José Boza Chirino - La Riqueza de Los Pobres. Los Microahorros
José Boza Chirino - La Riqueza de Los Pobres. Los Microahorros
José Boza Chirino - La Riqueza de Los Pobres. Los Microahorros
Resumen
Las personas que no tienen acceso al sistema financiero también ahorran. En este
trabajo explicamos las modalidades de ahorros más usadas quienes no acceden a la
banca formal. Como veremos, la forma del ahorro varía de una cultura a otra, de un
país a otro y de una circunstancia a otra. En la actualidad, emerge a nivel mundial el
microahorro o ahorro de pequeñas cantidades de dinero en instituciones de
microfinanzas (IMFs), estas instituciones en su mayoría nacieron como Ongs
especializadas en la oferta de microcréditos. Entre los objetivos del estudio está el
averiguar si, desde el punto de vista financiero, los ahorros de las personas pobres
corren diferentes riesgos dependiendo de la IMFs en la que realicen sus depósitos.
Abstract
People who do not have access to the financial system also saved. In this work we
explain the most commonly used forms of savings who have no access to formal
banking. As we shall see, the form of savings varies from one culture to another, from
one country to another and from one circumstance to another. Currently, global
emerging micro-savings or savings of small amounts of money in microfinance
institutions (MFIs), these institutions, and most were born like NGOs specialized in the
provision of microcredit. Among the objectives of the study is to figure out whether,
from a financial standpoint, the savings of poor people are at different risks depending
on the MFIs in which they conduct their deposits.
JEL Codes: O1
1. Introducción
En resumen, los mercados financieros nos permiten gozar de una mayor seguridad
mediante la planificación de ingresos y gastos. Nos ofrecen la posibilidad de comprar productos
de alto precio mediante créditos a pagar en un plazo determinado y conservar el valor de
nuestro dinero mediante el ahorro o aumentarlo vía la inversión.
Mientras que el uso de las entidades financieras nos resulta algo tan accesible y
sencillo que forma parte del día a día, desgraciadamente esto no es así para millones de
personas en el mundo, quienes no tienen acceso al mercado financiero, los sin bancos. Hay
más de 2.000 millones de personas sin banco. La mitad de la población mundial no tiene
cuentas donde depositar sus ahorros, carecen de acceso a un plan de pensiones, a un seguro
de vida o cualquier otro tipo de seguro y, por supuesto, no pueden solicitar un préstamo (Smith
and Thurman, 2007). La vida para estas personas es muy complicada, son personas excluidas
por el mercado financiero, no pueden planificar con antelación sus gastos y tienen que reunir el
dinero contante y sonante antes de poder realizar una inversión. Con esas condiciones, a estas
personas les resulta muy difícil salir de la situación de pobreza.
Entre los principales motivos por los que las entidades financieras se resisten a prestar
sus servicios financieros a los más pobres destacamos:
De estos cinco motivos sólo las dos primeras parecen tener mayor consistencia. En el
campo de las microfinanzas se ha demostrado que los préstamos de poca cantidad pueden ser
rentables, que los pobres devuelven los préstamos y que son capaces de ahorrar (Ditcher and
Harper, 2007).
Los pobres son capaces de ahorrar y de hecho, lo hacen continuamente. En los países
en vías de desarrollo, las personas más desfavorecidas ahorran y el valor total de estos
ahorros es importante. Se calcula que los activos de los pobres del planeta son mayores que el
producto nacional bruto anual de Estados Unidos (Robinson, 2001). Por lo tanto, se confirma
que las personas “sin banco” ahorran y la suma de sus ahorros es muy importante. Las
entidades financieras podrían beneficiarse de los ahorros de estas personas, al ser muchas
cuentas con montantes pequeños, pero la suma total resulta una gran cantidad de dinero.
El problema de las personas “sin banco” no es que sean incapaces de ahorrar sino que
no disponen de un lugar seguro donde hacerlo, por lo que se ven obligadas a utilizar medios de
alto riesgo y baja rentabilidad. (Robinson, 2001)
“En el mundo de los ricos las finanzas de los hogares son gestionadas en base a riesgo
y rentabilidad esperada mientras que en el mundo de los pobres las finanzas se gestionan con
el objetivo de poder obtener el dinero necesario en el momento preciso.” (Collins, D. Morduch
J. y otros. 2009)
Eventos, ocurren una vez en la vida (nacimientos, bodas, funerales) así como eventos
recurrentes (escuela, vacaciones, cosechas). Este tipo de gastos se puede prever o
anticipar, aunque no se sepa la fecha exacta.
