El Carisma Salvatoriano Al Interior de Las Tendencias de La Vida Religiosa Latinoamericana
El Carisma Salvatoriano Al Interior de Las Tendencias de La Vida Religiosa Latinoamericana
El Carisma Salvatoriano Al Interior de Las Tendencias de La Vida Religiosa Latinoamericana
La gran intuición
Cuál ha sido esta intuición? Que el lugar donde se encuentra Dios, el lugar desde el cual
se tiene que realizar la reflexión teológica es el pobre, la víctima, el marginado, el sin
voz. Los pobres como favoritos del Reino, los pobres como lugar desde donde Dios grita.
Se hace claro entonces que, dadas las mayorías de pobres en el mundo, el discurso
teológico, si no quiere ser cínico, tiene que partir de esta realidad. Se plantea por lo tanto
la relación esencial entre salvación y liberación del hombre; es decir, la salvación tiene
que ver con la lucha contra todas las estructuras que generan pobreza y ellas son
estructuras de pecado. La teología así se hace histórica y las luchas de los pobres entran a
ser parte de las luchas de los teólogos.
época en la vida del continente. Sin embargo, por diversas causas las teología de la
liberación cae bajo sospecha y empieza a ser mal vista en algunas instancias de Iglesia y
en las instituciones de los estados. Quienes se inscriben en esta búsqueda original son
tildados de marxistas, extremistas, exagerados, descontentos. Y la búsqueda liberadora ha
regado la vida del continente con muchísimos mártires.
La vida religiosa, fiel a la búsqueda de América Latina, asumió las reflexiones teológicas
propias del continente y ello se expresó en la necesidad de comprometerse solidariamente
con los pobres buscando un desplazamiento hacia ellos. La inserción en medios populares
no consistió solo en irse a vivir con ellos sino en el desarrollo de una manera de ser y
vivir marcado por la fuerza espiritual de los pobres: una nueva espiritual empezó a
gestarse y muchos religiosos, sobretodo mujeres, se fueron a gustar la vida de Dios en el
“locus theologicus”que ha sido el gran aporte y la gran intuición de las teologías
latinoamericanas.
Pero, volviendo al asunto de las teologías, desde esta perspectiva podemos decir que:
Se trata de identificar los compromisos que emergen de los dos momentos anteriores. La
salvación tiene que ver con la liberación humana, por lo tanto se trata de establecer las
alternativas de transformación personal y social que se desprende de la reflexión de
manera que la teología vaya superando el cinismo de hacer discursos que no toquen la
asfixiante realidad de tantos hermanos y hermanas. Este tercer momento expresa la
primacía de la ortopraxis sobre la ortodoxia. Establece las alternativas pastorales más
adecuadas a la realidad e incita a los compromisos más relevantes para con los hermanos
y hermanas. La fe no se hace creíble mientras no conlleve un testimonio de vivencia
espiritual de esa misma fe, es un dinamismo transformador hacia la utopia del Reino que
hace creíble desde ya la salvación como liberación. Con lo que la teología desemboca en
una espiritualidad.
Se han desarrollado teologías en clave liberadora entre los negros de Estados Unidos con
la teología negra norteamericana; igualmente la teología negra en Africa con sus
vertientes sudafricana y africana, las teología de la liberación asiática con las teologías de
minjung en Corea, la de la lucha en Filipinas y la teología de los dalit (aplastado,
pisoteado) por el sistema de castas imperante y algunos teólogos europeos de gran valían
han valorado e incorporado a sus reflexiones las intuiciones que vienen del sur.
El futuro
El futuro apunta hacia unas teologías que se hagan desde el dialogo y la diversidad ante
todo con los laicos y laicas. Una reflexión que salga de determinados controles que
pueden limitar la libertad del pensamiento y la capacidad de creatividad.
