El Ser Humano en Estado de Pecado
El Ser Humano en Estado de Pecado
El Ser Humano en Estado de Pecado
A. El origen del pecado en la caída del ser humano. El problema del origen
del pecado es de tal magnitud que demanda una investigación adecuada.
Incluso continúa desconcertando a los que la enseñanza bíblica al respecto no
ha ofrecido una respuesta satisfactoria. Algunos teólogos antiguos y modernos
simplemente eludieron el problema afirmando que las almas de los seres
humanos pecaron en alguna clase de vida anterior, y producto de ello, todos los
seres humanos nacen ahora pecadores. El filósofo Emanuel Kant reconoció la
existencia del mal radical en el ser humano, pero perdió la esperanza de poder
explicar su origen. Los evolucionistas arguyen que el origen del pecado
proviene de las tendencias, impulsos y pasiones heredados de las bestias. Sin
embargo, la Biblia dirige nuestra atención a la caída del ser humano. Nos
enseña que la raíz de toda la maldad moral en el mundo radica en el primer
pecado de Adán, cabeza natural y representativa de la raza humana.
2. La causa del primer pecado. La circunstancia que ocasionó la caída del ser
humano fue la tentación de parte de la serpiente, que sembró en la mente del
ser humano la desconfianza y la incredulidad. Aunque fue evidente que la
intención del tentador era hacer caer a Adán, cabeza del pacto, no se dirigió a
éste primero sino a Eva, probablemente porque ella (a) no era la cabeza del
pacto y, por lo tanto, carecía de la misma responsabilidad;
(b) no había recibido el mandato de Dios directamente, sino en forma
indirecta y, por consiguiente, sería más susceptible a dudar del mandato o
argumentar en su contra;