Emergencias, definidas como aquellas en las que se genera una necesidad repentina e
imprevisible de dinero que incluyen crisis personales como enfermedades, muertes,
pérdida de empleo, así como aquellas que están fuera de control tales como conflictos
bélicos o desastres naturales.
Las oportunidades, invertir en tierra, animales, u otro tipo de activos. Estos
desembolsos se realizan para incrementar la productividad (máquinas de coser,
mulas…) o mejorar la calidad de vida (un tejado nuevo, camas, mosquiteras…), y
ocurren periódicamente.
- Agente de cooperativa de microfinanzas: ¿Cuánto dinero necesitan al día para vivir las cinco
personas de su familia?
- Agente de cooperativa de ahorro: Pero si hemos constatado que usted es capaz de ahorrar
unos 5 taka todos los días, ¿Cómo puede hacerlo?
- Beneficiaria: No le comprendo.
- Agente de cooperativa de ahorro: Quiero decir que si usted necesita 50 taka y sólo cobra 35
taka, ¿Cómo consiguen apañarse?
- Agente de cooperativa de ahorro: Pero si no ganan lo suficiente para comer, ¿Por qué
ahorran?
- Beneficiaria: Ahorramos para nuestro futuro. Todo el mundo necesita pensar en su futuro.
Tenemos una hija y dos nietas y tenemos que ahorrar por nuestra familia. ¿Es que usted no
ahorra para su futuro?
Banerjee, A. Duflo, E. (2006) publican “The Economic Lives of the Poor”, utilizando
datos de trece países para documentar las vidas económicas de los pobres (viven con menos
de dos dólares al día) y los extremadamente pobres (viven con menos de un dólar al día). Entre
los resultados de este estudio, se destaca que los pobres tienen capacidad de ahorro. Los
gastos más importantes son los nutricionales que representan entre el 56% y el 78% de los
presupuestos familiares, destinando una parte del resto de los ingresos al ahorro. El estudio
también revela la necesidad que tienen las personas no bancarizadas de contar con formas de
ahorro seguras.
Para las mujeres el hecho de ahorrar constituye un problema todavía mayor. El trabajo
de Guérin I. (2008) realizado en base a las encuestas hechas a mujeres de la región de Thiés,
en Senegal y en la región Tamil de Nadu, en la India, demuestra que aunque la forma de
ahorro varía, las mujeres tienen más dificultad para el ahorro. Otro estudio realizado en
Bangladesh por Wright, S. y Mosharrof, H. (1997) analiza los patrones financieros de las
familias que trabajaban con la ONG Buro. La investigación revela que el ahorro está asociado
con el hogar y es responsabilidad de las mujeres. La respuesta más común como objetivo del
ahorro era la escolarización de los hijos. Incluso un grupo de mujeres se rió ante la pregunta de
si los hombres ahorraban parte de sus ingresos.
Ashraf, Karlan and Yin (2005, 2006) estudian la importancia del ahorro entre los
pobres. Realizan una investigación en Filipinas sobre la necesidad de proveer servicios de
ahorro a los hogares en zonas rurales. En sus trabajos descubrieron que las mujeres casadas
le dan más relevancia a la necesidad de disponer de ahorros que las mujeres solteras. Este
hecho es comprensible si tenemos en cuenta que en el 75% de los hogares encuestados, las
mujeres son las responsables del presupuesto familiar. Los estudios también demostraron que
las personas que conseguían abrir una cuenta de ahorro reducían la cantidad de créditos que
solicitaban al disponer de ahorro propio.
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Wright y Mutesasira (2001) analizan las posibilidades de ahorro que tiene la población en
Uganda dividiéndolo en tres categorías: ahorro formal (bancos comerciales, planes de
pensiones…), ahorro semiformal (entidades de microfinanzas…) e informal (efectivo,
especies…). El 99% de las personas encuestadas que han ahorrado de manera informal
declaran haber perdido alguna vez parte de sus ahorros. El 26% de los que ahorraron de
manera semiformal han perdido alguna vez parte de sus ahorros. Por último, el 15% de los
tenían ahorro formal perdieron parte de sus ahorros. El trabajo concluye que las personas sin
banco se ven obligadas a buscar formas de ahorro con alto nivel de riesgo por no tener acceso
al mercado financiero.
Gestión del día a día cuyo objetivo es convertir flujos irregulares de ingresos en
recursos para poder asumir los gastos regulares.
Mantener reservas para poder hacer frente a emergencias.