La vida religiosa latinoamericana ha sido orientada desde los tiempos del Concilio por la
Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR). Esta ha
pagado su cuota de sacrificio sufriendo intervención y vigilancias de parte de algunos
organismos oficiales de Iglesia desde hace varios años. Sin embargo, la CLAR, conciente
de los nuevos tiempos permanece fiel a la búsqueda de una vida religiosa que camine al
lado del pueblo y sea signo de esperanza para el mismo.
En la asamblea de Lima estableció las cinco líneas orientadoras: renovada opción por los
pobres, la mujer y lo femenino, la juventud, espiritualidad encarnada, liberadora e
inculturada, nueva eclesialidad. Y la asamblea de Caracas en el año 2000, buscando
nuevos horizontes propuso a la vida religiosa del continente el Camino de Amaús como
un proceso de refundación que concluyera en un Sínodo de la vida religiosa
latinoamericana a la manera del Sínodo de los jóvenes en Francia. Este último no fue
5
La CLAR, fiel más a un espíritu que a una palabra o concepto asumió denominas el
proceso refundacional “Camino de Emaús”. Y este ha venido realizandose, con diversa
incidencia, en las diferentes conferencias nacionales. En la Asamblea de Mexico en Junio
del 2003 la clar mantiene el proceso renovador, Camino de Emaús con el énfasis: “Algo
nuevo está naciendo, una vida religiosa Mística y Profética”
Se habla de una renovada opción por los pobres en sentido de retomar lo más evangélico
y original de la misma evitando las confrontaciones estériles y las trincheras ideológicas
que solo han logrado frenar el desplazamiento de la vida religiosa hacia los sectores
populares. El asunto de los pobres como asunto de fe cristiana y no como cuestión de
discusión de lujosos salones de casa religiosa masculina o femenina.
La mujer y lo femenino
La juventud
6
Se trata de la juventud que se constituye como promesa para el presente y tarea para el
porvenir. La juventud que viene a la vida religiosa y la que ya forma parte de ella. Un
descubrimiento de los diversos universos juveniles y una adecuación de la vida religiosa
y sus sistemas a las juventudes de los sectores populares que son las que tocan a sus
puertas para realizar su vida desde ella.
De allí que la renovación de los procesos formativos sea alternativa ineludible de este
tiempo y tarea de fascinante por lo que la complejidad de los nuevos fenómenos que
afectan al joven y la joven de hoy demandan. Una formación a partir de procesos
personalizados, abierta a experiencias novedosas y a una capacitación intelectual y
pastoral para insertarse en la sociedad del conocimiento y de la globalización con mirada
crítica y capacidad de creatividad e innovación.
Una espiritualidad que provoque dinamismos del Espíritu capaces de generar vida y vida
en abundancia se caracteriza por ir gestando un cristiano adulto y un religioso y religiosa
adultos, capaces de tomar en las manos la propia libertad en responsabilidad, logrando
asumir la condición de seguidor o seguidora de Jesús como tarea de respuesta cotidiana
en libertad alimentada por el dialogo continuo con el Señor que perfile una auténtica
experiencia mística como el entrar continuo en la casa de Jesús para salir con la misma
ligereza de equipaje a los campos de la misión con talante profético y radicalizada
alegría.
Nueva eclesialidad
En una Iglesia así las relaciones de igualdad se viven en el espíritu del Buen Pastor, la
autoridad se vive como servicio y la construcción de la comunidad cristiana en el eje
focal de la acción apostólica. Obispos, presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas,
laicos y laicas constituyen la Iglesia que se realiza en la unidad de los diversos a imagen
de la Santa Trinidad, en donde la diversidad realiza la comunión
7
La vida religiosa llamada a compartir sus carismas con el pueblo santo de Dios y a
mostrar al interior de la Iglesia de Jesucristo el vigor de su presencia testimonial y su
capacidad de inserción en los grandes areópagos de la humanidad contemporánea.
