Filo Sofia
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El idealismo filosófico, se denomina así a la postura filosófica que responde al problema cardinal de la
filosofía afirmando que lo primario es la idea y que esta genera o crea a la materia, es decir el
pensamiento es la esencia de todo cuanto existe, es la única realidad, de la cual se deriva todo lo demás
existente. La idea o en última instancia dios, es el que produjo o creó la realidad, la materia y hasta al
mismo hombre, es una de la primeras concepciones del mundo que tuvieron los hombres. Así mismo
dentro de la corriente del idealismo filosófico existes dos posturas: el idealismo objetivo, afirma que la
realidad es producto de una idea pero diferente a la del hombre, es decir todo lo existente deviene de
un ser supremo, una idea absoluta, Dios, etc. Esta filosofía es la que da origen a las diversas religiones. El
idealismo subjetivo, afirma que es la idea del sujeto, de la cual deviene todo la realidad, todo lo
existente, es la persona quien afirma que la realidad existente es producto de su idea, puede llegar al
absurdo de decir que si algo existe como la computadora o este libro es porque así él lo desea y que la
existencia depende de que si él lo desea o no.
El materialismo filosófico, se denomina así a la corriente filosófica que afirma la primacía de la materia y
como secundario a la idea, es decir la naturaleza existido en primera instancia y que esta materia en
proceso de evolución desarrollo las diversas formas de vida; plantas, animales y el hombre dentro de
este último. Esto quiere decir que tanto el idealismo y el materialismo han convivido en una
contradicción constante a lo largo de la historia, y esta ha influenciado en el desarrollo de las ciencias, ya
que, los filósofos materialistas pasaron a explicarse dichos fenómenos naturales de manera objetiva,
racional y en base a la realidad, así fueron naciendo las diferentes ciencias como la biología, la medicina,
la geografía, la astronomía, etc. mientras que los filósofos idealistas pasaron a explicar la realidad de
manera subjetiva, dando origen a las diversas religiones, la parapsicología, la cartomancia, entre otros.
El lector podrá preguntarse ¿Cómo se puede observar esto en la psicología, o como es que esto se
presenta en la psicología? A través de la historia el desarrollo de la psicología no ha estado exento de la
influencia de dichas corrientes filosóficas tanto del idealismo como del materialismo en sus
explicaciones. Esto se puede ver en las explicaciones monistas o dualistas en psicología. El término
monista se usa para referirse a los filósofos que no admiten más que una sola substancia, se puede ser
monista y admitir que hay solamente materia o que hay solamente espíritu, pero no se deja de ser
monista cuando se admite que hay una pluralidad de individuos siempre que éstos sean de la misma
substancia (Ferrater, 1964). Por otro lado son dualistas los que afirman la existencia de dos substancias,
la material y la espiritual, a diferencia de los monistas, que no admiten más que una (Ferrater, 1964).
Cuando se revisa algún libro de historia de la psicología, en la mayoría de los casos se puede observar
que se inicia con el clásico problema griego de que es lo esencial en el hombre el alma o el cuerpo, y
podemos ubicar en primer lugar a dos grandes filósofos Platón y Aristóteles. Platón afirmaba que el alma
era eterno y por ende este era la esencia del hombre, era Horizonte de la Ciencia 6 (11) diciembre 2016
FE/UNCP. ISSN (Impreso): 2304-4330/ ISSN (En Línea): 2413-936X Esteban, K. Fundamentos filosóficos
de la psicología científica. 71-84. Sección: Investigación en Ciencias Sociales 76 entonces un filósofo
idealista. Basta recordar el célebre diálogo del Fedón en la cual platón da la explicación de que el alma
es lo que le da vida al cuerpo y trasciende al hombre (Platón, 1969). Por lo explicado podemos afirmar
que Platón era un filósofo idealista ya que para él la esencia del hombre era el alma, así como monista
pues de los dos elementos solo el alma es la esencia de todo lo existente. Por otro lado tenemos a
Aristóteles considerado como el padre de la psicología antigua, pues su libro de anima o acerca del alma,
es considerada la primera obra de manera explícita exclusivamente psicológica, pues en ellas aborda
temas variados que hoy son propios dela psicología como,: sensación, percepción, memoria, inteligencia
, entre otros. Pero pasemos a analizar lo que nos importa, cual es la postura de Aristóteles frente a la
dicotomía alma y cuerpo, a diferencia de su maestro Platón, afirma que al bien es cierto al alma es la