Obtención de sumas de fondos más importantes para poder adquirir activos o hacer
frente a gastos más importantes (colegio, bodas…)
Las prioridades del ahorro dependen de cada uno de esos tres factores. Para hacer frente a la
gestión del día a día, los hogares buscan ahorrar en instrumentos que tengan un acceso fácil y
poder retirar dinero con rapidez. La prioridad es la liquidez. Pero, a la hora de ahorrar para
obtener sumas de fondos más importantes las prioridades cambian. La seguridad y la
rentabilidad son las prioridades.
En definitiva, todas las personas necesitan ahorrar. Incluso las personas pobres sin
banco que no pueden ahorrar de una manera formal han buscado alternativas informales.
Gracias a la creatividad humana, las personas sin banco han ahorrado toda su vida.
Existen métodos variados así como imaginativos. Una forma curiosa de ahorrar son las loterías
familiares, cada participante debe aportar una pequeña cantidad semanal o mensualmente
para crear un fondo que se llevará la persona que gane la lotería, una vez alguien gana debe
seguir aportando y no puede volver a ganar la lotería hasta que haya ganado cada miembro del
grupo. Por lo que al final de la rotación todos los miembros han recibido exactamente lo que
pusieron. ¿Y entonces, si al final, sólo se recupera la inversión, para qué se juega? El objetivo
de estas loterías es poder ahorrar una pequeña cantidad durante todo el año para que una vez
le toque el turno de ganar la lotería disponga de un ingreso importante que se puede utilizar en
comprar ropa para los hijos o libros, incluso adquirir alguna mercancía más costosa como
puede ser una nevera o una cocina. Es una manera ingeniosa de ahorrar (Obwona y
Musinguzi, 1998).
El granjero William Matabi de la aldea Sisisyi (Uganda), había ahorrado 200,000 Ush
(125$) que escondió en el interior de su radio. Una noche, un ladrón entró en la casa y se llevó
la radio mientras dormía. El granjero “aprendió una gran lección, no volverá a guardar los
ahorros en casa” (Wright y Mutesasira, 2001)
En la India, las mujeres ahorran en joyas, pues éstas mantienen el valor de la inversión,
y al mismo tiempo les genera independencia, ya que a los maridos les resulta difícil calcular el
valor de las joyas, por lo que les permite mantener fondos a buen recaudo prestas a ser
vendidas en caso necesario sin que lo sepan sus maridos. (Guerin, 2008). Al igual que con el
dinero, el ahorro en joyas asume el riesgo de pérdida o robo.
En Kenia es frecuente que las familias tengan un porcentaje de sus ahorros invertidos
en cabras y en vacas. Las vacas dan un mayor rendimiento que las cabras porque la leche
permite alimentar a la familia y se vende el excedente. Pero, las vacas tienen menor liquidez. El
problema de las vacas es que cuando se necesita el dinero, no puede vender una parte de la
vaca para obtener los fondos necesarios, hay que venderla entera. Por eso prefieren usar las
cabras como ahorros. Únicamente después de mantener un número adecuado de cabras, las
familias avanzan al siguiente nivel y adquieren su vaca. Las cabras y las vacas son usadas en
este ejemplo como depósitos en cuentas corrientes y depósitos a plazo. Una vez se tienen
suficientes cabras como para hacer frente a los gastos previstos e imprevistos, las familias se
arriesgan a comprar una vaca. En caso de epidemia local, tanto los dueños de las cabras como
los de las vacas pierden todos sus ahorros. No disponen de un seguro para poder recuperar su
inversión y evitar la ruina. (Robinson, 2001).
En Indonesia era común depositar los ahorros en cabras pero la tendencia está
cambiando con la entrada del Banco Rakyat en las zonas rurales donde ofrecen créditos y
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productos de ahorro a las personas más necesitadas. Como comenta un campesino: Yo antes
ahorraba en cabras, pero las cabras requieren de mucho trabajo. Ahora todos los jóvenes que
antes hacían funciones de pastores están en el colegio. En la actualidad no tenemos tiempo
para ahorrar en cabras. Preferimos ahorrar en el banco. (Otero, Rhyne, 1994).
Otra forma de ahorro productiva son los árboles (Dembner, 1990). El ahorro que
proveen los árboles supone una garantía para poder hacer frente a gastos inesperados a la vez
que genera una fuente continua de ingresos. Los árboles proveen regularmente frutos para la
venta. A su vez, los frutos que producen los árboles sirven como complemento nutricional en
épocas donde hay falta de dinero para comprar otros productos alimenticios. Por último,
cuando se producen contingencias, se puede vender los árboles a otras personas o cortar el
árbol y vender la madera de los mismos. La ventaja de este tipo de activo es que sobrevive
mejor a posibles catástrofes naturales y necesita menos atención que los animales. El caso de
los árboles se asemeja más al comportamiento de una acción, generando flujos irregulares
(dependiendo de los frutos que genere), y manteniendo al mismo tiempo el valor de la inversión
(que depende del precio de la materia prima en ese momento).