El carisma salvatoriano es un don del Espíritu en la Iglesia dado a Francisco Jordan y por
él a sus hijos e hijas espirituales. El carisma no se describe con textos de la Escritura
Santa porque los santos evangelios son palabra primera, revelación del Dios de Jesús de
Nazareth, el Cristo. Los evangelios sustentan la diversidad de carismas pero ellos no lo
describen simplemente porque el género literario “evangelio” es el anuncio de la Buena
Noticia de la llegada del Reino y todos los carismas dados a los seguidores de Jesucristo
son funcionales a este anuncio y presencia del Reino.
El carisma se describe a partir de las insistencias del fundador, de las primeras lecturas de
la tradición y de las sucesivas interpretaciones del mismo a lo largo de la historia.
Tenemos por lo tanto, no solo la obligación, sino igualmente el derecho y la obligación
de hacer una lectura de nuestro carisma desde la realidad de nuestros pueblos oprimidos,
de manera que esta interpretación contextual, aporte a la universal comprensión de la
Sociedad Internacional.
Hace algún tiempo me atreví a hacer una formulación sintética del carisma a partir de las
reflexiones realizadas durante los años que pertenecí a la entonces Comisión
Internacional del Carisma. Lo formulé de esta manera: El carisma salvatoriano es un don
del espíritu dado a Francisco Jordan y a nosotros para la formación de la persona por la
popularización de la teología y el desarrollo de la ministerialidad eclesial
Participa igualmente en el día católico y aprovecha estos eventos para hacer contactos y
asumir ideas novedosas. Por ej. Schorderet, fundador de la Obra de San Pablo en Suiza
para la difusión de la prensa católica, este lo recomienda como colaborador para
conseguir fondos para su obra4. Jordan busca contactos con personalidades que puedan
apoyarle o ser puntales en la búsqueda de sus ideales: Arnold Jansen, fundador de los
Verbitas, con quien hizo intentos de una acción en común; Monseñor de Waal rector del
Campo Santo Teutónico donde Jordan vivió durante sus estudios de lenguas orientales en
Roma. Me parecen sugestivas sus palabras con ocasión de la aprobación de los
Salvatorianos en 1911 por la autoridad apostólica: “así creo, ninguno le aprecia en Roma
y se alegra de corazón y le desea augurios de felicidad como yo. Pues he sido testigo y
espectador desde el principio del ser de su obra, cómo colocó usted una piedra después de
la otra, como no faltó el mortero de las preocupaciones y de las penas, hasta que
finalmente bajo la visible bendición de lo alto la construcción está terminada” 5 Y así
podemos citar otros contactos como los realizados en oriente con el Cardenal Masaia 6, en
roma con el secretario de la Congregación para la Propaganda FIDE, monseñor
Rampolla, el Cardenal Bilio quien le da su bendición y se declara su protector, el
Cardenal alemán Hergenröther quien recomienda a los alemanes apoyar a Jordan.
2
Cfr. G. MAYER, SDS, “Jordan e os congresos catolicos”en RAICES COMUNES, Colaboración de las
provincias latinoamericanas, Stella, Navarra, 1987, pp 34-47
3
Ibid, p.44
4
Ibid. p.49: “El suscrito director de la Obra de San Pablo, recomienda al Sr. Juan Bautista Jordan, quien ha
recibido toda nuestra confianza y nuestro envío, de interesar a los católicos alemanes en la Obra De San
Pablo y de recibir pequeños donativos. El posee nuestra máxima confianza y rogamos a los católicos
alemanes el acogerlo como a mi mismo” citando a Empfehlungsschereiben ‘Bureau Central de l’oeuvre de
Saint Paul’, Fribourg, 8.9.1875; AGS, 1,H,6,2
5
Ibid, p.56 Citando a S. Horn en su artículo sobre de Waal en Forum SDS,5 (1970) No.5, S,501-502
6
Cfr. A. Schneble, “Jordan en tierras del Salvador”, Medellín, 1974
9
Con lo anterior quiero señalar que la práctica de Jordan señala una atención a las
realidades de su tiempo y la necesidad de responder a las mismas a través de la
asociación de personas de claro liderazgo y capacidades intelectuales y de incidencia en
la Iglesia. Este elemento de la asociación es de capital importancia en este momento del
continente en donde los bloques económicos y el poder hegemónico de los Estados
Unidos de Norte América piden que los pueblos del Sur desarrollen la capacidad de
organizarse en vistas a otra América Latina posible.
