al voto rural y a los
nacionalistas, José María Aznar pudo gobernar. Éste no consiguió la mayoría absoluta, y se vio obligado a
pactar con las minorías nacionalistas de centroderecha (CiU, CC, PNV).
Aznar aplicó una política económica neoliberal basada en la reducción del déficit público y la reactivación
de la actividad económica privada. El objetivo era cumplir los criterios de convergencia (inflación, deuda, déficit)
establecidos por la UE que, una vez alcanzados, permitirían a España unirse al Euro.
La expansión económica internacional ayudó a que de la política económica del gobierno fuese un éxito:
creció el PIB, el paro descendió y el saneamiento de la economía llevó al país a participar en el nacimiento del
Euro. Sin embargo, esto se hizo a costa de la privatización y venta de las mejores empresas públicas del país
(Telefónica, Repsol, Argentaria, etc.) lo que dejó al Estado en una posición muy débil.
El terrorismo de ETA destacó con el asesinato del concejal popular de Ermua, Miguel Ángel Blanco. La
crueldad de la banda desencadenó una importante reacción popular denominada el «espíritu de Ermua». El
gobierno endureció su política contra el nacionalismo, que respondió con el Pacto de Estella donde los
nacionalistas pidieron la independencia. Poco después ETA declaró una tregua indefinida y sin condiciones,
pero los contactos con el gobierno terrorista fracasaron y ETA volvió a la actividad armada.
SEGUNDA LEGISLATURA DEL PP (2000-2004): Las elecciones convocadas en el año 2000 dieron al PP la
mayoría absoluta del congreso (con el 44% votos) que le libró de pactar con otros partidos. Este hecho, unido
a una política a menudo impopular, produjo una gran crispación política, sobre todo a partir de 2002.
• Economía: el crecimiento siguió por encima de la media europea pero la política neoliberal hizo que los
salarios crecieran por debajo de los precios, sobre todo desde la entrada del euro en 2002.
• Conflictos laborales: huelga general en el 2002 contra la reforma de la protección por desempleo
aprobada por el Gobierno. La cobertura de la huelga general por parte de TVE fue duramente criticada y
acusada de manipulación informativa.
• Terrorismo: hubo grandes éxitos en la lucha contra ETA, pero también polémicas: se acusó al PP de
utilizar a las víctimas del terrorismo en su beneficio para ganar las elecciones mientras que Aznar
culpaba al PNV de no luchar suficientemente contra el terrorismo.

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• Nacionalismos: aumento de la tensión con los nacionalismos catalán y vasco. Éste pretendió aprobar un
nuevo estatuto de «libre asociación con el Estado español» (Plan Ibarretxe) que fue declarado
inconstitucional. En Cataluña ERC cobró protagonismo por sus polémicas con el gobierno de Aznar.
• Vivienda: los precios aumentaron muy por encima del aumento de los salarios y la opinión pública
responsabilizó de este fenómeno a la especulación urbanística y al gobierno que la promovía. El origen
está en la Ley de liberalización del suelo que, contrariamente a los argumentos del gobierno, generó el
“BOOM” de la vivienda que se prolongó más de una década y fue el germen de la crisis del 2008.
• Guerra de Irak: Aznar se caracterizó en la segunda legislatura por su firme alianza con Estados Unidos,
especialmente a raíz de los atentados de 2001. El gobierno apoyó la invasión de Irak de 2003 a pesar de
tener a los demás partidos políticos y al 90% de los ciudadanos en contra.
• Polémicas y corrupción: Gescartera, el trasvase del Ebro a Levante, accidente del Yak-42, etc.
Durante las elecciones de 2004, muy reñidas, sucedieron los atentados de Atocha en Madrid con un saldo
de casi 200 muertos y perpetrados por el terrorismo islamista, aunque al principio el gobierno acusó a ETA.

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