La demanda del ahorro es tan grande y variada entre las personas sin banco que en
muchas regiones incluso se paga a una persona para que guarde los ahorros. En la India, es
común ver a los colectores de ahorros informales. Son personas que pasan por las viviendas
de las familias recogiendo los ahorros. Entregan unas tarjetas con 220 celdas distribuidas en
20 columnas y 11 filas. Cada dos días el colector pasa por la casa del ahorrador para recoger
los fondos y van marcando las celdas de la tarjeta entregada. Una celda marcada es igual a un
ahorro de 5 rupias. Pero no pueden disponer de su dinero hasta que rellenen las 220 celdas de
la tarjeta, o lo que es lo mismo, hasta que depositen la suma de 1100 rupias (aproximadamente
17 euros). Una vez consiguen rellenar la tarjeta los colectores descuenta su comisión y
entregan los ahorros. Además de no poder disponer del dinero hasta que se ahorre la suma de
1100 rupias, las familias indias que hacen uso de los colectores de ahorro informales reciben
una penalización por ahorrar. (Rutherfod, 2000).
En Ghana existen los susu, personas que van por las distintas aldeas recogiendo el
ahorro de los habitantes. Después de un tiempo determinado, el susu devuelve el dinero a las
personas que lo depositaron cobrándole la comisión correspondiente (Aryeetey and Udry,
1995).
Las personas que utilizan al colector de ahorros o al susu pagan por ahorrar, sus
ahorros son ilíquidos, esto es, que no pueden disponer del dinero durante un periodo
determinado. A pesar de ello, el sistema resulta muy eficiente para alguien que necesita
ahorrar para pagar el colegio de sus hijos, comprar ropa o electrodomésticos. El dinero está
seguro y fuera de la casa, se eliminan las tentaciones de usarlo en cosas menos importantes y
el riesgo a los robos. Es una alternativa cara para las personas que no tienen acceso a una
cuenta de ahorro.
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Si los motivos claves para usar instrumentos financieros de ahorro son la seguridad,
accesibilidad, liquidez y rentabilidad, los autores Elser, Hannig y Wisniwski (1999) explican que
las IMFs pueden ofrecer servicios de depósito y ser una alternativa viable para los ahorros de
las personas desarrollando productos que satisfagan sus necesidades.
Gracias a que las IMFs permiten realizar depósitos, las personas desbancarizadas
también pueden ahorrar de una forma segura y rentable. Los clientes de las entidades de
microfinanzas disponen de microcréditos y de un sitio donde guardar sus ahorros con
seguridad.
Además, las IMFs se benefician de los pequeños ahorradores, al ser una forma
relativamente barata de captar fondos e independizarse de las subvenciones. Las entidades de
microcréditos que alcanzan la madurez se autofinancian y gozan de mayor estabilidad.
El banco de microfinanzas Grameen Bank, al igual que la IMF ASA son dos ejemplos
de IMFs que comenzaron con subvenciones y ayudas externas y, en la actualidad, se financian
única y exclusivamente con los depósitos de sus clientes. Al disponer de más depósitos que
préstamos, son financieramente autosostenibles, no dependen de las subvenciones de sus
Gobiernos ni de las donaciones del exterior.
Ante esta tendencia, las personas que depositan sus ahorros necesitan tener ciertas
garantías sobre los riesgos que corren al dejarlos en manos de una IMFs. En el mercado de las
microfinanzas no existe, como en la banca convencional, una legislación que obligue a cumplir
ciertos ratios financieros que garanticen los ahorros. Ante este vacío legal, falta de control y
escasa transparencia de las IMFs, coinciden muchos factores que ponen en riesgo los ahorros
de las personas sin banco.
E z / 2 V (X) ;
E 1,96 922,2 (1)
E 59,5
E(%) 6,8%
A partir del resultado anterior, con la muestra que trabajamos formada por 51 IMFs, el
error muestral que cometemos es del 6,8%, valor asumible para los objetivos de este estudio.
Las variables que utilizamos son ratios seleccionados entre los propuestos en el
Manual de Expertos en Microcréditos (Boza, J., Cascante, R. et alia. 2008), estos ratios tienen
las ventajas de ser los más utilizados y son fáciles de interpretar.
1. Ratio de Independencia Financiera (RIF). Indica el peso que tienen los recursos
propios de la IMF. Para la banca convencional existen mínimos obligatorios, por
ejemplo, las cajas de ahorros españolas tienen que mantener este ratio en torno al
10%.