Ciertamente que no podemos hablar del pensamiento de Jordan en los términos en los
cuales hoy comprendemos la opción preferencial por los pobres, sería anacrónico, pero sí
podemos decir que el asunto de los pobres no le fue indiferente, que el asunto de la
pobreza le fue definitivo. Incluso su propia experiencia espiritual estuvo marcada por esta
búsqueda de simplicidad, de sencillez y de despojo. Al colocarse el nombre de Francisco
está asumiendo toda la simbólica que la vida de Francisco de Asís ha expresado en la
historia de la Iglesia con relación a una vida desprendida de las riquezas, itinerante y
sensible ante la naturaleza y sus maravillas.
El componente franciscano del carisma salvatoriano está por explorar. De todas maneras,
lo evidente y claro para nosotros, a partir de los textos de Jordan con relación a los pobres
y la pobreza nos señalan algunos sentidos para la actual opción preferencial por los
pobres y la vida en pobreza como parte de nuestra vocación en la Iglesia latinoamericana
y caribeña. Oigamos a Jordan en el Diario Espiritual:
Guárdate de todo tipo de ternura y procura ser mas bien seco y breve en tus palabras. Muéstrate,
sin embargo muy amable, comprensivo y compasivo con los pobres enfermos, despreciados y
abandonados de tu propio sexo; contempla en cada ser humano su alma inmortal: L I Cap X:7
¡Una sociedad especial para proteger a los enfermos y a los pobres, a los caídos de una
parroquia o del mundo entero! L I Cap X:54
Al mismo tiempo comienza dando de comer todos los días, al menos a doce pobres por medio día
combinando con ello la instrucción: L I Cap XI:69
¡Jesús, Padre de los pobres, ten compasión de mi pues estoy sufriendo una gran persecución.
Jesús mío, ojalá no me separe de ti jamás!
7
Ibid, p. 68
10
Señor no olvides a los pobres que se encuentran en una gran tribulación. En ti está mi esperanza
y mi confianza . Tuyo soy, tuyo soy, guíame y defiéndeme L II Cap I:149
Y en una ocasión le di también dinero a una pobre mujer que por causa de su pobreza ofrecía su
cuerpo L I Cap II:44
Ten cuidado cuando te quieran hacer regalos. En ese caso debes eventualmente proceder así:
ponerte de acuerdo con el donante para dárselo inmediatamente a un pobre o destinarlo a una
buena causa: L I Cap X:8
Oh Dios, mira a la pobre humanidad y sálvala; envía operarios a tu viña: L II Cap VII: 16
Os dejo como herencia pobreza perpetua, como un precioso tesoro, como perla de la cual os
pedirá cuentas Dios L III Cap I:1
Así como en el cuerpo humano un miembro se preocupa, etc, por lo demás, del mismo modo
debería suceder en la sociedad humana DE L I Cap XI:92
Tener compasión de los pobres es ser compañeros de su pasión; esto hacerlo de manera
preferente, ante otros puede ser seco, pero nunca ante los pobres. No es posible pensar
hoy la compasión en términos de lástima sino en términos de solidaridad y compañía.
Con la vida religiosa hoy estamos siendo invitados a renovar nuestra opción por los
pobres, a buscar nuevas formas de expresión de la misma en todos nuestros apostolados.
