Vasconi

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de

EL MUNDO... ¿ESTÁ VIVOrores


? males superiores, podemos descender a los infe-
y hasta las plantas que, pensamos, sufrenta
sequedad del verano y reciben con alegría la lluvia
Ensayo de Rubén VASCONI refrescante. Hasta es posible que, a su Modo. me
entiendan cuando les hablo.
Asi me aparecen los seres vivos como sujetos
y, en cuanto tales, no puedo disponer de ellos se-
1. Lo vivo y lo inerte gún m i capricho. Debo respetar su libertad y los
“derechos inherentes a su vida. du

Como ingreso a nuestro problema empezare- Lo no viviente, en cambio, es inerte y esto s e


mos por considerar un ejemplo muy simple, to- hace evidente en la carencia del movimiento es-
mado de l a vida cotidiana y pensado al nivel de
pontáneo: la carretilla sólo cambia de lugar si el
la conciencia ingenua, precientífica y prefilosófica. albañil la levanta y empuja. Faltando el movimien-
Juzgo que mi mesa de trabajo es demasiado to espontáneo no encuentro ninguna razón para
alta. Me proveo de un semucho y procedo a cor-
atribuirnes deseo ni sentimiento de ningún tipo. N o
t a r e u n poco l a s patas.
siendo, por tanto, sujetos, no hay allí nada que res-
Juzgo que mi perro es demasiado alto. Me pro- petar: triturando un ladrillo no atento contra el de-
v e o d e u n serrucho y... ¿ E S legitimo l o q u e m e
recho de nadie porque el ladrillo no es nadie.
propongo ? U n testigo corriente, contando tan sólo
La anterior no es más que una caracterización
con sus buenos sentimien tos, seguramente me
superficial, a nivel del sentido común, entre:dos
detendrí a. Puedo cortar las patas de mi mesa. La
modalidades de lo real. Pero ahora nos pregunta-
mesa n o siente, n o desea ni teme nada, es algo mos de un modo más radical: el mundo, en última
inerte, una mera cosa que está ahi. Pero mi pe- instancia, ¿es una realidad inerte o está vivo?
MO, a s u Modo, siente, desea, teme, sufre, y todo Para orientamos hacia u n a posible respuesta, -
esto porque, ante todo, está vivo. consideraremos primero el pensamiento antiguo,
La concepción cotidiana del mundo divide así tomando como base la física de Aristóteles, para
l a realidad en dos grandes campos: el de lo iner- después atender al pensamiento modemo, hacien-
te, como las piedras o los metales, y el de lo vivo, do centro en Descartes. y
que nos incluye ante todo a nosctros mismos pero
tamiién a los añimates y tal vez nasta las plan- 2. E l m u n d o antiguo
tas. A esta división de lo real en dos campos le
corresponden dos actitudes fundamentales: mien- La física aristotélica estu-
tras de l o inerte podemos disponer a nuestro an- dia aquellos seres que, a di-
tojo -a nadie podría horrorizar que yo triturara un 7 “fTerencia de los productos del
ladrillo-, l o viviente, en cambio, parece merecer arte o de l a técnica, son p o r
nuestro respeto, no está meramente a nuestra dis- te, naturaleza. Esta naturaleza
. posición, y las personas sensibles verán siempre constituye en ellos el princi-
como una conducta criminal el sacrificio de un p i o de s u movimiento y s u
animal, aun cuando admitan que sea necesario reposo,
para nuestra alimentación. 4 ¿Cuáles son estos seres
Sin abandonar este nivel de la reflexión coti- por naturaleza y que tienen en
diana, tratemos de caracterizar un poco más de- sí mismos el principio de su movimiento? Sin duda,
tenidamente la diferencia entre l o vivo y l o inerte. los animales y e l hombre, pero también las plan-
El rasgo que primero nos hace presente la vida tas, los elementos como la tierra y el fuego y los
es l a espontaneidad del movimiento e inmedia- astros que giran en el cielo.
tamente acuden a nuestra mente como modelos Como esta concepción del mundo ya no nos es
'de l o viviente el perro que retoza en el jardín o el familiar conviene que nos detengamos a conside-
pájaro que vuela. Espontaneidad de movimiento rada con cierto detenimiento. Para Aristóteles, l o
significa que l a fuente de su conducta es interna, viviente es el modelo, arquetipo de l o real. Ahora
que radica en su deseo, temor, odio o alegría. b i e n , l o q u e caracteriza a l o v i v i e n t e e s e l movi-
Esta convicción nos lleva naturalmente a huma- miento espontáneo, resultado de su naturaleza. Asi,
nizar a los vivientes, sobre todo a aquellos que conforme a su naturaleza racional, el hombre se
nos son cercanos. MÍ perro, a su modo, me cono- mueve a sí mismo por el juicio en que aprecia un
ce y con sufidelidad agradece las atenciones bien deseable; el animal, naturaleza sensible, por
que le brindo. Esta humanización termina por l o que siente y el deseo que esta sensación engen-
conventirios en alguien con nombre propio. dra y la planta, por ese oscuro impulso al creci-