RP
RIF 100 ; (2)
AT
PC PLP
REND 100; (3)
AT
IF
SF 100; ( 4)
GT
donde IF son los ingresos financieros y GT gastos totales. Si los gastos totales son
superiores a los ingresos, la IMF es financieramente inviable y se corre peligro de entrar
en situación de quiebra.
2. Ratio de Productividad de los Empleados (PP). Este ratio se define como el cociente
entre el número de préstamos (NP) y el número de empleados (EMP).
NP
PP 100; (5)
EMP
Resulta inmediato comprobar que cuanto mayor sea la cantidad de préstamos por
empleado, mayor será la productividad financiera de la institución. Esta es una de las
razones por la que las instituciones orientadas a poblaciones rurales y dispersas
tendrán mayores dificultades para alcanzar una elevada productividad por empleado.
Para sintetizar la información contenida en los cuatro ratios anteriores en dos variables
sintéticas financieras: robustez financiera y sostenibilidad financiera (crecimiento a largo plazo).
A continuación, aplicamos un Análisis Factorial de Correlaciones.
x ij = k=1a jk jk + ij
m
(5)
Hemos utilizado el paquete informático SPSS para realizar las estimaciones del
Análisis Factorial de Correlaciones. A continuación, en las siguientes tablas presentamos los
principales resultados: las comunalidades, los dos factores comunes o componentes retenidos
por el análisis, las varianzas explicadas y la matriz de componentes rotadas donde se
presentan las correlaciones entre las variables y las dos componentes.
En el gráfico siguiente, ilustración 1, hemos representado a las IMFs en el espacio de las dos
componentes. Las puntaciones de las IMFs con respecto a la variable robustez financiera
corresponden al eje vertical. El eje horizontal, se recogen las puntuaciones para la segunda
componente o crecimiento sostenible a largo plazo.
Ilustración 1
En el gráfico anterior se puede apreciar que las IMFs se distribuyen entre los cuatro
cuadrantes, cada cuadrante caracteriza a las IMFs. Las que están en el cuadrante (I), son IMFs
financieramente fuertes y con buenas perspectivas de crecimiento. Sin embargo, las IMFs del
cuadrante (III) están muy endeudadas y disponen de escasos recursos propios. Por eso, las
personas sin banco que depositen sus ahorros en estas IMFs del cuadrante (III), son las que
corren mayores riesgos de perderlos.
6.- Conclusiones
En muchos países en vías de desarrollo, han surgido las IMFs que ofrecen servicios de
depósitos y aspiran a ser una alternativa para los ahorros de las personas pobres, creando
productos adecuados a sus posibilidades.
Por último, quisiéramos dejar claro que este trabajo tiene un enfoque financiero y los
microcréditos y microahorros tienen un fuerte componente social justificando la existencia de
IMFs con pocas rentabilidades e ineficientes. A pesar de ello, nuestra recomendación es mayor
control financiero por parte de las autoridades a las IMFs que decidan captar ahorro y que los
aspectos sociales no se utilicen para poner en riesgo el ahorro de las personas pobres.
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Estratificación con
afijación
proporcional estrato1 estrato2 estrato3 estrato4 Totales
Nh = 671 596 522 112 1901 1901 = N
nh = 18 16 14 3 51 51 = n
(Nh - nh)/Nh = 0,97 0,97 0,97 0,97 0,97 = Fcpf
Xh = 139,83 680 1497 3356 871 = Xst
Xh * Nh = 93820 405323 781348 375280 1655771 922,2 = Var(Xst)
s2h = 2800 14110 98807 268471 59,5 = E
V(Xh) = 151 858 6868 87089 6,8% = E(%)
Nh2 *V(Xh) = 68147290 305258794 1870377174 1089010653 3332793912
wh = 0,3529 0,3137 0,2745 0,0588
L nh
x st
1
N h xh x xh
2
N nh sˆ 2
var xh h
ih
h
N h 1 sˆh2 i 1
L N h nh nh 1
Wh x h
h 1
Nh = Tamaño de los estratos; nh = Tamaño
de las muestras dentro de los estratos; (Nh-
h)/Nh = Fcpf (Factor de corrección por
E z var xst población finita); Xh = Valor medio de los
2
estratos; wh = Wh = Ponderación de los
1 L 2 sˆh2
z h N 1 f h estratos por afijación proporcional; ŝ2h =
2 N 2 h 1 nh Cuasivarianzas de los estratos; V(Xh) =
Varianza de la media dentro de los estratos;
E= Error muestral. E(%) = Error relativo.