Por ejemplo, cómo la predicación en nuestras parroquias va creando conciencia del
favoritismo de Dios para con los excluidos? ¿Cómo la educación en nuestros colegios
forma en una conciencia crítica de cara a un futuro de compromiso con los
empobrecidos?
Superando ideologizaciones del pasado reciente que solo han conllevado una alergia al
asunto de los pobres, y por lo mismo, a un componente evangélico ineludible, somos
llamados y llamadas a ir más allá de las discusiones de salón que crearon desazón y
angustias a la necesidad de asociarnos, de buscar con quién, compartir y acompañar la
pasión de los pobres y ser solidarios compañeros de sus causas.
Jordan tiene presente el sufrimiento de los pobres, hace alusión al asunto del pan para los
mismos y se compromete en la búsqueda de soluciones; y ante la marginalidad de la
mujer empobrecida que debe llegar al extremo de vender su cuerpo, reacciona. Se refiere
a las pobres y su sufrimiento y los asocia a la confianza y la esperanza en el Señor. Se
orienta así nuestra espiritualidad de cara a los pobres como la integración de la confianza
sin condiciones en Dios con la conciencia de la presencia del mismo en los favoritos del
Reino y su drama.
La oración se ofrece en relación con la experiencia espiritual de los pobres. Ellos viven su
fe, propia, de esa fe debemos aprender a vivir la nuestra. Una espiritualidad liberadora,
encarnada, inculturada debe mirar la época y beber de las fuentes de donde viene la
fuerza por la oración.
11
Se expresa una vez más en estas frases la insistencia del fundador en que sus hijos e hijas
espirituales seamos hombres y mujeres de oración. De esta manera, la espiritualidad tiene
como fuente de vital fortaleza la vida de los pobres. Una espiritualidad liberadora de toda
dependencia en todos los órdenes de la vida 8. A la manera de los pobres, que nos haga
fuertes y firmes frente a la adversidad, serenos y convencidos del sentido y el valor de
nuestra vocación para este tiempo de religiosidades psicologizantes o escepticismos
radicales.
La presencia salvatoriana entre los pobres debe ser de acompañamiento en los procesos
formativos de los pobres. No solo se trata de una búsqueda de solución a sus urgentes
necesidades sino también de su formación. Esta claridad, tiene el fundador. La necesidad
de desarrollo de ministerios y liderazgos nuevos nos hace capaces de crecer y formarnos
a partir de la dinámica que viene de un compartir la fe, educarla desde la fe de los pobres,
orar como ellos, con confianza, con esperanza, con fidelidad. El que seamos como un
padre para con los pobres nos ubica en el corazón de la parábola del hijo pródigo. Jesús
mismo es llamado por Jordan, Padre de los pobres, y de El pide la compasión. Estar allí,
saber observar con amor como se maneja la herencia, tener amor en borbotones para
recibir el corazón de los que regresan, comprender que los pobres son violentos porque
son víctimas, que son vengativos porque no han tenido oportunidades, que roban porque
nos ven dilapidar sin ningún control, que engañan porque toda la vida han sido
engañados. Por ello, la misericordia ante su fragilidad es la experiencia de vivir la
paternidad del padre del hijo pródigo9.
Las mujeres, como atrevidas y blandas, suelen derribar las rocas y piedras de la Iglesia,
si no hay cuidado en huir de ellas LI Cap VIII:13
8
Si queremos seguir al Divino Salvador –y a esto estamos obligados si queremos ser santos- si queremos
convertir al mundo, seamos pobres PE LI XVI:8
9
Son de interés al respecto los textos de las Constituciones con relación a los pobres:
205: Jesucristo tuvo un amor preferencial por los pobres y oprimidos
315: Vivimos nuestra pobreza personal y comunitaria en actitud de solidaridad y responsabilidad con los
pobres del mundo.