Desde l a certeza de l a vida atribuida a los ani- miento y la reproducción que resulta de su natura-
" N ero es igualmente la naturaleza máquina celeste no es al modo de un viviente
como piedra que la lleva a buscar el vino sino al modo de un reloj, como si en ella casi
toda la variedad de movimi entos depend iera de
90 corice hacia
A que lo conduce lo l e z a "Ignea” del fue.
a c i a o alto, del mismo modo
! una simplisim a fuerza magnétic a corporal , así
aturaleza "etérea" d e los astros es la ra- como en el reloj todos los movimien tos dependen
zÓn de su movimiento circular perfecto y no un de u n simplisimo peso."
Supuesto equilibrio entre inercia y gravitación,
Arrojar una piedra hacia arriba o intentar que 3. E l m u n d o moderno
el fuego baje es ejercer una violencia contra el
mundo, imprimir un movimiento contrario a la El mundo, según Des-
naturaleza, acciones estas del mismo carácterque cartes, está compuesto d e
1a de retener un pájaro cautivo en su jaula. partículas que sólo difieren
Conforme a s u naturaleza cada cosa busca su entre sí por el tamaño, la
tugar y su fin propio, realiza las actividades que le figura, la posición y el mo-
corresponden y nace de este modo la armonía de 7 vimiento o, dicho de otro
u n cosmos viviente, armonía que el hombre no m o d o , q u e sólo p o s e e n
debe alterar sino respetar lleno de admiración. aquellas propiedades que
Esta concepc ión del mundo que se expresa con podemos expresar con ca-
sobriedad racional e n Aristóteles ha tomado, an- racteres matemáticos. Es-
tes y después de él, formas más especulativas, tas partículas son inertes y
míticas y poéticas. Son todas aquéllas en que, si cambian d e trayectoria o
- Sobre la evidencia d e que elmundo está animado aceleración será por el choque con otras partícu-
se elabora la doctrina d e un A i m a del Mundo (Ani- las. D e modo que el movimiento es siempre sufri-
m a Mundi) alma universal que vivifica el todo. do -no espontáneo- provocado por las fuerzas ex-
Decía, por ejemplo, Platón en el Timeo, des- teriores que la afectan. Estas partículas inertes son
pués d e haber considerado el orden y la belleza _ para Descartes el modelo, arquetipo d e lo real.
del movimiento del cosmos: "Pues razonando se- Desde esta perspectiva, los animales sólo pue-
gún lo que es más verosímil, es preciso decir que . den ser concebidos como máquinas de una extre-
este mundo, que es un viviente verdaderamente má complejidad, pero no vivientes. Asi como m i
d e a l m a e inteligencia, ha sido formado autorióvil se mueve por la expansión de los ga-
por providencia d e u n dios". —_ ses en el interior del cilindro, e l animal se mueve
d e alma, animado, e l mundo está lleno por la expansión d e la sangre que s e calienta en
de vida. Plotino, un seguidor tardío de Platón, es- el corazón. Y, lógicamente, cada máquina requie-
cribía en el siglo III: "Cada cosa vive a su modo re su combustible adecuado.
en el universo. Nosotros pensamos que una cosa Como los animales son máquinas -no vivien-
no vive si no presenta un movimiento accesible a tes, animados- no tienen alma que los anime y,
nuestros sentidos, pero cada cosa tiene su propia carentes de ésta, estarán también privados de
vida que se nos escapa. E l s e r cuya vida es per- pensamiento, deseo o sensación. S i m i perro chi-
ceptible para nuestros sentidos está compuesto lla cuando le piso la cola, no se debe a que sienta
de seres que viven imperceptiblemente para no- dolor. Su chillido se produce por l a misma razón
setros pero cuyas potencias maravillosas sé ejer- por la que m i automóvil chilla cuando olvido los
cen sobre la vida del animal compuesto". periódicos engrases que indica el manual. Eso
M produce ciertos ruidos bajo ciertas condiciones de
Esta figura d e lo real sigue presente hasta el
Renacimiento. Agripa d e Nettfesheim pensaba: trato.
"Existe un alma universal, una vida única y co- Descartes, que no sólo fue matemático, filóso-
mún que lo llena e invade todo, que todo lo une fo y físico sino también fisiólogo, da origen a una
en sí y lo mantiene en cohesión convirtiendo en concepción mecanicista del organismo a la que
unidad la máquina del universo”. Y si lo viviente propone como fundamento de una medicina que
reclama de nosotros, por lo menos, el respeto -la habría de reparar la máquina corporal con ta mis-
negativa a disponer de ellos según nuestro anto- ma seguridad con que el artesano diestro repara
jo- este viviente maravilloso y perfecto que es el u n relo),
universo, ¿no será el objeto de una venerante ad- El cuerpo humano es así una "máquina de car-
miración? ne y huesos". En consecuepcia, ni vive ni siente.
Pero, cerrándose el Renacimiento, comienzan Pero elh ombre, a diferencia de los otros seres,
ad

