EUTANASIA
EUTANASIA
Introducción
«El término del hombre como persona espiritual que decide libremente su propia
suerte, ha de ser consumación activa desde dentro, situarse activamente en su
perfección o imperfección, dar el postrer testimonio, que resulta y como resume en
general toda su propia vida. En este caso la muerte lleva consigo la total posesión de
sí mismo por parte de la persona» (K. Rahner, 1965).
Ante la muerte la ética debe hacer frente a innumerables problemas de los que
subrayamos algunos los aspectos importantes:
2. Nadie muere para sí mismo, como nadie vive para sí mismo. Vivimos y
morimos en sociedad, por eso, la sociedad tiene el deber ético de organizar un
servicio hospitalario y asistencial adecuado para que la muerte, como el trabajo
o la sexualidad, no sea una ocasión propicia para la explotación, la
discriminación, o la injusticia.
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La Dra. Kübler-Ross identificó cinco etapas del duelo: negación, ira, negociación, depresión y
aceptación. Su investigación destaca la importancia de enfrentar la muerte con honestidad y
compasión.
La autonomía personal y del derecho a morir. Ética de la eutanasia.
El Papa Juan Pablo II, en su encíclica Evangelium Vitae, subraya que la vida
humana debe ser protegida y respetada desde la concepción hasta la muerte
natural. Argumenta que cualquier acto que intencionalmente cause la muerte
para eliminar el sufrimiento es moralmente inaceptable (Juan Pablo II, 1995).
En su lugar, la Iglesia Católica promueve los cuidados paliativos como un
medio para aliviar el sufrimiento sin poner fin a la vida.