507: Aprendemos a reconocerle en todos los hombres especialmente en nuestros cohermanos, los pobres,
los angustiados y los oprimidos
311: Jesucristo vivió pobre y sencillamente y no se apegó ni dependió de los bienes de este mundo
12
Con recta intención decidí fundar y propagar la congregación femenina LI Cap XIV:83
No voy a reflexionar largamente en esto porque es objeto de otra de las ponencias de este
evento. Solo quiero decir que, participando de la mentalidad colectiva de la época y de la
mentalidad eclesial con relación a la mujer, Jordan le da un puesto en la tarea
evangelizadora y la ubica de tal manera, que es proféticamente innovador. Los textos al
respecto en el Misionero son de una claridad indiscutible con relación al rol de la mujer
en la evangelización.
La formación de la conciencia religiosa del pueblo santo de Dios tiene como empeño
importante el dedicarse con vigor y esfuerzo a la juventud. Oigamos a Jordan en unas
expresiones que no tienen mayor posibilidad de comentarios:
Empéñate con vigor y esfuerzo infatigables en que la juventud reciba una buena educación
cristiana, siempre y en cualquier nación en donde sea posible, aunque tengas que derramar para
ello hasta la última gota de tu sangre DE L I Cap III:25
La educación e instrucción de la juventud –incluso por medio de escuelas primarias, donde sea
necesario- es nuestra misión DE L II Cap VI:87
Comienza con la instrucción de chicos jóvenes aplicados que muestren vocación por el
sacerdocio y, además, lo más pronto posible, una imprenta DE L I Cap XII:14
Un pastor de almas debe procurar mantener también el contacto con los jóvenes que han dejado
sus estudios DE LI Cap XV:85
¡Qué ignorancia de los hombres en las cosas divinas! ¡Un libro, a modo de catecismo , bien
ilustrado, atractivo y a buen precio, destinado a los jóvenes recién salidos de la escuela
elemental
religiosa de manera que ella se presente como la libre búsqueda de vivir en fascinación
por Jesús y su causa y por ir contra corriente encarnando valores del Reino, más urgentes
por ser más evadidos por la cultura ambiente.
Jordan tuvo una especial preocupación por la formación de las nuevas generaciones de
salvatorianos y salvatorianas, sus Palabras y Exhortaciones reflejan su pensamiento
acerca de lo que debe ser el espíritu de un salvatoriano y una salvatoriana. Ellas fueron
dichas a la juventud y desde la juventud a todos los hermanos en un mismo carisma y
espiritualidad.
Mantén tu diálogo espiritual con tu salvador amado. Ponte dócil y humildemente a sus pies y
escucha con atención sus palabras DE LI Cap IV:8
Hazte muy espiritual y camina siempre en presencia de Dios conversando con El: DE L I Cap
XIV:68
Proporciona a tus hijos espirituales toda la alegría que puedas, aunque tuvieras que morir por
ellos, pero que sea auténtica alegría DE L I Cap XV:45
¡Oh Padre misericordioso, ten misericordia de la humanidad! Ten en cuenta que tu Hijo amado
murió por ella DE L I Cap I: 97
¡Oh Dios mira a la pobre humanidad y sálvala. Envía operarios a tu viña DE L II Cap VII:16
Contempla en cada ser humano su alma inmortal adquirida por la preciosísima sangre y nunca
menosprecies a una persona DE L I Cap X: 7
Madre del Salvador, la bondad de Dios descubierta en los pobres y excluidos, la apertura
de espíritu en universalidad. Elementos todos que se constituyen como parte de una
espiritualidad encarnada y liberadora
La universalidad de la que tanto fue amante el P. Jordan nos impele a ir a cualquier lugar
del mundo respetando la diversidad de las culturas y acogiendo los valores de las mismas.
Una liturgia que responda a las expresiones de la cultura y una oración encarnada en la
realidad son imperativos de una espiritualidad salvatoriana renovada.