a oírse otras voces. Kepler nos indicaba con estas está dotado de un alma, cuya función no es ani-
ón: “Mi finalidad esdecir quela M a r elcuerpo sino tan sólo pensar. Sentir dolor
tisfactoria reducióndola a u n conjunto de respues-
tes preestablecidas (reejos simples.0 condicio. -
nados) frente a estímulos especificos. Nee =
pontánea sino, como la de una máquina:
desde fuera. É n consecu encia e l hombre , en s u
conducta, es una realidad inerte que puede e
E n Des cart es se afirm a un controlada desde el exterior median te l a aplica-
claro dualismo que de los estímulo s adecuad os.
habrá de caracterizar la modemid
ad naciente, o mismo modo que podemos compre nder
Por un lado tenemos el ámbito de
las realida- conducta desde el modelo de un circuito mecán
des inert es «piedras, árboles,
animales, es decir,
particulas y máquinas más o menos co, la producción de "inteligencia artificial” nos
complicadas. orienta hacia la evidencia de que no soy yo quien
No hay alli nada que merezca el respe
to que otor- piensa, como creía Descaries, s i n o que el pensa-
gamos a la vida.
miento se produce en m i cuando una cuestión ,
Por otro lado el homb re que, dotado
de alma, conforme a un programa , genera un o u t p u t . N o
e s u n sujeto libre que intentará poner el
mundo sólo el cuerpo sino también el alma del hombre e s
de lo iñerte a su servicio. áquina.
Esta exalta ción del hombr e como Sujeto libre
podero so que dispon e d e la realida d inerte como
y En elnacimiento del pensamien to modemno s e
vio el mundo de lo inerte como materia a disposi-
materia d e sus proyect os -exaltac ión del hombre ción de un sujeto libre, e l hombre. Pero si el hom-
y degrada ción d e l mundo- constituy e la ideología bre es incluido en lo inerte, tada esta maquinaria
que s u s t e nel
t anacimiento d ela cienciamodema_ ¿al servicio de quién se encuentra? ¿Quién l a
hermanada intimamente con latecnología. maneja? ¿El "Sistema"? ¿La "Estructura"? ¿El
Descartes lo afirma claramente cuando en su "Gran Hermano"? ¿Hay alguien? No. Nadie.
d e l M é t o d o nos revela que buscaba
práctica por medio de la cual, cono- 5. Ciencia y p o e s í a
ciendo la fuerza y las acciones del fuego, del agua,
del aire, de los astros, de los cielos y de todos los E l pensamiento d e Occidente h a generado d o s
demás cuerpos que nos rodean... pudiéramos ha- grandes visiones de lo real.
cemos comn dueñns yposeedores de l a naturale- Según la primera, el mundo e n su totalidad,
za" - vive. A su modo, todo siente y desea. Todas las.
“Los hombres, como sujetos libres, tienen sus Cosas Son, e n última instancia , alguien. Puedo d i a -
derechos y merecen nuestro respeto. De la natu- logar con los hombres, con las fiores o el mar.
raleza, realidad inerte, podemos disponer, como Viviente y, por lo tanto, respetable, venera ble,
dueños y señores, según nuestro deseo. este mundo perdura como patrimonio de místicos
Pero, ¿son los hombres, realmente, sujetos li- y poetas.
“bres? Según la otra visión, el mundo es una máquina
inerte, cuyos componentes y leyes de funciona-
4. E l triunfo de l o inerte. miento, al desarmarta, se pueden cono cery coma
consecuencia tambié n controlar sus movim ien-
La conciencia de ser un sujeto libre y pensan- tos. Nada vive. Nada siente. Nada es sagrado
te. ¿no es una ilusión? — ni
digno de respeto o veneración. No hay nadie.
Dos ejemplos, sólo indicados, que tomamos del De esta decisión fundamental nació la cienc
horizonte del pensami ento contemp oráneo, bas- ia
modema.
tarán pare hacernos patente el probiema.
La psicolo gía conduc tista (Watson, Skinner
Mientras serrucho las patas de mi mesa de tra-
se ha preocupado por demostrar, en estrecho con-
bajo miro, indeciso, a mi perro que pasa...
tacto con la neurofis iciogía, que la conduc ta hu-
mana puede explicarse en forma totalmente s a

Rosario, 1996

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