esencia del cuerpo, esta no puede vivir sino es dentro de ella, el alma es pues quien dota al cuerpo de la
capacidad de la facultad nutritiva, sensitiva, discursiva y movimiento, además es por el que vivimos,
sentimos y razonamos (Aristóteles, 1996). Por los explicado podemos afirmar que Aristóteles es un
filósofo dualista, pues para el alma no puede vivir sin el cuerpo, ya que es en el donde reside, y el cuerpo
es quien realiza los proceso básicos de sensación movimiento, entre ambos pueden ver como producto
al hombre con sus facultades de razonamiento inteligencia. Es idealista ya que a pesar de que Aristóteles
fue un biólogo, naturalista, afirma que la esencia y la que da vida al cuerpo es el alma. Uno podría
pensar que estos temas se quedaron en la época de Platón y Aristóteles, o que se superaron y se
resolvieron en aquella época, pues tratare de demostrar que eso no es tanto como parece. En el siglo
XVII, Descartes uno de las más grandes filósofos, retomo el tema de que era lo esencial en el hombre el
alma o el cuerpo, claro que ahora los términos utilizados eran distintos, que era lo que determinada en
el hombre la mente o el cuerpo, desde entonces y hasta la actualidad se ha arrastrado esta dicotomía,
llamada en la actualidad el problema de la relación mente – cerebro, para descartes el cuerpo estaba
unido al alma mediante una glándula que se encontraba en el cerebro (Descartes, 2005), esta glándula
era quien transformaba los estímulos, impulsos nerviosos en ideas, pensamientos, imaginación,
razonamiento. De las partes del hombre la mente y el cerebro cual era los esencial, lo primordial, pues
descartes afirma una de las frases más conocidas en la filosofía en general afirma “pienso luego existo”,
esto deja entrever que para descartes los esencial es el pensamiento, la razón, ya que para saber que
existo debo pensar primero, convirtiéndose así el pensamiento como la prueba de que uno existe.
Podemos afirmar entonces que descartes es dualistas al afirmar la relación entre mente - cerebro y es
idealista al afirmar que es el pensamiento lo esencial, lo primordial del hombre. A partir de descartes se
trata de buscar la relación entre la mente y el cerebro, esto conllevo a que la psicología se desarrollase
bajo esta herencia cartesiana, pues como ya se explicó líneas más arriba una fuente de la cual nació la
psicología es la fisiología, expresada en ese entonces en la psicofísica, que justamente buscaba la
relación entre la mente y el cerebro. Ello llevo justamente al nacimiento de una nueva ciencia la
psicología, como aquella ciencia que se encargaría de solucionar dicha relación entre la mente y el
cerebro. Así vemos los intentos hechos por Wundt y su teoría estructuralista que buscaba justamente la
relación entre la mente y los procesos fisiológicos que la subyacen. A Wundt le seguirían, Kholer, Kofka,
Werheimer y la Gestal en Alemania, James con el funcionalismo en EE.UU. Freud y el psicoanálisis en
Viena, Watson y el conductismo en EE.UU., Piaget, Ausubel, Bruner y el cognitivismo, Pinker, Chomsky y
las neurociencias, solo por mencionar algunos. Entonces vemos que el problema esencial de la filosofía
está presente en el desarrollo de la psicología como ciencia. El lector pude afirmar que en la actualidad
ya no existe dicho problema en la psicología, pues “Hoy nadie habla sobre el tema” entonces debe estar
resuelto, pues tenemos que hacer de conocimiento al lector que no es así, el problema es que dichos
cuestionamientos se han Horizonte de la Ciencia 6 (11) diciembre 2016 FE/UNCP. ISSN (Impreso): 2304-
4330/ ISSN (En Línea): 2413-936X Esteban, K. Fundamentos filosóficos de la psicología científica. 71-84.
Sección: Investigación en Ciencias Sociales 77 dejado de lado, pero no porque se haya resuelto dicho
problema, sino porque ha sido ignorado y pasado por alto, ya que no es rentable hablar en psicología
sobre esos temas. Como dicen para muestra un botón, en la actualidad se ha llegado a afirmar que con
las llamadas neurociencias, se ha solucionado dicho problema y que por ello ya nadie habla sobre la
temática. Pasaremos brevemente a analizar ontológicamente la llamadas neurociencias, como se definió
líneas arriba, la neurociencia trata de reducir el comportamiento a ciertos procesos biológicos, fisiólogos
que ocurren en el cerebro producto de la interacción de ciertas sustancias químicas, neurotransmisores,
hormonas, que serían en alguna proporción, aumento, defecto, exceso, la causa de porque uno se
comportaría de una u otra manera. Se puede observar que como ahora se tiene un órgano concreto,
que se pude medir, pesar, tocar, es decir el cerebro seria la causa final del comportamiento del hombre.