Entrar en la casa de Jesús, desarrollar una profunda experiencia mística nos posibilitará
no temer ante los retos a la profecía que el hoy del continente nos de plantea.
Místicamente profetas y proféticamente místicos los salvatorianos y salvatorianas de
América Latina seremos fieles testimonio del espíritu que Francisco Jordan quiso
impregnar en nuestras vidas.
Así, las propuestas de la CLAR se tocan con las propuestas de Jordan, y sus palabras
adquieren un sentido mayor de invitación a asumir en libertad la grandeza de nuestro
carisma y espiritualidad.
Apruebo lo que la santa Iglesia aprueba y repruebo lo que la santa Iglesia reprueba DE L I Cap
I:1
Ama cada vez mas a la santa Iglesia Católica y no escatimes esfuerzos ni sufrimientos por esta
amada madre DE L I Cap IV:36
Señor Jesucristo, me propongo hacer este viaje, por ti, por tu causa, por la Santa Iglesia
Católica. Estoy dispuesto a recibir de tus manos lo que quieras enviarme DE L I Cap XII:11
La fidelidad a la Iglesia no excluye la conciencia crítica de los grandes asuntos que ella
debe asumir de otra manera o la capacidad de pensar de manera que arriesguemos salidas
15
Como los caminantes de Emaús los salvatorianos y salvatorianas de estas tierras hemos
venido confundidos y confundidas. Hemos estado discutiendo a lo largo del camino sin
darnos cuenta que EL viene allí. El asunto es dejar que nos hable y nos explique las
Escrituras, dejar nuestro corazón arder. Esa confianza del que se entrega sin condiciones
a Dios que Francisco Jordan quiso de sus hijos e hijas espirituales no se dará sin una
apertura a la Palabra Santa. Escudriñar las escrituras para dejarse transformar por ellas.
Una profunda espiritualidad es el gran reto para nosotros y nosotras en esta hora de
incertidumbres para el continente. Una espiritualidad que tiene su fuente en la Escritura y
en la palabra del fundador, que se nutre de la realidad de nuestros países y que se expresa
en formas adecuadas a la situación de nuestras provincias y a la cultura de nuestros
pueblos. Sin una espiritualidad intensa, sin mucha oración, diría Jordan, no podemos
hacer nada.
Entrar en la casa de Jesús, es decir, saber gustar la vida en Dios, ser hombres y mujeres
de Dios, renunciar a los propios intereses para saber descubrir lo que el Espíritu de Dios
va suscitando en el pueblo, en su Iglesia y en nosotros. Dejarnos seducir nuevamente por
el Señor Jesús, sentir la sutil invitación a seguirle en la profundidad del corazón, negarnos
a toda tentación de cansancio, de tedio, de hastío. Sí, que algo nuevo esté naciendo en
cada una de nuestras provincias: una vida religiosa mística.
Y poder volver a Jerusalén una vez le hemos reconocido en la fracción del pan,
fortalecidos y fortalecidas, llenos y llenas de valor para enfrentar lo que venga hacia el
futuro. Nuestros pueblos con sus grandes contradicciones, pero también con sus grandes
valores y señales de esperanza solo podrán salir adelante unificados a pesar de sus
diversidades, de igual manera los salvatorianos y salvatorianas de América Latina
podemos empezar a soñar en un futuro mejor para nuestra presencia en el continente en la
medida en que rompamos nuestras fronteras, nuestro provincialismo cerrado y nos
abramos a la comunión fecunda que puede hacer de nuestra misión una presencia
16
Y quisiera que pudiéramos repetir en la intimidad del corazón esta frase que invita a
avanzar, andar, seguir, entusiasmar, animar, vivir:
Para la gloria de Dios y la salvación de las almas, intento y estoy dispuesto a hacer
cualquier sacrificio, incluso el de mi propia vida, para propagar y promover la Sociedad
y actuar conforme a los fines de la misma (Francisco Jordan, DE L I Cap XV:7)