Es más los psicólogos, psiquiatras, han aceptado dicha sentencia como solución final al problema mente
– cerebro. Lo anterior no es tan raro ya que la psicología y la psiquiatría por tradición han estado ligados
muchos a las ciencias del cerebro, pero se ha llegado a afirmar no solo en el campo de la psicología, sino
también en la educación, la economía, liderazgo, ética, etc. convirtiéndose en la actualidad en
neuroeducación, neuroeconomía, neruoliderazgo, neuroética, etc. convirtiendo a los investigadores en
neurocientíficos, neuropsicólogos, neuroeducadores, neuroeconomistas, neurofilósofos, etc. Hemos
llegado a un cerebrocentrismo como afirma el psicólogo español Marino Pérez, es decir a un
reduccionismo que consistente en buscar explicar todos los asuntos humanos como una propiedad del
cerebro (Pérez 2011). Así mismo la controversia mente – cerebro a lo largo de la historia de la psicología
la producido muchas alternativas de solución, por parte del monismo tenemos; al pampsiquismo,
fenomenalismo, monismo neutral, materialismo fisicista, entre otros y por parte del dualismo tenemos;
el paralelismo, epifenomenismo, interaccionismo, entre otros (Bunge y Ardila 1988; Caparros 1980).
Problema de las relaciones del pensamiento con la existencia, del espíritu con la naturaleza.
Engels anota que los filósofos se dividieron en dos campos –”idealistas” y “materialistas”– según
que considerasen como primario la existencia, o la conciencia. Todos los representantes de la
filosofía idealista toman como primario, la conciencia, la idea, el espíritu. Los materialistas, por
el contrario, consideran como primario la naturaleza, la materia, y como secundario, la
conciencia, propiedad de la naturaleza, derivada de la materia.
“Por oposición al idealismo, el cual afirma que sólo nuestra conciencia tiene una existencia
real y que el mundo material, el ser, la naturaleza, sólo existen en nuestra conciencia, en nuestras
sensaciones, en nuestras percepciones, en nuestras ideas, el materialismo filosófico marxista
parte del criterio de que la materia, la naturaleza, el ser, son una realidad objetiva, existen fuera
de nuestra conciencia e independientemente de ella, de que la materia es lo primario, ya que
constituye la fuente de la que se derivan las sensaciones, las percepciones y la conciencia, y ésta
lo secundario, lo derivado, ya que es la imagen refleja de la materia, la imagen refleja del ser;
parte del criterio de que el pensamiento es un producto de la materia al llegar a un alto grado de
perfección en su desarrollo, y más concretamente, un producto del cerebro, y éste, es el órgano
del pensamiento, y de que, por lo tanto, no cabe, a menos de caer en un craso error, separar el
pensamiento de la materia”. (Stalin, “Sobre el materialismo dialéctico…”, en Cuestiones del
leninismo, p. 643, Ed. esp., Moscú, 1941).
La cuestión de la relación del pensamiento con el ser tiene también otro aspecto que concierne
a la posibilidad para el hombre de conocer el mundo exterior. Por regla general, la filosofía
idealista niega esta posibilidad. El materialismo dialéctico refuta al agnosticismo ampliamente
difundido entre los filósofos burgueses y según el cual, el mundo sería incognoscible. Nuestras
sensaciones, representaciones, conceptos, son copias, reflejos del mundo objetivo. La práctica es
la piedra de toque de la validez de nuestro conocimiento.
El gran mérito del marxismo consiste en haber demostrado que la cuestión de la relación entre
el pensamiento y el ser constituye el problema fundamental de la filosofía, y en haber aportado
así y por primera vez en la filosofía, un criterio rigurosamente científico para distinguir la
filosofía materialista de toda variedad de idealismo cualquiera que sea su máscara. La precisión y
la profundidad de este criterio han permitido reducir las numerosas escuelas, orientaciones y
corrientes filosóficas en dos grandes campos diametralmente opuestos, y demostrar que la lucha
en filosofía es necesariamente entre el materialismo y el idealismo. Siendo la relación entre el
pensamiento y el ser la cuestión suprema de toda filosofía, el ser y el pensamiento constituyen
las nociones más generales y más amplias. “Se pregunta ahora si existen conceptos más amplios
con los que pudiera operar la teoría del conocimiento, que los conceptos de: ser y pensar, materia
y sensación, lo físico y lo psíquico. No. Éstos son los últimos conceptos, los más amplios, más
allá de los cuales en realidad (si no se tienen en cuenta las modificaciones siempre posibles de
la terminología) no ha ido hasta ahora la gnoseología. Solamente el charlatanismo o la indigencia
intelectual extremada puede exigir una ‘definición’ tal de estas dos ‘series’ de conceptos últimos
que no consistiera en una ‘simple repetición’: uno u otro está considerado como lo primario”
(Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, pp. 155 y 156, Ediciones Pueblos Unidos,
Montevideo, 1948).
La solución marxista de la cuestión fundamental de la filosofía se halla en la base del principio
del espíritu de partido en filosofía (ver), principio que impone como un deber a los filósofos
marxistas el delimitar y oponer con precisión la filosofía materialista y la filosofía idealista, y
defender firmemente contra todas las variedades del idealismo, el materialismo dialéctico, única
filosofía científica.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:100-101